Cádiz y La Habana, leyendas y ruinas
Hola amigos, bienvenidos a « A mi aire ». Hoy es 14 de septiembre, otoño, empieza la temporada de teatros, de volver a ir al cine, de escuchar historias, ¿no? Por eso, hoy os voy a contar una leyenda muy especial de Cádiz y también os voy a revelar [1] cuál es la ciudad gemela de esa ciudad. Después, os voy a hablar de unas ruinas muy especiales que hay en la playa de Bolonia y de la tecnología que ha llegado hasta allí.
* Dos ciudades, dos ciudades en el océano Atlántico, en las dos se habla español, una es el reflejo [2] de la otra. Una es Cádiz, ¿y cuál es la otra ? ¿lo sabéis ? Ya os lo pregunté en el último podcast y Otto me lo dijo por Instagram, es LaHabana. La Habana se hizo a imagen y semejanza[3] de Cádiz. Sí, amigos, las dos tienen un malecón que las protege del mar, un paseo marítimo idéntico. Las dos tienen una catedral muy parecida, una plaza igual y calles estrechas con mucho encanto [4]. Hay canciones que comparan las dos ciudades y, de verdad, se habla de Cádiz como « La Habana chica [5] ». La Habana chica porque la capital de Cuba ha crecido mucho más que la ciudad andaluza.
Sin embargo, hay diferencias entre ellas, una es el sol y otra la luna. Mirad, en Cádiz ves meterse el sol por el mar y en la Habana lo puedes ver salir. En las noches de luna llena crecen cerca de Cádiz dos flores muy especiales, una maravillosa y otra más fea; la una muy cerca de la otra. Dice la leyenda que esas flores son muy raras y muy difíciles de ver. De hecho, las personas que las han visto piensan que son alucinaciones [6]. Una vez las vio un campesino [7], entonces el hombre cortó la flor más bonita para regalársela a su mujer. Cuando el hombre llegó a casa, la flor había desaparecido [8], como por arte de magia. El campesino esperó a la siguiente luna llena y fue de nuevo a por las flores, pero entonces sólo encontró la más fea…La bonita no volvió a salir, el hombre no la volvió a ver. Quizás, la flor no creció para él, o no se dejó ver por él, por miedo a que el hombre la volviera a cortar… Porque, de verdad de verdad, esa flor tan especial y maravillosa sigue creciendo en las noches de luna llena. La vio alguien más, ¿sabéis? La vio un pintor; pero el artista no cogió ni la flor más bonita ni la más fea, no, no cogió ninguna de las dos. El artista las dibujó. Como las flores eran tan especiales y tan espectaculares, el pintor no quiso enseñar a nadie su cuadro y el dibujo murió con él. Me encantan estas historias, me encanta saber que en las noches de luna llena crecen flores mágicas en Cádiz y que sólo los más afortunados [9] las pueden ver. Me encanta saber que las flores existen únicamente unanoche, que viven sólo en la magia de la luna llena gaditana.
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¿Qué tienen de especial esas playas largas del sur de España? ¿Qué pensáis? Para mí, lo especial es el agua fría y la arena fina, el viento y la luz.Pero hay algo más, escuchad amigos, en medio de una playa así, encuentras ruinas romanas. Sí,encuentras las ruinas romanas de Baelo Claudia.Tienes que pasar por carreteras desiertas [10],donde no hay nadie ni nada y, de repente, ves al lado de la playa las ruinas de una ciudad del siglo II antes de Cristo. Era una ciudad que creció por el comercio, porque estaba enfrente de Tanger ytenía una importante producción de salazones [11].Pero la ciudad tuvo vida solo hasta los siglos VI o VII, entonces por los piratas, por algunas catástrofes naturales Baelo Claudia se abandonó.Pienso que es una suerte que se conserve tan bien. Ahora puedes adivinar [12] cómo eran los templos, los teatros, los baños… Nosotros estábamos andando entre esas ruinas, cuando vi a un hombre con su móvil que llamaba a sus hijos :mirad, mirad, ¡venid! Allí, ¿lo ves ahora? - .- Yo les miraba curiosa. Los chicos no le hacían caso [13] a su padre y él avanzaba [14] emocionado con el móvil en la mano. Yo le miré. El hombre empezó a caminar, subió las escaleras de aquel templo y empezó a subir y a bajar el teléfono, parecía estar en otro mundo. ¿Pero qué hacía ?, me pregunté. Me acerqué más a él y, entonces, lo vi perfectamente : el hombre tenía una aplicación que reproducía las ruinas romanas. Con el móvil veía como era antes la ciudad, era consciente de la inmensidad [15] del lugar. Empecé a hablar con esta familia y me contaron que un amigo suyo había creado la aplicación, pero que no se hacía nada de publicidad en el centro. A mí me dieron el nombre de la app, se llama « la sibila », Baelo Claudia App. Cuesta 3.20 francos, ¡nada!, y realmente merece la pena. Me la bajé, claro. Y ¡qué maravilla fue ver así las ruinas! El templo de Isis, los otros tres dedicados a Jupiter, Juno y Minerva... Y después estaba el teatro, ¡ay, qué bonito! En ese teatro actuaban solamente hombres, ellos también hacían papeles de mujeres. Se ponían máscaras y así actuaban de chicas. ¡Qué cosas! ¿verdad ? ¡Qué tiempos aquellos ! Me encantó pasearme como una romana por allí. Sin embargo, menos mal que no viví en aquella época, ¿eh? Creo que como mujer no hubiera sido feliz.
Mientras yo disfrutaba con esa aplicación del recinto [16] romano, David estaba en otro mundo. A él no le interesaba la tecnología. Él prefería sentarse en una piedra y dejar volar su fantasía [17]. A David le gustaba imaginarse el lugar, y se preguntaba cómo sería aquello hace siglos. Él disfrutaba con cada piedra, con cada columna partida; yo, sin embargo, estaba fascinada con el mundo tridimensional. Desde luego, ¡para gustos se pintan colores!
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¿Entendéis qué significa la expresión « para gustos se pintan colores »? Significa que cada uno tiene su propio gusto, que no somos todos iguales. A mí me encanta el color naranja y a David el azul, a mi hermana le gusta el amarillo y a Toni el verde. O, por ejemplo, a mí me gusta la montaña y a David el mar. Es una suerte que para gustos se pinten colores, que para cada gusto haya algo especial.
Bueno, amigos, llegamos al final de esta emisión; pero antes de despedirme quiero desearle todo lo mejor a Gerry, que acaba de grabar su último podcast en inglés. Gerry, muchísimas gracias por todos tus podcasts, ha sido muy bonito trabajar contigo estos 10 años. A mí me escucharéis el 28 de septiembre aquí en podclub.ch o vía app. Entonces os llevaré al Puerto de Santa María y os contaré la historia de un castillo, una historia muy especial, ¡ya veréis! Mientras tanto podéis mirar fotos en Instagram con #podclubalicia y #amiaire y utilizar el entrenador de vocabulario de la aplicación paraaprender las nuevas palabras de esta emisión. Muchos saludos y que os vaya muy bien.
Glossaire: A mi aire [1] reveler: contar, descubrir un secreto; decir algo que no se sabe
[2] (el) reflejo: el espejo de algo; es una imagen de algo reflejada en una superficie
[3] a imagen y semejanza: exactamente igual
[4] con encanto: con atractivo; bonito
[5] chica: pequeña
[6] (la) alucinación: algo que no es real, un espejismo, algo que imaginamos
[7] (el) campesino: una persona que trabaja la tierra, el campo
[8] desaparecer: ya no estar, dejar de existir o irse sin avisar
[9] los más afortunados: los que tienen suerte
[10] carreteras desiertas: carreteras donde no hay nada, no pueblos, ni casas, ni mucha vegetación
[11] salazones: pescados que se conservan con sal
[12] adivinar: descubrir algo que no se ve claramente
[13] no hacer caso: no prestar atención, no ecuchar a alguien
[14] avanzar: andar, caminar hacia delante
[15] inmensidad: grandiosidad, magnificencia
[16] (el) recinto: un lugar cerrado, un espacio comprendido dentro de ciertos límites
[17] dejar volar la fantasía: imaginarse cosas