235 - La tortuga y la liebre
NARRADOR Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida.
LIEBRE ¡Yo!
TORTUGA ¡Yo!
NARRADOR Para resolver la discusión, decidieron hacer una carrera. La liebre salió a toda velocidad … y corrió enérgicamente durante algún tiempo.
LIEBRE Llevo mucha ventaja... Mejor me siento a descansar un rato debajo de aquel árbol...
NARRADOR Pero se quedó dormida.
NARRADOR La tortuga, a paso lento, alcanzó a la liebre dormilona, la superó y llegó primera a la meta.
NARRADOR Moraleja: los lentos pero constantes ganan la carrera.
NARRADOR Pero la historia no termina aquí. La liebre, decepcionada por su derrota, reconoció sus errores.
LIEBRE Fui presumida y descuidada... Me confié de mi ventaja...
NARRADOR Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia.
NARRADOR Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
NARRADOR Moraleja: los rápidos y tenaces vencen a los lentos y constantes.
NARRADOR Pero la historia tampoco termina aquí. Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó...
TORTUGA En velocidad nunca podré ganarle a la liebre. Pero... ¡tengo una idea!
NARRADOR La tortuga desafió nuevamente a la liebre, pero cambiando de ruta. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que un ancho río se cruzó en su camino.
LIEBRE Y ahora, ¿qué hago? Yo no sé nadar.
TORTUGA Pues yo sí.
NARRADOR La tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
NARRADOR Moraleja: Quienes identifican su ventaja comparativa (en este caso, saber nadar), llegan primeros.
NARRADOR Pero la historia tampoco termina aquí. Con tantas carreras, la liebre y la tortuga acabaron haciéndose amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.
LIEBRE Yo te cargo hasta llegar al río.
TORTUGA Y yo te cargo para pasar el río.
LIEBRE De acuerdo. ¡Vamos!
NARRADOR La liebre salió como una flecha cargando a la tortuga... y la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón. Y juntas, llegaron a la meta en un tiempo récord.
LIEBRE Y TORTUGA ¡Somos campeonas!
NARRADOR Moraleja: Es bueno ser fuerte y brillante a nivel individual. Pero es todavía mejor trabajar en equipo. La tortuga y la liebre descubrieron que, unidas, lograban mejores resultados.