Política de transición: asuntos principales para la administración Obama
Tras realizar el cómputo final de las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebraron el 4 de noviembre, ahora comienza el trabajo de la transición a la próxima presidencia de Estados Unidos.
Barack Obama no jurará el cargo hasta el 20 de enero de 2009, fecha en que se convertirá en el 44º presidente de Estados Unidos, pero sin embargo ya ha comenzado la labor de abordar los numerosos desafíos que le aguardan a él y a su equipo de líderes y asesores en el poder ejecutivo.
Según se van cerrando las campañas presidenciales y los encargados de las campañas cierran sus oficinas en todo el país, el equipo de transición ahora comienza el trabajo de asegurarse que la administración de Obama esté preparada para encarar los importantes desafíos en política exterior y economía que afronta Estados Unidos.
El equipo de transición incluye a expertos en los principales asuntos de política.
Su labor consiste en preparar recomendaciones para el próximo presidente y ayudarle a elegir a los titulares de los distintos organismos del poder ejecutivo, conocidos como miembros del gabinete. Una vez nombrados a sus respectivos cargos, los miembros del gabinete serán confirmados por el nuevo Congreso después de someterse a audiencias públicas.
La transferencia pacífica del poder de una administración presidencial a la siguiente es una característica de la democracia estadounidense.
La administración Bush ha dejado claro que está comprometida para contribuir con una transferencia eficaz y sin complicaciones. Ese esfuerzo se ha venido realizando durante meses, a medida que los organismos federales y oficinas de la Casa Blanca han preparado sesiones informativas sobre importantes asuntos políticos para el equipo de transición del presidente electo.
Obama se enfrenta a muchos retos de política exterior.
Se convertirá en comandante en jefe de las operaciones militares de EE.UU. en Iraq y Afganistán. Las guerras fueron un tema importante en la campaña, donde ambos candidatos apoyaron el aumento de tropas en Afganistán. Sin embargo, discreparon en cuanto a Iraq. Obama criticó la guerra de Iraq desde el comienzo y se ha comprometido a comenzar la retirada de las tropas. Su objetivo es que la mayoría de las tropas abandonen Iraq en 16 meses.
Además de las guerras en Iraq y Afganistán, la administración de Obama tendrá que hacer frente al deseo de Irán de adquirir capacidad nuclear.
Además, la nueva administración deberá decidir si quiere ser partícipe diplomático en el conflicto árabe-israelí. El Oriente Medio ha sido un eje central de la política exterior de la administración Bush, por lo que es probable que también lo siga siendo en la administración de Obama.
Durante su campaña, Obama propuso un enfoque multilateral a la política exterior, según el cual Estados Unidos pudiera colaborar más estrechamente con sus aliados.
Uno de los aspectos donde se podría ver mayor cooperación es en el tema del cambio climático. Algunos expertos afirman que esperan que Obama reanude las negociaciones del cambio climático con la Unión Europea y otros países, entre éstos Rusia y China.
Los expertos no obstante señalan que las declaraciones realizadas durante una campaña no son indicadores fiables de cómo una administración llevará a cabo su política exterior.
A menudo, ocurren otros acontecimientos que limitan las opciones que tiene un presidente.
La campaña de 2008, especialmente en sus últimos tres meses, estuvo dominada por cuestiones económicas.
La mayoría de los estadounidenses tiene la expectativa de que la economía será la principal preocupación de Obama cuando asuma la presidencia. Los expertos dicen que Obama se convierte en presidente en un momento en el que Estados Unidos afronta una enorme crisis fiscal y déficit extraordinarios.
A lo largo de su campaña, Obama prometió reducir los impuestos para las personas que ganan 250.000 dólares al año, o menos.
También promovió la idea de ofrecer nuevas opciones asequibles con respecto a la atención de la salud, así como de invertir en sistemas de educación y energía. Los expertos dicen que las malas condiciones económicas limitarán sus opciones, por lo que la administración tendrá que determinar prioridades. Además, las medidas que exijan nuevos gastos entrarán en vigor sólo si el próximo Congreso aprueba nuevas leyes.
Los actuales problemas económicos son mundiales, no nacionales, y lo que se haga para afrontarlos tendrá una dimensión de política exterior.
Los mercados financieros de hoy en día están conectados unos con otros y tienen proyección mundial, por lo que será esencial la cooperación con aliados en el mundo financiero.