Oye ¿Te hacen falta vitaminas?
Este episodio es patrocinado por CreciKids, el multivitamínico para toda la familia.
Es el siglo quince. Te encuentras en un barco que explora los confines del océano y llevas
4 meses en el mar. El trabajo es pesado, pero has conocido el mundo. Además te asoleas,
haces ejercicio, y comes a palcer carne salada, pescado, galletas y grog: agua con un poco
de alcohol para que no se eche a perder. Sin embargo algo te ha empezado a pasar: te sientes
cansado, tienes el pelo quebradizo, cada golpecito te hace moretones y te han empezado a sangrar
las encías… Si nadie te ha contagiado una enfermedad ¿qué te está pasando?
Oye ¿te hacen falta vitaminas?
Las proteínas son los de los que está hecho nuestro cuerpo, los carbohidratos, la energía
que necesitamos para vivir y movernos. Los lípidos también forman parte de nuestra
estructura y nuestras funciones. Todos estos nutrientes son evidentes en nuestra dieta
porque los consumimos en cantidades considerables. Pero hay otras sustancias que, aunque las
necesitamos en cantidades pequeñísimas, son in–dis–pen–sables para nuestra salud.
Se llaman micro–nutrientes. Los minerales, como el hierro o el calcio son una clase de
micro nutrientes, así como los ácidos grasos. Los otros micro nutrientes son las vitaminas.
¿Quién las descubrió? Ya los antiguos egipcios se habían dado cuenta
que varias enfermedades de los ojos se aliviaban comiendo hígado de animales o untándose
pomada de sangre de murciélago: aunque ellos no lo sabían, ambas sustancias son ricas
en Vitamina A (afortunadamente ahora sabemos que las zanahorias y las calabazas, entre
otros alimentos, tienen beta–caroteno, precursor de la vitamina A).
Así como los egipcios, los marineros ingleses del Siglo Dieciocho notaron que la falta de
ciertos alimentos provocaba ciertas enfermedades. Después de varios meses en el mar, muchos
marinos comenzaban a mostrar los síntomas que te aquejaban al inicio de este video,
y que podría llevarte a la muerte. La enfermedad se llamaba escorbuto, y el cirujano James
Lind fue el primero que descubrió que se podía prevenir consumiendo cítricos: limones
y naranjas empezaron a formar parte de los alimentos de la marina británica, por lo
que esos marineros fueron apodados como “limey”. Y es que el ácido ascórbico, conocido como
vitamina C, es esencial para prevenir esta afección, aunque Lind aún no lo sabía.
Fue hasta 1881 cuando el médico ruso Nikolai I. Lunin, estudiando las causas del escorbuto,
alimentó ratones con los componentes separados de la leche: lípidos, proteínas, carbohidratos
y sales. Como los ratones contraían escorbuto, a diferencia de los que eran alimentados con
leche, concluyó que esa leche debería contener alguna sustancia en cantidades ínfimas que
protegía a los ratones. Luego, el bioquímico polaco Casimir Funk,
logró aislar un complejo de micronutrientes del tipo de las aminas. Como sabía que eran
esenciales para la vida, los llamó vita–aminas. En este caso, la sustancia era la niacina,
conocida como vitamina B3. Pensó que era esta la que prevenía la enfermedad conocida
como beriberi, pero después se supo que era la tiamina, la vitamina B1. Aunque muchas
de las vitaminas no son aminas, se quedó el nombre para designar a este tipo de nutrientes.
Funk sugirió acertadamente que quizá fuera la carencia de vitaminas la que causaba enfermedades
como el pelagra, enfermedad celíaca, raquitismo y… el escorbuto.
Hay 13 vitaminas requeridas para el funcionamiento del cuerpo humano. Cuando, a partir de los
años treinta del Siglo Veinte, se pudieron identificar y aislar, los gobiernos del mundo
empezaron a requerir que ciertos alimentos, como la harina o la leche, fueran fortificados
con vitaminas. También se empezó a recomendar que las mujeres embarazadas, para prevenir
defectos en la gestación, ingirieran Vitamina B9: ácido fólico.
Si llevas una dieta balanceada y vives en un país con cierto grado de desarrollo, es
muy probable que ya tengas suficientes vitaminas y que tomando suplementos lo único que obtengas
sea orina muy cara y de vistoso color. Y puede ser peligroso tomar en exceso vitamina D o
ácido fólico. Pero ¿En qué casos sí se recomienda tomar
un suplemento vitamínico? Si tus encías sangran, tienes problemas de
coagulación, se te hacen moretones fácilmente o incluso se te han aflojado o caído dientes,
puedes tener una deficiencia de vitamina C. Esta vitamina también es antioxidante y evita
el envejecimiento prematuro. Aunque no es cierto que ayuda a prevenir el resfriado,
sí ayuda a absorber otras vitaminas. La encuentras en frutas como la guayaba, los chiles, fresas,
piñas y naranjas. Si tu visión nocturna es muy pobre, tienes
protuberancias blancas en lo blanco de los ojos, es probable que te falte rodopsina,
un pigmento que requiere vitamina A. También ayuda al sistema inmune al ayudar a producir
leucocitos T, mejora la salud de la piel y evita errores genéticos. Se puede encontrar
en el hígado, pero si no comes carne, también en la batata, camote o boniato, la zanahoria,
calabaza, papaya mango y melón. Si sufres de caspa y de “hojuelas” en
el cuero cabelludo, o dermatitis seborreica, uno de los factores puede ser la carencia
de vitamina B2, vitamina B3 , y vitamina B6. La B2 ayuda que las heridas cicatricen normalmente
y al crecimiento. Muchos alimentos están fortificados con B2 y no es tóxica en exceso
porque si no la necesitas, la excretas: es la que le da a la orina ese color amarillo
tan vistoso. La vitamina B3 ayuda al sistema nervioso y
se obtiene de las tortillas de maíz (nixtamalizado), pero también del mamey, los frutos secos
y las legumbres como el frijol o la lenteja. Y la B6 es importante para funciones cerebrales:
ayuda a regular el sueño y puede prevenir la depresión y el estrés, además que es
útil si haces actividad física intensa. Además de la carne, puedes encontrar vitamina
B6 en el plátano, los chícharos, las papas, los pistaches ¡y el chocolate oscuro!
Si pierdes el cabello, es posible que te falte hierro, zinc, ácido linoleico o vitamina
B7, que se encuentra en el salmón, el aguacate, los cacahuates y las flores de girasol.
La keratosis, que son como “piel de gallina” permanente y de color rojizo, también puede
deberse al bajo consumo de vitamina A y C. En todo caso, si tienes alguna de estas condiciones
consulta a tu médico para saber si es necesario que
tomes un suplemento vitamínico ¡Curiosamente! CreciKids contiene vitaminas B1, B2, B3, B6,
B12, Vitamina A y D3, así como compuestos de Calcio, Hierro y Zinc, y Lisina, todas
estas sustancias esenciales para el funcionamiento saludable de tu cuerpo. Te recomendamos visitar
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