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Niebla - Unamuno, XXX

XXX

Víctor encontró a Augusto hundido en un rincón de un sofá, mirando más abajo del suelo.

—¿Qué es eso? —le preguntó poniéndole una mano sobre el hombro.

—Y ¿me preguntas qué es esto? ¿No sabes lo que me ha pasado?

—Sí, sé lo que te ha pasado por fuera, es decir, lo que ha hecho ella; lo que no sé es lo que lo pasa por dentro, es decir, no sé por qué estás así...

—¡Parece imposible!

—Se te ha ido un amor, el de a; ¿no te queda el de b, o el de c, o el de x, o el de otra cualquiera de las n?

—No es la ocasión para bromas, creo.

—Al contrario, esta es la ocasión de bromas.

—Es que no me duele en el amor; ¡es la burla, la burla, la burla! Se han burlado de mí, me han escarnecido, me han puesto en ridículo; han querido demostrarme... ¿qué sé yo?... que no existo.

—¡Qué felicidad!

—No te burles, Víctor.

—Y ¿por qué no me he de burlar? Tú, querido experimentador, la quisiste tomar de rana, y es ella la que te ha tomado de rana a ti. ¡Chapúzate, pues, en la charca, y a croar y a vivir!

—Te ruego otra vez...

—Que no bromee, ¿eh? Pues bromearé. Para estas ocasiones se ha hecho la burla.

—Es que eso es corrosivo.

—Y hay que corroer. Y hay que confundir. Confundir sobre todo, confundirlo todo. Confundir el sueño con la vela, la ficción con la realidad, lo verdadero con lo falso; confundirlo todo en una sola niebla. La broma que no es corrosiva y confundente no sirve para nada. El niño se ríe en la tragedia; el viejo llora en la comedia. Quisiste hacerla rana, te ha hecho rana; acéptalo, pues, y sé para ti mismo rana.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Experimenta en ti mismo.

—Sí, que me suicide.

—No digo ni que sí ni que no. Sería una solución como otra, pero no la mejor.

—Entonces, que les busque y les mate.

—Matar por matar es un desatino. A lo sumo para librarse del odio, que no hace sino corromper el alma. Porque más de un rencoroso se curó del rencor y sintió piedad, y hasta amor a su víctima, una vez que satisfizo su odio en ella. El acto malo libera del mal sentimiento. Y es porque la ley hace el pecado.

—Y ¿qué voy a hacer?

—Habrás oído que en este mundo no hay sino devorar o ser devorado...

—Sí, burlarse de otros o ser burlado.

—No; cabe otro término tercero y es devorarse uno a sí mismo, burlarse de sí mismo uno. ¡Devórate!

El que devora goza, pero no se harta de recordar el acabamiento de sus goces y se hace pesimista; el que es devorado sufre, y no se harta de esperar la liberación de sus penas y se hace optimista. Devórate a ti mismo, y como el placer de devorarte se confundirá y neutralizará con el dolor de ser devorado, llegarás a la perfecta ecuanimidad de espíritu, a la ataraxia; no serás sino un mero espectáculo para ti mismo.

—Y ¿eres tú, tú, Víctor, tú el que me vienes con esas cosas?

—¡Sí, yo, Augusto, yo, soy yo!

—Pues en un tiempo no pensabas de esa manera tan... corrosiva.

—Es que entonces no era padre.

—Y ¿el ser padre...?

—El ser padre, al que no está loco o es un mentecato, le despierta lo más terrible que hay en el hombre: ¡el sentido de la responsabilidad! Yo entrego a mi hijo el legado perenne de la humanidad. Con meditar en el misterio de la paternidad hay para volverse loco. Y si los más de los padres no se vuelven locos es porque son tontos... o no son padres. Regocíjate, pues, Augusto, que con eso de habérsete escapado te evitó acaso el que fueses padre. Y yo te dije que te casaras, pero no que te hicieses padre. El matrimonio es un experimento... psicológico; la paternidad lo es... patológico.

—¡Es que me ha hecho padre, Víctor!

—¿Cómo?, ¿que te ha hecho padre?

—¡Sí, de mí mismo! Con esto creo haber nacido de veras. Y para sufrir, para morir.

—Sí, el segundo nacimiento, el verdadero, es nacer por el dolor a la conciencia de la muerte incesante, de que estamos siempre muriendo. Pero si te has hecho padre de ti mismo es que te has hecho hijo de ti mismo también.

—Parece imposible, Víctor, parece imposible que pasándome lo que me pasa, después de lo que ha hecho conmigo... ¡ella!, pueda todavía oír con calma estas sutilezas, estos juegos de concepto, estas humoradas macabras, y hasta algo peor...

—¿Qué?

—Que me distraigan. ¡Me irrito contra mí mismo!

—Es la comedia, Augusto, es la comedia que representamos ante nosotros mismos, en lo que se llama el foro interno, en el tablado de la conciencia, haciendo a la vez de cómicos y de espectadores. Y en la escena del dolor representamos el dolor y nos parece un desentono el que de repente nos entre ganas de reír entonces. Y es cuando más ganas nos da de ello. ¡Comedia, comedia el dolor!

—¿Y si la comedia del dolor le lleva a uno a suicidarse?

—¡Comedia de suicidio!

—¡Es que se muere de veras!

—¡Comedia también!

—Pues ¿qué es lo real, lo verdadero, lo sentido?

—Y ¿quién te ha dicho que la comedia no es real y verdadera y sentida?

—¿Entonces?

—Que todo es uno y lo mismo; que hay que confundir, Augusto, hay que confundir. Y el que no confunde se confunde.

—Y el que confunde también.

—Acaso.

—¿Entonces?

—Pues esto, charlar, sutilizar, jugar con las palabras y los vocablos... ¡pasar el rato!

—¡Ellos sí que lo estarán pasando!

—¡Y tú también! ¿te has encontrado nunca a tus propios ojos más interesante que ahora? ¿Cómo sabe uno que tiene un miembro si no le duele?

—Bueno, y ¿qué voy a hacer yo ahora?

—¡Hacer... hacer... hacer...! ¡Bah, ya te estás sintiendo personaje de drama o de novela! ¡Contentémonos con serlo de... nivola! ¡Hacer... hacer... hacer...! ¿Te parece que hacemos poco con estar así hablando? Es la manía de la acción, es decir, de la pantomima. Dicen que pasan muchas cosas en un drama cuando los actores pueden hacer muchos gestos y dar grandes pasos y fingir duelos y saltar y... ¡pantomima!, ¡pantomima! ¡Hablan demasiado!, dicen otras veces. Como si el hablar no fuese hacer. En el principio fue la Palabra y por la Palabra se hizo todo. Si ahora, por ejemplo, algún... nivolista oculto ahí, tras ese armario, tomase nota taquigráfica de cuanto estamos aquí diciendo y lo reprodujese, es fácil que dijeran los lectores que no pasa nada, y sin embargo...

—¡Oh, si pudiesen verme por dentro, Víctor, te aseguro que no dirían tal cosa!

—¿Por dentro?, ¿por dentro de quién?, ¿de ti?, ¿de mí? Nosotros no tenemos dentro. Cuando no dirían que aquí no pasa nada es cuando pudiesen verse por dentro de sí mismos, de ellos, de los que leen. El alma de un personaje de drama, de novela o de nivola no tiene más interior que el que le da...

—Sí, su autor.

—No, el lector.

—Pues yo te aseguro, Víctor...

—No asegures nada y devórate. Es lo seguro.

—Y me devoro, me devoro. Empecé, Víctor, como una sombra, como una ficción; durante años he vagado como un fantasma, como un muñeco de niebla, sin creer en mi propia existencia, imaginándome ser un personaje fantástico que un oculto genio inventó para solazarse o desahogarse; pero ahora, después de lo que me han hecho, después de lo que me han hecho, después de esta burla, de esta ferocidad de burla, ¡ahora sí!, ¡ahora me siento, ahora me palpo, ahora no dudo de mi existencia real!

—¡Comedia!, ¡comedia!, ¡comedia!

—¡,Cómo?

—Sí, en la comedia entra el que se crea rey el que lo representa.

—Pero ¿qué te propones con todo esto?

—Distraerte. Y además, que si, como te decía, un nivolista oculto que nos esté oyendo toma nota de nuestras palabras para reproducirlas un día, el lector de la nivola llegue a dudar, siquiera fuese un fugitivo momento, de su propia realidad de bulto y se crea a su vez no más que un personaje nivolesco, como nosotros.

—Y eso ¿para qué?

—Para redimirle.

—Sí, ya he oído decir que lo más liberador del arte es que le hace a uno olvidar que exista. Hay quien se hunde en la lectura de novelas para distraerse de sí mismo, para olvidar sus penas...

—No, lo más liberador del arte es que le hace a uno dudar de que exista.

—Y ¿qué es existir?

—¿Ves? Ya te vas curando; ya empiezas a devorarte. Lo prueba esa pregunta. ¡Ser o no ser, que dijo Hamlet, uno de los que inventaron a Shakespeare.

—Pues a mí, Víctor, eso de ser o no ser me ha parecido siempre una solemne vaciedad.

—Las frases, cuanto más profundas, son más vacías. No hay profundidad mayor que la de un pozo sin fondo. ¿Qué te parece lo más verdadero de todo?

—Pues... pues... lo de Descartes: «Pienso, luego soy.»

—No, sino esto: A = A.

—Pero ¡eso no es nada!

—Y por lo mismo es lo más verdadero, porque no es nada. Pero esa otra vaciedad de Descartes, ¿la crees tan incontrovertible?

—¡Y tanto...!

—Pues bien, ¿dijo eso Descartes?

—¡Sí!

—Y no era verdad. Porque como Descartes no ha sido más que un ente ficticio, una invención de la historia, pues... ¡ni existió... ni pensó!

—Y ¿quién dijo eso?

—Eso no lo dijo nadie; eso se dijo ello mismo.

—Entonces, ¿el que era y pensaba era el pensamiento ese?

—¡Claro! Y, figúrate, eso equivale a decir que ser es pensar y lo que no piensa no es.

—¡Claro está!

—Pues no pienses, Augusto, no pienses. Y si te empeñas en pensar...

—¿Qué?

—¡Devórate!

—Es decir, ¿que me suicide...?

—En eso ya no me quiero meter. ¡Adiós!

Y se salió Víctor, dejando a Augusto perdido y confundido en sus cavilaciones.


XXX XXX

Víctor encontró a Augusto hundido en un rincón de un sofá, mirando más abajo del suelo. Victor fand Augusto versunken in der Ecke eines Sofas und sah auf den Boden.

—¿Qué es eso? —le preguntó poniéndole una mano sobre el hombro.

—Y ¿me preguntas qué es esto? ¿No sabes lo que me ha pasado?

—Sí, sé lo que te ha pasado por fuera, es decir, lo que ha hecho ella; lo que no sé es lo que lo pasa por dentro, es decir, no sé por qué estás así... – Ja, ich weiß, was Ihnen äußerlich passiert ist, das heißt, was sie getan hat; Was ich nicht weiß, ist, was in dir vorgeht, das heißt, ich weiß nicht, warum du so bist ...

—¡Parece imposible! -Es scheint unmöglich!

—Se te ha ido un amor, el de a; ¿no te queda el de b, o el de c, o el de x, o el de otra cualquiera de las n? -Sie haben eine Liebe verloren, die eines; Haben Sie nicht die von b oder die von c oder die von x oder die von einem anderen der n?

—No es la ocasión para bromas, creo. "Dies ist nicht die Zeit für Witze, denke ich."

—Al contrario, esta es la ocasión de bromas. "Im Gegenteil, das ist der Anlass für Witze."

—Es que no me duele en el amor; ¡es la burla, la burla, la burla! Se han burlado de mí, me han escarnecido, me han puesto en ridículo; han querido demostrarme... ¿qué sé yo?... que no existo.

—¡Qué felicidad!

—No te burles, Víctor. "Mach dich nicht lustig, Victor."

—Y ¿por qué no me he de burlar? "Und warum sollte ich mich nicht darüber lustig machen?" Tú, querido experimentador, la quisiste tomar de rana, y es ella la que te ha tomado de rana a ti. ¡Chapúzate, pues, en la charca, y a croar y a vivir! Also in den Teich eintauchen, krächzen und leben!

—Te ruego otra vez... "Ich bitte dich noch einmal...

—Que no bromee, ¿eh? "Mach mich nicht verarschen, was?" Pues bromearé. Para estas ocasiones se ha hecho la burla. Für diese Gelegenheiten ist der Spott gemacht worden.

—Es que eso es corrosivo.

—Y hay que corroer. Y hay que confundir. Und Sie müssen verwechseln. Confundir sobre todo, confundirlo todo. Verwirren Sie alles, verwirren Sie alles. Confundir el sueño con la vela, la ficción con la realidad, lo verdadero con lo falso; confundirlo todo en una sola niebla. Verwechslung des Traums mit der Kerze, der Fiktion mit der Realität, des Wahren mit dem Falschen; verwirren alles in einem einzigen Nebel. La broma que no es corrosiva y confundente no sirve para nada. Der Witz, der nicht ätzend und verwirrend ist, ist nutzlos. El niño se ríe en la tragedia; el viejo llora en la comedia. Quisiste hacerla rana, te ha hecho rana; acéptalo, pues, y sé para ti mismo rana. Du wolltest sie zu einem Frosch machen, sie hat dich zu einem Frosch gemacht; Also akzeptiere es und sei ein Frosch für dich.

—¿Qué quieres decir con eso? -Was meinst du damit?

—Experimenta en ti mismo.

—Sí, que me suicide. "Ja, bring mich um."

—No digo ni que sí ni que no. "Ich sage nicht ja oder nein." Sería una solución como otra, pero no la mejor. Es wäre eine Lösung wie die andere, aber nicht die beste.

—Entonces, que les busque y les mate. "Dann finde sie und töte sie."

—Matar por matar es un desatino. "Töten um zu töten ist Unsinn." A lo sumo para librarse del odio, que no hace sino corromper el alma. Höchstens um Hass loszuwerden, der nur die Seele verdirbt. Porque más de un rencoroso se curó del rencor y sintió piedad, y hasta amor a su víctima, una vez que satisfizo su odio en ella. Denn mehr als ein Groll wurde von dem Groll geheilt und empfand Mitleid und sogar Liebe für sein Opfer, sobald er seinen Hass in ihr befriedigt hatte. El acto malo libera del mal sentimiento. Y es porque la ley hace el pecado.

—Y ¿qué voy a hacer? -Und was soll ich tun?

—Habrás oído que en este mundo no hay sino devorar o ser devorado... – Sie werden gehört haben, dass es in dieser Welt nichts gibt, als zu verschlingen oder verschlungen zu werden ...

—Sí, burlarse de otros o ser burlado.

—No; cabe otro término tercero y es devorarse uno a sí mismo, burlarse de sí mismo uno. -Nein; Es gibt noch einen dritten Begriff, nämlich sich selbst zu verschlingen, sich über sich selbst lustig zu machen. ¡Devórate!

El que devora goza, pero no se harta de recordar el acabamiento de sus goces y se hace pesimista; el que es devorado sufre, y no se harta de esperar la liberación de sus penas y se hace optimista. Wer verschlingt, genießt, wird aber nicht müde, sich an das Ende seiner Freuden zu erinnern, und wird pessimistisch; wer verschlungen ist, leidet und wird nicht müde, auf die Befreiung seiner Sorgen zu warten und wird optimistisch. He who devours enjoys, but does not tire of remembering the end of his pleasures and becomes pessimistic; he who is devoured suffers, and does not tire of waiting for the liberation of his sorrows and becomes optimistic. Devórate a ti mismo, y como el placer de devorarte se confundirá y neutralizará con el dolor de ser devorado, llegarás a la perfecta ecuanimidad de espíritu, a la ataraxia; no serás sino un mero espectáculo para ti mismo.

—Y ¿eres tú, tú, Víctor, tú el que me vienes con esas cosas? "Und bist du es, Victor, der mit diesen Dingen zu mir kommt?"

—¡Sí, yo, Augusto, yo, soy yo!

—Pues en un tiempo no pensabas de esa manera tan... corrosiva.

—Es que entonces no era padre. "Es ist nur so, dass er damals kein Vater war."

—Y ¿el ser padre...?

—El ser padre, al que no está loco o es un mentecato, le despierta lo más terrible que hay en el hombre: ¡el sentido de la responsabilidad! Yo entrego a mi hijo el legado perenne de la humanidad. Ich gebe meinem Sohn das ewige Erbe der Menschheit. Con meditar en el misterio de la paternidad hay para volverse loco. Wenn man über das Geheimnis der Elternschaft meditiert, kann man etwas verrückt werden. Y si los más de los padres no se vuelven locos es porque son tontos... o no son padres. Und wenn die meisten Eltern nicht verrückt werden, liegt es daran, dass sie dumm sind ... oder sie sind keine Eltern. Regocíjate, pues, Augusto, que con eso de habérsete escapado te evitó acaso el que fueses padre. Freue dich also, Augusto, dass deine Vaterschaft dich vielleicht daran gehindert hat, dass du weggelaufen bist. Rejoice, then, Augustus, that by escaping you, perhaps you were spared from becoming a father. Y yo te dije que te casaras, pero no que te hicieses padre. Und ich habe dir gesagt, du sollst heiraten, aber nicht Vater werden. El matrimonio es un experimento... psicológico; la paternidad lo es... patológico.

—¡Es que me ha hecho padre, Víctor! "Er hat mich zum Vater gemacht, Victor!"

—¿Cómo?, ¿que te ha hecho padre?

—¡Sí, de mí mismo! "Ja, von mir!" Con esto creo haber nacido de veras. Damit bin ich, glaube ich, wirklich geboren. Y para sufrir, para morir. Und leiden, sterben.

—Sí, el segundo nacimiento, el verdadero, es nacer por el dolor a la conciencia de la muerte incesante, de que estamos siempre muriendo. Pero si te has hecho padre de ti mismo es que te has hecho hijo de ti mismo también. Aber wenn du dich zum Vater gemacht hast, dann hast du dich auch zum Sohn gemacht.

—Parece imposible, Víctor, parece imposible que pasándome lo que me pasa, después de lo que ha hecho conmigo... - Es scheint unmöglich, Victor, es scheint unmöglich, dass das, was mir passiert, nach dem, was er mit mir gemacht hat ... ¡ella!, pueda todavía oír con calma estas sutilezas, estos juegos de concepto, estas humoradas macabras, y hasta algo peor... Sie kann diese Feinheiten, diese Konzeptspiele, diesen makabren Humor und noch Schlimmeres immer noch ruhig hören ...

—¿Qué?

—Que me distraigan. "Lenk mich ab." ¡Me irrito contra mí mismo! Ich werde wütend auf mich!

—Es la comedia, Augusto, es la comedia que representamos ante nosotros mismos, en lo que se llama el foro interno, en el tablado de la conciencia, haciendo a la vez de cómicos y de espectadores. Y en la escena del dolor representamos el dolor y nos parece un desentono el que de repente nos entre ganas de reír entonces. Und in der Schmerzszene stellen wir den Schmerz dar und es scheint uns ein Missverhältnis, dass wir dann plötzlich lachen wollen. Y es cuando más ganas nos da de ello. Und dann holen wir das Beste daraus. ¡Comedia, comedia el dolor!

—¿Y si la comedia del dolor le lleva a uno a suicidarse? "Was ist, wenn die Komödie des Schmerzes zum Selbstmord führt?"

—¡Comedia de suicidio!

—¡Es que se muere de veras! "Er stirbt wirklich!"

—¡Comedia también!

—Pues ¿qué es lo real, lo verdadero, lo sentido?

—Y ¿quién te ha dicho que la comedia no es real y verdadera y sentida?

—¿Entonces?

—Que todo es uno y lo mismo; que hay que confundir, Augusto, hay que confundir. – Dass alles ein und dasselbe ist; verwirrt sein, Augusto, verwirrt sein. Y el que no confunde se confunde. Und wer nicht verwirrt, ist verwirrt.

—Y el que confunde también. "Und auch derjenige, der verwirrt."

—Acaso. -Womöglich.

—¿Entonces? -Dann?

—Pues esto, charlar, sutilizar, jugar con las palabras y los vocablos... ¡pasar el rato!

—¡Ellos sí que lo estarán pasando! "Sie werden es haben!"

—¡Y tú también! ¿te has encontrado nunca a tus propios ojos más interesante que ahora? Haben Sie sich in Ihren eigenen Augen jemals interessanter gefunden als jetzt? ¿Cómo sabe uno que tiene un miembro si no le duele? Woher weißt du, dass du ein Glied hast, wenn es nicht wehtut?

—Bueno, y ¿qué voy a hacer yo ahora? "Nun, was soll ich jetzt tun?"

—¡Hacer... hacer... hacer...! ¡Bah, ya te estás sintiendo personaje de drama o de novela! ¡Contentémonos con serlo de... nivola! ¡Hacer... hacer... hacer...! ¿Te parece que hacemos poco con estar así hablando? Scheint es Ihnen, dass wir wenig damit anfangen, so zu sein? Es la manía de la acción, es decir, de la pantomima. Dicen que pasan muchas cosas en un drama cuando los actores pueden hacer muchos gestos y dar grandes pasos y fingir duelos y saltar y... Sie sagen, dass in einem Drama viel passiert, wenn Schauspieler viele Gesten machen und große Schritte machen und Duelle vortäuschen und springen und ... ¡pantomima!, ¡pantomima! ¡Hablan demasiado!, dicen otras veces. Como si el hablar no fuese hacer. Als würde das Sprechen nicht genügen. En el principio fue la Palabra y por la Palabra se hizo todo. Si ahora, por ejemplo, algún... nivolista  oculto ahí, tras ese armario, tomase nota taquigráfica de cuanto estamos aquí diciendo y lo reprodujese, es fácil que dijeran los lectores que no pasa nada, y sin embargo... Wenn nun zum Beispiel ein ... dort hinter diesem Schrank versteckter Nivolist das, was wir hier sagen, stenographisch notiert und reproduziert hat, ist es für den Leser leicht zu sagen, dass nichts falsch ist, und doch ...

—¡Oh, si pudiesen verme por dentro, Víctor, te aseguro que no dirían tal cosa!

—¿Por dentro?, ¿por dentro de quién?, ¿de ti?, ¿de mí? Nosotros no tenemos dentro. Cuando no dirían que aquí no pasa nada es cuando pudiesen verse por dentro de sí mismos, de ellos, de los que leen. Wenn sie nicht sagen würden, dass hier nichts passiert, können sie sich selbst sehen, sich selbst, die, die lesen. When they would not say that nothing happens here is when they could see inside themselves, of them, of those who read. El alma de un personaje de drama, de novela o de nivola  no tiene más interior que el que le da... Die Seele einer Figur in einem Drama, einem Roman oder einer Nivola hat nicht mehr Inneres als das, was sie ihr gibt ...

—Sí, su autor.

—No, el lector.

—Pues yo te aseguro, Víctor... "Nun, ich versichere Ihnen, Victor ..."

—No asegures nada y devórate. Es lo seguro.

—Y me devoro, me devoro. "Und ich esse mich auf, ich esse mich auf." Empecé, Víctor, como una sombra, como una ficción; durante años he vagado como un fantasma, como un muñeco de niebla, sin creer en mi propia existencia, imaginándome ser un personaje fantástico que un oculto genio inventó para solazarse o desahogarse; pero ahora, después de lo que me han hecho, después de lo que me han hecho, después de esta burla, de esta ferocidad de burla, ¡ahora sí!, ¡ahora me siento, ahora me palpo, ahora no dudo de mi existencia real!

—¡Comedia!, ¡comedia!, ¡comedia!

—¡,Cómo?

—Sí, en la comedia entra el que se crea rey el que lo representa. – Ja, in der Komödie tritt der, der sich für König hält, in den ein, der ihn repräsentiert.

—Pero ¿qué te propones con todo esto? "Aber was meinst du mit all dem?"

—Distraerte. Y además, que si, como te decía, un nivolista oculto que nos esté oyendo toma nota de nuestras palabras para reproducirlas un día, el lector de la nivola llegue a dudar, siquiera fuese un fugitivo momento, de su propia realidad de bulto y se crea a su vez no más que un personaje nivolesco, como nosotros. Und außerdem, wenn, wie ich schon sagte, ein verborgener Nivolist, der uns zuhört, eines Tages unsere Worte zur Kenntnis nimmt, um sie zu reproduzieren, kommt der Leser der Nivola, selbst für einen flüchtigen Moment, an seiner eigenen Massenwirklichkeit zu zweifeln und er schafft seinerseits nicht mehr als einen nivolesken Charakter wie wir.

—Y eso ¿para qué?

—Para redimirle. "Um ihn zu erlösen."

—Sí, ya he oído decir que lo más liberador del arte es que le hace a uno olvidar que exista. – Ja, ich habe schon gehört, dass das Befreiendste an der Kunst ist, dass sie vergessen lässt, dass sie existiert. Hay quien se hunde en la lectura de novelas para distraerse de sí mismo, para olvidar sus penas...

—No, lo más liberador del arte es que le hace a uno dudar de que exista. – Nein, das Befreiendste an der Kunst ist, dass sie an ihrer Existenz zweifeln lässt.

—Y ¿qué es existir?

—¿Ves? Ya te vas curando; ya empiezas a devorarte. Lo prueba esa pregunta. ¡Ser o no ser, que dijo Hamlet, uno de los que inventaron a Shakespeare. Sein oder Nichtsein, sagte Hamlet, einer von denen, die Shakespeare erfunden haben.

—Pues a mí, Víctor, eso de ser o no ser me ha parecido siempre una solemne vaciedad.

—Las frases, cuanto más profundas, son más vacías. – Je tiefer die Sätze sind, desto leerer sind sie. No hay profundidad mayor que la de un pozo sin fondo. ¿Qué te parece lo más verdadero de todo? Was ist Ihrer Meinung nach das Wahrste?

—Pues... pues... lo de Descartes: «Pienso, luego soy.»

—No, sino esto: A = A.

—Pero ¡eso no es nada!

—Y por lo mismo es lo más verdadero, porque no es nada. Pero esa otra vaciedad de Descartes, ¿la crees tan incontrovertible?

—¡Y tanto...!

—Pues bien, ¿dijo eso Descartes?

—¡Sí!

—Y no era verdad. Porque como Descartes no ha sido más que un ente ficticio, una invención de la historia, pues... ¡ni existió... ni pensó!

—Y ¿quién dijo eso?

—Eso no lo dijo nadie; eso se dijo ello mismo.

—Entonces, ¿el que era y pensaba era el pensamiento ese?

—¡Claro! Y, figúrate, eso equivale a decir que ser es pensar y lo que no piensa no es.

—¡Claro está!

—Pues no pienses, Augusto, no pienses. Y si te empeñas en pensar...

—¿Qué?

—¡Devórate!

—Es decir, ¿que me suicide...?

—En eso ya no me quiero meter. "Da möchte ich mich nicht mehr einmischen." ¡Adiós!

Y se salió Víctor, dejando a Augusto perdido y confundido en sus cavilaciones.