×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

El 19 de Marzo y el 2 de Mayo by Benito Pérez Galdós, XXV

XXV

Al entrar en mi casa, donde yo pensaba descansar un rato con Inés, antes de emprender la fuga, encontramos al buen D. Celestino que habiendo llegado la noche anterior, creyó conveniente albergarse en mi humilde posada antes que en otra cualquiera de las de la corte. Ya le había yo informado por escrito de la verdadera situación de las cosas en casa de los Requejos, así es que desde luego guardose de poner los pies en la famosa tienda. Él y nosotros nos alegramos mucho de vernos juntos, y apenas teníamos tiempo para preguntarnos nuestras mutuas desgracias, pues ya habrán comprendido Vds. que las del bondadoso sacerdote no eran menores que las nuestras.

-Pero hijos míos -nos dijo-, Dios nos ha de proteger. ¿Cómo es posible que los malvados triunfen fácilmente de los rectos de corazón? Vosotros huísde la maldad de aquellos dos hermanos, y yo también huyo, yo también vengo aquí ocultando mi nombre honrado, porque me persiguen como a un criminal.

Al decir esto, el buen anciano derramó algunas lágrimas y nosotros para consolarle, le animábamos presentándole el espectáculo de nuestra alegría, y contábamos entre risas y chistes las extravagancias y tacañerías de los tíos de Inés.

-Dios nos ayudará -continuó el cura-. Veamos ahora cómo salimos de Madrid. ¡Oh qué persecución tan horrorosa! Me acusan de que fui amigo del príncipe de la Paz. Ya lo creo que fui amigo de S. A. No sólo amigo, sino aun creo que pariente. No puedes figurarte los líos que me han armado, Gabrielillo... y también te acusan a ti... ¡Has visto qué pícaros!... Que si escribíamos cartas... que si tú las llevabas... Verdad es que yo fui varias veces al palacio de S. A. para aconsejarle lo que me parecía conveniente para el bien de la nación; pero nunca le dije nada, porque con esta mi cortedad de genio... En resumen, hijo, sabiendo que me iban a prender, me puse en camino callandito, y pienso presentarme al señor Patriarca, para que disponga de mí. Pero oíd lo mejor. ¿Creeréis que ese tunante de Santurrias es quien más sañudamente me ha perseguido, dando testimonios falsos de mi conducta? Nada, nada; es cierto lo que yo dije en aquel sermón: ¿te acuerdas,Gabriel? Dije que la ingratitud es el más feo monstruo que existe sobre la tierra. Vilissima et turpissima hydra . ¡Quién lo había de pensar!

-Ahora pensemos, señor cura, cómo nos las vamos a componer para salir de este laberinto. ¿A dónde vamos? ¿Qué recursos tenemos?

-Hijo mío, Dios no ha de desampararnos. Confiemos en él, y entre tanto oye un proyecto que esta madrugada me ha ocurrido. Hace ocho días estaba en Aranjuez la señora marquesa de*, persona discreta, muy temerosa de Dios, y de tan buen corazón, que remedia cuantas necesidades llegan a su noticia. Visitome ella varias veces, la visité yo también, y según me decía, mi trato le era sumamente agradable. Esto lo diría por urbanidad. Me preguntaba mucho por Inés, mostrando grandísimos deseos de conocerla, y cuando por última vez la vi, suplicome encarecidamente que si alguna vez pasaba a la corte, no dejase de acudir a su casa, en compañía de mi sobrina. Esto me lo repitió muchas veces, y su empeño por ver a la sobrinilla, me ha llamado mucho la atención.

-También a mí -repuse-. Conozco a la señora marquesa, en cuyo palacio representé cierto papel de traidor, de que no quisiera acordarme. Era en la misma casa donde Vds. vivían.

-Pero la señora marquesa no vive ahora allí, pues durante la primavera se traslada a la casa de su hermano,allá por la cuesta de la Vega, en un palacio que tiene muy amenos jardines, y espacioso horizonte hacia la parte del Manzanares. Allí encontraremos hoy a esa insigne señora, honor de la hispana grandeza. ¿Por qué no acudir a ella? Me ha dicho infinitas veces que desea servirme, tanto a mí como a mi sobrina, y que espera con ansia el momento en que yo quiera usar de su poder y valimiento para cualquier asunto.

-En esa señora nos manda Dios un comisionado para salir de este apuro -dije yo sintiéndome con mayores ánimos-. Le contaremos lo que nos pasa, comprenderá con cuánta injusticia se nos persigue, y cuando vea a Inés... ¡Ay!, se me figura que el empeño de la marquesa en ver a Inés no es simple curiosidad. En fin: visitarémosla hoy mismo y Dios dirá.

-Temo salir a la calle.

-Yo también; pero es preciso salir, no es cosa de que andemos por los tejados. Si quiere usted iré yo ahora mismo a casa de la señora marquesa, que ya me conoce, y diciéndole que voy de parte de Vd. le pintaré la situación en que nos encontramos, hablándole también de Inesilla, que es sin duda lo que le interesa más.

-Me parece bien; ¿y si te ven?

-Iré por calles extraviadas, y en caso de apuro, no me faltan piernas con que perderme de vista.

Yo estaba dominado por vivísima excitación, y cuando adoptaba un plan, cada segundo que transcurría sin ponerlo por obra, parecíame un siglo. No me era posible entregarme al reposo sin dar aquel paso en un camino que me parecía conducir a lugar seguro en nuestro desgraciado aislamiento. Inés no podía descansar tampoco, y su espíritu, no repuesto del azoramiento y zozobra de la madrugada anterior, era impresionado fuertemente por cuanto veía. Asomábase a la ventana que caía hacia la calle de San José, frente al parque de artillería, y como la vivienda era piso principal bajando del cielo, se veía el gran patio interior de aquel establecimiento de guerra, con los cañones y demás pertrechos, puestos en ordenadas filas a un lado y otro.

-Esto que ves es el parque de artillería, niña -le dijo D. Celestino-. ¿Ves?, en aquellos grandes edificios se alojan los artilleros. Mira, salen algunos con un carro para ir a casa del abastecedor en busca de las provisiones.

-¿Y esas montañitas tan bonitas, formadas por cosas negras y redondas, iguales todas y puestas con mucho orden? -preguntó la muchacha, sin dar tregua a su admiración.

-Esas son balas, chicuela -repuso el clérigo-. Los hombres han inventado esos juguetes para matarse unos a otros.

-Esas balas se meten en los cañones que estánallí junto -dije yo, queriendo mostrar mi erudición- y poniendo también pólvora y un cartucho se dispara y es muy bonito. Hace un ruido, chiquilla, que se vuelve uno loco. ¡Si vieras cómo me lucí en el combate de Trafalgar! ¡Si tú me hubieras visto!... Lo menos maté mil ingleses.

-Quiten para allá -exclamó con miedo D. Celestino-. Sólo de pensar que eso se dispara me pongo a temblar.

Y se retiraron de la ventana. Yo aconsejé a Inés que descansara, y salí a la calle después que D. Celestino, echándome algunas bendiciones, rezó un pater noster por mi seguridad y buena suerte en la comisión que iba a desempeñar.

Alejándome todo lo posible del centro de la villa, llegué a la plazuela de Palacio, donde me detuvo un obstáculo casi insuperable; un gran gentío, que bajando de las calles del Viento, de Rebeque, del Factor, de Noblejas y de las plazuelas de San Gil y del Tufo, invadía toda la calle Nueva y parte de la plazuela de la Armería. Pensando que sería probable encontrar entre tanta gente al licenciado Lobo, procuré abrirme paso hasta rebasar tan molesta compañía; pero esto era punto menos que imposible, porque me encontraba envuelto, arrastrado por aquel inmenso oleaje humano, contra el cual era difícil luchar.

Yo estaba tan preocupado con mis propios asuntos,que durante algún tiempo no discurrí sobre la causa de aquella tan grande y ruidosa reunión de gente, ni sobre lo que pedía, porque indudablemente pedía o manifestaba desear alguna cosa. Después de recibir algunos porrazos y tropezar repetidas veces, me detuve arrimado al muro de Palacio, y pregunté a los que me rodeaban:

-¿Pero qué quiere toda esa gente?

-Es que se van, se los llevan -me dijo un chispero-, y eso no lo hemos de consentir.

El lector comprenderá que no me importaba gran cosa que se fueran o dejaran de irse los que lo tuvieran por conveniente, así es que intenté seguir mi camino. Poco había adelantado, cuando me sentí cogido por un brazo. Estremecime de terror creyendo que estaba nuevamente en las garras del licenciado; pero no se asusten Vds. : era Pacorro Chinitas.

-¿Con que parece que se los llevan? -me dijo.

-¿A los infantes? Eso dicen; pero te aseguro, Chinitas que eso me tiene sin cuidado.

-Pues a mí no. Hasta aquí llegó la cosa, hasta aquí aguantamos, y de aquí no ha de pasar. Tú eres un chiquillo y no piensas más que en jugar, y por eso no te importa.

-Francamente, Chinitas, yo tengo que ocuparme demasiado de lo que a mí me pasa.

-Tú no eres español -me dijo el amolador con gravedad.

-Sí que lo soy -repuse.

-Pues entonces no tienes corazón, ni eres hombre para nada.

-Sí que soy hombre y tengo corazón para lo que sea preciso.

-Pues entonces, ¿qué haces ahí como un marmolillo? ¿No tienes armas? Coge una piedra y rómpele la cabeza al primer francés que se te ponga por delante.

-Han pasado sin duda cosas que yo no sé, porque he estado muchos días sin salir a la calle.

-No, no ha pasado nada todavía, pero pasará. ¡Ah! Gabrielillo, lo que yo te decía ha salido cierto. Todos se han equivocado, menos el amolador. Todos se han ido y nos han dejado solos con los franceses. Ya no tenemos Rey, ni más gobierno que esos cuatro carcamales de la Junta.

Yo me encogí de hombros, no comprendiendo por qué estábamos sin Rey y sin más gobierno que los cuatro carcamales de la Junta.

-Gabriel -me dijo mi amigo después de un rato- ¿te gusta que te manden los franceses, y que con su lengua que no entiendes, te digan «haz esto o haz lo otro», y que se entren en tu casa, y que te hagan ser soldado de Napoleón, y que España no sea España, vamos al decir, que nosotros no seamos como nos da la gana de ser, sino como el Emperador quiera que seamos?

-¿Qué me ha de gustar? Pero eso es pura fantasíatuya. ¿Los franceses son los que nos mandan? ¡Quia! Nuestro Rey, cualquiera que sea, no lo consentiría.

-No tenemos Rey.

-¿Pero no habrá en la familia otro que se ponga la corona?

-Se llevan todos los infantes.

-Pero habrá grandes de España y señores de muchas campanillas, y generales y ministros que les digan a los ministros: «Señores, hasta aquí llegó. Ni un paso más».

-Los señores de muchas campanillas se han ido a Bayona, y allí andan a la greña por saber si obedecen al padre o al hijo.

-Pero aquí tenemos tropas que no consentirán...

-El Rey les ha mandado que sean amigos de los franceses y que les dejen hacer.

-Pero son españoles, y tal vez no obedezcan esa barbaridad; porque dime: si los franceses nos quieren mandar, ¿es posible que un español de los que vistan uniforme lo consienta?

-El soldado español no puede ver al francés pero son uno por cada veinte. Poquito a poquito se han ido entrando, entrando, y ahora, Gabriel, esta baldosa en que ponemos los pies es tierra del emperador Napoleón.

-¡Oh, Chinitas! Me haces temblar de cólera. Esono se puede aguantar, no señor. Si las cosas van como dices, tú y todos los demás españoles que tengan vergüenza cogerán un arma, y entonces...

-No tenemos armas.

-Entonces, Chinitas, ¿qué remedio hay? Yo creo que si todos, todos, todos dicen: «vamos a ellos», los franceses tendrán que retirarse.

-Napoleón ha vencido a todas las naciones.

-Pues entonces echémonos a llorar y metámonos en nuestras casas.

-¿Llorar? -exclamó el amolador cerrando los puños-. Si todos pensaran como yo... No se puede decir lo que sucederá, pero... Mira: yo soy hombre de paz, pero cuando veo que estos condenados franceses se van metiendo callandito en España diciendo que somos amigos: cuando veo que se llevan engañado al Rey; cuando les veo por esas calles echando facha y bebiéndose el mundo de un sorbo; cuando pienso que ellos están muy creídos de que nos han metido en un puño por los siglos de los siglos, me dan ganas... no de llorar, sino de matar, pongo el caso, pues... quiero decir que si un francés pasa y me toca con su codo en el pelo de la ropa, levanto la mano... mejor dicho... abro la boca y me lo como. Y cuidado, que un francés me enseñó el oficio que tengo. El francés me gusta; pero allá en su tierra.


XXV

Al entrar en mi casa, donde yo pensaba descansar un rato con Inés, antes de emprender la fuga, encontramos al buen D. Celestino que habiendo llegado la noche anterior, creyó conveniente albergarse en mi humilde posada antes que en otra cualquiera de las de la corte. As we entered my house, where I was thinking of resting for a while with Inés, before setting off on the flight, we found the good Don Celestino who, having arrived the night before, thought it convenient to lodge in my humble inn rather than in any other of the cut. Ya le había yo informado por escrito de la verdadera situación de las cosas en casa de los Requejos, así es que desde luego guardose de poner los pies en la famosa tienda. I had already informed him in writing of the true situation of things in the Requejos' house, so of course he was careful not to set foot in the famous store. Él y nosotros nos alegramos mucho de vernos juntos, y apenas teníamos tiempo para preguntarnos nuestras mutuas desgracias, pues ya habrán comprendido Vds. He and we were very happy to see each other together, and we hardly had time to wonder our mutual misfortunes, as you will have understood by now. que las del bondadoso sacerdote no eran menores que las nuestras. that those of the kind priest were no less than ours.

-Pero hijos míos -nos dijo-, Dios nos ha de proteger. "But my children," he told us, "God has to protect us." ¿Cómo es posible que los malvados triunfen fácilmente de los rectos de corazón? How can the wicked easily triumph over the upright in heart? Vosotros huísde la maldad de aquellos dos hermanos, y yo también huyo, yo también vengo aquí ocultando mi nombre honrado, porque me persiguen como a un criminal.

Al decir esto, el buen anciano derramó algunas lágrimas y nosotros para consolarle, le animábamos presentándole el espectáculo de nuestra alegría, y contábamos entre risas y chistes las extravagancias y tacañerías de los tíos de Inés. When he said this, the good old man shed a few tears and, to console him, we encouraged him by presenting the spectacle of our joy, and we told between laughter and jokes the extravagances and stinginess of Inés's uncles.

-Dios nos ayudará -continuó el cura-. Veamos ahora cómo salimos de Madrid. Let's see now how we get out of Madrid. ¡Oh qué persecución tan horrorosa! Oh what a hideous chase! Me acusan de que fui amigo del príncipe de la Paz. Ya lo creo que fui amigo de S. A. No sólo amigo, sino aun creo que pariente. No puedes figurarte los líos que me han armado, Gabrielillo... y también te acusan a ti... ¡Has visto qué pícaros!... You cannot imagine the trouble that they have made me, Gabrielillo ... and they also accuse you ... You have seen what rogues! ... Que si escribíamos cartas... que si tú las llevabas... Verdad es que yo fui varias veces al palacio de S. A. para aconsejarle lo que me parecía conveniente para el bien de la nación; pero nunca le dije nada, porque con esta mi cortedad de genio... En resumen, hijo, sabiendo que me iban a prender, me puse en camino callandito, y pienso presentarme al señor Patriarca, para que disponga de mí. That if we wrote letters ... that if you took them ... It is true that I went several times to the palace of SA to advise him what seemed convenient for the good of the nation; but I never said anything to him, because with this my shortness of genius ... In short, son, knowing that they were going to arrest me, I set off quietly, and I plan to introduce myself to the Patriarch, so that he has me. Pero oíd lo mejor. ¿Creeréis que ese tunante de Santurrias es quien más sañudamente me ha perseguido, dando testimonios falsos de mi conducta? Do you think that this rogue from Santurrias is the one who has persecuted me the most viciously, giving false testimonies of my conduct? Nada, nada; es cierto lo que yo dije en aquel sermón: ¿te acuerdas,Gabriel? Nothing nothing; what I said in that sermon is true: do you remember, Gabriel? Dije que la ingratitud es el más feo monstruo que existe sobre la tierra. I said that ingratitude is the ugliest monster on earth. Vilissima et turpissima hydra . ¡Quién lo había de pensar! Who would have thought!

-Ahora pensemos, señor cura, cómo nos las vamos a componer para salir de este laberinto. -Now let's think, priest, how we are going to manage to get out of this labyrinth. ¿A dónde vamos? ¿Qué recursos tenemos?

-Hijo mío, Dios no ha de desampararnos. -My son, God will not forsake us. Confiemos en él, y entre tanto oye un proyecto que esta madrugada me ha ocurrido. Hace ocho días estaba en Aranjuez la señora marquesa de***, persona discreta, muy temerosa de Dios, y de tan buen corazón, que remedia cuantas necesidades llegan a su noticia. Eight days ago the Marquise de *** was in Aranjuez, a discreet person, very God-fearing, and with such a good heart, that she remedies whatever needs come to her news. Visitome ella varias veces, la visité yo también, y según me decía, mi trato le era sumamente agradable. She visited me several times, I visited her too, and according to what she told me, my treatment was extremely pleasant. Esto lo diría por urbanidad. Me preguntaba mucho por Inés, mostrando grandísimos deseos de conocerla, y cuando por última vez la vi, suplicome encarecidamente que si alguna vez pasaba a la corte, no dejase de acudir a su casa, en compañía de mi sobrina. Esto me lo repitió muchas veces, y su empeño por ver a la sobrinilla, me ha llamado mucho la atención. He repeated this to me many times, and his determination to see the little niece has caught my attention.

-También a mí -repuse-. "Me too," I said. Conozco a la señora marquesa, en cuyo palacio representé cierto papel de traidor, de que no quisiera acordarme. I know the lady marquise, in whose palace I played a certain role of traitor, that I do not want to remember. Era en la misma casa donde Vds. vivían.

-Pero la señora marquesa no vive ahora allí, pues durante la primavera se traslada a la casa de su hermano,allá por la cuesta de la Vega, en un palacio que tiene muy amenos jardines, y espacioso horizonte hacia la parte del Manzanares. Allí encontraremos hoy a esa insigne señora, honor de la hispana grandeza. ¿Por qué no acudir a ella? Why not go to her? Me ha dicho infinitas veces que desea servirme, tanto a mí como a mi sobrina, y que espera con ansia el momento en que yo quiera usar de su poder y valimiento para cualquier asunto. He has told me infinitely many times that he wishes to serve me as well as my niece, and that he looks forward to the moment when I want to use his power and courage in any matter.

-En esa señora nos manda Dios un comisionado para salir de este apuro -dije yo sintiéndome con mayores ánimos-. "In that lady God sends us a commissioner to get out of this predicament," I said, feeling more spirited. Le contaremos lo que nos pasa, comprenderá con cuánta injusticia se nos persigue, y cuando vea a Inés... ¡Ay!, se me figura que el empeño de la marquesa en ver a Inés no es simple curiosidad. En fin: visitarémosla hoy mismo y Dios dirá. Anyway: let's visit it today and God will say.

-Temo salir a la calle.

-Yo también; pero es preciso salir, no es cosa de que andemos por los tejados. -I also; but it is necessary to go out, it is not a matter of walking on the rooftops Si quiere usted iré yo ahora mismo a casa de la señora marquesa, que ya me conoce, y diciéndole que voy de parte de Vd. If you want, I will go to the house of the Marquesa, who already knows me, and telling her that I am on your behalf. le pintaré la situación en que nos encontramos, hablándole también de Inesilla, que es sin duda lo que le interesa más.

-Me parece bien; ¿y si te ven?

-Iré por calles extraviadas, y en caso de apuro, no me faltan piernas con que perderme de vista. -I will go through lost streets, and in a pinch, I have no shortage of legs with which to lose sight of myself.

Yo estaba dominado por vivísima excitación, y cuando adoptaba un plan, cada segundo que transcurría sin ponerlo por obra, parecíame un siglo. I was overcome with intense excitement, and when I adopted a plan, every second that passed without putting it into action seemed like a century to me. No me era posible entregarme al reposo sin dar aquel paso en un camino que me parecía conducir a lugar seguro en nuestro desgraciado aislamiento. It was not possible for me to give myself to rest without taking that step on a path that seemed to lead me to safety in our wretched isolation. Inés no podía descansar tampoco, y su espíritu, no repuesto del azoramiento y zozobra de la madrugada anterior, era impresionado fuertemente por cuanto veía. Ines could not rest either, and her spirit, not recovered from the bewilderment and anxiety of the previous morning, was strongly impressed by what she saw. Asomábase a la ventana que caía hacia la calle de San José, frente al parque de artillería, y como la vivienda era piso principal bajando del cielo, se veía el gran patio interior de aquel establecimiento de guerra, con los cañones y demás pertrechos, puestos en ordenadas filas a un lado y otro. He looked out of the window that fell towards San José street, in front of the artillery park, and since the house was the main floor coming down from the sky, he could see the great interior patio of that war establishment, with the cannons and other equipment, stalls in neat rows to one side and the other.

-Esto que ves es el parque de artillería, niña -le dijo D. Celestino-. ¿Ves?, en aquellos grandes edificios se alojan los artilleros. Mira, salen algunos con un carro para ir a casa del abastecedor en busca de las provisiones.

-¿Y esas montañitas tan bonitas, formadas por cosas negras y redondas, iguales todas y puestas con mucho orden? -And those pretty mountains, made up of round black things, all the same and arranged with great order? -preguntó la muchacha, sin dar tregua a su admiración. asked the girl, without giving up her admiration.

-Esas son balas, chicuela -repuso el clérigo-. Los hombres han inventado esos juguetes para matarse unos a otros.

-Esas balas se meten en los cañones que estánallí junto -dije yo, queriendo mostrar mi erudición- y poniendo también pólvora y un cartucho se dispara y es muy bonito. "Those bullets get into the cannons that are there together," I said, wanting to show my erudition, "and also putting gunpowder and a cartridge is fired and it's very nice." Hace un ruido, chiquilla, que se vuelve uno loco. ¡Si vieras cómo me lucí en el combate de Trafalgar! If you could see how I looked in the Trafalgar match! ¡Si tú me hubieras visto!... Lo menos maté mil ingleses. At least I killed a thousand Englishmen.

-Quiten para allá -exclamó con miedo D. Celestino-. "Get out there," Don Celestino exclaimed with fear. Sólo de pensar que eso se dispara me pongo a temblar. Just thinking that this is triggered makes me tremble.

Y se retiraron de la ventana. Yo aconsejé a Inés que descansara, y salí a la calle después que D. Celestino, echándome algunas bendiciones, rezó un  pater noster por mi seguridad y buena suerte en la comisión que iba a desempeñar. I advised Inés to rest, and I went out after Don Celestino, giving me some blessings, prayed a pater noster for my safety and good luck in the commission that I was going to carry out.

Alejándome todo lo posible del centro de la villa, llegué a la plazuela de Palacio, donde me detuvo un obstáculo casi insuperable; un gran gentío, que bajando de las calles del Viento, de Rebeque, del Factor, de Noblejas y de las plazuelas de San Gil y del Tufo, invadía toda la calle Nueva y parte de la plazuela de la Armería. Moving as far as possible from the center of the town, I reached the Plaza de Palacio, where an almost insurmountable obstacle stopped me; a large crowd, coming down from the streets of Viento, Rebeque, del Factor, Noblejas and the squares of San Gil and del Tufo, invaded the entire Calle Nueva and part of the plazuela de la Armería. Pensando que sería probable encontrar entre tanta gente al licenciado Lobo, procuré abrirme paso hasta rebasar tan molesta compañía; pero esto era punto menos que imposible, porque me encontraba envuelto, arrastrado por aquel inmenso oleaje humano, contra el cual era difícil luchar. Thinking that it would be probable to find Mr. Lobo among so many people, I tried to make my way until I passed such annoying company; But this was less than impossible, because I was wrapped up, carried away by that immense human wave, against which it was difficult to fight.

Yo estaba tan preocupado con mis propios asuntos,que durante algún tiempo no discurrí sobre la causa de aquella tan grande y ruidosa reunión de gente, ni sobre lo que pedía, porque indudablemente pedía o manifestaba desear alguna cosa. I was so preoccupied with my own affairs that for some time I did not discuss the cause of that large and noisy gathering of people, or what I was asking for, because undoubtedly I was asking or expressing a desire for something. Después de recibir algunos porrazos y tropezar repetidas veces, me detuve arrimado al muro de Palacio, y pregunté a los que me rodeaban:

-¿Pero qué quiere toda esa gente?

-Es que se van, se los llevan -me dijo un chispero-, y eso no lo hemos de consentir. "They are leaving, they are being taken away," a sparkler told me, "and we must not allow that."

El lector comprenderá que no me importaba gran cosa que se fueran o dejaran de irse los que lo tuvieran por conveniente, así es que intenté seguir mi camino. The reader will understand that I did not care much that those who considered it convenient left or stopped leaving, so I tried to continue on my way. Poco había adelantado, cuando me sentí cogido por un brazo. Estremecime de terror creyendo que estaba nuevamente en las garras del licenciado; pero no se asusten Vds. I shuddered with terror believing that I was once again in the clutches of the lawyer; but don't be scared. : era Pacorro Chinitas.

-¿Con que parece que se los llevan? - What do they seem to be taking them with? -me dijo.

-¿A los infantes? Eso dicen; pero te aseguro, Chinitas que eso me tiene sin cuidado. So they say; but I assure you, Chinitas, I don't care about that.

-Pues a mí no. -Not to me. Hasta aquí llegó la cosa, hasta aquí aguantamos, y de aquí no ha de pasar. Up to here the thing arrived, until here we hold, and from here it has not to happen. Tú eres un chiquillo y no piensas más que en jugar, y por eso no te importa.

-Francamente, Chinitas, yo tengo que ocuparme demasiado de lo que a mí me pasa. -Frankly, Chinitas, I have to worry too much about what happens to me.

-Tú no eres español -me dijo el amolador con gravedad.

-Sí que lo soy -repuse.

-Pues entonces no tienes corazón, ni eres hombre para nada. -Well, then you don't have a heart, nor are you a man at all.

-Sí que soy hombre y tengo corazón para lo que sea preciso.

-Pues entonces, ¿qué haces ahí como un marmolillo? -Well then, what are you doing there like a marble? ¿No tienes armas? Coge una piedra y rómpele la cabeza al primer francés que se te ponga por delante. Grab a stone and smash the head of the first Frenchman who gets in your way.

-Han pasado sin duda cosas que yo no sé, porque he estado muchos días sin salir a la calle. - Certainly things have happened that I do not know, because I have spent many days without going out on the street.

-No, no ha pasado nada todavía, pero pasará. ¡Ah! Gabrielillo, lo que yo te decía ha salido cierto. Gabrielillo, what I was telling you has come out true. Todos se han equivocado, menos el amolador. Everyone has been wrong, except the grinder. Todos se han ido y nos han dejado solos con los franceses. They have all gone and left us alone with the French. Ya no tenemos Rey, ni más gobierno que esos cuatro carcamales de la Junta. We no longer have a King, nor more government than those four carcamales of the Junta.

Yo me encogí de hombros, no comprendiendo por qué estábamos sin Rey y sin más gobierno que los cuatro carcamales de la Junta.

-Gabriel -me dijo mi amigo después de un rato- ¿te gusta que te manden los franceses, y que con su lengua que no entiendes, te digan «haz esto o haz lo otro», y que se entren en tu casa, y que te hagan ser soldado de Napoleón, y que España no sea España, vamos al decir, que nosotros no seamos como nos da la gana de ser, sino como el Emperador quiera que seamos? "Gabriel," my friend said to me after a while, "do you like the French to send you, and that with their language that you don't understand, they tell you" do this or do that ", and have them come into your house, and That they make you a soldier of Napoleon, and that Spain is not Spain, let's say, that we are not as we want to be, but as the Emperor wants us to be?

-¿Qué me ha de gustar? -What should I like? Pero eso es pura fantasíatuya. ¿Los franceses son los que nos mandan? ¡Quia! Nuestro Rey, cualquiera que sea, no lo consentiría. Our King, whoever he is, would not allow it.

-No tenemos Rey.

-¿Pero no habrá en la familia otro que se ponga la corona? "But won't there be someone else in the family who wears the crown?"

-Se llevan todos los infantes. -They take all the infants.

-Pero habrá grandes de España y señores de muchas campanillas, y generales y ministros que les digan a los ministros: «Señores, hasta aquí llegó. -But there will be greats of Spain and lords of many bells, and generals and ministers who will tell the ministers: «Gentlemen, it has come this far. Ni un paso más». Not one more step ».

-Los señores de muchas campanillas se han ido a Bayona, y allí andan a la greña por saber si obedecen al padre o al hijo. -The lords of many bells have gone to Bayonne, and there they fight to know if they obey the father or the son.

-Pero aquí tenemos tropas que no consentirán... -But here we have troops who will not consent ...

-El Rey les ha mandado que sean amigos de los franceses y que les dejen hacer. -The King has ordered them to be friends with the French and to let them do it.

-Pero son españoles, y tal vez no obedezcan esa barbaridad; porque dime: si los franceses nos quieren mandar, ¿es posible que un español de los que vistan uniforme lo consienta? -But they are Spanish, and perhaps they will not obey that outrage; because tell me: if the French want to command us, is it possible that a Spaniard who wears a uniform will consent to it?

-El soldado español no puede ver al francés pero son uno por cada veinte. -The Spanish soldier cannot see the French but they are one for every twenty. Poquito a poquito se han ido entrando, entrando, y ahora, Gabriel, esta baldosa en que ponemos los pies es tierra del emperador Napoleón. Little by little they have been entering, entering, and now, Gabriel, this tile on which we put our feet is the land of the Emperor Napoleon.

-¡Oh, Chinitas! Me haces temblar de cólera. You make me tremble with anger. Esono se puede aguantar, no señor. You can't take it, no sir. Si las cosas van como dices, tú y todos los demás españoles que tengan vergüenza cogerán un arma, y entonces...

-No tenemos armas.

-Entonces, Chinitas, ¿qué remedio hay? Yo creo que si todos, todos, todos dicen: «vamos a ellos», los franceses tendrán que retirarse. I believe that if everyone, everyone, everyone says: "Let's go to them," the French will have to withdraw.

-Napoleón ha vencido a todas las naciones.

-Pues entonces echémonos a llorar y metámonos en nuestras casas. -Well, then let's start crying and go into our houses.

-¿Llorar? -exclamó el amolador cerrando los puños-. Si todos pensaran como yo... No se puede decir lo que sucederá, pero... Mira: yo soy hombre de paz, pero cuando veo que estos condenados franceses se van metiendo callandito en España diciendo que somos amigos: cuando veo que se llevan engañado al Rey; cuando les veo por esas calles echando facha y bebiéndose el mundo de un sorbo; cuando pienso que ellos están muy creídos de que nos han metido en un puño por los siglos de los siglos, me dan ganas... no de llorar, sino de matar, pongo el caso, pues... quiero decir que si un francés pasa y me toca con su codo en el pelo de la ropa, levanto la mano... mejor dicho... abro la boca y me lo como. Y cuidado, que un francés me enseñó el oficio que tengo. And be careful, a Frenchman taught me the trade I have. El francés me gusta; pero allá en su tierra.