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El 19 de Marzo y el 2 de Mayo by Benito Pérez Galdós, XXIII

XXIII

-Pero si apenas puedo creerlo -exclamaba mi ama-. ¡Con que la señorita huía con Gabriel! Tunante, ladroncillo, y cómo nos engañaba con su carita de Pascua. Ven acá -añadió dándome golpes-. ¿A dónde ibas con Inesilla, monstruo? ¿Qué te han dado por entregarla, ladrón de doncellas? A la cárcel, a presidio pronto, si es que no le desollamos vivo. Pero di, ¿robabas a Inés?

-¡Sí, vieja bruja! -respondí con furia-. ¡Me iba con ella!

-Pues ahora vas a ir por el balcón a la calle -dijo D. Mauro, clavando en mi cuerpo su poderosa zarpa.

Francamente, señores, creí que había llegado mi último instante entre aquellos tres bárbaros, que, cada cual según su estilo peculiar, me mortificaban a porfía. De todos los golpes y vejaciones que allí recibí, les aseguro a Vds. que nada me dolía tanto como los pellizcos de doña Restituta, cuyos dedos, imitando los furiosos picotazos de un ave de rapiña, se cebaban allí donde encontraban más carne.

-Y sin duda fuiste tú quien mandó a aquella maldita mujer, para sacarme de la casa, pues en la plazuela de Afligidos no hay ya rastros de almoneda. Este chico merece la horca, sí, Sr. de Lobo, la horca.

-¡Y la muy andrajosa de mi sobrina se marchaba tan contenta! -dijo Requejo, encerrando de nuevo a Inés en el miserable cuartucho.

-Si tenemos metido el infierno dentro de la casa -añadió Restituta-. La horca, sí señor, la horca, Sr. de Lobo. No tiene Vd. pizca de caridad si nose lo dice al señor alcalde de casa y corte. ¡Pero cómo nos engañaba este dragoncillo! Si esto es para morirse uno de rabia.

El leguleyo tomó entonces la autorizada palabra, y extendiendo sobre mi cabeza sus brazos en la actitud propia de esa tutelar justicia que ampara hasta a los criminales, dijo:

-Moderen Vds. su justa cólera y óiganme un instante. Ya les he dicho que ahora nos ocupamos celosísimamente de hacer un benemérito expurgo descubriendo y desenmascarando a todas las indignas personas que fueron protegidas por el príncipe de la Paz; ese monstruo, señora, ese vil mercader, ese infame favorito... ¡gracias a Dios que está caído y podemos insultarle sin miedo! Pues como decía, para que la nación se vea libre de pícaros, a todos los que con él sirvieron, les quitamos ahora sus destinos, si no pagan sus crímenes en la cárcel o en el destierro. Si vieran Vds., amigos míos, cómo me estoy luciendo en estas pesquisas; si oyeran ustedes los elogios que he merecido de los principales servidores de la real persona...

-Pero ¿a qué viene tanta palabrería -dijo impaciente Requejo- ni qué tiene eso que ver?...

-Tiene que ver... -prosiguió el hombre de la justicia- porque ¿qué dirán mis señores D. Mauro y doña Restituta al saber que ese tramposo y embaucador chicuelo aquí presente, recibió favores delPríncipe, y es el mismo Gabrielillo que desde hace quince días estamos buscando con los hígados en la boca mi compañero y yo?

Los Requejos macho y hembra se miraron con espanto.

-Pues oigan Vds. y tiemblen de indignación -prosiguió el leguleyo-. El día antes de su caída, el Sr. Godoy envió a la secretaría de Estado un volante mandando que se diese a este joven una plaza en las oficinas de la interpretación de lenguas. ¿Qué tal, señores? ¿Y por qué?, dirán Vds. Porque este joven parece que sabe latín, y compuso un poema en versos latinos; y algunos de esos alcahuetones que lo leyeron, fueron con el cuento al Príncipe, diciéndole que mi niño era un portento de sabiduría. ¡Mentiras y más mentiras! Ya se ve; cuando en la secretaría de Estado recibieron el volante, se escandalizaron, porque ya había caído el príncipe de la Paz, y aquellos eminentes repúblicos, después de poner en la calle a Moratín, esperaron a que se presentara este prodigio, si no para colocarlo, para verle al menos. Pero yo ando tras el objeto de que coloquen allí a un primo mío que sabe tres lenguas, el valenciano, el gallego y el castellano; así es que al punto mi compañero y yo pusimos una diligencia en busca para tener antecedentes de esta buena pieza, y hemos conseguido probar: que en Aranjuez vivía con el curita D. Celestino; otrosí que todoslos días iban ambos a casa de Godoy; otrosí, que el chico le escribía las cartas y las traía a Madrid los domingos al embajador de Francia; otrosí, que se disfrazaba para entrar en cierta taberna a oír lo que se decía, y otras muchas bribonadas de que en el supradicho protocolo tengo hecha detallada mención.

-¡Jesús, Dios nos ampare! Al santo patrono de la tienda debemos el haber descubierto a tiempo lo que teníamos en casa -dijo Restituta.

-Por supuesto, que lo del latín era pura farsa.

-Pues no hay que andarse con chiquitas -dijo mi amo- sino entregarle a la justicia.

-Eso corre de mi cuenta -repuso Lobo-. Veremos qué responde a los cargos que se le hacen en la sumaria como cómplice del cura castrense de Aranjuez. A éste no le hemos podido coger, y según las noticias que hoy recibí, ha desaparecido del Real Sitio. Es seguro que ha venido a Madrid, y lo que es aquí no se nos escapa.

-¡Cuidado con el sabandijo que tenía yo en mi casa! -vociferó D. Mauro, amenazando segunda vez poner fin a mis días-. Sr. de Lobo, quítemelo, quítemelo Vd. de entre las manos, porque acabo con él. Estoy furioso. ¡Qué día, señor San Antonio de mi alma! ¡Qué día!

-Yo me encargaré del mocito -dijo Lobo-. Lo único que les pido, es que me lo guarden hasta mañana.

-¿Hasta mañana?

-Este bandolero no puede quedar en la casa hasta mañana; no señor -objetó mi ama.

-¿No hay lugar seguro donde encerrarle?

-¡Oh!, pierda Vd. cuidado; que si lo guardamos en el sótano, estará como en un sepulcro -dijo Requejo-. Dificililla es la salida, y puedo irme tranquilo.

-¿Pero te vas, hermano? ¿A dónde vas de noche?

-¿A dónde he de ir? ¡Mil pares de demonios! ¿A dónde he de ir sino a Navalcarnero? ¿No saben ustedes lo que me pasa? ¿No les he contado?

-Nada nos ha dicho. Verdad es que con esta trapisonda de la sobrinita...

-Pues acabo de recibir una carta en que se me notifica que mi almacén de Navalcarnero ha sido robado. ¿Ves, hermana? ¡Esto es para volverse loco! Sí... me escribe D. Roque notificándome el robo, y diciéndome que acuda allí esta noche misma, si no quiero perderlo todo.

-¿Y va Vd. -Ahora mismo voy a buscar coche. Conque vean ustedes qué desastre. ¡Ay, Restituta! Bien te dije que no dejaras de encender la vela al santo patrono. ¿Ves? Esto es un castigo.

-En el cielo no gustan de despilfarros. ¿Vas allá? ¿Pero me dejas en la casa a este ladronzuelo?

-En el sótano, en el sótano: hasta mañana, hastaque mi Sr. de Lobo disponga de él. ¿No puede hacerse cuenta de que le dejamos en la sepultura? Sólo Dios puede sacarle.

-¿Pero me quedo sola? ¡Ánimas benditas!

-Juan de Dios vendrá a eso de las diez. Ya le he dicho que se quedará en casa esta noche.

La conferencia terminó aquí, y sin más palabras, me encerraron en el sótano, a cuyo subterráneo aposentamiento daba entrada una gran compuerta por bajo el piso de la trastienda. Yo estaba medio aletargado por la rabia y el despecho de aquella situación terrible. Sentí que me impulsaban escalera abajo. D. Mauro cerró el escotillón, riendo con ese gozo felino que da la conciencia de la propia crueldad, y me encontré entre densas tinieblas. Mi amo había dicho bien al asegurar que allí estaba como en un sepulcro. Sólo Dios podía sacarme.

Para que se comprenda si ellos tenían confianza en la seguridad de mi cárcel, baste decir que allí tenían parte de su fortuna en un arca de hierro. Cuando me encerraban en compañía de su dinero, ¿tendrían mis amos la convicción de que era imposible la salida?

Hallábame en una de esas construcciones abovedadas con rosca de ladrillo, que sirven de fundamento a casi todas las casas de Madrid antiguas y modernas. Faltos de espacio superficial, los madrileños han buscado la extensión hasta el cielo y hacia elabismo, de modo que cada albergue es una torre colocada sobre un pozo. La de mis amos no tenía en su sótano luces a la calle; la oscuridad era absoluta y el silencio también, excepto cuando pasaba algún coche. Extendiendo mis brazos a derecha, a izquierda y hacia arriba, tocaba ásperos ladrillos endurecidos por un siglo, no tan húmedos como los que describen los novelistas, cuando el hilo de sus relatos les lleva a alguna mazmorra donde ocurren maravillosas. Como he dicho, ni un ruido lejano, ni un rayo de luz turbaban la paz de aquel antro donde era posible llegar al convencimiento de no existir, existiendo. Todo un arsenal de herramientas no habría bastado a proporcionarme escapatoria, y pensar en la fuga, habría sido pensar en lo absurdo. No tenía más consuelo que la resignación, y me resigné. Estar allí dentro en plena soledad, en plena lobreguez, en pleno silencio, era como cuando cerramos los ojos encarcelándonos voluntariamente dentro de esa otra bóveda de nuestro pensamiento. Acosteme en el suelo rendido de fatiga y medité. Mi prisión no me parecía otra cosa que una prolongación de mi cerebro.

Quise pensar en varias cosas, pero no pude pensar más que en Dios. Reconociéndome absolutamente incapaz para vencer la desgracia, comprendí que la voluntad suprema había arrojado sobre mí tan gran pesadumbre de males, y cruzándome de brazos,incliné la cabeza esperando que la misma voluntad suprema me descargase de ella. Como esta esperanza me infundió pronto una fe que hasta entonces en pocas ocasiones había tenido, creí firmemente que Dios me sacaría de allí, y con esta creencia empecé a adquirir un reposo moral y físico, precursor de cierto desvanecimiento parecido al sueño. El de la desgracia se diferencia mucho al sueño de todos los días, así es que el mío fue conforme al angustioso estado de mi alma, un sueño de esos en que se representa el malestar real que experimentamos, en proporciones informes, estrambóticas, monstruosas. Percibía vagamente figuras y formas de esas que no pertenecen al mundo visible, ni a la humanidad, ni a la fauna ni a la flora, ni al cielo ni a la tierra, sino a cierta misteriosa geología, a yacimientos que contradicen todas las leyes de la estática y la dinámica; percibía una fantástica y continuada concatenación de colores geométricos que se enredaban en mi cuerpo como culebras, y en aquella transmutación de lo físico y lo moral, se verificaba el fenómeno de que un color me dolía, y un objeto semejante a una espada, a un cangrejo o a un arpa pronunciaba palabras incomprensibles. ¿Quién no ha desvariado alguna vez con estos sueños de lo absurdo? Las ideas se mezclan con las visiones, y estas son aquellas y aquellas estas. En aquel laberinto, en aquella aberración, mi pensamiento formulaba sin cesar un silogismoazul, verde, ahora con picos, después con curvas, más tarde irradiado, luego concéntrico, en seguida poligonal y dorado, y al fin pequeño como un punto, para luego ser grande como el universo. El interminable silogismo era: «La justicia triunfa siempre: los Requejos son unos pillos; Inés y yo somos personas honradas. Luego nosotros triunfaremos».

Así pasé mucho tiempo en poder de estos demonios del sueño, cuando percibí una claridad que no irradiaba de los focos de mi imaginación. ¿Estaba dormido o despierto? Híceme esta pregunta, y al punto contesté que no sabía. La claridad aumentaba, y un chirrido metálico produjo en mí cierto estremecimiento. Me moví, miré y vi las paredes del sótano, la bóveda de ladrillo y multitud de cajas llenas y vacías; a mi izquierda, una puerta que comunicaba con otro departamento subterráneo; a mi derecha, una escalera, por la cual descendía la claridad que llamaba mi atención. Estaba indudablemente despierto, y así lo reconocí. Miré a la escalera, y vi dos pies que se trasladaban lentamente de peldaño a peldaño. La luz de una linterna me deslumbró; pero en el foco de la repentina claridad distinguí una cara amarilla. Era la de Juan de Dios; era Juan de Dios en persona.

Cuando me vio, su espanto fue tan grande, que la linterna con que se alumbraba estuvo a punto de caer de sus manos. Temblando y mudo, me miraba como se mira una aparición diabólica o imagen evocada por la brujería.

Figuraos la impresión del que entra en un sepulcro no creyendo, como es natural, encontrar nada vivo, y encuentra un hombre que se mueve y no parece pertenecer al mundo de los muertos.


XXIII XXIII

-Pero si apenas puedo creerlo -exclamaba mi ama-. "But I can hardly believe it," exclaimed my mistress. ¡Con que la señorita huía con Gabriel! So the young lady was running away with Gabriel! Tunante, ladroncillo, y cómo nos engañaba con su carita de Pascua. Rogue, thief, and how he deceived us with his Easter face. Ven acá -añadió dándome golpes-. Come here, ”he added, pounding me. ¿A dónde ibas con Inesilla, monstruo? ¿Qué te han dado por entregarla, ladrón de doncellas? A la cárcel, a presidio pronto, si es que no le desollamos vivo. To jail, to prison soon, if we don't skin him alive. Pero di, ¿robabas a Inés? But say, did you steal Ines?

-¡Sí, vieja bruja! -respondí con furia-. ¡Me iba con ella! I was going with her!

-Pues ahora vas a ir por el balcón a la calle -dijo D. Mauro, clavando en mi cuerpo su poderosa zarpa. "Well, now you're going to go through the balcony to the street," said Don Mauro, digging his powerful claw into my body.

Francamente, señores, creí que había llegado mi último instante entre aquellos tres bárbaros, que, cada cual según su estilo peculiar, me mortificaban a porfía. Frankly, gentlemen, I believed that my last moment had come among those three barbarians, who, each according to his own peculiar style, mortified me stubbornly. De todos los golpes y vejaciones que allí recibí, les aseguro a Vds. Of all the blows and humiliations that I received there, I assure you. que nada me dolía tanto como los pellizcos de doña Restituta, cuyos dedos, imitando los furiosos picotazos de un ave de rapiña, se cebaban allí donde encontraban más carne. that nothing hurt as much as the pinching of Dona Restituta, whose fingers, imitating the furious pecks of a bird of prey, licked where they found more meat.

-Y sin duda fuiste tú quien mandó a aquella maldita mujer, para sacarme de la casa, pues en la plazuela de Afligidos no hay ya rastros de almoneda. -And without a doubt it was you who sent that damned woman to get me out of the house, because in the Plazuela de Afligidos there are no more traces of an auction. Este chico merece la horca, sí, Sr. de Lobo, la horca.

-¡Y la muy andrajosa de mi sobrina se marchaba tan contenta! -dijo Requejo, encerrando de nuevo a Inés en el miserable cuartucho.

-Si tenemos metido el infierno dentro de la casa -añadió Restituta-. "If we have hell in the house," added Restituta. La horca, sí señor, la horca, Sr. de Lobo. No tiene Vd. pizca de caridad si nose lo dice al señor alcalde de casa y corte. a pinch of charity if you don't tell the mayor of the house and court. ¡Pero cómo nos engañaba este dragoncillo! But how did this dragon fool us! Si esto es para morirse uno de rabia. If this is to die of rage.

El leguleyo tomó entonces la autorizada palabra, y extendiendo sobre mi cabeza sus brazos en la actitud propia de esa tutelar justicia que ampara hasta a los criminales, dijo: The lawyer then took the authorized word, and extending his arms over my head in the attitude of that tutelary justice that protects even criminals, said:

-Moderen Vds. -Moderen you. su justa cólera y óiganme un instante. Ya les he dicho que ahora nos ocupamos celosísimamente de hacer un benemérito expurgo descubriendo y desenmascarando a todas las indignas personas que fueron protegidas por el príncipe de la Paz; ese monstruo, señora, ese vil mercader, ese infame favorito... ¡gracias a Dios que está caído y podemos insultarle sin miedo! I have already told you that now we are very jealous to make a worthy expurgation discovering and unmasking all the unworthy people who were protected by the Prince of Peace; that monster, lady, that vile merchant, that infamous favorite ... thank God he's fallen and we can insult him without fear! Pues como decía, para que la nación se vea libre de pícaros, a todos los que con él sirvieron, les quitamos ahora sus destinos, si no pagan sus crímenes en la cárcel o en el destierro. Well, as I was saying, so that the nation is free of rogues, all those who served with him, we now take away their destinies, if they do not pay their crimes in jail or in exile. Si vieran Vds., amigos míos, cómo me estoy luciendo en estas pesquisas; si oyeran ustedes los elogios que he merecido de los principales servidores de la real persona... If you saw, my friends, how I am showing off in these inquiries; if you heard the praise that I have deserved from the main servants of the real person ...

-Pero ¿a qué viene tanta palabrería -dijo impaciente Requejo- ni qué tiene eso que ver?... "But what's all the talk," said Requejo impatiently, "and what does that have to do with it? ...

-Tiene que ver... -prosiguió el hombre de la justicia- porque ¿qué dirán mis señores D. Mauro y doña Restituta al saber que ese tramposo y embaucador chicuelo aquí presente, recibió favores delPríncipe, y es el mismo Gabrielillo que desde hace quince días estamos buscando con los hígados en la boca mi compañero y yo? `` It has to do ... '' continued the man of justice, `` because what will my lords D. Mauro and Dona Restituta say when they learn that that cheater and trickster here present, received favors from the Prince, and is the same Gabrielillo who for a long time fifteen days we are looking with the livers in the mouth my partner and I?

Los Requejos macho y hembra se miraron con espanto.

-Pues oigan Vds. -Well, listen to you. y tiemblen de indignación -prosiguió el leguleyo-. El día antes de su caída, el Sr. Godoy envió a la secretaría de Estado un volante mandando que se diese a este joven una plaza en las oficinas de la interpretación de lenguas. Godoy sent the Secretary of State a leaflet ordering that this young man be given a place in the language interpretation offices. ¿Qué tal, señores? ¿Y por qué?, dirán Vds. And why? You will say. Porque este joven parece que sabe latín, y compuso un poema en versos latinos; y algunos de esos alcahuetones que lo leyeron, fueron con el cuento al Príncipe, diciéndole que mi niño era un portento de sabiduría. Because this young man seems to know Latin, and he composed a poem in Latin verses; and some of those pimps who read it went with the story to the Prince, telling him that my child was a marvel of wisdom. ¡Mentiras y más mentiras! Ya se ve; cuando en la secretaría de Estado recibieron el volante, se escandalizaron, porque ya había caído el príncipe de la Paz, y aquellos eminentes repúblicos, después de poner en la calle a Moratín, esperaron a que se presentara este prodigio, si no para colocarlo, para verle al menos. It is already seen; When the Secretary of State received the flyer, they were scandalized, because the Prince of Peace had already fallen, and those eminent republics, after putting Moratín on the street, waited for this prodigy to appear, if not to place it, to see him at least. Pero yo ando tras el objeto de que coloquen allí a un primo mío que sabe tres lenguas, el valenciano, el gallego y el castellano; así es que al punto mi compañero y yo pusimos una  diligencia en busca para tener antecedentes de esta buena pieza, y hemos conseguido probar: que en Aranjuez vivía con el curita D. Celestino; otrosí que todoslos días iban ambos a casa de Godoy; otrosí, que el chico le escribía las cartas y las traía a Madrid los domingos al embajador de Francia; otrosí, que se disfrazaba para entrar en cierta taberna a oír lo que se decía, y otras muchas bribonadas de que en el supradicho protocolo tengo hecha detallada mención. But I am after the object that they place a cousin of mine there who knows three languages, Valencian, Galician and Spanish; so at once my partner and I set out a search to have a record of this good piece, and we have managed to prove: that in Aranjuez he lived with the priest Don Celestino; I knew that every day they both went to Godoy's house; Otherwise, the boy wrote the letters and brought them to Madrid on Sundays to the French ambassador; Yes, he was disguising himself to enter a certain tavern to hear what was said, and many other rascals that I have made detailed mention in the above-mentioned protocol.

-¡Jesús, Dios nos ampare! Al santo patrono de la tienda debemos el haber descubierto a tiempo lo que teníamos en casa -dijo Restituta. We owe it to the patron saint of the store that we discovered what we had at home in time, ”said Restituta.

-Por supuesto, que lo del latín era pura farsa.

-Pues no hay que andarse con chiquitas -dijo mi amo- sino entregarle a la justicia. "Well, you don't have to go around with little girls," said my master, "but turn him over to justice."

-Eso corre de mi cuenta -repuso Lobo-. "That's on me," Wolf said. Veremos qué responde a los cargos que se le hacen en la sumaria como cómplice del cura castrense de Aranjuez. We will see what responds to the charges that are made in the summary as an accomplice of the military priest of Aranjuez. A éste no le hemos podido coger, y según las noticias que hoy recibí, ha desaparecido del Real Sitio. We have not been able to catch him, and according to the news I received today, he has disappeared from the Royal Site. Es seguro que ha venido a Madrid, y lo que es aquí no se nos escapa. It is certain that he has come to Madrid, and what is here is not lost on us.

-¡Cuidado con el sabandijo que tenía yo en mi casa! "Be careful with the vermin I had in my house!" -vociferó D. Mauro, amenazando segunda vez poner fin a mis días-. Sr. de Lobo, quítemelo, quítemelo Vd. de entre las manos, porque acabo con él. out of my hands, because I'm done with him. Estoy furioso. ¡Qué día, señor San Antonio de mi alma! What a day, Señor San Antonio de mi alma! ¡Qué día!

-Yo me encargaré del mocito -dijo Lobo-. Lo único que les pido, es que me lo guarden hasta mañana.

-¿Hasta mañana?

-Este bandolero no puede quedar en la casa hasta mañana; no señor -objetó mi ama.

-¿No hay lugar seguro donde encerrarle?

-¡Oh!, pierda Vd. -Oh, you lose. cuidado; que si lo guardamos en el sótano, estará como en un sepulcro -dijo Requejo-. careful; that if we keep it in the basement, it will be like a tomb, 'said Requejo. Dificililla es la salida, y puedo irme tranquilo. Difficulty is the exit, and I can go calmly.

-¿Pero te vas, hermano? -But are you leaving, brother? ¿A dónde vas de noche?

-¿A dónde he de ir? -Where should I go? ¡Mil pares de demonios! A thousand pairs of demons! ¿A dónde he de ir sino a Navalcarnero? Where should I go but to Navalcarnero? ¿No saben ustedes lo que me pasa? Don't you know what's wrong with me? ¿No les he contado? Haven't I told you?

-Nada nos ha dicho. -He has told us nothing. Verdad es que con esta trapisonda de la sobrinita... It is true that with this tricks of the little niece ...

-Pues acabo de recibir una carta en que se me notifica que mi almacén de Navalcarnero ha sido robado. -Well, I just received a letter notifying me that my Navalcarnero warehouse has been stolen. ¿Ves, hermana? ¡Esto es para volverse loco! This is to go crazy! Sí... me escribe D. Roque notificándome el robo, y diciéndome que acuda allí esta noche misma, si no quiero perderlo todo. Yes ... D. Roque writes to me notifying me of the theft, and telling me to go there tonight, if I don't want to lose everything.

-¿Y va Vd. -Ahora mismo voy a buscar coche. Conque vean ustedes qué desastre. So you see what a disaster. ¡Ay, Restituta! Bien te dije que no dejaras de encender la vela al santo patrono. Well I told you not to stop lighting the candle to the patron saint. ¿Ves? Esto es un castigo.

-En el cielo no gustan de despilfarros. -In heaven they do not like wastage. ¿Vas allá? ¿Pero me dejas en la casa a este ladronzuelo? But will you leave this petty thief at home?

-En el sótano, en el sótano: hasta mañana, hastaque mi Sr. de Lobo disponga de él. ¿No puede hacerse cuenta de que le dejamos en la sepultura? Can't you see that we left you in the grave? Sólo Dios puede sacarle.

-¿Pero me quedo sola? -But am I left alone? ¡Ánimas benditas!

-Juan de Dios vendrá a eso de las diez. -Juan de Dios will come around ten o'clock. Ya le he dicho que se quedará en casa esta noche. I have already told you that you will be staying home tonight.

La conferencia terminó aquí, y sin más palabras, me encerraron en el sótano, a cuyo subterráneo aposentamiento daba entrada una gran compuerta por bajo el piso de la trastienda. The lecture ended here, and without further words, they locked me in the basement, the basement of which was opened by a large hatch under the floor of the back room. Yo estaba medio aletargado por la rabia y el despecho de aquella situación terrible. I was half lethargic with anger and spite of that terrible situation. Sentí que me impulsaban escalera abajo. I felt myself being propelled down the stairs. D. Mauro cerró el escotillón, riendo con ese gozo felino que da la conciencia de la propia crueldad, y me encontré entre densas tinieblas. D. Mauro closed the hatch, laughing with that feline joy that the awareness of one's own cruelty gives, and I found myself in dense darkness. Mi amo había dicho bien al asegurar que allí estaba como en un sepulcro. My master had said well to assure that it was there as in a tomb. Sólo Dios podía sacarme.

Para que se comprenda si ellos tenían confianza en la seguridad de mi cárcel, baste decir que allí tenían parte de su fortuna en un arca de hierro. To make it clear if they had confidence in the safety of my prison, suffice it to say that there they had part of their fortune in an iron ark. Cuando me encerraban en compañía de su dinero, ¿tendrían mis amos la convicción de que era imposible la salida? When they locked me up with their money, would my masters have the conviction that exit was impossible?

Hallábame en una de esas construcciones abovedadas con rosca de ladrillo, que sirven de fundamento a casi todas las casas de Madrid antiguas y modernas. I found myself in one of those vaulted constructions with a brick thread, which serve as the foundation for almost all the old and modern houses of Madrid. Faltos de espacio superficial, los madrileños han buscado la extensión hasta el cielo y hacia elabismo, de modo que cada albergue es una torre colocada sobre un pozo. Lacking surface space, the people of Madrid have sought the extension up to the sky and towards the abyss, so that each hostel is a tower placed on a well. La de mis amos no tenía en su sótano luces a la calle; la oscuridad era absoluta y el silencio también, excepto cuando pasaba algún coche. The one of my masters had no street lights in her basement; the darkness was absolute and the silence too, except when a car passed. Extendiendo mis brazos a derecha, a izquierda y hacia arriba, tocaba ásperos ladrillos endurecidos por un siglo, no tan húmedos como los que describen los novelistas, cuando el hilo de sus relatos les lleva a alguna mazmorra donde ocurren maravillosas. Extending my arms to the right, to the left and upwards, I touched rough bricks hardened by a century, not as wet as those described by novelists, when the thread of their stories leads them to some dungeon where wonderful things happen. Como he dicho, ni un ruido lejano, ni un rayo de luz turbaban la paz de aquel antro donde era posible llegar al convencimiento de no existir, existiendo. As I have said, not a distant noise, not a ray of light disturbed the peace of that den where it was possible to reach the conviction of not existing, existing. Todo un arsenal de herramientas no habría bastado a proporcionarme escapatoria, y pensar en la fuga, habría sido pensar en lo absurdo. An entire arsenal of tools would not have been enough to provide me with an escape, and to think of escape would have been to think of the absurd. No tenía más consuelo que la resignación, y me resigné. I had no consolation other than resignation, and I resigned myself. Estar allí dentro en plena soledad, en plena lobreguez, en pleno silencio, era como cuando cerramos los ojos encarcelándonos voluntariamente dentro de esa otra bóveda de nuestro pensamiento. Being there inside in full solitude, in full gloom, in full silence, was like when we closed our eyes voluntarily imprisoning ourselves within that other vault of our thought. Acosteme en el suelo rendido de fatiga y medité. Mi prisión no me parecía otra cosa que una prolongación de mi cerebro.

Quise pensar en varias cosas, pero no pude pensar más que en Dios. Reconociéndome absolutamente incapaz para vencer la desgracia, comprendí que la voluntad suprema había arrojado sobre mí tan gran pesadumbre de males, y cruzándome de brazos,incliné la cabeza esperando que la misma voluntad suprema me descargase de ella. Recognizing myself absolutely incapable of overcoming misfortune, I understood that the supreme will had thrown upon me such a great sorrow of evils, and folding my arms, I bowed my head, hoping that the same supreme will would unload me from it. Como esta esperanza me infundió pronto una fe que hasta entonces en pocas ocasiones había tenido, creí firmemente que Dios me sacaría de allí, y con esta creencia empecé a adquirir un reposo moral y físico, precursor de cierto desvanecimiento parecido al sueño. El de la desgracia se diferencia mucho al sueño de todos los días, así es que el mío fue conforme al angustioso estado de mi alma, un sueño de esos en que se representa el malestar real que experimentamos, en proporciones informes, estrambóticas, monstruosas. The one of misfortune is very different from the dream of every day, so mine was according to the anguished state of my soul, a dream of those in which the real discomfort that we experience is represented, in formless, bizarre, monstrous proportions. Percibía vagamente figuras y formas de esas que no pertenecen al mundo visible, ni a la humanidad, ni a la fauna ni a la flora, ni al cielo ni a la tierra, sino a cierta misteriosa geología, a yacimientos que contradicen todas las leyes de la estática y la dinámica; percibía una fantástica y continuada concatenación de colores geométricos que se enredaban en mi cuerpo como culebras, y en aquella transmutación de lo físico y lo moral, se verificaba el fenómeno de que un color me dolía, y un objeto semejante a una espada, a un cangrejo o a un arpa pronunciaba palabras incomprensibles. He vaguely perceived figures and forms of those that do not belong to the visible world, nor to humanity, nor to fauna or flora, neither to heaven nor to earth, but to a certain mysterious geology, to deposits that contradict all the laws of statics and dynamics; I perceived a fantastic and continuous concatenation of geometric colors that tangled in my body like snakes, and in that transmutation of the physical and the moral, the phenomenon was verified that a color hurt me, and an object similar to a sword, to a crab or a harp uttered incomprehensible words. ¿Quién no ha desvariado alguna vez con estos sueños de lo absurdo? Las ideas se mezclan con las visiones, y estas son aquellas y aquellas estas. En aquel laberinto, en aquella aberración, mi pensamiento formulaba sin cesar un silogismoazul, verde, ahora con picos, después con curvas, más tarde irradiado, luego concéntrico, en seguida poligonal y dorado, y al fin pequeño como un punto, para luego ser grande como el universo. In that labyrinth, in that aberration, my thought constantly formulated a syllogism blue, green, now with spikes, then with curves, later radiated, then concentric, then polygonal and gold, and finally small as a point, to later be big as the universe. El interminable silogismo era: «La justicia triunfa siempre: los Requejos son unos pillos; Inés y yo somos personas honradas. Luego nosotros triunfaremos».

Así pasé mucho tiempo en poder de estos demonios del sueño, cuando percibí una claridad que no irradiaba de los focos de mi imaginación. Thus I spent a long time in the power of these dream demons, when I perceived a clarity that did not radiate from the foci of my imagination. ¿Estaba dormido o despierto? Híceme esta pregunta, y al punto contesté que no sabía. La claridad aumentaba, y un chirrido metálico produjo en mí cierto estremecimiento. The brightness increased, and a metallic screech made me shudder. Me moví, miré y vi las paredes del sótano, la bóveda de ladrillo y multitud de cajas llenas y vacías; a mi izquierda, una puerta que comunicaba con otro departamento subterráneo; a mi derecha, una escalera, por la cual descendía la claridad que llamaba mi atención. I moved, looked, and saw the basement walls, the brick vault, and the multitude of full and empty boxes; to my left, a door that communicated with another underground apartment; to my right, a staircase, through which the light that caught my attention descended. Estaba indudablemente despierto, y así lo reconocí. He was undoubtedly awake, and so I recognized him. Miré a la escalera, y vi dos pies que se trasladaban lentamente de peldaño a peldaño. I looked at the ladder, and saw two feet moving slowly from rung to rung. La luz de una linterna me deslumbró; pero en el foco de la repentina claridad distinguí una cara amarilla. The light of a flashlight dazzled me; but in the focus of the sudden clarity I made out a yellow face. Era la de Juan de Dios; era Juan de Dios en persona.

Cuando me vio, su espanto fue tan grande, que la linterna con que se alumbraba estuvo a punto de caer de sus manos. When he saw me, his horror was so great that the lantern with which he shone almost fell from his hands. Temblando y mudo, me miraba como se mira una aparición diabólica o imagen evocada por la brujería.

Figuraos la impresión del que entra en un sepulcro no creyendo, como es natural, encontrar nada vivo, y encuentra un hombre que se mueve y no parece pertenecer al mundo de los muertos.