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El 19 de Marzo y el 2 de Mayo by Benito Pérez Galdós, XX

XX

Transcurrieron muchos días desde aquel, famoso por la entrada de nuestro soberano, sin que se alterara con ningún accidente la uniformidad de la casa de los Requejos.

Largo tiempo estuve sin poder hablar con Inés, aunque vivíamos tan cerca el uno del otro; pero el encierro en que la guardaba Restituta era cada vezmás inaccesible, y la vigilancia llegó a ser un acecho implacable. D. Mauro estaba furioso algunas veces, otras triste, y sin duda en su rudeza no dejaba de comprender que era incapaz de hacerse amar por Inés. Su cólera no podía menos de derivarse de la conciencia de su brutalidad. Si no hubiera mediado el ambicioso interés, que era su alma, quizás D. Mauro habría sido naturalmente afable y hasta cariñoso con la que pasaba por su sobrina; pero la falta de educación, de delicadeza, de modales y de sentido común le perdía, haciéndole no sólo aborrecible sino espantoso a los ojos de la misma a quien deseaba interesar.

Las dificultades para sacar a Inés del poder de los Requejos aumentaban de día en día con la suspicaz vigilancia de Restituta; pero esto no me desanimaba, y firme en mi honrado propósito, procuré por todos los medios posibles conquistar la benevolencia de los dos hermanos, fingiendo en mí gustos e inclinaciones iguales a las suyas. Yo aspiraba a una empresa más difícil que las doce de Hércules; aspiraba a conquistar el inexpugnable castillo de su confianza, donde jamás entrara persona alguna.

Para llegar a este fin, principié fingiéndome mezquino y avaro, cual si me consumiera, como a ellos la mísera pasión del ahorro en su último delirio. Un día después de haber barrido los pasillos y cuartos, me ocupaba en reunir el polvo y la tierra, recogiendoy guardando aquellos ingredientes en un gran cucurucho. Como esta operación la hacía yo de modo que doña Restituta me observase, preguntome un día cuál era mi objeto, y le contesté:

-Pues qué, señora, ¿se ha de desperdiciar esta sustancia alimenticia?

-¿Cómo? ¿El polvo y la basura de los ladrillos, con las telarañas de los techos y el lodo de los zapatos forman una sustancia alimenticia?

-Ya lo creo; y me asombra que Vd. no sepa que hay en Madrid un jardinero francés que compra todo esto para criar unas endemoniadas yerbas farmacéuticas, que han inventado ahora.

-¿Qué me dices, Gabriel? Pues yo no sabía nada.

-Pues cuando yo estaba en la casa del señor duque de Torregorda, la señora duquesa vendía esto todas las semanas, y por un paquete así, le daban sus cuatro cuartos como cuatro soles.

Ella se regocijaba tanto con esto, que cuando yo, después de arrojar a un muladar el paquete, volvía entregándole los cuatro cuartos de mi fingida venta, me decía:

-Eres un chico de disposición, Gabriel: no he conocido otro como tú.

También fingía vender los cráneos de carnero que allí se consumían con frecuencia, los huesos de toda clase de frutas, los pedazos de papel, los cascos de vidrio, y hasta los pezones de los higos pasados, diciéndoleque un boticario los compraba para hacer cierta droga venenosa. Cuando llegó el 20 de Abril, y me dieron los diez reales de mi salario, dije a doña Restituta:

-Señora, ¿para qué quiero yo todo ese dineral? Puesto que tengo todas mis necesidades satisfechas y no me falta nada, guárdemelo, y si algún día salgo de esta bendita casa (lo que ojalá no suceda nunca), me lo entregará junto. Guardadito quiero que esté como oro en paño, y primero me dejaré cortar las orejas que consentir en el gasto de un maravedí.

-¡Ay, Gabriel! -me contestó rebosando satisfacción-, no he visto nunca un chico como tú. Bien es verdad que no en vano se pisa esta casa, donde reinan el orden y la economía. Eres un rapaz de provecho; si sigues trabajando, a vuelta de diez años tendrás reunidos sesenta duros, y si siempre persistes en tan buenas ideas, llegarás al fin de tu vida... (pongamos que vives sesenta años más...) con un capital de 360 duros que tendrás guardaditos y los enterrarás antes de morirte, para que ningún heredero holgazán se divierta con tu dinero.

Con estas y otras artimañas me hacía querer de mis amos, hasta el punto de que confiaban mucho en mí; pero a pesar de todo no logré nunca adquirir la confianza suprema, que consistía para mí en ser encargado de la custodia de Inés, mientras ellos estabanfuera. ¡Ay!, cuando alguna vez permitían los hados que doña Restituta se ahuyentara del hogar doméstico, siempre era depositario de todas las llaves, el impasible, el mecánico, el glacial mancebo.

Pero he hablado poco de este personaje, cuando en realidad debiera ocuparnos mucho, y urge dar de él completa idea. Juan de Dios era sin género de duda un excéntrico, pues también en aquella época había excéntricos. Un hombre que no habla, que ignora lo que es risa, que no da un paso más de los necesarios para trasladarse al punto donde están la pieza de tela que ha de vender, la vara con que la ha de medir, y la hortera en que ha de guardar el dinero; un hombre que en todas las ocasiones de la vida parece una máquina cubierta con la humana piel para remedar mejor nuestra libre, móvil e impresionable naturaleza, ha de llevar dentro de sí algo ignorado y excepcional. Sin embargo, al poco tiempo de conocer yo a Juan de Dios, ocurrió algún percance en el misterioso engranaje de las piezas de aquel mueble animado.

Por aquellos días D. Mauro y doña Restituta habíanse comunicado con asombro su extrañeza por las frecuentes distracciones de Juan de Dios. Juan de Dios que en veinte años no se equivocara nunca midiendo o contando, contaba y medía como un mancebillo recién venido de la Alcarria. Aún había algo más alarmante. Juan de Dios se paseaba por latienda sin hacer nada, lo cual era tan extraordinario como el choque de un planeta con otro; Juan de Dios preguntaba al parroquiano si quería poplín , cotepalis, organdís, madapolanes o muselinetas , y en vez de traer lo pedido, daba media vuelta, rascándose la cabeza, iba a la trastienda, y salía después a preguntar de nuevo, porque se le había olvidado. Al mismo tiempo Juan de Dios estaba más amarillo y más flaco, lo cual parecía imposible al que en sus buenos tiempos le hubiese conocido, y su mirada, siempre mortecina y tristona como la llama de un candil que se apaga, indicaba últimamente una resignación, un dolor que no son susceptibles de descripción ni pintura.

Un día salieron los amos, encargándole como de costumbre, la custodia de la casa. Inés, encerrada en su aposento, habló conmigo como Tisbe al través del muro, y en mi desesperación, no pudiendo ni verla, ni sacarla de allí, discurrí que convenía explorar el corazón del mancebo, por si era posible ablandarle, para que protegiera nuestra fuga. Bajé a la tienda, y después que hablamos un poco de cosas indiferentes, dije a Juan de Dios:

-¿No es un dolor, Sr. D. Juan, que esa muchacha se muera de tristeza en ese cuartucho? ¿Por qué no la dejan suelta por la casa? ¿Acaso es alguna fiera?

Advertí en el semblante del mancebo, un como estremecimiento o vislumbre, después pareció que lapoca sangre de su cuerpo se le agolpaba en la frente, y me habló así:

-Gabriel, tienes razón. ¿Por qué la encierran así siendo tan buena y tan humilde?... Ya estará libre... -dijo Juan de Dios, como hablando consigo mismo.

Estas palabras despertaron mucho mi curiosidad, y resolví hacerle hablar sobre el asunto, fingiendo poco interés por la muchacha.

-Verdad es -dije- que como está tan mal criada...

-¡Mal criada! -exclamó el dependiente con viveza-. Tú sí que eres un mal criado y un bruto. Cuando la veo tan dulce, tan modesta, tan guapa, me da lástima que... Aquí la tratan de un modo que da compasión...

-Pero los amos son muy buenos con ella; la han comprado un vestido, y D. Mauro quiere que sea su mujer.

Al oírlo Juan de Dios, se inmutó de tal modo, que le tuve miedo.

-¡Casarse con ella! -exclamó-. No, no; eso no puede ser.

-Bien es verdad, que si la muchacha no quiere, ¿por qué han de obligarla?

-Es verdad. No; no la obligarán.

Comprendí que convenía variar de táctica, demostrando mucho interés por la prisionera.

-Pues si ella no quiere -dije- será una obra de caridad sacarla de aquí.

-¿Tú crees lo mismo? -me preguntó con ansiedad.

-Sí. Me da tanta lástima de la pobrecita, que si en mí consistiera, ya le hubiera abierto las puertas para que volara como un pajarito.

-Gabriel -me dijo Juan de Dios solemnemente, poniendo su mano sobre mi brazo-, si tú fueras un chico prudente y discreto, yo te confiaría un proyectillo...

No había más remedio que fingir gran indignación contra los Requejos, y así lo hice, diciendo:

-¡Pues no he de serlo! A mí puede Vd. confiarme lo que quiera, sobre todo si se refiere a esa niña, porque la tengo compasión, y si mi amo se empeña en maltratarla, no lo podré aguantar, y el mejor día...

-Nuestros patronos son muy crueles -dijo él con la gravedad de quien revela importante secreto.

-¿Qué dice Vd., crueles? Bárbaros y tacaños, que serían capaces de vender a Cristo por dos cuartos.

El semblante de Juan de Dios expresó cierto entusiasmo. Después de vacilar un momento entre la seriedad y una sonrisa, se apretó el corazón con ambas manos, y me dijo:

-Gabriel, yo estoy enamorado, yo estoy loco.

-¿De quién? ¿Por quién?

-No me lo preguntes, y adivínalo. A ti solo te lo digo: quiero que me ayudes. Veo que tienes buenossentimientos, y que aborreces a los carceleros de Inés. Pero tú no te has fijado bien en ella. ¿No te admira su resignación, no te admira su modestia? Y sobre todo, Gabriel, ¿has visto alguna vez mujer más linda? Dime, ¿te ha mirado alguna vez y no te has vuelto loco?

Juan de Dios lo parecía al decir estas palabras.

-Inés es una gran personita -respondí-. Hace usted bien en quererla, y mucho mejor en sacarla de aquí. ¿Pero no dicen que se casa Vd. con doña Restituta?

-¿Yo?, estás loco... Antes de ahora he sido tan estúpido que llegué a creerme capaz de semejante desgracia. Pero ahora... ¿Has conocido mujer más repugnante que esa?

-No, no hay otra que la iguale en toda la tierra. Pero hablemos de Inés, que es lo que a Vd. le interesa.

-Sí, hablemos. ¡Ay! No sabes qué desahogo siento al confiarte este secreto. Yo necesitaba decírselo a alguien para no desesperarme. Desde que Inés entró en esta casa, yo experimenté una sensación desconocida. Yo había dicho muchas veces: «tanto como oigo hablar del amor, y yo no sé lo que es...». Pero ya sé lo que es... ¡Ay!, he pasado toda mi vida trabajando como una bestia. Hace veinte años tuve algo con una mujer que vivía en mi casa; pero aquello no pasó de tres días. Yo nací en Francia de padresespañoles, me crié en un convento y cuando salí de él a los veinte años, estaba muy persuadido de que las mujeres todas eran el demonio, pues así me lo decían los padres del convento de Guetaria. Así es que cuando pasaba alguna cerca de mí, yo bajaba los ojos, cuidando de no mirarla. Siempre he sido melancólico y... no sé por qué me han disgustado las mujeres... Nunca voy a bailes ni a tertulias, y con tan uniforme vida me he vuelto tan tristón que me aburro de mí mismo. Los domingos echo un paseo allá por los Melancólicos, y esto un año y otro, hasta que ahora... te contaré punto por punto. Cuando llegó Inés aquí, me pareció que no era como las mujeres que yo he visto siempre; quedeme asombrado contemplándola, y hasta se me figuró que la había visto en alguna parte; ¿dónde?, ¡qué sé yo!, sin duda dentro de mí mismo. Todo aquel día pensé en ella, y al día siguiente, que era domingo, me fui después de oír misa, a mi paseo de los Melancólicos. Allí di mil vueltas figurándome que hablaba con ella, y fueron tantas las cosas que le dije, que de seguro no cabrían en este libro grande. Pasó algún tiempo: Inés no me había mirado nunca, hasta que una noche... estábamos comiendo, yo fui a coger un plato, y como me temblaba la mano, le dejé caer al suelo y se rompió. Restituta se puso a dar gritos, y D. Mauro me dijo no sé qué barbaridades. Entonces Inés alzó los ojos y me miró.

Cuando esto decía, Juan de Dios mostraba la incomparable satisfacción del amante que ha recibido favor muy lisonjero de su dama.

-Pues ánimo -le dije-: la muchacha es linda y buena. Sáquela Vd. de aquí.

-¡Que si la saco! ¿Pues no la he de sacar? -exclamó con decisión-. Resuelto estoy a ello. Pero necesito hablarla, Gabriel; necesito decirle lo que siento por ella. ¿Me corresponderá, crees tú que me corresponderá?

-Pero tonto, si quiere Vd. hablarla, ¿qué más tiene que ir a su cuarto y entrar? ¿Los amos no le dejan las llaves?

-Varias veces he intentado hablar con ella; he subido la escalera, he llegado junto a la puerta y al fin me he vuelto sin valor para decirle: «Inés, ¿oye usted una palabra?».

-Pues de esa manera no consigue usted nada -le contesté-. ¡Ah! Vea Vd. lo que me ocurre en este instante. Yo me pinto solo para esas comisiones. Me da Vd. la llave, abro, entro y le digo que Vd. la quiere y discurre el modo de sacarla de aquí. ¿Qué le parece mi invención?

-Te equivocas si crees que tengo la llave de su cuarto. Todas me las dejan menos esa.

-Entonces todo está perdido.

-No, porque voy a que un cerrajero me haga una por un modelo de cera, enteramente igual. Por depronto, ya que te ofreces a servirme, mira lo que he pensado. Aquí tengo un ramito de violetas que he comprado esta mañana. Se lo llevas, arrojándolo dentro por el tragaluz que está sobre la puerta, y le dices: «esto le manda a Vd. una persona que la ama», pero sin mentarle quién es. Luego, otro día que los amos salgan, le llevas una carta que estoy escribiendo en mi casa, y que tiene ya ocho pliegos de papel, con una letra como el sol. ¿Lo harás así?

-Todo lo que Vd. me mande.

-¡Ay, Gabriel! Desde que ella está en esta casa, me he vuelto todo del revés. Pero di: ¿crees tú que Inés me querrá; lo crees tú? ¡Ay!, yo de veras te digo que por verme amado de ella por todo el día de hoy, consentiría mañana en perder la vida. Te juro que si supiera de cierto que no me puede querer, moriría. Si Inés me ama, seré tan feliz que... no sé lo que me pasará. Y tiene que ser, tiene que amarme; yo me la llevaré a una parte del mundo donde no haya gente, y allí, solitos los dos, ¿no es verdad que tendrá que quererme? Estoy ahora averiguando por qué camino se va a una de esas islas desiertas, que según dicen, hay no sé dónde... La sacaré de aquí, Gabriel; nos iremos ella y yo, si quiere bien, y si no también. Cuando llegue el caso, me creo capaz de todo; de matar al que quiera impedírmelo, de vencer cuantas dificultades se me opongan, de echarme a cuestas toda la tierra y beberme todo elmar, si es preciso para mi fin... Gabriel, ¿llevarás a Inés el ramo de violetas? Yo tengo miedo de ir... Cuando le hable una vez se me quitará esta turbación... ¿No es verdad?... ¿Crees tú que ella me amará?

La pasión de Juan de Dios tenía cierta ferocidad. Junto con la timidez más ingenua, el corazón de aquel hombre abrigaba una determinación impetuosa y una energía suficiente para llevar adelante el más difícil propósito. El secreto confiado causome tanto asombro como miedo, porque si bien el amor del mancebo podía ser un gran auxilio para la evasión de Inés, también podía ser obstáculo. Pensando en esto me separé de él, para llevar las violetas, sacadas de un cajón donde guardaba sus plumas: subí y púsome al habla con mi desgraciada amiga.

-Inés -le dije, arrojando el ramillete por el tragaluz- toma esas flores que he comprado para ti.

-Gracias -me contestó.

-Niñita mía -continué-, mételas en tu seno, para que la bruja de tu tía no las descubra. ¿Las has guardado ya?

-En eso estoy -repuso la dulce voz dentro del cuarto-. Vaya, ya están.

-Mira Inesilla, pon la mano sobre tu corazón y júrame que no has de querer a nadie, a nadie más que a mí; ni a D. Mauro, ni a Juan de... quiero decir... a nadie.

-¿Qué estás ahí hablando?

-Júramelo. Pronto estarás libre, paloma. Pero cuando seas señora, rica y condesa, y tengas palacio y lacayos y tierras, ¿me olvidarás? ¿Despreciarás al pobre Gabriel? Júrame que no me despreciarás.

La prisionera rió en su cárcel.

-Vaya, adiós. Ponte frente al agujero de la llave para verte; ¡qué guapa estás! Adiós; me parece que ahí están tus simpáticos tíos. Sí: ya siento la voz del buitre de D. Mauro. Adiós.


XX

Transcurrieron muchos días desde aquel, famoso por la entrada de nuestro soberano, sin que se alterara con ningún accidente la uniformidad de la casa de los Requejos. Many days passed since that, famous for the entrance of our sovereign, without the uniformity of the House of the Requejos being altered by any accident.

Largo tiempo estuve sin poder hablar con Inés, aunque vivíamos tan cerca el uno del otro; pero el encierro en que la guardaba Restituta era cada vezmás inaccesible, y la vigilancia llegó a ser un acecho implacable. For a long time I was unable to speak to Ines, although we lived so close to each other; but the confinement in which Restituta kept her was increasingly inaccessible, and the vigilance became a relentless stalking. D. Mauro estaba furioso algunas veces, otras triste, y sin duda en su rudeza no dejaba de comprender que era incapaz de hacerse amar por Inés. Don Mauro was furious sometimes, sometimes sad, and without a doubt in his rudeness he did not stop understanding that he was incapable of being loved by Inés. Su cólera no podía menos de derivarse de la conciencia de su brutalidad. His anger could not but stem from the awareness of his brutality. Si no hubiera mediado el ambicioso interés, que era su alma, quizás D. Mauro habría sido naturalmente afable y hasta cariñoso con la que pasaba por su sobrina; pero la falta de educación, de delicadeza, de modales y de sentido común le perdía, haciéndole no sólo aborrecible sino espantoso a los ojos de la misma a quien deseaba interesar. If the ambitious interest, which was his soul, had not mediated, perhaps Don Mauro would have been naturally affable and even affectionate with the one he passed for his niece; but the lack of education, delicacy, manners and common sense lost him, making him not only abhorrent but hideous in the eyes of the same to whom he wanted to interest.

Las dificultades para sacar a Inés del poder de los Requejos aumentaban de día en día con la suspicaz vigilancia de Restituta; pero esto no me desanimaba, y firme en mi honrado propósito, procuré por todos los medios posibles conquistar la benevolencia de los dos hermanos, fingiendo en mí gustos e inclinaciones iguales a las suyas. The difficulties in removing Inés from the power of the Requejos increased day by day with Restituta's suspicious vigilance; but this did not discourage me, and firm in my honest intention, I tried by all possible means to win the benevolence of the two brothers, pretending in myself tastes and inclinations equal to theirs. Yo aspiraba a una empresa más difícil que las doce de Hércules; aspiraba a conquistar el inexpugnable castillo de su confianza, donde jamás entrara persona alguna. I aspired to a more difficult undertaking than the twelve of Hercules; he aspired to conquer the impregnable castle of his trust, where no one would ever enter.

Para llegar a este fin, principié fingiéndome mezquino y avaro, cual si me consumiera, como a ellos la mísera pasión del ahorro en su último delirio. To reach this end, I began by pretending to be mean and greedy, as if it were consuming me, like them the miserable passion of saving in their last delirium. Un día después de haber barrido los pasillos y cuartos, me ocupaba en reunir el polvo y la tierra, recogiendoy guardando aquellos ingredientes en un gran cucurucho. One day after I had swept the corridors and rooms, I was busy gathering the dust and dirt, collecting and storing those ingredients in a large cone. Como esta operación la hacía yo de modo que doña Restituta me observase, preguntome un día cuál era mi objeto, y le contesté: As I did this operation so that Dona Restituta observed me, she asked me one day what my purpose was, and I replied:

-Pues qué, señora, ¿se ha de desperdiciar esta sustancia alimenticia? "Well what, ma'am, is this food substance to be wasted?"

-¿Cómo? ¿El polvo y la basura de los ladrillos, con las telarañas de los techos y el lodo de los zapatos forman una sustancia alimenticia?

-Ya lo creo; y me asombra que Vd. -I think so; and it amazes me that you no sepa que hay en Madrid un jardinero francés que compra todo esto para criar unas endemoniadas yerbas farmacéuticas, que han inventado ahora. do not know that there is a French gardener in Madrid who buys all this to raise some demonic pharmaceutical herbs, which they have now invented.

-¿Qué me dices, Gabriel? Pues yo no sabía nada. Well, I didn't know anything.

-Pues cuando yo estaba en la casa del señor duque de Torregorda, la señora duquesa vendía esto todas las semanas, y por un paquete así, le daban sus cuatro cuartos como cuatro soles. -Well, when I was in the house of the Duke of Torregorda, the Duchess sold this every week, and for a package like that, they gave her four rooms like four soles.

Ella se regocijaba tanto con esto, que cuando yo, después de arrojar a un muladar el paquete, volvía entregándole los cuatro cuartos de mi fingida venta, me decía: She rejoiced so much with this that when I, after throwing the package into a garbage dump, returned giving her the four quarters of my fake sale, she said to me:

-Eres un chico de disposición, Gabriel: no he conocido otro como tú. -You are a boy of disposition, Gabriel: I have not met another like you.

También fingía vender los cráneos de carnero que allí se consumían con frecuencia, los huesos de toda clase de frutas, los pedazos de papel, los cascos de vidrio, y hasta los pezones de los higos pasados, diciéndoleque un boticario los compraba para hacer cierta droga venenosa. He also pretended to sell the ram skulls that were frequently consumed there, the bones of all kinds of fruits, the pieces of paper, the glass shells, and even the nipples of the stale figs, telling him that an apothecary bought them to make a certain drug. poisonous Cuando llegó el 20 de Abril, y me dieron los diez reales de mi salario, dije a doña Restituta: When April 20 arrived, and they gave me the ten reales of my salary, I said to Dona Restituta:

-Señora, ¿para qué quiero yo todo ese dineral? "Ma'am, what do I want all that fortune for?" Puesto que tengo todas mis necesidades satisfechas y no me falta nada, guárdemelo, y si algún día salgo de esta bendita casa (lo que ojalá no suceda nunca), me lo entregará junto. Since I have all my needs met and I lack nothing, save it for me, and if one day I leave this blessed house (which I hope never happens), you will deliver it to me together. Guardadito quiero que esté como oro en paño, y primero me dejaré cortar las orejas que consentir en el gasto de un maravedí. Guardadito I want it to be like gold in cloth, and first I will let myself cut my ears than to consent to the expense of a maravedí.

-¡Ay, Gabriel! -me contestó rebosando satisfacción-, no he visto nunca un chico como tú. Bien es verdad que no en vano se pisa esta casa, donde reinan el orden y la economía. It is true that this house is not in vain, where order and economy reign. Eres un rapaz de provecho; si sigues trabajando, a vuelta de diez años tendrás reunidos sesenta duros, y si siempre persistes en tan buenas ideas, llegarás al fin de tu vida... (pongamos que vives sesenta años más...) con un capital de 360 duros que tendrás guardaditos y los enterrarás antes de morirte, para que ningún heredero holgazán se divierta con tu dinero. You are a raptor of profit; If you keep working, at the turn of ten years you will have sixty dollars collected, and if you always persist in such good ideas, you will reach the end of your life ... (let's say you live sixty more years ...) with a capital of 360 dollars that you will have little guardaditos and you will bury them before you die, so that no lazy heir will have fun with your money.

Con estas y otras artimañas me hacía querer de mis amos, hasta el punto de que confiaban mucho en mí; pero a pesar de todo no logré nunca adquirir la confianza suprema, que consistía para mí en ser encargado de la custodia de Inés, mientras ellos estabanfuera. With these and other tricks he made me love my masters, to the point that they trusted me a lot; but in spite of everything I never managed to acquire the supreme confidence, which consisted for me in being in charge of the custody of Ines while they were away. ¡Ay!, cuando alguna vez permitían los hados que doña Restituta se ahuyentara del hogar doméstico, siempre era depositario de todas las llaves, el impasible, el mecánico, el glacial mancebo. Alas, when the fates once allowed Dona Restituta to run away from the domestic hearth, she was always the custodian of all the keys, the impassive, the mechanic, the icy young man.

Pero he hablado poco de este personaje, cuando en realidad debiera ocuparnos mucho, y urge dar de él completa idea. But I have said little about this character, when in fact it should occupy us a lot, and it is urgent to give a complete idea of him. Juan de Dios era sin género de duda un excéntrico, pues también en aquella época había excéntricos. Juan de Dios was undoubtedly an eccentric, for there were also eccentrics at that time. Un hombre que no habla, que ignora lo que es risa, que no da un paso más de los necesarios para trasladarse al punto donde están la pieza de tela que ha de vender, la vara con que la ha de medir, y la hortera en que ha de guardar el dinero; un hombre que en todas las ocasiones de la vida parece una máquina cubierta con la humana piel para remedar mejor nuestra libre, móvil e impresionable naturaleza, ha de llevar dentro de sí algo ignorado y excepcional. A man who does not speak, who does not know what laughter is, who does not take a step more than necessary to move to the point where the piece of cloth to be sold, the rod with which to measure it, and the tacky in who has to keep the money; a man who at all times in life seems like a machine covered with human skin to better mimic our free, mobile and impressionable nature, must carry within himself something unknown and exceptional. Sin embargo, al poco tiempo de conocer yo a Juan de Dios, ocurrió algún percance en el misterioso engranaje de las piezas de aquel mueble animado. However, shortly after I met Juan de Dios, some mishap occurred in the mysterious interlocking of the pieces of that animated piece of furniture.

Por aquellos días D. Mauro y doña Restituta habíanse comunicado con asombro su extrañeza por las frecuentes distracciones de Juan de Dios. In those days Don Mauro and Dona Restituta had communicated with astonishment their surprise at the frequent distractions of Juan de Dios. Juan de Dios que en veinte años no se equivocara nunca midiendo o contando, contaba y medía como un mancebillo recién venido de la Alcarria. Juan de Dios, who in twenty years would never make a mistake measuring or counting, counted and measured like a young man who had just come from Alcarria. Aún había algo más alarmante. There was still something more alarming. Juan de Dios se paseaba por latienda sin hacer nada, lo cual era tan extraordinario como el choque de un planeta con otro; Juan de Dios preguntaba al parroquiano si quería  poplín ,  cotepalis, organdís, madapolanes o  muselinetas , y en vez de traer lo pedido, daba media vuelta, rascándose la cabeza, iba a la trastienda, y salía después a preguntar de nuevo, porque se le había olvidado. Juan de Dios walked around the shop doing nothing, which was as extraordinary as the collision of one planet with another; Juan de Dios asked the patron if he wanted poplin, cotepalis, organdis, madapolanes or muselinetas, and instead of bringing what he asked for, he turned around, scratching his head, went to the back room, and then went out to ask again, why was he had forgotten. Al mismo tiempo Juan de Dios estaba más amarillo y más flaco, lo cual parecía imposible al que en sus buenos tiempos le hubiese conocido, y su mirada, siempre mortecina y tristona como la llama de un candil que se apaga, indicaba últimamente una resignación, un dolor que no son susceptibles de descripción ni pintura. At the same time, Juan de Dios was yellower and thinner, which seemed impossible to someone who would have known him in his good days, and his gaze, always dim and sad like the flame of a lamp that goes out, lately indicated a resignation, a pain that cannot be described or painted.

Un día salieron los amos, encargándole como de costumbre, la custodia de la casa. Inés, encerrada en su aposento, habló conmigo como Tisbe al través del muro, y en mi desesperación, no pudiendo ni verla, ni sacarla de allí, discurrí que convenía explorar el corazón del mancebo, por si era posible ablandarle, para que protegiera nuestra fuga. Ines, locked in her room, spoke to me like Thisbe through the wall, and in my despair, not being able to see her or get her out of there, I thought that it would be convenient to explore the boy's heart, in case it was possible to soften him, so that he would protect our leakage. Bajé a la tienda, y después que hablamos un poco de cosas indiferentes, dije a Juan de Dios:

-¿No es un dolor, Sr. -Isn't it a pain, Mr. D. Juan, que esa muchacha se muera de tristeza en ese cuartucho? Don Juan, that that girl dies of sadness in that little room? ¿Por qué no la dejan suelta por la casa? ¿Acaso es alguna fiera? Is it some beast?

Advertí en el semblante del mancebo, un como estremecimiento o vislumbre, después pareció que lapoca sangre de su cuerpo se le agolpaba en la frente, y me habló así: I noticed in the young man's face a tremor or glimpse, then it seemed that the little blood from his body was gathering on his forehead, and he spoke to me like this:

-Gabriel, tienes razón. ¿Por qué la encierran así siendo tan buena y tan humilde?... Ya estará libre... -dijo Juan de Dios, como hablando consigo mismo. He'll be free ... -said Juan de Dios, as if talking to himself.

Estas palabras despertaron mucho mi curiosidad, y resolví hacerle hablar sobre el asunto, fingiendo poco interés por la muchacha. These words greatly aroused my curiosity, and I resolved to make him speak about the matter, feigning little interest in the girl.

-Verdad es -dije- que como está tan mal criada... `` It is true, '' I said, `` that since she is so badly raised ...

-¡Mal criada! -exclamó el dependiente con viveza-. Tú sí que eres un mal criado y un bruto. Cuando la veo tan dulce, tan modesta, tan guapa, me da lástima que... Aquí la tratan de un modo que da compasión... When I see her so sweet, so modest, so pretty, I feel sorry that ... Here she is treated in a compassionate way ...

-Pero los amos son muy buenos con ella; la han comprado un vestido, y D. Mauro quiere que sea su mujer.

Al oírlo Juan de Dios, se inmutó de tal modo, que le tuve miedo. When Juan de Dios heard it, he was so moved that I was afraid of him.

-¡Casarse con ella! -exclamó-. No, no; eso no puede ser.

-Bien es verdad, que si la muchacha no quiere, ¿por qué han de obligarla? -It is well true, that if the girl does not want to, why should they force her?

-Es verdad. No; no la obligarán. Not; they will not force it.

Comprendí que convenía variar de táctica, demostrando mucho interés por la prisionera. I understood that it was convenient to vary the tactic, showing great interest in the prisoner.

-Pues si ella no quiere -dije- será una obra de caridad sacarla de aquí.

-¿Tú crees lo mismo? -Do you think the same? -me preguntó con ansiedad.

-Sí. Me da tanta lástima de la pobrecita, que si en mí consistiera, ya le hubiera abierto las puertas para que volara como un pajarito. I feel so sorry for the poor thing, that if it consisted of me, I would have already opened the doors for her to fly like a little bird.

-Gabriel -me dijo Juan de Dios solemnemente, poniendo su mano sobre mi brazo-, si tú fueras un chico prudente y discreto, yo te confiaría un proyectillo... "Gabriel," Juan de Dios told me solemnly, putting his hand on my arm, "if you were a prudent and discreet boy, I would entrust you with a projectile ...

No había más remedio que fingir gran indignación contra los Requejos, y así lo hice, diciendo: There was no choice but to feign great indignation against the Requejos, and I did so, saying:

-¡Pues no he de serlo! "Well, I don't have to be!" A mí puede Vd. confiarme lo que quiera, sobre todo si se refiere a esa niña, porque la tengo compasión, y si mi amo se empeña en maltratarla, no lo podré aguantar, y el mejor día... entrust me with whatever you want, especially if it refers to that girl, because I have compassion for her, and if my master insists on mistreating her, I will not be able to bear it, and the best day ...

-Nuestros patronos son muy crueles -dijo él con la gravedad de quien revela importante secreto. "Our employers are very cruel," he said with the gravity of one who reveals an important secret.

-¿Qué dice Vd., crueles? Bárbaros y tacaños, que serían capaces de vender a Cristo por dos cuartos.

El semblante de Juan de Dios expresó cierto entusiasmo. Después de vacilar un momento entre la seriedad y una sonrisa, se apretó el corazón con ambas manos, y me dijo: After hesitating for a moment between seriousness and a smile, he clasped his heart with both hands, and said:

-Gabriel, yo estoy enamorado, yo estoy loco. -Gabriel, I'm in love, I'm crazy.

-¿De quién? ¿Por quién?

-No me lo preguntes, y adivínalo. A ti solo te lo digo: quiero que me ayudes. I'm just telling you: I want you to help me. Veo que tienes buenossentimientos, y que aborreces a los carceleros de Inés. Pero tú no te has fijado bien en ella. But you haven't taken a good look at her. ¿No te admira su resignación, no te admira su modestia? Don't you admire his resignation, don't you admire his modesty? Y sobre todo, Gabriel, ¿has visto alguna vez mujer más linda? Dime, ¿te ha mirado alguna vez y no te has vuelto loco? Tell me, has he ever looked at you and haven't you gone crazy?

Juan de Dios lo parecía al decir estas palabras. Juan de Dios seemed so when he said these words.

-Inés es una gran personita -respondí-. Hace usted bien en quererla, y mucho mejor en sacarla de aquí. You are right to love her, and much better to get her out of here. ¿Pero no dicen que se casa Vd. But don't they say you're getting married? con doña Restituta?

-¿Yo?, estás loco... Antes de ahora he sido tan estúpido que llegué a creerme capaz de semejante desgracia. -You? Are you crazy ... Before now I have been so stupid that I came to believe myself capable of such a misfortune. Pero ahora... ¿Has conocido mujer más repugnante que esa? But now ... Have you ever met a woman more disgusting than that?

-No, no hay otra que la iguale en toda la tierra. Pero hablemos de Inés, que es lo que a Vd. But let's talk about Inés, which is what to you. le interesa.

-Sí, hablemos. ¡Ay! No sabes qué desahogo siento al confiarte este secreto. You do not know what relief I feel when I confide this secret to you. Yo necesitaba decírselo a alguien para no desesperarme. I needed to tell someone so I wouldn't despair. Desde que Inés entró en esta casa, yo experimenté una sensación desconocida. Yo había dicho muchas veces: «tanto como oigo hablar del amor, y yo no sé lo que es...». I had said many times: "as much as I hear about love, and I don't know what it is ...". Pero ya sé lo que es... ¡Ay!, he pasado toda mi vida trabajando como una bestia. Hace veinte años tuve algo con una mujer que vivía en mi casa; pero aquello no pasó de tres días. Twenty years ago I had a thing with a woman who lived in my house; but that did not last three days. Yo nací en Francia de padresespañoles, me crié en un convento y cuando salí de él a los veinte años, estaba muy persuadido de que las mujeres todas eran el demonio, pues así me lo decían los padres del convento de Guetaria. Así es que cuando pasaba alguna cerca de mí, yo bajaba los ojos, cuidando de no mirarla. Siempre he sido melancólico y... no sé por qué me han disgustado las mujeres... Nunca voy a bailes ni a tertulias, y con tan uniforme vida me he vuelto tan tristón que me aburro de mí mismo. I have always been melancholic and ... I don't know why I have disliked women ... I never go to dances or gatherings, and with such a uniform life I have become so sad that I get bored with myself. Los domingos echo un paseo allá por los Melancólicos, y esto un año y otro, hasta que ahora... te contaré punto por punto. On Sundays I take a walk there in the Melancólicos, and this one year and another, until now ... I'll tell you point by point. Cuando llegó Inés aquí, me pareció que no era como las mujeres que yo he visto siempre; quedeme asombrado contemplándola, y hasta se me figuró que la había visto en alguna parte; ¿dónde?, ¡qué sé yo!, sin duda dentro de mí mismo. When Inés arrived here, it seemed to me that she was not like the women I have always seen; I was astonished contemplating it, and I even imagined that I had seen it somewhere; Where ?, what do I know ?, no doubt within myself. Todo aquel día pensé en ella, y al día siguiente, que era domingo, me fui después de oír misa, a mi paseo de los Melancólicos. Allí di mil vueltas figurándome que hablaba con ella, y fueron tantas las cosas que le dije, que de seguro no cabrían en este libro grande. I went around there a thousand times, imagining that I was talking to her, and there were so many things I told her that surely they would not fit in this big book. Pasó algún tiempo: Inés no me había mirado nunca, hasta que una noche... estábamos comiendo, yo fui a coger un plato, y como me temblaba la mano, le dejé caer al suelo y se rompió. Some time passed: Ines had never looked at me, until one night ... we were eating, I went to get a plate, and as my hand was shaking, I let it fall to the ground and it broke. Restituta se puso a dar gritos, y D. Mauro me dijo no sé qué barbaridades. Restituta started screaming, and Don Mauro told me I don't know what atrocities. Entonces Inés alzó los ojos y me miró.

Cuando esto decía, Juan de Dios mostraba la incomparable satisfacción del amante que ha recibido favor muy lisonjero de su dama.

-Pues ánimo -le dije-: la muchacha es linda y buena. "Well, cheer up," I said, "the girl is pretty and good." Sáquela Vd. Take it out. de aquí.

-¡Que si la saco! -What if I take it out! ¿Pues no la he de sacar? Well, shouldn't I take it out? -exclamó con decisión-. Resuelto estoy a ello. I am resolved to it. Pero necesito hablarla, Gabriel; necesito decirle lo que siento por ella. But I need to speak it, Gabriel; I need to tell her how I feel about her. ¿Me corresponderá, crees tú que me corresponderá? Will it correspond to me, do you think it will correspond to me?

-Pero tonto, si quiere Vd. -But silly, if you want. hablarla, ¿qué más tiene que ir a su cuarto y entrar? talk to her, what else does she have to go to her room and enter? ¿Los amos no le dejan las llaves?

-Varias veces he intentado hablar con ella; he subido la escalera, he llegado junto a la puerta y al fin me he vuelto sin valor para decirle: «Inés, ¿oye usted una palabra?». - Several times I have tried to speak with her; I have gone up the stairs, I have reached the door and at last I have become without the courage to say to her: "Inés, do you hear a word?"

-Pues de esa manera no consigue usted nada -le contesté-. "Well, that way you don't get anything," I replied. ¡Ah! Vea Vd. lo que me ocurre en este instante. what happens to me at this moment. Yo me pinto solo para esas comisiones. I paint myself only for those commissions. Me da Vd. You give me. la llave, abro, entro y le digo que Vd. the key, I open, enter and tell him that you. la quiere y discurre el modo de sacarla de aquí. he loves her and he thinks of a way to get her out of here. ¿Qué le parece mi invención?

-Te equivocas si crees que tengo la llave de su cuarto. Todas me las dejan menos esa. They all leave me except that one.

-Entonces todo está perdido.

-No, porque voy a que un cerrajero me haga una por un modelo de cera, enteramente igual. -No, because I'm going to have a locksmith make me one for a wax model, entirely the same. Por depronto, ya que te ofreces a servirme, mira lo que he pensado. Of course, since you offer to serve me, look what I have thought. Aquí tengo un ramito de violetas que he comprado esta mañana. Here I have a bunch of violets that I bought this morning. Se lo llevas, arrojándolo dentro por el tragaluz que está sobre la puerta, y le dices: «esto le manda a Vd. You take it to him, throwing it inside through the skylight that is over the door, and you say to him: «this sends you. una persona que la ama», pero sin mentarle quién es. Luego, otro día que los amos salgan, le llevas una carta que estoy escribiendo en mi casa, y que tiene ya ocho pliegos de papel, con una letra como el sol. Then, another day that the masters go out, you bring him a letter that I am writing at home, and it already has eight sheets of paper, with a letter like the sun. ¿Lo harás así?

-Todo lo que Vd. me mande.

-¡Ay, Gabriel! Desde que ella está en esta casa, me he vuelto todo del revés. Since she's in this house, I've turned everything upside down. Pero di: ¿crees tú que Inés me querrá; lo crees tú? ¡Ay!, yo de veras te digo que por verme amado de ella por todo el día de hoy, consentiría mañana en perder la vida. Oh, I really tell you that to see myself loved by her for the whole day today, tomorrow I would consent to lose my life. Te juro que si supiera de cierto que no me puede querer, moriría. I swear to you that if I knew for sure that he could not love me, I would die. Si Inés me ama, seré tan feliz que... no sé lo que me pasará. Y tiene que ser, tiene que amarme; yo me la llevaré a una parte del mundo donde no haya gente, y allí, solitos los dos, ¿no es verdad que tendrá que quererme? And it has to be, it has to love me; I'll take her to a part of the world where there are no people, and there, just the two of us, isn't it true that she will have to love me? Estoy ahora averiguando por qué camino se va a una de esas islas desiertas, que según dicen, hay no sé dónde... La sacaré de aquí, Gabriel; nos iremos ella y yo, si quiere bien, y si no también. I am now finding out which way to go to one of those desert islands, which, according to what they say, there is I don't know where ... I'll get you out of here, Gabriel; She and I will go, if you want well, and if not, too. Cuando llegue el caso, me creo capaz de todo; de matar al que quiera impedírmelo, de vencer cuantas dificultades se me opongan, de echarme a cuestas toda la tierra y beberme todo elmar, si es preciso para mi fin... Gabriel, ¿llevarás a Inés el ramo de violetas? When the case comes, I think I am capable of anything; to kill anyone who wants to prevent me, to overcome any difficulties that oppose me, to throw the whole earth on my back and drink all the sea, if necessary for my purpose ... Gabriel, will you take the bunch of violets to Ines? Yo tengo miedo de ir... Cuando le hable una vez se me quitará esta turbación... ¿No es verdad?... I'm afraid to go ... When I talk to you once, this embarrassment will go away ... Isn't that true? ... ¿Crees tú que ella me amará?

La pasión de Juan de Dios tenía cierta ferocidad. Junto con la timidez más ingenua, el corazón de aquel hombre abrigaba una determinación impetuosa y una energía suficiente para llevar adelante el más difícil propósito. Along with the most naive shyness, the heart of this man harbored an impetuous determination and enough energy to carry out the most difficult purpose. El secreto confiado causome tanto asombro como miedo, porque si bien el amor del mancebo podía ser un gran auxilio para la evasión de Inés, también podía ser obstáculo. The confided secret caused me both astonishment and fear, because although the boy's love could be a great help for Ines's escape, it could also be an obstacle. Pensando en esto me separé de él, para llevar las violetas, sacadas de un cajón donde guardaba sus plumas: subí y púsome al habla con mi desgraciada amiga. Thinking about this, I parted with him to carry the violets, taken from a drawer where he kept his pens: I went upstairs and got in touch with my unfortunate friend.

-Inés -le dije, arrojando el ramillete por el tragaluz- toma esas flores que he comprado para ti.

-Gracias -me contestó.

-Niñita mía -continué-, mételas en tu seno, para que la bruja de tu tía no las descubra. ¿Las has guardado ya? Have you already saved them?

-En eso estoy -repuso la dulce voz dentro del cuarto-. "There I am," replied the sweet voice inside the room. Vaya, ya están. Wow, they are.

-Mira Inesilla, pon la mano sobre tu corazón y júrame que no has de querer a nadie, a nadie más que a mí; ni a D. Mauro, ni a Juan de... quiero decir... a nadie.

-¿Qué estás ahí hablando?

-Júramelo. Pronto estarás libre, paloma. You'll be free soon, dove. Pero cuando seas señora, rica y condesa, y tengas palacio y lacayos y tierras, ¿me olvidarás? ¿Despreciarás al pobre Gabriel? Júrame que no me despreciarás.

La prisionera rió en su cárcel. The prisoner laughed in her jail.

-Vaya, adiós. Ponte frente al agujero de la llave para verte; ¡qué guapa estás! Stand in front of the key hole to see you; You are beautiful! Adiós; me parece que ahí están tus simpáticos tíos. Goodbye; It seems to me that there are your nice uncles. Sí: ya siento la voz del buitre de D. Mauro. Adiós.