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El 19 de Marzo y el 2 de Mayo by Benito Pérez Galdós, X

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Cuando revolvía uno de los armarios, aparecieron varias cruces; pero algunos de los presentes, ni aun me permitieron tocarlas, y pusiéronlas todas en una bandeja de plata, para entregarlas, según decían, al Rey en persona. Lo más singular de la determinaciónde aquellos cortesanos tiznados con el hollín de la demagogia, era que disputaban sobre quién debía llevarlas, pues ninguno quería ceder a los demás semejante honor. Uno de ellos venció al fin; y no quisiera equivocarme, pero me pareció reconocer al señor de Mañara.

Con el crecer de la llama parecía que cobraban nuevos bríos los quemadores, si bien puede atribuirse este fenómeno a que algunos zaques dieron vuelta a la redonda, humedeciendo los secos paladares, y alegrando los ánimos que un trabajo tan penoso como patriótico, había comenzado a abatir. Creí oír la voz de Pujitos obligado nuevamente por sus amigos políticos a tomar la palabra; pero no, era Santurrias, que teniendo en la izquierda la bota y en la derecha mano un leño encendido, pronunciaba sentidas frases en loor del pueblo y del Rey, ambos en buen amor y compaña, para bien del reino ; y añadía que el endino Príncipe de la Paz estaba bien castigado, puesto que eran ya cenizas todos los muebles que robó al reino, y que de aquí palante, es decir, en lo sucesivo, no habría más menistros pillos y lairones .

Las hogueras, cuando ya no había nada que echarles, se aplacaron: el populacho, mientras el tío Malayerba tuvo vino, y Pujitos y Santurrias elocuencia, seguía ardiendo y chisporroteando. Algunos quisieron trasladar el teatro de sus ingeniosas proezas a las puertas de palacio, no siendo extraños losdos oradores a un proyecto que ensanchaba la esfera de sus triunfos; pero debió oponerse a esto el tío Pedro y compañeros de polaina, mayormente cuando tenían la seguridad de que el motín de las calles no era más que una sucursal de la gran asonada que en los mismos momentos estallaba en palacio y en la cámara del rey Carlos IV.

Era ya la madrugada cuando quise retirarme, sin que lograra detenerme Lopito, que decía:

-Aún falta lo mejor. ¿Qué te parece, Gabrielillo, lo que hemos hecho? Pues entavía hemos de hacer mucho más. Ya habrá visto el Rey si se puede o no se puede. Pónganos otra vez menistros malos y verá cómo en menos que canta un gallo los despabilamos. Lo que es Lopito... je, je... ya habrán visto que tiene malas moscas... y como yo hubiera encontrado a Godoy en cualquiera parte de la casa, le juro que no sale vivo de mis manos.

Diciendo esto, el valiente pinche sacó una navajilla con la cual le vi describir heroicas curvas en el aire.

-Y si llegamos a ir a palacio -prosiguió alzando el arma homicida-, yo, yo mesmito soy el que me presento al Rey y a la Reina para decirles que si no nos ponen al príncipe Fernando en el trono, lo pondremos nosotros. Lo que es al Rey no le haré nada, porque es el Rey; pero a la Reina, manque se ponga de rodillas delante, no la perdono.

Dijo y guardó el arma. A todas estas llegó una compañía de guardias para custodiar la casa después de saqueada: fácil era comprender la inteligente dirección del motín de que había sido brutal instrumento un pueblo sencillo. Este no hubiera podido dar un paso más allá de la línea que se le marcara sin sentir encima la fuerte mano de la autoridad.

No necesito decir que cuando se montó la guardia, el predestinado Pujitos quiso formar parte de ella, aunque no era militar, y su genio organizador se entretuvo en reunir en pelotón hasta una docena de hombres, con los cuales se ocupó en patrullar por las inmediaciones de la casa, mandándoles marchar a compás y supliendo él mismo con su voz la falta de tambor.

Al fin me marché, no sólo porque tenía sueño, sino porque cuanto había visto y oído me repugnaba con exceso. Llegué a la casa del cura, y no puedo haceros formar idea del estado de agitación y fiebre en que le encontré. Envuelta en un pañuelo la cabeza, puesta la sotana vieja y con un antiguo gabán de paño burdo echado sobre los hombros y sus anchos pantuflos en los pies, estaba mi buen eclesiástico recorriendo de largo a largo los corredores y pasillos de su casa. Su aspecto era semejante al de los que sufren un terrible dolor de muelas; a cada instante se llevaba las manos a las orejas, como para resguardarlas del ruido que hacían aún las campanas de la iglesia vecina; de vez en cuando golpeaba el suelo con fuerte patada, y a lo mejor daba media vuelta, cambiando de dirección en su calenturiento paseo. Entretanto, no cesaba de hablar un solo momento. ¿Con quién? ¿Con las paredes, con la luna, con la parra, que enredándose en los maderos del corredor extendía sus flacos y secos brazos para coger alguna cosa? Cuando me vio, hablome sin aguardar a que llegase a su lado.

-Estoy loco, Gabrielillo, ¿qué pasa, qué ocurre? ¿Oyes las campanas de la parroquia? Por los mártires de Alcalá juro... no, jurar no, que es pecado... prometo que Santurrias me las ha de pagar todas juntas. ¿Pero has visto cómo se burla de mí ese condenado? No es él el que toca, que si fuera... Mira, estaba yo descabezando el primer sueño cuando me hizo saltar de la cama el ruido de las campanas. ¡Dios mío, qué algazara! Plin, plan, plin, plan... parecía que el cielo se venía abajo. Lleno de indignación subí a la torre, pero Santurrias no estaba, y en su lugar sus cuatro hijos tocaban las campanas. Tal era mi cólera, que resolví mostrar la mayor energía y les dije: «Pillos, granujas, váyanse de aquí noramala»; pero ellos se rieron de mí y siguieron tocando... plin, plan, plin, plan... ¡Si hubieras visto a los cuatro condenados muchachos, con qué alegría, con qué frenesí tiraban de las cuerdas!... ¡Malditos sean!... Pues uno de ellos, el mayor, es listillo y muymono... y ayuda a misa como un zarapico. Pero me dio tal enfado, que les mandé salir de la torre. ¿Tú me obedeciste?, pues ellos tampoco; el más chico me dijo: «Pare Gorio jue a matal a Godoy y nos puso a que tocálamos fuelte, fuelte». Desde las once hasta ahora no han cesado ni un momento. ¿Pero dime, qué ocurre en el pueblo? He visto el resplandor de una llamarada, he sentido gritos. La tía Gila fue por orden mía a ver lo que pasaba, y volvió horrorizada, diciendo que estaban quemando todo el Palacio Real de punta a punta, y los jardines, y el Tajo y la cascada. Cuéntame, hijito, que estoy sin sosiego.

Contele lo que había pasado en casa del Príncipe su amigo.

-Pero a estas horas habrán salido las tropas para castigar a esa vil plebe -me dijo.

-¡Quia! ¡Si entre la multitud había muchos soldados! La tropa debe de estar sobornada.

-Pero a estas horas el Príncipe ha de estar tomando sus disposiciones para arreglarlo todo... porque él no es hombre que se anda con chiquitas, y si les sienta la mano... Cuánto deploro no haber podido advertirle ayer lo que se preparaba. Ya ves, hubiéramos podido evitar ese tumulto. ¡Miserable de mí!... Yo, yo tengo la culpa de lo que está pasando. Si no fuera por este genio corto que Dios me ha dado...

-El Príncipe ha huido, y debe estar a estas horas muy lejos de Aranjuez.

-¡Que ha huido! No puede ser, no puede ser -exclamó con cierta enajenación-. Gabriel: ¿para qué mientes? ¿O eres tú también de los que creen las majaderías y simplezas de Santurrias?

A este punto llegábamos de nuestro coloquio, cuando sentimos una voz ronca y desapacible que gritaba en el portal.

-¡Ah! -dijo el cura-, me parece que siento a Santurrias. Ahora va a ser ella: no intercedas por él... estoy decidido... ahora sí que es preciso ser enérgico.

La voz se acercaba. Era efectivamente el sacristán, que cantaba así, subiendo por la escalera:

Vale una seguidilla

de las manchegas,

por veinticinco pares

de las boleras.

Solvet sæclum in favilla, teste David cum Sibylla.

-Váyase Vd., Sr. Santurrias -exclamó el cura-. No le quiero ver a Vd., no quiero oír sus necedades.

El sacristán, que hasta entonces no nos había visto, se paró ante nosotros, y lanzando una carcajada de estupidez, habló así, con lengua estropajosa:

El Kirieleyson cantando,

¡Viva el príncipe Fernando!

Luego dio fuertes golpes en el suelo con un garrote medio quemado que en la mano traía, y acto continuo empezó a marchar militarmente por el corredor, imitando con la boca el ruido del tambor.

-¡Está borracho! -dijo el cura-. Pero miserable, ¿no ves que el vino se te sale por los ojos?

Santurrias, apoyado en su palo para no caer al suelo, alargó su cuello, fijó en nosotros los encandilados ojos, arrugose su cara más aún que de ordinario, y dijo:

-Señor paterniá: el Príncipe ha juío... ¡Viva el Rey! ¡Muera el Choricero! ¡Muera ese pillo lairón!... ¡O salutaris hooo... stia! Si me bían dejao, le hago porvo con este palo... Prrun, prrun... ¡marchen! Media güelta... ¡Viva el comendante Pujitos!

-¡Oh espectáculo lastimoso! -dijo D. Celestino-. Está como una cuba. Ya no le aguanto más... a la calle, a la calle mañana mismo. Se lo diré al señor patriarca... Pero no; ahora me acuerdo de que es un viudo con cuatro hijos.

A todas estas las campanas seguían tocando con igual furia, prueba evidente de que el entusiasmo de los cuatro muchachos no había disminuido.

Santurrias se agarró al antepecho del corredor para no caer. Después de haber dicho mil herejías, que a D. Celestino le pusieron el cabello de puntas, dijo que nos iba a contar lo que había hecho.

-Calla de una vez, deshonra de la santa Iglesia, borracho, hereje, blasfemo -le dijo D. Celestino empujándole-.Yo te aseguro que si no fueras un viudo con cuatro hijos...

-Pos, pos... -balbuceó Santurrias- lo que hamos hecho se llama... ¡rigolución!... Que si vamos a palacio, que si no vamos. Yo quería ir pa pedí la aldicación.

-¡Cómo! -exclamó el cura con espanto-. ¿Ha abdicado S. M. el rey Carlos IV?

-Nones... entavía nones...

Quantus tremor es futurus

Quando judex est venturus.

Viva quien baila,

que merece la moza

mejor de España.

¡Muera Godoy!... marchen... señor cura: ya el menistro no es menistro, polque el Rey...

-Creo que el Rey -dije yo para sacar de su ansiedad al buen anciano- ha firmado ya la destitución del Príncipe de la Paz. Según allí se dijo, los ministros que estaban en palacio se lo pedían así.

-Eso... eso... juimos a palacio -continuó Santurrias, que no pudiendo sostenerse ya, había caído al suelo- y salió un gentilón con un papé escrito y leyó... y decía... decía: «Queriendo mandal por mi mesma mesmedá en el enjército y la marina, he venido en ex... ex... ex...».

-En exonerar -dijo el cura dirigiendo sus ojos al cielo.

Santurrias murmuró algunas palabras más entre latinas y castellanas, y calló al fin. Un fuerte ronquido anunció el aplanamiento de aquel elevado espíritu, conturbado por el vino de la conjuración.

Observé que D. Celestino enjugaba una lágrima con la punta del mismo pañuelo que tenía arrollado en la cabeza. Amanecía, y una turba de pájaros procedentes de los árboles cercanos, pasaron por sobre el patio cantando un himno de paz. Las primeras luces de la mañana iluminaron la casa, y el cura se retiró a su cuarto, diciendo:

-Dentro de un rato diré la misa y la aplicaré por la salvación de mi amigo el Príncipe de la Paz... ¡Ay!, si yo le hubiera avisado con tiempo... Pero ¿no oyes? ¡Esas condenadas campanas me tienen loco!

En efecto, los cuatro muchachos seguían tocando.


X X

Cuando revolvía uno de los armarios, aparecieron varias cruces; pero algunos de los presentes, ni aun me permitieron tocarlas, y pusiéronlas todas en una bandeja de plata, para entregarlas, según decían, al Rey en persona. As I rummaged through one of the cabinets, several crosses appeared; But some of those present did not even allow me to touch them, and they put them all on a silver tray, to deliver them, as they said, to the King in person. Lo más singular de la determinaciónde aquellos cortesanos tiznados con el hollín de la demagogia, era que disputaban sobre quién debía llevarlas, pues ninguno quería ceder a los demás semejante honor. The most singular thing about the determination of those courtiers smothered with the soot of demagoguery, was that they disputed over who should wear them, since no one wanted to give others such an honor. Uno de ellos venció al fin; y no quisiera equivocarme, pero me pareció reconocer al señor de Mañara. One of them finally won; and I wouldn't want to be wrong, but I seemed to recognize Mr. de Mañara.

Con el crecer de la llama parecía que cobraban nuevos bríos los quemadores, si bien puede atribuirse este fenómeno a que algunos zaques dieron vuelta a la redonda, humedeciendo los secos paladares, y alegrando los ánimos que un trabajo tan penoso como patriótico, había comenzado a abatir. As the flame grew, it seemed that the burners were gaining new vigor, although this phenomenon can be attributed to the fact that some zaques turned around, moistening the dry palates, and cheering the spirits that a work as painful as patriotic, had begun to bring down. Creí oír la voz de Pujitos obligado nuevamente por sus  amigos políticos a tomar la palabra; pero no, era Santurrias, que teniendo en la izquierda la bota y en la derecha mano un leño encendido, pronunciaba sentidas frases en loor del pueblo y del Rey, ambos en buen amor y compaña, para bien del  reino ; y añadía que el  endino Príncipe de la Paz estaba bien castigado, puesto que eran ya cenizas todos los muebles que robó al  reino, y que de  aquí palante, es decir, en lo sucesivo, no habría más  menistros pillos y  lairones . I thought I heard the voice of Pujitos forced again by his political friends to speak; but no, it was Santurrias, who, having his boot in his left hand and a burning log in his right hand, uttered heartfelt phrases in praise of the people and the King, both in good love and companionship, for the good of the kingdom; and he added that the endino Prince of Peace was well punished, since all the furniture that he stole from the kingdom was already ashes, and that henceforth, that is to say, from now on, there would be no more rogues and crooks.

Las hogueras, cuando ya no había nada que echarles, se aplacaron: el populacho, mientras el tío Malayerba tuvo vino, y Pujitos y Santurrias elocuencia, seguía ardiendo y chisporroteando. The bonfires, when there was nothing to throw at them, subsided: the mob, while Uncle Malayerba had wine, and Pujitos y Santurrias eloquence, continued to burn and sizzle. Algunos quisieron trasladar el teatro de sus ingeniosas proezas a las puertas de palacio, no siendo extraños losdos oradores a un proyecto que ensanchaba la esfera de sus triunfos; pero debió oponerse a esto el tío Pedro y compañeros de polaina, mayormente cuando tenían la seguridad de que el motín de las calles no era más que una sucursal de la gran asonada que en los mismos momentos estallaba en palacio y en la cámara del rey Carlos IV. Some wanted to transfer the theater of their ingenious feats to the gates of the palace, the two orators not being strangers to a project that widened the sphere of their triumphs; But Uncle Pedro and his leggings had to oppose this, especially when they were sure that the riot in the streets was nothing more than a branch of the great riot that at the same moments broke out in the palace and in the chamber of King Charles. IV.

Era ya la madrugada cuando quise retirarme, sin que lograra detenerme Lopito, que decía: It was already dawn when I wanted to leave, without being able to stop Lopito, who said:

-Aún falta lo mejor. -The best is still missing. ¿Qué te parece, Gabrielillo, lo que hemos hecho? Pues  entavía hemos de hacer mucho más. Well, we have to do much more. Ya habrá visto el Rey si se puede o no se puede. The King will have already seen whether or not it can be done. Pónganos otra vez menistros malos y verá cómo en menos que canta un gallo los despabilamos. Give us bad names again and you will see how in less than a rooster crows we wake them up. Lo que es Lopito... je, je... ya habrán visto que tiene malas moscas... y como yo hubiera encontrado a Godoy en cualquiera parte de la casa, le juro que no sale vivo de mis manos. What Lopito is ... heh, heh ... you will have seen that he has bad flies ... and since I would have found Godoy in any part of the house, I swear that he does not come out of my hands alive.

Diciendo esto, el valiente pinche sacó una navajilla con la cual le vi describir heroicas curvas en el aire.

-Y si llegamos a ir a palacio -prosiguió alzando el arma homicida-, yo, yo mesmito soy el que me presento al Rey y a la Reina para decirles que si no nos ponen al príncipe Fernando en el trono, lo pondremos nosotros. "And if we go to the palace," he continued, raising the murder weapon, "I, I am the one who will introduce myself to the King and Queen to tell them that if they don't put Prince Ferdinand on the throne, we will put him on the throne." Lo que es al Rey no le haré nada, porque es el Rey; pero a la Reina, manque se ponga de rodillas delante, no la perdono. What is to the King I will do nothing to him, because he is the King; but to the Queen, let her kneel in front of her, I do not forgive her.

Dijo y guardó el arma. A todas estas llegó una compañía de guardias para custodiar la casa después de saqueada: fácil era comprender la inteligente dirección del motín de que había sido brutal instrumento un pueblo sencillo. A company of guards came to all these to guard the house after it had been looted: it was easy to understand the intelligent direction of the mutiny of which a simple people had been a brutal instrument. Este no hubiera podido dar un paso más allá de la línea que se le marcara sin sentir encima la fuerte mano de la autoridad. He could not have taken a step beyond the line that was marked without feeling the strong hand of authority on top.

No necesito decir que cuando se montó la guardia, el predestinado Pujitos quiso formar parte de ella, aunque no era militar, y su genio organizador se entretuvo en reunir en pelotón hasta una docena de hombres, con los cuales se ocupó en patrullar por las inmediaciones de la casa, mandándoles marchar a compás y supliendo él mismo con su voz la falta de tambor. I do not need to say that when the guard was mounted, the predestined Pujitos wanted to be part of it, although he was not a military man, and his organizing genius was entertained in gathering up to a dozen men in a platoon, with whom he was busy patrolling around of the house, commanding them to march to the beat and himself making up for the lack of a drum with his voice.

Al fin me marché, no sólo porque tenía sueño, sino porque cuanto había visto y oído me repugnaba con exceso. At last I left, not only because I was sleepy, but because everything I had seen and heard disgusted me excessively. Llegué a la casa del cura, y no puedo haceros formar idea del estado de agitación y fiebre en que le encontré. I arrived at the priest's house, and I cannot give you an idea of the state of agitation and fever in which I found him. Envuelta en un pañuelo la cabeza, puesta la sotana vieja y con un antiguo gabán de paño burdo echado sobre los hombros y sus anchos pantuflos en los pies, estaba mi buen eclesiástico recorriendo de largo a largo los corredores y pasillos de su casa. Wrapped around her head in a kerchief, wearing her old cassock, and with an old coarse cloth overcoat thrown over her shoulders and her wide slippers on her feet, my good ecclesiastic was walking the corridors and corridors of his house. Su aspecto era semejante al de los que sufren un terrible dolor de muelas; a cada instante se llevaba las manos a las orejas, como para resguardarlas del ruido que hacían aún las campanas de la iglesia vecina; de vez en cuando golpeaba el suelo con fuerte patada, y a lo mejor daba media vuelta, cambiando de dirección en su calenturiento paseo. Their appearance was similar to that of those suffering from terrible toothache; at every moment he put his hands to his ears, as if to protect them from the noise still made by the bells of the neighboring church; from time to time he would hit the ground with a strong kick, and perhaps he would turn around, changing direction in his feverish walk. Entretanto, no cesaba de hablar un solo momento. ¿Con quién? ¿Con las paredes, con la luna, con la parra, que enredándose en los maderos del corredor extendía sus flacos y secos brazos para coger alguna cosa? With the walls, with the moon, with the grapevine, which, entangling itself in the timbers of the corridor, stretched out its skinny and dry arms to catch something? Cuando me vio, hablome sin aguardar a que llegase a su lado. When he saw me, he spoke to me without waiting for me to come to his side.

-Estoy loco, Gabrielillo, ¿qué pasa, qué ocurre? ¿Oyes las campanas de la parroquia? Por los mártires de Alcalá juro... no, jurar no, que es pecado... prometo que Santurrias me las ha de pagar todas juntas. By the martyrs of Alcalá I swear ... no, swear no, it's a sin ... I promise that Santurrias will pay me all together. ¿Pero has visto cómo se burla de mí ese condenado? No es él el que toca, que si fuera... Mira, estaba yo descabezando el primer sueño cuando me hizo saltar de la cama el ruido de las campanas. He is not the one who plays, what if ... Look, I was beheading the first dream when the noise of the bells made me jump out of bed. ¡Dios mío, qué algazara! Plin, plan, plin, plan... parecía que el cielo se venía abajo. Lleno de indignación subí a la torre, pero Santurrias no estaba, y en su lugar sus cuatro hijos tocaban las campanas. Tal era mi cólera, que resolví mostrar la mayor energía y les dije: «Pillos, granujas, váyanse de aquí noramala»; pero ellos se rieron de mí y siguieron tocando... plin, plan, plin, plan... ¡Si hubieras visto a los cuatro condenados muchachos, con qué alegría, con qué frenesí tiraban de las cuerdas!... Such was my anger that I resolved to show the greatest energy and told them: "Rascals, rascals, get out of here, noramala"; but they laughed at me and kept playing ... plin, plan, plin, plan ... If you had seen the four damned boys, with what joy, with what frenzy they were pulling the strings! ... ¡Malditos sean!... Damn they are!... Pues uno de ellos, el mayor, es listillo y muymono... y ayuda a misa como un zarapico. Well, one of them, the oldest, is smart and very cute ... and he helps mass like a curlew. Pero me dio tal enfado, que les mandé salir de la torre. But it made me so angry that I sent them out of the tower. ¿Tú me obedeciste?, pues ellos tampoco; el más chico me dijo:  «Pare Gorio jue a matal a Godoy y nos puso a que tocálamos fuelte, fuelte». Did you obey me? Well, neither did they; the youngest told me: "Stop Gorio, he killed Godoy and told us to play fuelte, fuelte." Desde las once hasta ahora no han cesado ni un momento. ¿Pero dime, qué ocurre en el pueblo? He visto el resplandor de una llamarada, he sentido gritos. La tía Gila fue por orden mía a ver lo que pasaba, y volvió horrorizada, diciendo que estaban quemando todo el Palacio Real de punta a punta, y los jardines, y el Tajo y la cascada. Aunt Gila went by my order to see what was happening, and came back horrified, saying that they were burning the entire Royal Palace from end to end, and the gardens, and the Tagus and the waterfall. Cuéntame, hijito, que estoy sin sosiego.

Contele lo que había pasado en casa del Príncipe su amigo. Tell what had happened at the house of your friend the Prince.

-Pero a estas horas habrán salido las tropas para castigar a esa vil plebe -me dijo. "But at this time the troops will have come out to punish that vile mob," he told me.

-¡Quia! ¡Si entre la multitud había muchos soldados! If there were many soldiers in the crowd! La tropa debe de estar sobornada. The troop must be bribed.

-Pero a estas horas el Príncipe ha de estar tomando sus disposiciones para arreglarlo todo... porque él no es hombre que se anda con chiquitas, y si les sienta la mano... Cuánto deploro no haber podido advertirle ayer lo que se preparaba. -But at this time the Prince must be making his arrangements to fix everything ... because he is not a man who hangs out with little girls, and if he feels his hand ... How I regret not having been able to tell him yesterday what was being prepared . Ya ves, hubiéramos podido evitar ese tumulto. You see, we could have avoided that tumult. ¡Miserable de mí!... Wretched me! ... Yo, yo tengo la culpa de lo que está pasando. Si no fuera por este genio corto que Dios me ha dado... If it weren't for this short genius that God has given me ...

-El Príncipe ha huido, y debe estar a estas horas muy lejos de Aranjuez. -The Prince has fled, and he must be very far from Aranjuez by now.

-¡Que ha huido! -Who has fled! No puede ser, no puede ser -exclamó con cierta enajenación-. It can't be, it can't be, 'he exclaimed with some madness. Gabriel: ¿para qué mientes? Gabriel: why are you lying? ¿O eres tú también de los que creen las majaderías y simplezas de Santurrias?

A este punto llegábamos de nuestro coloquio, cuando sentimos una voz ronca y desapacible que gritaba en el portal. At this point we were arriving from our discussion, when we heard a hoarse and unpleasant voice shouting in the doorway.

-¡Ah! -dijo el cura-, me parece que siento a Santurrias. Ahora va a ser ella: no intercedas por él... estoy decidido... ahora sí que es preciso ser enérgico. Now it will be her: do not intercede for him ... I am determined ... now it is necessary to be energetic.

La voz se acercaba. Era efectivamente el sacristán, que cantaba así, subiendo por la escalera:

Vale una seguidilla Worth a run

de las manchegas,

por veinticinco pares

de las boleras.

Solvet sæclum in favilla, teste David cum Sibylla.

-Váyase Vd., Sr. Santurrias -exclamó el cura-. No le quiero ver a Vd., no quiero oír sus necedades.

El sacristán, que hasta entonces no nos había visto, se paró ante nosotros, y lanzando una carcajada de estupidez, habló así, con lengua estropajosa:

El Kirieleyson cantando,

¡Viva el príncipe Fernando!

Luego dio fuertes golpes en el suelo con un garrote medio quemado que en la mano traía, y acto continuo empezó a marchar militarmente por el corredor, imitando con la boca el ruido del tambor. Then he struck hard on the ground with a half-burned club that he carried in his hand, and a continuous act began to march militarily down the corridor, imitating the sound of the drum with his mouth.

-¡Está borracho! -dijo el cura-. Pero miserable, ¿no ves que el vino se te sale por los ojos? But miserable, can't you see that the wine is coming out of your eyes?

Santurrias, apoyado en su palo para no caer al suelo, alargó su cuello, fijó en nosotros los encandilados ojos, arrugose su cara más aún que de ordinario, y dijo: Santurrias, leaning on his stick so as not to fall to the ground, stretched out his neck, fixed his dazzled eyes on us, wrinkled his face even more than usual, and said:

-Señor paterniá: el Príncipe ha juío... ¡Viva el Rey! -Mr. Paterniá: the Prince has juío ... Long live the King! ¡Muera el Choricero! ¡Muera ese pillo lairón!... ¡O salutaris hooo... stia! Si me bían dejao, le hago porvo con este palo... Prrun, prrun... ¡marchen! If they left me, I will give you this stick ... Prrun, prrun ... go! Media güelta... ¡Viva el comendante Pujitos!

-¡Oh espectáculo lastimoso! -dijo D. Celestino-. Está como una cuba. Ya no le aguanto más... a la calle, a la calle mañana mismo. Se lo diré al señor patriarca... Pero no; ahora me acuerdo de que es un viudo con cuatro hijos. I'll tell the patriarch ... But no; now I remember that he is a widower with four children.

A todas estas las campanas seguían tocando con igual furia, prueba evidente de que el entusiasmo de los cuatro muchachos no había disminuido.

Santurrias se agarró al antepecho del corredor para no caer. Después de haber dicho mil herejías, que a D. Celestino le pusieron el cabello de puntas, dijo que nos iba a contar lo que había hecho. After having said a thousand heresies, that Don Celestino's hair was put on end, he said that he was going to tell us what he had done.

-Calla de una vez, deshonra de la santa Iglesia, borracho, hereje, blasfemo -le dijo D. Celestino empujándole-.Yo te aseguro que si no fueras un viudo con cuatro hijos...

-Pos, pos... -balbuceó Santurrias- lo que hamos hecho se llama... `` Well, well ... '' Santurrias stammered, `` what we've done is called ... ¡rigolución!... Rigolution! ... Que si vamos a palacio, que si no vamos. What if we go to the palace, what if we don't go. Yo quería ir pa pedí la aldicación. I wanted to go to ask for the appointment.

-¡Cómo! -exclamó el cura con espanto-. ¿Ha abdicado S. M. el rey Carlos IV?

-Nones... entavía nones... -Nones ... numbered ...

Quantus tremor es futurus

Quando judex est venturus.

Viva quien baila, Long live who dances,

que merece la moza what does the girl deserve

mejor de España.

¡Muera Godoy!... marchen... señor cura: ya el menistro no es menistro, polque el Rey... march ... priest: the menistrum is no longer menistrum, because the King ...

-Creo que el Rey -dije yo para sacar de su ansiedad al buen anciano- ha firmado ya la destitución del Príncipe de la Paz. "I believe that the King," I said to get the good old man out of his anxiety, "has already signed the removal of the Prince of Peace." Según allí se dijo, los ministros que estaban en palacio se lo pedían así. According to what was said there, the ministers who were in the palace asked him to do so.

-Eso... eso... juimos a palacio -continuó Santurrias, que no pudiendo sostenerse ya, había caído al suelo- y salió un gentilón con un papé escrito y leyó... y decía... decía:  «Queriendo mandal por mi mesma mesmedá en el enjército y la marina, he venido en ex... ex... ex...». "That ... that ... we played the palace," continued Santurrias, who, unable to support himself, had fallen to the ground, "and a gentile came out with a written paper and read ... and said ... said:" Wanting mandal for my same mesmedá in the army and the navy, I have come in ex ... ex ... ex ... ».

-En exonerar -dijo el cura dirigiendo sus ojos al cielo.

Santurrias murmuró algunas palabras más entre latinas y castellanas, y calló al fin. Un fuerte ronquido anunció el aplanamiento de aquel elevado espíritu, conturbado por el vino de la conjuración. A loud snore announced the flattening of that high spirit, disturbed by the wine of conspiracy.

Observé que D. Celestino enjugaba una lágrima con la punta del mismo pañuelo que tenía arrollado en la cabeza. Amanecía, y una turba de pájaros procedentes de los árboles cercanos, pasaron por sobre el patio cantando un himno de paz. Las primeras luces de la mañana iluminaron la casa, y el cura se retiró a su cuarto, diciendo:

-Dentro de un rato diré la misa y la aplicaré por la salvación de mi amigo el Príncipe de la Paz... -In a little while I will say mass and apply it for the salvation of my friend the Prince of Peace ... ¡Ay!, si yo le hubiera avisado con tiempo... Pero ¿no oyes? Oh, if I had warned him in advance ... But don't you hear? ¡Esas condenadas campanas me tienen loco!

En efecto, los cuatro muchachos seguían tocando.