Tesis sobre la historia - Walter Benjamin (1)
Walter Benjamin fue un pensador enigmático. Su última obra son las tesis sobre el concepto
de historia en las que encontraremos misterios irresueltos que nos remitirán a tiempos
míticos y a momentos aterradores. Hola, soy Amilcar Paris Mandoki.
Gracias por acompañarme a Filosofía de la Historia.
En esta cápsula les daré mi lectura de las tesis sobre el concepto de historia de Walter Benjamin.
Explicaré el amplio contexto histórico y biográfico desde el cuál realizo esta lectura.
Trataré de enlazar los distintos conceptos que Benjamin hace aparecer como historia, teología,
mesianismo, peligro, historismo y progreso. Buscaré sacar del tiempo algunos momentos
que Benjamin plantea y tal vez así logre, aunque sea por un momento, cumplir con lo
que creo que nos está pidiendo. Así que comencemos de una vez.
Para tratar el contexto histórico y biográfico desde el cuál interpretaré la obra,
en lugar de partir en donde me había quedado con Nietzsche , me voy a regresar un poquito nada
más… al siglo doce… antes de nuestra era. Tras el colapso de la edad de bronce,
que significó la caída de grandes imperios, muchas culturas que antes se encontraban
sometidas tuvieron la oportunidad de florecer. Entre ellas unos cananeos, habitantes de la
costa este del mediterráneo, se empezaron a distinguir del resto porque no consumían
puerco y porque del panteón de dioses cananeos se enfocaban en adorar a uno sobre los demás: Yaweh.
Estos fueron llamados hebreos. En el año 1026 antes de nuestra era,
estos hebreos se unen y fundan el Reino de Israel que 100 años después se separa en 2.
En 722 antes de nuestra era el imperio asirio destruye el reino de Israel;
los israelitas que pueden huyen a Judá y los demás son asimilados y
se convierten en samaritanos. 150 años después los babilonios
destruyen Judá y el templo. Así inicia la diáspora judía.
En la era que inicia esta diáspora comienzan a escribirse los segundos textos de los profetas.
Recordemos que la biblia hebrea, de la que sale el viejo testamento, tiene tres partes:
La torá o “pentateuco”, los neviim o “de los profetas”, y los ketuvim o “escritos”.
Los Neviim a su vez se dividen en los libros de los primeros profetas, que narran la historia
de los israelitas entre la muerte de moisés y el exilio babilónico, y luego los libros de los
profetas posteriores, que tratan a los profetas en sí, quienes hablan de lo que está por venir.
Los profetas posteriores hablan del mesías, el fin de los tiempos y la redención, entre otros temas.
La diáspora continúa y en la edad media los judíos se separan principalmente en Mizrahi
en Oriente medio, Sefaradís en áfrica del norte e Iberia, y Askenazi en Europa y Rusia.
Pero también hubo grupos en áfrica, el Cáucaso, india, Grecia, Asia y china.
Walter Benjamin es un judío Askenazi que nace en Berlín en 1882.
Esta es una época en la que el nacionalismo alemán empieza a tomar tintes diferentes
mediante el movimiento Volkish. Este nuevo nacionalismo alemán se
basaba en la raza y era antisemita, anti eslavo y anti zigano, además de antiigualitario,
militarista y androcentrista. Aunque al principio estas
organizaciones se dedicaban a escribir panfletos conspiranóicos y neopaganos.
Benjamin comienza a estudiar filosofía en 1912, pero en 1914 el archiduque Francisco
Fernando de Austria estuvo tanto tiempo atorado en el tráfico que Gavrilo Princip
le disparó en la yugular y se armó un desastre. Austria decidió invadir Serbia, Rusia decidió
defender a Serbia de Austria, Alemania decidió invadir Bélgica para atacar a Francia primero,
Inglaterra se siente obligada a defender la neutralidad belga y se arma LA campal.
Así, al inicio de la Gran Guerra, Benjamin trata de unirse al ejército
del emperador, pero es rechazado por su salud. Esto le permite seguir sus estudios, trabajar
en traducciones y casarse con Dora Pollack. También conoce y se vuelve amigo de Gershom
Scholem de quien aprende mucho de misticismo judío.
La guerra ejerció presión sobre las potencias involucradas.
Los Zares se fueron volviendo cada vez más impopulares y
rusia explotó en una revolución en 1917. Esto fue un respiro para los alemanes,
pero no les estaba yendo nada bien. A pesar de que sus tropas se encontraban
todavía sobre territorio francés, todos sus recursos se estaban agotando.
La entrada de Estados Unidos a la guerra significó un enorme aumento de recursos y, seamos sinceros,
cuerpos humanos, del lado de los aliados. Alemania estaba agotada física y económicamente,
sus aliados habían sido derrotados, y nuevos enemigos aparecían.
Para muchos era claro que Alemania estaba en una guerra que no podía ganar, pero no para todos.
En el frente las tropas estaban sucumbiendo ante los ejércitos aliados que tenían nuevos
aires por las tropas norteamericanas. Sin embargo, todavía se encontraban
en territorio francés y los generales no tenían ninguna intención de rendirse, estaban dispuestos
a hacer luchar hasta al último de sus soldados. Quien no estaba dispuesto era el pueblo,
en espacial los trabajadores quienes se levantaron en una revolución proletaria en noviembre de 1918.
Los revolucionarios establecieron un gobierno provisional que firmó el armisticio terminando
la gran guerra, estableció una república socialista y otorgó derechos políticos y
laborales a los alemanes. La unidad no duró mucho.
El gobierno socialista se empezó a fracturar, pues por un lado estaba la facción socialdemócrata que
se alió con el ejército y por el otro la facción comunista que quería una estructura social más
parecida a lo que se estaba haciendo en Rusia. Además, Alemania empezó a sufrir por el bloqueo
comercial establecido en el armisticio y la moneda se empezó a devaluar porque
el imperio alemán se había endeudado enormemente para financiar la guerra.
Todo empeoró con el tratado de paz que obligaba a Alemania a pagar reparaciones a Inglaterra y
Francia, lo que causó aún más inflación. Algunos exlíderes militares aprovecharon
la situación de crisis económica para organizar a ex soldados y personas afines a ideas de derecha.
Las ideas conspiranóicas y antisemitas del movimiento Volkish encontraron nuevos oídos
de quienes estaban buscando chivos expiatorios para culpar por la derrota en la guerra.
Fundaron el partido nazi y formaron grupos paramilitares que buscaban atacar
violentamente a los comunistas y agredir a judíos, gitanos y cualquier otra minoría.
Los enfrentamientos fueron violentos, los grupos paramilitares de derecha
recibían el apoyo tácito del ejército que estaba aliado a los socialdemócratas.
Los trabajadores y comunistas se levantaban en rebeliones proletarias
y los grupos paramilitares los masacraban. Después de un tiempo los líderes comunistas habían
sido asesinados por la derecha y los líderes de la derecha, entre ellos Adolf Hitler, estaban
en la cárcel con sentencias demasiado leves. Los comunistas alemanes quedaron totalmente
desarticulados y los líderes fascistas estaban en la cárcel esperando otro momento de atacar.
Durante la guerra Benjamin estuvo en Suiza continuando sus estudios.
Ahí conoció a Ernst Bloch quien era un Hegeliano Marxista revolucionario e introdujo
a Benjamin al pensamiento de Georg Lukács. Obtiene su doctorado en 1919 con un tratado
sobre el concepto de la crítica del arte en el romanticismo alemán.
Regresó a Berlín y en 1921 escribe crítica sobre la violencia defendiendo
la violencia revolucionaria. Entre 1923 y 1929 Alemania
tiene una especie de edad de oro cultural. Con el apoyo de la Unión Soviética el arte
y la cultura tiene un gran florecimiento, nace el Bauhaus, la vida en los cabarés se vuelve más
activa y se popularizan el jazz y el teatro. Se abren nuevas perspectivas mucho más
progresistas y críticas del capitalismo. Durante este tiempo Benjamin trabaja en
análisis literario y traducciones, le entra a este renacimiento cultural e incluso se vuelve
amigo del dramaturgo marxista Bertolt Brecht. Sin embargo, no todos están contentos con estos
cambios, los conservadores detestan la pérdida de los valores tradicionales y los líderes de
derecha, como Hitler quien escribe Mein Kampf en la cárcel, están planeando su regreso.
El odio hacia lo nuevo crece en las entrañas de los antiguos soldados y la gente que se
cree los mitos conspiranóicos y eso hace crecer al partido Nazi.
La nueva oportunidad del fascismo llega en 1929 cuando inicia la gran depresión.
Ésta afecta a estados unidos y a Alemania aumentando enormemente el desempleo.
Los nazis aprovechan para ir obteniendo más asientos en el parlamento y que en
1932 Hitler sea nombrado canciller. Muchos judíos deciden huir de Alemania
en ese momento, entre ellos Benjamin que va a España y luego a París.
En 1933 alguien incendia el parlamento y en respuesta se declara estado de excepción
mediante el decreto de la quema del Reichstag. Se detienen las libertades civiles, se arresta
a los comunistas sin juicio. Hitler logra pasar una
legislación para darle poder completo. Esto lleva a iniciar leyes antisemitas.
Se prohíbe el matrimonio de “arios” con judíos, negros y romaní.
A los judíos primero se les prohíbe tener tierras o ser servidores públicos, luego
se les retiran todos sus derechos civiles, después en 1938 les quitan la ciudadanía.
Ese es el año de la noche de los cristales rotos. El odio racista y antisemita se convierte en
ataques directos a propiedades, destrucción de sinagogas y asesinato de judíos.
Se marginaliza a los judíos alemanes en guetos y comienza la detención de judíos y gitanos,
y su transferencia a campos de concentración y exterminio.
Mientras tanto Benjamin se encuentra refugiado en París.
No le va muy bien, sobrevive a penas escribiendo artículos para Horkheimer.
En 1936 publica “la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”.
Trabaja en un texto sobre Baudelaire y da clase en el colegio de sociología de Bataille.
En septiembre de 1939 los nazis invaden Polonia, y Francia y Alemania entran en guerra.
Al ser alemán pero no tener ciudadanía, Benjamin es arrestado por el gobierno francés.
Cuando lo liberan en enero de 1940 Benjamin ve lo terrible
que está sucediendo y su amenaza inminente. Escribe las tesis sobre el concepto de historia.
En mayo los alemanes ocupan Holanda, Luxemburgo y Bélgica y atacan a Francia.
El 13 de junio las defensas francesas caen. Benjamin no espera, representa lo que los
nazis más odian, un intelectual judío marxista. Al día siguiente de su huida los nazis estaban
tocando a su puerta con órdenes para arrestarlo. Benjamin comienza su huida a través de
los pirineos hacia España y llega a Portbou en Cataluña.
Pero es la Cataluña de la España franquista, la cual canceló todas las visas de tránsito.
Benjamin se aloja en un hotel y es informado que el 26 de septiembre sería deportado
a Francia, a las manos de la Gestapo. La historia oficial cuenta que Benjamin
se suicidó tomando 5 pastillas de morfina. A continuación, presentaré mi lectura de las
tesis del concepto de historia, el último texto de Benjamin.
Digo mi lectura porque lo que voy a decir no tiene pretensión de ser una verdad mayor a
cualquier otra interpretación del texto. Tomo muchas cosas fuera del texto para
poder hacer una interpretación de un texto alegórico, obscuro, y nada sistemático.
En el mismo sentido, no pretendo hacer una explicación exhaustiva del texto.
Más bien explicaré aquello que me ha parecido particularmente interesante
desde el contexto en el que lanzo mi mirada. En la primera tesis Benjamin hace referencia
al turco mecánico de Wolfgang von Kempelen. Este era un elaborado títere construido
en 1770 para impresionar a la emperatriz María Teresa de Austria.
Era una maravilla mecánica que, en efecto, ganaba todas las partidas de ajedrez,
incluso una contra napoleón. Durante décadas el secreto de su
funcionamiento se mantuvo hasta que fue revelado casi 100 años después de su construcción original.
Benjamin nos dice que el materialismo histórico, al igual que el turco mecánico,
gana todas las partidas no por lo que se muestra, sino por aquello que tiene dentro.
En el caso del turco mecánico, lo que está dentro es un enano que obviamente es un genio
de ajedrez y gana todas las partidas. En el caso del materialismo histórico,
el enano genio es la teología. En esta tesis se revela el objetivo,
a mi parecer, del texto completo. Demostrar que lo que le da fuerza