¡Qué envidia!
[desde 3:30] Suele decirse que el gran pecado de los españoles, el pecado capital de los españoles, el pecado más importante, el peor, es la envidia. No sé si lo habéis oído alguna vez, pero eso es lo que suele decirse: que los españoles son (“somos”, tendría que decir "somos" para incluirme a mí mismo, ya que yo también soy español), que los españoles somos envidiosos, es decir, que a menudo nos sentimos tristes cuando a alguien le va bien. Y en consecuencia, supongo, que a menudo nos sentimos contentos cuando a alguien le va mal.
¡Qué triste, no? ¿No os parece triste ser así? ¿No os parece triste tener envidia?
Yo no sé si la envidia es un pecado solo de los españoles. Probablemente no. Probablemente hay envidiosos en todos los países del mundo.
Al hablar de la envidia de los españoles, suele ponerse como ejemplo a Julio Iglesias. Imagino que conocéis a Julio Iglesias. No en persona, claro. Me imagino que la mayoría nunca lo habéis visto en persona, pero supongo que la mayoría sabéis que es un cantante español, muy famoso en todo el mundo. Y supongo también que la mayoría de vosotros habéis escuchado alguna vez alguna de sus canciones.
Quizás os gusta el tipo de canciones que hace o quizás no. A mí no me gusta, la verdad. Yo prefiero otro tipo de música. Pero eso no es importante ahora. Da igual si os gustan o si no os gustan las canciones de Julio Iglesias.
El problema es que mucha gente critica o ha criticado a Julio Iglesias en el pasado, no por cómo canta o por la calidad de sus canciones, sino por su estilo de vida. No sé si lo sabéis, pero Julio Iglesias no vive en España desde hace muchos años. Vive en Miami. Lleva muchos años viviendo en Miami, creo.
No sé cuáles son exactamente los motivos por los que vive en Miami, la verdad. Quizás es porque le gusta el clima, quizás porque en EEUU hay una comunidad hispanohablante muy importante, quizás porque desde allí puede ir con más facilidad a Hispanoamérica, quizás es porque allí paga menos impuestos que en España… No sé. No sé por qué Julio Iglesias vive en Miami, sinceramente.
Pero mucha gente lo critica y lo ha criticado por vivir allí, por vivir en Miami, no en España. También lo han criticado por su estilo de vida, por su forma de ser… En fin, yo no quiero entrar ahora en detalles, pero tengo la impresión de que ese tipo de críticas es fruto sobre todo de la envidia.
Parece que a algunas personas no les gustan los triunfadores, los que tienen éxito.
Cuando estás abajo, cuando no eres nadie, cuando eres pobre, nadie te conoce y nadie se preocupa por ti.
Pero si un día tienes éxito, ¡Ay! entonces, amigo, las cosas pueden cambiar, las cosas pueden ser muy diferentes.
Cuando estás arriba, cuando tienes mucho dinero, cuando eres famoso y te conoce todo el mundo, entonces vas a despertar la envidia de mucha gente. Mucha gente te va a criticar y va a encontrar cualquier excusa para hablar mal de ti. El simple hecho de tener éxito puede hacer que no le gustes a mucha gente.
Y eso es lo que ha pasado con Julio Iglesias, creo yo, que es más famoso y más querido fuera de España que en España.
Pero el caso de Julio Iglesias no es único. Otras muchas personas famosas de España, con éxito internacional, tienen que sufrir a menudo críticas y desprecios en su propio país. Gente como Rafael Nadal, Pedro Almodóvar o Penélope Cruz han sufrido o sufren situaciones similares.
Por supuesto que es posible criticar el trabajo de estas personas. Yo no estoy diciendo que lo que hacen tiene que gustarle necesariamente a todo el mundo. No. A mí, por ejemplo, no me gusta mucho el cine de Pedro Almodóvar y tampoco me gusta mucho Penélope Cruz como actriz, aunque reconozco que su trabajo tienen una calidad artística muy buena.
El problema es que mucha gente critica a estas personas famosas que han conseguido tener éxito, no por lo que hacen realmente, no por la calidad de su trabajo, sino por su estilo de vida, por las decisiones que toman en su vida privada, por sus ideas políticas o incluso por la ropa que llevan.
Yo creo que en muchos casos, las críticas que se hacen de estas personas famosas son fruto de la envidia. Mucha gente las envidia porque han sabido tener éxito en sus carreras profesionales, porque son famosos, porque son ricos y porque tienen mucho dinero. Envidia. En mi opinión es en gran parte envidia.
No sé si en otros países pasa igual. Yo creo que no. A mí me parece que en países como EEUU o en Inglaterra, por ejemplo, se admira a las personas que han tenido éxito en sus carreras profesionales o que han hecho mucho dinero, por ejemplo, creando una empresa.
A mí me parece, tengo la impresión, de que en muchos países, cuando alguien tiene éxito la gente lo admira y quiere aprender de esa persona. Es un ejemplo para ellos.
Si alguien ha hecho mucho dinero o ha ganado un premio o ha vendido muchos discos o ha escrito un libro que se ha vendido muy bien, pues, en fin, yo creo que la mayoría de la gente en países como EEUU o Inglaterra piensa, “¡Hombre, pues si él lo ha hecho, si él (o ella, en el caso de las mujeres), si él o ella lo ha conseguido, yo también lo puedo hacer, yo también lo puedo conseguir.
No sé si tengo razón o no. Quizás estoy equivocado, pero a mí me parece que en otros países no hay tanta envidia como en España. Quizás estoy siendo demasiado crítico con mi propio país, no sé...
Yo lo veo como una cuestión de actitud, ¿no? En España, si alguien ha tenido éxito, la gente lo mira con sospecha, como diciendo: “Seguro que hay un truco, seguro que hay algo que ha hecho mal, algo deshonesto, algo ilegal, algo inmoral... Nadie puede tener éxito simplemente haciendo un esfuerzo, simplemente trabajando de forma honrada. No es posible”.
A mí me parece que es la envidia la que nos hace hablar así.
En otros países, sin embargo, si alguien ha tenido éxito en algo, la gente lo mira con admiración y se pregunta cómo pueden tener éxito ellos también. Esta actitud a menudo se llama “envidia sana”.
No sé si habéis oído hablar alguna vez de la “envidia sana”. La envidia sana es cuando sentimos admiración por alguien que ha conseguido algo, que ha tenido éxito, y nos gustaría estar en su lugar. Es decir, nos gustaría haber hecho lo que esa persona ha hecho o conseguir lo que esa persona ha conseguido.
Si sientes envidia sana, probablemente vas a pensar que tú también puedes hacer lo que la otra persona ha hecho. La envidia sana es, como su nombre indica, sana. La envidia sana te hace creer en ti mismo, te empuja a salir de tu zona de confort y te hace actuar. Para mí, este tipo de envidia, la envidia sana, es positiva porque nos empuja a hacer cosas que nos cuestan mucho, pero que valen la pena.
Si sientes envidia sana por una persona, quiere decir que admiras a esa persona, que esa persona es un ejemplo para ti. Si sientes envidia sana te sientes bien contigo mismo.
Sin embargo, lo contrario, sentir envidia “malsana” (malsano es lo contrario de sano) te hace sentir mal contigo mismo. Sufrir porque otra persona ha tenido éxito no es muy bueno para la salud mental, me parece a mí.
Estoy hablando de personas famosas que han tenido éxito en sus carreras profesionales, pero en realidad la envidia puede afectar a cualquier persona, no solo a los famosos.
Todos hemos conocido alguna vez a personas que han reaccionado con malhumor, que nos han criticado injustamente o que nos han tratado mal cuando hemos tenido éxito en algo.
Hay gente.... No sé si esto os ha pasado alguna vez a vosotros, pero hay gente que está cerca de ti solo cuando tú te sientes mal. Parece extraño, pero es así. Hay gente que está contigo, a tu lado, cuando tú lo estás pasando mal, pero, luego, cuando empiezas a hacer algo para intentar solucionar tus problemas, cuando empiezas a sentirte mejor, se alejan de ti. Y si además tienes éxito en algo, no sé, en tus estudios, en tu trabajo, en tu vida personal, entonces, esas mismas personas, en lugar de estar contentas por ti, se alejan poco a poco de ti, empiezan a criticarte, a hablar mal de ti, a cotillear…
¿Entendéis qué significa “cotillear”? Cotillear es hablar mal de una persona a sus espaldas, cuando no está delante. Eso es cotillear. Y una persona que cotillea mucho es un cotilla (o una cotilla, si es una mujer, claro). Yo siempre he odiado los cotilleos. No soporto a la gente cotilla. La gente cotilla me da repelús. Me cuesta mucho entender qué gusto hay en hablar de alguien que no está delante.
En fin, ¿os ha pasado esto alguna vez? ¿Habéis sufrido la envidia de otras personas alguna vez? A mí me ha pasado a menudo. Bueno, quizás no “a menudo”, pero sí que me ha pasado algunas veces.
Lo peor es cuando alguien con quien te llevas bien, un amigo, siente envidia por ti. Cuando alguien que consideras tu amigo empieza a hablar mal de ti a tus espaldas, a cotillear… Eso es lo peor. Eso duele mucho más.
Duele mucho más la envidia de un amigo que la envidia de alguien que no conoces. Me parece normal, ¿no? Los amigos tienen que estar contentos cuando algo bueno nos pasa y estar tristes cuando algo malo nos pasa. Si sucede al contrario, si tus amigos están contentos cuando tú estás triste y están tristes cuando tú estás contento, quizás ha llegado el momento de cambiar de amigos, ¿no?