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Esp - VisualPolitik, ¿Por qué CASTILLO quiere NACIONALIZAR la MINERÍA en PERÚ? - VisualPolitik

¿Por qué CASTILLO quiere NACIONALIZAR la MINERÍA en PERÚ? - VisualPolitik

“El estado peruano enfrenta difíciles retos a corto y mediano plazo; necesita una nueva

forma de hacer minería en su territorio” Pedro Castillo.

Queridos amigos, amigas, con esta frase el nuevo y controvertido presidente del Perú

quiso dejar claras sus intenciones durante su discurso de investidura.

“una nueva forma de hacer minería”.

Y no solo eso, Pedro Castillo ha prometido toda una revolución política y también

económica para el país.

De esta forma, por ejemplo, durante este mismo discurso inaugural también dejó claro que

a partir de ahora el estado peruano exigirá a todos los proyectos mineros e industriales

más impuestos y también cumplir con un nuevo criterio: la rentabilidad social.

(“Si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va”,)

Es decir, que para que un proyecto sea aprobado ya no sólo tendrá que ser rentable y pagar

los impuestos convenidos al estado peruano, sino que ahora también tendrá que cumplir

con otras cuestiones cómo, no sé, dinamizar la economía del entorno, apoyar la cultura

local o preservar el medio ambiente.

[Lo que por otra parte, pues, ya se supone que hacen con su actividad, con los impuestos

que pagan y con las regulaciones y normas que les exige el estado. Bueno, todo esto

de la rentabilidad social es algo que el nuevo gobierno tendrá que detallar.]

(“Cuando [Pedro Castillo] habla de rentabilidad social, es fácil advertir que no conoce el

aporte tributario de la minería ni el impulso directo e indirecto de la mano de obra que

generan los proyectos mineros, ni su nivel de innovación y transferencia tecnológica”,

Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.)

La cuestión es que Pedro Castillo, oriundo de Cajamarca, una de las regiones mineras

más importantes del Perú, ha puesto a esta industria en su punto de mira.

("Pedro Castillo dice que no permitirá que las empresas mineras "saqueen" a Perú". Milenio)

("Pedro Castillo: Nacionalizaremos mineras si el pueblo lo requiere: Exitosa")

Y, ojo, porque estamos hablando del sector más importante de la economía peruana. Perú

es una potencia minera a nivel mundial y sólo los proyectos actualmente en marcha suman

decenas y decenas de miles de millones de dólares.

Y eso, eso ha hecho que en VisualPolitik nos hagamos unas cuantas preguntas:

¿Qué papel tiene realmente la minería en el Perú? ¿Por qué Pedro Castillo ha puesto

a las minas en la diana? ¿Cómo es posible que esta industria genere tanto rechazo social?

¿Cómo puede este sector contribuir al futuro del Perú? Y quizás la pregunta más importante

de todas: ¿Qué es exactamente lo que está en juego?

Atentos.

[Por cierto si quieres estar al tanto de todo lo que ocurre en América Latina no te pierdas

Latampolitik, nuestra newsletter dedicada específicamente a la actualidad de esta región.

Os dejamos todos los detalles en la descripción.]

(MINERÍA EN EL PERÚ: EN BUSCA Y CAPTURA)

Queridos amigos,amigas, el Perú es una de las mayores potencias mineras de todo el planeta.

Por ejemplo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, en 2019 el país fue el

segundo mayor productor de cobre, plata y zinc de todo el mundo. También fue uno de

los mayores productores de oro, plomo y estaño entre otros muchos recursos.

Porque si algo está claro es que el país tiene prácticamente de todo.

(“Muchos otros países mineros tienen principalmente un solo mineral y esto les agrega un riesgo

adicional cuando los precios fluctúan. Perú tiene la ventaja de poder suavizar algunas

de las fluctuaciones de precios, a partir de esta canasta diversificada de metales”.

Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía)

Todo esto explica que la minería suponga en torno al 10% del PIB del país.

Y no solo eso. También genera, como veremos, entre el 15 y el 20% de todos los ingresos

públicos y es responsable de casi el 60% de las exportaciones nacionales.

Para que os hagáis una idea, entre los años 2010 y 2019 el país ingresó anualmente una

media de 25.000 millones de dólares en exportaciones mineras. Lo que supone tal y como os podéis

imaginar una fuente de divisas vital para la economía peruana.

Y ahí, ahí no acaba todo.

(El sector minero también emplea directamente a unos 200 mil trabajadores formales y se

calcula que genera indirectamente más de 1,3 millones de puestos de trabajo adicionales.

Entre otras cosas porque los trabajos del sector minero son más productivos y se caracterizan

por pagar salarios mucho más altos, algo más del doble, que los habituales en el resto

de la economía peruana.) Además, luego tendríamos que tener en cuenta

a cerca de medio millón de personas más que se calcula trabajan en lo que se conoce

como la minería informal, es decir la que se realiza de forma ilegal o al margen de

los permisos y las regulaciones del estado. Luego hablaremos de ello.

Resumiendo, que para la economía peruana la minería es casi tan importante como lo

son los huevos para hacer una tortilla.

Sin embargo, echad el freno, porque pese a todo ello, tal y cómo hemos visto, el nuevo

gobierno ha puesto a esta industria en la diana.

Así que la pregunta que todos podríamos hacernos es, ¿Por qué demonios un gobierno

se lanza a la yugular de una industria tan importante para el país?

Pues no penséis por un instante que lo hace por casualidad o falta de miras. Al menos

de miras políticas.

Lo cierto, amigos, es que la minería es una industria terriblemente impopular en el Perú.

¿Por qué? Pues por varios motivos. En primer lugar porque tiene un impacto muy alto sobre

el terreno.

(La actividad minera ocupa enormes cantidades de suelo. Por ejemplo, una única explotación

como es el caso de Yanacocha, la mina de oro más grande de Sudamérica ocupa una extensión

de 10km de largo por 5 de ancho. 50 km2.

Y, desde luego, no solo se trata del terreno. También necesita enormes cantidades de agua

en zonas donde en no pocos casos los habitantes tienen serios problemas de suministro.

Luego habitualmente el trasiego de camiones y maquinaria tambien afecta a la vida, a las

cosechas y a los pastos de las zonas rurales por la gran cantidad de polvo que se levanta

y, además, si no se hacen bien las cosas el riesgo de contaminación es muy alto, con

serias implicaciones, incluso, para la salud de las personas.)

Aún con todo el mayor problema es la sensación que tienen las comunidades rurales de estas

siendo “robadas”. Es decir, que el enorme negocio que las compañías mineras hacen

con las explotaciones en el Perú no termina traduciéndose en una mejora clara de sus

condiciones de vida. Y eso, eso cuándo no experimentan directamente en un perjuicio.

Ahí tenemos por ejemplo el caso de Cajamarca, el hogar natal de Pedro Castillo y la región

más pobre del Perú a pesar de tener una potente industria minera y muchísimos recursos

naturales por explotar.

Pese a ello, las carreteras y las infraestructuras son deplorables, casi la mitad de la población

se encuentra en una situación de pobreza severa

( “Ni siquiera pagan impuestos de una manera justa; desde aquí sacan el oro que se envía

a todas partes del mundo y las comunidades de Cajamarca seguimos viviendo en la miseria”.

Juan Chillón, activista y político de izquierdas peruano)

El recelo hacia la minería es tan grande que a pesar de ser una región tan pobre,

las autoridades han frenado en los últimos años proyectos mineros multimillonarios.

Ese fue el caso, por ejemplo, del Proyecto Conga, una enorme explotación de oro que

conllevaba una inversión inicial de casi 5.000 millones de dólares.

Hablamos de un sentimiento que se ha ido extendiendo a lo largo y ancho de todo el país, especialmente

en las regiones más mineras. Y todo esto es lo que explica tantos y tantos

conflictos sociales. Por ejemplo, según la Defensoría del Pueblo, tan sólo durante

el primer trimestre del 2021 se registraron 80 conflictos activos relacionados con la

minería.

Ahora bien, ¿Qué hay de verdad en todo esto? ¿Es cierto que las mineras son tan irresponsables?

¿Es verdad que no pagan apenas impuestos?

Pues, amigos, como en toda buena historia vamos a poder encontrar claroscuros.

Respecto al impacto ambiental y la explotación laboral, hay que decir que la mayoría de

problemas están asociados a la minería ilegal o la mala praxis de los funcionarios que tienen

el deber de controlar el cumplimiento de la regulación establecida o perseguir las explotaciones

ilegales.

Y, ojo, porque no hablamos de cuestiones menores. Fijaos.

(Según estimaciones de la consultora Macroconsult, casi el 30% de toda la producción de oro

se llevó a cabo en minas ilegales. Minas, que, por supuesto, no cumplen con las exigencias

ambientales, ni de seguridad laboral, ni de protección de la salud pública, ni absolutamente

nada de nada.

La minería ilegal ha sido la responsable de deforestar enormes cantidades de bosques,

envenenar suelos y poner en riesgo la salud de miles y miles de personas. Esto es así

porque en la minería se utilizan reactivos muy tóxicos que de no gestionarse correctamente

pueden ocasionar muchísimos problemas.) Y justo ahora llegamos a la cuestión clave:

¿Tienen razón Pedro Castillo y tantos otros activistas y políticos peruanos que denuncian

que las multinacionales mineras apenas pagan impuestos?

¿Es cierto que están saqueando las riquezas del Perú?

¿Por qué demonios cuesta tanto ver avances económicos en los entornos mineros?

Atentos.

(EL DINERO QUE NO LLEGA)

¿Es acaso cierto que las grandes mineras apenas pagan impuestos en el Perú?

Pues… para responder a esta pregunta lo primero que tenemos que tener en cuenta es

que en Perú la minería se enfrenta a 3 impuestos principales:

Por un lado, como cualquier otra empresa, al Impuesto a la Renta, esto es, el impuesto

sobre los beneficios. Pero luego también tiene que hacer frente a las regalías mineras,

al impuesto especial a la minería y al gravamen especial a la minería.

El resultado de todo ello, es que según cálculos del Instituto Peruano de Economía, las empresas

mineras que operan en Perú se enfrentan a una carga fiscal de al menos el 47,07% sobre

sus beneficios.

Lo que está por encima del promedio de los principales países mineros. Es decir, en

Perú las empresas mineras pagan más de lo que es habitual en países como Canadá, Australia,

Chile o Estados Unidos entre otros muchos.

Tan solo entre 2009-2019, las empresas mineras en Perú pagaron en impuestos 85.000 millones

de soles. Unos 25.000 millones de dólares al cambio de aquel momento.

Y, ojo, porque a esta carga fiscal tenemos que añadir el dinero que las mineras abonan

en salarios, en cotizaciones sociales y por contratos con empresas locales.

Si metemos todo en la ecuación queda claro meridiano que el Perú gana mucho, muchísimo

más con las explotaciones mineras que cualquier empresas que explotan yacimientos en el país.

[Vamos, que saqueo, saqueo, lo que se dice saqueo pues como que no]

Pero entonces, ¿por qué diantres las comunidades parecen no avanzar? ¿Por qué en muchos casos

la población local tiene el sentimiento de que las multinacionales se llevan los recursos

y ellos se quedan sin nada?

Pues amigos, amigas, justo aquí es cuándo llegamos a lo que se conoce como el Canon

minero.

(Los entes subnacionales, las regiones, los municipios y los distritos donde existe actividad

minera reciben cada año el 50% de los ingresos recaudados por el estado, para gastarlo en

principio en inversión pública.

Y junto al canon minero encontramos también el canon gasífero, el petrolero y las regalías

mineras. Es decir, que los entes subnacionales de las zonas donde se explotan los recursos

naturales reciben un montón de ingresos cada año.)

Hablamos de más de 2.000 millones de dólares anuales para regiones que por lo general son

muy pobres. A pesar de ello, el descontento social parece más que evidente.

("Localidades que más canon minero recibieron votaron por Perú Libre". La República)

Pues bien, ¿Sabéis cuál es el problema? Que por el bajo nivel de la clase política

peruana - del que ya os hablamos en un reciente vídeo que os dejo en la descripción - lo

gastan mal, y cuando consiguen gastarlo.

Porque según datos del MEF entre 2009 y 2019 apenas lograron ejecutar poco más del 60%

del presupuesto disponible. Esto supone que las principales regiones mineras se dejan

en el cajón más de 1.800 millones de soles anuales pagados por la industria minera.

Es decir, que estos entes subnacionales han acumulado miles y miles de millones de soles

en las cuentas del banco nacional, al tiempo que sus regiones carecen de todo tipo de infraestructuras

básicas. Y eso no es culpa de las minas sino de la política.

(“Acá la plata sobra. Las autoridades subnacionales no tienen que pedir más recursos. Lo que

se tiene que trabajar es en cómo gestionar mejor esos recursos. El discurso de que las

empresas aportan muy poco, que algunos afirman, desconoce el exceso de recursos que tienen

estas autoridades”. Luis Miguel Castilla, Director de Videnza Consultores)

En 2020, por la crisis del coronavirus el canon fue mucho más reducido, apenas 4.504

millones de soles. Pues bien, a pesar de ello los gobiernos y municipios subnacionales apenas

ejecutaron poco más del 50%.

Y luego a lo que logran gastar hay que restar la corrupción.

Antes veíamos por ejemplo el caso de Cajamarca, la región más pobre del Perú y el lugar

natal de Pedro Castillo.

(Cajamarca es una región de 1,3 millones de habitantes donde casi el 50% de la población

vive en condiciones de pobreza severa, donde el 20% de las viviendas no tienen electricidad,

el 26% no tienen servicio de agua corriente y el 62% no están conectadas a redes de saneamiento.

Pues bien, sólo entre 2009 y 2018 esta región recibió del canon minero y las regalías

casi 1.200 millones de dólares para realizar inversión pública. De toda esta cantidad

casi la mitad, el 47% no se ejecutó, no se gastó.)

Y a pesar de ello, casi el 30% del presupuesto público de los entes subnacionales de esta

región se financiaron con cargo al Canon Minero y las regalías.

Amigos, aquí y en la minería ilegal, que evidentemente no paga nada, es dónde está

el gran problema y el porque muchos peruanos tienen la impresión de que las mineras pagan

mucho menos de lo que realmente pagan.

Ahora bien, llegamos a la última gran pregunta ¿Qué consecuencias puede tener Castillo

para el futuro de la minería peruana?

Atentos.

(¿AUSTRALIA O VENEZUELA? LA ALTERNATIVA LATINOAMERICANA)

Amigos, el desarrollo de las energías verdes está disparando la demanda de productos minerales

de todo tipo, lo que está incrementando sus precios. Esto supone una oportunidad para

países como Perú.

(En estos momentos el país andino, pacífico y amazónico tiene una cartera de proyectos

mineros con inversiones estimadas de casi 60.000 millones de dólares. Proyectos que

según estimados del Instituto Peruano de Economía podrían traducirse en ingresos

fiscales de miles y miles de millones de dólares durante los próximos años.)

El problema es que muchos de estos proyectos están frenados y para colmo la llegada de

Castillo puede hacer que se frenen aún más. Esto es lo que se juega en Perú.

Amigos, las cosas en el pasado no se han hecho en muchos casos bien. La dejadez de muchas

compañías, la corrupción y la incompetencia de los gobiernos locales han ralentizado el

desarrollo del país. Pero eso son cosas que se pueden solventar.

Perú necesita inversión y la industria mineral, tal y como ocurre en Australia, puede ser

un gran motor de prosperidad.

Pero llegados hasta aquí, turno para ti: ¿Qué impacto crees que puede tener la llegada

de Castillo para la industria más importante del Perú? ¿Cumplirá sus amenazas o finalmente

será pragmático?

Déjanos tu respuesta en los comentarios y si este vídeo os ha resultado interesante

no olvidéis darle a like y suscribiros a VisualPolitik.

Un saludo y hasta la próxima.


¿Por qué CASTILLO quiere NACIONALIZAR la MINERÍA en PERÚ? - VisualPolitik Warum will CASTILLO den Bergbau in PERU NATIONALISIEREN? - VisuellePolitik Why does CASTILLO want to NATIONALIZE MINING in PERU? - VisualPolitik Pourquoi CASTILLO veut-il nationaliser l'exploitation minière au PEROU ? - VisualPolitik なぜカスティーヨはペルーの鉱山を国有化したいのか?- ビジュアル・ポリティーク Porque é que CASTILLO quer NACIONALIZAR A MINERAÇÃO no PERU? - VisualPolitik

“El estado peruano enfrenta difíciles retos a corto y mediano plazo; necesita una nueva

forma de hacer minería en su territorio” Pedro Castillo.

Queridos amigos, amigas, con esta frase el nuevo y controvertido presidente del Perú

quiso dejar claras sus intenciones durante su discurso de investidura.

“una nueva forma de hacer minería”.

Y no solo eso, Pedro Castillo ha prometido toda una revolución política y también

económica para el país.

De esta forma, por ejemplo, durante este mismo discurso inaugural también dejó claro que

a partir de ahora el estado peruano exigirá a todos los proyectos mineros e industriales

más impuestos y también cumplir con un nuevo criterio: la rentabilidad social.

(“Si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va”,)

Es decir, que para que un proyecto sea aprobado ya no sólo tendrá que ser rentable y pagar

los impuestos convenidos al estado peruano, sino que ahora también tendrá que cumplir

con otras cuestiones cómo, no sé, dinamizar la economía del entorno, apoyar la cultura

local o preservar el medio ambiente.

[Lo que por otra parte, pues, ya se supone que hacen con su actividad, con los impuestos

que pagan y con las regulaciones y normas que les exige el estado. Bueno, todo esto

de la rentabilidad social es algo que el nuevo gobierno tendrá que detallar.]

(“Cuando [Pedro Castillo] habla de rentabilidad social, es fácil advertir que no conoce el

aporte tributario de la minería ni el impulso directo e indirecto de la mano de obra que

generan los proyectos mineros, ni su nivel de innovación y transferencia tecnológica”,

Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.)

La cuestión es que Pedro Castillo, oriundo de Cajamarca, una de las regiones mineras

más importantes del Perú, ha puesto a esta industria en su punto de mira.

("Pedro Castillo dice que no permitirá que las empresas mineras "saqueen" a Perú". Milenio)

("Pedro Castillo: Nacionalizaremos mineras si el pueblo lo requiere: Exitosa")

Y, ojo, porque estamos hablando del sector más importante de la economía peruana. Perú

es una potencia minera a nivel mundial y sólo los proyectos actualmente en marcha suman

decenas y decenas de miles de millones de dólares.

Y eso, eso ha hecho que en VisualPolitik nos hagamos unas cuantas preguntas:

¿Qué papel tiene realmente la minería en el Perú? ¿Por qué Pedro Castillo ha puesto

a las minas en la diana? ¿Cómo es posible que esta industria genere tanto rechazo social?

¿Cómo puede este sector contribuir al futuro del Perú? Y quizás la pregunta más importante

de todas: ¿Qué es exactamente lo que está en juego?

Atentos.

[Por cierto si quieres estar al tanto de todo lo que ocurre en América Latina no te pierdas

Latampolitik, nuestra newsletter dedicada específicamente a la actualidad de esta región.

Os dejamos todos los detalles en la descripción.]

(MINERÍA EN EL PERÚ: EN BUSCA Y CAPTURA)

Queridos amigos,amigas, el Perú es una de las mayores potencias mineras de todo el planeta.

Por ejemplo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, en 2019 el país fue el

segundo mayor productor de cobre, plata y zinc de todo el mundo. También fue uno de

los mayores productores de oro, plomo y estaño entre otros muchos recursos.

Porque si algo está claro es que el país tiene prácticamente de todo.

(“Muchos otros países mineros tienen principalmente un solo mineral y esto les agrega un riesgo

adicional cuando los precios fluctúan. Perú tiene la ventaja de poder suavizar algunas

de las fluctuaciones de precios, a partir de esta canasta diversificada de metales”.

Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía)

Todo esto explica que la minería suponga en torno al 10% del PIB del país.

Y no solo eso. También genera, como veremos, entre el 15 y el 20% de todos los ingresos

públicos y es responsable de casi el 60% de las exportaciones nacionales.

Para que os hagáis una idea, entre los años 2010 y 2019 el país ingresó anualmente una

media de 25.000 millones de dólares en exportaciones mineras. Lo que supone tal y como os podéis

imaginar una fuente de divisas vital para la economía peruana.

Y ahí, ahí no acaba todo.

(El sector minero también emplea directamente a unos 200 mil trabajadores formales y se

calcula que genera indirectamente más de 1,3 millones de puestos de trabajo adicionales.

Entre otras cosas porque los trabajos del sector minero son más productivos y se caracterizan

por pagar salarios mucho más altos, algo más del doble, que los habituales en el resto

de la economía peruana.) Además, luego tendríamos que tener en cuenta

a cerca de medio millón de personas más que se calcula trabajan en lo que se conoce

como la minería informal, es decir la que se realiza de forma ilegal o al margen de

los permisos y las regulaciones del estado. Luego hablaremos de ello.

Resumiendo, que para la economía peruana la minería es casi tan importante como lo

son los huevos para hacer una tortilla.

Sin embargo, echad el freno, porque pese a todo ello, tal y cómo hemos visto, el nuevo

gobierno ha puesto a esta industria en la diana.

Así que la pregunta que todos podríamos hacernos es, ¿Por qué demonios un gobierno

se lanza a la yugular de una industria tan importante para el país?

Pues no penséis por un instante que lo hace por casualidad o falta de miras. Al menos

de miras políticas.

Lo cierto, amigos, es que la minería es una industria terriblemente impopular en el Perú.

¿Por qué? Pues por varios motivos. En primer lugar porque tiene un impacto muy alto sobre

el terreno.

(La actividad minera ocupa enormes cantidades de suelo. Por ejemplo, una única explotación

como es el caso de Yanacocha, la mina de oro más grande de Sudamérica ocupa una extensión

de 10km de largo por 5 de ancho. 50 km2.

Y, desde luego, no solo se trata del terreno. También necesita enormes cantidades de agua

en zonas donde en no pocos casos los habitantes tienen serios problemas de suministro.

Luego habitualmente el trasiego de camiones y maquinaria tambien afecta a la vida, a las

cosechas y a los pastos de las zonas rurales por la gran cantidad de polvo que se levanta

y, además, si no se hacen bien las cosas el riesgo de contaminación es muy alto, con

serias implicaciones, incluso, para la salud de las personas.)

Aún con todo el mayor problema es la sensación que tienen las comunidades rurales de estas

siendo “robadas”. Es decir, que el enorme negocio que las compañías mineras hacen

con las explotaciones en el Perú no termina traduciéndose en una mejora clara de sus

condiciones de vida. Y eso, eso cuándo no experimentan directamente en un perjuicio.

Ahí tenemos por ejemplo el caso de Cajamarca, el hogar natal de Pedro Castillo y la región

más pobre del Perú a pesar de tener una potente industria minera y muchísimos recursos

naturales por explotar.

Pese a ello, las carreteras y las infraestructuras son deplorables, casi la mitad de la población

se encuentra en una situación de pobreza severa

( “Ni siquiera pagan impuestos de una manera justa; desde aquí sacan el oro que se envía

a todas partes del mundo y las comunidades de Cajamarca seguimos viviendo en la miseria”.

Juan Chillón, activista y político de izquierdas peruano)

El recelo hacia la minería es tan grande que a pesar de ser una región tan pobre,

las autoridades han frenado en los últimos años proyectos mineros multimillonarios.

Ese fue el caso, por ejemplo, del Proyecto Conga, una enorme explotación de oro que

conllevaba una inversión inicial de casi 5.000 millones de dólares.

Hablamos de un sentimiento que se ha ido extendiendo a lo largo y ancho de todo el país, especialmente

en las regiones más mineras. Y todo esto es lo que explica tantos y tantos

conflictos sociales. Por ejemplo, según la Defensoría del Pueblo, tan sólo durante

el primer trimestre del 2021 se registraron 80 conflictos activos relacionados con la

minería.

Ahora bien, ¿Qué hay de verdad en todo esto? ¿Es cierto que las mineras son tan irresponsables?

¿Es verdad que no pagan apenas impuestos?

Pues, amigos, como en toda buena historia vamos a poder encontrar claroscuros.

Respecto al impacto ambiental y la explotación laboral, hay que decir que la mayoría de

problemas están asociados a la minería ilegal o la mala praxis de los funcionarios que tienen

el deber de controlar el cumplimiento de la regulación establecida o perseguir las explotaciones

ilegales.

Y, ojo, porque no hablamos de cuestiones menores. Fijaos.

(Según estimaciones de la consultora Macroconsult, casi el 30% de toda la producción de oro

se llevó a cabo en minas ilegales. Minas, que, por supuesto, no cumplen con las exigencias

ambientales, ni de seguridad laboral, ni de protección de la salud pública, ni absolutamente

nada de nada.

La minería ilegal ha sido la responsable de deforestar enormes cantidades de bosques,

envenenar suelos y poner en riesgo la salud de miles y miles de personas. Esto es así

porque en la minería se utilizan reactivos muy tóxicos que de no gestionarse correctamente

pueden ocasionar muchísimos problemas.) Y justo ahora llegamos a la cuestión clave:

¿Tienen razón Pedro Castillo y tantos otros activistas y políticos peruanos que denuncian

que las multinacionales mineras apenas pagan impuestos?

¿Es cierto que están saqueando las riquezas del Perú?

¿Por qué demonios cuesta tanto ver avances económicos en los entornos mineros?

Atentos.

(EL DINERO QUE NO LLEGA)

¿Es acaso cierto que las grandes mineras apenas pagan impuestos en el Perú?

Pues… para responder a esta pregunta lo primero que tenemos que tener en cuenta es

que en Perú la minería se enfrenta a 3 impuestos principales:

Por un lado, como cualquier otra empresa, al Impuesto a la Renta, esto es, el impuesto

sobre los beneficios. Pero luego también tiene que hacer frente a las regalías mineras,

al impuesto especial a la minería y al gravamen especial a la minería.

El resultado de todo ello, es que según cálculos del Instituto Peruano de Economía, las empresas

mineras que operan en Perú se enfrentan a una carga fiscal de al menos el 47,07% sobre

sus beneficios.

Lo que está por encima del promedio de los principales países mineros. Es decir, en

Perú las empresas mineras pagan más de lo que es habitual en países como Canadá, Australia,

Chile o Estados Unidos entre otros muchos.

Tan solo entre 2009-2019, las empresas mineras en Perú pagaron en impuestos 85.000 millones

de soles. Unos 25.000 millones de dólares al cambio de aquel momento.

Y, ojo, porque a esta carga fiscal tenemos que añadir el dinero que las mineras abonan

en salarios, en cotizaciones sociales y por contratos con empresas locales.

Si metemos todo en la ecuación queda claro meridiano que el Perú gana mucho, muchísimo

más con las explotaciones mineras que cualquier empresas que explotan yacimientos en el país.

[Vamos, que saqueo, saqueo, lo que se dice saqueo pues como que no]

Pero entonces, ¿por qué diantres las comunidades parecen no avanzar? ¿Por qué en muchos casos

la población local tiene el sentimiento de que las multinacionales se llevan los recursos

y ellos se quedan sin nada?

Pues amigos, amigas, justo aquí es cuándo llegamos a lo que se conoce como el Canon

minero.

(Los entes subnacionales, las regiones, los municipios y los distritos donde existe actividad

minera reciben cada año el 50% de los ingresos recaudados por el estado, para gastarlo en

principio en inversión pública.

Y junto al canon minero encontramos también el canon gasífero, el petrolero y las regalías

mineras. Es decir, que los entes subnacionales de las zonas donde se explotan los recursos

naturales reciben un montón de ingresos cada año.)

Hablamos de más de 2.000 millones de dólares anuales para regiones que por lo general son

muy pobres. A pesar de ello, el descontento social parece más que evidente.

("Localidades que más canon minero recibieron votaron por Perú Libre". La República)

Pues bien, ¿Sabéis cuál es el problema? Que por el bajo nivel de la clase política

peruana - del que ya os hablamos en un reciente vídeo que os dejo en la descripción - lo

gastan mal, y cuando consiguen gastarlo.

Porque según datos del MEF entre 2009 y 2019 apenas lograron ejecutar poco más del 60%

del presupuesto disponible. Esto supone que las principales regiones mineras se dejan

en el cajón más de 1.800 millones de soles anuales pagados por la industria minera.

Es decir, que estos entes subnacionales han acumulado miles y miles de millones de soles

en las cuentas del banco nacional, al tiempo que sus regiones carecen de todo tipo de infraestructuras

básicas. Y eso no es culpa de las minas sino de la política.

(“Acá la plata sobra. Las autoridades subnacionales no tienen que pedir más recursos. Lo que

se tiene que trabajar es en cómo gestionar mejor esos recursos. El discurso de que las

empresas aportan muy poco, que algunos afirman, desconoce el exceso de recursos que tienen

estas autoridades”. Luis Miguel Castilla, Director de Videnza Consultores)

En 2020, por la crisis del coronavirus el canon fue mucho más reducido, apenas 4.504

millones de soles. Pues bien, a pesar de ello los gobiernos y municipios subnacionales apenas

ejecutaron poco más del 50%.

Y luego a lo que logran gastar hay que restar la corrupción.

Antes veíamos por ejemplo el caso de Cajamarca, la región más pobre del Perú y el lugar

natal de Pedro Castillo.

(Cajamarca es una región de 1,3 millones de habitantes donde casi el 50% de la población

vive en condiciones de pobreza severa, donde el 20% de las viviendas no tienen electricidad,

el 26% no tienen servicio de agua corriente y el 62% no están conectadas a redes de saneamiento.

Pues bien, sólo entre 2009 y 2018 esta región recibió del canon minero y las regalías

casi 1.200 millones de dólares para realizar inversión pública. De toda esta cantidad

casi la mitad, el 47% no se ejecutó, no se gastó.)

Y a pesar de ello, casi el 30% del presupuesto público de los entes subnacionales de esta

región se financiaron con cargo al Canon Minero y las regalías.

Amigos, aquí y en la minería ilegal, que evidentemente no paga nada, es dónde está

el gran problema y el porque muchos peruanos tienen la impresión de que las mineras pagan

mucho menos de lo que realmente pagan.

Ahora bien, llegamos a la última gran pregunta ¿Qué consecuencias puede tener Castillo

para el futuro de la minería peruana?

Atentos.

(¿AUSTRALIA O VENEZUELA? LA ALTERNATIVA LATINOAMERICANA)

Amigos, el desarrollo de las energías verdes está disparando la demanda de productos minerales

de todo tipo, lo que está incrementando sus precios. Esto supone una oportunidad para

países como Perú.

(En estos momentos el país andino, pacífico y amazónico tiene una cartera de proyectos

mineros con inversiones estimadas de casi 60.000 millones de dólares. Proyectos que

según estimados del Instituto Peruano de Economía podrían traducirse en ingresos

fiscales de miles y miles de millones de dólares durante los próximos años.)

El problema es que muchos de estos proyectos están frenados y para colmo la llegada de

Castillo puede hacer que se frenen aún más. Esto es lo que se juega en Perú.

Amigos, las cosas en el pasado no se han hecho en muchos casos bien. La dejadez de muchas

compañías, la corrupción y la incompetencia de los gobiernos locales han ralentizado el

desarrollo del país. Pero eso son cosas que se pueden solventar.

Perú necesita inversión y la industria mineral, tal y como ocurre en Australia, puede ser

un gran motor de prosperidad.

Pero llegados hasta aquí, turno para ti: ¿Qué impacto crees que puede tener la llegada

de Castillo para la industria más importante del Perú? ¿Cumplirá sus amenazas o finalmente

será pragmático?

Déjanos tu respuesta en los comentarios y si este vídeo os ha resultado interesante

no olvidéis darle a like y suscribiros a VisualPolitik.

Un saludo y hasta la próxima.