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Oscar Wilde - El fantasma de Canterville, Oscar Wilde - El fantasma de Canterville - Capitulo III

Oscar Wilde - El fantasma de Canterville - Capitulo III

Cuando a la mañana siguiente el almuerzo reunió a la familia Otis, se discutió extensamente acerca del fantasma.

El ministro de los Estados Unidos estaba, como era natural, un poco ofendido viendo que su ofrecimiento no había sido aceptado.

-No quisiera en modo alguno injuriar personalmente al fantasma -dijo -, y reconozco que, dada la larga duración de su estancia en la casa, no era nada cortés tirarle una almohada a la cabeza...

Siento tener que decir que esta observación tan justa provocó una explosión de risa en los gemelos.

-Pero, por otro lado -prosiguió míster Otis-, si se empeña, sin más ni más, en no hacer uso del engrasador marca "Sol-Levante", nos veremos precisados a quitarle las cadenas. No habría manera de dormir con todo ese ruido a la puerta de las alcobas.

Pero, sin embargo, en el resto de la semana no fueron molestados.

Lo único que les llamó la atención fue la reaparición continua de la mancha de sangre sobre el "parquet" de la biblioteca. Era realmente muy extraño, tanto más cuanto que mistress Otis cerraba la puerta con llave por la noche, igual que las ventanas.

Los cambios de color que sufría la mancha, comparables a los de un camaleón, produjeron asimismo frecuentes comentarios en la familia.

Una mañana era de un rojo oscuro, casi violáceo; otras veces era bermellón; luego, de un púrpura espléndido, y un día, cuando bajaron a rezar, según los ritos sencillos de la libre iglesia episcopal reformada de América, la encontraron de un hermoso verde esmeralda.

Como era natural, estos cambios kaleidoscópicos divirtieron grandemente a la reunión y hacíanse apuestas todas las noches con entera tranquilidad.

La única persona que no tomó parte en la broma fue la joven Virginia.

Por razones ignoradas, sentíase siempre impresionada ante la mancha de sangre, y estuvo a punto de llorar la mañana que apareció verde esmeralda.

El fantasma hizo su aparición el domingo por la noche. Al poco tiempo de estar todos ellos acostados, les alarmó un enorme estrépito que se oyó en el "hall". Bajaron apresuradamente, y se encontraron con que una armadura completa se había desprendido de su soporte, cayendo sobre las losas.

Cerca de allí, sentado en un sillón de alto respaldo, el fantasma de Canterville se restregaba las rodillas, con una expresión de agudo dolor sobre su rostro.

Los gemelos, que se habían provisto de sus cañas de majuelos, le lanzaron inmediatamente dos huesos, con esa seguridad de puntería que sólo se adquiere a fuerza de largos y pacientes ejercicios sobre el profesor de caligrafía.

Mientras tanto, el ministro de los Estados Unidos mantenía al fantasma bajo la amenaza de su revólver, y, conforme a la etiqueta californiana, le instaba a levantar los brazos.

El fantasma se alzó bruscamente, lanzando un grito de furor salvaje, y se disipó en medio de ellos, como una niebla, apagando de paso la vela de Washington Otis y dejándolos a todos en la mayor oscuridad.

Cuando llegó a lo alto de la escalera, una vez dueño de sí, se decidió a lanzar su célebre repique de carcajadas satánicas.

Contaba la gente que aquello hizo encanecer en una sola noche el peluquín de lord Raker. Y que no necesitaron más de tres sucesivas amas de gobierno para decidirse a «dimitir» antes de terminar el primer mes en su cargo.

Por consiguiente, lanzó una carcajada más horrible, despertando paulatinamente los ecos en las antiguas bóvedas; pero, apagados éstos, se abrió una puerta y apareció, vestida de azul claro, mistress Otis.

-Me temo -dijo la dama- que esté usted indispuesto, y aquí le traigo un frasco de la tintura del doctor Dobell. Si se trata de una indigestión, esto le sentará bien.

El fantasma la miró con ojos llameantes de furor y se creyó en el deber de metamorfosearse en un gran perro negro.

Era un truco que le había dado una reputación merecidísima, y al cual atribuía la idiotez incurable del tío de lord Canterville, el honorable Tomás Horton.

Pero un ruido de pasos que se acercaban le hizo vacilar en su cruel determinación, y se contentó con volverse un poco fosforescente.

En seguida se desvaneció, después de lanzar un gemido sepulcral, porque los gemelos iban a darle alcance.

Una vez en su habitación sintióse destrozado, presa de la agitación más violenta.

La ordinariez de los gemelos, el grosero materialismo de mistress Otis, todo aquello resultaba realmente vejatorio; pero lo que más le humillaba era no tener ya fuerzas para llevar una armadura.

Contaba con hacer impresión aun en unos americanos modernos, con hacerles estremecer a la vista de un espectro acorazado, ya que no por motivos razonables, al menos por deferencia hacia su poeta nacional Longfellow, cuyas poesías, delicadas y atrayentes, habíanle ayudado con frecuencia a matar el tiempo, mientras los Canterville estaban el Londres.

Además, era su propia armadura. La llevó con éxito en el torneo de Kenilworth, siendo felicitado calurosamente por la Reina-Virgen en persona.

Pero cuando quiso ponérsela quedó aplastado por completo con el peso de la enorme coraza y del yelmo de acero. Y se desplomó pesadamente sobre las losas de piedra, despellejándose las rodillas y contusionándose la muñeca derecha.

Durante varios días estuvo malísimo y no pudo salir de su morada más que lo necesario para mantener en buen estado la mancha de sangre.

No obstante lo cual, a fuerza de cuidados acabó por restablecerse y decidió hacer una tercera tentativa para aterrorizar al ministro de los Estados Unidos y a su familia.

Eligió para su reaparición en escena el viernes 17 de agosto, consagrando gran parte del día a pasar revista a sus trajes.

Su elección recayó al fin en un sombrero de ala levantada por un lado y caída del otro, con una pluma roja; en un sudario deshilachado por las mangas y el cuello y, por último, en un puñal mohoso.

Al atardecer estalló una gran tormenta. El viento era tan fuerte que sacudía y cerraba violentamente las puertas y ventanas de la vetusta casa. Realmente aquél era el tiempo que le convenía. He aquí lo que pensaba hacer:

Iría sigilosamente a la habitación de Washington Otis, le musitaría unas frases ininteligibles, quedándose al pie de la cama, y le hundiría tres veces seguidas el puñal en la garganta, a los sones de una música apagada.

Odiaba sobre todo a Washington, porque sabía perfectamente que era él quien acostumbraba quitar la famosa mancha de sangre de Canterville, empleando el «limpiador incomparable de Pinkerton».

Después de reducir al temerario, al despreocupado joven, entraría en la habitación que ocupaba el ministro de los Estados Unidos y su mujer.

Una vez allí, colocara una mano viscosa sobre la frente de mistress Otis, y al mismo tiempo murmuraría, con voz sorda, al oído del ministro tembloroso, los secretos terribles del osario.

En cuanto a la pequeña Virginia, aún no tenía decidido nada. No lo había insultado nunca. Era bonita y cariñosa. Unos cuantos gruñidos sordos, que saliesen del armario, le parecían más que suficientes, y si no bastaban para despertarla, llegaría hasta tirarla de la puntita de la nariz con sus dedos rígidos por la parálisis.

A los gemelos estaba resuelto a darles una lección: lo primero que haría sería sentarse sobre sus pechos, con el objeto de producirles la sensación de pesadilla. Luego, aprovechando que sus camas estaban muy juntas, se alzaría en el espacio libre entre ellas, con el aspecto de un cadáver verde y frío como el hielo, hasta que se quedaran paralizados de terror. En seguida, tirando bruscamente su sudario, daría la vuelta al dormitorio en cuatro patas, como un esqueleto blanqueado por el tiempo, moviendo los ojos de sus órbitas, en su creación de «Daniel el Mudo, o el esqueleto del suicida», papel en el cual hizo un gran efecto en varias ocasiones. Creía estar tan bien en éste como en su otro papel de «Martín el Demente o el misterio enmascarado».

A las diez y media oyó subir a la familia a acostarse.

Durante algunos instantes le inquietaron las tumultuosas carcajadas de los gemelos, que se divertían evidentemente, con su loca alegría de colegiales, antes de meterse en la cama.

Pero a las once y cuarto todo quedó nuevamente en silencio, y cuando sonaron las doce se puso en camino.

La lechuza chocaba contra los cristales de la ventana. El cuervo crascitaba en el hueco de un tejo centenario y el viento gemía vagando alrededor de la casa, como un alma en pena; pero la familia Otis dormía, sin sospechar la suerte que le esperaba.

Oía con toda claridad los ronquidos regulares del ministro de los Estados Unidos, que dominaban el ruido de la lluvia y de la tormenta.

Se deslizó furtivamente a través del estuco. Una sonrisa perversa se dibujaba sobre su boca cruel y arrugada, y la luna escondió su rostro tras una nube cuando pasó delante de la gran ventana ojival, sobre la que estaban representadas, en azul y oro, sus propias armas y las de su esposa asesinada.

Seguía andando siempre, deslizándose como una sombra funesta, que parecía hacer retroceder de espanto a las mismas tinieblas en su camino.

En un momento dado le pareció oír que alguien le llamaba: se detuvo, pero era tan sólo un perro, que ladraba en la Granja Roja.

Prosiguió su marcha, refunfuñando extraños juramentos del siglo XVI, y blandiendo de cuando en cuando el puñal enmohecido en el aire de medianoche.

Por fin llegó a la esquina del pasillo que conducía a la habitación de Washington.

Allí hizo una breve parada.

El viento agitaba en torno de su cabeza sus largos mechones grises y ceñía en pliegues grotescos y fantásticos el horror indecible del fúnebre sudario.

Sonó entonces el cuarto en el reloj.

Comprendió que había llegado el momento.

Se dedicó una risotada y dio la vuelta a la esquina. Pero apenas lo hizo retrocedió, lanzando un gemido lastimero de terror y escondiendo su cara lívida entre sus largas manos huesosas.

Frente a él había un horrible espectro, inmóvil como una estatua, monstruoso como la pesadilla de un loco.

La cabeza del espectro era pelada y reluciente; su faz, redonda, carnosa y blanca; una risa horrorosa parecía retorcer sus rasgos en una mueca eterna; por los ojos brotaba a oleadas una luz escarlata, la boca tenía el aspecto de un ancho pozo de fuego, y una vestidura horrible, como la de él, como la del mismo Simón, envolvía con su nieve silenciosa aquella forma gigantesca.

Sobre el pecho tenía colgado un cartel con una inscripción en caracteres extraños y antiguos.

Quizá era un rótulo infamante, donde estaban escritos delitos espantosos, una terrible lista de crímenes.

Tenía, por último, en su mano derecha una cimitarra de acero resplandeciente.

Como no había visto nunca fantasmas hasta aquél día, sintió un pánico terrible, y, después de lanzar a toda prisa una segunda mirada sobre el monstruo atroz, regresó a su habitación, trompicando en el sudario que le envolvía.

Cruzó la galería corriendo, y acabó por dejar caer el puñal enmohecido en las botas de montar del ministro, donde lo encontró el mayordomo al día siguiente.

Una vez refugiado en su retiro, se desplomó sobre un reducido catre de tijera, tapándose la cabeza con las sábanas. Pero, al cabo de un momento, el valor indomable de los antiguos Canterville se despertó en él y tomó la resolución de hablar al otro fantasma en cuanto amaneciese.

Por consiguiente, no bien el alba plateó las colinas con su contacto, volvió al sitio en que había visto por primera vez al horroroso fantasma.

Pensaba que, después de todo, dos fantasmas valían más que uno sólo, y que con ayuda de su nuevo amigo podría contender victoriosamente con los gemelos. Pero cuando llegó al sitio hallóse en presencia de un espectáculo terrible.

Sucedíale algo indudablemente al espectro, porque la luz había desaparecido por completo de sus órbitas.

La cimitarra centelleante se había caído de su mano y estaba recostado sobre la pared en una actitud forzada e incómoda.

Simón se precipitó hacia delante y lo cogió en sus brazos; pero cuál no sería su terror viendo despegarse la cabeza y rodar por el suelo, mientras el cuerpo tomaba la posición supina, y notó que abrazaba una cortina blanca de lienzo grueso y que yacían a sus pies una escoba, un machete de cocina y una calabaza vacía.

Sin poder comprender aquella curiosa transformación, cogió con mano febril el cartel, leyendo a la claridad grisácea de la mañana estas palabras terribles:

HE-AQUÍ-EL-FANTASMA-OTIS EL-ÚNICO-ESPÍRITU-AUTÉNTICO-Y-VERDADERO ¡DESCONFIAD-DE-LAS-IMITACIONES! TODOS-LOS-DEMÁS-ESTÁN-FALSIFICADOS!

Y la entera verdad se le apareció como un relámpago.

¡Había sido burlado, chasqueado, engañado!

La expresión característica de los Canterville reapareció en sus ojos, apretó las mandíbulas desdentadas y, levantando por encima de su cabeza sus manos amarillas, juró, según el ritual pintoresco de la antigua escuela, «que cuando el gallo tocara por dos veces el cuerno de su alegre llamada se consumarían sangrientas hazañas, y el crimen, de callado paso, saldría de su retiro».

No había terminado de formular este juramento terrible, cuando de una alquería lejana, de tejado de ladrillo rojo, salió el canto de un gallo.

Lanzó una larga risotada, lenta y amarga, y esperó. Esperó una hora, y después otra; pero por alguna razón misteriosa no volvió a cantar el gallo.

Por fin, a eso de las siete y media, la llegada de las criadas le obligó a abandonar su terrible guardia y regresó a su morada, con altivo paso, pensando en su juramento vano y en su vano proyecto fracasado.

Una vez allí consultó varios libros de caballería, cuya lectura le interesaba extraordinariamente, y pudo comprobar que el gallo cantó siempre dos veces en cuantas ocasiones se recurrió a aquel juramento.

-¡Que el diablo se lleve a ese animal volátil! -murmuró-. ¡En otro tiempo hubiese caído sobre él con mi buena lanza, atravesándole el cuello y obligándole a cantar otra vez para mí, aunque reventara!

Y dicho esto se retiró a su confortable caja de plomo, y allí permaneció hasta la noche.


Oscar Wilde - El fantasma de Canterville - Capitulo III Oscar Wilde - Das Gespenst von Canterville - Kapitel III Oscar Wilde - The Canterville Ghost - Chapter III Oscar Wilde - O Fantasma de Canterville - Capítulo III

Cuando a la mañana siguiente el almuerzo reunió a la familia Otis, se discutió extensamente acerca del fantasma. When the Otis family gathered for lunch the next morning, there was a long discussion about the ghost.

El ministro de los Estados Unidos estaba, como era natural, un poco ofendido viendo que su ofrecimiento no había sido aceptado. The minister of the United States was, of course, a little offended that his offer had not been accepted.

-No quisiera en modo alguno injuriar personalmente al fantasma -dijo -, y reconozco que, dada la larga duración de su estancia en la casa, no era nada cortés tirarle una almohada a la cabeza... "I would not in any way personally injure the ghost," he said, "and I admit that, given the length of his stay in the house, it was not courteous to throw a pillow at his head ...

Siento tener que decir que esta observación tan justa provocó una explosión de risa en los gemelos. I'm sorry to say that this fair remark caused the twins to burst out laughing.

-Pero, por otro lado -prosiguió míster Otis-, si se empeña, sin más ni más, en no hacer uso del engrasador marca "Sol-Levante", nos veremos precisados a quitarle las cadenas. "But, on the other hand," continued Mr. Otis, "if you insist, without further ado, not to use the" Sol-Levante "brand oiler, we will be forced to remove the chains. No habría manera de dormir con todo ese ruido a la puerta de las alcobas. There would be no way to sleep with all that noise at the bedroom door.

Pero, sin embargo, en el resto de la semana no fueron molestados. But, nevertheless, in the rest of the week they were not bothered.

Lo único que les llamó la atención fue la reaparición continua de la mancha de sangre sobre el "parquet" de la biblioteca. The only thing that caught their attention was the continuous reappearance of the blood stain on the "parquet" of the library. Era realmente muy extraño, tanto más cuanto que mistress Otis cerraba la puerta con llave por la noche, igual que las ventanas. It was really very strange, all the more so since Mrs. Otis locked the door at night, as did the windows.

Los cambios de color que sufría la mancha, comparables a los de un camaleón, produjeron asimismo frecuentes comentarios en la familia. The color changes that the spot underwent, comparable to those of a chameleon, also produced frequent comments in the family.

Una mañana era de un rojo oscuro, casi violáceo; otras veces era bermellón; luego, de un púrpura espléndido, y un día, cuando bajaron a rezar, según los ritos sencillos de la libre iglesia episcopal reformada de América, la encontraron de un hermoso verde esmeralda. One morning it was dark red, almost purplish; other times it was vermilion; then splendid purple, and one day when they came down to pray, according to the simple rites of the Free Reformed Episcopal Church of America, they found it a beautiful emerald green.

Como era natural, estos cambios kaleidoscópicos divirtieron grandemente a la reunión y hacíanse apuestas todas las noches con entera tranquilidad. Naturally, these kaleidoscopic changes greatly amused the meeting, and bets were placed every night in complete tranquility.

La única persona que no tomó parte en la broma fue la joven Virginia. The only person who did not take part in the joke was young Virginia.

Por razones ignoradas, sentíase siempre impresionada ante la mancha de sangre, y estuvo a punto de llorar la mañana que apareció verde esmeralda. For reasons unknown, she was always impressed by the bloodstain, and was on the verge of tears the morning it appeared emerald green.

El fantasma hizo su aparición el domingo por la noche. Al poco tiempo de estar todos ellos acostados, les alarmó un enorme estrépito que se oyó en el "hall". Shortly after they were all in bed, they were alarmed by a huge crash that was heard in the hall. Bajaron apresuradamente, y se encontraron con que una armadura completa se había desprendido de su soporte, cayendo sobre las losas. They hurried down, to find that a full armor had slipped off its support, falling onto the flagstones.

Cerca de allí, sentado en un sillón de alto respaldo, el fantasma de Canterville se restregaba las rodillas, con una expresión de agudo dolor sobre su rostro. Nearby, seated in a high-backed armchair, the ghost of Canterville was rubbing his knees, with an expression of sharp pain on his face.

Los gemelos, que se habían provisto de sus cañas de majuelos, le lanzaron inmediatamente dos huesos, con esa seguridad de puntería que sólo se adquiere a fuerza de largos y pacientes ejercicios sobre el profesor de caligrafía. The twins, who had provided themselves with their hawk reeds, immediately threw two bones at him, with that certainty of aim that is only acquired by dint of long and patient exercises on the calligraphy teacher. Близнецы, снабдив себя тростником, тут же бросили ему две кости с той уверенностью в цели, которую можно приобрести только долгими и терпеливыми занятиями с учителем каллиграфии.

Mientras tanto, el ministro de los Estados Unidos mantenía al fantasma bajo la amenaza de su revólver, y, conforme a la etiqueta californiana, le instaba a levantar los brazos. Meanwhile, the United States minister kept the ghost under the threat of his revolver, and, according to California etiquette, urged him to raise his arms. Тем временем американский министр держал призрака под прицелом револьвера и, в соответствии с калифорнийским этикетом, призывал его поднять оружие.

El fantasma se alzó bruscamente, lanzando un grito de furor salvaje, y se disipó en medio de ellos, como una niebla, apagando de paso la vela de Washington Otis y dejándolos a todos en la mayor oscuridad. The ghost rose abruptly, crying out in savage fury, and dissipated in their midst like a mist, blowing out Washington Otis's candle in passing and leaving them all in utter darkness.

Cuando llegó a lo alto de la escalera, una vez dueño de sí, se decidió a lanzar su célebre repique de carcajadas satánicas. When he reached the top of the ladder, once in command of himself, he made up his mind to launch his famous ring of satanic laughter. Когда он добрался до верха лестницы, то, взяв себя в руки, решил запустить свой знаменитый залп сатанинского хохота.

Contaba la gente que aquello hizo encanecer en una sola noche el peluquín de lord Raker. People said that it made Lord Raker's toupee gray in a single night. Люди говорили, что от него парик лорда Рейкера поседел за одну ночь. Y que no necesitaron más de tres sucesivas amas de gobierno para decidirse a «dimitir» antes de terminar el primer mes en su cargo. And that it did not take more than three successive heads of government to decide to "resign" before the end of the first month in office. И что не прошло и трех сменявших друг друга администраций, как они решили "уйти в отставку" до конца первого месяца своего пребывания в должности.

Por consiguiente, lanzó una carcajada más horrible, despertando paulatinamente los ecos en las antiguas bóvedas; pero, apagados éstos, se abrió una puerta y apareció, vestida de azul claro, mistress Otis. Consequently, he gave a more horrible laugh, gradually waking up the echoes in the ancient vaults; But when these were turned off, a door opened and Mrs. Otis appeared, dressed in pale blue. В ответ он разразился еще более жутким смехом, постепенно пробудившим эхо в старых сводах; но когда оно стихло, дверь открылась, и появилась госпожа Отис, одетая в бледно-голубое.

-Me temo -dijo la dama- que esté usted indispuesto, y aquí le traigo un frasco de la tintura del doctor Dobell. "I am afraid," said the lady, "that you are indisposed, and here I bring you a vial of Dr. Dobell's tincture." Боюсь, - сказала леди, - что вы нездоровы, и вот вам бутылочка настойки доктора Добелла. Si se trata de una indigestión, esto le sentará bien. If it is indigestion, this will do you good. Если у вас несварение желудка, это поможет вам.

El fantasma la miró con ojos llameantes de furor y se creyó en el deber de metamorfosearse en un gran perro negro. The ghost stared at her with eyes blazing with fury, and he believed it was his duty to metamorphose into a great black dog. Призрак посмотрел на нее пылающими от ярости глазами и решил, что его долг - превратиться в большую черную собаку.

Era un truco que le había dado una reputación merecidísima, y al cual atribuía la idiotez incurable del tío de lord Canterville, el honorable Tomás Horton. It was a trick that had given him a well-deserved reputation, and to which he attributed the incurable idiocy of Lord Canterville's uncle, the Honorable Thomas Horton. Этот трюк принес ему заслуженную славу, и именно ему он приписывал неизлечимый идиотизм дяди лорда Кентервиля, достопочтенного Томаса Хортона.

Pero un ruido de pasos que se acercaban le hizo vacilar en su cruel determinación, y se contentó con volverse un poco fosforescente. But a sound of approaching footsteps made him falter in his cruel resolve, and he contented himself with becoming a little phosphorescent. Но звук приближающихся шагов заставил его поколебаться в своей жестокой решимости, и он довольствовался тем, что стал немного фосфоресцировать.

En seguida se desvaneció, después de lanzar un gemido sepulcral, porque los gemelos iban a darle alcance. He vanished immediately, after letting out a sepulchral groan, because the twins were going to catch up with him. Он тут же исчез, издав гробовой стон, потому что близнецы уже почти догнали его.

Una vez en su habitación sintióse destrozado, presa de la agitación más violenta. Once in his room he felt devastated, seized by the most violent agitation. Оказавшись в своей комнате, он был разбит, охваченный сильнейшим волнением.

La ordinariez de los gemelos, el grosero materialismo de mistress Otis, todo aquello resultaba realmente vejatorio; pero lo que más le humillaba era no tener ya fuerzas para llevar una armadura. The coarseness of the twins, the gross materialism of Mrs. Otis, it was all really humiliating; but what humiliated him most was that he no longer had the strength to wear armor. Грубость близнецов, грубый материализм госпожи Отис - все это было действительно неприятно; но больше всего его унижало то, что у него больше не было сил носить доспехи.

Contaba con hacer impresión aun en unos americanos modernos, con hacerles estremecer a la vista de un espectro acorazado, ya que no por motivos razonables, al menos por deferencia hacia su poeta nacional Longfellow, cuyas poesías, delicadas y atrayentes, habíanle ayudado con frecuencia a matar el tiempo, mientras los Canterville estaban el Londres. He counted on making an impression on even modern Americans, on making them shudder at the sight of an armored specter, for not for reasonable reasons, at least out of deference to his national poet Longfellow, whose delicate and engaging poetry had often helped him. kill time while the Cantervilles were in London. Он рассчитывал произвести впечатление даже на современных американцев, заставить их вздрогнуть при виде бронированного призрака, если не из разумных соображений, то хотя бы из уважения к своему национальному поэту Лонгфелло, чьи стихи, нежные и привлекательные, часто помогали ему убить время, пока Кентервиллы находились в Лондоне.

Además, era su propia armadura. Also, it was his own armor. Кроме того, это была его собственная броня. La llevó con éxito en el torneo de Kenilworth, siendo felicitado calurosamente por la Reina-Virgen en persona. He successfully wore her at the Kenilworth tournament, being warmly congratulated by the Virgin-Queen herself. Он успешно провел его на турнире в Кенилворте, получив теплые поздравления от самой королевы.

Pero cuando quiso ponérsela quedó aplastado por completo con el peso de la enorme coraza y del yelmo de acero. But when he tried to put it on, he was completely crushed under the weight of the enormous breastplate and the steel helmet. Но когда он попытался надеть его, то был полностью раздавлен под тяжестью массивного нагрудника и стального шлема. Y se desplomó pesadamente sobre las losas de piedra, despellejándose las rodillas y contusionándose la muñeca derecha. And he collapsed heavily on the stone slabs, skinning his knees and bruising his right wrist. И он тяжело рухнул на каменные плиты, ободрав колени и ушибив правое запястье.

Durante varios días estuvo malísimo y no pudo salir de su morada más que lo necesario para mantener en buen estado la mancha de sangre. For several days he was terrible and could not leave his home more than necessary to keep the bloodstain in good condition. Несколько дней он был в очень плохом состоянии и не мог покинуть свою обитель, за исключением того, что было необходимо для поддержания кровяного пятна в хорошем состоянии.

No obstante lo cual, a fuerza de cuidados acabó por restablecerse y decidió hacer una tercera tentativa para aterrorizar al ministro de los Estados Unidos y a su familia. However, by dint of care he finally recovered and decided to make a third attempt to terrify the United States minister and his family. Тем не менее, благодаря заботе, он в конце концов выздоровел и решил предпринять третью попытку терроризировать министра США и его семью.

Eligió para su reaparición en escena el viernes 17 de agosto, consagrando gran parte del día a pasar revista a sus trajes. He chose for his reappearance on the scene on Friday, August 17, devoting much of the day to reviewing his costumes. Для своего повторного выхода на сцену он выбрал пятницу 17 августа, посвятив большую часть дня разбору своих костюмов.

Su elección recayó al fin en un sombrero de ala levantada por un lado y caída del otro, con una pluma roja; en un sudario deshilachado por las mangas y el cuello y, por último, en un puñal mohoso. His choice finally fell on a hat with a raised brim on one side and fallen on the other, with a red feather; in a shroud frayed down the sleeves and neck and, finally, in a moldy dagger.

Al atardecer estalló una gran tormenta. In the evening a great storm broke out. El viento era tan fuerte que sacudía y cerraba violentamente las puertas y ventanas de la vetusta casa. The wind was so strong that it shook and slammed the doors and windows of the old house. Realmente aquél era el tiempo que le convenía. This was really the time that suited him. He aquí lo que pensaba hacer: Here's what I was planning to do:

Iría sigilosamente a la habitación de Washington Otis, le musitaría unas frases ininteligibles, quedándose al pie de la cama, y le hundiría tres veces seguidas el puñal en la garganta, a los sones de una música apagada. He would sneak into Washington Otis's room, mutter some unintelligible phrases to him, staying at the foot of the bed, and thrust the knife into his throat three times in a row, to the sounds of muffled music. Он прокрадывался в комнату Вашингтона Отиса, бормотал ему неразборчивые фразы, становился у изножья кровати и три раза подряд погружал кинжал в его горло под приглушенные звуки музыки.

Odiaba sobre todo a Washington, porque sabía perfectamente que era él quien acostumbraba quitar la famosa mancha de sangre de Canterville, empleando el «limpiador incomparable de Pinkerton». He hated Washington most of all, because he knew perfectly well that he was the one who used to remove the famous Canterville bloodstain, using "Pinkerton's matchless cleaner." Больше всего он ненавидел Вашингтона, поскольку прекрасно знал, что именно он выводил знаменитое кентервильское пятно крови, используя "несравненное чистящее средство Пинкертона".

Después de reducir al temerario, al despreocupado joven, entraría en la habitación que ocupaba el ministro de los Estados Unidos y su mujer. After reducing the reckless, carefree young man, he would enter the room occupied by the United States minister and his wife. Урезонив безрассудного и беззаботного юношу, он вошел в комнату, которую занимали министр США и его жена.

Una vez allí, colocara una mano viscosa sobre la frente de mistress Otis, y al mismo tiempo murmuraría, con voz sorda, al oído del ministro tembloroso, los secretos terribles del osario. Once there, he would place a slimy hand on Mrs. Otis's forehead, and at the same time mutter, in a muffled voice, into the trembling minister's ear, the terrible secrets of the ossuary. Оказавшись там, он клал липкую руку на лоб госпожи Отис и при этом приглушенным голосом шептал на ухо дрожащей служительнице страшные тайны костницы.

En cuanto a la pequeña Virginia, aún no tenía decidido nada. As for little Virginia, I had not yet decided anything. Что касается маленькой Вирджинии, то здесь еще ничего не решено. No lo había insultado nunca. I had never insulted him before. Era bonita y cariñosa. She was pretty and affectionate. Unos cuantos gruñidos sordos, que saliesen del armario, le parecían más que suficientes, y si no bastaban para despertarla, llegaría hasta tirarla de la puntita de la nariz con sus dedos rígidos por la parálisis. A few muffled grunts, coming out of the closet, seemed more than enough, and if they weren't enough to wake her, he would go as far as pulling her by the tip of her nose with his fingers stiff from paralysis. Несколько приглушенных ворчаний, доносящихся из шкафа, показались ему более чем достаточными, а если этого было недостаточно, чтобы разбудить ее, он потянул парализованными пальцами за кончик ее носа.

A los gemelos estaba resuelto a darles una lección: lo primero que haría sería sentarse sobre sus pechos, con el objeto de producirles la sensación de pesadilla. To the twins he was determined to teach them a lesson: the first thing he would do would be to sit on their breasts, with the object of producing the nightmarish sensation. Он решил проучить близнецов: первым делом он сядет им на грудь, чтобы вызвать у них ощущение ночного кошмара. Luego, aprovechando que sus camas estaban muy juntas, se alzaría en el espacio libre entre ellas, con el aspecto de un cadáver verde y frío como el hielo, hasta que se quedaran paralizados de terror. Then, taking advantage of the fact that their beds were close together, he would rise in the free space between them, looking like a green, ice-cold corpse, until they were paralyzed with terror. Затем, воспользовавшись тем, что их кровати стояли близко друг к другу, он вставал в пространство между ними, похожий на зеленый ледяной труп, пока их не парализовывал ужас. En seguida, tirando bruscamente su sudario, daría la vuelta al dormitorio en cuatro patas, como un esqueleto blanqueado por el tiempo, moviendo los ojos de sus órbitas, en su creación de «Daniel el Mudo, o el esqueleto del suicida», papel en el cual hizo un gran efecto en varias ocasiones. Immediately, pulling his shroud abruptly, he would circle the bedroom on all fours, like a skeleton bleached by time, moving his eyes from their sockets, in his creation of "Dumb Daniel, or the Suicide's Skeleton," a role in which made a great effect on several occasions. Затем, резко сбросив с себя саван, он на четвереньках, как отбеленный временем скелет, оборачивался по спальне, выкатывая глаза из глазниц, создавая "Даниэля Немого, или Скелета-самоубийцу" - роль, в которой он неоднократно добивался потрясающего эффекта. Creía estar tan bien en éste como en su otro papel de «Martín el Demente o el misterio enmascarado». He thought he looked as good in this one as he did in his other role in "Martin the Madman or the Masked Mystery." По его мнению, в этой картине он был так же хорош, как и в другой своей роли - "Мартин Безумный, или Тайна в маске".

A las diez y media oyó subir a la familia a acostarse. At half past ten he heard the family go upstairs to bed.

Durante algunos instantes le inquietaron las tumultuosas carcajadas de los gemelos, que se divertían evidentemente, con su loca alegría de colegiales, antes de meterse en la cama. For a few moments he was disturbed by the tumultuous laughter of the twins, who were evidently amused, with their mad schoolboy gaiety, before getting into bed.

Pero a las once y cuarto todo quedó nuevamente en silencio, y cuando sonaron las doce se puso en camino. But at a quarter past eleven all was quiet again, and when twelve struck he set off.

La lechuza chocaba contra los cristales de la ventana. The owl crashed against the windowpanes. El cuervo crascitaba en el hueco de un tejo centenario y el viento gemía vagando alrededor de la casa, como un alma en pena; pero la familia Otis dormía, sin sospechar la suerte que le esperaba. The raven was crashing in the hollow of a hundred-year-old yew tree and the wind moaned as it wandered around the house, like a soul in pain; but the Otis family slept, not suspecting the fate that awaited them.

Oía con toda claridad los ronquidos regulares del ministro de los Estados Unidos, que dominaban el ruido de la lluvia y de la tormenta. I could clearly hear the regular snoring of the U.S. minister overpowering the noise of the rain and storm.

Se deslizó furtivamente a través del estuco. It slipped stealthily through the stucco. Una sonrisa perversa se dibujaba sobre su boca cruel y arrugada, y la luna escondió su rostro tras una nube cuando pasó delante de la gran ventana ojival, sobre la que estaban representadas, en azul y oro, sus propias armas y las de su esposa asesinada. A wicked smile was drawn over his cruel, wrinkled mouth, and the moon hid his face behind a cloud as he passed in front of the great pointed window, above which were depicted, in blue and gold, his own arms and those of his murdered wife.

Seguía andando siempre, deslizándose como una sombra funesta, que parecía hacer retroceder de espanto a las mismas tinieblas en su camino. He was always walking, gliding like a fatal shadow, which seemed to make the same darkness retreat in terror on its way.

En un momento dado le pareció oír que alguien le llamaba: se detuvo, pero era tan sólo un perro, que ladraba en la Granja Roja. At one point he thought he heard someone calling him: he stopped, but it was only a dog, barking in the Red Farm.

Prosiguió su marcha, refunfuñando extraños juramentos del siglo XVI, y blandiendo de cuando en cuando el puñal enmohecido en el aire de medianoche. He continued his march, grumbling strange sixteenth-century oaths, and brandishing the moldy dagger from time to time in the midnight air.

Por fin llegó a la esquina del pasillo que conducía a la habitación de Washington. He finally reached the corner of the hallway that led to Washington's room.

Allí hizo una breve parada. There he made a brief stop.

El viento agitaba en torno de su cabeza sus largos mechones grises y ceñía en pliegues grotescos y fantásticos el horror indecible del fúnebre sudario. The wind stirred around his head his long gray locks and girded in grotesque and fantastic folds the unspeakable horror of the funereal shroud.

Sonó entonces el cuarto en el reloj. Then the quarter sounded on the clock.

Comprendió que había llegado el momento. He understood that the time had come.

Se dedicó una risotada y dio la vuelta a la esquina. He laughed and turned the corner. Pero apenas lo hizo retrocedió, lanzando un gemido lastimero de terror y escondiendo su cara lívida entre sus largas manos huesosas. But no sooner had he done so than he recoiled, uttering a piteous groan of terror and hiding his livid face between his long bony hands.

Frente a él había un horrible espectro, inmóvil como una estatua, monstruoso como la pesadilla de un loco. In front of him was a horrible specter, motionless as a statue, monstrous as a madman's nightmare.

La cabeza del espectro era pelada y reluciente; su faz, redonda, carnosa y blanca; una risa horrorosa parecía retorcer sus rasgos en una mueca eterna; por los ojos brotaba a oleadas una luz escarlata, la boca tenía el aspecto de un ancho pozo de fuego, y una vestidura horrible, como la de él, como la del mismo Simón, envolvía con su nieve silenciosa aquella forma gigantesca. The specter's head was bare and shiny; his face, round, fleshy and white; a hideous laugh seemed to twist his features into an eternal grin; Scarlet light streamed from his eyes, his mouth looked like a wide pit of fire, and a hideous garment, like his own, like Simon's himself, enveloped that gigantic form with its silent snow.

Sobre el pecho tenía colgado un cartel con una inscripción en caracteres extraños y antiguos. On his chest hung a sign with an inscription in strange and ancient characters.

Quizá era un rótulo infamante, donde estaban escritos delitos espantosos, una terrible lista de crímenes. Perhaps it was an infamous label, on which were written hideous crimes, a terrible list of crimes.

Tenía, por último, en su mano derecha una cimitarra de acero resplandeciente. Finally, he held in his right hand a scimitar of gleaming steel.

Como no había visto nunca fantasmas hasta aquél día, sintió un pánico terrible, y, después de lanzar a toda prisa una segunda mirada sobre el monstruo atroz, regresó a su habitación, trompicando en el sudario que le envolvía. Having never seen ghosts until that day, he felt a terrible panic, and, hastily casting a second glance at the heinous monster, he returned to his room, stumbling into the shroud that enveloped him.

Cruzó la galería corriendo, y acabó por dejar caer el puñal enmohecido en las botas de montar del ministro, donde lo encontró el mayordomo al día siguiente. He ran across the gallery, eventually dropping the moldy dagger in the minister's riding boots, where the butler found it the next day.

Una vez refugiado en su retiro, se desplomó sobre un reducido catre de tijera, tapándose la cabeza con las sábanas. Once sheltered in his retirement, he collapsed on a small scissor bunk, covering his head with the sheets. Pero, al cabo de un momento, el valor indomable de los antiguos Canterville se despertó en él y tomó la resolución de hablar al otro fantasma en cuanto amaneciese. But after a moment the indomitable courage of the ancient Cantervilles was awakened in him, and he resolved to speak to the other ghost as soon as it dawned.

Por consiguiente, no bien el alba plateó las colinas con su contacto, volvió al sitio en que había visto por primera vez al horroroso fantasma. Consequently, no sooner did dawn silver the hills with its touch, he returned to the place where he had first seen the hideous ghost.

Pensaba que, después de todo, dos fantasmas valían más que uno sólo, y que con ayuda de su nuevo amigo podría contender victoriosamente con los gemelos. He thought that, after all, two ghosts were worth more than one, and that with the help of his new friend he could contend victoriously with the twins. Pero cuando llegó al sitio hallóse en presencia de un espectáculo terrible. But when he arrived at the site, he found himself in the presence of a terrible spectacle.

Sucedíale algo indudablemente al espectro, porque la luz había desaparecido por completo de sus órbitas. Something was undoubtedly wrong with the spectrum, because the light had completely disappeared from its orbits.

La cimitarra centelleante se había caído de su mano y estaba recostado sobre la pared en una actitud forzada e incómoda. The gleaming scimitar had fallen from his hand and he was leaning against the wall in a strained and uncomfortable pose.

Simón se precipitó hacia delante y lo cogió en sus brazos; pero cuál no sería su terror viendo despegarse la cabeza y rodar por el suelo, mientras el cuerpo tomaba la posición supina, y notó que abrazaba una cortina blanca de lienzo grueso y que yacían a sus pies una escoba, un machete de cocina y una calabaza vacía. Simon rushed forward and caught him in his arms; but what was his terror not seeing the head detach and roll on the ground, while the body took the supine position, and he noticed that he was hugging a white thick canvas curtain and that a broom, a kitchen machete and a pumpkin lay at his feet empty.

Sin poder comprender aquella curiosa transformación, cogió con mano febril el cartel, leyendo a la claridad grisácea de la mañana estas palabras terribles: Unable to comprehend this curious transformation, he grasped the poster with a feverish hand, reading in the grayish clarity of the morning these terrible words:

HE-AQUÍ-EL-FANTASMA-OTIS EL-ÚNICO-ESPÍRITU-AUTÉNTICO-Y-VERDADERO ¡DESCONFIAD-DE-LAS-IMITACIONES! BE-HERE-THE-GHOST-OTIS THE-ONLY-AUTHENTIC-AND-TRUE-SPIRIT DISTRUST-THE-IMITATIONS! TODOS-LOS-DEMÁS-ESTÁN-FALSIFICADOS! ALL-OTHERS-ARE-FALSIFIED!

Y la entera verdad se le apareció como un relámpago. And the whole truth appeared to him like a flash of lightning.

¡Había sido burlado, chasqueado, engañado! He had been outwitted, outwitted, outwitted!

La expresión característica de los Canterville reapareció en sus ojos, apretó las mandíbulas desdentadas y, levantando por encima de su cabeza sus manos amarillas, juró, según el ritual pintoresco de la antigua escuela, «que cuando el gallo tocara por dos veces el cuerno de su alegre llamada se consumarían sangrientas hazañas, y el crimen, de callado paso, saldría de su retiro». The characteristic Canterville expression reappeared in his eyes, he clenched his toothless jaws, and, raising his yellow hands above his head, swore, according to the picturesque ritual of the old school, "that when the rooster blows twice the horn of his joyful call would consummate bloody deeds, and crime, quietly, would come out of his retirement.

No había terminado de formular este juramento terrible, cuando de una alquería lejana, de tejado de ladrillo rojo, salió el canto de un gallo. He had not finished formulating this terrible oath, when from a distant farmhouse, with a red brick roof, the crowing of a rooster came out.

Lanzó una larga risotada, lenta y amarga, y esperó. He gave a long, slow, bitter laugh and waited. Esperó una hora, y después otra; pero por alguna razón misteriosa no volvió a cantar el gallo. He waited an hour, and then another; but for some mysterious reason the rooster did not crow again.

Por fin, a eso de las siete y media, la llegada de las criadas le obligó a abandonar su terrible guardia y regresó a su morada, con altivo paso, pensando en su juramento vano y en su vano proyecto fracasado. At last, at about seven thirty, the arrival of the servants forced him to abandon his terrible guard and he returned to his dwelling, with a haughty step, thinking of his vain oath and his vain project failed.

Una vez allí consultó varios libros de caballería, cuya lectura le interesaba extraordinariamente, y pudo comprobar que el gallo cantó siempre dos veces en cuantas ocasiones se recurrió a aquel juramento. Once there, he consulted several books on chivalry, the reading of which interested him extraordinarily, and he was able to verify that the rooster always crowed twice on every occasion that oath was used.

-¡Que el diablo se lleve a ese animal volátil! -May the devil take that volatile animal! -murmuró-. -he muttered. ¡En otro tiempo hubiese caído sobre él con mi buena lanza, atravesándole el cuello y obligándole a cantar otra vez para mí, aunque reventara! In another time I would have fallen on him with my good spear, piercing his neck and forcing him to sing again for me, even if he burst!

Y dicho esto se retiró a su confortable caja de plomo, y allí permaneció hasta la noche. And saying this, he retired to his comfortable lead box, and there he remained until nightfall.