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Esp - VisualPolitik, Naftali BENNETT: el nuevo LÍDER de ISRAEL que se quiere anexionar CISJORDANIA - VisualPolitik

Naftali BENNETT: el nuevo LÍDER de ISRAEL que se quiere anexionar CISJORDANIA - VisualPolitik

La era del Rey Bibi parece haber llegado definitivamente a su fin.

Bueno, puede que definitivamente sea decir demasiado, porque con Benjamin Netanyahu,

el arquitecto del Israel moderno nunca se sabe. Netanyahu lo ha sido todo en la política

israelí y ha pilotado al país durante más tiempo que cualquier otro líder.

Fue Primer Ministro entre 1996 y 1999 y luego de nuevo desde el 2009 hasta el 2021.

Y no solo eso, Bibi, como se le conoce cariñosamente, también ocupó dos de las tres carteras ministeriales

más importantes de Israel: exteriores entre 2002 y 2003, y finanzas entre 2003 y 2005.

En otras palabras, de una forma u otra Netanyahu ha dominado la política israelí durante

casi 25 años. 25 largos años durante los cuales el país ha experimentado una enorme

transformación:

Hablamos de cosas tan importantes como el despegue económico que Israel ha protagonizado

durante las últimas décadas; su cada vez más clara posición de liderazgo

tecnológico a escala mundial o su apertura al mundo, incluyendo algo que hubiera resultado

impensable hace apenas una década: me estoy refiriendo a los nuevos lazos diplomáticos

con las principales potencias árabes.

Pero, queridos amigos, amigas, tal y como dice el dicho popular: toda historia llega

a su fin.

El pasado junio de 2021, la Knesset, el parlamento israelí, sustituyó al Rey Bibi como Primer

Ministro. Su destitución condujo, tras un arduo camino, a la elección de Naftali Bennett

como nuevo piloto del país hebreo. Y todo ello a pesar de que el partido de Bennet,

Yamina, apenas logró 7 de los 120 diputados que forman la Knesset.

Por tanto… ¿Qué se esconde tras la despedida de Netanyahu?

Y lo que es más importante, ¿queréis conocer al nuevo hombre fuerte de Oriente Medio y

su más que heterogéneo gobierno?

Pues… En este vídeo os damos todas las claves. Arranquemos.

Queridos amigos, amigas, en las elecciones del 23 de marzo de 2021, el Likud de Benjamin

Netanyahu volvió a ser y con bastante diferencia la fuerza más votada. Pese a ello, el Rey

Bibi no logró articular una mayoría parlamentaria a su favor. Se quedó cerca pero no lo consiguió.

En parte por las acusaciones que le han llevado ante los mismísimos tribunales.

(Netanyahu está inmerso en tres procesos judiciales, los casos 1.000, 2.000 y 4.000.

En el primer caso se le acusa de fraude y abuso de confianza, por supuestamente recibir

de parte de empresarios cajas de puros y champán. En total los bienes están valorados en 198.000

dólares.

Luego está el caso 2.000, por el que se le acusa de negociar un acuerdo con el propietario

del periódico más vendido de Israel, el Yediot Aharonot, para lograr una mejor cobertura

a cambio de beneficios regulatorios para el medio.

. Y por último está el caso 4.000, por el

que se acusa a Netanyahu de otorgar favores regulatorios a la compañía de telecomunicaciones

líder del país, la Bezeq Telecom Israel, a cambio de una cobertura positiva en un sitio

web controlado por el que era el presidente de la teleco. Por eso Netanyahu ha sido acusado

de soborno, fraude y abuso de confianza.) Esas son las acusaciones que están sobre

la mesa, y con independencia de si Netanyahu es o no culpable lo cierto es que es algo

que ha erosionado su imagen pública.

Y, a pesar de ello, según los sondeos el 52% de los israelíes judíos y el 56% de

los israelíes árabes estaban deseando que Bibi abandonase el poder.

No hablamos de un gran margen y el hecho de que no fuera un porcentaje más amplio nos

muestra hasta qué punto la sociedad israelí estaba dividida en torno a su histórico líder.

En cualquier caso, la división de la política israelí, la enorme fragmentación parlamentaria

y la incapacidad de Netanyahu para lograr una nueva mayoría parlamentaria fue un escenario

que Naftali Bennet aprovechó como nadie para colocarse al frente del país.

Aunque siendo justos, no está nada claro cómo de sólido podrá ser su gobierno.

(Naftali Bennett se convierte en nuevo PM al derrocar una alianza de ocho partidos a

Benjamin Netanyahu - Scroll)

Y eso es lo que explica que a las pocas semanas de arrancar su mandato comenzaran ya los problemas.

(Guerra en el Parlamento israelí: Naftali Bennett pierde su primera batalla ante Netanyahu

La votación de la prórroga de una ley que evita la concesión de la nacionalidad israelí

a palestinos que se casan con israelíes agranda las fisuras del frágil Ejecutivo. El Mundo)

Pero sobre todo esto hablaremos más tarde.

El caso es que este líder, junto con Yair Lapid del partido centro-liberal Yesh Atid,

el segundo partido más votado, consiguió vender, sobre todo, dos cosas:

Primero, que tras cuatro elecciones entre 2019 y 2021 Israel tenía que evitar a toda

costa volver a repetir elecciones parlamentarias. Hablamos de 4 elecciones que se calcula tuvieron

un coste económico de 4.240 millones de dólares, de dólares estadounidenses.

Sí, sí, 4.240 millones en billetes del tío Sam para un país de apenas 9 millones de

habitantes.

(El motivo de tanta celebración electoral tiene que ver con que Israel es el único

país del mundo donde la Ley obliga a convocar elecciones si el parlamento no aprueba un

nuevo presupuesto en un determinado plazo. En este caso, la insuficiente mayoría de

Netanyhau hizo que los presupuestos se prorrogaran desde 2018, lo que significaba elecciones

cada año.

Elecciones que en Israel tienen un coste particularmente alto no solo por las fuertes medidas de seguridad

que se despliegan para garantizar la seguridad de los los comicios sino también porque el

día de las elecciones se considera festivo para los trabajadores y cualquier actividad

laboral tiene que ser remunerada como horas extras al 200% del salario ordinario.)

Y, claro, como Netanyahu no fue capaz a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera,

ni tampoco a la cuarta de consolidar una mayoría clara, el mensaje estaba servido.

Luego, en segundo lugar, la oposición a Netanyhau vio en las imputaciones judiciales una oportunidad

de oro para librarse del Rey Bibi.

Por este motivo, se puso en marcha uno de los acuerdos más extraños de la historia

política de Israel, un auténtico gobierno popurrí entre gente que difícilmente se

iría a tomar unas cañas sin riesgo de terminar en una comisaría. Hablamos de 8 partidos

de todo tipo de ideologías y con un líder al frente que apenas logró 7 diputados en

las elecciones.

Pero dicho esto, ¿Cómo es realmente Naftali Bennett? ¿Qué puede suponer para Israel

y para la política de Oriente Medio el nuevo Comandante en Jefe de Israel?

Pues, veámoslo.

(BENNETT, EL “RADICAL MODERADO”)

Naftali Bennett. Quedaos con ese nombre porque puede que en los próximos meses nos dé muchos

titulares. El nuevo primer ministro israelí es de todo menos un político cualquiera.

(Hijo de padres estadounidenses, Bennett es un ex-empresario high-tech que vendió su

empresa Cyota por 145 millones de dólares. Pero no penséis que eso le deutvo.

Bennet que de joven había servido en los cuerpos especiales del ejército israelí

y a pesar de ser ya todo un millonario participó como reservista en la Guerra del Líbano en

2006 dirigiendo una unidad de 67 comandos de los cuerpos especiales.

Una contienda tras la cual Bennet fue reclutado como Jefe de Gabinete por el propio Netanyhau.

Fue su salto a la política. Desde entonces y antes de convertirse en el Primer Ministro

ocupó bajo los gobiernos de Netanyahu seis carteras ministeriales, entre ellas dos de

las más importantes: economía y defensa.

Luego, en lo que respecta a la religión profesa el judaísmo ortodoxo moderno, que es una

rama del judaísmo algo más fundamentalista que la corriente mayoritaria en Israel, pero

más laica y moderada política y socialmente que los ortodoxos jaredíes).

Y de hecho, como curiosidad, Bennett se ha convertido en el primer primer ministro que

lleva kipá todo el tiempo. Sí, ya sabéis, la característica gorrita de los judíos.

Pero más allá de las cuestiones personales, lo que más nos importa en VisualPolitik,

es, lógicamente, su posicionamiento político.

Y aquí, bueno, el propio Bennett se describe como “más a la derecha de Netanyahu”.

Tanto en lo económico como en lo social. Y aunque a medida que se ha ido acercando

al poder en Israel se ha vuelto más y más conciliador...

(“Toda esta idea de que los izquierdistas son traidores y todos estos sinsentidos son

inaceptables. [...] Lo que Bibi hizo durante años... el silbato del perro contra este

grupo o ese grupo, yo no entro ahí. Soy más de derechas que Bibi, pero no uso el odio

o la polarización como herramientas para promocionarme políticamente.” - Naftali

Bennett)

... lo cierto es que la hemeroteca no nos permite describir al nuevo líder israelí

como alguien precisamente moderado.

Por ejemplo, Bennett es un acérrimo opositor a la idea de los dos Estados, el palestino

y el israelí, como solución al conflicto árabe israelí. Tanto es así que llegó

a decir que eso supondría el suicidio de Israel en materia de seguridad nacional.

Y además no creáis que estas cosas las dijo de forma discreta en una reunión de salón

a puerta cerrada, ni tampoco en una pillada de micrófono abierto, qué va... lo dijo

en 2014 en medios tan importantes como el New York Times o CNN.

(“Los viejos modelos de paz entre Israel y Palestina ya no son relevantes. Ha llegado

el momento de repensar la solución de los dos Estados.” Naftali Bennett, en The New

York Times, en 2014) (“La era de estas negociaciones se ha acabado.

[...] El enfoque que hemos estado probando durante veinte años ahora claramente ha llegado

a su fin.” - Naftali Bennett en CNN, en 2014)

El problema es que al descartar la solución de los dos estados no está defendiendo ni

mucho menos la existencia de estado único, sino que plantea mantener a Palestina como

una especie de protectorado o colonia permanente, un protectorado, por supuesto, subordinado

a Israel. Y eso, eso muchos podrían definirlo como toda una Apartheid.

De hecho, Bennett también defiende la ocupación militar de Cisjordania, porque según dice

este territorio fue ganado por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Por supuesto,

en ningún caso plantea otorgar ciudadanía alguna a los casi 3 millones de habitantes

de este territorio.

En esta misma linea, fue Director General del Consejo de Yesha, una organización que

defiendo los intereses de los colonos israelíes en asentamientos judíos en Cisjordania. Porque

sí, el nuevo Primer Ministro israelí defiende los asentamientos en suelo palestino.

Pero esta, amigos, no es la única cuestión dónde se muestra completamente franco:

En 2018 Bennett dijo que si fuera ministro de Defensa pondría en marcha una política

de “disparar a matar” en la frontera de Gaza contra todos aquellos palestinos que

se dedicasen a agredir a las fuerzas de seguridad israelíes.

Es más, preguntado por si ello incluiría a los niños, respondió con suma claridad.

Fijaos. (“No son niños, son terroristas. Nos estamos

engañando a nosotros mismos.” - Naftali Bennett en 2018)

Y más allá de si estás o no de acuerdo, o de si efectivamente muchos niños son adoctrinados

y entrenados por Hamas para atentar contra Israel, este tipo de mensajes dejan ver la

línea no dura, sino durísima del nuevo Primer Ministro.

Ahora bien, el territorio y la política de seguridad no son los únicos puntos de su

agenda.

(De la misma forma que Bennett es un claro ejemplo de político nacionalista también

es un acérrimo defensor del libre mercado, los bajos impuestos, la desregulación y la

reducción del poder y los privilegios de los sindicatos.

Por lo pronto, en el borrador de los presupuestos del Estado para Israel que acordó con la

coalición de ocho partidos que le ha llevado al poder, se incluyó expresamente la congelación

de los impuestos para el 2022. Asimismo, en materia de derechos sociales

a pesar de su condición de ortodoxo moderno, es relativamente moderado. Por ejemplo, defiende

que las personas LGTB tengan los mismos derechos que cualquier persona heterosexual.)

Es decir, Israel tiene un nuevo primer ministro con una agenda favorable a la empresa, experiencia

en la gestión privada y pública, un largo recorrido como oficial de los cuerpos especiales

del ejército lo que incluye experiencia de combate real y un marcado acento nacionalista.

En definitiva, tal y como él mismo se definió:

Políticamente hablamos de Netanyahu a la derecha, especialmente a la derecha nacionalista.

Eso sí, que sea el Primer Ministro no quiere decir ni mucho menos que vaya a tener mano

libre. Bennett pilota uno de los gobiernos más heterogéneos que podríamos imaginar.

Todo un gobierno Frankenstein.

¿Por qué digo esto? Pue… Atentos.

(UN GOBIERNO FRANKENSTEIN)

Derecha nacionalista, nacional-liberalismo, centro liberal, socialdemócratas sionistas,

izquierda verde, islamistas… 8 Partidos y coaliciones que provienen literalmente de

todo el espectro político.

Todo ese mix es el que forma el nuevo gobierno israelí, compuesto por 28 ministerios.

Una cifra de ministerios que os puede parecer enorme… Hasta que tenemos en cuenta que

el último gobierno de Netanyahu tenía 36.

Sí, así es la política israelí: Todos tienen que pillar su parte del pastel.

Además el gobierno tendrá dos periodos diferentes. Durante los primeros dos años Bennett será

el primer ministro, y los dos restantes lo será Yair Lapid, del partido centrista liberal

y secular Yesh Atid.

Sí es que llega.

Hablamos de un enorme galimatías que se puso en marcha con un solo objetivo: echar al Rey

Bibi del poder.

La cuestión es, ¿podrá esto salir bien? Pues lo cierto es que muchos analistas y expertos

en política de Israel y de Oriente Medio, por no decir la mayoría, creen que este gobierno

va a durar poco más de dos telediarios, y que Lapid no llegará a primer ministro, al

menos no con esta coalición.

Y es que, claro, el amplísimo y contrario espectro ideológico de los partidos que lo

conforman hacen muy difícil llegar a consensos, especialmente cuando vengan mal dadas.

Estoy pensando, por ejemplo, en otra escalada de violencia con Hamás en Gaza. Sin ir más

lejos, ahora, en este nuevo Gobierno, hay un árabe israelí del partido Ra'am, de

ideología islamista, como viceministro de asuntos árabes.

(Hablamos de Mansour Abbas, a quien cuesta ver apoyando desde dentro del Gobierno una

escalada militar con Gaza, un mayor control en Cisjordania, o una respuesta contundente

en caso de que a Hamás le dé por volver a las andadas con cohetes o ataques terroristas.

Pero no solo eso… Entre los objetivos políticos de Abbas dentro del gobierno israelí está

el incrementar [y mucho] el gasto gubernamental en pueblos y villas árabes en Israel, algo

que no sabemos si es muy compatible con la defensa que hace Bennett de los asentamientos

judíos en Cisjordania…)

Es decir, que el mayor reto para el nuevo Gobierno israelí, por encima de cualquier

otra cosa relacionada con la política, la defensa o la economía, es su propia existencia,

mantenerse en pie.

Por mucho que el propio Bennett diga que prefiere dejar a un lado las diferencias...

(“Nuestro principio es: Nos sentaremos juntos y avanzaremos en lo que acordemos, y hay mucho

en lo que estamos de acuerdo: transporte, educación, etc. Y lo que nos separa, lo dejaremos

a un lado.” - Naftali Bennett, Primer Ministro de Israel)

Los encontronazos llegarán. Aquí no se ha formado un gobierno con un proyecto político

sino con una única misión: echar a Bibi del poder.

Y para colmo no hablamos tampoco de una coalición con una mayoría muy amplia. Hablamos de 61

diputados contra 59 que apoyan a Netanyahu.

En fin, estas son las características del nuevo gobierno y del nuevo Comandante en Jefe

de la política y la defensa de Israel.

(En VisualPolitik lo seguiremos de cerca y os contaremos todas las novedades tanto en

nuevos vídeos como en nuestro boletín exclusivo para la comunidad de Patreon. Para recibirlo

solo tienes que sumarte al Patreon de VisualPolitik. Os dejamos todos los detalles en la descripción.)

Llegados hasta aquí turno para ti:

¿Qué opinas del movimiento del bloque anti-Netanyahu para expulsar a Bibi del poder? ¿Tiene futuro

esta coalición o terminará como el rosario de la aurora? ¿Crees que Israel estará en

mejores manos ahora que conocer al nuevo primer ministro y su nuevo gobierno?

Como siempre, nos encanta conocer vuestra opinión, así que dejad vuestros comentarios

aquí debajo y, si os ha gustado este vídeo, no olvidéis darle a like y suscribiros al

canal.

Un saludo, y hasta la próxima.


Naftali BENNETT: el nuevo LÍDER de ISRAEL que se quiere anexionar CISJORDANIA - VisualPolitik Naftali BENNETT: ISRAELs neuer FÜHRER, der GUS-JORDAN annektieren will - VisualPolitik Naftali BENNETT: ISRAEL's new LEADER who wants to annex CISJORDAN - VisualPolitik

La era del Rey Bibi parece haber llegado definitivamente a su fin. The era of King Bibi seems to have finally come to an end.

Bueno, puede que definitivamente sea decir demasiado, porque con Benjamin Netanyahu, Well, it may definitely be saying too much, because with Benjamin Netanyahu,

el arquitecto del Israel moderno nunca se sabe. Netanyahu lo ha sido todo en la política the architect of modern Israel you never know. Netanyahu has been everything in politics.

israelí y ha pilotado al país durante más tiempo que cualquier otro líder. Israeli and has piloted the country longer than any other leader.

Fue Primer Ministro entre 1996 y 1999 y luego de nuevo desde el 2009 hasta el 2021. He was Prime Minister from 1996 to 1999 and then again from 2009 to 2021.

Y no solo eso, Bibi, como se le conoce cariñosamente, también ocupó dos de las tres carteras ministeriales Not only that, Bibi, as she is affectionately known, also held two of the three ministerial portfolios.

más importantes de Israel: exteriores entre 2002 y 2003, y finanzas entre 2003 y 2005. The most important of Israel's most important: foreign affairs between 2002 and 2003, and finance between 2003 and 2005.

En otras palabras, de una forma u otra Netanyahu ha dominado la política israelí durante In other words, in one way or another Netanyahu has dominated Israeli politics for the past two decades.

casi 25 años. 25 largos años durante los cuales el país ha experimentado una enorme

transformación: transformation:

Hablamos de cosas tan importantes como el despegue económico que Israel ha protagonizado We talked about such important things as the economic take-off that Israel has experienced

durante las últimas décadas; su cada vez más clara posición de liderazgo over the past few decades; its increasingly clear leadership position

tecnológico a escala mundial o su apertura al mundo, incluyendo algo que hubiera resultado or its openness to the world, including something that would have resulted

impensable hace apenas una década: me estoy refiriendo a los nuevos lazos diplomáticos unthinkable just a decade ago: I'm referring to the new diplomatic ties

con las principales potencias árabes. with the main Arab powers.

Pero, queridos amigos, amigas, tal y como dice el dicho popular: toda historia llega But, dear friends, as the popular saying goes: every story comes to an end.

a su fin.

El pasado junio de 2021, la Knesset, el parlamento israelí, sustituyó al Rey Bibi como Primer Last June 2021, the Knesset, the Israeli parliament, replaced King Bibi as Prime Minister.

Ministro. Su destitución condujo, tras un arduo camino, a la elección de Naftali Bennett

como nuevo piloto del país hebreo. Y todo ello a pesar de que el partido de Bennet,

Yamina, apenas logró 7 de los 120 diputados que forman la Knesset.

Por tanto… ¿Qué se esconde tras la despedida de Netanyahu?

Y lo que es más importante, ¿queréis conocer al nuevo hombre fuerte de Oriente Medio y

su más que heterogéneo gobierno?

Pues… En este vídeo os damos todas las claves. Arranquemos.

Queridos amigos, amigas, en las elecciones del 23 de marzo de 2021, el Likud de Benjamin

Netanyahu volvió a ser y con bastante diferencia la fuerza más votada. Pese a ello, el Rey

Bibi no logró articular una mayoría parlamentaria a su favor. Se quedó cerca pero no lo consiguió.

En parte por las acusaciones que le han llevado ante los mismísimos tribunales.

(Netanyahu está inmerso en tres procesos judiciales, los casos 1.000, 2.000 y 4.000.

En el primer caso se le acusa de fraude y abuso de confianza, por supuestamente recibir

de parte de empresarios cajas de puros y champán. En total los bienes están valorados en 198.000

dólares.

Luego está el caso 2.000, por el que se le acusa de negociar un acuerdo con el propietario

del periódico más vendido de Israel, el Yediot Aharonot, para lograr una mejor cobertura

a cambio de beneficios regulatorios para el medio.

. Y por último está el caso 4.000, por el

que se acusa a Netanyahu de otorgar favores regulatorios a la compañía de telecomunicaciones

líder del país, la Bezeq Telecom Israel, a cambio de una cobertura positiva en un sitio

web controlado por el que era el presidente de la teleco. Por eso Netanyahu ha sido acusado

de soborno, fraude y abuso de confianza.) Esas son las acusaciones que están sobre

la mesa, y con independencia de si Netanyahu es o no culpable lo cierto es que es algo

que ha erosionado su imagen pública.

Y, a pesar de ello, según los sondeos el 52% de los israelíes judíos y el 56% de

los israelíes árabes estaban deseando que Bibi abandonase el poder.

No hablamos de un gran margen y el hecho de que no fuera un porcentaje más amplio nos

muestra hasta qué punto la sociedad israelí estaba dividida en torno a su histórico líder.

En cualquier caso, la división de la política israelí, la enorme fragmentación parlamentaria

y la incapacidad de Netanyahu para lograr una nueva mayoría parlamentaria fue un escenario

que Naftali Bennet aprovechó como nadie para colocarse al frente del país.

Aunque siendo justos, no está nada claro cómo de sólido podrá ser su gobierno.

(Naftali Bennett se convierte en nuevo PM al derrocar una alianza de ocho partidos a

Benjamin Netanyahu - Scroll)

Y eso es lo que explica que a las pocas semanas de arrancar su mandato comenzaran ya los problemas.

(Guerra en el Parlamento israelí: Naftali Bennett pierde su primera batalla ante Netanyahu

La votación de la prórroga de una ley que evita la concesión de la nacionalidad israelí

a palestinos que se casan con israelíes agranda las fisuras del frágil Ejecutivo. El Mundo)

Pero sobre todo esto hablaremos más tarde.

El caso es que este líder, junto con Yair Lapid del partido centro-liberal Yesh Atid,

el segundo partido más votado, consiguió vender, sobre todo, dos cosas:

Primero, que tras cuatro elecciones entre 2019 y 2021 Israel tenía que evitar a toda

costa volver a repetir elecciones parlamentarias. Hablamos de 4 elecciones que se calcula tuvieron

un coste económico de 4.240 millones de dólares, de dólares estadounidenses.

Sí, sí, 4.240 millones en billetes del tío Sam para un país de apenas 9 millones de

habitantes.

(El motivo de tanta celebración electoral tiene que ver con que Israel es el único

país del mundo donde la Ley obliga a convocar elecciones si el parlamento no aprueba un

nuevo presupuesto en un determinado plazo. En este caso, la insuficiente mayoría de

Netanyhau hizo que los presupuestos se prorrogaran desde 2018, lo que significaba elecciones

cada año.

Elecciones que en Israel tienen un coste particularmente alto no solo por las fuertes medidas de seguridad

que se despliegan para garantizar la seguridad de los los comicios sino también porque el

día de las elecciones se considera festivo para los trabajadores y cualquier actividad

laboral tiene que ser remunerada como horas extras al 200% del salario ordinario.)

Y, claro, como Netanyahu no fue capaz a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera,

ni tampoco a la cuarta de consolidar una mayoría clara, el mensaje estaba servido.

Luego, en segundo lugar, la oposición a Netanyhau vio en las imputaciones judiciales una oportunidad

de oro para librarse del Rey Bibi.

Por este motivo, se puso en marcha uno de los acuerdos más extraños de la historia

política de Israel, un auténtico gobierno popurrí entre gente que difícilmente se

iría a tomar unas cañas sin riesgo de terminar en una comisaría. Hablamos de 8 partidos

de todo tipo de ideologías y con un líder al frente que apenas logró 7 diputados en

las elecciones.

Pero dicho esto, ¿Cómo es realmente Naftali Bennett? ¿Qué puede suponer para Israel

y para la política de Oriente Medio el nuevo Comandante en Jefe de Israel?

Pues, veámoslo.

(BENNETT, EL “RADICAL MODERADO”)

Naftali Bennett. Quedaos con ese nombre porque puede que en los próximos meses nos dé muchos

titulares. El nuevo primer ministro israelí es de todo menos un político cualquiera.

(Hijo de padres estadounidenses, Bennett es un ex-empresario high-tech que vendió su

empresa Cyota por 145 millones de dólares. Pero no penséis que eso le deutvo.

Bennet que de joven había servido en los cuerpos especiales del ejército israelí

y a pesar de ser ya todo un millonario participó como reservista en la Guerra del Líbano en

2006 dirigiendo una unidad de 67 comandos de los cuerpos especiales.

Una contienda tras la cual Bennet fue reclutado como Jefe de Gabinete por el propio Netanyhau.

Fue su salto a la política. Desde entonces y antes de convertirse en el Primer Ministro

ocupó bajo los gobiernos de Netanyahu seis carteras ministeriales, entre ellas dos de

las más importantes: economía y defensa.

Luego, en lo que respecta a la religión profesa el judaísmo ortodoxo moderno, que es una

rama del judaísmo algo más fundamentalista que la corriente mayoritaria en Israel, pero

más laica y moderada política y socialmente que los ortodoxos jaredíes).

Y de hecho, como curiosidad, Bennett se ha convertido en el primer primer ministro que

lleva kipá todo el tiempo. Sí, ya sabéis, la característica gorrita de los judíos.

Pero más allá de las cuestiones personales, lo que más nos importa en VisualPolitik,

es, lógicamente, su posicionamiento político.

Y aquí, bueno, el propio Bennett se describe como “más a la derecha de Netanyahu”.

Tanto en lo económico como en lo social. Y aunque a medida que se ha ido acercando

al poder en Israel se ha vuelto más y más conciliador...

(“Toda esta idea de que los izquierdistas son traidores y todos estos sinsentidos son

inaceptables. [...] Lo que Bibi hizo durante años... el silbato del perro contra este

grupo o ese grupo, yo no entro ahí. Soy más de derechas que Bibi, pero no uso el odio

o la polarización como herramientas para promocionarme políticamente.” - Naftali

Bennett)

... lo cierto es que la hemeroteca no nos permite describir al nuevo líder israelí

como alguien precisamente moderado.

Por ejemplo, Bennett es un acérrimo opositor a la idea de los dos Estados, el palestino

y el israelí, como solución al conflicto árabe israelí. Tanto es así que llegó

a decir que eso supondría el suicidio de Israel en materia de seguridad nacional.

Y además no creáis que estas cosas las dijo de forma discreta en una reunión de salón

a puerta cerrada, ni tampoco en una pillada de micrófono abierto, qué va... lo dijo

en 2014 en medios tan importantes como el New York Times o CNN.

(“Los viejos modelos de paz entre Israel y Palestina ya no son relevantes. Ha llegado

el momento de repensar la solución de los dos Estados.” Naftali Bennett, en The New

York Times, en 2014) (“La era de estas negociaciones se ha acabado.

[...] El enfoque que hemos estado probando durante veinte años ahora claramente ha llegado

a su fin.” - Naftali Bennett en CNN, en 2014)

El problema es que al descartar la solución de los dos estados no está defendiendo ni

mucho menos la existencia de estado único, sino que plantea mantener a Palestina como

una especie de protectorado o colonia permanente, un protectorado, por supuesto, subordinado

a Israel. Y eso, eso muchos podrían definirlo como toda una Apartheid.

De hecho, Bennett también defiende la ocupación militar de Cisjordania, porque según dice

este territorio fue ganado por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Por supuesto,

en ningún caso plantea otorgar ciudadanía alguna a los casi 3 millones de habitantes

de este territorio.

En esta misma linea, fue Director General del Consejo de Yesha, una organización que

defiendo los intereses de los colonos israelíes en asentamientos judíos en Cisjordania. Porque

sí, el nuevo Primer Ministro israelí defiende los asentamientos en suelo palestino.

Pero esta, amigos, no es la única cuestión dónde se muestra completamente franco:

En 2018 Bennett dijo que si fuera ministro de Defensa pondría en marcha una política

de “disparar a matar” en la frontera de Gaza contra todos aquellos palestinos que

se dedicasen a agredir a las fuerzas de seguridad israelíes.

Es más, preguntado por si ello incluiría a los niños, respondió con suma claridad.

Fijaos. (“No son niños, son terroristas. Nos estamos

engañando a nosotros mismos.” - Naftali Bennett en 2018)

Y más allá de si estás o no de acuerdo, o de si efectivamente muchos niños son adoctrinados

y entrenados por Hamas para atentar contra Israel, este tipo de mensajes dejan ver la

línea no dura, sino durísima del nuevo Primer Ministro.

Ahora bien, el territorio y la política de seguridad no son los únicos puntos de su

agenda.

(De la misma forma que Bennett es un claro ejemplo de político nacionalista también

es un acérrimo defensor del libre mercado, los bajos impuestos, la desregulación y la

reducción del poder y los privilegios de los sindicatos.

Por lo pronto, en el borrador de los presupuestos del Estado para Israel que acordó con la

coalición de ocho partidos que le ha llevado al poder, se incluyó expresamente la congelación

de los impuestos para el 2022. Asimismo, en materia de derechos sociales

a pesar de su condición de ortodoxo moderno, es relativamente moderado. Por ejemplo, defiende

que las personas LGTB tengan los mismos derechos que cualquier persona heterosexual.)

Es decir, Israel tiene un nuevo primer ministro con una agenda favorable a la empresa, experiencia

en la gestión privada y pública, un largo recorrido como oficial de los cuerpos especiales

del ejército lo que incluye experiencia de combate real y un marcado acento nacionalista.

En definitiva, tal y como él mismo se definió:

Políticamente hablamos de Netanyahu a la derecha, especialmente a la derecha nacionalista.

Eso sí, que sea el Primer Ministro no quiere decir ni mucho menos que vaya a tener mano

libre. Bennett pilota uno de los gobiernos más heterogéneos que podríamos imaginar.

Todo un gobierno Frankenstein.

¿Por qué digo esto? Pue… Atentos.

(UN GOBIERNO FRANKENSTEIN)

Derecha nacionalista, nacional-liberalismo, centro liberal, socialdemócratas sionistas,

izquierda verde, islamistas… 8 Partidos y coaliciones que provienen literalmente de

todo el espectro político.

Todo ese mix es el que forma el nuevo gobierno israelí, compuesto por 28 ministerios.

Una cifra de ministerios que os puede parecer enorme… Hasta que tenemos en cuenta que

el último gobierno de Netanyahu tenía 36.

Sí, así es la política israelí: Todos tienen que pillar su parte del pastel.

Además el gobierno tendrá dos periodos diferentes. Durante los primeros dos años Bennett será

el primer ministro, y los dos restantes lo será Yair Lapid, del partido centrista liberal

y secular Yesh Atid.

Sí es que llega.

Hablamos de un enorme galimatías que se puso en marcha con un solo objetivo: echar al Rey

Bibi del poder.

La cuestión es, ¿podrá esto salir bien? Pues lo cierto es que muchos analistas y expertos

en política de Israel y de Oriente Medio, por no decir la mayoría, creen que este gobierno

va a durar poco más de dos telediarios, y que Lapid no llegará a primer ministro, al

menos no con esta coalición.

Y es que, claro, el amplísimo y contrario espectro ideológico de los partidos que lo

conforman hacen muy difícil llegar a consensos, especialmente cuando vengan mal dadas.

Estoy pensando, por ejemplo, en otra escalada de violencia con Hamás en Gaza. Sin ir más

lejos, ahora, en este nuevo Gobierno, hay un árabe israelí del partido Ra'am, de

ideología islamista, como viceministro de asuntos árabes.

(Hablamos de Mansour Abbas, a quien cuesta ver apoyando desde dentro del Gobierno una

escalada militar con Gaza, un mayor control en Cisjordania, o una respuesta contundente

en caso de que a Hamás le dé por volver a las andadas con cohetes o ataques terroristas.

Pero no solo eso… Entre los objetivos políticos de Abbas dentro del gobierno israelí está

el incrementar [y mucho] el gasto gubernamental en pueblos y villas árabes en Israel, algo

que no sabemos si es muy compatible con la defensa que hace Bennett de los asentamientos

judíos en Cisjordania…)

Es decir, que el mayor reto para el nuevo Gobierno israelí, por encima de cualquier

otra cosa relacionada con la política, la defensa o la economía, es su propia existencia,

mantenerse en pie.

Por mucho que el propio Bennett diga que prefiere dejar a un lado las diferencias...

(“Nuestro principio es: Nos sentaremos juntos y avanzaremos en lo que acordemos, y hay mucho

en lo que estamos de acuerdo: transporte, educación, etc. Y lo que nos separa, lo dejaremos

a un lado.” - Naftali Bennett, Primer Ministro de Israel)

Los encontronazos llegarán. Aquí no se ha formado un gobierno con un proyecto político

sino con una única misión: echar a Bibi del poder.

Y para colmo no hablamos tampoco de una coalición con una mayoría muy amplia. Hablamos de 61

diputados contra 59 que apoyan a Netanyahu.

En fin, estas son las características del nuevo gobierno y del nuevo Comandante en Jefe

de la política y la defensa de Israel.

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nuevos vídeos como en nuestro boletín exclusivo para la comunidad de Patreon. Para recibirlo

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Llegados hasta aquí turno para ti:

¿Qué opinas del movimiento del bloque anti-Netanyahu para expulsar a Bibi del poder? ¿Tiene futuro

esta coalición o terminará como el rosario de la aurora? ¿Crees que Israel estará en

mejores manos ahora que conocer al nuevo primer ministro y su nuevo gobierno?

Como siempre, nos encanta conocer vuestra opinión, así que dejad vuestros comentarios

aquí debajo y, si os ha gustado este vídeo, no olvidéis darle a like y suscribiros al

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Un saludo, y hasta la próxima.