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Español con Juan, Mi educación sexual

Mi educación sexual

Hola, chicos, ¿qué tal? ¿Qué tal va todo?

Bienvenidos a un nuevo episodio de Español con Juan, ya sabéis, un podcast en español para aprender español.

Creo que ya os dije en el episodio anterior, y si no os lo dije, pues os lo digo ahora, que he vuelto a Londres después de haber pasado las Navidades y las fiestas de Año Nuevo en Italia y, chicos, ¡qué desastre!

¡Qué desastre!

La vuelta a Londres y la entrada del año 2022 ha sido un absoluto desastre para mí. Desde hace unos días, todo me va mal. Mal, no. Fatal. Todo me va fatal, de verdad. He tenido un montón de problemas.

Bueno, lo peor, lo peor que me ha pasado es que cuando llegué a mi casa de Londres me encontré con que no funcionaba la calefacción. El calentador del gas se había roto mientras yo estaba fuera y no podía encender la calefacción ni tenía agua caliente.

¡Qué horror!

¡Qué horror!

Ya os podéis imaginar, ¿no? Después de estar tranquilo en Italia, dando paseos por la orilla del mar, por la playa, paseando en bicicleta, con buen tiempo, con buena comida…

Llego aquí a Londres y me encuentro con que hace un frío que pela (Un frío que pela, o sea, que hace mucho frío) y que no puedo encender la calefacción. Ni siquiera me podía dar una ducha. Porque, chicos, sinceramente, yo no me meto en la ducha con agua fría. Vamos, no lo hago en verano. Mucho menos en invierno.

Es que, en serio, el agua salía del grifo como si viniera directamente del Polo Norte. Lavar los platos era una tortura para las manos, de verdad.

Preferiría, escuchadme bien, preferiría clavarme un clavo en los cojones (con perdón), preferiría clavarme un clavo en los cojones, en los huevos, antes que ducharme con agua fría.

Vamos, yo no he vivido nunca en un igloo… Un igloo de esos donde viven los esquimales, ¿no? Con las paredes y el techo de hielo, en medio de la Antártida, en Alaska…

No, yo no he vivido ni he estado nunca en igloo, pero no creo que dentro de un igloo haga más frío que en mi casa de Londres sin calefacción y sin agua caliente. De verdad.

¡Qué frío! ¡Qué frío he pasado, chicos! El frío que he pasado estos días no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

Total, que durante unos días he estado muy liado, intentando resolver este problema, buscando un fontanero que viniera urgentemente a mi casa.

Al final tengo que decir que tuve suerte y di con un par de fontaneros bastante buenos que lo han arreglado todo en un par de días.

Y además me ha costado menos de lo que yo pensaba. Yo creía que me iba a costar un huevo y la mitad del otro, pero al final no ha sido para tanto.

Por cierto, la expresión “costar un huevo” yo creo que se entiende, ¿no? Normalmente los estudiantes de español aprenden que cuando algo es caro se dice “cuesta un ojo de la cara” o tal vez “cuesta un riñón”. Esas son, digamos, las versiones “educadas” que se usan en los libros de texto para estudiantes de español. En la vida real, en el español que se habla cada día, lo más frecuente es decir que algo cuesta “un huevo” o “un huevo y la mitad del otro”.

Los huevos, por si alguien no lo entiende, son los testículos.

Algunas personas, algunos estudiantes, son tan inocentes que piensan que cuando los españoles decimos “¡No me toques los huevos!”, “¡qué huevos tienes!” o “¡esto cuesta un huevo!” pues estamos hablando de comida, de los huevos que ponen las gallinas.

No…

Todo depende del contexto, obviamente, pero normalmente, yo creo que en el 90% de las ocasiones, cuando los españoles decimos la palabra “huevos” estamos hablando de los testículos.

De hecho, en uno de los primeros vídeos que hice en YouTube, hace ya muchos años, cuando estaba empezando, hablaba de que a veces podía ser un poco embarazoso ir a una tienda y preguntarle al dependiente “Oiga, perdone, ¿tiene usted huevos?” o en un supermercado preguntar “oye, chico, dónde están los huevos?”

Es embarazoso por el doble sentido de la palabra “huevos” (que pueden ser comida o testículos), lo que a veces da lugar a chistes fáciles, ¿no?

Ya me entendéis, supongo.

Eso pasa con algunas palabras, que tienen un doble sentido y dan lugar al chiste, al chiste fácil y estúpido, ¿no?

Pasa lo mismo con la palabra “pelotas”. Las pelotas (o también las bolas) pueden ser un objeto redondo para jugar al tenis o al pinpon, por ejemplo, pero también pueden ser los testículos (en español tenemos un montón de palabras para testículos, ya os estáis dando cuenta).

Y, claro, este doble significado puede dar lugar también al chiste fácil.

Recuerdo un día que, de niño, cuando vivía en Granada, mi amigo Miguel y yo (Miguel era mi mejor amigo de entonces) queríamos comprar una pelota pequeña para jugar.

Creo que era domingo por la mañana y todas las tiendas estaban cerradas. La única tienda que había abierta en el barrio era un quiosco de prensa donde, aparte de vender periódicos y revistas, también vendían lotería, cigarrillos, pilas, caramelos, chicles y algunos juguetes para niños muy pequeños.

Nosotros, Miguel y yo, teníamos unos ocho años. Bueno, Miguel tenía un año más que yo. Supongo que él tenia nueve años y yo ocho.

Y, bueno, pues queríamos preguntarle al tío del quisco si vendía pelotas pequeñas, pero ninguno de los dos, ni Miguel ni yo, queríamos entrar y preguntar. Nos daba vergüenza porque, bueno, porque “pelotas” se podía entender también como testículos, ¿no?

—Entra tú y preguntas —me dijo mi amigo Miguel. Como era mayor que yo, solía darme órdenes. Cuando él no quería hacer algo, me decía que lo hiciera yo. En aquella época era así, los chicos mayores les daban órdenes a los más pequeños.

—¡No, yo no! ¡Ve tú! —le dije yo.

Ninguno de los dos quería ir.

No lo decíamos, pero lo que pasaba es que nos daba vergüenza decir la palabra “pelotas”. Y sobre todo nos daba vergüenza preguntarle al tío de la tienda, al tío del quiosco, si tenía pelotas.

Además, lo que pasaba es que el tío del quiosco era un hombre muy extrovertido, que estaba siempre de broma y que a menudo le tomaba el pelo a la gente. No tenía ninguna maldad, pero para dos niños tímidos como nosotros podía resultar un poco difícil soportar sus bromas.

Total, que tanto Miguel como yo estábamos seguros de que el tío del quiosco haría algún chiste fácil si íbamos y le preguntábamos “¿Tiene usted pelotas?”

Tener pelotas (como tener cojones o tener huevos) significa “ser valiente”, tener valor, ser macho… En fin, entendéis, ¿no?

Y nosotros estábamos seguros de que si íbamos y le preguntábamos al tío “¿tiene usted pelotas?” Seguramente el tío haría algún chiste fácil y nos tomaría el pelo.

Estuvimos un rato dando vueltas, nerviosos, caminando arriba y abajo por la calle, sin atrevernos a entrar y pensando en cómo podríamos hacerle la pregunta al tío del quiosco de forma que no nos respondiera con un chiste fácil ni nos tomara el pelo.

Al final, como yo no quería ir, Miguel se decidió a entrar en la tienda primero. Yo iba detrás de él, mirando al suelo y sin atreverme a levantar la cabeza. Lo que hacía la situación aún peor era que la tienda estaba llena de gente. Era el único lugar del barrio para comprar el periódico los domingos por la mañana. Y estaba siempre hasta los topes.

Entonces, cuando ya estábamos los dos dentro de la tienda, escuché a mi amigo Miguel que le preguntaba al tío del quiosco:

—¿Tiene usted pelotillas para jugar?

“¡Pelotillas para jugar!”

De todas las preguntas que podía hacer, aquella era la peor de todas, en mi opinión. “¡Pelotillas” ¿A quién se le ocurre decir “pelotillas para jugar”? Era ridículo.

Yo quería que la tierra me tragase, de verdad. “¡Pelotillas para jugar!”

Cuando Miguel terminó de hacer la pregunta, todas las cabezas se volvieron hacia nosotros. Todos los clientes se callaron, dejaron de hablar y se volvieron hacia nosotros para mirarnos.

En la tienda se hizo el silencio. Toda la gente que había en la tienda en ese momento estaban expectantes, querían saber cuál sería la respuesta del tío del quiosco.

Y el tío del quiosco nos miró por encima de las gafas y nos soltó muy serio: “Tengo pelotillas, pero para jugar no”.

Obviamente, todos en la tienda se echaron a reír y nosotros nos pusimos rojos como dos tomates y salimos pitando de allí. Nos fuimos echando leches de allí, vamos.

Fue uno de los momentos más embarazosos de mi infancia y de hecho, aunque ya han pasado un montón de años de aquello, todavía me acuerdo y, si soy sincero, todavía me da un poco de vergüenza recordar aquel episodio.

Yo es que he sido siempre muy tímido y siempre me ha dado mucha vergüenza hablar de ciertos temas y usar ciertas palabras en público.

Siempre me han dado vergüenza las palabras que hacen referencia a la escatología o a la sexualidad.

Por ejemplo, aunque ahora puedo decir palabras como “cagar”, “mear”, “culo”... En realidad me producen todavía cierta incomodidad, no las uso mucho y me da vergüenza incluso si las oigo en boca de otras personas… Si son otras personas las que las dicen.

Como digo, yo siempre he sido muy tímido para estas cosas. Yo era de los niños más tímidos de mi barrio, de los que nunca decían palabrotas. Me ponía rojo con nada.

Recuerdo la primera vez que entré en una farmacia para comprar preservativos, es decir, condones.

Esto fue, claro, muchos años más tarde, cuando yo ya tenía alrededor de veinte años.

Por cierto, antes de que se me olvide, algunas personas piensan que un preservativo es algo que se pone en algunos alimentos para conservarlos. No, eso se llama “conservantes” o “aditivos”. Los preservativos son un método anticonceptivo. ¿Vale?

A los preservativos también se les puede llamar “condones”. Pero “condón” en español es una palabra un poco vulgar. En la calle, sí, se dice normalmente “condón”, pero si vas a una farmacia, por ejemplo, normalmente vas a pedir “preservativos”. No condones.

Bueno, total, que, como decía, recuerdo la primera vez que entré en una farmacia para comprar condones. Yo tenía, eso, unos veinte años.

No sé, supongo que sería al principio de los años ochenta, más o menos. No estoy seguro.

En el franquismo, durante la dictadura de Franco, estaba prohibida la venta de cualquier tipo de método anticonceptivo. Los preservativos incluidos, claro.

Durante el régimen de Franco, la Iglesia Católica había tenido una gran influencia sobre la educación, la política, la cultura y las costumbres de la sociedad y todo lo que estaba relacionado con la sexualidad estaba sometido a una estricta vigilancia y un control para que estuviera siempre de acuerdo con la moral y los preceptos de la Iglesia Católica.

De hecho, en la España de Franco se hablaba del Nacional-Catolicismo, en contraste con el régimen nazi de Alemania, que defendía el Nacional-Socialismo. O sea, mientras los nazis en Alemania tenían el Nacional-Socialismo, nosotros teníamos el Nacional-Catolicismo.

Esto creo que ya ilustra bastante bien la influencia de la Iglesia Católica en España durante los años del franquismo y cómo era la sociedad de aquella época.

Total, lo que quiero decir con todo esto es que yo era muy tímido, de niño y también de joven, y me daba mucha vergüenza todo lo que estuviese relacionado con el sexo y con la escatología. Yo nunca decía palabrotas, por ejemplo.

Era un niño de la escuela franquista, educado en el nacional-catolicismo. O sea, que de educación sexual: cero.

En aquella época, como digo, todas estas cosas eran tabú. El sexo era algo sucio, vergonzoso, de lo que no se podía hablar en público.

Encima, yo iba a una escuela de curas, de sacerdotes, donde estudiábamos religión y rezábamos todos los días y donde la única educación sexual que recibíamos era en clase de Biología, cuando la profesora nos explicaba la reproducción de las plantas, de las flores, de como iban pasando las abejas de una flor a otra….

En fin, ahí acababa toda nuestra formación en materia de sexo. Eso era todo.

Además, era una escuela donde solo había niños. En aquellos años, lo normal era que hubiera colegios para niños y colegios para niñas. Como se decía entonces: los niños tenían que estar con los niños y las niñas con las niñas. ¡Los niños con los niños y las niñas con las niñas!

Lo normal era eso, que los niños y las niñas estuviéramos siempre separados. Incluso fuera del colegio, en la calle, también estábamos separados.

En el barrio donde yo vivía, por ejemplo, los niños jugábamos solo con los niños y las niñas jugaban solo con las niñas. Teníamos incluso juegos diferentes: los niños teníamos juegos de niños y las niñas tenían juegos de niñas. Y si algún niño jugaba a algún juego “de niñas”, como saltar a la comba o la rayuela, entonces los demás niños lo llamaban “mariquita”, mariquita, que era lo peor que te podían llamar.

De hecho, a mí todavía, a mis años, me resulta muy extraño, por ejemplo, ver a los hombres que saltan a la cuerda en el gimnasio o a las niñas pequeñas jugando al fútbol en el parque. Porque, para mí, saltar a la cuerda es de niñas y jugar al fútbol, de niños.

Lo cual demuestra que la educación que recibimos de pequeños, las ideas o los estereotipos que nos meten de chicos en la cabeza nos influyen muchísimo, incluso cuando somos ya mayores. Es como un lavado de cerebro, ¿no? Muchas de las ideas y creencias que tenemos de mayores no son más que ideas que nos pusieron de pequeños en la cabeza.

Pero en fin, ese es otro tema. No me quiero enrollar ahora hablando de todo eso, pero sí, el caso es, como estaba diciendo, que en la escuela en la que yo me eduqué pues no se estudiaba nada sobre sexualidad y no teníamos ni idea de todos estos temas, mucho menos sobre métodos anticonceptivos.

Todos estos temas eran temas tabú de los que no se hablaba en la escuela ni en la tele ni en el cine ni en los periódicos…

Al poco tiempo de la muerte de Franco, todo esto empezó a cambiar. Poco a poco se empezó a hablar en la tele de sexualidad, en las películas había escenas de desnudos, se podían ver escenas de amor y sexo con más facilidad, el lenguaje también se fue liberando y se hablaba de forma más clara…

Y recuerdo que allá por los años ochenta, quizás al inicio de los años ochenta, con la llegada de la democracia y la liberación de las costumbres, llegaron los preservativos a las farmacias, los primeros preservativos, que hasta entonces habían estado prohibidos.

Y yo recuerdo que las primeras veces que iba a la farmacia a comprar preservativos lo pasaba fatal. Yo iba con mi novia de entonces, ¿no? Ella se quedaba en la puerta, claro. A ella le daba mucha más vergüenza que a mí, por supuesto. Ella era una chica, una mujer. Y entrar juntos habría sido mucho peor. Eso estaba fuera de cuestión. Era algo que tenía que hacer yo solo.

Pero me daba mucha vergüenza. Me daba una vergüenza enorme entrar en una farmacia y pedir una caja de preservativos.

Lo que hacía era que iba a una farmacia de otro barrio, donde nadie me conocía. Ni se me ocurría ir a la farmacia de mi barrio, donde todo el mundo me conocía. Eso nunca. Me habría muerto de vergüenza si me ve alguien del barrio en la farmacia comprando condones. Habría sido terrible.

Entonces, como digo, mi novia y yo íbamos a una farmacia de otro barrio donde nadie nos conocía. Yo entonces… Ah, bueno, había una condición fundamental. Mejor dicho, dos condiciones fundamentales para que yo entrase en la farmacia a comprar preservativos.

Que el farmacéutico fuera un hombre. Si era una mujer, si era una farmacéutica, entonces yo no entraba. Buscaba otra farmacia donde hubiera un hombre, un farmacéutico. Que no hubiera ningún cliente en la farmacia. Si había otras personas dentro, en la farmacia, entonces yo no entraba. Solo si se daban estas dos condiciones, yo entraba en la farmacia a comprar preservativos.

Mi novia, como digo, se quedaba fuera esperándome. Ella no entraba conmigo.

Luego, lo que pasaba es que a veces, una vez que yo estaba dentro, llegaban otros clientes o me atendía una mujer en lugar de un hombre… Entonces me ponía muy nervioso, empezaba a tartamudear y al final terminaba por pedir un paquete de sacarina o una caja de aspirinas.

De hecho, en mi casa yo tenía una montaña de cajas de aspirina y de sacarina porque a menudo no podía articular la palabra “preservativos” delante de otras personas.

Por ejemplo, yo entraba y decía: “quería una caja de….”

Y entonces hacía una pausa, respiraba profundamente, miraba hacia los lados, miraba hacia el suelo, miraba hacia arriba, volvía a respirar otra vez…

“Quería una caja de…”

Muchas veces me ponía tan nervioso que acababa diciendo “una caja de…. Aspirinas”.

En fin… Ahora me río, pero, de verdad que lo pasaba muy mal.

Lo peor era cuando mi novia me veía salir de la farmacia con una caja de aspirinas en la mano en lugar de los preservativos.

Ella me decía “¿Otra? ¿Otra caja de aspirinas?”

Era todo muy humillante, la verdad.

Aunque yo ya tenía veinte años y en España había democracia, yo seguía siendo un niño de la escuela franquista, un producto del Nacional Catolicismo.

Y lo sigo siendo, ¿eh? Lo sigo siendo. Como decía antes, hay cosas que nos meten de pequeños en la cabeza y que luego es muy difícil quitarnos de encima.

Yo no sé por qué os estoy hablando de todo esto, ¿eh?

Empecé hablando de que a mi vuelta a Londres no tenía calefacción, que he pasado mucho frío, que tuve que llamar al fontanero para que arreglara el calentador… Y de ahí me he ido enrollando y pasando de un tema a otro hasta terminar hablando de la venta de preservativos en España.

¡Típico! ¡Típico de un podcast como este! Este es un podcast sin ton ni son, sin orden ni concierto, sin lógica, sin orden, sin estructura, sin organización…

Un caos, un caos total.

Me enrollo como una persiana y nada más.

En fin, chicos, no me enrollo más. Yo creo que ya basta por hoy, ¿no?

Si tenéis ganas de seguir escuchando mis rollos, nos vemos la próxima semana, en el próximo episodio… ¡No! ¡No nos vemos! ¡Nos escuchamos, aquí, en Español Con Juan!

Un podcast en español para aprender español con historias tan tontas como las que os he contado hoy.

¡Nos vemos!

¡Hasta pronto!

Mi educación sexual Meine Sexualerziehung my sex education La mia educazione sessuale 私の性教育 나의 성교육 Moja edukacja seksualna A minha educação sexual Min sexualundervisning Benim seks eğitimim

Hola, chicos, ¿qué tal? Hey guys, how are you? ¿Qué tal va todo? How is everything going?

Bienvenidos a un nuevo episodio de Español con Juan, ya sabéis, un podcast en español para aprender español. Welcome to a new episode of Spanish with Juan, you know, a podcast in Spanish to learn Spanish.

Creo que ya os dije en el episodio anterior, y si no os lo dije, pues os lo digo ahora, que he vuelto a Londres después de haber pasado las Navidades y las fiestas de Año Nuevo en Italia y, chicos, ¡qué desastre! I think I told you in the previous episode, and if I didn't, then I'm telling you now, that I'm back in London after spending Christmas and New Years in Italy and boy, what a mess!

¡Qué desastre! What a mess!

La vuelta a Londres y la entrada del año 2022 ha sido un absoluto desastre para mí. The return to London and the entry of the year 2022 has been an absolute disaster for me. Desde hace unos días, todo me va mal. For a few days, everything is going wrong. Mal, no. Bad, no. Fatal. Fatal. Todo me va fatal, de verdad. Everything is going wrong for me, really. He tenido un montón de problemas. I've had a lot of problems.

Bueno, lo peor, lo peor que me ha pasado es que cuando llegué a mi casa de Londres me encontré con que no funcionaba la calefacción. Well, the worst, the worst thing that has happened to me is that when I got home from London I found that the heating didn't work. El calentador del gas se había roto mientras yo estaba fuera y no podía encender la calefacción ni tenía agua caliente. The gas heater had broken while I was away and I couldn't turn on the heat or have hot water.

¡Qué horror! How awful!

¡Qué horror! How awful!

Ya os podéis imaginar, ¿no? You can already imagine, right? Después de estar tranquilo en Italia, dando paseos por la orilla del mar, por la playa, paseando en bicicleta, con buen tiempo, con buena comida… After being quiet in Italy, taking walks along the seashore, on the beach, riding a bike, with good weather, with good food...

Llego aquí a Londres y me encuentro con que hace un frío que pela (Un frío que pela, o sea, que hace mucho frío)  y que no puedo encender la calefacción. I arrive here in London and find that it's bitterly cold (Breathly cold, that is, it's very cold) and I can't turn on the heating. Ni siquiera me podía dar una ducha. I couldn't even take a shower. Porque, chicos, sinceramente, yo no me meto en la ducha con agua fría. Because guys, honestly, I don't get in the shower with cold water. Vamos, no lo hago en verano. Come on, I don't do it in the summer. Mucho menos en invierno. Much less in winter.

Es que, en serio, el agua salía del grifo como si viniera directamente del Polo Norte. Is that, seriously, the water came out of the tap as if it came directly from the North Pole. Lavar los platos era una tortura para las manos, de verdad. Washing the dishes was torture for the hands, really.

Preferiría, escuchadme bien, preferiría clavarme un clavo en los cojones (con perdón), preferiría clavarme un clavo en los cojones, en los huevos, antes que ducharme con agua fría. I'd rather, listen to me, I'd rather stick a nail in my balls (excuse me), I'd rather stick a nail in my balls, in my balls, than take a cold shower.

Vamos, yo no he vivido nunca en un igloo… Un igloo de esos donde viven los esquimales, ¿no? Come on, I've never lived in an igloo... One of those igloos where the Eskimos live, right? Con las paredes y el techo de hielo, en medio de la Antártida, en Alaska… With the walls and the roof of ice, in the middle of Antarctica, in Alaska…

No, yo no he vivido ni he estado nunca en igloo, pero no creo que dentro de un igloo haga más frío que en mi casa de Londres sin calefacción y sin agua caliente. No, I have never lived in an igloo, but I don't think that inside an igloo it is colder than in my house in London without heating and without hot water. De verdad. Really.

¡Qué frío! How cold! ¡Qué frío he pasado, chicos! I've been so cold, guys! El frío que he pasado estos días no se lo deseo ni a mi peor enemigo. I don't wish the cold I've been through these days to my worst enemy.

Total, que durante unos días he estado muy liado, intentando resolver este problema, buscando un fontanero que viniera urgentemente a mi casa. Total, for a few days I have been very busy, trying to solve this problem, looking for a plumber to come to my house urgently.

Al final tengo que decir que tuve suerte y di con un par de fontaneros bastante buenos que lo han arreglado todo en un par de días. In the end I have to say that I was lucky and found a couple of pretty good plumbers who fixed everything in a couple of days.

Y además me ha costado menos de lo que yo pensaba. And it cost me less than I thought. Yo creía que me iba a costar un huevo y la mitad del otro, pero al final no ha sido para tanto. I thought it was going to cost me one egg and half the other, but in the end it wasn't that bad.

Por cierto, la expresión “costar un huevo” yo creo que se entiende, ¿no? By the way, the expression "cost an egg" I think is understood, right? Normalmente los estudiantes de español aprenden que cuando algo es caro se dice “cuesta un ojo de la cara” o tal vez “cuesta un riñón”. Normally Spanish students learn that when something is expensive they say “it costs a pretty penny” or maybe “it costs a kidney”. Esas son, digamos, las versiones “educadas” que se usan en los libros de texto para estudiantes de español. Those are, shall we say, the “educated” versions used in textbooks for Spanish learners. En la vida real, en el español que se habla cada día, lo más frecuente es decir que algo cuesta “un huevo” o “un huevo y la mitad del otro”. In real life, in the Spanish that is spoken every day, the most common thing is to say that something costs "one egg" or "one egg and half of the other".

Los huevos, por si alguien no lo entiende, son los testículos. The eggs, in case someone doesn't understand, are the testicles.

Algunas personas, algunos estudiantes, son tan inocentes que piensan que cuando los españoles decimos “¡No me toques los huevos!”,  “¡qué huevos tienes!” o “¡esto cuesta un huevo!” pues estamos hablando de comida, de los huevos que ponen las gallinas. Some people, some students, are so innocent that they think that when we Spaniards say "Don't touch my balls!", "What balls do you have!" or “this costs an egg!” Well, we are talking about food, about the eggs that chickens lay.

No… Do not…

Todo depende del contexto, obviamente, pero normalmente, yo creo que en el 90% de las ocasiones, cuando los españoles decimos la palabra “huevos” estamos hablando de los testículos. It all depends on the context, obviously, but normally, I think that in 90% of the cases, when we Spaniards say the word “eggs” we are talking about the testicles.

De hecho, en uno de los primeros vídeos que hice en YouTube, hace ya muchos años, cuando estaba empezando, hablaba de que a veces podía ser un poco embarazoso ir a una tienda y preguntarle al dependiente “Oiga, perdone, ¿tiene usted huevos?” o en un supermercado preguntar “oye, chico, dónde están los huevos?” In fact, in one of the first videos I made on YouTube, many years ago, when I was just starting out, I talked about how sometimes it could be a bit embarrassing to go into a store and ask the clerk, “Hey, excuse me, do you have eggs? ?” or in a supermarket ask "hey, boy, where are the eggs?"

Es embarazoso por el doble sentido de la palabra “huevos” (que pueden ser comida o testículos), lo que a veces da lugar a chistes fáciles, ¿no? It's embarrassing because of the double meaning of the word "eggs" (which can be food or testicles), which sometimes makes for easy jokes, right?

Ya me entendéis, supongo. You understand me, I guess.

Eso pasa con algunas palabras, que tienen un doble sentido y dan lugar al chiste, al chiste fácil y estúpido, ¿no? That happens with some words, which have a double meaning and give rise to jokes, easy and stupid jokes, right?

Pasa lo mismo con la palabra “pelotas”. The same thing happens with the word “balls”. Las pelotas (o también las bolas) pueden ser un objeto redondo para jugar al tenis o al pinpon, por ejemplo, pero también pueden ser los testículos (en español tenemos un montón de palabras para testículos, ya os estáis dando cuenta). The balls (or also the balls) can be a round object to play tennis or pinpon, for example, but they can also be the testicles (in Spanish we have a lot of words for testicles, you are already realizing it).

Y, claro, este doble significado puede dar lugar también al chiste fácil. And, of course, this double meaning can also give rise to the easy joke.

Recuerdo un día que, de niño, cuando vivía en Granada, mi amigo Miguel y yo (Miguel era mi mejor amigo de entonces) queríamos comprar una pelota pequeña para jugar. I remember one day when, as a child, when I lived in Granada, my friend Miguel and I (Miguel was my best friend at the time) wanted to buy a small ball to play with.

Creo que era domingo por la mañana y todas las tiendas estaban cerradas. I think it was Sunday morning and all the shops were closed. La única tienda que había abierta en el barrio era un quiosco de prensa donde, aparte de vender periódicos y revistas, también vendían lotería, cigarrillos, pilas, caramelos, chicles y algunos juguetes para niños muy pequeños. The only store that had opened in the neighborhood was a newsstand where, apart from selling newspapers and magazines, they also sold lottery tickets, cigarettes, batteries, candies, chewing gum, and some toys for very young children.

Nosotros, Miguel y yo, teníamos unos ocho años. We, Miguel and I, were about eight years old. Bueno, Miguel tenía un año más que yo. Well, Miguel was a year older than me. Supongo que él tenia nueve años y yo ocho. I guess he was nine years old and I was eight.

Y, bueno, pues queríamos preguntarle al tío del quisco si vendía pelotas pequeñas, pero ninguno de los dos, ni Miguel ni yo, queríamos entrar y preguntar. And, well, we wanted to ask the guy at the kiosk if he sold small balls, but neither of us, neither Miguel nor I, wanted to go in and ask. Nos daba vergüenza porque, bueno, porque “pelotas” se podía entender también como testículos, ¿no? We were ashamed because, well, because "balls" could also be understood as testicles, right?

—Entra tú y preguntas —me dijo mi amigo Miguel. "You go in and ask questions," my friend Miguel told me. Como era mayor que yo, solía darme órdenes. Since he was older than me, he used to give me orders. Cuando él no quería hacer algo, me decía que lo hiciera yo. When he didn't want to do something, he told me to do it myself. En aquella época era así, los chicos mayores les daban órdenes a los más pequeños. At that time it was like that, the older boys gave orders to the smaller ones.

—¡No, yo no! -No I do not! ¡Ve tú! you go! —le dije yo. I told him.

Ninguno de los dos quería ir. Neither of them wanted to go.

No lo decíamos, pero lo que pasaba es que nos daba vergüenza decir la palabra “pelotas”. We didn't say it, but what happened is that we were embarrassed to say the word “balls”. Y sobre todo nos daba vergüenza preguntarle al tío de la tienda, al tío del quiosco, si tenía pelotas. And above all we were embarrassed to ask the guy from the store, the guy from the kiosk, if he had balls.

Además, lo que pasaba es que el tío del quiosco era un hombre muy extrovertido, que estaba siempre de broma y que a menudo le tomaba el pelo a la gente. Also, what happened is that the guy at the kiosk was a very outgoing man, who was always joking and who often teased people. No tenía ninguna maldad, pero para dos niños tímidos como nosotros podía resultar un poco difícil soportar sus bromas. He wasn't mean at all, but for two shy kids like us it could be a little hard to take his jokes.

Total, que tanto Miguel como yo estábamos seguros de que el tío del quiosco haría algún chiste fácil si íbamos y le preguntábamos “¿Tiene usted pelotas?” In short, both Miguel and I were sure that the guy from the kiosk would make some easy joke if we went and asked him "Do you have balls?"

Tener pelotas (como tener cojones o tener huevos) significa “ser valiente”, tener valor, ser macho… En fin, entendéis, ¿no? Having balls (like having balls or having balls) means "being brave", having courage, being macho... Anyway, you understand, right?

Y nosotros estábamos seguros de que si íbamos y le preguntábamos al tío “¿tiene usted pelotas?” Seguramente el tío haría algún chiste fácil y nos tomaría el pelo. And we were sure that if we went and asked the guy "do you have balls?" Surely the guy would make some easy joke and tease us.

Estuvimos un rato dando vueltas, nerviosos, caminando arriba y abajo por la calle, sin atrevernos a entrar y pensando en cómo podríamos hacerle la pregunta al tío del quiosco de forma que no nos respondiera con un chiste fácil ni nos tomara el pelo. We wandered around nervously for a while, walking up and down the street, not daring to go in, and wondering how we could ask the guy at the kiosk the question so that he wouldn't answer us with an easy joke or make fun of us.

Al final, como yo no quería ir, Miguel se decidió a entrar en la tienda primero. In the end, since I didn't want to go, Miguel decided to go into the store first. Yo iba detrás de él, mirando al suelo y sin atreverme a levantar la cabeza. I was behind him, looking at the ground and not daring to raise my head. Lo que hacía la situación aún peor era que la tienda estaba llena de gente. What made the situation even worse was that the store was packed with people. Era el único lugar del barrio para comprar el periódico los domingos por la mañana. It was the only place in the neighborhood to buy the newspaper on Sunday mornings. Y estaba siempre hasta los topes. And it was always packed.

Entonces, cuando ya estábamos los dos dentro de la tienda, escuché a mi amigo Miguel que le preguntaba al tío del quiosco: So, when we were both inside the store, I heard my friend Miguel asking the guy from the kiosk:

—¿Tiene usted pelotillas para jugar? "Do you have balls to play with?"

“¡Pelotillas para jugar!” “Balls to play!”

De todas las preguntas que podía hacer, aquella era la peor de todas, en mi opinión. Of all the questions I could ask, this was the worst of all, in my opinion. “¡Pelotillas” ¿A quién se le ocurre decir “pelotillas para jugar”? "Balls" Who can think of saying "balls to play"? Era ridículo. It was ridiculous.

Yo quería que la tierra me tragase, de verdad. I wanted the earth to swallow me, really. “¡Pelotillas para jugar!” “Balls to play!”

Cuando Miguel terminó de hacer la pregunta, todas las cabezas se volvieron hacia nosotros. When Miguel finished asking the question, all heads turned in our direction. Todos los clientes se callaron, dejaron de hablar y se volvieron hacia nosotros para mirarnos. All the customers fell silent, stopped talking, and turned to look at us.

En la tienda se hizo el silencio. Silence fell in the store. Toda la gente que había en la tienda en ese momento estaban expectantes, querían saber cuál sería la respuesta del tío del quiosco. All the people who were in the store at that moment were expectant, they wanted to know what the answer of the guy from the kiosk would be.

Y el tío del quiosco nos miró por encima de las gafas y nos soltó muy serio: “Tengo pelotillas, pero para jugar no”. And the guy from the kiosk looked at us over his glasses and let us out very seriously: "I have balls, but not to play."

Obviamente, todos en la tienda se echaron a reír y nosotros nos pusimos rojos como dos tomates y salimos pitando de allí. Obviously, everyone in the store started laughing and we turned red as two tomatoes and ran the hell out of there. Nos fuimos echando leches de allí, vamos. We left throwing milk from there, let's go.

Fue uno de los momentos más embarazosos de mi infancia y de hecho, aunque ya han pasado un montón de años de aquello, todavía me acuerdo y, si soy sincero, todavía me da un poco de vergüenza recordar aquel episodio. It was one of the most embarrassing moments of my childhood and in fact, although many years have passed since then, I still remember and, if I'm honest, I'm still a little embarrassed to remember that episode.

Yo es que he sido siempre muy tímido y siempre me ha dado mucha vergüenza hablar de ciertos temas y usar ciertas palabras en público. I've always been very shy and I've always been very embarrassed to talk about certain topics and use certain words in public.

Siempre me han dado vergüenza las palabras que hacen referencia a la escatología o a la sexualidad. I have always been embarrassed by words that refer to eschatology or sexuality.

Por ejemplo, aunque ahora puedo decir palabras como “cagar”, “mear”, “culo”... En realidad me producen todavía cierta incomodidad, no las uso mucho y me da vergüenza incluso si las oigo en boca de otras personas… Si son otras personas las que las dicen. For example, even though I can now say words like “shit”, “piss”, “ass”... Actually, they still make me feel uncomfortable, I don't use them much and I feel embarrassed even if I hear them from other people... Yes other people say them.

Como digo, yo siempre he sido muy tímido para estas cosas. As I say, I have always been very shy about these things. Yo era de los niños más tímidos de mi barrio, de los que nunca decían palabrotas. I was one of the shyest kids in my neighborhood, one of those who never swore. Me ponía rojo con nada. I turned red with nothing.

Recuerdo la primera vez que entré en una farmacia para comprar preservativos, es decir, condones. I remember the first time I went into a pharmacy to buy condoms, that is, condoms.

Esto fue, claro, muchos años más tarde, cuando yo ya tenía alrededor de veinte años. This was, of course, many years later, when I was already in my early twenties.

Por cierto, antes de que se me olvide, algunas personas piensan que un preservativo es algo que se pone en algunos alimentos para conservarlos. By the way, before I forget, some people think of a preservative as something you put on some food to preserve it. No, eso se llama “conservantes” o “aditivos”. No, that is called "preservatives" or "additives". Los preservativos son un método anticonceptivo. Condoms are a contraceptive method. ¿Vale? Voucher?

A los preservativos también se les puede llamar “condones”. Condoms may also be called "condoms." Pero “condón” en español es una palabra un poco vulgar. But “condón” in Spanish is a bit of a vulgar word. En la calle, sí, se dice normalmente “condón”, pero si vas a una farmacia, por ejemplo, normalmente vas a pedir “preservativos”. On the street, yes, they normally say “condom”, but if you go to a pharmacy, for example, you will normally ask for “condoms”. No condones. not condoms

Bueno, total, que, como decía, recuerdo la primera vez que entré en una farmacia para comprar condones. Well, total, as I said, I remember the first time I went into a pharmacy to buy condoms. Yo tenía, eso, unos veinte años. I was, that, about twenty years old.

No sé, supongo que sería al principio de los años ochenta, más o menos. I don't know, I guess it was the early eighties, more or less. No estoy seguro. I'm not sure.

En el franquismo, durante la dictadura de Franco, estaba prohibida la venta de cualquier tipo de método anticonceptivo. Under Franco, during Franco's dictatorship, the sale of any type of contraceptive method was prohibited. Los preservativos incluidos, claro. Condoms included, of course.

Durante el régimen de Franco, la Iglesia Católica había tenido una gran influencia sobre la educación, la política, la cultura y las costumbres de la sociedad y todo lo que estaba relacionado con la sexualidad estaba sometido a una estricta vigilancia y un control para que estuviera siempre de acuerdo con la moral y los preceptos de la Iglesia Católica. During the Franco regime, the Catholic Church had had a great influence on education, politics, culture and customs of society and everything related to sexuality was subject to strict surveillance and control so that it was always in accordance with the morals and precepts of the Catholic Church.

De hecho, en la España de Franco se hablaba del Nacional-Catolicismo, en contraste con el régimen nazi de Alemania, que defendía el Nacional-Socialismo. In fact, in Franco's Spain, National-Catholicism was spoken of, in contrast to the Nazi regime in Germany, which defended National-Socialism. O sea, mientras los nazis en Alemania tenían el Nacional-Socialismo, nosotros teníamos el Nacional-Catolicismo. In other words, while the Nazis in Germany had National-Socialism, we had National-Catholicism.

Esto creo que ya ilustra bastante bien la influencia de la Iglesia Católica en España durante los años del franquismo y cómo era la sociedad de aquella época. I think this already illustrates quite well the influence of the Catholic Church in Spain during the Franco years and what society was like at that time.

Total, lo que quiero decir con todo esto es que yo era muy tímido, de niño y también de joven, y me daba mucha vergüenza todo lo que estuviese relacionado con el sexo y con la escatología. In short, what I mean by all this is that I was very shy, as a child and also as a young man, and I was very ashamed of anything related to sex and eschatology. Yo nunca decía palabrotas, por ejemplo. I never used swear words, for example.

Era un niño de la escuela franquista, educado en el nacional-catolicismo. He was a child from the Francoist school, educated in national-Catholicism. O sea, que de educación sexual: cero. In other words, sex education: zero.

En aquella época, como digo, todas estas cosas eran tabú. At that time, as I say, all these things were taboo. El sexo era algo sucio, vergonzoso, de lo que no se podía hablar en público. Sex was something dirty, shameful, something you couldn't talk about in public.

Encima, yo iba a una escuela de curas, de sacerdotes, donde estudiábamos religión y rezábamos todos los días y donde la única educación sexual que recibíamos era en clase de Biología, cuando la profesora nos explicaba la reproducción de las plantas, de las flores, de como iban pasando las abejas de una flor a otra…. On top of that, I went to a school for priests, where we studied religion and prayed every day and where the only sexual education we received was in Biology class, when the teacher explained to us the reproduction of plants, flowers, of how the bees were passing from one flower to another….

En fin, ahí acababa toda nuestra formación en materia de sexo. Anyway, that's where all our training in sex ended. Eso era todo. That was all.

Además, era una escuela donde solo había niños. Also, it was a school where there were only boys. En aquellos años, lo normal era que hubiera colegios para niños y colegios para niñas. In those years, the normal thing was that there were schools for boys and schools for girls. Como se decía entonces: los niños tenían que estar con los niños y las niñas con las niñas. As it was said then: the boys had to be with the boys and the girls with the girls. ¡Los niños con los niños y las niñas con las niñas! Boys with boys and girls with girls!

Lo normal era eso, que los niños y las niñas estuviéramos siempre separados. The normal thing was that, that boys and girls were always separated. Incluso fuera del colegio, en la calle, también estábamos separados. Even outside of school, on the street, we were also separated.

En el barrio donde yo vivía, por ejemplo, los niños jugábamos solo con los niños y las niñas jugaban solo con las niñas. In the neighborhood where I lived, for example, the boys played only with the boys and the girls played only with the girls. Teníamos incluso juegos diferentes: los niños teníamos juegos de niños y las niñas tenían juegos de niñas. We even had different games: boys had boys' games and girls had girls' games. Y si algún niño jugaba a algún juego “de niñas”, como saltar a la comba o la rayuela, entonces los demás niños lo llamaban “mariquita”, mariquita, que era lo peor que te podían llamar. And if a boy played a “girls” game, like skipping rope or hopscotch, then the other children called him “sissy,” sissy, which was the worst thing they could call you.

De hecho, a mí todavía, a mis años, me resulta muy extraño, por ejemplo, ver a los hombres que saltan a la cuerda en el gimnasio o a las niñas pequeñas jugando al fútbol en el parque. In fact, it still seems very strange to me at my age, for example, to see men jumping rope in the gym or little girls playing soccer in the park. Porque, para mí, saltar a la cuerda es de niñas y jugar al fútbol, de niños. Because, for me, jumping rope is for girls and playing soccer is for boys.

Lo cual demuestra que la educación que recibimos de pequeños, las ideas o los estereotipos que nos meten de chicos en la cabeza nos influyen muchísimo, incluso cuando somos ya mayores. Which shows that the education we receive as children, the ideas or stereotypes that are put into our heads as children influence us a lot, even when we are older. Es como un lavado de cerebro, ¿no? It's like brainwashing, right? Muchas de las ideas y creencias que tenemos de mayores no son más que ideas que nos pusieron de pequeños en la cabeza. Many of the ideas and beliefs that we have as adults are nothing more than ideas that were put into our heads as children.

Pero en fin, ese es otro tema. But anyway, that's another topic. No me quiero enrollar ahora hablando de todo eso, pero sí, el caso es, como estaba diciendo, que en la escuela en la que yo me eduqué pues no se estudiaba nada sobre sexualidad y no teníamos ni idea de todos estos temas, mucho menos sobre métodos anticonceptivos. I don't want to get involved now talking about all that, but yes, the case is, as I was saying, that in the school where I was educated, nothing was studied about sexuality and we had no idea about all these issues, much less about contraceptive methods.

Todos estos temas eran temas tabú de los que no se hablaba en la escuela ni en la tele ni en el cine ni en los periódicos… All these topics were taboo topics that were not talked about at school or on TV or in the movies or in the newspapers...

Al poco tiempo de la muerte de Franco, todo esto empezó a cambiar. Shortly after Franco's death, all this began to change. Poco a poco se empezó a hablar en la tele de sexualidad, en las películas había escenas de desnudos, se podían ver escenas de amor y sexo con más facilidad, el lenguaje también se fue liberando y se hablaba de forma más clara… Little by little, sexuality began to be talked about on TV, there were nude scenes in movies, love and sex scenes could be seen more easily, language was also released and was spoken more clearly...

Y recuerdo que allá por los años ochenta, quizás al inicio de los años ochenta, con la llegada de la democracia y la liberación de las costumbres, llegaron los preservativos a las farmacias, los primeros preservativos, que hasta entonces habían estado prohibidos. And I remember that back in the eighties, perhaps at the beginning of the eighties, with the arrival of democracy and the liberation of customs, condoms arrived in pharmacies, the first condoms, which until then had been prohibited.

Y yo recuerdo que las primeras veces que iba a la farmacia a comprar preservativos lo pasaba fatal. And I remember that the first times I went to the pharmacy to buy condoms I had a terrible time. Yo iba con mi novia de entonces, ¿no? I went with my girlfriend at the time, right? Ella se quedaba en la puerta, claro. She stayed at the door, of course. A ella le daba mucha más vergüenza que a mí, por supuesto. She was much more embarrassed than I was, of course. Ella era una chica, una mujer. She was a girl, a woman. Y entrar juntos habría sido mucho peor. And going in together would have been much worse. Eso estaba fuera de cuestión. That was out of the question. Era algo que tenía que hacer yo solo. It was something I had to do on my own.

Pero me daba mucha vergüenza. But I was very embarrassed. Me daba una vergüenza enorme entrar en una farmacia y pedir una caja de preservativos. I was terribly embarrassed to go into a pharmacy and ask for a box of condoms.

Lo que hacía era que iba a una farmacia de otro barrio, donde nadie me conocía. What I did was I went to a pharmacy in another neighborhood, where no one knew me. Ni se me ocurría ir a la farmacia de mi barrio, donde todo el mundo me conocía. It never occurred to me to go to the pharmacy in my neighborhood, where everyone knew me. Eso nunca. That never. Me habría muerto de vergüenza si me ve alguien del barrio en la farmacia comprando condones. I would have died of shame if someone from the neighborhood saw me in the pharmacy buying condoms. Habría sido terrible. It would have been terrible.

Entonces, como digo, mi novia y yo íbamos a una farmacia de otro barrio donde nadie nos conocía. So, as I say, my girlfriend and I went to a pharmacy in another neighborhood where no one knew us. Yo entonces… Ah, bueno, había una condición fundamental. I then… Ah, well, there was a fundamental condition. Mejor dicho, dos condiciones fundamentales para que yo entrase en la farmacia a comprar preservativos. Rather, two fundamental conditions for me to go to the pharmacy to buy condoms.

Que el farmacéutico fuera un hombre. That the pharmacist was a man. Si era una mujer, si era una farmacéutica, entonces yo no entraba. If it was a woman, if it was a pharmacist, then I didn't get in. Buscaba otra farmacia donde hubiera un hombre, un farmacéutico. I was looking for another pharmacy where there was a man, a pharmacist. Que no hubiera ningún cliente en la farmacia. That there were no customers in the pharmacy. Si había otras personas dentro, en la farmacia, entonces yo no entraba. If there were other people inside, in the pharmacy, then I didn't go in. Solo si se daban estas dos condiciones, yo entraba en la farmacia a comprar preservativos. Only if these two conditions were met, I went into the pharmacy to buy condoms.

Mi novia, como digo, se quedaba fuera esperándome. My girlfriend, as I say, stayed outside waiting for me. Ella no entraba conmigo. She didn't go in with me.

Luego, lo que pasaba es que a veces, una vez que yo estaba dentro, llegaban otros clientes o me atendía una mujer en lugar de un hombre… Entonces me ponía muy nervioso, empezaba a tartamudear y al final terminaba por pedir un paquete de sacarina o una caja de aspirinas. Then, what happened is that sometimes, once I was inside, other customers came or I was served by a woman instead of a man... Then I would get very nervous, I would start to stutter and in the end I would end up ordering a saccharine packet or a box of aspirin.

De hecho, en mi casa yo tenía una montaña de cajas de aspirina y de sacarina porque a menudo no podía articular la palabra “preservativos” delante de otras personas. In fact, in my house I had a mountain of boxes of aspirin and saccharin because I often couldn't articulate the word "condoms" in front of other people.

Por ejemplo, yo entraba y decía: “quería una caja de….” For example, I would walk in and say: “I wanted a box of….”

Y entonces hacía una pausa, respiraba profundamente, miraba hacia los lados, miraba hacia el suelo, miraba hacia arriba, volvía a respirar otra vez… And then he paused, took a deep breath, looked sideways, looked down, looked up, breathed again...

“Quería una caja de…” “I wanted a box of…”

Muchas veces me ponía tan nervioso que acababa diciendo “una caja de…. Many times I got so nervous that I ended up saying “a box of…. Aspirinas”. Aspirin”.

En fin… Ahora me río, pero, de verdad que lo pasaba muy mal. Anyway… Now I'm laughing, but I really had a really bad time.

Lo peor era cuando mi novia me veía salir de la farmacia con una caja de aspirinas en la mano en lugar de los preservativos. The worst was when my girlfriend saw me leaving the pharmacy with a box of aspirin in hand instead of condoms.

Ella me decía “¿Otra? She told me “Another? ¿Otra caja de aspirinas?” Another box of aspirin?

Era todo muy humillante, la verdad. It was all very humiliating, really.

Aunque yo ya tenía veinte años y en España había democracia, yo seguía siendo un niño de la escuela franquista, un producto del Nacional Catolicismo. Although I was already twenty years old and there was democracy in Spain, I was still a child from the Francoist school, a product of National Catholicism.

Y lo sigo siendo, ¿eh? And I still am, huh? Lo sigo siendo. I still am. Como decía antes, hay cosas que nos meten de pequeños en la cabeza y que luego es muy difícil quitarnos de encima. As I said before, there are things that get us in the head when we are little and that later it is very difficult to get rid of.

Yo no sé por qué os estoy hablando de todo esto, ¿eh? I don't know why I'm talking about all this, eh?

Empecé hablando de que a mi vuelta a Londres no tenía calefacción, que he pasado mucho frío, que tuve que llamar al fontanero para que arreglara el calentador… Y de ahí me he ido enrollando y pasando de un tema a otro hasta terminar hablando de la venta de preservativos en España. I started by talking about the fact that when I returned to London I had no heating, that I've been very cold, that I had to call the plumber to fix the heater... And from there I've been winding up and going from one topic to another until I ended up talking about the sale of condoms in Spain.

¡Típico! Typical! ¡Típico de un podcast como este! Typical of a podcast like this! Este es un podcast sin ton ni son, sin orden ni concierto, sin lógica, sin orden, sin estructura, sin organización… This is a podcast without rhyme or reason, without order or concert, without logic, without order, without structure, without organization...

Un caos, un caos total. Chaos, total chaos.

Me enrollo como una persiana y nada más. I roll up like a blind and nothing more.

En fin, chicos, no me enrollo más. Anyway, guys, I'm not messing around anymore. Yo creo que ya basta por hoy, ¿no? I think that's enough for today, right?

Si tenéis ganas de seguir escuchando mis rollos, nos vemos la próxima semana, en el próximo episodio… ¡No! If you want to keep listening to my stuff, see you next week, in the next episode… No! ¡No nos vemos! We won't see you! ¡Nos escuchamos, aquí, en Español Con Juan! We listen to each other, here, in Spanish With Juan!

Un podcast en español para aprender español con historias tan tontas como las que os he contado hoy. A podcast in Spanish to learn Spanish with silly stories like the ones I've told you today.

¡Nos vemos! See ya!

¡Hasta pronto!