¿Los virus están vivos?
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Los virus son pequeños agentes infecciosos que están en todas partes: en el agua, en el aire
¡Y en nosotros! Pero también infectan insectos, plantas, hongos, bacterias y hasta a ¡ellos mismos!
Incluso, 8% de nuestro ADN es de origen viral… pero…
¿Los virus están vivos?
Los virus apenas contienen suficiente material genético para codificar desde 4 hasta 200 proteínas
que forman su cuerpo. Cada especie de virus actúa diferente, pero en términos
generales, esto es lo que hacen: Su superficie tiene proteínas que se unen
a los receptores de las células del hospedero. El virus libera su material genético.
Las mismas proteínas de la célula transportan el material genético hasta su núcleo.
Ya dentro del núcleo detiene todas las actividades y utiliza la maquinaria de la célula para replicarse,
y así obliga a la célula a crear todo lo necesario para formar virus. Cuando
se han creado muchos virus la célula se rompe dejándolos salir.
¿Y cómo está eso de que sus genes están en nuestro ADN? Cuando un virus infecta, parte
de su ADN se queda dentro de nuestras células y este puede integrarse al nuestro.
Mientras no cause una mutación puede permanecer ahí y si se trata de una célula que forma óvulos
o espermatozoides lo ¡podemos heredar a nuestros hijos! Así es como se han logrado rastrear
los orígenes de los virus. Se buscan estas secuencias de ADN en animales y así se sabe
que el virus tiene que haber provenido de un ancestro en común.
No se sabe exactamente cuándo ni cómo se originaron, pero hay 3 teorías reconocidas:
CIENTÍFICO 1 Como son tan simples debieron haber aparecido antes que los organismos unicelulares.
CIENTÍFICO 2 Son secuencias de ADN o ARN que escaparon de una célula.
CIENTÍFICA 3 Eran organismos que desarrollaron una relación parasitaria. Entre más dependientes
se hicieron de su hospedero se volvieron más simples.
Existen casi 5 mil especies de virus y se clasifican según su forma, tipo de ácido nucléico,
envoltura, estrategia de replicación, hospederos que infectan, y tipo de enfermedad que provocan.
Por ejemplo, los del género rotavirus se caracterizan por diarreas severas;
algunos retrovirus por inducir a células normales a dividirse incontroladamente hasta
causar un tumor o cáncer, o por deprimir el sistema inmune; y otros virus por manifestarse
en la piel como el de sarampión o varicela. ¡Son los agentes infecciosos más pequeños!
y aún así, son causantes de grandes epidemias. El biólogo Jared Diamond en su libro:
Armas, gérmenes y acero, relata el papel de los gérmenes en la victoria de las conquistas europeas.
Los virus que causan viruela, gripe y sarampión provienen del contacto entre
humanos y animales domesticados nativos de Europa y Asia. Los pueblos euroasiáticos
convivieron con estos animales durante milenios y se hicieron inmunes a sus virus, desarrollaron defensas propias.
Pero los indígenas de América no las tenían, hasta se decía: “indio con viruela, indio muerto”.
Esta vulnerabilidad causó la muerte de millones de conquistados: ni los líderes se salvaban.
Cuitláhuac, el líder azteca murió por viruela en 1520.
Y entonces los virus ¿están vivos? para ser considerado ser vivo tienes que:
Uno. Tener un metabolismo, o sea producir energía por ti mismo y mantener un ambiente estable.
Los virus no son capaces de hacerlo.
Dos. Responder a estímulos: esto tampoco lo hacen.
Tres. Ser capaz de evolucionar. Los virus tienen una tasa de mutación sumamente rápida y
son capaces de evolucionar. Por eso es tan difícil crear drogas o vacunas contra ellos,
porque se replican tan rápido que tienen muchos errores en su genoma y esas copias defectuosas son resistentes.
Cuatro. Ser capaz de reproducirse. Los virus pueden hacerlo, pero sólo “hackeando” maquinaría de las células.
Así que la respuesta es: ¡No, no están vivos!, bueno pensándolo bien ¡sí, sí están vivos!,
bueno ¡a veces! y depende a quién le preguntes. Este tema es parte de un serio debate entre
los científicos, pero muchos se conforman con situarlos en un área gris entre lo vivo y lo no vivo. ¡Ah zombies!
Los virus no son los únicos que se encuentran en este dilema de “ser o no ser”.
Los viroides son como los virus, pero estos solo están formados de ARN e infectan exclusivamente plantas.
Existen agentes aún más raros, ¡los priones! No son virus, ni microorganismos sino ¡proteínas!
localizadas en las membranas neuronales. Por razones aún discutidas cambian su estructura tridimensional.
Su nueva forma le permite auto-asociarse fácilmente. Así se acumulan
y forman conglomerados resistentes que degeneran progresivamente el tejido nervioso: como el cerebro.
La famosa enfermedad de las vacas locas o la del ciervo zombie se deben a priones
y pueden adquirirse esporádicamente, por transmisión ambiental o mutación genética.
La causa de estas patologías era desconocida, hasta 1997 el neurólogo estadounidense Stanley
B. Prusiner recibió el premio nobel de medicina por revelar la existencia de los priones.
Aunque los virus suenan horribles no todo es malo, gracias a ellos hemos aprendido mucho
de los procesos celulares y de inmunología.
Hoy en día se utilizan como control de plagas en la agricultura para atacar ciertos parásitos.
Son una terapia dirigida muy prometedora para curar el cáncer ya que los virus prefieren
atacar células cancerosas que células sanas. Además se les modifica genéticamente para que sean incapaces
de reproducirse en células sanas, destruyendo así únicamente a las enfermas. La terapia génica usa
a los virus para tratar diversas enfermedades entre ellas las monogenéticas, o sea enfermedades que
surgen por la mutación de un solo gen, como la anemia falciforme, hemofilia, distrofia muscular y otras.
En esta terapia, el virus se usa para transportar una copia del gen mutado, y sustituir el gen defectuoso.
¡CuriosaMente!
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