×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

Narraciones inquietantes, La Mujer Alta — Pedro A. De Alarcón — 04

La Mujer Alta — Pedro A. De Alarcón — 04

—Mi amigo Telesforo — continuó Gabriel después que hubo apurado otro vaso de vino—descansó también un momento al llegar a este punto, y luego prosiguió en los términos siguientes:

—Si mi historia terminara aquí, acaso no encontrarías nada de extraordinario ni sobrenatural en ella, y podrías decirme lo mismo que por entonces me dijeron dos hombres de mucho juicio a quienes se la conté: que cada persona de viva y ardiente imaginación tiene su terror pánico; que el mío eran las trasnochadoras solitarias, y que la vieja de la calle de Jardines no pasaría de ser una pobre sin casa ni hogar que iba a pedirme una limosna cuando yo lancé el grito y salí corriendo, o bien una repugnante Celestina de aquel barrio, no muy católico en materia de amores…

También quise creerlo yo así; también lo llegué a creer al cabo de algunos meses; no obstante lo cual hubiera dado entonces años de vida por la seguridad de no volver a encontrarme a la mujer alta. ¡En cambio, hoy daría toda mi sangre por encontrármela de nuevo!

—¿Para qué?

—¡Para matarla en el acto!

—No te comprendo…

—Me comprenderás si te digo que volví a tropezar con ella hace tres semanas, pocas horas antes de recibir la nueva fatal de la muerte de mi pobre Joaquina…

—Cuéntame…, cuéntame…

—Poco más tengo que decirte. Eran las cinco de la madrugada; volvía yo de pasar la última noche, no diré de amor, sino de amarguísimos lloros y desgarradora contienda, con mi antigua querida la viuda de T…, ¡de quien érame ya preciso separarme por haberse publicado mi casamiento con la otra infeliz a quien estaban enterrando en Santa Agueda aquella misma hora!

Todavía no era día completo; pero ya clareaba el alba en las calles enfiladas hacia Oriente. Acababan de apagar los faroles, y habíanse retirado los serenos, cuando, al ir a cortar la calle del Prado, o sea a pasar de una a otra sección de la calle del Lobo cruzó por delante de mí como viniendo de la plaza de las Cortes y dirigiéndose a la de Santa Ana, la espantosa mujer de la calle de Jardines.

No me miró, y creí que no me había visto… Llevaba la misma vestimenta y el mismo abanico que hace tres años… ¡Mi azoramiento y cobardía fueron mayores que nunca! Corté rapidisimamente la calle del Prado, luego que ella pasó, bien que sin quitarle ojo, para asegurarme que no volvía la cabeza; y cuando hube penetrado en la otra sección de la calle del Lobo respiré como si acabara de pasar a nado una impetuosa corriente, y apresuré de nuevo mi marcha hacia acá con más regocijo que miedo, pues consideraba vencida y anulada a la odiosa bruja, en el mero hecho de haber estado tan próximo de ella sin que me viese…

De pronto, y cerca ya de esta mi casa, acometióme como un vértigo de terror pensando en si la muy taimada vieja me habría visto y conocido; en si se habría hecho la desentendida para dejarme penetrar en la todavía obscura calle del Lobo y asaltarme allí impunemente; en si vendría tras de mí; en si ya la tendría encima…

Vuélvome en esto…, ¡y allí estaba! ¡Allí, a mi espalda casi tocándome con sus ropas, mirándome con sus viles ojuelos, mostrándome la asquerosa mella de su dentadura, abanicándose irrisoriamente, como si se burlara de mi pueril espanto!…

Pasé del terror a la más insensata ira, a la furia salvaje de la desesperación, y arrojéme sobre el corpulento vejestorio; tirélo contra la pared, echándole una mano a la garganta; y con la otra, ¡qué asco!, púseme a palpar su cara, su seno, el lío ruin de sus cabellos rucios hasta que me convencí juntamente de que era criatura humana y mujer…

Ella había lanzado entretanto un aullido ronco y agudo al propio tiempo, que me pareció falso o fingido, como expresión hipócrita de un dolor y de un miedo que no sentía, y luego exclamó, haciendo como que lloraba, pero sin llorar, antes bien mirándome con ojos de hiena:

—¿Por qué la ha tomado usted conmigo?

Esta frase aumentó mi pavor y debilitó mi cólera.

—¡Luego usted recuerda— grité — haberme visto en otra parte!

—¡Ya lo creo, alma mía!—respondó sardónicamente. — ¡La noche de San Eugenio, en la calle de Jardines, hace tres años!…

Sentí frío dentro de los tuétanos.

—Pero ¿quién es usted ?—le dije sin soltarla. — ¿Por qué corre detrás de mí? ¿Qué tiene usted que ver conmigo?

—Yo soy una débil mujer…—contestó diabólicamente.—¡Usted me odia y me teme sin motivo!… Y, si no, dígame usted, señor caballero: ¿por qué se asustó de aquel modo la primera vez que me vio?

—¡Porque la aborrezco a usted desde que nací! ¡Porque es usted el demonio de mi vida!

—¿De modo que usted me conocía hace mucho tiempo? ¡Pues mira, hijo, yo también a ti!

—¡Usted me conocía! ¿Desde cuándo?

—¡Desde antes que nacieras! Y cuando te vi pasar junto a mí hace tres años, me dije a mí misma: “¡Este es!”

—Pero ¿quién soy yo para usted? ¿Quién es usted para mí?

—¡El demonio!—respondió la vieja escupiéndome en mitad de la cara, librándose de mis manos y echando a correr velocísimamente con las faldas levantadas hasta más arriba de las rodillas, y sin que sus pies moviesen ruido alguno al tocar la tierra…

¡Locura intentar alcanzarla!… Además, por la Carrera de San Jerónimo pasaba ya alguna gente, y por la calle del Prado también. Era completamente de día. La mujer alta siguió corriendo, o volando, hasta la calle de las Huertas, alumbrada ya por el sol; paróse allí a mirarme; amenazóme una y otra vez esgrimiendo el abaniquillo cerrado, y desapareció detrás de una esquina…

¡Espera otro poco, Gabriel! ¡No falles todavía este pleito, en que se juegan mi alma y mi vida! ¡Óyeme dos minutos más!

Cuando entré en mi casa, me encontré con el coronel Falcón, que acababa de llegar para decirme: que mi Joaquina, mi novia, toda mi esperanza de dicha y ventura sobre la tierra, ¡había muerto el día anterior en Santa Agueda! El desgraciado padre se lo había telegrafiado a Falcón para que me lo dijere… ¡a mí, que debí haberlo adivinado una hora antes, al encontrarme al demonio de mi vida! ¿Comprendes ahora que necesito matar a la enemiga innata de mi felicidad, a esa inmunda vieja, que es como el sarcasmo viviente de mi destino?

Pero ¿qué digo matar? ¿Es mujer? ¿Es criatura humana? ¿Por qué la he presentido desde que nací? ¿Por qué me reconoció al verme? ¡Por qué no se me presenta sino cuando me ha sucedido alguna desdicha? ¿Es Satanás? ¿Es la Muerte? ¿Es la Vida? ¿Es el Anticristo? ¿Quién es? ¿Qué es?

La Mujer Alta — Pedro A. De Alarcón — 04 Die große Frau - Pedro A. De Alarcón - 04 The Tall Woman — Pedro A. De Alarcón — 04 La grande femme - Pedro A. De Alarcón - 04

—Mi amigo Telesforo — continuó Gabriel después que hubo apurado otro vaso de vino—descansó también un momento al llegar a este punto, y luego prosiguió en los términos siguientes: "My friend Telesforo," Gabriel continued after downing another glass of wine, "also took a moment to rest when he reached this point, and then he continued as follows:

—Si mi historia terminara aquí, acaso no encontrarías nada de extraordinario ni sobrenatural en ella, y podrías decirme lo mismo que por entonces me dijeron dos hombres de mucho juicio a quienes se la conté: que cada persona de viva y ardiente imaginación tiene su terror pánico; que el mío eran las trasnochadoras solitarias, y que la vieja de la calle de Jardines no pasaría de ser una pobre sin casa ni hogar que iba a pedirme una limosna cuando yo lancé el grito y salí corriendo, o bien una repugnante Celestina de aquel barrio, no muy católico en materia de amores… "If my story ended here, perhaps you wouldn't find anything extraordinary or supernatural about it, and you could tell me the same thing that two very wise men told me back then when I told them: that every person with a vivid and ardent imagination has their own panic fear; that mine was of night-wandering women, and that the old woman from Jardines Street was nothing more than a poor homeless woman who was going to ask me for alms when I shouted and ran away, or perhaps a repulsive Celestina from that neighborhood, not very Catholic when it comes to matters of love...

También quise creerlo yo así; también lo llegué a creer al cabo de algunos meses; no obstante lo cual hubiera dado entonces años de vida por la seguridad de no volver a encontrarme a __la mujer alta__. I also wanted to believe that; I even came to believe it after a few months; nevertheless, I would have given years of my life at that time for the certainty of never encountering the tall woman again. ¡En cambio, hoy daría toda mi sangre por encontrármela de nuevo! "On the contrary, today I would give all my blood to encounter her again!

—¿Para qué? "For what?"

—¡Para matarla en el acto! "To kill her on the spot!

—No te comprendo… "I don't understand..."

—Me comprenderás si te digo que volví a tropezar con ella hace tres semanas, pocas horas antes de recibir la nueva fatal de la muerte de mi pobre Joaquina… "You will understand if I tell you that I stumbled upon her again three weeks ago, just a few hours before receiving the fateful news of the death of my poor Joaquina...

—Cuéntame…, cuéntame… "Tell me… tell me...

—Poco más tengo que decirte. "I have little else to tell you. Eran las cinco de la madrugada; volvía yo de pasar la última noche, no diré de amor, sino de amarguísimos lloros y desgarradora contienda, con mi antigua querida la viuda de T…, ¡de quien érame ya preciso separarme por haberse publicado mi casamiento con la otra infeliz a quien estaban enterrando en Santa Agueda aquella misma hora! It was five in the morning; I was coming back from spending the last night, I won't say of love, but of bitter tears and heartbreaking strife, with my former lover, the widow of T…, from whom I now had to separate because my marriage to the other unfortunate woman was now public knowledge, the same woman they were burying in Santa Agueda at that very hour!

Todavía no era día completo; pero ya clareaba el alba en las calles enfiladas hacia Oriente. It wasn't yet broad daylight; but dawn was breaking on the streets leading eastwards. Acababan de apagar los faroles, y habíanse retirado los serenos, cuando, al ir a cortar la calle del Prado, o sea a pasar de una a otra sección de la calle del Lobo cruzó por delante de mí como viniendo de la plaza de las Cortes y dirigiéndose a la de Santa Ana, la espantosa mujer de la calle de Jardines. The lanterns had just been extinguished, and the night watchmen had retired when, as I was about to turn into Prado Street, or move from one section of Wolf Street to another, the terrifying woman from Jardines Street crossed in front of me as if coming from the Cortes Square and heading to Santa Ana Square.

No me miró, y creí que no me había visto… Llevaba la misma vestimenta y el mismo abanico que hace tres años… ¡Mi azoramiento y cobardía fueron mayores que nunca! She didn't look at me, and I thought she hadn't seen me… She was wearing the same clothes and carrying the same fan as three years ago… My dismay and cowardice were greater than ever! Corté rapidisimamente la calle del Prado, luego que ella pasó, bien que sin quitarle ojo, para asegurarme que no volvía la cabeza; y cuando hube penetrado en la otra sección de la calle del Lobo respiré como si acabara de pasar a nado una impetuosa corriente, y apresuré de nuevo mi marcha hacia acá con más regocijo que miedo, pues consideraba vencida y anulada a la odiosa bruja, en el mero hecho de haber estado tan próximo de ella sin que me viese… I quickly turned into Prado Street after she passed, keeping an eye on her to make sure she didn't turn around; and when I had entered the other section of Wolf Street, I breathed as if I had just crossed a strong current swimming, and hastened my steps towards here with more relief than fear, as I considered the loathsome witch defeated and neutralized, just by being so close to her without her seeing me…

De pronto, y cerca ya de esta mi casa, acometióme como un vértigo de terror pensando en si la muy taimada vieja me habría visto y conocido; en si se habría hecho la desentendida para dejarme penetrar en la todavía obscura calle del Lobo y asaltarme allí impunemente; en si vendría tras de mí; en si ya la tendría encima… Suddenly, and near my house, I was overcome by a vertigo of terror thinking whether that sly old woman had seen and recognized me; whether she had pretended not to notice me to let me enter the still dark Wolf Street and attack me there with impunity; whether she was coming after me; whether she was already upon me...

Vuélvome en esto…, ¡y allí estaba! As I turned around… there she was! ¡Allí, a mi espalda casi tocándome con sus ropas, mirándome con sus viles ojuelos, mostrándome la asquerosa mella de su dentadura, abanicándose irrisoriamente, como si se burlara de mi pueril espanto!… There, almost touching me with her clothes, looking at me with her vile eyes, showing me the disgusting gap in her teeth, mockingly fanning herself, as if she were mocking my childish fear!...

Pasé del terror a la más insensata ira, a la furia salvaje de la desesperación, y arrojéme sobre el corpulento vejestorio; tirélo contra la pared, echándole una mano a la garganta; y con la otra, ¡qué asco!, púseme a palpar su cara, su seno, el lío ruin de sus cabellos rucios hasta que me convencí juntamente de que era criatura humana y mujer… I went from terror to the most senseless rage, to the wild fury of desperation, and I threw myself at the corpulent old woman; I pushed her against the wall, grabbing her throat; and with the other hand, disgustingly, I began to feel her face, her breast, the squalid mess of her reddish hair until I was convinced at the same time that she was a human being and a woman...

Ella había lanzado entretanto un aullido ronco y agudo al propio tiempo, que me pareció falso o fingido, como expresión hipócrita de un dolor y de un miedo que no sentía, y luego exclamó, haciendo como que lloraba, pero sin llorar, antes bien mirándome con ojos de hiena:

—¿Por qué la ha tomado usted conmigo?

Esta frase aumentó mi pavor y debilitó mi cólera.

—¡Luego usted recuerda— grité — haberme visto en otra parte!

—¡Ya lo creo, alma mía!—respondó sardónicamente. — ¡La noche de San Eugenio, en la calle de Jardines, hace tres años!…

Sentí frío dentro de los tuétanos.

—Pero ¿quién es usted ?—le dije sin soltarla. — ¿Por qué corre detrás de mí? ¿Qué tiene usted que ver conmigo?

—Yo soy una débil mujer…—contestó diabólicamente.—¡Usted me odia y me teme sin motivo!… Y, si no, dígame usted, señor caballero: ¿por qué se asustó de aquel modo la primera vez que me vio?

—¡Porque la aborrezco a usted desde que nací! ¡Porque es usted el demonio de mi vida!

—¿De modo que usted me conocía hace mucho tiempo? ¡Pues mira, hijo, yo también a ti!

—¡Usted me conocía! ¿Desde cuándo?

—¡Desde antes que nacieras! Y cuando te vi pasar junto a mí hace tres años, me dije a mí misma: “¡__Este es__!”

—Pero ¿quién soy yo para usted? ¿Quién es usted para mí? Who are you to me?

—¡El demonio!—respondió la vieja escupiéndome en mitad de la cara, librándose de mis manos y echando a correr velocísimamente con las faldas levantadas hasta más arriba de las rodillas, y sin que sus pies moviesen ruido alguno al tocar la tierra… "The devil!" replied the old woman, spitting in my face, freeing herself from my hands, and running swiftly with her skirts lifted up above her knees, her feet making no noise as they touched the ground...

¡Locura intentar alcanzarla!… Además, por la Carrera de San Jerónimo pasaba ya alguna gente, y por la calle del Prado también. Madness to try to catch her! Besides, there were already people walking along Carrera de San Jerónimo and also on Calle del Prado. Era completamente de día. It was broad daylight. __La mujer alta__ siguió corriendo, o volando, hasta la calle de las Huertas, alumbrada ya por el sol; paróse allí a mirarme; amenazóme una y otra vez esgrimiendo el abaniquillo cerrado, y desapareció detrás de una esquina… The tall woman kept running, or flying, until she reached Calle de las Huertas, now lit up by the sun; she stopped there to look at me, repeatedly threatening me with her closed fan, and then disappeared around a corner...

¡Espera otro poco, Gabriel! "Wait a bit longer, Gabriel!" ¡No falles todavía este pleito, en que se juegan mi alma y mi vida! "Don't give up on this fight just yet, where my soul and my life are at stake!" ¡Óyeme dos minutos más! "Listen to me for two more minutes!"

Cuando entré en mi casa, me encontré con el coronel Falcón, que acababa de llegar para decirme: que mi Joaquina, mi novia, toda mi esperanza de dicha y ventura sobre la tierra, ¡había muerto el día anterior en Santa Agueda! When I got home, I found Colonel Falcón, who had just arrived to tell me that my Joaquina, my girlfriend, my entire hope of happiness and joy on earth, had died the day before at Santa Agueda! El desgraciado padre se lo había telegrafiado a Falcón para que me lo dijere… ¡a mí, que debí haberlo adivinado una hora antes, al encontrarme al demonio de mi vida! The poor father had telegraphed it to Falcón so he could tell me...to me, who should have guessed it an hour earlier, when I encountered the demon of my life! ¿Comprendes ahora que necesito matar a la enemiga innata de mi felicidad, a esa inmunda vieja, que es como el sarcasmo viviente de mi destino? Do you understand now why I need to kill the innate enemy of my happiness, that vile old woman who is like the living mockery of my destiny?

Pero ¿qué digo matar? But what am I saying, to kill? ¿Es mujer? Is she a woman? ¿Es criatura humana? Is she a human being? ¿Por qué la he presentido desde que nací? Why have I sensed her since I was born? ¿Por qué __me reconoció__ al verme? Why did she recognize me upon seeing me? ¡Por qué no se me presenta sino cuando me ha sucedido alguna desdicha? Why does she only appear to me when some misfortune has befallen me? ¿Es Satanás? Is she Satan? ¿Es la Muerte? Is she Death? ¿Es la Vida? Is she Life? ¿Es el Anticristo? Is he the Antichrist? ¿Quién es? Who is he? ¿Qué es? What is he?