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Esp - VisualPolitik, Kazajistán: ¿Cómo RUSIA despliega su PODER político y militar? - VisualPolitik

Kazajistán: ¿Cómo RUSIA despliega su PODER político y militar? - VisualPolitik

El 2022 comenzó casi como un viaje atrás en el tiempo. El protagonismo internacional

volvió a situarse sobre el antiguo territorio de la extinta Unión Soviética.

Un despliegue masivo de tropas rusas en la frontera con Ucrania dio la bienvenida al

año 2022, y el día 6 de enero se puso en marcha en Kazajistán la primera misión militar

de la conocida como “Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”, una especie de

OTAN encabezada por Rusia. Algo así como la heredera del Pacto del Pacto de Varsovia.

Hablamos en este caso de un despliegue de unos 2.500 soldados bajo el mando de este

hombre, el Coronel General ruso Andrei Serdyukov,

el mismo tipo que dirigió las operaciones militares para apoderarse de Crimea en 2014,

y que luego comandó las fuerzas rusas en Siria.

(Entre las tropas enviadas a Kazajistán se encontraban unidades de la 45a brigada de

las fuerzas especiales rusas. Una unidad famosa por sus operaciones en las guerras de Chechenia,

por su participación en la anexión de Crimea y por su intervención en Siria.

Unas tropas, que en esta ocasión fueron enviadas a Kazajistán para reprimir las violentas

protestas que con la llegada del nuevo año se desataron en buena parte del país contra

el gobierno del presidente Kassym-Jomart Tokayev.)

Kazajistán queridos amigos es uno de los países más grandes del mundo y un importante

actor en la industria energética mundial. Para que os hagáis una idea, entre otros

muchos recursos, este país cuenta con las décimo-segundas mayores reservas de petróleo

y produce más del 40% de todo el uranio que se extrae a nivel mundial.

Ahora bien, ¿Qué ocurrió exactamente en Kazajistán? ¿Por qué tuvieron que intervenir

las tropas rusas? ¿Qué explica el creciente intervencionismo de la Rusia de Vladímir

Putin? ¿Qué consecuencias puede tener?

Pues bien, veámoslo.

[Por cierto, un momento antes de continuar. La pandemia del coronavirus ha puesto sobre

la mesa un nuevo tipo de política económica. Hoy conceptos como austeridad o equilibrio

presupuestario han quedado totalmente excluidos del discurso político. Y la pregunta es,

¿Qué está detrás de este nuevo “paradigma económico”?.

Para responder a esta pregunta no te pierdas el último vídeo de Si lo Hubiera Sabido,

el canal de actualidad financiera de Mutuactivos. Os dejamos el link en la descripción.]

Dicho esto continuemos.

(UNA PLUTOCRACIA EN LLAMAS)

El día 1 de enero el gobierno kazajo eliminó el control de precios sobre el GLP, un combustible

mezcla de butano y propano que en algunas regiones de Kazajistán es muy utilizado.

Por ejemplo, es el combustible que usa la inmensa mayor parte de los automóviles de

este país.

Y, claro, tras eliminarse el control de precios, el coste del GLP para los kazajos se incrementó

de la noche a la mañana en un 140%. Fue algo así como la gota que colmó el vaso.

Porque, amigos, Kazajistán es un país que durante las últimas 3 décadas ha hecho inmensas

cantidades de dinero gracias a todos sus recursos naturales.

Sin embargo, pese a ello el estándar de vida general es bastante reducido. El salario medio

ronda los 570 dólares al mes y la inmensa mayor parte de los trabajadores ganan mucho

menos.

Amigos, durante años el gobierno de Kazajistán ha convertido al país en una de las mayores

plutocracias del mundo. ¿Pero de qué estamos hablando exactamente? ¿Queréis una prueba?

Pues… Fijaos, según KPMG tan solo 162 personas controlan más del 55% de toda la riqueza

del país.

Y no, no hablamos de emprendedores o empresarios de éxito. La mayoría son parientes, amigos

o aliados del antiguo líder Nursultan Nazarbayev, una condición que les abrió de par en par

las riquezas del país.

Así es Kazajistán.

(El caso es que la situación estalló el día 2 enero cuando las protestas se desataron

en Zhanaozen, un pequeña ciudad de la era soviética próxima al Mar Caspio. Y desde

allí pronto se extendieron por gran parte del país al tiempo que del precio del GLP

se pasó a a una crítica general contra el gobierno.

Inicialmente las protestas fueron pacíficas pero de repente y sobre todo en Almaty, la

principal ciudad del país, las cosas se salieron de madre. A las protestas se unieron grupos

mucho más violentos que no dudaron en enfrentarse a las fuerzas de seguridad:

En Almaty, por ejemplo, prendieron fuego a coches de policía, al ayuntamiento, asaltaron

comisarías, almacenes, intentaron tomar el aeropuerto e incluso se hicieron con un montón

de armas.)

Hablamos de toda una guerra campal, con un resultado devastador: por un lado, más de

una docena de policías y miembros de las fuerzas de seguridad perdieron la vida, por

otro las bajas entre los manifestantes se cuentan por decenas. Seguramente, incluso,

por centenas.

(9 de enero de 2022: Las autoridades de Kazajstán dicen que hay 164 muertos en las protestas

y que el país ya está "estabilizado''. WP)

Unas cifras oficiales que todo apunta a que se quedan muy lejos de la realidad.

Y es que amigos, la respuesta del gobierno fue implacable: solicitó la intervención

de las tropas extranjeras, autorizó a las fuerzas de seguridad para que pudieran disparar

a matar sin previo aviso, decretó el estado de alarma, el toque de queda y se ordenó

buscar a los manifestantes casa por casa.

(“El departamento de policia, de cinco pisos, era una especie de transportador de tortura.

Los gritos se podían escuchar desde todas las ventanas. Las torturas fueron horribles”.

Aset Abishev, participante en las protestas contra el gobierno en Almaty.)

¿Pero cómo se llegó a este punto?¿Qué buscaban en realidad las protestas?

hay muchas incógnitas y nadie tiene del todo claro qué demonios pasó. Hay hipótesis

para todos los gustos:

Qué si la cosa se desmadró porque algunos oligarcas locales quisieron aprovecharse de

las protestas para ganar influencia; Qué si en realidad fueron aliados de Nazarbayev

quienes estuvieron detrás de todo, Qué si fue cosa del Kremlin, qué si fuerzas

extranjeras Que si todo fue cosa, simplemente, de una

juventud harta de malvivir en un país repleto de riquezas.

O quizás una combinación de varias de estas hipótesis.

En cualquier caso, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que el gobierno del Presidente Tokayev,

apoyado por Rusia, desencadenó una enorme represión y una gigantesca operación de

castigo durante los días siguientes. Se calcula que las autoridades han detenido a más de

10.000 personas.

Eso y que toda esta explosiva situación ha dejado claros ganadores y perdedores. ¿Alguna

idea?

Pues… fijaos, el primer ganador claro ha sido el propio presidente Tokayev.

Y es que, veréis, hasta ahora este presidente, que llegó al poder en 2019 tras la renuncia

del histórico dictador Nursultan Nazarbayev, había tenido en cierta forma que compartir

el poder con él. Porque aunque Nazarbayev renunció formalmente, se aseguró de ser

nombrado “líder de la nación” y jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

(“Tokayev pudo poner fin a este doble poder esquizofrénico en el país [..] Nunca se

convirtió en un presidente plenamente empoderado... porque tenía las manos atadas”. Arkady

Dubnov, experto de Asia Central en el Carnegie Moscow Center.)

Sin embargo, los disturbios lo han cambiado todo. Tokayev ha nombrado un nuevo gobierno,

ha cesado al mismísimo Nazarbayev como Jefe del Consejo de Seguridad Nacional y ha depurado

a muchos aliados y parientes del antiguo líder.

Este es, por ejemplo, el caso de Kair Massimov, responsable de la agencia de inteligencia

de Kazajistán y una de las manos derechas de Nazarbayev que ha sido cesado, detenido

y acusado de traición.

Otro ejemplo es el de Samar Abish, sobrino del antiguo líder que fue despedido como

subdirector del principal servicio de seguridad del país.

Y no solo eso, el propio presidente también ha culpado en el parlamento al antiguo líder

de crear un estado oligárquico que ha enriquecido a unos pocos a costa de la mayoría.

[Cómo si él estuviera libre de pecado]

("Los disturbios se han convertido en una oportunidad real de demostrarle a los kazajos

que en casa solo puede haber un xdueño. Tokayev es a día de hoy la principal figura política

del país y la que toma las decisiones importantes". Eduard Poletáev, politólogo kazajo)

De hecho esto es lo que podría explicar la propia intervención de las fuerzas rusas.

Dejar claro a todos los órganos de poder de Kazajistán que Tokayev es quien manda

y que tiene el aval y el respaldo del mismísimo Vladimir Putin. Es decir, que el despliegue

ruso en realidad no se llevó a cabo para frenar las protestas sino sobre todo para

apuntalar al actual presidente.

("Para Tokayev era importante mostrar a la gente, a las élites de Kazajstán, que es

la persona por la que Putin está apostando”. Alexander Libman, q jefe del departamento

de política de la Universidad Libre de Berlín)

Lo que nos lleva directamente al segundo gran ganador de esta tormenta: Vladimir Putin.

Y es que veréis, hasta ahora Kazajistán trató siempre de mantener un cierto equilibrio

en sus relaciones con Rusia, China y Estados Unidos.

De hecho, Nazarbayev abrió de par en par el país a las grandes petroleras norteamericanas

y también europeas. Hoy empresas como Chevron o Exxon Mobil tienen miles y miles de millones

de dólares invertidos en el país.

(En términos políticos las relaciones de Nazarbayev con Estados Unidos fueron siempre

por lo general bastante buenas. Pero ahora esa equidistancia se ha roto.

Tokayev se ha echado en brazos de Moscú y de Vladimir Putin. Y eso, eso es algo que

puede marcar un antes y un después.

Kazajistán es la segunda mayor economía de las ex repúblicas soviéticas tras la

propia Rusia. Y ahora la influencia del Kremlin parece por primera vez casi total.)

Empieza fuerte el 2022 para el líder ruso.

Por su parte si estos son los grandes vencedores está claro que también hay grandes perdedores,

además, claro está, de los propios manifestantes.

Todo apunta a que uno es el antiguo líder Nursultan Nazarbayev y gran parte de su entorno.

El otro es Occidente, particularmente los Estados Unidos que de la noche a la mañana

puede haber perdido la mayor parte de su influencia en el país en favor de Moscú.

Un Moscú que últimamente parece no para de apuntarse más y más tantos.

Atentos.

(EL COSTE DEL IMPERIO)

Rusia ha encontrado un nicho de mercado en el que su política exterior resulta imbatible:

Ganar influencia a cambio de apoyar y proteger a líderes autocráticos: Es algo que ha hecho

en Siria, en Bielorrusia, en Venezuela y ahora en Kazajistán entre otros lugares.

(Vladimir Putin está logrando lo que hace unos años parecía casi imposible: recuperar

buena parte de la influencia que antaño tenía Moscú. Empezando por los antiguos estados

soviéticos.

Y no se trata solo de apoyar a gobiernos autocráticos. El despliegue de más de 100 mil hombres en

la frontera con Ucrania deja muy claras las intenciones del Kremlin: con Moscú no se

juega.)

Y, ojo, no penséis que se trata solo del creciente activismo político-militar, sino

sobre todo de una estrategia que lleva años ejecutándose. Durante las últimas dos décadas

Vlaidimir Putin ha modernizado el ejército, desarrollado nuevas divisiones de fuerzas

especiales, ciberguerra, mercenarios y operativos de inteligencia.

Todo para poder recuperar la vieja influencia de Moscú. Todo para que la madre Rusia pueda

volver a ser grande.

Ahora bien, un momento, porque toda esta aventura no resulta gratuita: tiene un precio muy alto.

Hablamos de un coste económico y también estratégico.

Me explico. Por un lado sostener este imperio es algo que resulta muy costoso: Todas estas

aventuras requieren de un nivel de gasto cada vez mayor, lo que conlleva detraer recursos

de la sociedad civil para destinarlos a expandir la influencia del estado.

Es algo que los rusos conocen muy bien de su experiencia soviética.

La URSS destinó tantos recursos a mantener su capacidad militar que estos terminaron

dejando exhaustos a todo el país… Y aún así perdieron la Guerra Fría..

Por ejemplo, según datos del Pentágono, entre 1974 y 1982, la Unión Soviética produjo

5,9 veces más misiles balísticos, 2,7 veces más tanques, 7,6 veces más vehículos blindados,

el doble de aviones o 2,3 veces más submarinos. Produjo más de todo.

Pero no les valió de nada, la influencia de Moscú fue efímera y terminó cayendo

a medida que la economía soviética colapsó. Ni siquiera tuvieron nunca la sensación de

estar por delante de los norteamericanos que lideraban la carrera tecnológica y tenían

una capacidad de inversión en equipos de vanguardia incomparablemente mayor.

(El excesivo peso que en Rusia tiene el ejército y la política exterior está haciendo que

al mismo tiempo que Moscú recupera su influencia, la economía local y el nivel de vida de los

rusos no logre mejorar.

El PIB ruso medido en dólares alcanzó su nivel máximo en el año 2013, su dependencia

de los recursos naturales no se ha reducido y las infraestructuras, los hospitales y las

escuelas del país se encuentran en un estado calamitoso.

Esto es lo que explica que según las encuestas realizadas, por ejemplo, por el Centro Lavada

más del 50% de los jóvenes rusos quieran emigrar a otro país.)

Es decir, que Rusia ha hecho exactamente lo contrario a lo que ha hecho China, cuya prioridad

durante las últimas décadas fue claramente la economía.

Pero esto no es todo.

La economía rusa también se está viendo perjudicada por las sanciones internacionales,

y las nuevas incursiones rusas podrían terminar con nuevas sanciones que la castiguen aún

más.

Y la cuestión es, ¿Qué es más importante? ¿La influencia del estado en el mundo o el

nivel de vida de los propios ciudadanos rusos?

Nosotros lo tenemos claro, y ojo, porque son los propios rusos quienes tampoco parecen

tener dudas.

(Según el Centro Lavada en 2021 solo el 32% de los rusos querían ver a Rusia como una

potencia respetada y temida por otros países. El 32%. Es decir, a la inmensa mayoría lo

que les preocupa es poder vivir mejor. )

Además, las últimas acciones rusas podrían terminar con un final inesperado: el regreso

a una carrera armamentística que Rusia no está en disposición de ganar.

Es decir, de tensarse la situación la OTAN y sus miembros, particularmente los países

de Europa del Este podrían determinar blindar la frontera con niveles de inversión militar

récords.

En su día esa carrera contribuyó decisivamente al hundimiento de la Unión Soviética y puede

que el escenario hoy no sea muy diferente.

Así que sí, puede parecernos que hoy por hoy Putin y Rusia están ganando una partida

y desde luego tienen importantes bazas: por ejemplo la dependencia energética que la

Unión Europea sigue teniendo del oso ruso. La UE obtiene el 41% de su consumo de gas

natural y el 27% de su petróleo de Rusia.

Pero a pesar de todo amigos, la historia puede volver a repetirse. En cualquier caso, si

algo deja claro la última incursión en Kazajistán es que estamos ante la Rusia más fuerte de

las últimas 3 décadas.

Pero llegados hasta aquí turno para ti:

¿Crees que la influencia del estado tiene que situarse por encima del nivel de vida

de los ciudadanos? ¿Piensas que Rusia podrá mantener su influencia internacional a pesar

de una economía renqueante que cada vez está más lejos de las otras grandes potencias?

¿Cómo crees que los países occidentales deben lidiar con Putin?

Dejanos por aquí abajo tus respuestas. Y ahora si este vídeo te ha resultado interesante

no olvides darle a like y suscribirte a VisualPolitik.

Un saludo y hasta la próxima.


Kazajistán: ¿Cómo RUSIA despliega su PODER político y militar? - VisualPolitik Kazakhstan: How does RUSSIA deploy its political and military POWER? - VisualPolitik

El 2022 comenzó casi como un viaje atrás en el tiempo. El protagonismo internacional

volvió a situarse sobre el antiguo territorio de la extinta Unión Soviética.

Un despliegue masivo de tropas rusas en la frontera con Ucrania dio la bienvenida al

año 2022, y el día 6 de enero se puso en marcha en Kazajistán la primera misión militar

de la conocida como “Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”, una especie de

OTAN encabezada por Rusia. Algo así como la heredera del Pacto del Pacto de Varsovia.

Hablamos en este caso de un despliegue de unos 2.500 soldados bajo el mando de este

hombre, el Coronel General ruso Andrei Serdyukov,

el mismo tipo que dirigió las operaciones militares para apoderarse de Crimea en 2014,

y que luego comandó las fuerzas rusas en Siria.

(Entre las tropas enviadas a Kazajistán se encontraban unidades de la 45a brigada de

las fuerzas especiales rusas. Una unidad famosa por sus operaciones en las guerras de Chechenia,

por su participación en la anexión de Crimea y por su intervención en Siria.

Unas tropas, que en esta ocasión fueron enviadas a Kazajistán para reprimir las violentas

protestas que con la llegada del nuevo año se desataron en buena parte del país contra

el gobierno del presidente Kassym-Jomart Tokayev.)

Kazajistán queridos amigos es uno de los países más grandes del mundo y un importante

actor en la industria energética mundial. Para que os hagáis una idea, entre otros

muchos recursos, este país cuenta con las décimo-segundas mayores reservas de petróleo

y produce más del 40% de todo el uranio que se extrae a nivel mundial.

Ahora bien, ¿Qué ocurrió exactamente en Kazajistán? ¿Por qué tuvieron que intervenir

las tropas rusas? ¿Qué explica el creciente intervencionismo de la Rusia de Vladímir

Putin? ¿Qué consecuencias puede tener?

Pues bien, veámoslo.

[Por cierto, un momento antes de continuar. La pandemia del coronavirus ha puesto sobre

la mesa un nuevo tipo de política económica. Hoy conceptos como austeridad o equilibrio

presupuestario han quedado totalmente excluidos del discurso político. Y la pregunta es,

¿Qué está detrás de este nuevo “paradigma económico”?.

Para responder a esta pregunta no te pierdas el último vídeo de Si lo Hubiera Sabido,

el canal de actualidad financiera de Mutuactivos. Os dejamos el link en la descripción.]

Dicho esto continuemos.

(UNA PLUTOCRACIA EN LLAMAS)

El día 1 de enero el gobierno kazajo eliminó el control de precios sobre el GLP, un combustible

mezcla de butano y propano que en algunas regiones de Kazajistán es muy utilizado.

Por ejemplo, es el combustible que usa la inmensa mayor parte de los automóviles de

este país.

Y, claro, tras eliminarse el control de precios, el coste del GLP para los kazajos se incrementó

de la noche a la mañana en un 140%. Fue algo así como la gota que colmó el vaso.

Porque, amigos, Kazajistán es un país que durante las últimas 3 décadas ha hecho inmensas

cantidades de dinero gracias a todos sus recursos naturales.

Sin embargo, pese a ello el estándar de vida general es bastante reducido. El salario medio

ronda los 570 dólares al mes y la inmensa mayor parte de los trabajadores ganan mucho

menos.

Amigos, durante años el gobierno de Kazajistán ha convertido al país en una de las mayores

plutocracias del mundo. ¿Pero de qué estamos hablando exactamente? ¿Queréis una prueba?

Pues… Fijaos, según KPMG tan solo 162 personas controlan más del 55% de toda la riqueza

del país.

Y no, no hablamos de emprendedores o empresarios de éxito. La mayoría son parientes, amigos

o aliados del antiguo líder Nursultan Nazarbayev, una condición que les abrió de par en par

las riquezas del país.

Así es Kazajistán.

(El caso es que la situación estalló el día 2 enero cuando las protestas se desataron

en Zhanaozen, un pequeña ciudad de la era soviética próxima al Mar Caspio. Y desde

allí pronto se extendieron por gran parte del país al tiempo que del precio del GLP

se pasó a a una crítica general contra el gobierno.

Inicialmente las protestas fueron pacíficas pero de repente y sobre todo en Almaty, la

principal ciudad del país, las cosas se salieron de madre. A las protestas se unieron grupos

mucho más violentos que no dudaron en enfrentarse a las fuerzas de seguridad:

En Almaty, por ejemplo, prendieron fuego a coches de policía, al ayuntamiento, asaltaron

comisarías, almacenes, intentaron tomar el aeropuerto e incluso se hicieron con un montón

de armas.)

Hablamos de toda una guerra campal, con un resultado devastador: por un lado, más de

una docena de policías y miembros de las fuerzas de seguridad perdieron la vida, por

otro las bajas entre los manifestantes se cuentan por decenas. Seguramente, incluso,

por centenas.

(9 de enero de 2022: Las autoridades de Kazajstán dicen que hay 164 muertos en las protestas

y que el país ya está "estabilizado''. WP)

Unas cifras oficiales que todo apunta a que se quedan muy lejos de la realidad.

Y es que amigos, la respuesta del gobierno fue implacable: solicitó la intervención

de las tropas extranjeras, autorizó a las fuerzas de seguridad para que pudieran disparar

a matar sin previo aviso, decretó el estado de alarma, el toque de queda y se ordenó

buscar a los manifestantes casa por casa.

(“El departamento de policia, de cinco pisos, era una especie de transportador de tortura.

Los gritos se podían escuchar desde todas las ventanas. Las torturas fueron horribles”.

Aset Abishev, participante en las protestas contra el gobierno en Almaty.)

¿Pero cómo se llegó a este punto?¿Qué buscaban en realidad las protestas?

hay muchas incógnitas y nadie tiene del todo claro qué demonios pasó. Hay hipótesis

para todos los gustos:

Qué si la cosa se desmadró porque algunos oligarcas locales quisieron aprovecharse de

las protestas para ganar influencia; Qué si en realidad fueron aliados de Nazarbayev

quienes estuvieron detrás de todo, Qué si fue cosa del Kremlin, qué si fuerzas

extranjeras Que si todo fue cosa, simplemente, de una

juventud harta de malvivir en un país repleto de riquezas.

O quizás una combinación de varias de estas hipótesis.

En cualquier caso, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que el gobierno del Presidente Tokayev,

apoyado por Rusia, desencadenó una enorme represión y una gigantesca operación de

castigo durante los días siguientes. Se calcula que las autoridades han detenido a más de

10.000 personas.

Eso y que toda esta explosiva situación ha dejado claros ganadores y perdedores. ¿Alguna

idea?

Pues… fijaos, el primer ganador claro ha sido el propio presidente Tokayev.

Y es que, veréis, hasta ahora este presidente, que llegó al poder en 2019 tras la renuncia

del histórico dictador Nursultan Nazarbayev, había tenido en cierta forma que compartir

el poder con él. Porque aunque Nazarbayev renunció formalmente, se aseguró de ser

nombrado “líder de la nación” y jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

(“Tokayev pudo poner fin a este doble poder esquizofrénico en el país [..] Nunca se

convirtió en un presidente plenamente empoderado... porque tenía las manos atadas”. Arkady

Dubnov, experto de Asia Central en el Carnegie Moscow Center.)

Sin embargo, los disturbios lo han cambiado todo. Tokayev ha nombrado un nuevo gobierno,

ha cesado al mismísimo Nazarbayev como Jefe del Consejo de Seguridad Nacional y ha depurado

a muchos aliados y parientes del antiguo líder.

Este es, por ejemplo, el caso de Kair Massimov, responsable de la agencia de inteligencia

de Kazajistán y una de las manos derechas de Nazarbayev que ha sido cesado, detenido

y acusado de traición.

Otro ejemplo es el de Samar Abish, sobrino del antiguo líder que fue despedido como

subdirector del principal servicio de seguridad del país.

Y no solo eso, el propio presidente también ha culpado en el parlamento al antiguo líder

de crear un estado oligárquico que ha enriquecido a unos pocos a costa de la mayoría.

[Cómo si él estuviera libre de pecado]

("Los disturbios se han convertido en una oportunidad real de demostrarle a los kazajos

que en casa solo puede haber un xdueño. Tokayev es a día de hoy la principal figura política

del país y la que toma las decisiones importantes". Eduard Poletáev, politólogo kazajo)

De hecho esto es lo que podría explicar la propia intervención de las fuerzas rusas.

Dejar claro a todos los órganos de poder de Kazajistán que Tokayev es quien manda

y que tiene el aval y el respaldo del mismísimo Vladimir Putin. Es decir, que el despliegue

ruso en realidad no se llevó a cabo para frenar las protestas sino sobre todo para

apuntalar al actual presidente.

("Para Tokayev era importante mostrar a la gente, a las élites de Kazajstán, que es

la persona por la que Putin está apostando”. Alexander Libman, q jefe del departamento

de política de la Universidad Libre de Berlín)

Lo que nos lleva directamente al segundo gran ganador de esta tormenta: Vladimir Putin.

Y es que veréis, hasta ahora Kazajistán trató siempre de mantener un cierto equilibrio

en sus relaciones con Rusia, China y Estados Unidos.

De hecho, Nazarbayev abrió de par en par el país a las grandes petroleras norteamericanas

y también europeas. Hoy empresas como Chevron o Exxon Mobil tienen miles y miles de millones

de dólares invertidos en el país.

(En términos políticos las relaciones de Nazarbayev con Estados Unidos fueron siempre

por lo general bastante buenas. Pero ahora esa equidistancia se ha roto.

Tokayev se ha echado en brazos de Moscú y de Vladimir Putin. Y eso, eso es algo que

puede marcar un antes y un después.

Kazajistán es la segunda mayor economía de las ex repúblicas soviéticas tras la

propia Rusia. Y ahora la influencia del Kremlin parece por primera vez casi total.)

Empieza fuerte el 2022 para el líder ruso.

Por su parte si estos son los grandes vencedores está claro que también hay grandes perdedores,

además, claro está, de los propios manifestantes.

Todo apunta a que uno es el antiguo líder Nursultan Nazarbayev y gran parte de su entorno.

El otro es Occidente, particularmente los Estados Unidos que de la noche a la mañana

puede haber perdido la mayor parte de su influencia en el país en favor de Moscú.

Un Moscú que últimamente parece no para de apuntarse más y más tantos.

Atentos.

(EL COSTE DEL IMPERIO)

Rusia ha encontrado un nicho de mercado en el que su política exterior resulta imbatible:

Ganar influencia a cambio de apoyar y proteger a líderes autocráticos: Es algo que ha hecho

en Siria, en Bielorrusia, en Venezuela y ahora en Kazajistán entre otros lugares.

(Vladimir Putin está logrando lo que hace unos años parecía casi imposible: recuperar

buena parte de la influencia que antaño tenía Moscú. Empezando por los antiguos estados

soviéticos.

Y no se trata solo de apoyar a gobiernos autocráticos. El despliegue de más de 100 mil hombres en

la frontera con Ucrania deja muy claras las intenciones del Kremlin: con Moscú no se

juega.)

Y, ojo, no penséis que se trata solo del creciente activismo político-militar, sino

sobre todo de una estrategia que lleva años ejecutándose. Durante las últimas dos décadas

Vlaidimir Putin ha modernizado el ejército, desarrollado nuevas divisiones de fuerzas

especiales, ciberguerra, mercenarios y operativos de inteligencia.

Todo para poder recuperar la vieja influencia de Moscú. Todo para que la madre Rusia pueda

volver a ser grande.

Ahora bien, un momento, porque toda esta aventura no resulta gratuita: tiene un precio muy alto.

Hablamos de un coste económico y también estratégico.

Me explico. Por un lado sostener este imperio es algo que resulta muy costoso: Todas estas

aventuras requieren de un nivel de gasto cada vez mayor, lo que conlleva detraer recursos

de la sociedad civil para destinarlos a expandir la influencia del estado.

Es algo que los rusos conocen muy bien de su experiencia soviética.

La URSS destinó tantos recursos a mantener su capacidad militar que estos terminaron

dejando exhaustos a todo el país… Y aún así perdieron la Guerra Fría..

Por ejemplo, según datos del Pentágono, entre 1974 y 1982, la Unión Soviética produjo

5,9 veces más misiles balísticos, 2,7 veces más tanques, 7,6 veces más vehículos blindados,

el doble de aviones o 2,3 veces más submarinos. Produjo más de todo.

Pero no les valió de nada, la influencia de Moscú fue efímera y terminó cayendo

a medida que la economía soviética colapsó. Ni siquiera tuvieron nunca la sensación de

estar por delante de los norteamericanos que lideraban la carrera tecnológica y tenían

una capacidad de inversión en equipos de vanguardia incomparablemente mayor.

(El excesivo peso que en Rusia tiene el ejército y la política exterior está haciendo que

al mismo tiempo que Moscú recupera su influencia, la economía local y el nivel de vida de los

rusos no logre mejorar.

El PIB ruso medido en dólares alcanzó su nivel máximo en el año 2013, su dependencia

de los recursos naturales no se ha reducido y las infraestructuras, los hospitales y las

escuelas del país se encuentran en un estado calamitoso.

Esto es lo que explica que según las encuestas realizadas, por ejemplo, por el Centro Lavada

más del 50% de los jóvenes rusos quieran emigrar a otro país.)

Es decir, que Rusia ha hecho exactamente lo contrario a lo que ha hecho China, cuya prioridad

durante las últimas décadas fue claramente la economía.

Pero esto no es todo.

La economía rusa también se está viendo perjudicada por las sanciones internacionales,

y las nuevas incursiones rusas podrían terminar con nuevas sanciones que la castiguen aún

más.

Y la cuestión es, ¿Qué es más importante? ¿La influencia del estado en el mundo o el

nivel de vida de los propios ciudadanos rusos?

Nosotros lo tenemos claro, y ojo, porque son los propios rusos quienes tampoco parecen

tener dudas.

(Según el Centro Lavada en 2021 solo el 32% de los rusos querían ver a Rusia como una

potencia respetada y temida por otros países. El 32%. Es decir, a la inmensa mayoría lo

que les preocupa es poder vivir mejor. )

Además, las últimas acciones rusas podrían terminar con un final inesperado: el regreso

a una carrera armamentística que Rusia no está en disposición de ganar.

Es decir, de tensarse la situación la OTAN y sus miembros, particularmente los países

de Europa del Este podrían determinar blindar la frontera con niveles de inversión militar

récords.

En su día esa carrera contribuyó decisivamente al hundimiento de la Unión Soviética y puede

que el escenario hoy no sea muy diferente.

Así que sí, puede parecernos que hoy por hoy Putin y Rusia están ganando una partida

y desde luego tienen importantes bazas: por ejemplo la dependencia energética que la

Unión Europea sigue teniendo del oso ruso. La UE obtiene el 41% de su consumo de gas

natural y el 27% de su petróleo de Rusia.

Pero a pesar de todo amigos, la historia puede volver a repetirse. En cualquier caso, si

algo deja claro la última incursión en Kazajistán es que estamos ante la Rusia más fuerte de

las últimas 3 décadas.

Pero llegados hasta aquí turno para ti:

¿Crees que la influencia del estado tiene que situarse por encima del nivel de vida

de los ciudadanos? ¿Piensas que Rusia podrá mantener su influencia internacional a pesar

de una economía renqueante que cada vez está más lejos de las otras grandes potencias?

¿Cómo crees que los países occidentales deben lidiar con Putin?

Dejanos por aquí abajo tus respuestas. Y ahora si este vídeo te ha resultado interesante

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Un saludo y hasta la próxima.