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Filosofía aquí y ahora (T1), Kant, la experiencia posible y la experiencia imposible - Capítulo 5 - Primera temporada

Kant, la experiencia posible y la experiencia imposible - Capítulo 5 - Primera temporada

Este es un programa de filosofía por televisión.

¿Ustedes se preguntaron por qué estamos aquí?

Yo existo porque pienso.

El hombre piensa.

Es el lugar en el cual todos los saberes son pensados.

Descartes es un héroe del pensamiento.

Es difícil enfrentar las grandes cuestiones.

Es un libro de Jean Paul Sartre, "Crítica de la razón dialéctica".

Esta es la historia de la filosofía de Hegel.

La filosofía es la totalidad de lo real porque piensa la totalidad de lo real.

Encuentro número cinco.

Kant: la experiencia posible y la experiencia imposible.

¿Qué es lo que Kant se propone conocer?

¿Qué es el mundo de la experiencia posible?

¿Qué relación entre sujeto y objeto propone la filosofía kantiana?

¿Qué críticas recibe la filosofía constitutiva de Kant?

Venimos de tratar de entrar en Kant, lo cual, habíamos dicho, no es fácil, pero desde el comienzo que venimos diciendo que nada de esto es fácil.

La filosofía es un ardoroso esfuerzo en busca de la alegría del saber.

Todo saber requiere esfuerzo, y Kant, quizás, requiera más esfuerzo que otros filósofos.

Bueno, venimos, entonces, y vamos ya hacia Kant.

Kant... digamos que es un filósofo que parte... parte de otro filósofo, de David Hume.

Kant busca conocer algo distinto de lo que David Hume, empirista inglés, buscó conocer.

Kant quiere conocer y explicitar los fundamentos del conocimiento, conocer el conocimiento, es decir, "Crítica de la razón pura" implica-- quiere decir aquí 'conocimiento de la razón pura'.

La palabra "crítica" está empleada aquí en su sentido estricto.

"Crítica" no quiere decir, como habitualmente se conoce, criticar esto o aquello como si fuera juzgar esto, juzgar aquello, incluso tiene ya el valor dentro del lenguaje común de "me estás criticando", "me estás condenando", "me estás subvalorando", etcétera.

Bueno, aquí la palabra "crítica" significa 'conocimiento'. Alcances y límites de la razón pura.

O sea que Kant va a partir del sujeto cognoscente, del sujeto que conoce, pero ese sujeto, para conocer, necesita que algo se le presente en la experiencia.

Aquí es donde Kant se remite a Hume.

Vamos a tratar, entonces –creo que esto es bastante sencillo–, de encuadrar el pensamiento de David Hume, que muere en 1776 y que condiciona, como dije, el pensamiento de Kant.

Para Hume, no había posibilidad de fundamentar la ciencia ni el conocimiento; para Hume, las cosas ocurrían por el hábito, ocurrían porque ocurrían.

Es decir, la explicitación que Hume hace del concepto de causalidad es la que nos va a permitir entrar más profundamente en su pensamiento.

El principio de causalidad simplemente dice que a determinadas causas siguen determinados efectos.

Lo que dice Hume es que esto es así, no por ninguna necesidad universal ni por ningún hecho científico demostrable y verificable...

Lo fundamental de un hecho científico es que sea verificable y que esa verificación se pueda repetir.

Lo que dice Hume es que el principio de causalidad –es decir, que a determinadas causas surgen determinados efectos– está basado en la noción de hábito, es decir, nosotros estamos simplemente habituados a que, cuando hay nubes en el cielo, habitualmente, llueva. Eso es lo que dice Hume.

Como ustedes verán, lo que dice Hume tiene muy poca cientificidad, se basa en una noción cotidiana de hábito.

Las cosas ocurren así porque han ocurrido así siempre y estamos acostumbrados a que ocurran así.

Entonces, esto no satisface a Kant porque Kant lo que dice es: "Yo quiero fundamentar la ciencia, yo quiero fundamentar un pensamiento científico que demuestre efectivamente cómo funciona la razón humana".

Entonces, va a ser un paso genial que él va a llamar "giro copernicano".

En lugar de partir del objeto –como hace Hume, que parte del empirismo, digamos, está nublado, bueno, llueve–, Kant, lo que va a hacer es partir del sujeto.

Entonces, lo que hace Kant es remitirse al sujeto.

Es el sujeto el que va a darle forma al objeto.

Esto es pura filosofía, yo sé que espanta un poco, pero lo vamos a tratar de precisar.

Lo que hace Kant es lo siguiente: al sujeto se le presentan cosas en su experiencia, lo que hace el sujeto es conocer al objeto y, conociéndolo, le da forma, es decir, solo hay objetos para el sujeto cognoscente.

¿Por qué? Porque al estudiar Kant la razón humana, encuentra en ella que, dentro de la sensibilidad de la estética, están las categorías de espacio y tiempo, las intuiciones de espacio y tiempo.

Entonces, Kant va a decir: "Todos los objetos se nos presentan en el espacio y en el tiempo".

Ahora, el espacio y el tiempo los pone el sujeto.

El espacio y el tiempo son los modos en que el sujeto puede conocer a los objetos, ponerlos ahí, no están en el objeto el espacio y el tiempo, están en el sujeto.

El sujeto solo puede conocer aquello que se le presenta en la modalidad en que él lo establece y él lo establece poniendo ahí espacio y tiempo.

Ustedes observen que esto es partir del sujeto, es el sujeto el que construye al objeto.

Este es el giro copernicano, se parte de un sujeto constituyente, el sujeto constituye la realidad.

Luego, Kant analiza el entendimiento, ahí se encuentra con las categorías del entendimiento y, dentro de las categorías del entendimiento, entra toda la realidad.

Entonces, el entendimiento está en las categorías de unidad, de pluralidad, de cantidad, etcétera, etcétera, y el paso fundamental... el paso fundamental, en una palabra, es el siguiente: se trata de una filosofía idealista que parte del sujeto cognoscente y, desde ese sujeto cognoscente, se constituye la realidad.

La realidad es aquello que el sujeto construye a partir de sí.

Kant va a decir: "A mí no me importa lo que la realidad sea en sí –este es el paso clarísimo que hay que entender–. No me importa eso que la realidad sea en sí misma. Lo que yo puedo saber es cómo el sujeto construye una realidad para él. Solo hay objetos para el sujeto".

Entonces, esto es lo que llamamos el formalismo kantiano porque el formalismo kantiano constituye una forma que es el mundo de lo que Kant llama la experiencia posible, que es aquella que el sujeto asume para sí como posible y que realmente puede hacer posible desde sí.

La experiencia posible es que el sujeto le da forma a las cosas, pero, al ser el sujeto el que le da forma a las cosas, el sujeto no sabe qué son las cosas en sí mismas.

Esto acerca mucho a Kant y a Descartes porque nosotros habíamos visto... habíamos visto que Descartes partía también de la subjetividad y que esta era, justamente, la revolución de Descartes dentro del pensamiento, pero Kant va más allá porque ustedes recuerden –esta es la diferencia que queremos establecer entre Descartes y Kant–

que para Descartes, que partía de la certeza de la propia subjetividad, de lo que llamamos el "cogito", "pienso, luego existo"... Descartes, la única certeza que tenía era la del propio yo, la del "ego", la del propio yo, la de la propia subjetividad, pero no tenía la certeza de la realidad externa. Para tener la certeza de la realidad externa, Descartes le pedía permiso a Dios.

"Hay cosas ahí afuera, yo creo que, si las veo, es porque Dios no me engaña, confío en la veracidad divina".

Kant va más allá.

Kant va a dar un paso fundamental, va a decir: "Si hay cosas ahí afuera, es porque hay un sujeto cognoscente que les da forma".

A ver, el mundo tiene una forma, tiene un orden porque el sujeto cognoscente le da esa forma, le da ese orden. Hay un mundo porque el sujeto lo conoce.

El sujeto es el hombre... el sujeto es el hombre. Entonces, es el sujeto el que, al conocer todas esas cosas que están ahí, le da una forma, pero le da la forma que el sujeto necesita que las cosas tengan para que él pueda conocerlas.

En este sentido, por supuesto, Kant no recurre a Dios.

Kant no necesita de la veracidad divina porque Kant dice: "No, no. Yo no necesito la veracidad divina. Lo que yo digo es que el mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye".

Repito: "El mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye".

Este es el mundo de la experiencia posible.

Hay otro, que es el mundo de una experiencia que para el sujeto es imposible, qué son en sí las cosas.

Esto a Kant no le interesa porque lo que las cosas sean en sí el sujeto no lo puede conocer. Lo que el sujeto sí puede conocer es lo que las cosas son para él.

Eh... Hay un... Este elemento de la cosa en sí es un elemento un poco terrorífico, digamos... porque ha tenido enorme importancia en la historia del pensamiento.

La cosa en sí, es decir, aquello que es incognoscible para el hombre ha tenido influencia en Freud.

En Freud, esto está trabajado como el inconsciente, aquello que el hombre no domina y que, frecuentemente, lo domina a él.

En Lacan, por ejemplo... Lacan hace una división entre la realidad y lo real.

Esto es fácil.

La realidad es todo el mundo que está simbolizado. El mundo de la simbolización es la realidad.

Estamos acostumbrados a salir y hay una flecha que nos indica para allá, hay otra que nos indica allá, hay un número en una casa, hay una calle que tiene un nombre, están señalizados, tenemos las veredas, las esquinas, todo... todo está señalizado.

Ese es el mundo de lo simbólico, de la realidad.

"Ahora, lo real –dice Lacan–, lo real es lo que no sabemos qué es".

Lo real es otro nivel que no está simbolizado.

Aquí, lo que angustia en esto, y debe angustiar, es la idea de la no significación, es decir, no sabemos qué es la cosa en sí, el inconsciente nos puede dominar y no sabemos qué es lo que nos domina porque no sabemos nada del inconsciente, y lo real-- En Lacan, no sabemos qué es lo real, sabemos que hay una realidad totalmente simbolizada.

En este sentido, yo voy a contar un cuento porque la literatura suele expresar muy bien algunas ideas filosóficas.

El cuento es el siguiente: Hay un nieto, un muchacho de diecinueve, veinte años que vive con su abuela en una enorme casa.

Esa casa, como es enorme, tiene muchas puertas, pero la abuela le dijo al nieto que podía abrir todas las puertas menos una y él le preguntó por qué.

No le dice por qué la abuela, entonces, el nieto le pregunta-- bueno, el muchacho de diecinueve, veinte años le pregunta: "Pero ¿qué hay detrás de esa puerta? ".

"No hay nada", dice la abuela. Al nieto esto, por supuesto, naturalmente, lo vuelve loco, es decir, detrás de esa puerta hay un tesoro, hay una fortuna, está aquello que me va a hacer emprender una vida nueva... Una y mil cosas se le ocurren.

La abuela tiene la llave escondida en algún lugar de la casa. El nieto, en determinado momento, agarra un cuchillo, va y mata a la abuela, le pega, digamos, para-- no digamos muchas, veinte, veinticinco puñaladas y empieza a buscar la llave para abrir esa puerta.

Bueno, pasa tres días buscando la llave.

La busca, la busca, la busca, finalmente, la consigue, va, se dirige hacia la puerta, la abre y no hay nada... no hay nada y se vuelve loco.

Este cuento revela muchas cosas, después las vamos a desarrollar.

Este cuento, que, en realidad, no me pertenece, pertenece a un alumno que tuve en un taller literario que di en los años noventa y no recuerdo su nombre, le pido disculpas, que no nos haga un juicio, pero a él le pertenece, de todos modos.

Aclaro solo que no es mío, pero... lo que está expresando este cuento es que la ausencia absoluta de algo, es decir, lo que llamamos la nada, lo que no había en la habitación, es absolutamente inquietante para la razón humana.

La razón humana está acostumbrada a la presencia, no a la ausencia... no a la ausencia absoluta, además.

Y, cuando Kant habla de la cosa en sí, lo que está diciendo es que aquello que en sí mismo sea un objeto es incognoscible para la razón humana.

Voy a repasar algunas cosas que hay aquí.

No sé si lo dije todo, pero digamos que el empirismo de Hume, la materialidad de Hume es lo que Kant toma como punto de partida, parte de la experiencia.

Ahora, dice que todo conocimiento parte de la experiencia, pero no se reduce a la experiencia porque la materialidad se le presenta ahí, pero sobre esa materialidad el sujeto... el sujeto impone el espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento, o sea, el sujeto le da forma al objeto.

La materia no es el objeto, es la materia.

Lo que es el objeto el objeto lo es cuando el sujeto le da forma.

El sujeto le da forma al objeto.

Solo hay objetos para un sujeto.

Eh... Las categorías del entendimiento que Kant utiliza nos podrían llevar a pensar en Aristóteles y esto es importante porque... Con esto queremos decir que la historia de la filosofía va de atrás a adelante, es decir, no tiene una linealidad.

Observemos cómo aquí, hablando de Kant, tenemos que hablar de Aristóteles.

¿Cómo eran las categorías para Aristóteles? Hay una enorme diferencia.

Para Aristóteles, las categorías... las categorías, es decir, cantidad, cualidad, etcétera... las categorías eran categorías de la realidad, categorías de la realidad, de aquello que estaba ahí.

Eh... En cambio, en Kant, si tomamos alguno de sus libros, las categorías que describe Kant: unidad, pluralidad, totalidad, realidad, negación, limitación, etcétera...

las categorías kantianas... las categorías kantianas son categorías del sujeto, no son categorías de la realidad, sino categorías del sujeto.

La diferencia entre Aristóteles y Kant es que, para Aristóteles, las categorías son las categorías de la realidad porque Aristóteles no parte de una concepción subjetiva para conocer lo real.

Vimos que la aparición del sujeto es en Descartes.

O sea, Kant sigue la línea de Descartes, pero en absoluto recurre a Dios, a la veracidad divina, sino que lo que hace es decir que el sujeto constituye el mundo que conoce, hay un mundo de la experiencia posible y hay un mundo al que Kant llama "nouménico", el mundo de lo nouménico es el mundo que no podemos conocer.

Entonces, ese mundo que no podemos conocer está fuera de los alcances del sujeto.

Aquí, lo que nosotros tenemos que tener muy en cuenta es que hay un esquema constitutivo que parte del sujeto y que el formalismo kantiano no nos es muy extraño, es el formalismo en el arte.

Digamos, cuando uno dice que hay un arte formal, lo que está diciendo es que el artista le da forma a la realidad.

Digamos, si alguien pinta un cuadro, no pinta la realidad tal como es, eso es absolutamente imposible.

Lo que hace es darle a la realidad la forma que el sujeto artista quiere darle en su pintura.

El naturalismo es el que intenta reflejar la realidad como supuestamente es, pero todo formalismo lo que va a hacer es trabajar con la realidad, pero dándole una forma que proviene del sujeto.

Entonces, a ese empirismo... ese empirismo, esa experiencia, esa materialidad que surge el sujeto le da forma.

Kant tiene muchos modos de expresar esto, pero digamos que el modo más claro es que solo hay objetos para un sujeto.

Lo que establece definitivamente la filosofía kantiana es que las filosofías llamadas "idealistas" parten del sujeto cognoscente y que ese sujeto cognoscente le da forma al mundo que él puede conocer.

El que no puede conocer no le importa, al mundo que él puede conocer.

Incluso, va a decir Kant una frase totalmente iluminista: "El entendimiento –es decir, la razón –le dicta leyes a la naturaleza".

¿Por qué dice eso? ¿Cómo sabemos que las leyes de la naturaleza son esas leyes?

¿Son esas leyes en la naturaleza en sí o esas leyes las ha puesto el sujeto al conocer la naturaleza?

Bueno, esto es claro.

Para Kant, las leyes de la naturaleza las pone el sujeto. El sujeto, al conocer la naturaleza, pone las leyes que rigen en la naturaleza, entonces, lo que tiene es una naturaleza para sí, es una naturaleza que él ha constituido con su saber, con su capacidad cognoscente.

A esto, Kant lo llama "sujeto trascendental", que no hay que confundirlo con una idea trascendente o una decisión trascendente.

No, aquí lo trascendental quiere decir que la razón es constitutiva de un mundo que crea para que ella pueda conocerlo.

Entonces, esto es el idealismo filosófico... el idealismo filosófico que entroniza al sujeto y, de algún modo, en realidad, subalterna a la materia porque la materia deviene objeto cuando el sujeto le da forma.

En este sentido, van a ser muy distintas las filosofías materialistas.

Marx no va a aceptar este esquema cognoscente kantiano.

Para Karl Marx, por ejemplo, que es un filósofo materialista-- ¿Por qué es un filósofo materialista? Porque Marx surge en la historia de la filosofía para expresar al proletariado... para expresar al proletariado. Es la filosofía del proletariado, y ¿qué hace el proletario? El proletario trabaja con la materia, entonces, una filosofía que viene a expresar a una determinada clase social que trabaja con la materia se llama "materialismo" y parte de la materia.

Entonces, lo que va a decir Marx es que es la materia la que condiciona al sujeto y que las ideas son reflejos de la realidad concreta,es decir, que está primero la realidad concreta, que para Marx es la historia y la historia es la que condiciona al sujeto, o sea, que es la materialidad, lo concreto, esa realidad histórica la que le va a dar forma al sujeto.

Esto lo vamos a ver cuando veamos a Marx.

Eh... A ver, vamos a ver... ¿Qué va a criticar Marx? Lo que Marx va a criticar es que no, el sujeto es un reflejo de la realidad y, en este sentido, también nosotros podemos ver que no es un disparate lo que está diciendo Marx.

Todos nosotros somos un reflejo del contexto histórico en el que surgimos, surgimos en un determinado contexto histórico, que es una materialidad que está ahí esperándonos.

Aparecemos ahí y esa materialidad se nos viene encima. Entonces, lo que va a decir Marx es que es esa materialidad la que precede al sujeto y la que lo forma, la que lo condiciona.

Esta es la crítica que se hace a Kant desde el materialismo histórico, pero hay una crítica que se le va a hacer desde la fenomenología husserliana, de Husserl, de Edmund Husserl.

Lo que va a decir Edmund Husserl es que el sujeto está arrojado sobre la realidad, pero no en un modo cognoscente, sino existencial.

Y esto lo va a marcar también Heidegger y lo va a marcar Sartre. Lo que va a marcar-- Tomemos a Sartre, por ejemplo, que es un filósofo que a mí me apasiona.

Lo que va a marcar Sartre es que lo que él llama "ego" o, digamos, el sujeto –para seguir con esta terminología–, está arrojado sobre el mundo, no tiene una relación de conocimiento con el mundo, sino una relación existencial.

Está arrojado, está como expectorado sobre el mundo, no tiene una relación de conocimiento.

Cuando aparece el momento de la reflexión en Sartre, aparece el yo, "yo pienso tal cosa", pero el yo es una construcción.

Lo que hay es sujeto mundo, consciencia mundo.

Justamente, la reflexión es lo que me imposibilita alcanzar al objeto.

Es el sujeto el que construye al objeto.

El mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye.

El sujeto constituye al objeto y lo que el objeto sea en sí mismo no le importa.


Kant, la experiencia posible y la experiencia imposible - Capítulo 5 - Primera temporada Kant, die mögliche Erfahrung und die unmögliche Erfahrung - Kapitel 5 - Staffel 1 Kant, the possible experience and the impossible experience - Chapter 5 - Season 1 Kant, de mogelijke ervaring en de onmogelijke ervaring - Hoofdstuk 5 - Seizoen 1

Este es un programa de filosofía por televisión.

¿Ustedes se preguntaron por qué estamos aquí?

Yo existo porque pienso.

El hombre piensa.

Es el lugar en el cual todos los saberes son pensados.

Descartes es un héroe del pensamiento.

Es difícil enfrentar las grandes cuestiones.

Es un libro de Jean Paul Sartre, "Crítica de la razón dialéctica".

Esta es la historia de la filosofía de Hegel.

La filosofía es la totalidad de lo real porque piensa la totalidad de lo real.

Encuentro número cinco.

Kant: la experiencia posible y la experiencia imposible.

¿Qué es lo que Kant se propone conocer?

¿Qué es el mundo de la experiencia posible?

¿Qué relación entre sujeto y objeto propone la filosofía kantiana?

¿Qué críticas recibe la filosofía constitutiva de Kant?

Venimos de tratar de entrar en Kant, lo cual, habíamos dicho, no es fácil, pero desde el comienzo que venimos diciendo que nada de esto es fácil.

La filosofía es un ardoroso esfuerzo en busca de la alegría del saber.

Todo saber requiere esfuerzo, y Kant, quizás, requiera más esfuerzo que otros filósofos.

Bueno, venimos, entonces, y vamos ya hacia Kant.

Kant... digamos que es un filósofo que parte... parte de otro filósofo, de David Hume.

Kant busca conocer algo distinto de lo que David Hume, empirista inglés, buscó conocer.

Kant quiere conocer y explicitar los fundamentos del conocimiento, conocer el conocimiento, es decir, "Crítica de la razón pura" implica-- quiere decir aquí 'conocimiento de la razón pura'.

La palabra "crítica" está empleada aquí en su sentido estricto.

"Crítica" no quiere decir, como habitualmente se conoce, criticar esto o aquello como si fuera juzgar esto, juzgar aquello, incluso tiene ya el valor dentro del lenguaje común de "me estás criticando", "me estás condenando", "me estás subvalorando", etcétera.

Bueno, aquí la palabra "crítica" significa 'conocimiento'. Alcances y límites de la razón pura.

O sea que Kant va a partir del sujeto cognoscente, del sujeto que conoce, pero ese sujeto, para conocer, necesita que algo se le presente en la experiencia.

Aquí es donde Kant se remite a Hume.

Vamos a tratar, entonces –creo que esto es bastante sencillo–, de encuadrar el pensamiento de David Hume, que muere en 1776 y que condiciona, como dije, el pensamiento de Kant.

Para Hume, no había posibilidad de fundamentar la ciencia ni el conocimiento; para Hume, las cosas ocurrían por el hábito, ocurrían porque ocurrían.

Es decir, la explicitación que Hume hace del concepto de causalidad es la que nos va a permitir entrar más profundamente en su pensamiento.

El principio de causalidad simplemente dice que a determinadas causas siguen determinados efectos.

Lo que dice Hume es que esto es así, no por ninguna necesidad universal ni por ningún hecho científico demostrable y verificable...

Lo fundamental de un hecho científico es que sea verificable y que esa verificación se pueda repetir.

Lo que dice Hume es que el principio de causalidad –es decir, que a determinadas causas surgen determinados efectos– está basado en la noción de hábito, es decir, nosotros estamos simplemente habituados a que, cuando hay nubes en el cielo, habitualmente, llueva. Eso es lo que dice Hume.

Como ustedes verán, lo que dice Hume tiene muy poca cientificidad, se basa en una noción cotidiana de hábito.

Las cosas ocurren así porque han ocurrido así siempre y estamos acostumbrados a que ocurran así.

Entonces, esto no satisface a Kant porque Kant lo que dice es: "Yo quiero fundamentar la ciencia, yo quiero fundamentar un pensamiento científico que demuestre efectivamente cómo funciona la razón humana".

Entonces, va a ser un paso genial que él va a llamar "giro copernicano".

En lugar de partir del objeto –como hace Hume, que parte del empirismo, digamos, está nublado, bueno, llueve–, Kant, lo que va a hacer es partir del sujeto.

Entonces, lo que hace Kant es remitirse al sujeto.

Es el sujeto el que va a darle forma al objeto.

Esto es pura filosofía, yo sé que espanta un poco, pero lo vamos a tratar de precisar.

Lo que hace Kant es lo siguiente: al sujeto se le presentan cosas en su experiencia, lo que hace el sujeto es conocer al objeto y, conociéndolo, le da forma, es decir, solo hay objetos para el sujeto cognoscente.

¿Por qué? Porque al estudiar Kant la razón humana, encuentra en ella que, dentro de la sensibilidad de la estética, están las categorías de espacio y tiempo, las intuiciones de espacio y tiempo.

Entonces, Kant va a decir: "Todos los objetos se nos presentan en el espacio y en el tiempo".

Ahora, el espacio y el tiempo los pone el sujeto.

El espacio y el tiempo son los modos en que el sujeto puede conocer a los objetos, ponerlos ahí, no están en el objeto el espacio y el tiempo, están en el sujeto.

El sujeto solo puede conocer aquello que se le presenta en la modalidad en que él lo establece y él lo establece poniendo ahí espacio y tiempo.

Ustedes observen que esto es partir del sujeto, es el sujeto el que construye al objeto.

Este es el giro copernicano, se parte de un sujeto constituyente, el sujeto constituye la realidad.

Luego, Kant analiza el entendimiento, ahí se encuentra con las categorías del entendimiento y, dentro de las categorías del entendimiento, entra toda la realidad.

Entonces, el entendimiento está en las categorías de unidad, de pluralidad, de cantidad, etcétera, etcétera, y el paso fundamental... el paso fundamental, en una palabra, es el siguiente:  se trata de una filosofía idealista que parte del sujeto cognoscente y, desde ese sujeto cognoscente, se constituye la realidad.

La realidad es aquello que el sujeto construye a partir de sí.

Kant va a decir: "A mí no me importa lo que la realidad sea en sí –este es el paso clarísimo que hay que entender–. No me importa eso que la realidad sea en sí misma. Lo que yo puedo saber es cómo el sujeto construye una realidad para él. Solo hay objetos para el sujeto".

Entonces, esto es lo que llamamos el formalismo kantiano porque el formalismo kantiano constituye una forma que es el mundo de lo que Kant llama la experiencia posible, que es aquella que el sujeto asume para sí como posible y que realmente puede hacer posible desde sí.

La experiencia posible es que el sujeto le da forma a las cosas, pero, al ser el sujeto el que le da forma a las cosas, el sujeto no sabe qué son las cosas en sí mismas.

Esto acerca mucho a Kant y a Descartes porque nosotros habíamos visto... habíamos visto que Descartes partía también de la subjetividad y que esta era, justamente, la revolución de Descartes dentro del pensamiento, pero Kant va más allá porque ustedes recuerden –esta es la diferencia que queremos establecer entre Descartes y Kant–

que para Descartes, que partía de la certeza de la propia subjetividad, de lo que llamamos el "cogito", "pienso, luego existo"... Descartes, la única certeza que tenía era la del propio yo, la del "ego", la del propio yo, la de la propia subjetividad, pero no tenía la certeza de la realidad externa. Para tener la certeza de la realidad externa, Descartes le pedía permiso a Dios.

"Hay cosas ahí afuera, yo creo que, si las veo, es porque Dios no me engaña, confío en la veracidad divina".

Kant va más allá.

Kant va a dar un paso fundamental, va a decir: "Si hay cosas ahí afuera, es porque hay un sujeto cognoscente que les da forma".

A ver, el mundo tiene una forma, tiene un orden porque el sujeto cognoscente le da esa forma, le da ese orden. Hay un mundo porque el sujeto lo conoce.

El sujeto es el hombre... el sujeto es el hombre. Entonces, es el sujeto el que, al conocer todas esas cosas que están ahí, le da una forma, pero le da la forma que el sujeto necesita que las cosas tengan para que él pueda conocerlas.

En este sentido, por supuesto, Kant no recurre a Dios.

Kant no necesita de la veracidad divina porque Kant dice: "No, no. Yo no necesito la veracidad divina. Lo que yo digo es que el mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye".

Repito: "El mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye".

Este es el mundo de la experiencia posible.

Hay otro, que es el mundo de una experiencia que para el sujeto es imposible, qué son en sí las cosas.

Esto a Kant no le interesa porque lo que las cosas sean en sí el sujeto no lo puede conocer. Lo que el sujeto sí puede conocer es lo que las cosas son para él.

Eh... Hay un... Este elemento de la cosa en sí es un elemento un poco terrorífico, digamos... porque ha tenido enorme importancia en la historia del pensamiento.

La cosa en sí, es decir, aquello que es incognoscible para el hombre ha tenido influencia en Freud.

En Freud, esto está trabajado como el inconsciente, aquello que el hombre no domina y que, frecuentemente, lo domina a él.

En Lacan, por ejemplo... Lacan hace una división entre la realidad y lo real.

Esto es fácil.

La realidad es todo el mundo que está simbolizado. El mundo de la simbolización es la realidad.

Estamos acostumbrados a salir y hay una flecha que nos indica para allá, hay otra que nos indica allá, hay un número en una casa, hay una calle que tiene un nombre, están señalizados, tenemos las veredas, las esquinas, todo... todo está señalizado.

Ese es el mundo de lo simbólico, de la realidad.

"Ahora, lo real –dice Lacan–, lo real es lo que no sabemos qué es".

Lo real es otro nivel que no está simbolizado.

Aquí, lo que angustia en esto, y debe angustiar, es la idea de la no significación, es decir, no sabemos qué es la cosa en sí, el inconsciente nos puede dominar y no sabemos qué es lo que nos domina porque no sabemos nada del inconsciente, y lo real-- En Lacan, no sabemos qué es lo real, sabemos que hay una realidad totalmente simbolizada.

En este sentido, yo voy a contar un cuento porque la literatura suele expresar muy bien algunas ideas filosóficas.

El cuento es el siguiente: Hay un nieto, un muchacho de diecinueve, veinte años que vive con su abuela en una enorme casa.

Esa casa, como es enorme, tiene muchas puertas, pero la abuela le dijo al nieto que podía abrir todas las puertas menos una y él le preguntó por qué.

No le dice por qué la abuela, entonces, el nieto le pregunta-- bueno, el muchacho de diecinueve, veinte años le pregunta: "Pero ¿qué hay detrás de esa puerta? ".

"No hay nada", dice la abuela. Al nieto esto, por supuesto, naturalmente, lo vuelve loco, es decir, detrás de esa puerta hay un tesoro, hay una fortuna, está aquello que me va a hacer emprender una vida nueva... Una y mil cosas se le ocurren.

La abuela tiene la llave escondida en algún lugar de la casa. El nieto, en determinado momento, agarra un cuchillo, va y mata a la abuela, le pega, digamos, para-- no digamos muchas, veinte, veinticinco puñaladas y empieza a buscar la llave para abrir esa puerta.

Bueno, pasa tres días buscando la llave.

La busca, la busca, la busca, finalmente, la consigue, va, se dirige hacia la puerta, la abre y no hay nada... no hay nada y se vuelve loco.

Este cuento revela muchas cosas, después las vamos a desarrollar.

Este cuento, que, en realidad, no me pertenece, pertenece a un alumno que tuve en un taller literario que di en los años noventa y no recuerdo su nombre, le pido disculpas, que no nos haga un juicio, pero a él le pertenece, de todos modos.

Aclaro solo que no es mío, pero... lo que está expresando este cuento es que la ausencia absoluta de algo, es decir, lo que llamamos la nada, lo que no había en la habitación, es absolutamente inquietante para la razón humana.

La razón humana está acostumbrada a la presencia, no a la ausencia... no a la ausencia absoluta, además.

Y, cuando Kant habla de la cosa en sí, lo que está diciendo es que aquello que en sí mismo sea un objeto es incognoscible para la razón humana.

Voy a repasar algunas cosas que hay aquí.

No sé si lo dije todo, pero digamos que el empirismo de Hume, la materialidad de Hume es lo que Kant toma como punto de partida, parte de la experiencia.

Ahora, dice que todo conocimiento parte de la experiencia, pero no se reduce a la experiencia porque la materialidad se le presenta ahí, pero sobre esa materialidad el sujeto... el sujeto impone el espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento, o sea, el sujeto le da forma al objeto.

La materia no es el objeto, es la materia.

Lo que es el objeto el objeto lo es cuando el sujeto le da forma.

El sujeto le da forma al objeto.

Solo hay objetos para un sujeto.

Eh... Las categorías del entendimiento que Kant utiliza nos podrían llevar a pensar en Aristóteles y esto es importante porque... Con esto queremos decir que la historia de la filosofía va de atrás a adelante, es decir, no tiene una linealidad.

Observemos cómo aquí, hablando de Kant, tenemos que hablar de Aristóteles.

¿Cómo eran las categorías para Aristóteles? Hay una enorme diferencia.

Para Aristóteles, las categorías... las categorías, es decir, cantidad, cualidad, etcétera... las categorías eran categorías de la realidad, categorías de la realidad, de aquello que estaba ahí.

Eh... En cambio, en Kant, si tomamos alguno de sus libros, las categorías que describe Kant: unidad, pluralidad, totalidad, realidad, negación, limitación, etcétera...

las categorías kantianas... las categorías kantianas son categorías del sujeto, no son categorías de la realidad, sino categorías del sujeto.

La diferencia entre Aristóteles y Kant es que, para Aristóteles, las categorías son las categorías de la realidad porque Aristóteles no parte de una concepción subjetiva para conocer lo real.

Vimos que la aparición del sujeto es en Descartes.

O sea, Kant sigue la línea de Descartes, pero en absoluto recurre a Dios, a la veracidad divina, sino que lo que hace es decir que el sujeto constituye el mundo que conoce, hay un mundo de la experiencia posible y hay un mundo al que Kant llama "nouménico", el mundo de lo nouménico es el mundo que no podemos conocer.

Entonces, ese mundo que no podemos conocer está fuera de los alcances del sujeto.

Aquí, lo que nosotros tenemos que tener muy en cuenta es que hay un esquema constitutivo que parte del sujeto y que el formalismo kantiano no nos es muy extraño, es el formalismo en el arte.

Digamos, cuando uno dice que hay un arte formal, lo que está diciendo es que el artista le da forma a la realidad.

Digamos, si alguien pinta un cuadro, no pinta la realidad tal como es, eso es absolutamente imposible.

Lo que hace es darle a la realidad la forma que el sujeto artista quiere darle en su pintura.

El naturalismo es el que intenta reflejar la realidad como supuestamente es, pero todo formalismo lo que va a hacer es trabajar con la realidad, pero dándole una forma que proviene del sujeto.

Entonces, a ese empirismo... ese empirismo, esa experiencia, esa materialidad que surge el sujeto le da forma.

Kant tiene muchos modos de expresar esto, pero digamos que el modo más claro es que solo hay objetos para un sujeto.

Lo que establece definitivamente la filosofía kantiana es que las filosofías llamadas "idealistas" parten del sujeto cognoscente y que ese sujeto cognoscente le da forma al mundo que él puede conocer.

El que no puede conocer no le importa, al mundo que él puede conocer.

Incluso, va a decir Kant una frase totalmente iluminista: "El entendimiento –es decir, la razón –le dicta leyes a la naturaleza".

¿Por qué dice eso? ¿Cómo sabemos que las leyes de la naturaleza son esas leyes?

¿Son esas leyes en la naturaleza en sí o esas leyes las ha puesto el sujeto al conocer la naturaleza?

Bueno, esto es claro.

Para Kant, las leyes de la naturaleza las pone el sujeto. El sujeto, al conocer la naturaleza, pone las leyes que rigen en la naturaleza, entonces, lo que tiene es una naturaleza para sí, es una naturaleza que él ha constituido con su saber, con su capacidad cognoscente.

A esto, Kant lo llama "sujeto trascendental", que no hay que confundirlo con una idea trascendente o una decisión trascendente.

No, aquí lo trascendental quiere decir que la razón es constitutiva de un mundo que crea para que ella pueda conocerlo.

Entonces, esto es el idealismo filosófico... el idealismo filosófico que entroniza al sujeto y, de algún modo, en realidad, subalterna a la materia porque la materia deviene objeto cuando el sujeto le da forma.

En este sentido, van a ser muy distintas las filosofías materialistas.

Marx no va a aceptar este esquema cognoscente kantiano.

Para Karl Marx, por ejemplo, que es un filósofo materialista-- ¿Por qué es un filósofo materialista? Porque Marx surge en la historia de la filosofía para expresar al proletariado... para expresar al proletariado. Es la filosofía del proletariado, y ¿qué hace el proletario? El proletario trabaja con la materia, entonces, una filosofía que viene a expresar a una determinada clase social que trabaja con la materia se llama "materialismo" y parte de la materia.

Entonces, lo que va a decir Marx es que es la materia la que condiciona al sujeto y que las ideas son reflejos de la realidad concreta,es decir, que está primero la realidad concreta, que para Marx es la historia y la historia es la que condiciona al sujeto, o sea, que es la materialidad, lo concreto, esa realidad histórica la que le va a dar forma al sujeto.

Esto lo vamos a ver cuando veamos a Marx.

Eh... A ver, vamos a ver... ¿Qué va a criticar Marx? Lo que Marx va a criticar es que no, el sujeto es un reflejo de la realidad y, en este sentido, también nosotros podemos ver que no es un disparate lo que está diciendo Marx.

Todos nosotros somos un reflejo del contexto histórico en el que surgimos, surgimos en un determinado contexto histórico, que es una materialidad que está ahí esperándonos.

Aparecemos ahí y esa materialidad se nos viene encima. Entonces, lo que va a decir Marx es que es esa materialidad la que precede al sujeto y la que lo forma, la que lo condiciona.

Esta es la crítica que se hace a Kant desde el materialismo histórico, pero hay una crítica que se le va a hacer desde la fenomenología husserliana, de Husserl, de Edmund Husserl.

Lo que va a decir Edmund Husserl es que el sujeto está arrojado sobre la realidad, pero no en un modo cognoscente, sino existencial.

Y esto lo va a marcar también Heidegger y lo va a marcar Sartre. Lo que va a marcar-- Tomemos a Sartre, por ejemplo, que es un filósofo que a mí me apasiona.

Lo que va a marcar Sartre es que lo que él llama "ego" o, digamos, el sujeto –para seguir con esta terminología–, está arrojado sobre el mundo, no tiene una relación de conocimiento con el mundo, sino una relación existencial.

Está arrojado, está como expectorado sobre el mundo, no tiene una relación de conocimiento.

Cuando aparece el momento de la reflexión en Sartre, aparece el yo, "yo pienso tal cosa", pero el yo es una construcción.

Lo que hay es sujeto mundo, consciencia mundo.

Justamente, la reflexión es lo que me imposibilita alcanzar al objeto.

Es el sujeto el que construye al objeto.

El mundo que el sujeto conoce es el mundo que el sujeto construye.

El sujeto constituye al objeto y lo que el objeto sea en sí mismo no le importa.