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El 19 de Marzo y el 2 de Mayo by Benito Pérez Galdós, I

I

En Marzo de 1808, y cuando habían transcurrido cuatro meses desde que empecé a trabajar en el oficio de cajista, ya componía con mediana destreza, y ganaba tres reales por ciento de líneas en la imprenta del Diario de Madrid. No me parecía muy bien aplicada mi laboriosidad, ni de gran porvenir la carrera tipográfica; pues aunque toda ella estriba en el manejo de las letras, más tiene de embrutecedora que de instructiva. Así es, que sin dejar el trabajo ni aflojar mi persistente aplicación, buscaba con el pensamiento horizontes más lejanos y esfera más honrosa que aquella de nuestra limitada, oscura y sofocante imprenta.

Mi vida al principio era tan triste y tan uniforme como aquel oficio, que en sus rudimentos esclaviza la inteligencia sin entretenerla; pero cuando había adquirido alguna práctica en tan fastidiosa manipulación, mi espíritu aprendió a quedarse libre, mientraslas veinte y cinco letras, escapándose por entre mis dedos, pasaban de la caja al molde. Bastábame, pues, aquella libertad para soportar con paciencia la esclavitud del sótano en que trabajábamos, el fastidio de la composición, y las impertinencias de nuestro regente, un negro y tiznado cíclope, más propio de una herrería que de una imprenta.

Necesito explicarme mejor. Yo pensaba en la huérfana Inés, y todos los organismos de mi vida espiritual describían sus amplias órbitas alrededor de la imagen de mi discreta amiga, como los mundos subalternos que voltean sin cesar en torno del astro que es base del sistema. Cuando mis compañeros de trabajo hablaban de sus amores o de sus trapicheos, yo, necesitando comunicarme con alguien, les contaba todo sin hacerme de rogar, diciéndoles:

-Mi amiga está en Aranjuez con su reverendo tío, el padre D. Celestino Santos del Malvar, uno de los mejores latinos que ha echado Dios al mundo. La infeliz Inés es huérfana y pobre; pero no por eso dejará de ser mi mujer, con la ayuda de Dios, que hace grandes a los pequeños. Tiene diez y seis años, es decir, uno menos que yo, y es tan linda, que avergüenza con su carita a todas las rosas del Real Sitio. Pero, díganme Vds., señores, ¿qué vale su hermosura comparada con su talento? Inés es un asombro, es un portento; Inés vale más que todos los sabios, sin que nadie la haya enseñado nada: todo lo saca desu cabeza, y todo lo aprendió hace cientos de miles de años.

Cuando no me ocupaba en estas alabanzas, departía mentalmente con ella. En tanto las letras pasaban por mi mano, trocándose de brutal y muda materia en elocuente lenguaje escrito. ¡Cuánta animación en aquella masa caótica! En la caja, cada signo parecía representar los elementos de la creación, arrojados aquí y allí, antes de empezar la grande obra. Poníalos yo en movimiento, y de aquellos pedazos de plomo surgían sílabas, voces, ideas, juicios, frases, oraciones, períodos, párrafos, capítulos, discursos, la palabra humana en toda su majestad; y después, cuando el molde había hecho su papel mecánico, mis dedos lo descomponían, distribuyendo las letras: cada cual se iba a su casilla, como los simples que el químico guarda después de separados; los caracteres perdían su sentido, es decir, su alma, y tornando a ser plomo puro, caían mudos e insignificantes en la caja.

¡Aquellos pensamientos y este mecanismo todas las horas, todos los días, semana tras semana, mes tras mes! Verdad es que las alegrías, el inefable gozo de los domingos compensaban todas las tristezas y angustiosas cavilaciones de los demás días. ¡Ah!, permitid a mi ancianidad que se extasíe con tales recuerdos; permitid a esta negra nube que se alboroce y se ilumine traspasada por un rayo de sol.Los sábados eran para mí de una belleza incomparable: su luz me parecía más clara, su ambiente más puro; y en tanto ¿quién podía dudar que los rostros de las gentes eran más alegres, y el aspecto de la ciudad más alegre también?

Pero la alegría no estaba sino en el alma. El sábado es el precursor del domingo, y a eso del medio día comenzaban mis preparativos de viaje, de aquel viaje al cielo, que mi imaginación renueva hoy, sesenta y cinco años después. Aún me parece que estoy tratando con los trajineros de la calle Angosta de San Bernardo sobre las condiciones del viaje: me ajusto al fin y no puedo menos de disertar un buen rato con ellos acerca de las probabilidades de que tengamos una hermosa noche para la expedición. En seguida me lavo una, dos, tres, cuatro veces, hasta que desaparezcan de mi cara y manos las últimas huellas de la aborrecida tinta, y me paseo por Madrid esperando que llegue la noche. Duermo un poco; si la inquietud me lo permite, y cuando el reló del Buen Suceso da las doce campanadas más alegres que han retumbado en mi cerebro, me visto a toda prisa con mi traje nuevo; corro al lado de aquellos buenos arrieros, que son sin disputa los mejores hombres de la tierra, subo al carromato, y ya estoy en viaje.

Con voluble atención observo todos los accidentes del camino, y mis preguntas marean y enfadan a los conductores. Pasamos el puente de Toledo, dejamosa derecha mano los caminos de Carabanchel y de Toledo, el portazgo de las Delicias, el ventorrillo de León; las ventas de Villaverde van quedando a nuestra espalda; dejamos a la derecha los caminos de Getafe y de Parla, y en la venta de Pinto descansan un poco las caballerías. Valdemoro nos ve pasar por su augusto recinto, y la casa de Postas de Espartinas ofrece nuevo descanso a las perezosas mulas. Por fin nos amanece bajando la cuesta de la Reina, desde donde la vista abarca toda la extensión del inmenso valle en que se juntan Tajo y Jarama; atravesamos el famoso puente largo, entramos más tarde en la calle larga, y al fin ponemos el pie en la plaza del Real Sitio.

Mis miradas buscan entre los árboles y sobre las techumbres la modesta torre de la iglesia. Corro allá. El Sr. D. Celestino está en la misa, que por ser día festivo es cantada. Desde la puerta oigo la voz del tío de Inés, que exclama gloria in excelsis Deo . Yo también canto gloria en voz baja y entro en la iglesia. Una alegría solemne y grave que da idea de la bienaventuranza eterna llena aquel recinto y se reproduce en mi alma como en un espejo. Los vidrios incoloros permiten que entre abundante luz y que se desparrame por la bóveda desnuda, sin más pinturas que las del yeso mate. El altar mayor es todo oro, los santos y retablos todo polvo; en el primero veo al santo varón, que se vuelve hacia el puebloy abre sus brazos; después consume, suenan las campanillas dentro y las campanas fuera; se arrodillan todos, golpeándose el pecho pecador. El oficio adelanta y concluye: durante él he mirado sin cesar los grupos de mujeres sentadas en el suelo, y de espaldas a mí: entre aquellos centenares de mantillas negras, distingo la que cubre la hermosa cabeza de Inés: la conocería entre mil.

Inés se levanta cuando todo ha concluido, y sus ojos me buscan entre los hombres, como los míos la buscan entre las mujeres. Por fin me ve, nos vemos; pero no nos decimos una palabra. La ofrezco agua bendita, y salimos. Parece que nuestras primeras palabras al vernos juntos han de ser arrebatadas y vehementes; pero no decimos cosa alguna que no sea insignificante. Nos reímos de todo.

La casa está a espalda de la iglesia, y entramos en ella cogidos de las manos. Hay un patio con un ancho corredor, en cuyos gruesos pilares retuerce sus brazos negros, ásperos y leñosos una vieja parra, junto a un jazmín que aguarda la primavera para echar al mundo sus mil flores. Subimos, y allí nos recibe D. Celestino, cuyo cuerpo no se cubre ya con la sotana verdinegra de antaño, sino con otra flamante. Comemos juntos, y luego los tres, Inés y yo delante, él detrás apoyándose en su bastón, nos vamos a pasear al jardín del Príncipe, si hace buen tiempo y los pisos están secos. Inés y yo charlamos con los ojos o con las palabras; pero no quiero referir ahora nuestros poemas. A cada instante el padre Celestino nos dice que no andemos tan aprisa, porque no puede seguirnos, y nosotros, que desearíamos volar, detenemos el paso. Por último, nos sentamos a orillas del río, y en el sitio en que el Tajo y el Jarama, encontrándose de improviso, y cuando seguramente el uno no tenía noticias de la existencia del otro, se abrazan y confunden sus aguas en una sola corriente, haciendo de dos vidas una sola. Tan exacta imagen de nosotros mismos, no puede menos de ocurrírsele a Inés al mismo tiempo que a mí.

El día se va acabando, porque aunque a nuestros corazones les parezca lo contrario, no hay razón ninguna para que se altere el sistema planetario, dando a aquel día más horas que las que le corresponden. Viene la tarde, el crepúsculo, la noche y yo me despido para volver a mis galeras; estoy pensativo, hablo mil desatinos y a veces me parece que me siento muy alegre, a veces muy triste. Regreso a Madrid por el mismo camino, y vuelvo a mi posada. Es lunes, día que tiene un semblante antipático, día de somnolencia, de malestar, de pereza y aburrimiento; pero necesito volver al trabajo, y la caja me ofrece sus letras de plomo, que no aguardan más que mis manos para juntarse y hablar; pero mi mano no conoce en los primeros momentos sino cuatro deaquellos negros signos que al punto se reúnen para formar este solo nombre: Inés .

Siento un golpe en el hombro: es el cíclope o regente que me llama holgazán, y me pone delante un papelejo manuscrito que debo componer al instante. Es uno de aquellos interesantes y conmovedores anuncios del Diario de Madrid, que dicen: «Se necesita un joven de diecisiete a dieciocho años, que sepa de cuentas, afeitar, algo de peinar, aunque sólo sea de hombre, y guisar si se ofreciere. El que tenga estas partes, y además buenos informes, puede dirigirse a la calle de la Sal, número 5, frente a los peineros, lonja de lanería y pañolería de D. Mauro Requejo, donde se tratará del salario y demás».

Al leer el nombre del tendero, un recuerdo viene a mi mente: -D. Mauro Requejo -digo-. Yo he oído este nombre en alguna parte.


I Yo Yo I I

En Marzo de 1808, y cuando habían transcurrido cuatro meses desde que empecé a trabajar en el oficio de cajista, ya componía con mediana destreza, y ganaba tres reales por ciento de líneas en la imprenta del  Diario de Madrid. Im März 1808, und nachdem vier Monate vergangen waren, seit ich als Schriftsetzer angefangen hatte, komponierte ich bereits mit mittlerem Können und verdiente drei Reales Prozent der Zeilen in der Druckmaschine des Diario de Madrid. In March of 1808, and when four months had elapsed since I began working in the office of composer, I was already composing with medium skill, and I earned three real percent of lines in the press of Diario de Madrid. En mars 1808, et alors que quatre mois s'étaient écoulés depuis que j'avais commencé à travailler comme typographe, je composais déjà avec une habileté moyenne et je gagnais trois reales pour cent des lignes à l'imprimerie du Diario de Madrid. Mart 1808'de ve bir boksörün ofisinde çalışmaya başladığımdan bu yana dört ay geçtiğinde, zaten orta düzeyde bir beceriye sahiptim ve Diario de Madrid'in matbaasında üç yüzde çizgiyi kazandım. No me parecía muy bien aplicada mi laboriosidad, ni de gran porvenir la carrera tipográfica; pues aunque toda ella estriba en el manejo de las letras, más tiene de embrutecedora que de instructiva. Meine Fleißigkeit schien mir nicht sehr gut zu entsprechen, und meine typografische Karriere schien auch keine große Zukunft zu haben. denn obwohl alles auf dem Umgang mit den Briefen basiert, ist es eher brutal als lehrreich. I did not seem very well applied my industriousness, nor of great future the typographical career; because although all of it lies in the handling of the letters, it is more stultifying than instructive. Mon assiduité ne me paraissait pas très bien appliquée, et ma carrière typographique n'avait pas non plus un grand avenir ; car bien que tout repose sur le maniement des lettres, il est plus stupéfiant qu'instructif. Así es, que sin dejar el trabajo ni aflojar mi persistente aplicación, buscaba con el pensamiento horizontes más lejanos y esfera más honrosa que aquella de nuestra limitada, oscura y sofocante imprenta. That is, without leaving the work or loosening my persistent application, I sought with my thoughts more distant horizons and more honorable sphere than that of our limited, dark and suffocating printing press. C'est ainsi que sans quitter mon travail ni desserrer mon application persistante, j'ai cherché avec ma pensée des horizons plus lointains et une sphère plus honorable que celle de notre presse bornée, sombre et étouffante.

Mi vida al principio era tan triste y tan uniforme como aquel oficio, que en sus rudimentos esclaviza la inteligencia sin entretenerla; pero cuando había adquirido alguna práctica en tan fastidiosa manipulación, mi espíritu aprendió a quedarse libre, mientraslas veinte y cinco letras, escapándose por entre mis dedos, pasaban de la caja al molde. My life at the beginning was as sad and as uniform as that office, which in its rudiments enslaves the intelligence without entertaining it; but when I had acquired some practice in such annoying manipulation, my spirit learned to remain free, while the twenty-five letters, escaping through my fingers, passed from the box to the mold. Ma vie au début était aussi triste et aussi uniforme que ce métier qui, dans ses rudiments, asservit l'intelligence sans la divertir ; mais quand j'eus acquis un peu d'habitude dans des manipulations aussi fastidieuses, mon esprit apprit à rester libre, tandis que les vingt-cinq lettres, glissant entre mes doigts, passaient de la boîte au moule. Bastábame, pues, aquella libertad para soportar con paciencia la esclavitud del sótano en que trabajábamos, el fastidio de la composición, y las impertinencias de nuestro regente, un negro y tiznado cíclope, más propio de una herrería que de una imprenta. So I had the freedom to endure with patience the slavery of the basement in which we worked, the annoyance of the composition, and the impertinences of our regent, a black and smudged cyclops, more typical of a smithy than of a printing press. Alors cette liberté m'a suffi pour endurer patiemment l'esclavage de la cave dans laquelle nous travaillions, l'agacement de la composition, et l'impertinence de notre régent, un Cyclope noir et charbonneux, plus typique d'une forge que d'une imprimerie.

Necesito explicarme mejor. I need to explain myself better. Yo pensaba en la huérfana Inés, y todos los organismos de mi vida espiritual describían sus amplias órbitas alrededor de la imagen de mi discreta amiga, como los mundos subalternos que voltean sin cesar en torno del astro que es base del sistema. I thought of the orphan Agnes, and all the organisms of my spiritual life described their wide orbits around the image of my discreet friend, like the subaltern worlds that turn endlessly around the star that is the basis of the system. J'ai pensé à l'orpheline Inés, et tous les organismes de ma vie spirituelle ont décrit leurs larges orbites autour de l'image de mon discret ami, comme les mondes subordonnés qui tournent constamment autour de l'étoile qui est la base du système. Cuando mis compañeros de trabajo hablaban de sus amores o de sus trapicheos, yo, necesitando comunicarme con alguien, les contaba todo sin hacerme de rogar, diciéndoles: When my work colleagues talked about their loves or their skulldugges, I, needing to communicate with someone, told them everything without making me beg, telling them: Quand mes collègues parlaient de leurs amours ou de leurs tractations, moi, ayant besoin de communiquer avec quelqu'un, je leur racontais tout sans les faire supplier, en leur disant :

-Mi amiga está en Aranjuez con su reverendo tío, el padre D. Celestino Santos del Malvar, uno de los mejores latinos que ha echado Dios al mundo. -My friend is in Aranjuez with her reverendo uncle, Father D. Celestino Santos del Malvar, one of the best Latinos that God has thrown into the world. -Mon amie est à Aranjuez avec son oncle révérend, le Père D. Celestino Santos del Malvar, l'un des meilleurs Latins que Dieu ait jetés au monde. La infeliz Inés es huérfana y pobre; pero no por eso dejará de ser mi mujer, con la ayuda de Dios, que hace grandes a los pequeños. The unhappy Agnes is an orphan and poor; but not for that reason will it cease to be my wife, with the help of God, who makes the little ones great. La malheureuse Inés est orpheline et pauvre ; mais cela ne l'empêchera pas d'être ma femme, avec l'aide de Dieu, qui rend les petits grands. Tiene diez y seis años, es decir, uno menos que yo, y es tan linda, que avergüenza con su carita a todas las rosas del Real Sitio. She is sixteen years old, that is, one less than me, and she is so pretty, that she embarrasses all the roses of the Real Sitio with her face. Elle a seize ans, c'est-à-dire un de moins que moi, et elle est si jolie qu'elle embarrasse toutes les roses du Site Royal avec sa petite frimousse. Pero, díganme Vds., señores, ¿qué vale su hermosura comparada con su talento? But, tell me, gentlemen, what is your beauty worth compared to your talent? Mais dites-moi, messieurs, que vaut votre beauté par rapport à votre talent ? Inés es un asombro, es un portento; Inés vale más que todos los sabios, sin que nadie la haya enseñado nada: todo lo saca desu cabeza, y todo lo aprendió hace cientos de miles de años. Ines is a wonder, it is a marvel; Inés is worth more than all the wise men, without anyone having taught her anything: she takes everything out of her head, and she learned everything hundreds of thousands of years ago. Inés est un émerveillement, elle est une merveille ; Inés vaut plus que tous les sages, sans que personne ne lui ait rien appris : elle sort tout de sa tête, et elle a tout appris il y a des centaines de milliers d'années.

Cuando no me ocupaba en estas alabanzas, departía mentalmente con ella. When I did not occupy myself in these praises, I mentally conversed with her. Quand je n'étais pas engagé dans ces louanges, je conversais mentalement avec elle. En tanto las letras pasaban por mi mano, trocándose de brutal y muda materia en elocuente lenguaje escrito. As the letters passed through my hand, changing from brutal and mute matter into eloquent written language. ¡Cuánta animación en aquella masa caótica! How much animation in that chaotic mass! En la caja, cada signo parecía representar los elementos de la creación, arrojados aquí y allí, antes de empezar la grande obra. In the box, each sign seemed to represent the elements of creation, thrown here and there, before beginning the great work. Poníalos yo en movimiento, y de aquellos pedazos de plomo surgían sílabas, voces, ideas, juicios, frases, oraciones, períodos, párrafos, capítulos, discursos, la palabra humana en toda su majestad; y después, cuando el molde había hecho su papel mecánico, mis dedos lo descomponían, distribuyendo las letras: cada cual se iba a su casilla, como los simples que el químico guarda después de separados; los caracteres perdían su sentido, es decir, su alma, y tornando a ser plomo puro, caían mudos e insignificantes en la caja. I set them in motion, and from those pieces of lead arose syllables, voices, ideas, judgments, phrases, sentences, periods, paragraphs, chapters, speeches, the human word in all its majesty; and later, when the mold had made its mechanical role, my fingers would decompose it, distributing the letters: each one went to his own box, like the simple ones that the chemist keeps after being separated; the characters lost their meaning, that is, their soul, and turning to pure lead, they fell silent and insignificant in the box.

¡Aquellos pensamientos y este mecanismo todas las horas, todos los días, semana tras semana, mes tras mes! Verdad es que las alegrías, el inefable gozo de los domingos compensaban todas las tristezas y angustiosas cavilaciones de los demás días. It is true that the joys, the ineffable joy of Sundays made up for all the sadness and anguished musings of the other days. ¡Ah!, permitid a mi ancianidad que se extasíe con tales recuerdos; permitid a esta negra nube que se alboroce y se ilumine traspasada por un rayo de sol.Los sábados eran para mí de una belleza incomparable: su luz me parecía más clara, su ambiente más puro; y en tanto ¿quién podía dudar que los rostros de las gentes eran más alegres, y el aspecto de la ciudad más alegre también?

Pero la alegría no estaba sino en el alma. But the joy was only in the soul. El sábado es el precursor del domingo, y a eso del medio día comenzaban mis preparativos de viaje, de aquel viaje al cielo, que mi imaginación renueva hoy, sesenta y cinco años después. Saturday is the precursor to Sunday, and around noon my travel preparations began, of that trip to heaven, which my imagination renews today, sixty-five years later. Aún me parece que estoy tratando con los trajineros de la calle Angosta de San Bernardo sobre las condiciones del viaje: me ajusto al fin y no puedo menos de disertar un buen rato con ellos acerca de las probabilidades de que tengamos una hermosa noche para la expedición. I still think that I am dealing with the trajineros of the narrow street of San Bernardo about the conditions of the trip: I adjust to the end and I can not help but to have a good time with them about the odds that we have a beautiful night for the expedition . En seguida me lavo una, dos, tres, cuatro veces, hasta que desaparezcan de mi cara y manos las últimas huellas de la aborrecida tinta, y me paseo por Madrid esperando que llegue la noche. Duermo un poco; si la inquietud me lo permite, y cuando el reló del Buen Suceso da las doce campanadas más alegres que han retumbado en mi cerebro, me visto a toda prisa con mi traje nuevo; corro al lado de aquellos buenos arrieros, que son sin disputa los mejores hombres de la tierra, subo al carromato, y ya estoy en viaje. I sleep a little; If my concern allows it, and when the Good Success clock strikes the twelve happiest chimes that have resounded in my brain, I quickly dress in my new suit; I run alongside those good muleteers, who are without dispute the best men on earth, I get on the wagon, and I'm already on my way.

Con voluble atención observo todos los accidentes del camino, y mis preguntas marean y enfadan a los conductores. With fickle attention I observe all road accidents, and my questions make dizzy and angry drivers. Pasamos el puente de Toledo, dejamosa derecha mano los caminos de Carabanchel y de Toledo, el portazgo de las Delicias, el ventorrillo de León; las ventas de Villaverde van quedando a nuestra espalda; dejamos a la derecha los caminos de Getafe y de Parla, y en la venta de Pinto descansan un poco las caballerías. We passed the bridge of Toledo, dejamosa right hand the roads of Carabanchel and Toledo, the Portazgo de las Delicias, the ventorrillo de León; Villaverde's sales are being left behind; we leave on the right the roads of Getafe and Parla, and in the sale of Pinto the cavalries rest a little. Valdemoro nos ve pasar por su augusto recinto, y la casa de Postas de Espartinas ofrece nuevo descanso a las perezosas mulas. Valdemoro sees us go through his august enclosure, and the house of Postas de Espartinas offers new rest to lazy mules. Por fin nos amanece bajando la cuesta de la Reina, desde donde la vista abarca toda la extensión del inmenso valle en que se juntan Tajo y Jarama; atravesamos el famoso puente largo, entramos más tarde en la calle larga, y al fin ponemos el pie en la plaza del Real Sitio. At last dawn comes down the slope of the Queen, from where the view covers the entire expanse of the immense valley in which Tajo and Jarama meet; We cross the famous long bridge, we enter the long street later, and at last we put our foot in the Plaza del Real Sitio.

Mis miradas buscan entre los árboles y sobre las techumbres la modesta torre de la iglesia. My eyes search among the trees and on the roofs the modest tower of the church. Corro allá. I run there. El Sr. D. Celestino está en la misa, que por ser día festivo es cantada. D. Celestino is at mass, which because it is a public holiday is sung. Desde la puerta oigo la voz del tío de Inés, que exclama  gloria in excelsis Deo . From the door I hear the voice of Inés's uncle, exclaiming Gloria in excelsis Deo. Yo también canto  gloria en voz baja y entro en la iglesia. I also sing glory softly and enter the church. Una alegría solemne y grave que da idea de la bienaventuranza eterna llena aquel recinto y se reproduce en mi alma como en un espejo. A solemn and grave joy that gives an idea of eternal bliss fills that room and is reproduced in my soul like in a mirror. Los vidrios incoloros permiten que entre abundante luz y que se desparrame por la bóveda desnuda, sin más pinturas que las del yeso mate. The colorless glass allows abundant light to enter and spread through the bare vault, with no more paint than matte plaster. El altar mayor es todo oro, los santos y retablos todo polvo; en el primero veo al santo varón, que se vuelve hacia el puebloy abre sus brazos; después consume, suenan las campanillas dentro y las campanas fuera; se arrodillan todos, golpeándose el pecho pecador. The high altar is all gold, the saints and altarpieces all dust; in the first I see the holy man, who turns to the people and opens his arms; then consume, the bells ring inside and the bells ring out; they all kneel, beating the sinful breast. El oficio adelanta y concluye: durante él he mirado sin cesar los grupos de mujeres sentadas en el suelo, y de espaldas a mí: entre aquellos centenares de mantillas negras, distingo la que cubre la hermosa cabeza de Inés: la conocería entre mil. The office advances and concludes: during it I have watched incessantly the groups of women sitting on the floor, and with their backs to me: among those hundreds of black mantillas, I distinguish the one that covers the beautiful head of Inés: I would know her among a thousand.

Inés se levanta cuando todo ha concluido, y sus ojos me buscan entre los hombres, como los míos la buscan entre las mujeres. Inés gets up when everything is over, and her eyes look for me among the men, as mine look for her among the women. Por fin me ve, nos vemos; pero no nos decimos una palabra. At last he sees me, see you; But we don't say a word to each other. La ofrezco agua bendita, y salimos. I offer her holy water, and we leave. Parece que nuestras primeras palabras al vernos juntos han de ser arrebatadas y vehementes; pero no decimos cosa alguna que no sea insignificante. It seems that our first words when seeing us together have to be raptured and vehement; but we do not say anything that is not insignificant. Nos reímos de todo. We laugh at everything.

La casa está a espalda de la iglesia, y entramos en ella cogidos de las manos. Hay un patio con un ancho corredor, en cuyos gruesos pilares retuerce sus brazos negros, ásperos y leñosos una vieja parra, junto a un jazmín que aguarda la primavera para echar al mundo sus mil flores. There is a courtyard with a wide corridor, on whose thick pillars twists its black arms, rough and woody an old vine, next to a jasmine that waits for spring to throw to the world its thousand flowers. Subimos, y allí nos recibe D. Celestino, cuyo cuerpo no se cubre ya con la sotana verdinegra de antaño, sino con otra flamante. We went up, and there we were received by Don Celestino, whose body was no longer covered with the green-black cassock of yesteryear, but with another brand-new one. Comemos juntos, y luego los tres, Inés y yo delante, él detrás apoyándose en su bastón, nos vamos a pasear al jardín del Príncipe, si hace buen tiempo y los pisos están secos. We eat together, and then the three of us, Ines and I in front, he behind leaning on his cane, we go for a walk in the Prince's garden, if the weather is good and the floors are dry. Inés y yo charlamos con los ojos o con las palabras; pero no quiero referir ahora nuestros poemas. Inés and I chatted with our eyes or with words; but I don't want to refer now to our poems. A cada instante el padre Celestino nos dice que no andemos tan aprisa, porque no puede seguirnos, y nosotros, que desearíamos volar, detenemos el paso. At every moment, Father Celestino tells us not to walk so fast, because he cannot follow us, and we, who would like to fly, stop. Por último, nos sentamos a orillas del río, y en el sitio en que el Tajo y el Jarama, encontrándose de improviso, y cuando seguramente el uno no tenía noticias de la existencia del otro, se abrazan y confunden sus aguas en una sola corriente, haciendo de dos vidas una sola. Finally, we sat on the banks of the river, and in the place where the Tagus and Jarama, suddenly meeting, and when surely the one had no news of the other's existence, they embrace and confuse their waters in a single current , making two lives one. Tan exacta imagen de nosotros mismos, no puede menos de ocurrírsele a Inés al mismo tiempo que a mí. Such an exact image of ourselves, can not but occur to Agnes at the same time as to me.

El día se va acabando, porque aunque a nuestros corazones les parezca lo contrario, no hay razón ninguna para que se altere el sistema planetario, dando a aquel día más horas que las que le corresponden. The day is ending, because although it may seem otherwise to our hearts, there is no reason for the planetary system to be altered, giving that day more hours than its due. Viene la tarde, el crepúsculo, la noche y yo me despido para volver a mis galeras; estoy pensativo, hablo mil desatinos y a veces me parece que me siento muy alegre, a veces muy triste. The afternoon comes, the twilight, the night and I say goodbye to return to my galleys; I am thoughtful, I speak a thousand nonsense and sometimes I think I feel very happy, sometimes very sad. Regreso a Madrid por el mismo camino, y vuelvo a mi posada. Es lunes, día que tiene un semblante antipático, día de somnolencia, de malestar, de pereza y aburrimiento; pero necesito volver al trabajo, y la caja me ofrece sus letras de plomo, que no aguardan más que mis manos para juntarse y hablar; pero mi mano no conoce en los primeros momentos sino cuatro deaquellos negros signos que al punto se reúnen para formar este solo nombre:  Inés . It is Monday, a day that has an unpleasant face, a day of drowsiness, discomfort, laziness and boredom; but I need to go back to work, and the box offers me its lead letters, which only wait for my hands to join and speak; but my hand does not know in the first moments but four of those black signs that immediately come together to form this single name: Inés.

Siento un golpe en el hombro: es el cíclope o regente que me llama holgazán, y me pone delante un papelejo manuscrito que debo componer al instante. I feel a blow on my shoulder: it is the cyclops or regent who calls me lazy, and he puts a manuscript paper in front of me that I must compose at once. Es uno de aquellos interesantes y conmovedores anuncios del  Diario de Madrid, que dicen:  «Se necesita un joven de diecisiete a dieciocho años, que sepa de cuentas, afeitar, algo de peinar, aunque sólo sea de hombre, y guisar si se ofreciere. It is one of those interesting and moving announcements of the Diario de Madrid, which say: "You need a young man from seventeen to eighteen, who knows about bills, shave, something to comb, even if only man, and cook if it is offered. El que tenga estas partes, y además buenos informes, puede dirigirse a la calle de la Sal, número 5, frente a los peineros, lonja de lanería y pañolería de D. Mauro Requejo, donde se tratará del salario y demás». Whoever has these parts, and also good reports, can go to the street of the Salt, number 5, in front of the peineros, market of lanería and haberdashery of D. Mauro Requejo, where it will be about the salary and others ».

Al leer el nombre del tendero, un recuerdo viene a mi mente: -D. Mauro Requejo -digo-. When reading the name of the shopkeeper, a memory comes to my mind: -D. Mauro Requejo -I say-. Yo he oído este nombre en alguna parte. I have heard this name somewhere.