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Esp - VisualPolitik, ¿Está CUBA ante el FIN de la REVOLUCIÓN comunista? - VisualPolitik

¿Está CUBA ante el FIN de la REVOLUCIÓN comunista? - VisualPolitik

Junto a un aeropuerto militar destartalado y repleto de viejos helicópteros y cazas

soviéticos una pequeña ciudad San Antonio de los Baños. Una + ciudad de origen colonial

conocida como la “capital del humor”.

Es el lugar donde se celebra el Festival Bienal Internacional del Humorismo Gráfico.

Sin embargo desde julio de 2021 bien podría empezar a ser más conocida como el epicentro

cubano del mal humor y del descontento social. Motivos no faltan.

(Cuba sufre la peor escasez de alimentos desde los años 90 - The Economist)

(Cuba reconoce grave escasez de medicamentos - Cibercuba)

Allí, en San Antonio de los Baños, es donde comenzó todo.

Es el sitio donde explotó el hartazgo popular y el primer lugar en el que la gente perdió

el miedo y aparecieron las primeras protestas masivas contra el régimen cubano, ni más

ni menos que desde 1994.

Unas protestas que tal y como veis tuvieron su origen fuera de la Habana y que rápidamente

se extendieron a lo largo y ancho de todo el país.

Y sobre todo por las provincias de Mayabeque y Matanzas, donde, por ejemplo, se encuentra

el hub turístico de Varadero. También fueron muy numerosas las concentraciones de protesta

en la propia capital, en la mismísima Habana.

En esta ocasión las protestas han sido un tanto extrañas, no solo porque ver protestas

en una dictadura comunista como la cubana sea algo poco frecuente, sino también porque

es la primera vez que una ola de protestas a gran escala [al menos en términos cubanos]

se inicia fuera de la capital.

(A diferencia de lo que ocurre en otros países latinoamericanos, el régimen comunista que

gobierna Cuba desde hace ya más de 60 largos años, ha logrado instaurar una institucionalidad

fuerte que alcanza todos los rincones del país. Algo que le otorga a la dictadura una

posición de amplio dominio y control sobre el conjunto de la población.

De hecho, el régimen cubano es uno de los pocos regímenes comunistas que, pese a todas

las dificultades, consiguió sobrevivir a la caída del muro de Berlín y al colapso

de la Unión Soviética.

Y de hecho, el régimen sobrevivió incluso a la gran crisis económica que sufrió el

país entre 1990 y 1994, una crisis que causó un recrudecimiento del racionamiento y una

escasez material muy acusada que se extiende hasta el día de hoy.

Un periodo en el que Cuba perdió, en tan solo tres años, el 36% de su PIB. Un golpe

del que el país tardaría en recuperarse más de 17 años.)

Y es que veréis, la Unión Soviética era para Cuba mucho más que un aliado político,

fue durante décadas el auténtico motor económico de la isla.

Por ejemplo, la URSS le vendía a Cuba petróleo a precios preferenciales, petróleo que luego

en parte los cubanos reexportaban para conseguir dólares;

recibían de Moscú créditos blandos, esto es créditos a muy largo plazo con bajísimos

tipos de interés y facilidades para devolverlos; obtenían compensaciones por la presencia

de tropas del ejército rojo; y exportaban el grueso de su producción al

mercado soviético.

Para que os hagáis una idea, aproximadamente el 70% de todo el comercio de Cuba se dirigía

hacía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

("Cuba fue más dependiente de la URSS de lo que había sido de España y de Estados

Unidos en toda su historia”. Juan Triana, economista cubano)

Por eso, cuando la URSS se vino abajo la economía cubana colapsó. Fueron años de crisis muy

dura durante los cuales incluso el consumo de calorías de los cubanos se redujo casi

un 30%. Fue una etapa conocida como “el periodo especial”, años de penurias extremas

que terminaron alimentando un estallido social: el maleconazo.

(A principios de agosto de 1994, las autoridades cubanas detuvieron cuatro embarcaciones que

se dirigían hacia Estados Unidos escapando de la crisis que azotaba la isla. Fue la gota

que colmó el vaso. Cientos y cientos de personas se concentraron en el Malecón de La Habana,

enfrentándose con palos y piedras contra la policía al tiempo que lanzaban consignas

contra el entonces presidente-dictador Fidel Castro.)

Pero, sin embargo, y pese a todo, ahí continúa el régimen comunista asentado en el poder

contra viento y marea. Una expresión que en Cuba podríamos adaptar y decir contra

crisis y miseria.

Pero, ¿Cómo resiste? ¿Cómo es posible que a pesar de todo el régimen siga cerrado

al mundo, a la libertad y a la modernidad a cal y canto?

Pues, tal y como os decíamos, es algo que han conseguido gracias a la institucionalidad

que han extendido por todo el país. Totalitaria, pero institucionalidad al fin y al cabo.

(La construcción político-institucional del régimen cubano ha sido en buena medida

heredada de la experiencia soviética. Mantiene estructuras de poder muy depuradas a nivel

de gobierno y ejército. Es decir, no hay traidores ni luchas internas relevantes.

Y además, el gobierno cuenta con uno de los mejores servicios de seguridad e inteligencia

de toda Latinoamérica.

Es precisamente por eso, por lo que a pesar de todas las crisis que ha sufrido la isla,

el sueño de conquistar la libertad y la democracia siempre parece muy lejano y difícil de alcanzar

para el pueblo cubano.)

Ahora bien, llegados a este punto apuesto a que lo que la mayoría os estáis preguntando

es… ¿Cómo demonios hemos llegado a ver las imágenes que hemos visto de protestas

multitudinarias en Cuba? ¿Qué elementos han descorchado la botella y causado semejante

explosión social? ¿Cuál es el origen de estas protestas?

Y tal vez la pregunta más importante de todas. ¿Se repetirán y lograrán de una vez por

todas tumbar al régimen más pronto que tarde?

Todos sabéis lo que ocurrió. Así que en este vídeo os vamos a contar exactamente

qué prendió la mecha y como vemos el escenario que se ha dibujado en Cuba.

Atentos.

Pero, un momento antes de continuar. ¿Le habéis echado ya un vistazo a “Si Lo Hubiera

Sabido”, es un nuevo canal de información y análisis financiero impulsado por Mutuactivos,

con el que participamos.

¿Cómo protegio la bolsa el ahorro de los argentino? ¿Qué ocurre con la economía

china? ¿Cómo está siendo la recuperación post-covid en Estados Unidos? ¿Que efectos

pueden las políticas de los Bancos Centrales? ¿Cuáles son las nuevas megatendencias que

dominan las bolsas?

Estas son solo algunas de las preguntas a las que este nuevo canal pretende responder.

Échale un vistazo porque merece la pena. Os dejamos el link por aquí y también en

la descripción. Ya nos contarás qué te parece.)

(UNA IRREFRENABLE OLA DE LIBERTAD)

La Cuba de 2021 no es la Cuba del año 2000, ni siquiera la del 2015. El país ha vivido

importantes cambios sociales que hasta hace pocos años hubieran sido, simple y llanamente,

impensables.

Cambios que, si bien no se han reflejado en el gobierno, ni tampoco en una mejora de la

economía o las libertades políticas, sí han cambiado Cuba en algunas cosas.

Por ejemplo, y a pesar de toda la propaganda del régimen, la mayor parte de las nuevas

generaciones cubanas ya no ven a Estados Unidos como un agente hostil sino como una especie

de objetivo de lo que poder llegar a ser algún día.

En todos los cambios que se han producido hay algo que ha marcado un antes y un después:

la llegada de internet móvil.

De hecho, este ha sido uno de los factores que más han movilizado a la gente en las

protestas de julio de 2021. Hablamos de un servicio que en la isla caribeña no existía

hasta hace relativamente poco tiempo..

(2018: Comenzará el 6 de diciembre servicio de internet en los móviles - Granma)

A través de la compañía estatal de telecomunicaciones ETECSA, el único proveedor de internet del

país, los cubanos ya pueden acceder a internet en cualquier lugar desde la palma de sus manos.

Es algo que ha abierto las puertas a una fuerza muy difícil de contener.

(Aunque el internet en Cuba está censurado, gracias a redes VPN los cubanos han logrado

abrirse una ventana al mundo exterior; y entre otras cosas ahora pueden hablar directamente

y sin filtros con sus familiares y amigos que están en España o Miami.

Evidentemente este es el mejor antídoto contra la propaganda política.

Claro que no solo se trata de hablar. Internet también les ha permitido acceder a información

masiva. Información virgen, sin que haya sido censurada previamente por las autoridades

comunistas.

Ahora pueden conocer el mundo exterior, descubrir puntos de vista políticos diferentes, organizarse

e incluso participar en debates políticos. Toda una revolución, nunca mejor dicho, en

la isla de Cuba.)

Ahora los cubanos comprueban sin fisuras las consecuencias de estar encerrados en una isla

cuyo gobierno parece detenido en el tiempo, mientras que sus compatriotas emigrantes prosperan

en el resto del mundo.

Y, luego para colmo está la decepción, la enorme frustración con el nuevo gobierno

cubano.

Y es que, veréis, cuando Raul Castro comenzó a ceder los mandos al nuevo líder político

de la isla, el presidente Miguel Díaz-Canel, se generó una enorme expectación. ¿Sería

este el líder por fin que promoviera la apertura y el cambio de Cuba?

En principio Diaz-Canel se mostró partidario de realizar importantes reformas: abrir Cuba

al mundo, permitir la iniciativa privada o la inversión extranjera directa. Es decir,

el cambio de rumbo que tantas dictaduras comunistas han protagonizado con el paso de los años.

Y sí, es verdad que se produjeron algunos cambios, empezando por el acceso a internet.

Sin embargo, todo ha sido muy lento, demasiado lento, desesperadamente lento hasta el punto

de que apenas han mejorado la situación económica. Y desde luego no han cumplido expectativas.

Al final, amigos, todo esto es relativamente fácil de explicar. Lo que quieren los cubanos

del 2021, sobre todo los jóvenes, es algo muy sencillo:

quieren tener los móviles de último modelo que sus primos que viven en Madrid ya tienen, los coches

que conducen sus tíos por Miami, poder hablar de lo que les dé la gana sin miedo a las

represalias o simplemente poder viajar.

Quieren tener un futuro y una vida normal. Algo que el actual gobierno no parece dispuesto

ni tampoco preparado para darles.

Y eso es precisamente lo que ha hecho que se haya ido forjando una cierta conciencia

general acerca de que la vida que hoy tienen, simplemente, no funciona, no está bien. Y

todo en nombre de una revolución que ellos jamás apoyaron.

Para colmo, la generación que más ha protestado es una generación que nació durante el conocido

como periodo especial, el periodo de fuerte crisis económica que como ya hemos visto

se produjo tras el colapso de la Unión Soviética.

En definitiva, esta es una generación que nunca ha experimentado otra cosa que crisis,

represión, racionamiento y pobreza.

¡Cómo no van a estar hartos! Y además, no tienen nada que perder.

Queridos amigos, las protestas significaron una cosa: que los cubanos están perdiendo

el miedo.

Ahora bien, ¿qué fue exactamente lo que prendió la mecha? ¿Alguna idea concreta?

Pues… Atentos.

(“ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ CATANA”)

Para entender los motivos que llevaron a que la olla social finalmente explotara en julio

del 2021, tenemos que meter en la ecuación al coronavirus.

En el momento de preparar este vídeo, Cuba lleva ya varios meses sufriendo una fuerte

oleada de contagios. Una oleada que ha sido, literalmente, importada del exterior con el

beneplácito del propio gobierno cubano.

Y es que, veréis, el turismo supone una importantísima fuente de ingresos para el régimen y, por

tanto, es vital para su propia existencia.

Atentos, por ejemplo, a este nombre: GAESA; Grupo de Administración Empresarial. Es una

organización, un consorcio propiedad de las fuerzas armadas cubanas.

Es una especie de holding empresarial, que controla todo tipo de activos: tiendas de

distribución minorista, puertos y, sobre todo, hoteles.

("Siempre he pensado en la economía y en el gobierno de Cuba como en una cebolla o

como una de esas muñecas rusas que contienen otras más pequeñas dentro. Yo nunca he visto

la última matrioska, he visto tres o cuatro, y creo que lo mismo pasa con una institución

como Gaesa". Pedro Freyre, abogado del Consejo de Negocios EE.UU.-Cuba de la Cámara de Comercio

de Estados Unidos.)

En esta línea, GAESA controla el Grupo de Turismo Gaviota, un conglomerado que a su

vez es propietario de los hoteles más importantes de la isla. Hablamos de más de 83 instalaciones

hoteleras que suman unas 29.000 habitaciones y facturan en condiciones normales más de

700 millones de dólares. Pues bien, si en 2019 la llegada de turistas

a Cuba ya cayó considerablemente, un 6%, en 2020 los resultados fueron catastróficos.

A causa de la pandemia, el número de turistas internacionales que llegaron a la isla se

redujo a prácticamente cero, y con ello el Gobierno cubano dejó de ingresar cerca de

3.000 millones de dólares. Y aunque en 2021 la cosa ha mejorado un poco

respecto al año anterior, el sector turístico cubano sigue muuuy lejos de las cifras de

años anteriores. Así que claro, ante semejante situación, cualquier ingreso contaba.

Precisamente por eso, el gobierno de Díaz-Canel decidió mirar hacia otro lado respecto a

la pandemia y fomentar la llegada de turistas internacionales sin ninguna restricción.

Turistas que llegaron sobre todo procedentes del país que más crecimiento del turismo

hacia Cuba ha experimentado durante los últimos años: La madre Rusia.

¿El problema? Los rusos estaban sufriendo una violenta ola del coronavirus causada por

la variante delta y, la inmensa mayoría, todavía estaban sin vacunar.

Y eso, eso es lo que explica noticias como esta:

(Más de 150 turistas rusos están aislados en Cuba tras dar positivo al Covid-19 - DDC)

Y ojo que no fue un caso aislado. La llegada de turistas, fundamentalmente rusos, empezó

a causar brotes en hoteles que luego, a través de los trabajadores, acabaron expandiéndose

por todo el país. Aunque afectaron particularmente a la provincia de Matanzas, que es dónde

se encuentra Varadero, el epicentro cubano del turismo de sol y playa.

La propagación de los contagios colapsó el maltrecho sistema sanitario cubano y provocó

una escasez aún más severa de lo que ya es habitual en medicamentos y productos básicos.

Ahora bien, seguro que os estáis preguntando… Pero, ¿por qué demonios abrieron las puertas

de semejante forma al turismo procedente de países en pleno repunte de la pandemia por

las nuevas variantes?

Pues,amigos, simple y llanamente porque el régimen necesitaba dinero. Dinero urgente.

(La crisis turística del 2020 en Cuba es la que en buena forma explica por qué ahora

los cubanos tienen que hacer largas colas para intentar comprar algo de comida en el

supermercado.

Y es que veréis, la cuestión es que la comida en Cuba es fundamentalmente importada porque

el país apenas produce en torno al 20% de la demanda local.

Hablamos de una factura de unos 1.800 millones de dólares en importaciones de alimentos

cada año. Compras que se realizan en el mercado internacional y que se tienen que pagar en

dólares o en euros.) ¿Y cuál es la principal fuente de dólares

y de euros para Cuba? Exacto, el turismo.

Y como en 2020 apenas hubo turismo, eso significa que conseguir los dólares con los que el

régimen importa los alimentos se vuelve algo muy complicado.

Particularmente cuando eres un país como Cuba del que nadie se fía y a quien nadie

le quiere prestar.

Y es ahí donde surge la escasez severa que ha castigado y sigue castigando a los cubanos.

Es la pescadilla que se muerde la cola.

Una economía fuertemente restringida y muy improductiva;

un sistema de empresas estatales completamente disfuncional y no sujeto a criterios de mercado;

un control extremo de todo lo que entra en la isla… En definitiva, el cóctel perfecto

para el desastre.

Quizás, el mayor error de cálculo protagonizado por el Gobierno de Díaz-Canel, es que jamás

pensaron que la situación se iba a descontrolar hasta el punto de desatarse las mayores protestas

de la historia de Cuba, protestas incluso mayores que las del Maleconazo de 1994.

Para que os hagáis una idea, en un solo día se llegaron a registrar 40 manifestaciones.

Lo que evidentemente no es algo normal en un país gobernado con puño de hierro como

este.

De hecho, en los días de más afluencia de las protestas, las cuales llegaron a llenar

calles y plazas en La Habana, al dictador cubano Díaz-Canel se le veía bastante nervioso

en sus comunicados. Incluso instó al enfrentamiento civil entre partidarios y detractores del Gobierno.

Amigos, los llamamientos de Díaz-Canel pusieron

en evidencia una cosa: quizás el régimen cubano todavía no esté a punto de caer,

pero no es tan sólido como se pensaba.

(Tras cortar internet e incluso la electricidad para dificultar las reuniones y desplegar

a las fuerzas de seguridad, las protestas fueron desapareciendo

Las fuerzas policiales y militares han tomado La Habana y las principales ciudades del país.

Los “boinas negras”, el cuerpo de élite de represión cubana, y hombres civiles armados

con tubos de PVC y palos de madera se pasean en grupo por las ciudades para intimidar a

la población.)

Por cierto, las boinas negras, oficialmente denominadas como la Brigada Especial Nacional,

son un cuerpo político-policial cuya función básica es actuar como escuadrón de choque

de la dictadura cubana ante cualquier muestra de disidencia. Se crearon hace algo más de

40 años y visten de negro para intimidar.

Son algo así como la guardia pretoriana del régimen comunista.

(Nos entrenamos para defender la Revolución y para defender nuestras conquistas” Adalberto

Soriano Vidal, Mayor de la Brigada Especial Nacional)

Pero, no nos desviamos.

Vale, puede que aún no haya llegado el final de la satrapía en Cuba, pero, ¿Cuánto tiempo

más aguantará la dictadura cubana?

Por lo pronto ya ha tenido que ceder en algo que parecía infranqueable hasta hace tan

solo un mes: las restricciones a las importaciones privadas.

(Cuba deja de limitar la importación privada de alimentos y medicinas - Información)

[Lo que, por cierto, resulta curioso. Muchas veces se habla del embargo norteamericano

que castiga a la isla, pero nunca del embargo establecido por el propio gobierno, esto es,

los límites a comerciar con el exterior.]

En cualquier caso si algo queda claro es que la explosión social sin precedentes que se

ha vivido en julio de 2021 ha sido todo un grito desesperado que, aunque no haya logrado

tumbar la dictadura, sí ha servido para que las ansias de democracia en Cuba se escuchen

en el mundo.

Y es justo aquí cuando llegamos a la futura agenda política.

Amigos, seamos claros, si el Partido Comunista de Cuba quiere seguir gobernando en la isla

no va a tener más remedio que realizar reformas económicas reales, reformas orientadas al

mercado, como hizo la China de Deng Xiaoping.

En cambio si continúan negándose a cambiar de modelo, puede que muy pronto la marea se

los lleve por delante. O puede incluso que la comunidad internacional diga basta a lo

que viene siendo una situación insostenible desde hace décadas: una represiva y anticuada

dictadura comunista a pocos kilómetros de Miami.

Pero llegados hasta aquí: turno para ti: ¿Estarán Díaz Canel y sus secuaces dispuestos

a modernizar Cuba con tal de conservar sus sillones? ¿Saldrá de estas protestas una

Cuba con más libertades sociales y económicas, o por el contrario el gobierno optará por

el camino de reprimir más y más? ¿Qué posición debería adoptar la comunidad internacional?

Podéis dejarnos vuestra opinión aquí abajo, en los comentarios. Y por cierto, si te ha

gustado este vídeo no te olvides de darle a “me gusta”, y suscribirte al canal dándole

a la campanita para no perderte ninguna actualización.

Una vez más, gracias por estar ahí.

Un saludo, y hasta la próxima.


¿Está CUBA ante el FIN de la REVOLUCIÓN comunista? - VisualPolitik Is CUBA facing the END of the communist REVOLUTION? - VisualPolitik

Junto a un aeropuerto militar destartalado y repleto de viejos helicópteros y cazas

soviéticos una pequeña ciudad San Antonio de los Baños. Una + ciudad de origen colonial

conocida como la “capital del humor”.

Es el lugar donde se celebra el Festival Bienal Internacional del Humorismo Gráfico.

Sin embargo desde julio de 2021 bien podría empezar a ser más conocida como el epicentro

cubano del mal humor y del descontento social. Motivos no faltan.

(Cuba sufre la peor escasez de alimentos desde los años 90 - The Economist)

(Cuba reconoce grave escasez de medicamentos - Cibercuba)

Allí, en San Antonio de los Baños, es donde comenzó todo.

Es el sitio donde explotó el hartazgo popular y el primer lugar en el que la gente perdió

el miedo y aparecieron las primeras protestas masivas contra el régimen cubano, ni más

ni menos que desde 1994.

Unas protestas que tal y como veis tuvieron su origen fuera de la Habana y que rápidamente

se extendieron a lo largo y ancho de todo el país.

Y sobre todo por las provincias de Mayabeque y Matanzas, donde, por ejemplo, se encuentra

el hub turístico de Varadero. También fueron muy numerosas las concentraciones de protesta

en la propia capital, en la mismísima Habana.

En esta ocasión las protestas han sido un tanto extrañas, no solo porque ver protestas

en una dictadura comunista como la cubana sea algo poco frecuente, sino también porque

es la primera vez que una ola de protestas a gran escala [al menos en términos cubanos]

se inicia fuera de la capital.

(A diferencia de lo que ocurre en otros países latinoamericanos, el régimen comunista que

gobierna Cuba desde hace ya más de 60 largos años, ha logrado instaurar una institucionalidad

fuerte que alcanza todos los rincones del país. Algo que le otorga a la dictadura una

posición de amplio dominio y control sobre el conjunto de la población.

De hecho, el régimen cubano es uno de los pocos regímenes comunistas que, pese a todas

las dificultades, consiguió sobrevivir a la caída del muro de Berlín y al colapso

de la Unión Soviética.

Y de hecho, el régimen sobrevivió incluso a la gran crisis económica que sufrió el

país entre 1990 y 1994, una crisis que causó un recrudecimiento del racionamiento y una

escasez material muy acusada que se extiende hasta el día de hoy.

Un periodo en el que Cuba perdió, en tan solo tres años, el 36% de su PIB. Un golpe

del que el país tardaría en recuperarse más de 17 años.)

Y es que veréis, la Unión Soviética era para Cuba mucho más que un aliado político,

fue durante décadas el auténtico motor económico de la isla.

Por ejemplo, la URSS le vendía a Cuba petróleo a precios preferenciales, petróleo que luego

en parte los cubanos reexportaban para conseguir dólares;

recibían de Moscú créditos blandos, esto es créditos a muy largo plazo con bajísimos

tipos de interés y facilidades para devolverlos; obtenían compensaciones por la presencia

de tropas del ejército rojo; y exportaban el grueso de su producción al

mercado soviético.

Para que os hagáis una idea, aproximadamente el 70% de todo el comercio de Cuba se dirigía

hacía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

("Cuba fue más dependiente de la URSS de lo que había sido de España y de Estados

Unidos en toda su historia”. Juan Triana, economista cubano)

Por eso, cuando la URSS se vino abajo la economía cubana colapsó. Fueron años de crisis muy

dura durante los cuales incluso el consumo de calorías de los cubanos se redujo casi

un 30%. Fue una etapa conocida como “el periodo especial”, años de penurias extremas

que terminaron alimentando un estallido social: el maleconazo.

(A principios de agosto de 1994, las autoridades cubanas detuvieron cuatro embarcaciones que

se dirigían hacia Estados Unidos escapando de la crisis que azotaba la isla. Fue la gota

que colmó el vaso. Cientos y cientos de personas se concentraron en el Malecón de La Habana,

enfrentándose con palos y piedras contra la policía al tiempo que lanzaban consignas

contra el entonces presidente-dictador Fidel Castro.)

Pero, sin embargo, y pese a todo, ahí continúa el régimen comunista asentado en el poder

contra viento y marea. Una expresión que en Cuba podríamos adaptar y decir contra

crisis y miseria.

Pero, ¿Cómo resiste? ¿Cómo es posible que a pesar de todo el régimen siga cerrado

al mundo, a la libertad y a la modernidad a cal y canto?

Pues, tal y como os decíamos, es algo que han conseguido gracias a la institucionalidad

que han extendido por todo el país. Totalitaria, pero institucionalidad al fin y al cabo.

(La construcción político-institucional del régimen cubano ha sido en buena medida

heredada de la experiencia soviética. Mantiene estructuras de poder muy depuradas a nivel

de gobierno y ejército. Es decir, no hay traidores ni luchas internas relevantes.

Y además, el gobierno cuenta con uno de los mejores servicios de seguridad e inteligencia

de toda Latinoamérica.

Es precisamente por eso, por lo que a pesar de todas las crisis que ha sufrido la isla,

el sueño de conquistar la libertad y la democracia siempre parece muy lejano y difícil de alcanzar

para el pueblo cubano.)

Ahora bien, llegados a este punto apuesto a que lo que la mayoría os estáis preguntando

es… ¿Cómo demonios hemos llegado a ver las imágenes que hemos visto de protestas

multitudinarias en Cuba? ¿Qué elementos han descorchado la botella y causado semejante

explosión social? ¿Cuál es el origen de estas protestas?

Y tal vez la pregunta más importante de todas. ¿Se repetirán y lograrán de una vez por

todas tumbar al régimen más pronto que tarde?

Todos sabéis lo que ocurrió. Así que en este vídeo os vamos a contar exactamente

qué prendió la mecha y como vemos el escenario que se ha dibujado en Cuba.

Atentos.

Pero, un momento antes de continuar. ¿Le habéis echado ya un vistazo a “Si Lo Hubiera

Sabido”, es un nuevo canal de información y análisis financiero impulsado por Mutuactivos,

con el que participamos.

¿Cómo protegio la bolsa el ahorro de los argentino? ¿Qué ocurre con la economía

china? ¿Cómo está siendo la recuperación post-covid en Estados Unidos? ¿Que efectos

pueden las políticas de los Bancos Centrales? ¿Cuáles son las nuevas megatendencias que

dominan las bolsas?

Estas son solo algunas de las preguntas a las que este nuevo canal pretende responder.

Échale un vistazo porque merece la pena. Os dejamos el link por aquí y también en

la descripción. Ya nos contarás qué te parece.)

(UNA IRREFRENABLE OLA DE LIBERTAD)

La Cuba de 2021 no es la Cuba del año 2000, ni siquiera la del 2015. El país ha vivido

importantes cambios sociales que hasta hace pocos años hubieran sido, simple y llanamente,

impensables.

Cambios que, si bien no se han reflejado en el gobierno, ni tampoco en una mejora de la

economía o las libertades políticas, sí han cambiado Cuba en algunas cosas.

Por ejemplo, y a pesar de toda la propaganda del régimen, la mayor parte de las nuevas

generaciones cubanas ya no ven a Estados Unidos como un agente hostil sino como una especie

de objetivo de lo que poder llegar a ser algún día.

En todos los cambios que se han producido hay algo que ha marcado un antes y un después:

la llegada de internet móvil.

De hecho, este ha sido uno de los factores que más han movilizado a la gente en las

protestas de julio de 2021. Hablamos de un servicio que en la isla caribeña no existía

hasta hace relativamente poco tiempo..

(2018: Comenzará el 6 de diciembre servicio de internet en los móviles - Granma)

A través de la compañía estatal de telecomunicaciones ETECSA, el único proveedor de internet del

país, los cubanos ya pueden acceder a internet en cualquier lugar desde la palma de sus manos.

Es algo que ha abierto las puertas a una fuerza muy difícil de contener.

(Aunque el internet en Cuba está censurado, gracias a redes VPN los cubanos han logrado

abrirse una ventana al mundo exterior; y entre otras cosas ahora pueden hablar directamente

y sin filtros con sus familiares y amigos que están en España o Miami.

Evidentemente este es el mejor antídoto contra la propaganda política.

Claro que no solo se trata de hablar. Internet también les ha permitido acceder a información

masiva. Información virgen, sin que haya sido censurada previamente por las autoridades

comunistas.

Ahora pueden conocer el mundo exterior, descubrir puntos de vista políticos diferentes, organizarse

e incluso participar en debates políticos. Toda una revolución, nunca mejor dicho, en

la isla de Cuba.)

Ahora los cubanos comprueban sin fisuras las consecuencias de estar encerrados en una isla

cuyo gobierno parece detenido en el tiempo, mientras que sus compatriotas emigrantes prosperan

en el resto del mundo.

Y, luego para colmo está la decepción, la enorme frustración con el nuevo gobierno

cubano.

Y es que, veréis, cuando Raul Castro comenzó a ceder los mandos al nuevo líder político

de la isla, el presidente Miguel Díaz-Canel, se generó una enorme expectación. ¿Sería

este el líder por fin que promoviera la apertura y el cambio de Cuba?

En principio Diaz-Canel se mostró partidario de realizar importantes reformas: abrir Cuba

al mundo, permitir la iniciativa privada o la inversión extranjera directa. Es decir,

el cambio de rumbo que tantas dictaduras comunistas han protagonizado con el paso de los años.

Y sí, es verdad que se produjeron algunos cambios, empezando por el acceso a internet.

Sin embargo, todo ha sido muy lento, demasiado lento, desesperadamente lento hasta el punto

de que apenas han mejorado la situación económica. Y desde luego no han cumplido expectativas.

Al final, amigos, todo esto es relativamente fácil de explicar. Lo que quieren los cubanos

del 2021, sobre todo los jóvenes, es algo muy sencillo:

quieren tener los móviles de último modelo que sus primos que viven en Madrid ya tienen, los coches

que conducen sus tíos por Miami, poder hablar de lo que les dé la gana sin miedo a las

represalias o simplemente poder viajar.

Quieren tener un futuro y una vida normal. Algo que el actual gobierno no parece dispuesto

ni tampoco preparado para darles.

Y eso es precisamente lo que ha hecho que se haya ido forjando una cierta conciencia

general acerca de que la vida que hoy tienen, simplemente, no funciona, no está bien. Y

todo en nombre de una revolución que ellos jamás apoyaron.

Para colmo, la generación que más ha protestado es una generación que nació durante el conocido

como periodo especial, el periodo de fuerte crisis económica que como ya hemos visto

se produjo tras el colapso de la Unión Soviética.

En definitiva, esta es una generación que nunca ha experimentado otra cosa que crisis,

represión, racionamiento y pobreza.

¡Cómo no van a estar hartos! Y además, no tienen nada que perder.

Queridos amigos, las protestas significaron una cosa: que los cubanos están perdiendo

el miedo.

Ahora bien, ¿qué fue exactamente lo que prendió la mecha? ¿Alguna idea concreta?

Pues… Atentos.

(“ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ CATANA”)

Para entender los motivos que llevaron a que la olla social finalmente explotara en julio

del 2021, tenemos que meter en la ecuación al coronavirus.

En el momento de preparar este vídeo, Cuba lleva ya varios meses sufriendo una fuerte

oleada de contagios. Una oleada que ha sido, literalmente, importada del exterior con el

beneplácito del propio gobierno cubano.

Y es que, veréis, el turismo supone una importantísima fuente de ingresos para el régimen y, por

tanto, es vital para su propia existencia.

Atentos, por ejemplo, a este nombre: GAESA; Grupo de Administración Empresarial. Es una

organización, un consorcio propiedad de las fuerzas armadas cubanas.

Es una especie de holding empresarial, que controla todo tipo de activos: tiendas de

distribución minorista, puertos y, sobre todo, hoteles.

("Siempre he pensado en la economía y en el gobierno de Cuba como en una cebolla o

como una de esas muñecas rusas que contienen otras más pequeñas dentro. Yo nunca he visto

la última matrioska, he visto tres o cuatro, y creo que lo mismo pasa con una institución

como Gaesa". Pedro Freyre, abogado del Consejo de Negocios EE.UU.-Cuba de la Cámara de Comercio

de Estados Unidos.)

En esta línea, GAESA controla el Grupo de Turismo Gaviota, un conglomerado que a su

vez es propietario de los hoteles más importantes de la isla. Hablamos de más de 83 instalaciones

hoteleras que suman unas 29.000 habitaciones y facturan en condiciones normales más de

700 millones de dólares. Pues bien, si en 2019 la llegada de turistas

a Cuba ya cayó considerablemente, un 6%, en 2020 los resultados fueron catastróficos.

A causa de la pandemia, el número de turistas internacionales que llegaron a la isla se

redujo a prácticamente cero, y con ello el Gobierno cubano dejó de ingresar cerca de

3.000 millones de dólares. Y aunque en 2021 la cosa ha mejorado un poco

respecto al año anterior, el sector turístico cubano sigue muuuy lejos de las cifras de

años anteriores. Así que claro, ante semejante situación, cualquier ingreso contaba.

Precisamente por eso, el gobierno de Díaz-Canel decidió mirar hacia otro lado respecto a

la pandemia y fomentar la llegada de turistas internacionales sin ninguna restricción.

Turistas que llegaron sobre todo procedentes del país que más crecimiento del turismo

hacia Cuba ha experimentado durante los últimos años: La madre Rusia.

¿El problema? Los rusos estaban sufriendo una violenta ola del coronavirus causada por

la variante delta y, la inmensa mayoría, todavía estaban sin vacunar.

Y eso, eso es lo que explica noticias como esta:

(Más de 150 turistas rusos están aislados en Cuba tras dar positivo al Covid-19 - DDC)

Y ojo que no fue un caso aislado. La llegada de turistas, fundamentalmente rusos, empezó

a causar brotes en hoteles que luego, a través de los trabajadores, acabaron expandiéndose

por todo el país. Aunque afectaron particularmente a la provincia de Matanzas, que es dónde

se encuentra Varadero, el epicentro cubano del turismo de sol y playa.

La propagación de los contagios colapsó el maltrecho sistema sanitario cubano y provocó

una escasez aún más severa de lo que ya es habitual en medicamentos y productos básicos.

Ahora bien, seguro que os estáis preguntando… Pero, ¿por qué demonios abrieron las puertas

de semejante forma al turismo procedente de países en pleno repunte de la pandemia por

las nuevas variantes?

Pues,amigos, simple y llanamente porque el régimen necesitaba dinero. Dinero urgente.

(La crisis turística del 2020 en Cuba es la que en buena forma explica por qué ahora

los cubanos tienen que hacer largas colas para intentar comprar algo de comida en el

supermercado.

Y es que veréis, la cuestión es que la comida en Cuba es fundamentalmente importada porque

el país apenas produce en torno al 20% de la demanda local.

Hablamos de una factura de unos 1.800 millones de dólares en importaciones de alimentos

cada año. Compras que se realizan en el mercado internacional y que se tienen que pagar en

dólares o en euros.) ¿Y cuál es la principal fuente de dólares

y de euros para Cuba? Exacto, el turismo.

Y como en 2020 apenas hubo turismo, eso significa que conseguir los dólares con los que el

régimen importa los alimentos se vuelve algo muy complicado.

Particularmente cuando eres un país como Cuba del que nadie se fía y a quien nadie

le quiere prestar.

Y es ahí donde surge la escasez severa que ha castigado y sigue castigando a los cubanos.

Es la pescadilla que se muerde la cola.

Una economía fuertemente restringida y muy improductiva;

un sistema de empresas estatales completamente disfuncional y no sujeto a criterios de mercado;

un control extremo de todo lo que entra en la isla… En definitiva, el cóctel perfecto

para el desastre.

Quizás, el mayor error de cálculo protagonizado por el Gobierno de Díaz-Canel, es que jamás

pensaron que la situación se iba a descontrolar hasta el punto de desatarse las mayores protestas

de la historia de Cuba, protestas incluso mayores que las del Maleconazo de 1994.

Para que os hagáis una idea, en un solo día se llegaron a registrar 40 manifestaciones.

Lo que evidentemente no es algo normal en un país gobernado con puño de hierro como

este.

De hecho, en los días de más afluencia de las protestas, las cuales llegaron a llenar

calles y plazas en La Habana, al dictador cubano Díaz-Canel se le veía bastante nervioso

en sus comunicados. Incluso instó al enfrentamiento civil entre partidarios y detractores del Gobierno.

Amigos, los llamamientos de Díaz-Canel pusieron

en evidencia una cosa: quizás el régimen cubano todavía no esté a punto de caer,

pero no es tan sólido como se pensaba.

(Tras cortar internet e incluso la electricidad para dificultar las reuniones y desplegar

a las fuerzas de seguridad, las protestas fueron desapareciendo

Las fuerzas policiales y militares han tomado La Habana y las principales ciudades del país.

Los “boinas negras”, el cuerpo de élite de represión cubana, y hombres civiles armados

con tubos de PVC y palos de madera se pasean en grupo por las ciudades para intimidar a

la población.)

Por cierto, las boinas negras, oficialmente denominadas como la Brigada Especial Nacional,

son un cuerpo político-policial cuya función básica es actuar como escuadrón de choque

de la dictadura cubana ante cualquier muestra de disidencia. Se crearon hace algo más de

40 años y visten de negro para intimidar.

Son algo así como la guardia pretoriana del régimen comunista.

(Nos entrenamos para defender la Revolución y para defender nuestras conquistas” Adalberto

Soriano Vidal, Mayor de la Brigada Especial Nacional)

Pero, no nos desviamos.

Vale, puede que aún no haya llegado el final de la satrapía en Cuba, pero, ¿Cuánto tiempo

más aguantará la dictadura cubana?

Por lo pronto ya ha tenido que ceder en algo que parecía infranqueable hasta hace tan

solo un mes: las restricciones a las importaciones privadas.

(Cuba deja de limitar la importación privada de alimentos y medicinas - Información)

[Lo que, por cierto, resulta curioso. Muchas veces se habla del embargo norteamericano

que castiga a la isla, pero nunca del embargo establecido por el propio gobierno, esto es,

los límites a comerciar con el exterior.]

En cualquier caso si algo queda claro es que la explosión social sin precedentes que se

ha vivido en julio de 2021 ha sido todo un grito desesperado que, aunque no haya logrado

tumbar la dictadura, sí ha servido para que las ansias de democracia en Cuba se escuchen

en el mundo.

Y es justo aquí cuando llegamos a la futura agenda política.

Amigos, seamos claros, si el Partido Comunista de Cuba quiere seguir gobernando en la isla

no va a tener más remedio que realizar reformas económicas reales, reformas orientadas al

mercado, como hizo la China de Deng Xiaoping.

En cambio si continúan negándose a cambiar de modelo, puede que muy pronto la marea se

los lleve por delante. O puede incluso que la comunidad internacional diga basta a lo

que viene siendo una situación insostenible desde hace décadas: una represiva y anticuada

dictadura comunista a pocos kilómetros de Miami.

Pero llegados hasta aquí: turno para ti: ¿Estarán Díaz Canel y sus secuaces dispuestos

a modernizar Cuba con tal de conservar sus sillones? ¿Saldrá de estas protestas una

Cuba con más libertades sociales y económicas, o por el contrario el gobierno optará por

el camino de reprimir más y más? ¿Qué posición debería adoptar la comunidad internacional?

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