¿Es mejor ser más inteligente? 🤓
Aunque la inteligencia se ha descrito de muchas maneras, hay cierto consenso en definirla
como la capacidad de obtener información y procesarla con el fin de resolver situaciones
presentes en el entorno. Está fuertemente asociada con la lógica, la capacidad de planear
y la creatividad. Parecería que la inteligencia sólo tiene aspectos positivos, pero…
¿Es mejor ser más inteligente?
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El verbo “inteligir” proviene del latín y significa “percibir” o “entender”.
En su origen se concebía como una propiedad metafísica del alma y, por supuesto, exclusiva
de los seres humanos. Pero se ha demostrado que muchos animales no sólo actúan “por
instinto”, sino que son capaces de incorporar nueva información, aprender y resolver problemas
de manera creativa. La especie en la que más se ha estudiado la inteligencia es el Homo
Sapiens. La inteligencia humana es tan compleja que es muy difícil de medir… incluye no
solo la resolución de problemas, sino capacidades como la comprensión de ideas, el aprendizaje,
el uso del lenguaje, y hasta la conciencia de sí mismo. Aún así, los psicólogos cognitivos
han desarrollado indicadores como el “factor g” o factor general de inteligencia, que
condensa y compara el desempeño de personas ante diferentes tareas cognitivas.
Más conocido es el Cociente Intelectual, CI o IQ por sus siglas en inglés. Esta variable
es el resultado de la aplicación de una prueba estandarizada y representa una estimación
de la inteligencia general. Esta prueba se aplicó inicialmente en niños en 1912 como
un test de “edad mental” y se ha ampliado a adultos. La puntuación media es 100, y
se considera que la mayor parte de la población oscila alrededor de este número. Si obtuvieras
de 115 a 129 te considerarías con una “inteligencia brillante”; de 130 a 139 serías considerado
“superdotado” y arriba de 140, serías considerado “genio”. Existe una asociación
llamada Mensa, que agrupa a personas entre el 2 por ciento con más alto CI, o sea de
aproximadamente 130 para arriba. Por cierto: “mensa” significa “mesa” en latín,
no otra cosa... Pero ¿A las personas más inteligentes les
va mejor? Hay algunos ámbitos en los que el CI es determinante para tener mejores resultados.
Aunque inteligencia no es igual a conocimiento, las personas con alto cociente intelectual
suelen tener mejor desempeño académico, lo cual no es sorprendente. La inteligencia
también es un factor importante en el éxito laboral. Lo que puede sorprender es que, según
varios estudios, las personas con alto IQ tienden a vivir vidas más largas y padecer
menos cáncer y enfermedades cardiovasculares. Al parecer esto se debe a que son capaces
de modificar sus conductas para cuidarse mejor a sí mismos.
Pero, por otro lado, parece que la inteligencia también tiene sus desventajas. En un estudio
llevado a cabo entre miembros de Mensa se descubrió que es más probable que sufran
de ciertos padecimientos. Casi una cuarta parte habían sufrido desórdenes del estado
de ánimo: depresión, ansiedad o déficit de atención, por ejemplo. E incluso tenían
el triple de probabilidad de desarrollar alergias comparados con la población en general.
El psicólogo Kazimierz Dabrowski propone que esto se debe a que, en general, un mayor
nivel de inteligencia está asociado a la “sobreexcitabilidad”, o sea, a reaccionar
con más intensidad a los estímulos positivos o negativos. Por ejemplo, si el jefe te regaña,
puede ser que pases horas “rumiando” el acontecimiento, imaginando todos los posibles
resultados negativos, lo que puede causar una respuesta corporal de estrés que generaría
más ansiedad. Y si además las personas inteligentes tienden a aislarse… humm… ¡quizá para
evitarlo forman sociedades como Mensa! Otra hipótesis dice que es posible que las personas
con más actividad intelectual le dedican menos tiempo a la actividad física, lo que
genera esos problemas de salud. O la relación puede ser genética: los mismos genes asociados
con la inteligencia, de manera incidental, activan tanto los desórdenes como la mayor
longevidad. En todo caso, es saludable buscar ocupaciones
que vayan más allá del mero razonamiento. De hecho se ha argüido que las habilidades
medidas por la prueba de CI son apenas una parte de las posibilidades de la inteligencia
humana. El psicólogo Howard Gardner propone que hay muchos tipos de inteligencia:
Lógico-matemática. La más asociada con las ciencias.
Lingüística. La capacidad de entender y manejar el lenguaje y las palabras
Espacial. La aptitud para hacer modelos tridimensionales en nuestra mente y manipular objetos.
Musical. El talento de distinguir diferentes tonos y comprender sus relaciones.
Kinestésica-corporal. El saber controlar el propio cuerpo, como los bailarines, atletas
y artesanos. Interpersonal. La capacidad de ver las cosas
desde la perspectiva de los otros y relacionarte con ellos.
Intrapersonal. La capacidad de evaluarse a uno mismo y modelar tu propio pensamiento
y conducta. Diferentes personas sobresalen en diferentes
tipos. La buena noticia es que, con las condiciones adecuadas y entrenamiento, todos estos tipos
de inteligencia se pueden incrementar. ¿Cuál tipo de inteligencia dominas más? ¿Cuál
te gustaría mejorar? Dínoslo en los comentarios ¡Curiosamente!
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https://www.nytimes.com/2016/04/14/world/asia/inky-octopus-new-zealand-aquarium.html http://www1.udel.edu/educ/gottfredson/reprints/2004currentdirections.pdf
https://www.scientificamerican.com/article/bad-news-for-the-highly-intelligent/
Nuestros parientes más cercanos, los simios como los bonobos, chimpancés y gorilas, son
capaces de usar herramientas para conseguir agua y alimento. Los pájaros, por ejemplo
los cuervos, son capaces de resolver complicados problemas que nunca encontrarían en la naturaleza.
Y aún algunos moluscos, como los pulpos, aunque tienen un sistema nervioso completamente
diferente al nuestro, pueden sorprendernos, como cuando Inky, un pulpo encerrado en un
acuario de Nueva Zelanda, hizo su gran escape: abrió la tapa de su tanque, se arrastró
por el suelo y se metió por un drenaje que lo llevó directo al mar.