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Español con Juan, El viejecito (1)

El viejecito (1)

Chicos, ¿qué tal?

En este episodio os voy a contar un par de anécdotas de mi infancia, de cuando yo era aún muy niño y vivía en Granada con mi familia.

Sé que a muchos os gustan estos episodios en los que hablo de mis recuerdos en el contexto de la historia reciente de España. Conocer lo que ha pasado en mi país durante los últimos años a través de los ojos de un niño creo que le da un toque personal a los acontecimientos que, en fin, espero os parezca interesante.

Así que, nada, poneos cómodos y prestad atención porque empezamos.

Debían de ser los años setenta. 1973 o quizás 1974. Los últimos años del franquismo, en cualquier caso. Yo debía de tener unos diez años, más o menos.

Recuerdo que un día, como de costumbre, salí de casa temprano por la mañana para ir al colegio. Debían de ser las ocho y media, aproximadamente. A esas horas, todavía había muy poca gente por las calles.

De pronto, vi algo que me dejó completamente horrorizado. Algo inaudito. Algo que yo no había visto hasta entonces.

En una vieja tapia que había en la esquina de mi calle, durante la noche alguien había escrito en letras enormes:

FRANCO ASESINO DE ESPAÑA

El corazón me dio un vuelco. No podía entender aquella frase. ¿Asesino de España? ¿Franco?

¿Quién podía haber escrito aquella cosa tan horrible?

Hasta entonces yo no había escuchado a nadie hablar mal de Franco. Franco era el Generalísimo, el Caudillo, el que había salvado a España, el que nos había dado 40 años de paz y de progreso. Gracias a Franco, los españoles habíamos pasado de ir con alpargatas a viajar en seiscientos. Gracias a Franco, España se había convertido en el mejor país del mundo, un país que causaba envidia y admiración en el extranjero. Lo decía la tele y lo decía todo el mundo.

¿Quién podía haber escrito aquella frase tan horrible acerca de un hombre tan bueno y que tanto había hecho por España?

Una señora que pasaba en aquel momento por allí también se paró en seco y se quedó horrorizada al leer la frase escrita en la tapia. Era imposible no verla. Estaba escrita en letras enormes.

“¡Ay! ¡Dios mío!”, la escuché decir, espantada.

Ella parecía estar de acuerdo conmigo.

Los dos nos quedamos allí de pie unos segundos, inmóviles, mirando con horror aquella frase escrita en la pared, como si estuviéramos viendo un fantasma.

Creo que, sí, creo que esa fue la primera vez que tuve conciencia de que había gente en contra de Franco. Quizás por eso fue un episodio tan traumático para mí que aún conservo en la memoria.

Recuerdo que en el colegio me pasé toda la mañana pensando en aquella frase y en lo que quería decir. Tenía ganas de que terminaran las clases para volver a casa y leerla de nuevo. Pero cuando volví al medio día, la pintada ya no estaba. Alguien había llamado a la policía o a los bomberos y la habían cubierto de pintura blanca.

Me sentí aliviado y decepcionado al mismo tiempo. La frase era horrible, pero quería volver a leerla para intentar desentrañar su significado.

Quizás sorprenda esto que voy a decir, pero a mí Franco, el Caudillo, el Generalísimo, el general Franco, el dictador Francisco Franco que gobernó España durante cuarenta años, me caía muy bien.

Sí, así es…

Bueno, me caía bien a mí y a todo el mundo. Por lo menos eso es lo que me parecía a mí con once o doce años. Cuando yo era niño, no recuerdo a nadie hablar mal de Franco.

Me acuerdo de un día que estaba con mi padre viendo en la televisión imágenes en blanco y negro de un desfile militar en el que participaba el Generalísimo. El Generalísimo iba de pie, en un coche descapotable y a su lado había otro señor, que debía de ser muy importante y que era mucho más alto que él. Seguramente, era extranjero.

De repente, mi padre se giró hacía mí y me dijo: “¿Tú sabes por qué Franco es tan bajo? ¡Porque tienes los cojones muy grandes! Le pesan mucho los cojones y no puede crecer más”.

Y yo, desde aquel día, creo que empecé a mirar a mi padre y a Franco de forma diferente.

El caso es que, como estaba diciendo, en aquella época nadie hablaba mal del Caudillo. Por lo menos delante de mí.

Recuerdo que el día que murió Franco (el 20 de noviembre de 1975) y nos enteramos de que el colegio iba a estar cerrado varias semanas por luto, muchos chicos nos quedamos con una sensación agridulce.

Por un lado estábamos locos de contentos, claro, de no tener que ir a clase. A ningún niño del mundo, nunca jamás en la historia le ha gustado ir a la escuela y el que diga lo contrario miente como un bellaco.

Y nosotros, claro, chavales de once o doce años, estábamos entusiasmados con la idea de no tener que pisar la escuela por varias semanas.

Pero, por otro lado, nos sentíamos culpables. No estaba bien eso de alegrarse por la muerte de Franco.

Recuerdo una conversación que tuve aquel día con Tatín, el chico que se sentaba a mi lado en clase.

Estábamos los dos en el patio de la escuela. Estaba lloviendo y no quedaba casi nadie por allí; los otros chicos se habían marchado ya a sus casas o ni siquiera habían aparecido aquel día.

Tatín y yo nos quedamos remoloneando un poco, antes de irnos nosotros también. Supongo que queríamos saborear esa sensación de alivio que se tiene el día que te dan las vacaciones de verano o el viernes por la tarde, cuando acabas de terminar las clases y tienes por delante la inmensidad del fin de semana.

—Yo preferiría que no hubiera muerto —me dijo Tatín.

—¡Yo también! —le contesté yo, sin dudar, para no ser menos.

Y era verdad. No lo decíamos por decir. Habíamos nacido con Franco y no nos imaginábamos cómo sería España sin él.

Franco era España. Para nosotros, España sin Franco era inconcebible.

Hasta el día en que el Generalísimo murió, en mi casa raramente se hablaba de política, pero alguna vez recuerdo haber escuchado esta frase a mi tía la mayor:

“¿Qué pasará cuando Franco muera?”

Esa era una pregunta que mucha gente se hacía aquellos años. Como digo, España sin Franco era algo inimaginable.

Obviamente, los chicos de once o doce años de entonces no teníamos ni idea de quién era Francisco Franco. No sabíamos que era un dictador que había llegado al poder tras una guerra civil en la que habían muerto miles de españoles; ignorábamos que los opositores al régimen habían sufrido la represión durante la posguerra y que muchos habían sido fusilados o torturados o se habían tenido que exiliar en el extranjero. Eso lo aprendimos después, pero entonces, para nosotros Franco era simplemente un señor mayor, un viejecito que salía todos los días en la televisión y al que todo el mundo respetaba porque gracias a él España era el mejor país del mundo.

Recuerdo que un día, me imagino que debía de ser septiembre u octubre de 1975, tan solo unas semanas antes de la muerte de Franco, al volver del colegio al mediodía para ir a comer a mi casa, como de costumbre, me encontré con una concentración de personas en la plaza del ayuntamiento.

Yo no sabía de qué iba aquello. Era la primera vez que veía tanta gente reunida en aquella plaza y me quedé un rato a escuchar el discurso que estaba haciendo un señor vestido con un traje muy elegante desde el balcón del ayuntamiento. Supongo que sería el alcalde de la ciudad de la época.

El tipo estaba criticando a algunos países que, al parecer, habían atacado a España. Recuerdo que dijo algo de Olof Palme, el Primer Ministro sueco, y de algo que había pasado en Portugal, no recuerdo bien qué. Luego mencionó también una masacre que al parecer había ocurrido en México unos pocos años antes.

“¿Cómo se atreve a criticar a España el Gobierno de México, responsable de la matanza de cientos de personas inocentes?” Algo así dijo.

De repente, cuando el alcalde terminó su discurso, la gente en la plaza puso el brazo en alto y todo el mundo a mi alrededor empezó a cantar una canción que yo no conocía. La verdad es que me asusté mucho. No sabía qué estaba pasando. Todo el mundo allí parecía saberse de memoria la letra de aquella canción. Todo el mundo, menos yo. ¿Y por qué tenían el brazo levantado mientras cantaban? Todo aquello a mí me parecía muy raro.

Total, que me dio mucha vergüenza por ser yo el único que no sabía cantar aquella canción y me fui de allí lo más deprisa que pude.

Creo que aquella fue la primera vez que escuché cantar el Cara al Sol a una multitud de personas con el brazo en alto. Aunque, claro, yo entonces todavía no sabía qué era el Cara sol Sol ni qué significaba el saludo con el brazo en alto.

Recuerdo que, mientras volvía a casa, por encima de nuestras cabezas, volando bastante bajo y haciendo mucho ruido, pasó varias veces una avioneta lanzando octavillas. Cogí una y la leí.

Solo recuerdo una frase escrita en grandes letras. Decía algo así como “¡Granada nunca fue comunista!” y llamaba a movilizarse para dar apoyo al Caudillo y mostrar a los gobiernos de todo el mundo que los españoles estábamos con Franco y con España.

España era Franco. Y Franco era España. La identificación era total. Si se atacaba a Franco, se atacaba a España. Los enemigos de Franco eran los enemigos de España. Eso era lo que decía la televisión y eso era lo que todos sentíamos. Por lo menos eso era lo que sentía yo y toda la gente que yo conocía.

Recuerdo que por aquellas fechas, el primero de octubre exactamente, tuvo lugar en Madrid una enorme concentración en apoyo al Caudillo y también para protestar por los ataques a España que se habían producido en el extranjero.

Recuerdo las escenas en blanco y negro en la tele de mi casa. La Plaza de Oriente de Madrid estaba a rebosar de gente que ondeaba la bandera de España, exhibía pancartas a favor del Generalísimo y cantaban el "Viva España” de Manolo Escobar, una canción muy de moda aquellos años y que se había convertido en un himno casi más popular que el himno oficial de España.

En el balcón del Palacio de Oriente, Franco, rodeado de su mujer, de los entonces príncipes de España y de otros señores muy serios, salió a saludar y a dar el que sería su último discurso.

A mí de niño me parecía que cuando Franco hablaba, nadie realmente escuchaba lo que decía. Yo tenía la impresión de que la mayoría de la gente estaba más preocupada en dar gritos, cantar y saludar a las cámaras que en escuchar los discursos del Caudillo.

Era impresionante escuchar a la multitud gritando “¡Franco, Franco, Franco!”

Lo que nunca olvidaré fue la imagen en la televisión de Franco ese día en el balcón del Palacio de Oriente. Recuerdo que se movía con mucha dificultad, hablaba con una voz tan débil que apenas se entendía lo que decía y recuerdo que le temblaba mucho la mano derecha al saludar.

Al final, después de unas breves palabras, Franco acabó llorando y dando las gracias a todos los que habían ido a mostrarle su apoyo. Yo también me estremecí y casi se me saltan las lágrimas.

Yo, claro, aún era muy niño y no me enteraba mucho de lo que pasaba. En mi casa los mayores no hablaban de política, al menos cuando estaba yo delante y no tenía ni idea de por qué había tanta gente en Madrid gritando ¡Franco, Franco, Franco! ni por qué lloraba el Caudillo.

Por lo que pude entender viendo la televisión, parecía que algunos países extranjeros estaban atacando a España; pero yo no acababa de entender muy bien por qué. Me costaba comprender cómo nadie podría querer hacerle daño a aquel señor tan mayor y tan bueno que tanto había hecho por España. Tenían que ser, verdaderamente, personas malvadas o, como se decía entonces, los enemigos de España.

El viejecito (1) Der kleine alte Mann (1) The little old man (1) Le petit vieux (1) Il piccolo uomo anziano (1) 작은 노인 (1) Mały staruszek (1) O velhinho (1) Маленький старик (1) Den lille gamle mannen (1) 老头子(1)

Chicos, ¿qué tal?

En este episodio os voy a contar un par de anécdotas de mi infancia, de cuando yo era aún muy niño y vivía en Granada con mi familia. In this episode I am going to tell you a couple of anecdotes from my childhood, when I was still a child and lived in Granada with my family. Dans cet épisode, je vais vous raconter quelques anecdotes de mon enfance, lorsque j'étais encore un enfant et que je vivais à Grenade avec ma famille.

Sé que a muchos os gustan estos episodios en los que hablo de mis recuerdos en el contexto de la historia reciente de España. I know that many of you like these episodes in which I talk about my memories in the context of Spain's recent history. Conocer lo que ha pasado en mi país durante los últimos años a través de los ojos de un niño creo que le da un toque personal a los acontecimientos que, en fin, espero os parezca interesante. Knowing what has happened in my country during the last few years through the eyes of a child I think it gives a personal touch to the events that, in short, I hope you find interesting. Savoir ce qui s'est passé dans mon pays au cours des dernières années à travers les yeux d'un enfant donne, je pense, une touche personnelle aux événements qui, je l'espère, vous intéresseront.

Así que, nada, poneos cómodos y prestad atención porque empezamos. So, nothing, make yourselves comfortable and pay attention because we're getting started. Alors, asseyez-vous, asseyez-vous et soyez attentifs car nous commençons.

Debían de ser los años setenta. It must have been the 1970s. Ce devait être dans les années 1970. 1973 o quizás 1974. 1973 or perhaps 1974. Los últimos años del franquismo, en cualquier caso. The last years of Franco's regime, in any case. Les dernières années du franquisme, en tout cas. Yo debía de tener unos diez años, más o menos. I must have been about ten years old, more or less. Je devais avoir une dizaine d'années, plus ou moins.

Recuerdo que un día, como de costumbre, salí de casa temprano por la mañana para ir al colegio. Debían de ser las ocho y media, aproximadamente. Il devait être environ huit heures et demie. A esas horas, todavía había muy poca gente por las calles.

De pronto, vi algo que me dejó completamente horrorizado. Suddenly, I saw something that left me completely horrified. Soudain, j'ai vu quelque chose qui m'a complètement horrifié. Algo inaudito. Something unheard of. C'est du jamais vu. Algo que yo no había visto hasta entonces. Something I had not seen until then. Quelque chose que je n'avais jamais vu auparavant.

En una vieja tapia que había en la esquina de mi calle, durante la noche alguien había escrito en letras enormes: Sur un vieux mur au coin de ma rue, quelqu'un avait écrit en grosses lettres pendant la nuit :

FRANCO ASESINO DE ESPAÑA FRANCO MURDERER OF SPAIN FRANCO MEURTRIER D'ESPAGNE

El corazón me dio un vuelco. Mon cœur s'est emballé. No podía entender aquella frase. ¿Asesino de España? Murderer of Spain? ¿Franco?

¿Quién podía haber escrito aquella cosa tan horrible?

Hasta entonces yo no había escuchado a nadie hablar mal de Franco. Jusqu'alors, je n'avais jamais entendu personne dire du mal de Franco. Franco era el Generalísimo, el Caudillo, el que había salvado a España, el que nos había dado 40 años de paz y de progreso. Franco était le Généralissime, le Caudillo, celui qui avait sauvé l'Espagne, celui qui nous avait donné 40 ans de paix et de progrès. Gracias a Franco, los españoles habíamos pasado de ir con alpargatas a viajar en seiscientos. Thanks to Franco, we Spaniards had gone from wearing espadrilles to traveling in six hundred. Grâce à Franco, les Espagnols sont passés des espadrilles au voyage en six cents. Gracias a Franco, España se había convertido en el mejor país del mundo, un país que causaba envidia y admiración en el extranjero. Thanks to Franco, Spain had become the best country in the world, a country that caused envy and admiration abroad. Grâce à Franco, l'Espagne est devenue le meilleur pays du monde, un pays qui suscite l'envie et l'admiration à l'étranger. Lo decía la tele y lo decía todo el mundo. It was on TV and everybody was saying it. C'était à la télévision et tout le monde le disait.

¿Quién podía haber escrito aquella frase tan horrible acerca de un hombre tan bueno y que tanto había hecho por España? Who could have written such a horrible sentence about such a good man who had done so much for Spain?

Una señora que pasaba en aquel momento por allí también se paró en seco y se quedó horrorizada al leer la frase escrita en la tapia. A lady who was passing by at the time also stopped in her tracks and was horrified to read the phrase written on the wall. Une dame qui passait par là s'est également arrêtée et a été horrifiée en lisant la phrase écrite sur le mur. Era imposible no verla. Estaba escrita en letras enormes.

“¡Ay! ¡Dios mío!”, la escuché decir, espantada. My God!” I heard her say, shocked. Mon Dieu", l'ai-je entendue dire, atterrée.

Ella parecía estar de acuerdo conmigo. She seemed to agree with me.

Los dos nos quedamos allí de pie unos segundos, inmóviles, mirando con horror aquella frase escrita en la pared, como si estuviéramos viendo un fantasma. We both stood there for a few seconds, motionless, staring in horror at that sentence written on the wall, as if we were seeing a ghost. Nous sommes restés tous les deux quelques secondes, immobiles, fixant avec horreur l'écriture sur le mur, comme s'il s'agissait d'un fantôme.

Creo que, sí, creo que esa fue la primera vez que tuve conciencia de que había gente en contra de Franco. I think, yes, I think that was the first time I was aware that there were people against Franco. Quizás por eso fue un episodio tan traumático para mí que aún conservo en la memoria. Perhaps that is why it was such a traumatic episode for me that I still keep in my memory.

Recuerdo que en el colegio me pasé toda la mañana pensando en aquella frase y en lo que quería decir. I remember at school I spent the whole morning thinking about that sentence and what it meant. Tenía ganas de que terminaran las clases para volver a casa y leerla de nuevo. I was looking forward to the end of school so I could go home and read it again. Pero cuando volví al medio día, la pintada ya no estaba. But when I returned at noon, the graffiti was gone. Mais lorsque je suis revenu à midi, les graffitis avaient disparu. Alguien había llamado a la policía o a los bomberos y la habían cubierto de pintura blanca. Someone had called the police or the fire department and they had covered it in white paint.

Me sentí aliviado y decepcionado al mismo tiempo. I was relieved and disappointed at the same time. La frase era horrible, pero quería volver a leerla para intentar desentrañar su significado. The sentence was horrible, but I wanted to read it again to try to unravel its meaning. La phrase était horrible, mais j'ai voulu la relire pour essayer d'en comprendre le sens.

Quizás sorprenda esto que voy a decir, pero a mí Franco, el Caudillo, el Generalísimo, el general Franco, el dictador Francisco Franco que gobernó España durante cuarenta años, me caía muy bien. Perhaps this will come as a surprise, but I liked Franco, the Caudillo, the Generalissimo, General Franco, the dictator Francisco Franco who ruled Spain for forty years, very much. Cela peut surprendre, mais j'aimais beaucoup Franco, le Caudillo, le Generalissimo, le Général Franco, le dictateur Francisco Franco qui a gouverné l'Espagne pendant quarante ans.

Sí, así es… Yes, that's right...

Bueno, me caía bien a mí y a todo el mundo. Well, I liked him and everyone else. Je l'aimais bien, ainsi que tous les autres. Por lo menos eso es lo que me parecía a mí con once o doce años. At least that's what it seemed like to me when I was eleven or twelve years old. Cuando yo era niño, no recuerdo a nadie hablar mal de Franco.

Me acuerdo de un día que estaba con mi padre viendo en la televisión imágenes en blanco y negro de un desfile militar en el que participaba el Generalísimo. El Generalísimo iba de pie, en un coche descapotable y a su lado había otro señor, que debía de ser muy importante y que era mucho más alto que él. The Generalissimo was standing in a convertible car and next to him was another gentleman, who must have been very important and who was much taller than him. Le généralissime se tenait dans une voiture décapotable et à côté de lui se trouvait un autre monsieur, qui devait être très important et beaucoup plus grand que lui. Seguramente, era extranjero.

De repente, mi padre se giró hacía mí y me dijo: “¿Tú sabes por qué Franco es tan bajo? Suddenly, my father turned to me and said: "Do you know why Franco is so short? Soudain, mon père s'est tourné vers moi et m'a dit : "Sais-tu pourquoi Franco est si petit ? ¡Porque tienes los cojones muy grandes! Because your balls are so big! Parce que tes couilles sont si grosses ! Le pesan mucho los cojones y no puede crecer más”. His balls are too heavy and he can't grow any bigger." Ses couilles sont trop lourdes et il ne peut pas grossir".

Y yo, desde aquel día, creo que empecé a mirar a mi padre y a Franco de forma diferente. And I, from that day on, I think I began to look at my father and Franco differently.

El caso es que, como estaba diciendo, en aquella época nadie hablaba mal del Caudillo. The fact is that, as I was saying, at that time nobody spoke ill of the Caudillo. Por lo menos delante de mí. At least in front of me. Du moins devant moi.

Recuerdo que el día que murió Franco (el 20 de noviembre de 1975) y nos enteramos de que el colegio iba a estar cerrado varias semanas por luto, muchos chicos nos quedamos con una sensación agridulce. I remember the day Franco died (November 20, 1975) and we learned that the school was going to be closed for several weeks for mourning, many of us kids were left with a bittersweet feeling. Je me souviens du jour où Franco est mort (le 20 novembre 1975) et où nous avons appris que l'école allait être fermée pendant plusieurs semaines en signe de deuil.

Por un lado estábamos locos de contentos, claro, de no tener que ir a clase. On the one hand we were crazy happy, of course, not to have to go to class. A ningún niño del mundo, nunca jamás en la historia le ha gustado ir a la escuela y el que diga lo contrario miente como un bellaco. No child in the world, never ever in history has ever liked going to school and anyone who says otherwise is lying through his teeth. Aucun enfant au monde, jamais dans l'histoire, n'a jamais aimé aller à l'école et tous ceux qui disent le contraire mentent comme des arracheurs de dents.

Y nosotros, claro, chavales de once o doce años, estábamos entusiasmados con la idea de no tener que pisar la escuela por varias semanas. And we, of course, as eleven or twelve year olds, were excited about the idea of not having to go to school for several weeks. Et nous, bien sûr, en tant qu'enfants de onze ou douze ans, étions enthousiastes à l'idée de ne pas avoir à aller à l'école pendant plusieurs semaines.

Pero, por otro lado, nos sentíamos culpables. But, on the other hand, we felt guilty. No estaba bien eso de alegrarse por la muerte de Franco. It was not right to rejoice at Franco's death.

Recuerdo una conversación que tuve aquel día con Tatín, el chico que se sentaba a mi lado en clase. Je me souviens d'une conversation que j'ai eue ce jour-là avec Tatín, le garçon qui était assis à côté de moi en classe.

Estábamos los dos en el patio de la escuela. We were both in the schoolyard. Estaba lloviendo y no quedaba casi nadie por allí; los otros chicos se habían marchado ya a sus casas o ni siquiera habían aparecido aquel día. It was raining and there was hardly anyone around; the other kids had already gone home or hadn't even shown up that day. Il pleuvait et il n'y avait presque personne ; les autres enfants étaient déjà rentrés chez eux ou n'étaient même pas venus ce jour-là.

Tatín y yo nos quedamos remoloneando un poco, antes de irnos nosotros también. Tatin and I lingered a bit, before we left as well. Tatin et moi nous sommes attardés un moment, avant de partir à notre tour. Supongo que queríamos saborear esa sensación de alivio que se tiene el día que te dan las vacaciones de verano o el viernes por la tarde, cuando acabas de terminar las clases y tienes por delante la inmensidad del fin de semana. I guess we wanted to savor that feeling of relief you get on the day you get your summer vacation or on Friday afternoon, when you've just finished classes and the immensity of the weekend lies ahead of you. Je suppose que nous voulions savourer ce sentiment de soulagement que l'on ressent le jour des vacances d'été ou le vendredi après-midi, lorsque l'on vient de terminer l'école et que l'immensité du week-end s'offre à nous.

—Yo preferiría que no hubiera muerto —me dijo Tatín. -I'd rather he hadn't died," Tatin told me.

—¡Yo también! —le contesté yo, sin dudar, para no ser menos. -I replied, without hesitation, so as not to be less. -J'ai répondu, sans hésiter, pour ne pas être en reste.

Y era verdad. And it was true. No lo decíamos por decir. We didn't say it just to say it. Nous ne nous sommes pas contentés de dire cela. Habíamos nacido con Franco y no nos imaginábamos cómo sería España sin él. We were born with Franco and could not imagine what Spain would be like without him.

Franco era España. Para nosotros, España sin Franco era inconcebible. For us, Spain without Franco was inconceivable.

Hasta el día en que el Generalísimo murió, en mi casa raramente se hablaba de política, pero alguna vez recuerdo haber escuchado esta frase a mi tía la mayor: Until the day the Generalissimo died, politics was rarely discussed in my house, but I remember hearing this phrase from my eldest aunt: Jusqu'au jour de la mort du généralissime, on parlait rarement de politique chez moi, mais je me souviens avoir entendu cette phrase de la bouche de ma tante aînée :

“¿Qué pasará cuando Franco muera?” "What happens when Franco dies?"

Esa era una pregunta que mucha gente se hacía aquellos años. That was a question many people asked themselves in those years. Como digo, España sin Franco era algo inimaginable. As I say, Spain without Franco was unimaginable.

Obviamente, los chicos de once o doce años de entonces no teníamos ni idea de quién era Francisco Franco. Obviously, we eleven or twelve year olds at the time had no idea who Francisco Franco was. Évidemment, en tant qu'enfants de onze ou douze ans à l'époque, nous n'avions aucune idée de qui était Francisco Franco. No sabíamos que era un dictador que había llegado al poder tras una guerra civil en la que habían muerto miles de españoles; ignorábamos que los opositores al régimen habían sufrido la represión durante la posguerra y que muchos habían sido fusilados o torturados o se habían tenido que exiliar en el extranjero. We did not know that he was a dictator who had come to power after a civil war in which thousands of Spaniards had died; we did not know that the opponents of the regime had suffered repression during the post-war period and that many had been shot or tortured or had had to go into exile abroad. Nous ne savions pas qu'il s'agissait d'un dictateur arrivé au pouvoir après une guerre civile qui avait fait des milliers de morts en Espagne ; nous ne savions pas que les opposants au régime avaient subi une répression pendant la période d'après-guerre et que nombre d'entre eux avaient été fusillés ou torturés ou avaient dû s'exiler à l'étranger. Eso lo aprendimos después, pero entonces, para nosotros Franco era simplemente un señor mayor, un viejecito que salía todos los días en la televisión y al que todo el mundo respetaba porque gracias a él España era el mejor país del mundo. We learned that later, but then, for us Franco was simply an old man, a little old man who appeared every day on television and whom everyone respected because thanks to him Spain was the best country in the world.

Recuerdo que un día, me imagino que debía de ser septiembre u octubre de 1975, tan solo unas semanas antes de la muerte de Franco, al volver del colegio al mediodía para ir a comer a mi casa, como de costumbre, me encontré con una concentración de personas en la plaza del ayuntamiento. I remember that one day, I imagine it must have been September or October 1975, just a few weeks before Franco's death, when I returned from school at noon to go home for lunch, as usual, I found a gathering of people in the town hall square. Je me souviens qu'un jour, j'imagine que c'était en septembre ou octobre 1975, quelques semaines avant la mort de Franco, alors que je rentrais de l'école à midi pour aller déjeuner à la maison, comme d'habitude, j'ai trouvé un rassemblement de personnes sur la place de l'hôtel de ville.

Yo no sabía de qué iba aquello. I didn't know what it was all about. Je ne savais pas de quoi il s'agissait. Era la primera vez que veía tanta gente reunida en aquella plaza y me quedé un rato a escuchar el discurso que estaba haciendo un señor vestido con un traje muy elegante desde el balcón del ayuntamiento. It was the first time I had seen so many people gathered in that square and I stayed a while to listen to the speech that a man dressed in a very elegant suit was making from the balcony of the town hall. Supongo que sería el alcalde de la ciudad de la época. I guess it would be the mayor of the city at the time.

El tipo estaba criticando a algunos países que, al parecer, habían atacado a España. The guy was criticizing some countries that had apparently attacked Spain. Il critiquait certains pays qui avaient apparemment attaqué l'Espagne. Recuerdo que dijo algo de Olof Palme, el Primer Ministro sueco,  y de algo que había pasado en Portugal, no recuerdo bien qué. I remember he said something about Olof Palme, the Swedish Prime Minister, and something that had happened in Portugal, I don't quite remember what. Je me souviens qu'il a parlé d'Olof Palme, le Premier ministre suédois, et de quelque chose qui s'était passé au Portugal, je ne sais plus trop quoi. Luego mencionó también una masacre que al parecer había ocurrido en México unos pocos años antes. He then also mentioned a massacre that had apparently occurred in Mexico a few years earlier. Il a ensuite mentionné un massacre qui aurait eu lieu au Mexique quelques années auparavant.

“¿Cómo se atreve a criticar a España el Gobierno de México, responsable de la matanza de cientos de personas inocentes?” Algo así dijo. "How dare the Mexican government, responsible for the slaughter of hundreds of innocent people, criticize Spain?" Something like that he said. "Comment le gouvernement du Mexique, qui est responsable du massacre de centaines d'innocents, ose-t-il critiquer l'Espagne ? C'est à peu près ce qu'il a dit.

De repente, cuando el alcalde terminó su discurso, la gente en la plaza puso el brazo en alto y todo el mundo a mi alrededor empezó a cantar una canción que yo no conocía. Suddenly, when the mayor finished his speech, the people in the square put their arms in the air and everyone around me started singing a song I didn't know. Soudain, lorsque le maire a terminé son discours, les personnes présentes sur la place ont levé les bras en l'air et tout le monde autour de moi s'est mis à chanter une chanson que je ne connaissais pas. La verdad es que me asusté mucho. The truth is that I was really scared. No sabía qué estaba pasando. I didn't know what was going on. Todo el mundo allí parecía saberse de memoria la letra de aquella canción. Everyone there seemed to know the words to that song by heart. Todo el  mundo, menos yo. Everyone but me. ¿Y por qué tenían el brazo levantado mientras cantaban? And why did they have their arm raised while singing? Todo aquello a mí me parecía muy raro. It all seemed very strange to me. Tout cela me paraissait très étrange.

Total, que me dio mucha vergüenza por ser yo el único que no sabía cantar aquella canción y me fui de allí lo más deprisa que pude. Anyway, I was very embarrassed because I was the only one who could not sing that song and I left the place as fast as I could. Quoi qu'il en soit, j'étais très embarrassé parce que j'étais le seul à ne pas savoir chanter cette chanson et j'ai quitté l'endroit aussi vite que j'ai pu.

Creo que aquella fue la primera vez que escuché cantar el Cara al Sol a una multitud de personas con el brazo en alto. I think that was the first time I heard the Cara al Sol sung by a crowd of people with their arms raised in the air. Aunque, claro, yo entonces todavía no sabía qué era el Cara sol Sol ni qué significaba el saludo con el brazo en alto. Although, of course, I still didn't know what Cara sol Sol was or what the greeting with the raised arm meant.

Recuerdo que, mientras volvía a casa, por encima de nuestras cabezas, volando bastante bajo y haciendo mucho ruido, pasó varias veces una avioneta lanzando octavillas. I remember that, while I was coming home, a small plane passed several times dropping leaflets over our heads, flying quite low and making a lot of noise. Je me souviens que, sur le chemin du retour, au-dessus de nos têtes, volant assez bas et faisant beaucoup de bruit, un petit avion est passé plusieurs fois au-dessus de nous, larguant des tracts. Cogí una y la leí. I picked one up and read it. J'en ai pris un et je l'ai lu.

Solo recuerdo una frase escrita en grandes letras. I only remember one sentence written in big letters. Decía algo así como “¡Granada nunca fue comunista!” y llamaba a movilizarse para dar apoyo al Caudillo y mostrar a los gobiernos de todo el mundo que los españoles estábamos con Franco y con España. It said something like “Grenada was never communist!” and called for mobilization to support the Caudillo and show governments around the world that we Spaniards were with Franco and with Spain. Elle disait quelque chose comme "Grenade n'a jamais été communiste" et appelait à la mobilisation pour soutenir le Caudillo et montrer aux gouvernements du monde entier que nous, Espagnols, étions avec Franco et avec l'Espagne.

España era Franco. Spain was Franco. Y Franco era España. La identificación era total. The identification was total. Si se atacaba a Franco, se atacaba a España. If Franco was attacked, Spain was attacked. Los enemigos de Franco eran los enemigos de España. Franco's enemies were the enemies of Spain. Eso era lo que decía la televisión y eso era lo que todos sentíamos. That was what the television said and that was what we all felt. Por lo menos eso era lo que sentía yo y toda la gente que yo conocía. At least that was how I felt and all the people I knew.

Recuerdo que por aquellas fechas, el primero de octubre exactamente, tuvo lugar en Madrid una enorme concentración en apoyo al Caudillo y  también para protestar por los ataques a España que se habían producido en el extranjero. I remember that around that time, on October 1st to be exact, a huge rally took place in Madrid in support of the Caudillo and also to protest against the attacks on Spain that had taken place abroad. Je me souviens qu'à cette époque, le 1er octobre pour être précis, un grand rassemblement a eu lieu à Madrid pour soutenir le Caudillo et protester contre les attaques contre l'Espagne qui avaient eu lieu à l'étranger.

Recuerdo las escenas en blanco y negro en la tele de mi casa. I remember the black and white scenes on TV at home. Je me souviens des scènes en noir et blanc sur la télévision à la maison. La Plaza de Oriente de Madrid estaba a rebosar de gente que ondeaba la bandera de España, exhibía pancartas a favor del Generalísimo y cantaban el "Viva España” de Manolo Escobar, una canción muy de moda aquellos años y que se había convertido en un himno casi más popular que el himno oficial de España. The Plaza de Oriente in Madrid was overflowing with people who waved the Spanish flag, displayed banners in favor of the Generalissimo and sang Manolo Escobar's "Viva España", a very fashionable song in those years and which had become a hymn. almost more popular than the official anthem of Spain. La Plaza de Oriente de Madrid était remplie de gens qui brandissaient le drapeau espagnol et des banderoles en faveur du Generalísimo et qui chantaient "Viva España" de Manolo Escobar, une chanson très à la mode dans ces années-là et qui était devenue presque plus populaire que l'hymne officiel de l'Espagne.

En el balcón del Palacio de Oriente, Franco, rodeado de su mujer, de los entonces príncipes de España y de otros señores muy serios, salió a saludar y a dar el que sería su último discurso. On the balcony of the Palacio de Oriente, Franco, surrounded by his wife, the then princes of Spain and other very serious gentlemen, came out to greet and give what would be his last speech. Sur le balcon du Palais d'Orient, Franco, entouré de son épouse, des princes d'Espagne de l'époque et d'autres messieurs très sérieux, est sorti pour saluer et prononcer ce qui devait être son dernier discours.

A mí de niño me parecía que cuando Franco hablaba, nadie realmente escuchaba lo que decía. It seemed to me as a child that when Franco spoke, no one really listened to what he said. Yo tenía la impresión de que la mayoría de la gente estaba más preocupada en dar gritos, cantar y saludar a las cámaras que en escuchar los discursos del Caudillo. I had the impression that most people were more concerned with shouting, singing and waving to the cameras than listening to the Caudillo's speeches. J'ai eu l'impression que la plupart des gens étaient plus préoccupés par les cris, les chants et les signes de la main devant les caméras que par les discours du Caudillo.

Era impresionante escuchar a la multitud gritando “¡Franco, Franco, Franco!” It was impressive to hear the crowd shouting "Franco, Franco, Franco!" Il était impressionnant d'entendre la foule crier "Franco, Franco, Franco !".

Lo que nunca olvidaré fue la imagen en la televisión de Franco ese día en el balcón del Palacio de Oriente. What I will never forget was the image on television of Franco that day on the balcony of the Palacio de Oriente. Recuerdo que se movía con mucha dificultad, hablaba con una voz tan débil que apenas se entendía lo que decía y recuerdo que le temblaba mucho la mano derecha al saludar. I remember that he moved with great difficulty, he spoke in such a weak voice that it was difficult to understand what he was saying and I remember that his right hand shook a lot when he waved. Je me souviens qu'il se déplaçait avec beaucoup de difficulté, qu'il parlait d'une voix si faible que l'on comprenait à peine ce qu'il disait et que sa main droite tremblait beaucoup lorsqu'il faisait un signe de la main.

Al final, después de unas breves palabras, Franco acabó llorando y dando las gracias a todos los que habían ido a mostrarle su apoyo. At the end, after a few brief words, Franco ended up crying and thanking all those who had come to show their support. Yo también me estremecí y casi se me saltan las lágrimas. I also shuddered and almost had tears in my eyes. J'étais également ébranlée et presque en larmes.

Yo, claro, aún era muy niño y no me enteraba mucho de lo que pasaba. I, of course, was still very young and didn't know much about what was going on. Bien sûr, j'étais encore très jeune et je ne savais pas grand-chose de ce qui se passait. En mi casa los mayores no hablaban de política, al menos cuando estaba yo delante y no tenía ni idea de por qué había tanta gente en Madrid gritando ¡Franco, Franco, Franco! In my house the elders did not talk about politics, at least not when I was in front of them and I had no idea why there were so many people in Madrid shouting Franco, Franco, Franco! ni por qué lloraba el Caudillo. nor why the Caudillo was crying.

Por lo que pude entender viendo la televisión, parecía que algunos países extranjeros estaban atacando a España; pero yo no acababa de entender muy bien por qué. From what I could understand from watching television, it seemed that some foreign countries were attacking Spain; but I didn't quite understand why. D'après ce que je pouvais comprendre en regardant la télévision, il semblait que certains pays étrangers attaquaient l'Espagne, mais je ne comprenais pas vraiment pourquoi. Me costaba comprender cómo nadie podría querer hacerle daño a aquel señor tan mayor y tan bueno que tanto había hecho por España. It was hard to understand how anyone could want to harm such an old and good man who had done so much for Spain. Il était difficile de comprendre comment quelqu'un pouvait vouloir faire du mal à un homme si vieux et si bon, qui avait tant fait pour l'Espagne. Tenían que ser, verdaderamente, personas malvadas o, como se decía entonces, los enemigos de España. They had to be, truly, evil people or, as it was said then, the enemies of Spain. Il devait s'agir de personnes réellement maléfiques ou, comme on disait à l'époque, d'ennemis de l'Espagne.