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Esp - VisualPolitik, ¿Cuál es el LEGADO de Donald TRUMP? ÉXITOS y FRACASOS de su administración - VisualPolitik

¿Cuál es el LEGADO de Donald TRUMP? ÉXITOS y FRACASOS de su administración - VisualPolitik

(Este vídeo no tiene que ver con las elecciones sino con los 4 primeros años de Donald Trump

como Presidente. Sea cual sea el resultado los datos, números y hechos aquí contenidos

se mantendrán inalterados)

Queridos amigos, en este vídeo vamos a examinar y analizar cómo ha sido el primer mandato

de Donald Trump al frente de los Estados Unidos.

Este vídeo no va contra ni a favor del Presidente Donald J. Trump, no. Muchos lo veréis y os

gustará el resultado, a otros seguramente no. Muchos pensaréis que nos hemos dejado

cosas en el tintero. O que hemos repartido más palos y zanahorias de la cuenta.

Pero creo, honestamente, que esto que vamos a ver es una buena aproximación a lo que

ha sido la administración Trump más allá del marketing, los escándalos y el folklore

político.

Y sí, seguramente nos hayamos dejado muchas cosas en el camino, pero hemos tenido que

seleccionar y priorizar. Así que os animo a que si pensáis que ha faltado o sobrado

algo nos lo digáis luego en los comentarios y abramos debate.

Dicho esto, queridos amigos, vamos a empezar por lo que el cuadragesimoquinto presidente

de los Estados Unidos, Donald John Trump siempre consideró como su prioridad número 1.

Al fin y al cabo hablamos de un presidente que llegó al Despacho Oval presumiendo de

sus capacidades de gestión empresarial. Así que… No nos queda otra que empezar exactamente

por ahí.

(ES LA ECONOMÍA… DEMONIOS)

Las campañas electorales son esos momentos en los que los políticos nos venden todo

tipo de promesas: menos impuestos, más vacaciones, más carreteras, más democracia, la mejor

educación del mundo, mejores polideportivos, lo que sea.

Las elecciones se convierten así en una especie de bazar, de zoco turco donde los políticos

tratan de conquistar nuestros votos a base de grandilocuentes promesas.

Promesas tan excelsas y rimbombantes como generalmente descafeinadas cuando finalmente

llegan al poder.

Eso es algo a lo que estoy seguro, pero seguro, seguro, que todos estamos habituados. Digamos

que forma parte del espectáculo.

Sin embargo, amigos, lo de Donald Trump en 2016 fue mucho más allá, fue toda una oda

a la imaginación.

¿No me creéis? Pues... ¿Qué os parece si hacemos memoria? Atentos.

(Durante la campaña electoral del 2016 Donald Trump dio un golpe sobre la mesa. Dijo una

y otra vez que su llegada al despacho oval implicaría que por primera vez los Estados

Unidos fueran dirigidos de forma profesional por un empresario con mucha experiencia.

Algo que lógicamente tendría resultados. Donald Trump se comprometió a cambiar los

Estados Unidos para siempre.

Por ejemplo, el cuadragesimoquinto presidente prometió que multiplicaría el crecimiento

económico hasta situarlo entre el 4 y el 6% anual, algo que conseguiría mediante fuertes

recortes de impuestos y una nueva política comercial.

De hecho, en esta misma línea, el presidente se comprometió asimismo a terminar con el

enorme déficit comercial que según él mismo lastraba la economía norteamericana. Y eso

no es todo, además dio su palabra de que lograría equilibrar las cuentas públicas

y lo que es aún mejor, que sus políticas permitirían pagar toda la deuda pública

federal - más de 19 billones de dólares - en apenas 8 años.

Con estos cambios el pueblo norteamericano disfrutaría de una prosperidad nunca antes

visto.)

Ojo, todas estas promesas no son nuestras… Sino del Presidente Trump…. Claro que 4

años después podemos decir que lo que ha ocurrido ha sido muy diferente, incluso sin

contar con la pandemia del sars-coronavirus-2.

Más allá de todo el marketing que se ha vertido sobre el supuesto milagro económico

de Donald Trump, quizás deberíamos preguntarnos… ¿Cuáles han sido realmente los números

que ha logrado su administración?

Pues… Durante los primeros 3 años no fueron malos, pero tampoco nada del otro mundo. Lo

siento, esto no es una opinión, son los números. ¿Queréis datos concretos? Pues fijaos.

Durante los 3 primeros años de la administración Trump el crecimiento del empleo fue menor

que los registrados durante la administración Obama;

el crecimiento económico medio fue algo superior pero muy similar;

los salarios también crecieron más, sí, pero muy ligeramente, apenas 2 décimas más

cada año. De una media del 1% durante la era Obama a una del 1,2% durante la era Trump;

Y por su parte la inversión extranjera cayó en 2019 a su nivel más bajo desde el 2006.

Amigos, ojo, porque esto es importante, este escenario,todos estos resultados estuvieron

además bañados con un enorme incremento del gasto público y de la política de expansión

monetaria de la reserva federal.

Fijaos por ejemplo en este gráfico:

(Bajo la Administración Trump, en apenas 3 presupuestos, el gasto público se ha disparado

sin contar los paquetes de rescate por el coronavirus en torno a un 20%. Esto supone

un incremento anual de más del 6%. Es decir, el gasto público con Trump ha crecido 3 veces

más que la economía nacional.)

Y claro si además bajas los impuestos, pues lo que te encuentras es con un agujero brutal.

Y eso es exactamente lo que ha ocurrido.

A pesar de crecer la economía por encima del 2% y estando prácticamente en pleno empleo,

el déficit público federal, insisto, federal en 2019 fue de casi 980 mil millones de dólares.

Un 4,5% del PIB. Y eso no es todo. Para este año incluso sin

coronavirus estaba proyectado un déficit de casi el 5%. ¡El 5% con la economía creciendo

y funcionando a pleno empleo! De locos.

Imaginaos a dónde se irían estas cifras, no sé, en caso de crisis. Bueno, qué diantres,

estamos en 2020, lo hemos visto. Y, ¿Sabéis qué? Se espera que el gobierno federal cierre

el 2020 con un déficit público por encima del 17%.

Sí, sí, el 17%. No te has confundido ni nosotros nos hemos olvidado de poner bien

los decimales. Un 17%.

Y esto, esto es lo que explica que la deuda pública no solo no se haya pagado sino que

se haya disparado.

(Tan solo durante los primeros 3 años de Donald Trump al frente del país la deuda

pública creció en más de 3 billones, billones hispanos de dólares. Si a eso le sumamos

el impacto del coronavirus, a mediados del 2020 ya había superado la barrera de los

6 billones de dólares.

Para que os hagáis una idea, esto es más que todo el PIB de Japón, o prácticamente

la suma de los PIB de Alemania y Francia.)

Estos, amigos, son los números.

Claro que son cosas que en gran medida ha quedado camufladas por lo que ha sido toda

una enorme campaña de marketing, espoleada por declaraciones como esta:

(“Hicimos y llevamos a este país al punto más grande de su historia. Nunca tuvimos

una economía como la que tuvimos ... Nunca tuvimos números como estos. Los volveremos

a tener de nuevo. Donald Trump)

Bueno todos conocemos a Trump y su particular relación con la verdad.

Dicho esto amigos, su gobierno sí ha tenido algunos importantes éxitos con su política

económica durante este tiempo.

Ahí tenemos, por ejemplo, la ley de empleos y recortes de impuestos que la administración

impulsó y logró aprobar a finales del 2017. La mayor reforma fiscal en 30 años - que

no la mayor bajada de impuestos, ojo.

(Hablamos de una ley que redujo ligeramente el impuesto sobre la renta de las personas,

que alentó la competencia fiscal entre los estados y que sobre todo redujo el impuesto

sobre beneficios de las empresas estableciendo una especie de flat tax. Además - y esta

es una de las claves - cambió el ámbito de aplicación de este impuesto que dejó

de ser mundial.

Es decir, las empresas norteamericanas ya no tienen que pagar completamente por los

beneficios que por ejemplo obtengan en Europa - dónde evidentemente ya habrán pagado sus

correspondientes impuestos.

El caso es que estas medidas permitieron aumentar los beneficios corporativos, y por tanto la

fortaleza de las empresas norteamericanas, su competitividad y su valor en bolsa. Esta

es una de las claves que han alimentado el buen desempeño del mercado de valores norteamericanos

durante los últimos años.)

Lo que se le olvidó a Trump, como ya he hemos visto, fue ajustar también el gasto público.

Y claro, menos impuestos… Y más gasto público… Es una combinación que no suele ser muy recomendable.

En cualquier caso, esta reforma fiscal tuvo un impacto razonablemente bueno.

Otro punto en el que podemos decir que Trump ha tenido cierto éxito ha sido a la hora

de limitar el crecimiento de las regulaciones federales.

Y es que veréis, nada más llegar al poder, el 30 de enero del 2017, el Presidente Trump

firmó la Orden Ejecutiva 13771 por la que ordenaba eliminar dos regulaciones existentes

por cada nueva regulación que se aprobara.

(Al final la cosa no ha sido así, pero durante este mandato sí que se ha contenido la creación

de nuevas regulaciones federales.

Una forma de verlo es echar un vistazo al número de páginas del Código de Regulaciones

Federales que todos los años codifica las regulaciones federales existentes. Pues bien,

fijaos en cómo durante estos años el número de páginas de este Código se ha mantenido

relativamente estable.)

Evidentemente, menos regulaciones suele ser algo que le hace la vida más facil a las

empresas, especialmente a las pequeñas empresas. Y no es que Trump haya reducido el número

de regulaciones federales, pero al menos no han continuado creciendo más y más.

Claro que frente a estos logros también ha habido… grandes fracasos.

Ahí está por ejemplo el caso de la guerra comercial, una de las políticas clave de

esta administración.

En menos de 3 años, desde que se pusiera en marcha a principios del 2018, Trump casi

pone patas arriba el comercio mundial. De repente se lanzó a toda una guerra comercial

con China y también con países aliados: Canadá, México, Europa, Corea del Sur, etcétera,

etcétera.

Y esto ha sido un enorme fracaso. No solo porque ha mermado la competitividad de muchas

empresas norteamericanas que ahora tienen que pagar un montón de aranceles por sus

compras sino también porque no ha cumplido su propósito esencial: reducir el déficit

comercial.

Que de hecho ahora se encuentra en máximos.

(6 de octubre del 2020 El déficit comercial de EE. UU. Salta en agosto a su mayor nivel

en 14 años. Reuters)

Y eso a pesar de que los aranceles le están costando a los ciudadanos y empresas norteamericanas

decenas y decenas de miles de millones cada año.

Trump ha más que duplicado el arancel medio de todas las exportaciones norteamericanas,

lo que equivale a una de las mayores subidas de impuestos desde 1940 y que contrarresta

gran parte de la reducción de impuestos del 2017.

Sí, eso el Presidente Trump no lo suele contar, pero las cuentas son las cuentas.

Y ahí no termina todo.

(Los aranceles han provocado que otros países tomen medidas recíprocas de tal forma que

por ejemplo las compras chinas de productos fabricados en Estados Unidos son ahora más

bajas que antes de que se pusiera en marcha la guerra comercial.

Muchas empresas norteamericanas se están enfrentando a engorrosos trámites burocráticos

y mayores costes y la inversión extranjera en Estados Unidos se ha desplomado a su menor

nivel desde el 2006.)

[Vamos, todo un éxito.. de cartón piedra. hoy en Estados Unidos hay menos empleos industriales

que cuando Trump llegó a la Casa Blanca]

Y ojo, porque esto no ha terminado.

Ahora el siguiente país en el punto de mira es Vietnam. El 2 de octubre del 2020 el departamento

de comercio puso en marcha una investigación sobre una supuesta competencia desleal que

puede terminar en nuevos aranceles.

Y vuelta a empezar.

Por cierto, ¿Sabéis cómo está arreglando el Presidente muchos de los desaguisados que

se han creado con estas políticas? Pues a golpe de subvención. Sí, sí, de subvención.

(23 de mayo del 2019: Trump anuncia un nuevo paquete de ayuda de $16 mil millones para

los agricultores estadounidenses afectados por la guerra comercial. WaPo)

Amigos, a todos estos resultados que hemos visto tendríamos que añadir las presiones

para que la Reserva Federal devaluara el dólar e incrementará su política de darle a la

máquina de los billetes - de lo que ya os hablamos en un vídeo que os dejo en la descripción

- o de la pésima respuesta a la pandemia del coronavirus.

Al final, en materia económica el mandato de Trump ha tenido algunas luces, sí, pero

en general deja un país mucho más endeudado, más cerrado al mundo y ahora incluso, coronavirus

mediante, con menos empleos y muchos más parados que cuando llegó al poder.

Y es que visto lo visto, casi podemos decir que Trump ha sido un buen representante en

los Estados Unidos de lo que podríamos denominar como peronismo histórico. Y no, no me he

vuelto loco. Ahí tenéis los datos y las políticas que se han puesto en marcha. Trump

ha volado por los aires muchos fundamentos históricamente básicos del Partido Republicano.

Pero amigos, por supuesto la legislatura de Trump no se ha limitado exclusivamente al

terreno económico.

Atentos.

(UN MUNDO DE PUÑOS, BANDERAS Y ACERO)

En la cuestión de la política exterior el mandato de Trump ha sido de todo menos tranquilo.

Desde las malas relaciones con los líderes occidentales hasta una sorprendente cercanía

con muchos líderes autoritarios, o directamente abyectos dictadores, como Kim Jong-Un. Desde

luego este mandato ha roto muchos pero que muchos moldes.

Pero en esta ocasión vamos a centrarnos exclusivamente en los tantos más favorables como desfavorables

de la que ha sido tal vez la política exterior más impredecible en mucho tiempo.

Y amigos, la cosa empieza fuerte, porque lo primero que podemos decir es que Trump se

ha convertido en el primer presidente de los Estados Unidos en no declarar una guerra desde

1980. Y eso desde luego está bien. (Pero eso no es todo: esta administración ha logrado hitos tan importantes como los

acuerdos de Abraham. Un acuerdo histórico, en el que Estados Unidos jugó un papel importante,

y por el que los Emiratos Árabes Unidos han reconocido formalmente el estado de Israel.

Un reconocimiento al que luego se ha sumado Bahrein y que probablemente conducirá en

los próximos tiempos a que el resto de países árabes como Kuwait o Arabia Saudita sigan

el mismo camino. Estamos hablando de la plena normalización de las relaciones entre los

países árabes e Israel)

Otro punto fuerte de la política exterior de Trump ha sido por ejemplo, el regreso a

la política de la disuasión con Irán tras la ejecución a principios del 2020 del General

Soleimani, el poderoso jefe de las fuerzas de élite Quds. Uno de los pesos pesados del

régimen teocrático de Irán.

En su haber también están la derrota del ISIS, con la ejecución del líder del califato

Abu Bakr al-Baghdadi o su apoyo a Taiwán. Porque, amigos, esta administración ha sido

particularmente cercana a esta asediada isla de la que hace muy poquito tiempo os hablamos

en VisualPolitik.

Y por último el acuerdo de paz en Afganistán, o mejor dicho la retirada, porque el acuerdo

de facto devuelve a los talibanes toda su influencia. Claro que aquí, siendo justos,

no está claro que hubiera otra alternativa posible.

Sin embargo, esperad un momento, porque junto a todos estos éxitos o luces también encontramos

grandes fracasos. Y entre ellos el más importante es, sin duda,China.

(Tras su llegada a la Casa Blanca Donald Trump puso en marcha una especie de Guerra Fria

contra el gigante asiático y de momento no la está ganando. El gobierno chino de Xi

Jinping está extendiendo sus tentáculos como nunca antes habíamos visto.

África, Asia Central o incluso los países de la antigua Yugoslavia son ejemplos de territorios

donde la influencia de China es más importante incluso que la de los Estados Unidos. Y no

solo eso, la modernización del Ejército Popular de Liberación ha puesto al rojo vivo

toda la región del este de Asia.)

Para colmo Xi Jinping se ha atrevido a poner fin de facto al régimen de libertad de Hong

Kong sin que Washington haya sido capaz de hacer absolutamente nada. Del "Tear down this

wall" de Ronald Regan en Berlín Occidental

hemos pasado a la más absoluta inacción en el caso de Hong Kong, que hasta ahora era uno de los lugares más libres de la tierra.

Puede parecernos algo distante, pero pensad en lo que esto significa en la que ya es demográfica

y económicamente la región más importante del mundo.

Amigos, en parte esa inacción se debió a que todos los cartuchos ya se habían gastado

en la guerra comercial. Así que ahora el mundo libre se queda con los aranceles, sin

Hong Kong, y con una China más expansionista que nunca. ¿Cómo era eso? ¿“The Art of

the Deal”?

(Luego respecto a temas tan delicados como Corea del Norte, Ucrania o Venezuela los logros

de la administración han sido prácticamente nulos. De hecho, ahora ya sabemos que tendremos

que hacernos a la idea de una Corea del Norte permanentemente nuclear.)

Y si a todo esto le sumamos las tensas relaciones con muchos de los aliados históricos, la

política comercial del presidente - que sacó por ejemplo a Estados Unidos del mayor acuerdo

de libre comercio de la historia, algo que curiosamente Xi Jinping seguro celebró por

todo lo alto -, la traición de Trump a los kurdos, su papel a la hora de alimentar el

enfrentamiento con Catar o su incapacidad para exigir responsabilidades lo que tenemos

es un escenario de blancos y negros.

Por un lado el acuerdo entre Israel y los países árabes ha sido un acontecimiento

histórico, y el hecho de que Estados Unidos esté envuelto en menos guerras sin duda es

una buena noticia para Estados Unidos.

Pero por otra parte, Trump nos deja un mundo menos abierto, con una nueva guerra fría

potencialmente en marcha para la que tal vez no estemos preparados y a muchos tiranos con

una sensación de total impunidad. Esos son sus grandes oscuros.

(DEL MURO A LA JUSTICIA Y UNA PANDEMIA)

A nivel de política nacional podríamos decir muchas cosas, pero creo que hay tres cuestiones

que sobresalen por derecho propio: la inmigración, la justicia y el coronavirus. [Porque sobre

su plan de reforma del sistema de salud pues… Ni está ni se le espera, a pesar de todas

las veces que lo ha prometido.]

Amigos, si Trump ha tenido una obsesión esa no ha sido otra que el muro y reducir la inmigración,

toda la inmigración.

(Por un lado el muro ha sido un enorme fracaso. Trump lo prometió por activa y por pasiva,

pero 4 años después apenas se han producido avances. De hecho y a pesar de todos los esfuerzos

apenas se han construido 480 km de muro, de los cuales 420, por cierto, no ha sido una

construcción sino más bien una reparación de las estructuras ya existentes.

Es decir, que el muro de Trump, el muro nuevo de Trump apenas tiene 4 años después de

prometerlo una extensión de 60 km en una frontera de más de 3.000. Y por supuesto

México no ha pagado un solo dólar)

Claro que esa no ha sido su única política respecto a la inmigración.

Desde que asumió el cargo su administración ha emprendido más de 400 acciones ejecutivas

sobre inmigración. Su obsesión incluso ha llegado hasta las visas H-1B, las otorgadas

a profesionales de alto nivel como matemáticos, informáticos o ingenieros.

Desde que Trump llegó al poder el porcentaje de solicitudes rechazadas se ha triplicado:

(“Los principales CEOs denuncian la política de inmigración de Trump como una amenaza

para la economía estadounidense”. New York Times)

Y es que hablamos, ojo, de profesionales altamente cualificados que resultan claves para la competitividad

de las empresas norteamericanas. Esta es por cierto una de las razones por las que en Silicon

Valley el apoyo a Biden es tan alto.

Tal vez en materia migratoria el único tanto que ha logrado es que México detenga buena

parte de los flujos migratorios desde América Central que tanto le han incomodado.

(Pero dónde sí ha cosechado grandes triunfos ha sido en la parte de la justicia. En 2018

y tras un acuerdo bipartito firmó la First Step Act, una ley que supone como su nombre

indica un primer paso para reformar el sistema judicial y que da un mayor papel a las políticas

de rehabilitación y reinserción.

También ha logrado colocar gracias a la mayoría republicana en el Senado a 3 jueces conservadores

en la Corte Suprema, lo que garantiza presumiblemente la mayoría conservadora por muchos años.)

Esto tiene una influencia gigantesca en la política de los Estados Unidos.

Y por último el gran fracaso, el mayor fracaso tal vez de toda la legislatura ha sido la

forma con la que esta Administración se ha enfrentado a la pandemia. Y es que ahí están

las grabaciones con Bob Woodward, Trump supo muy pronto a qué nos enfrentábamos pero

no hizo nada. Bueno, no solo no hizo nada sino que trató de quitarle peso.

Y eso, eso amigos le ha costado a la sociedad norteamericana un precio muy alto: más de

235 mil fallecidos a la hora de preparar este vídeo. Con apenas el 4% de la población

mundial, Estados Unidos suma entorno al 20% de todas las víctimas mortales registradas.

Y por supuesto, una crisis económica enorme.

En fin amigos, por el camino nos dejamos muchísimas cosas, incluso un proceso de Impeachment,

pero estas creemos que han sido las principales claves de la era Trump, con sus luces y sus

sombras.

Claro que si me lo permitís, para terminar tengo que decir una cosa: ese supuesto milagro

económico impulsado por el presidente simplemente no ha existido. Ha llegado la hora de preguntarse

si tanta tensión, tantos enfrentamientos y tantas amenazas han merecido la pena. Personalmente

creo que no.

Pero llegados hasta aquí, ¿Qué opinión tienes de la era Trump? ¿Qué crees que nos

ha faltado comentar?

Déjanos tu respuesta en los comentarios y abramos debate.

Ahora si este vídeo os ha resultado interesante no olvidéis darle al botón de like y suscribiros

a VisualPolitik.

Una vez más gracias por estar ahí.

Un saludo y hasta la próxima.

¿Cuál es el LEGADO de Donald TRUMP? ÉXITOS y FRACASOS de su administración - VisualPolitik Was ist Donald Trumps LEGACY? ERFOLGE und MISSERFOLGE seiner Regierung - VisualPolitik What is Donald TRUMP's LEGACY? SUCCESSES and FAILURES of his administration - VisualPolitik Qual é o legado de Donald Trump? sucessos e fracassos da sua administração - VisualPolitik Vad är Donald Trumps eftermäle? Framgångar och misslyckanden för hans administration - VisualPolitik

(Este vídeo no tiene que ver con las elecciones sino con los 4 primeros años de Donald Trump

como Presidente. Sea cual sea el resultado los datos, números y hechos aquí contenidos

se mantendrán inalterados)

Queridos amigos, en este vídeo vamos a examinar y analizar cómo ha sido el primer mandato

de Donald Trump al frente de los Estados Unidos.

Este vídeo no va contra ni a favor del Presidente Donald J. Trump, no. Muchos lo veréis y os

gustará el resultado, a otros seguramente no. Muchos pensaréis que nos hemos dejado

cosas en el tintero. O que hemos repartido más palos y zanahorias de la cuenta. things in the inkwell. Or that we have handed out more carrots and sticks than we should have.

Pero creo, honestamente, que esto que vamos a ver es una buena aproximación a lo que

ha sido la administración Trump más allá del marketing, los escándalos y el folklore

político.

Y sí, seguramente nos hayamos dejado muchas cosas en el camino, pero hemos tenido que

seleccionar y priorizar. Así que os animo a que si pensáis que ha faltado o sobrado

algo nos lo digáis luego en los comentarios y abramos debate.

Dicho esto, queridos amigos, vamos a empezar por lo que el cuadragesimoquinto presidente

de los Estados Unidos, Donald John Trump siempre consideró como su prioridad número 1.

Al fin y al cabo hablamos de un presidente que llegó al Despacho Oval presumiendo de After all, we are talking about a president who came into the Oval Office boasting of

sus capacidades de gestión empresarial. Así que… No nos queda otra que empezar exactamente

por ahí.

(ES LA ECONOMÍA… DEMONIOS)

Las campañas electorales son esos momentos en los que los políticos nos venden todo

tipo de promesas: menos impuestos, más vacaciones, más carreteras, más democracia, la mejor

educación del mundo, mejores polideportivos, lo que sea.

Las elecciones se convierten así en una especie de bazar, de zoco turco donde los políticos

tratan de conquistar nuestros votos a base de grandilocuentes promesas.

Promesas tan excelsas y rimbombantes como generalmente descafeinadas cuando finalmente Promises as exalted and bombastic as they are generally decaffeinated when finally

llegan al poder.

Eso es algo a lo que estoy seguro, pero seguro, seguro, que todos estamos habituados. Digamos

que forma parte del espectáculo.

Sin embargo, amigos, lo de Donald Trump en 2016 fue mucho más allá, fue toda una oda

a la imaginación.

¿No me creéis? Pues... ¿Qué os parece si hacemos memoria? Atentos. Don't believe me? Well... What do you think if we make memory? Watch this space.

(Durante la campaña electoral del 2016 Donald Trump dio un golpe sobre la mesa. Dijo una

y otra vez que su llegada al despacho oval implicaría que por primera vez los Estados

Unidos fueran dirigidos de forma profesional por un empresario con mucha experiencia.

Algo que lógicamente tendría resultados. Donald Trump se comprometió a cambiar los

Estados Unidos para siempre.

Por ejemplo, el cuadragesimoquinto presidente prometió que multiplicaría el crecimiento

económico hasta situarlo entre el 4 y el 6% anual, algo que conseguiría mediante fuertes to between 4 and 6% per annum, which would be achieved by means of a strong

recortes de impuestos y una nueva política comercial.

De hecho, en esta misma línea, el presidente se comprometió asimismo a terminar con el

enorme déficit comercial que según él mismo lastraba la economía norteamericana. Y eso

no es todo, además dio su palabra de que lograría equilibrar las cuentas públicas

y lo que es aún mejor, que sus políticas permitirían pagar toda la deuda pública

federal - más de 19 billones de dólares - en apenas 8 años.

Con estos cambios el pueblo norteamericano disfrutaría de una prosperidad nunca antes

visto.)

Ojo, todas estas promesas no son nuestras… Sino del Presidente Trump…. Claro que 4 Note, all these promises are not ours...but President Trump's. .... Of course, 4

años después podemos decir que lo que ha ocurrido ha sido muy diferente, incluso sin

contar con la pandemia del sars-coronavirus-2.

Más allá de todo el marketing que se ha vertido sobre el supuesto milagro económico Beyond all the marketing that has been poured over the supposed economic miracle

de Donald Trump, quizás deberíamos preguntarnos… ¿Cuáles han sido realmente los números

que ha logrado su administración?

Pues… Durante los primeros 3 años no fueron malos, pero tampoco nada del otro mundo. Lo

siento, esto no es una opinión, son los números. ¿Queréis datos concretos? Pues fijaos. I'm sorry, this is not an opinion, it's the numbers. You want hard data? Then take a look.

Durante los 3 primeros años de la administración Trump el crecimiento del empleo fue menor

que los registrados durante la administración Obama;

el crecimiento económico medio fue algo superior pero muy similar;

los salarios también crecieron más, sí, pero muy ligeramente, apenas 2 décimas más

cada año. De una media del 1% durante la era Obama a una del 1,2% durante la era Trump;

Y por su parte la inversión extranjera cayó en 2019 a su nivel más bajo desde el 2006.

Amigos, ojo, porque esto es importante, este escenario,todos estos resultados estuvieron

además bañados con un enorme incremento del gasto público y de la política de expansión and also bathed in a huge increase in public spending and expansionary policy.

monetaria de la reserva federal.

Fijaos por ejemplo en este gráfico:

(Bajo la Administración Trump, en apenas 3 presupuestos, el gasto público se ha disparado

sin contar los paquetes de rescate por el coronavirus en torno a un 20%. Esto supone

un incremento anual de más del 6%. Es decir, el gasto público con Trump ha crecido 3 veces

más que la economía nacional.)

Y claro si además bajas los impuestos, pues lo que te encuentras es con un agujero brutal. And of course, if you also lower taxes, what you find is a brutal hole.

Y eso es exactamente lo que ha ocurrido.

A pesar de crecer la economía por encima del 2% y estando prácticamente en pleno empleo,

el déficit público federal, insisto, federal en 2019 fue de casi 980 mil millones de dólares.

Un 4,5% del PIB. Y eso no es todo. Para este año incluso sin 4.5% of GDP. And that's not all. For this year, even without

coronavirus estaba proyectado un déficit de casi el 5%. ¡El 5% con la economía creciendo

y funcionando a pleno empleo! De locos.

Imaginaos a dónde se irían estas cifras, no sé, en caso de crisis. Bueno, qué diantres, Imagine where these figures would go, I don't know, in the event of a crisis. Well, what the heck,

estamos en 2020, lo hemos visto. Y, ¿Sabéis qué? Se espera que el gobierno federal cierre

el 2020 con un déficit público por encima del 17%.

Sí, sí, el 17%. No te has confundido ni nosotros nos hemos olvidado de poner bien Yes, yes, 17%. You didn't get confused and we didn't forget to get it right.

los decimales. Un 17%.

Y esto, esto es lo que explica que la deuda pública no solo no se haya pagado sino que

se haya disparado.

(Tan solo durante los primeros 3 años de Donald Trump al frente del país la deuda

pública creció en más de 3 billones, billones hispanos de dólares. Si a eso le sumamos public debt grew by more than 3 trillion, Hispanic trillion dollars. If we add to that

el impacto del coronavirus, a mediados del 2020 ya había superado la barrera de los

6 billones de dólares. 6 billion dollars.

Para que os hagáis una idea, esto es más que todo el PIB de Japón, o prácticamente

la suma de los PIB de Alemania y Francia.)

Estos, amigos, son los números.

Claro que son cosas que en gran medida ha quedado camufladas por lo que ha sido toda Of course, these are things that to a large extent have been camouflaged by what has been the entire

una enorme campaña de marketing, espoleada por declaraciones como esta:

(“Hicimos y llevamos a este país al punto más grande de su historia. Nunca tuvimos

una economía como la que tuvimos ... Nunca tuvimos números como estos. Los volveremos an economy like the one we had ... We never had numbers like these. We will get them back

a tener de nuevo. Donald Trump)

Bueno todos conocemos a Trump y su particular relación con la verdad.

Dicho esto amigos, su gobierno sí ha tenido algunos importantes éxitos con su política

económica durante este tiempo.

Ahí tenemos, por ejemplo, la ley de empleos y recortes de impuestos que la administración

impulsó y logró aprobar a finales del 2017. La mayor reforma fiscal en 30 años - que

no la mayor bajada de impuestos, ojo.

(Hablamos de una ley que redujo ligeramente el impuesto sobre la renta de las personas,

que alentó la competencia fiscal entre los estados y que sobre todo redujo el impuesto which encouraged tax competition among the states and which, above all, reduced the tax

sobre beneficios de las empresas estableciendo una especie de flat tax. Además - y esta

es una de las claves - cambió el ámbito de aplicación de este impuesto que dejó is one of the keys - it changed the scope of application of this tax, which left

de ser mundial.

Es decir, las empresas norteamericanas ya no tienen que pagar completamente por los

beneficios que por ejemplo obtengan en Europa - dónde evidentemente ya habrán pagado sus for example, in Europe - where they will obviously have already paid for their profits.

correspondientes impuestos.

El caso es que estas medidas permitieron aumentar los beneficios corporativos, y por tanto la

fortaleza de las empresas norteamericanas, su competitividad y su valor en bolsa. Esta

es una de las claves que han alimentado el buen desempeño del mercado de valores norteamericanos

durante los últimos años.)

Lo que se le olvidó a Trump, como ya he hemos visto, fue ajustar también el gasto público. What Trump forgot, as we have already seen, was to also adjust public spending.

Y claro, menos impuestos… Y más gasto público… Es una combinación que no suele ser muy recomendable.

En cualquier caso, esta reforma fiscal tuvo un impacto razonablemente bueno.

Otro punto en el que podemos decir que Trump ha tenido cierto éxito ha sido a la hora

de limitar el crecimiento de las regulaciones federales.

Y es que veréis, nada más llegar al poder, el 30 de enero del 2017, el Presidente Trump

firmó la Orden Ejecutiva 13771 por la que ordenaba eliminar dos regulaciones existentes

por cada nueva regulación que se aprobara.

(Al final la cosa no ha sido así, pero durante este mandato sí que se ha contenido la creación

de nuevas regulaciones federales.

Una forma de verlo es echar un vistazo al número de páginas del Código de Regulaciones

Federales que todos los años codifica las regulaciones federales existentes. Pues bien,

fijaos en cómo durante estos años el número de páginas de este Código se ha mantenido

relativamente estable.)

Evidentemente, menos regulaciones suele ser algo que le hace la vida más facil a las

empresas, especialmente a las pequeñas empresas. Y no es que Trump haya reducido el número

de regulaciones federales, pero al menos no han continuado creciendo más y más.

Claro que frente a estos logros también ha habido… grandes fracasos.

Ahí está por ejemplo el caso de la guerra comercial, una de las políticas clave de

esta administración.

En menos de 3 años, desde que se pusiera en marcha a principios del 2018, Trump casi

pone patas arriba el comercio mundial. De repente se lanzó a toda una guerra comercial turns world trade upside down. Suddenly a full-blown trade war was launched

con China y también con países aliados: Canadá, México, Europa, Corea del Sur, etcétera,

etcétera.

Y esto ha sido un enorme fracaso. No solo porque ha mermado la competitividad de muchas

empresas norteamericanas que ahora tienen que pagar un montón de aranceles por sus

compras sino también porque no ha cumplido su propósito esencial: reducir el déficit

comercial.

Que de hecho ahora se encuentra en máximos. In fact, it is now at a record high.

(6 de octubre del 2020 El déficit comercial de EE. UU. Salta en agosto a su mayor nivel

en 14 años. Reuters)

Y eso a pesar de que los aranceles le están costando a los ciudadanos y empresas norteamericanas

decenas y decenas de miles de millones cada año.

Trump ha más que duplicado el arancel medio de todas las exportaciones norteamericanas,

lo que equivale a una de las mayores subidas de impuestos desde 1940 y que contrarresta

gran parte de la reducción de impuestos del 2017.

Sí, eso el Presidente Trump no lo suele contar, pero las cuentas son las cuentas. Yes, that's not usually counted by President Trump, but the math is the math.

Y ahí no termina todo.

(Los aranceles han provocado que otros países tomen medidas recíprocas de tal forma que

por ejemplo las compras chinas de productos fabricados en Estados Unidos son ahora más

bajas que antes de que se pusiera en marcha la guerra comercial.

Muchas empresas norteamericanas se están enfrentando a engorrosos trámites burocráticos Many U.S. companies are facing cumbersome bureaucratic red tape.

y mayores costes y la inversión extranjera en Estados Unidos se ha desplomado a su menor and higher costs, and foreign investment in the U.S. has plummeted to its lowest level ever.

nivel desde el 2006.)

[Vamos, todo un éxito.. de cartón piedra. hoy en Estados Unidos hay menos empleos industriales [Today, there are fewer industrial jobs in the United States.

que cuando Trump llegó a la Casa Blanca]

Y ojo, porque esto no ha terminado.

Ahora el siguiente país en el punto de mira es Vietnam. El 2 de octubre del 2020 el departamento

de comercio puso en marcha una investigación sobre una supuesta competencia desleal que The Trade Commission has launched an investigation into alleged unfair competition that has been

puede terminar en nuevos aranceles.

Y vuelta a empezar.

Por cierto, ¿Sabéis cómo está arreglando el Presidente muchos de los desaguisados que

se han creado con estas políticas? Pues a golpe de subvención. Sí, sí, de subvención.

(23 de mayo del 2019: Trump anuncia un nuevo paquete de ayuda de $16 mil millones para

los agricultores estadounidenses afectados por la guerra comercial. WaPo)

Amigos, a todos estos resultados que hemos visto tendríamos que añadir las presiones

para que la Reserva Federal devaluara el dólar e incrementará su política de darle a la

máquina de los billetes - de lo que ya os hablamos en un vídeo que os dejo en la descripción

- o de la pésima respuesta a la pandemia del coronavirus.

Al final, en materia económica el mandato de Trump ha tenido algunas luces, sí, pero

en general deja un país mucho más endeudado, más cerrado al mundo y ahora incluso, coronavirus

mediante, con menos empleos y muchos más parados que cuando llegó al poder.

Y es que visto lo visto, casi podemos decir que Trump ha sido un buen representante en

los Estados Unidos de lo que podríamos denominar como peronismo histórico. Y no, no me he

vuelto loco. Ahí tenéis los datos y las políticas que se han puesto en marcha. Trump

ha volado por los aires muchos fundamentos históricamente básicos del Partido Republicano.

Pero amigos, por supuesto la legislatura de Trump no se ha limitado exclusivamente al

terreno económico.

Atentos.

(UN MUNDO DE PUÑOS, BANDERAS Y ACERO)

En la cuestión de la política exterior el mandato de Trump ha sido de todo menos tranquilo.

Desde las malas relaciones con los líderes occidentales hasta una sorprendente cercanía

con muchos líderes autoritarios, o directamente abyectos dictadores, como Kim Jong-Un. Desde

luego este mandato ha roto muchos pero que muchos moldes.

Pero en esta ocasión vamos a centrarnos exclusivamente en los tantos más favorables como desfavorables

de la que ha sido tal vez la política exterior más impredecible en mucho tiempo.

Y amigos, la cosa empieza fuerte, porque lo primero que podemos decir es que Trump se

ha convertido en el primer presidente de los Estados Unidos en no declarar una guerra desde

1980\. Y eso desde luego está bien. (Pero eso no es todo: esta administración ha logrado hitos tan importantes como los

acuerdos de Abraham. Un acuerdo histórico, en el que Estados Unidos jugó un papel importante,

y por el que los Emiratos Árabes Unidos han reconocido formalmente el estado de Israel.

Un reconocimiento al que luego se ha sumado Bahrein y que probablemente conducirá en

los próximos tiempos a que el resto de países árabes como Kuwait o Arabia Saudita sigan

el mismo camino. Estamos hablando de la plena normalización de las relaciones entre los

países árabes e Israel)

Otro punto fuerte de la política exterior de Trump ha sido por ejemplo, el regreso a

la política de la disuasión con Irán tras la ejecución a principios del 2020 del General

Soleimani, el poderoso jefe de las fuerzas de élite Quds. Uno de los pesos pesados del

régimen teocrático de Irán.

En su haber también están la derrota del ISIS, con la ejecución del líder del califato

Abu Bakr al-Baghdadi o su apoyo a Taiwán. Porque, amigos, esta administración ha sido

particularmente cercana a esta asediada isla de la que hace muy poquito tiempo os hablamos

en VisualPolitik.

Y por último el acuerdo de paz en Afganistán, o mejor dicho la retirada, porque el acuerdo

de facto devuelve a los talibanes toda su influencia. Claro que aquí, siendo justos,

no está claro que hubiera otra alternativa posible.

Sin embargo, esperad un momento, porque junto a todos estos éxitos o luces también encontramos

grandes fracasos. Y entre ellos el más importante es, sin duda,China.

(Tras su llegada a la Casa Blanca Donald Trump puso en marcha una especie de Guerra Fria

contra el gigante asiático y de momento no la está ganando. El gobierno chino de Xi

Jinping está extendiendo sus tentáculos como nunca antes habíamos visto.

África, Asia Central o incluso los países de la antigua Yugoslavia son ejemplos de territorios

donde la influencia de China es más importante incluso que la de los Estados Unidos. Y no

solo eso, la modernización del Ejército Popular de Liberación ha puesto al rojo vivo

toda la región del este de Asia.)

Para colmo Xi Jinping se ha atrevido a poner fin de facto al régimen de libertad de Hong

Kong sin que Washington haya sido capaz de hacer absolutamente nada. Del "Tear down this

wall" de Ronald Regan en Berlín Occidental

hemos pasado a la más absoluta inacción en el caso de Hong Kong, que hasta ahora era uno de los lugares más libres de la tierra.

Puede parecernos algo distante, pero pensad en lo que esto significa en la que ya es demográfica

y económicamente la región más importante del mundo.

Amigos, en parte esa inacción se debió a que todos los cartuchos ya se habían gastado

en la guerra comercial. Así que ahora el mundo libre se queda con los aranceles, sin

Hong Kong, y con una China más expansionista que nunca. ¿Cómo era eso? ¿“The Art of

the Deal”?

(Luego respecto a temas tan delicados como Corea del Norte, Ucrania o Venezuela los logros

de la administración han sido prácticamente nulos. De hecho, ahora ya sabemos que tendremos

que hacernos a la idea de una Corea del Norte permanentemente nuclear.)

Y si a todo esto le sumamos las tensas relaciones con muchos de los aliados históricos, la

política comercial del presidente - que sacó por ejemplo a Estados Unidos del mayor acuerdo

de libre comercio de la historia, algo que curiosamente Xi Jinping seguro celebró por

todo lo alto -, la traición de Trump a los kurdos, su papel a la hora de alimentar el

enfrentamiento con Catar o su incapacidad para exigir responsabilidades lo que tenemos

es un escenario de blancos y negros.

Por un lado el acuerdo entre Israel y los países árabes ha sido un acontecimiento

histórico, y el hecho de que Estados Unidos esté envuelto en menos guerras sin duda es

una buena noticia para Estados Unidos.

Pero por otra parte, Trump nos deja un mundo menos abierto, con una nueva guerra fría

potencialmente en marcha para la que tal vez no estemos preparados y a muchos tiranos con

una sensación de total impunidad. Esos son sus grandes oscuros.

(DEL MURO A LA JUSTICIA Y UNA PANDEMIA)

A nivel de política nacional podríamos decir muchas cosas, pero creo que hay tres cuestiones

que sobresalen por derecho propio: la inmigración, la justicia y el coronavirus. [Porque sobre

su plan de reforma del sistema de salud pues… Ni está ni se le espera, a pesar de todas

las veces que lo ha prometido.]

Amigos, si Trump ha tenido una obsesión esa no ha sido otra que el muro y reducir la inmigración,

toda la inmigración.

(Por un lado el muro ha sido un enorme fracaso. Trump lo prometió por activa y por pasiva,

pero 4 años después apenas se han producido avances. De hecho y a pesar de todos los esfuerzos

apenas se han construido 480 km de muro, de los cuales 420, por cierto, no ha sido una

construcción sino más bien una reparación de las estructuras ya existentes.

Es decir, que el muro de Trump, el muro nuevo de Trump apenas tiene 4 años después de

prometerlo una extensión de 60 km en una frontera de más de 3.000. Y por supuesto

México no ha pagado un solo dólar)

Claro que esa no ha sido su única política respecto a la inmigración.

Desde que asumió el cargo su administración ha emprendido más de 400 acciones ejecutivas

sobre inmigración. Su obsesión incluso ha llegado hasta las visas H-1B, las otorgadas

a profesionales de alto nivel como matemáticos, informáticos o ingenieros.

Desde que Trump llegó al poder el porcentaje de solicitudes rechazadas se ha triplicado:

(“Los principales CEOs denuncian la política de inmigración de Trump como una amenaza

para la economía estadounidense”. New York Times)

Y es que hablamos, ojo, de profesionales altamente cualificados que resultan claves para la competitividad

de las empresas norteamericanas. Esta es por cierto una de las razones por las que en Silicon

Valley el apoyo a Biden es tan alto.

Tal vez en materia migratoria el único tanto que ha logrado es que México detenga buena

parte de los flujos migratorios desde América Central que tanto le han incomodado.

(Pero dónde sí ha cosechado grandes triunfos ha sido en la parte de la justicia. En 2018

y tras un acuerdo bipartito firmó la First Step Act, una ley que supone como su nombre

indica un primer paso para reformar el sistema judicial y que da un mayor papel a las políticas

de rehabilitación y reinserción.

También ha logrado colocar gracias a la mayoría republicana en el Senado a 3 jueces conservadores

en la Corte Suprema, lo que garantiza presumiblemente la mayoría conservadora por muchos años.)

Esto tiene una influencia gigantesca en la política de los Estados Unidos.

Y por último el gran fracaso, el mayor fracaso tal vez de toda la legislatura ha sido la

forma con la que esta Administración se ha enfrentado a la pandemia. Y es que ahí están

las grabaciones con Bob Woodward, Trump supo muy pronto a qué nos enfrentábamos pero

no hizo nada. Bueno, no solo no hizo nada sino que trató de quitarle peso.

Y eso, eso amigos le ha costado a la sociedad norteamericana un precio muy alto: más de

235 mil fallecidos a la hora de preparar este vídeo. Con apenas el 4% de la población

mundial, Estados Unidos suma entorno al 20% de todas las víctimas mortales registradas.

Y por supuesto, una crisis económica enorme.

En fin amigos, por el camino nos dejamos muchísimas cosas, incluso un proceso de Impeachment,

pero estas creemos que han sido las principales claves de la era Trump, con sus luces y sus

sombras.

Claro que si me lo permitís, para terminar tengo que decir una cosa: ese supuesto milagro

económico impulsado por el presidente simplemente no ha existido. Ha llegado la hora de preguntarse

si tanta tensión, tantos enfrentamientos y tantas amenazas han merecido la pena. Personalmente

creo que no.

Pero llegados hasta aquí, ¿Qué opinión tienes de la era Trump? ¿Qué crees que nos

ha faltado comentar?

Déjanos tu respuesta en los comentarios y abramos debate.

Ahora si este vídeo os ha resultado interesante no olvidéis darle al botón de like y suscribiros

a VisualPolitik.

Una vez más gracias por estar ahí.

Un saludo y hasta la próxima.