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Esp - VisualPolitik, ¿Cómo se FINANCIA el EJÉRCITO RUSO en 2023? - VisualPolitik - YouTube (1)

¿Cómo se FINANCIA el EJÉRCITO RUSO en 2023? - VisualPolitik - YouTube (1)

Si os digo que Rusia está tirando la casa por la ventana para financiar la guerra en

Ucrania, seguro, seguro, que a ninguno de vosotros os va a sorprender.

Todos sabéis que en septiembre de 2022 Rusia comenzó a movilizar a 300.000 personas para

la guerra, pero es muy posible que no sepáis nada de esto:

N1(Rusia ampliará el tamaño de sus fuerzas armadas a 1,5 millones de soldados, según

el ministro de Defensa.

El Kremlin consideraba anteriormente que el tamaño de las fuerzas armadas rusas era suficiente,

pero eso cambió tras experimentar una resistencia inesperada y reveses en Ucrania.

Fox News) El ministro de defensa ruso, Sergey Shoigu,

ha anunciado esta ampliación pase lo que pase en Ucrania.

Y ojo porque esto tiene implicaciones enormes.

Hablamos de un esfuerzo mucho mayor de lo que puede parecer a primera vista.

Pensadlo bien…

Desde que las tropas rusas pusieron un pie en Ucrania en 2022, más de 700 mil personas,

la mayoría de ellos jóvenes, han abandonado el país.

Por ejemplo, para evitar ser llamados a filas y terminar metidos en una trinchera bajo tierra

en el Donbass.

Pues bien, juntad ahora esta fuga, con las bajas sufridas en la guerra y el grave problema

demográfico que sufre Rusia y, entonces os daréis cuenta del gigantesco reto que supone

destinar otros 500 mil hombres más a las fuerzas armadas…

Hablamos de medio millón de jóvenes que no estarán disponibles para estudiar o trabajar

y a los que además habrá que equipar, mantener y pagar un salario.

Entre unas cosas y otras hablamos de que el mercado de trabajo ruso puede perder más

de 1,3 millones de jóvenes, en un país que tiene pocos jóvenes.

Hablamos de casi el 10% de todos los rusos que tienen entre 19 y 29 años.

C1(“Según los pronósticos que hicimos antes de la pandemia, para el año 2030 el

número de trabajadores con entre 20 y 40 años se reducirá aproximadamente una cuarta

parte respecto al año 2020.

Esto en sí mismo supondrá un cambio tectónico y tendrá un gran impacto para la economía.

A esto ahora se suma las pérdidas que estamos presenciando hoy, [la fuga de profesionales

y los jóvenes movilizados para la guerra].

Doctor Vladimir Gimpelson, Director del Centro de Estudios del Mercado Laboral de la Escuela

Superior de Economía de Moscú)

Pero eso no es todo.

Fijaos en este gráfico: Como podéis ver en pantalla Rusia ha empezado

a invertir fuertemente en defensa.

Es lógico, está en guerra.

Si os fijáis, entre 2021 y 2022 su gasto militar se incrementó un 50%.

Y ¡ojo!

Porque no venían de gastar precisamente poco en defensa.

Si el compromiso de la OTAN es del 2% del PIB destinado a gasto militar - y hasta ahora,

pocos países lo cumplían - Rusia casi nunca ha bajado del 3%.

Además en Ucrania Rusia ha pérdido muchísimo equipo militar: hablamos de más de 2.300

tanques, miles de vehículos blindados, cientos de sistemas de artillería, 12 buques de guerra,

casi 140 aviones y helicópteros de combate y, por supuesto, miles y miles de toneladas

de misiles y munición de todo tipo.

¿Y qué significa esto?

Pues que si quieren reponer todo ese arsenal van a tener que gastar muchísimos rublos

durante los próximos años.

Y eso sin contar el propio esfuerzo de una guerra…

Que continúa.

Y, claro, si esto ya de por sí sería un enorme reto en cualquier circunstancia, con

una economía que no crece y que, además, está siendo castigada por las sanciones lo

es aún más.

Sí, hasta ahora, la economía rusa, más o menos ha resistido las sanciones…

Pero las cosas a futuro se ven menos halagüeñas.

Os hemos hablado de ello recientemente aquí en VisualPolitik.

Y no digamos ya si finalmente se aprueban las temidas sanciones secundarias, un tipo

de sanción, que no castiga a Rusia sino a los países y a las empresas que comercien

con Rusia.

Eso podría ponérselo mucho más difícil a Rusia para puentear las sanciones.

Incluso podría ser un jaque mate.

Ahora bien…

¿Os habéis dado cuenta de una cosa?

Hablamos de mucho más gasto militar y al mismo tiempo menos trabajadores y menos dinero.

Los que tengáis el colmillo un poco retorcido quizás estéis pensando que Rusia se puede

terminar convirtiendo en una especie de Corte del Norte.

Esto es, un país dónde la mayor parte de los recursos se destinan a las fuerzas armadas…

[Y también, por supuesto, al bolsillo de Kim, claro está.]

En Corea del Norte, todo, absolutamente todo gira en torno al ejército y la defensa nacional.

Rusia todavía está mu y lejos de ese escenario, pero….

¿De dónde va a sacar todo el dinero que necesita para mantener el esfuerzo bélico?

¿Qué puede suponer todo esto para la economía rusa?

Pues bien, ahora mismo lo vamos a ver.

T1(CUESTIÓN DE PRIORIDADES)

¿Cómo es posible que un país que tiene un PIB similar al de Italia, Canadá o Brasil

sea considerada toda una potencia militar?

(O al menos lo era)

¿Recordáis haber visto vídeo del ejército brasileño o del ejército canadiense en plan

vamos a comernos el mundo?

Seguro que no.

Pero claro, en Rusia el peso de las fuerzas armadas es gigantesco.

De hecho, la mayor prioridad de Putin a lo largo de sus más de 20 años en el poder

ha sido precisamente eso: renovar y fortalecer las fuerzas armadas.

Para lograrlo dejaron de lado muchas otras cosas.

Por ejemplo, el 20% de los rusos ni siquiera tienen agua corriente en casa.

Esto se da, sobre todo, en las regiones más frías

¿Por qué?

Porque apenas hay infraestructura.

Por ejemplo, una cosa sorprendente de Rusia es que apenas tienen puentes.

Mientras en Estados Unidos hay alrededor de 600.000 puentes, Rusia, que es 1,7 veces más

grande sólo tiene entre 40 o 70.000 puentes.

Vamos, que Rusia siempre ha gastado mucho en defensa...

porque no gastaba en otras partes.

Esto también ocurría en la época soviética o los

años de Yeltsin.

Y, por supuesto, con Putin en el Kremlin, el gasto militar es

simplemente intocable.

Atentos.

Cómo podéis ver, a partir del año 2012 Vladimir Putin comenzó a incrementar el esfuerzo

militar de Rusia, y lo hará aún más durante los próximos años, cuando seguramente el

gasto militar se situará muy por encima del 5% del PIB.

Y no solo eso.

Además de gastar mucho más en el ejército, el gobierno de Putin también sacó adelante

su famoso plan “Fortaleza Rusia”, una estrategia que buscaba prepararse para la

guerra y sobre todo, para llegado el caso, poder soportar las sanciones internacionales.

Por ejemplo, redujeron la deuda externa, aumentaron las reservas de divisas y trataron de reforzar

sus lazos con Asia y Oriente Medio.

Digamos que durante años el objetivo primordial no fue hacer crecer la economía sino, sobre

todo, preparar al país para la guerra.

Y eso es en cierto modo lo que les ha permitido aguantar “tan bien” el castigo de occidente

durante el último año.

Claro que la pregunta qué podemos hacernos es, todo esto está muy bien, pero, ¿toda

esa previsión será suficiente para mantener el esfuerzo de guerra?

Es decir, ¿Qué está haciendo Rusia para evitar una crisis económica fuerte y seguir

financiando la guerra?

Pues básicamente está haciendo 3 cosas para eludir las sanciones:

Primero, está tratando de incrementar todo lo que puede sus ventas de petróleo y gas

a países como China o la India para intentar compensar la pérdida de sus clientes en Europa.

En 2022 las cosas le fueron relativamente bien, gracias a los mayores precios del petróleo

y el gas, Rusia consiguió ingresar casi un 20%.

Pero 2023 y los próximos años pueden ser diferentes si no consigue vender mucho, muchísimo

más en Asia.

Este sería su primer gran objetivo, claro que, no resulta tan sencillo.

Entre otras cosas porque los chinos, a diferencia de los alemanes y casi todos los demás países

europeos si se toman en serio la seguridad energética, es decir, no depender demasiado

de un gran proveedor.

Por eso, lo segundo que está haciendo Rusia…

O mejor dicho, el Kremlin, es colocar en estos mercados a intermediarios con fuertes conexiones

con el gobierno ruso, que compran el petróleo de este país con descuento y luego lo revenden

en el mercado y a otros países a precios de mercado.

Todo a cambio de una jugosa comisión para el Kremlin.

Dicho de otra forma ¿Que occidente pone un tope al precio del barril de 60 dólares?

¡No hay problema!

Pongo una empresa rusa en la India que es la que compra el barril a 60 dólares… y

luego lo vende al distribuidor indio y al mercado internacional solo ligeramente por

debajo del precio de mercado.

La diferencia se la queda Rusia.

De esta forma, podemos saltarnos el tope al precio del gas.

(Y finalmente, la tercera estrategia: importar de terceros países ¿Que no puedo comprar

tecnología occidental?

¡No hay problema!

Países como Kazajistán o Kirguistan, que no están sancionados, importan lo que haga

falta y luego se lo revenden a Rusia.

Eso explica que, de repente, las importaciones en Armenia se hayan disparado en 2022.

Por supuesto, el proceso es más caro, las cantidades son limitadas y lo que se consigue

por lo general no es la última tecnología, pero al menos sirve para cubrir agujeros.

Por ejemplo, para seguir fabricando armas.)

[Claro que esta estrategia se podría ver truncada si, finalmente, se imponen sanciones

secundarias, aunque esto es tema para otro vídeo].

Ahora bien, en cierto modo todo esto explica cómo Rusia ha podido sortear las sanciones

mejor de lo esperado.

Pero el Kremlin necesita más.

No basta con aguantar el golpe sino también rearmar a su ejército y ampliarlo.

Y la primera pregunta es ¿Es esto suficiente para lograr la victoria?

Pues ahora mismo lo vamos a ver.

T2(LAS SOMBRAS RUSAS)

Todos lo sabemos - incluso quienes no quieren reconocerlo - la guerra en Ucrania le está

yendo francamente mal, muy mal al ejército ruso.

Sin ir más lejos, aquí en VisualPolitik, ya os hemos contado cuáles son las principales

razones por las que está fracasando el ejército ruso.

Y desde luego, noticias como esta nos dejan muy claro cómo están realmente las cosas:

N2("El ejército no tiene nada": los nuevos reclutas rusos lamentan la falta de suministros

Los familiares compran equipos y ropa para los soldados en primera línea debido a los

robos, la corrupción y la mala logística.

The Guardian)

Y aún más.

Los nuevos soldados y reclutas, no sólo carecen de equipamiento suficiente, tampoco han recibido

prácticamente entrenamiento.

Y cuándo están en el frente es habitual que muchas veces la comida se retrase o llegue

caducada.

O que, por ejemplo, no existan planes sobre dónde refugiarse.

Y ni siquiera se trata solo de que estos soldados apenas reciban equipos, entrenamiento y suministros,

muchas veces también sufren malos tratos.

Sí, en este canal ya os hemos hablado, por ejemplo, de la “dedovschina”, las crueles

novatadas a los nuevos soldados que los llevan al límite mental y físico.

Pero es que hay más: los altos rangos militares también se niegan a informar a las familias

de los soldados sobre su situación.

Y esto aunque parezca mentira es habitual en el ejército ruso.

Pasó en Afganistán y volvió a pasar en Chechenia, donde hubo el caso de madres que

fueron a buscar a sus hijos a las zonas de combate.

Es decir, es decir es habitual que las estructuras militares en Rusia traten a los soldados básicamente

como carne de cañón.

¿El resultado?

La moral por los suelos.

Falta de equipos, falta de preparación, falta de suministros, problemas con la cadena de

mando…

Es la receta perfecta para el fracaso, que es exactamente lo que explica lo ocurrido.

La pregunta es, ¿Y qué se puede hacer?

¿En qué están pensando exactamente en Moscú?

Pues, básicamente en tirar de talonario.

Ya hemos visto cómo han disparado su gasto militar.

(Ahora lo que Putin le ha pedido a su gobierno es que alimenten la industria militar con

nuevos contratos y pedidos.

¿El problema?

El problema es que la corrupción, el desfase tecnológico, las sanciones y la baja productividad


¿Cómo se FINANCIA el EJÉRCITO RUSO en 2023? - VisualPolitik - YouTube (1) Wie wird die RUSSISCHE ARMEE im Jahr 2023 FINANZIERT? - VisuellePolitik - YouTube (1) How is the RUSSIAN ARMY FINANCED in 2023? - VisualPolitik - YouTube (1)

Si os digo que Rusia está tirando la casa por la ventana para financiar la guerra en

Ucrania, seguro, seguro, que a ninguno de vosotros os va a sorprender.

Todos sabéis que en septiembre de 2022 Rusia comenzó a movilizar a 300.000 personas para

la guerra, pero es muy posible que no sepáis nada de esto:

N1(Rusia ampliará el tamaño de sus fuerzas armadas a 1,5 millones de soldados, según

el ministro de Defensa.

El Kremlin consideraba anteriormente que el tamaño de las fuerzas armadas rusas era suficiente,

pero eso cambió tras experimentar una resistencia inesperada y reveses en Ucrania.

Fox News) El ministro de defensa ruso, Sergey Shoigu,

ha anunciado esta ampliación pase lo que pase en Ucrania.

Y ojo porque esto tiene implicaciones enormes.

Hablamos de un esfuerzo mucho mayor de lo que puede parecer a primera vista.

Pensadlo bien…

Desde que las tropas rusas pusieron un pie en Ucrania en 2022, más de 700 mil personas,

la mayoría de ellos jóvenes, han abandonado el país.

Por ejemplo, para evitar ser llamados a filas y terminar metidos en una trinchera bajo tierra

en el Donbass.

Pues bien, juntad ahora esta fuga, con las bajas sufridas en la guerra y el grave problema

demográfico que sufre Rusia y, entonces os daréis cuenta del gigantesco reto que supone

destinar otros 500 mil hombres más a las fuerzas armadas…

Hablamos de medio millón de jóvenes que no estarán disponibles para estudiar o trabajar

y a los que además habrá que equipar, mantener y pagar un salario.

Entre unas cosas y otras hablamos de que el mercado de trabajo ruso puede perder más

de 1,3 millones de jóvenes, en un país que tiene pocos jóvenes.

Hablamos de casi el 10% de todos los rusos que tienen entre 19 y 29 años.

C1(“Según los pronósticos que hicimos antes de la pandemia, para el año 2030 el

número de trabajadores con entre 20 y 40 años se reducirá aproximadamente una cuarta

parte respecto al año 2020.

Esto en sí mismo supondrá un cambio tectónico y tendrá un gran impacto para la economía.

A esto ahora se suma las pérdidas que estamos presenciando hoy, [la fuga de profesionales

y los jóvenes movilizados para la guerra].

Doctor Vladimir Gimpelson, Director del Centro de Estudios del Mercado Laboral de la Escuela

Superior de Economía de Moscú)

Pero eso no es todo.

Fijaos en este gráfico: Como podéis ver en pantalla Rusia ha empezado

a invertir fuertemente en defensa.

Es lógico, está en guerra.

Si os fijáis, entre 2021 y 2022 su gasto militar se incrementó un 50%.

Y ¡ojo!

Porque no venían de gastar precisamente poco en defensa.

Si el compromiso de la OTAN es del 2% del PIB destinado a gasto militar - y hasta ahora,

pocos países lo cumplían - Rusia casi nunca ha bajado del 3%.

Además en Ucrania Rusia ha pérdido muchísimo equipo militar: hablamos de más de 2.300

tanques, miles de vehículos blindados, cientos de sistemas de artillería, 12 buques de guerra,

casi 140 aviones y helicópteros de combate y, por supuesto, miles y miles de toneladas

de misiles y munición de todo tipo.

¿Y qué significa esto?

Pues que si quieren reponer todo ese arsenal van a tener que gastar muchísimos rublos

durante los próximos años.

Y eso sin contar el propio esfuerzo de una guerra…

Que continúa.

Y, claro, si esto ya de por sí sería un enorme reto en cualquier circunstancia, con

una economía que no crece y que, además, está siendo castigada por las sanciones lo

es aún más.

Sí, hasta ahora, la economía rusa, más o menos ha resistido las sanciones…

Pero las cosas a futuro se ven menos halagüeñas.

Os hemos hablado de ello recientemente aquí en VisualPolitik.

Y no digamos ya si finalmente se aprueban las temidas sanciones secundarias, un tipo

de sanción, que no castiga a Rusia sino a los países y a las empresas que comercien

con Rusia.

Eso podría ponérselo mucho más difícil a Rusia para puentear las sanciones.

Incluso podría ser un jaque mate.

Ahora bien…

¿Os habéis dado cuenta de una cosa?

Hablamos de mucho más gasto militar y al mismo tiempo menos trabajadores y menos dinero.

Los que tengáis el colmillo un poco retorcido quizás estéis pensando que Rusia se puede

terminar convirtiendo en una especie de Corte del Norte.

Esto es, un país dónde la mayor parte de los recursos se destinan a las fuerzas armadas…

[Y también, por supuesto, al bolsillo de Kim, claro está.]

En Corea del Norte, todo, absolutamente todo gira en torno al ejército y la defensa nacional.

Rusia todavía está mu y lejos de ese escenario, pero….

¿De dónde va a sacar todo el dinero que necesita para mantener el esfuerzo bélico?

¿Qué puede suponer todo esto para la economía rusa?

Pues bien, ahora mismo lo vamos a ver.

T1(CUESTIÓN DE PRIORIDADES)

¿Cómo es posible que un país que tiene un PIB similar al de Italia, Canadá o Brasil

sea considerada toda una potencia militar?

(O al menos lo era)

¿Recordáis haber visto vídeo del ejército brasileño o del ejército canadiense en plan

vamos a comernos el mundo?

Seguro que no.

Pero claro, en Rusia el peso de las fuerzas armadas es gigantesco.

De hecho, la mayor prioridad de Putin a lo largo de sus más de 20 años en el poder

ha sido precisamente eso: renovar y fortalecer las fuerzas armadas.

Para lograrlo dejaron de lado muchas otras cosas.

Por ejemplo, el 20% de los rusos ni siquiera tienen agua corriente en casa.

Esto se da, sobre todo, en las regiones más frías

¿Por qué?

Porque apenas hay infraestructura.

Por ejemplo, una cosa sorprendente de Rusia es que apenas tienen puentes.

Mientras en Estados Unidos hay alrededor de 600.000 puentes, Rusia, que es 1,7 veces más

grande sólo tiene entre 40 o 70.000 puentes.

Vamos, que Rusia siempre ha gastado mucho en defensa...

porque no gastaba en otras partes.

Esto también ocurría en la época soviética o los

años de Yeltsin.

Y, por supuesto, con Putin en el Kremlin, el gasto militar es

simplemente intocable.

Atentos.

Cómo podéis ver, a partir del año 2012 Vladimir Putin comenzó a incrementar el esfuerzo

militar de Rusia, y lo hará aún más durante los próximos años, cuando seguramente el

gasto militar se situará muy por encima del 5% del PIB.

Y no solo eso.

Además de gastar mucho más en el ejército, el gobierno de Putin también sacó adelante

su famoso plan “Fortaleza Rusia”, una estrategia que buscaba prepararse para la

guerra y sobre todo, para llegado el caso, poder soportar las sanciones internacionales.

Por ejemplo, redujeron la deuda externa, aumentaron las reservas de divisas y trataron de reforzar

sus lazos con Asia y Oriente Medio.

Digamos que durante años el objetivo primordial no fue hacer crecer la economía sino, sobre

todo, preparar al país para la guerra.

Y eso es en cierto modo lo que les ha permitido aguantar “tan bien” el castigo de occidente

durante el último año.

Claro que la pregunta qué podemos hacernos es, todo esto está muy bien, pero, ¿toda

esa previsión será suficiente para mantener el esfuerzo de guerra?

Es decir, ¿Qué está haciendo Rusia para evitar una crisis económica fuerte y seguir

financiando la guerra?

Pues básicamente está haciendo 3 cosas para eludir las sanciones:

Primero, está tratando de incrementar todo lo que puede sus ventas de petróleo y gas

a países como China o la India para intentar compensar la pérdida de sus clientes en Europa.

En 2022 las cosas le fueron relativamente bien, gracias a los mayores precios del petróleo

y el gas, Rusia consiguió ingresar casi un 20%.

Pero 2023 y los próximos años pueden ser diferentes si no consigue vender mucho, muchísimo

más en Asia.

Este sería su primer gran objetivo, claro que, no resulta tan sencillo.

Entre otras cosas porque los chinos, a diferencia de los alemanes y casi todos los demás países

europeos si se toman en serio la seguridad energética, es decir, no depender demasiado

de un gran proveedor.

Por eso, lo segundo que está haciendo Rusia…

O mejor dicho, el Kremlin, es colocar en estos mercados a intermediarios con fuertes conexiones

con el gobierno ruso, que compran el petróleo de este país con descuento y luego lo revenden

en el mercado y a otros países a precios de mercado.

Todo a cambio de una jugosa comisión para el Kremlin.

Dicho de otra forma ¿Que occidente pone un tope al precio del barril de 60 dólares?

¡No hay problema!

Pongo una empresa rusa en la India que es la que compra el barril a 60 dólares… y

luego lo vende al distribuidor indio y al mercado internacional solo ligeramente por

debajo del precio de mercado.

La diferencia se la queda Rusia.

De esta forma, podemos saltarnos el tope al precio del gas.

(Y finalmente, la tercera estrategia: importar de terceros países ¿Que no puedo comprar

tecnología occidental?

¡No hay problema!

Países como Kazajistán o Kirguistan, que no están sancionados, importan lo que haga

falta y luego se lo revenden a Rusia.

Eso explica que, de repente, las importaciones en Armenia se hayan disparado en 2022.

Por supuesto, el proceso es más caro, las cantidades son limitadas y lo que se consigue

por lo general no es la última tecnología, pero al menos sirve para cubrir agujeros.

Por ejemplo, para seguir fabricando armas.)

[Claro que esta estrategia se podría ver truncada si, finalmente, se imponen sanciones

secundarias, aunque esto es tema para otro vídeo].

Ahora bien, en cierto modo todo esto explica cómo Rusia ha podido sortear las sanciones

mejor de lo esperado.

Pero el Kremlin necesita más.

No basta con aguantar el golpe sino también rearmar a su ejército y ampliarlo.

Y la primera pregunta es ¿Es esto suficiente para lograr la victoria?

Pues ahora mismo lo vamos a ver.

T2(LAS SOMBRAS RUSAS)

Todos lo sabemos - incluso quienes no quieren reconocerlo - la guerra en Ucrania le está

yendo francamente mal, muy mal al ejército ruso.

Sin ir más lejos, aquí en VisualPolitik, ya os hemos contado cuáles son las principales

razones por las que está fracasando el ejército ruso.

Y desde luego, noticias como esta nos dejan muy claro cómo están realmente las cosas:

N2("El ejército no tiene nada": los nuevos reclutas rusos lamentan la falta de suministros

Los familiares compran equipos y ropa para los soldados en primera línea debido a los

robos, la corrupción y la mala logística.

The Guardian)

Y aún más.

Los nuevos soldados y reclutas, no sólo carecen de equipamiento suficiente, tampoco han recibido

prácticamente entrenamiento.

Y cuándo están en el frente es habitual que muchas veces la comida se retrase o llegue

caducada.

O que, por ejemplo, no existan planes sobre dónde refugiarse.

Y ni siquiera se trata solo de que estos soldados apenas reciban equipos, entrenamiento y suministros,

muchas veces también sufren malos tratos.

Sí, en este canal ya os hemos hablado, por ejemplo, de la “dedovschina”, las crueles

novatadas a los nuevos soldados que los llevan al límite mental y físico.

Pero es que hay más: los altos rangos militares también se niegan a informar a las familias

de los soldados sobre su situación.

Y esto aunque parezca mentira es habitual en el ejército ruso.

Pasó en Afganistán y volvió a pasar en Chechenia, donde hubo el caso de madres que

fueron a buscar a sus hijos a las zonas de combate.

Es decir, es decir es habitual que las estructuras militares en Rusia traten a los soldados básicamente

como carne de cañón.

¿El resultado?

La moral por los suelos.

Falta de equipos, falta de preparación, falta de suministros, problemas con la cadena de

mando…

Es la receta perfecta para el fracaso, que es exactamente lo que explica lo ocurrido.

La pregunta es, ¿Y qué se puede hacer?

¿En qué están pensando exactamente en Moscú?

Pues, básicamente en tirar de talonario.

Ya hemos visto cómo han disparado su gasto militar.

(Ahora lo que Putin le ha pedido a su gobierno es que alimenten la industria militar con

nuevos contratos y pedidos.

¿El problema?

El problema es que la corrupción, el desfase tecnológico, las sanciones y la baja productividad