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CuriosaMente - Videos Interessantes, ¿Cómo sabemos que nuestra GALAXIA tiene forma de ESPIRAL?

¿Cómo sabemos que nuestra GALAXIA tiene forma de ESPIRAL?

Hoy respondemos una pregunta elegida por quienes nos apoyan a través de Patreon o del botón

Unirse. ¡Tú también puedes hacer preguntas uniéndote a nuestros benefactores! Más información

al final. Si has estado una noche clara, en algún lugar

alejado de las luces urbanas, además de los miles de estrellas podrás encontrar en el

firmamento una formación alargada, una especie de nube que forma un arco gigantesco. Es la

vía láctea, la galaxia en la que vivimos todos, y en donde existen varios cientos de

miles de estrellas. ¡Pero fue hasta hace muy pocos años que nos dimos cuenta! Y es

que ¿cómo podríamos saber cuál es su forma y su tamaño? ¡Es como si a una hormiga,

parada en una hoja de un gran árbol, le pidiéramos que sepa la forma que tiene el descomunal

bosque en el que vive! Entonces... ¿Cómo sabemos que la vía láctea tiene

forma de espiral? Los españoles tradicionalmente la llamaban

“El camino de Santiago” y otras culturas también se refieren a ella como caminos.

Para los vikingos, ese sendero llevaba al Valhalla y los celtas creían que conducía

al castillo de la reina de las hadas. Pero para los mexicas era Mixcóatl, la serpiente

de nubes y dios de la cacería, mientras que los chinos lo veían como un río de plata

y para los egipcios representaba un charco de leche de vaca asociado con la fertilidad.

Quizá esta idea llegó a los griegos, que la llamaban “vía láctea”: el camino

de leche. Contaban que Heracles (Hércules para los romanos), el forzudo hijo de Zeus

y la humana Alcmena, fue llevado con Hera, la esposa de Zeus, y amamantado mientras ella

dormía para que se convirtiera en un dios. Pero Heracles la mordió tan fuerte que la

despertó, entonces Hera lo arrojó y se causó un reguero de leche que desde entonces cruza

el cielo nocturno. De hecho, la palabra Galaxia viene del griego “galactos” y significa

eso: “leche”. Pero incluso los griegos antiguos no estaban

convencidos de que fuera realmente leche. Ya Demócrito se imaginó que aquellas nubes

lechosas podían ser estrellas tan lejanas y abundantes que no se podían distinguir

individualmente, como lo pensaban los babilonios, Y en el renacimiento Galileo lo comprobó:

gracias a su telescopio pudo confirmar que aquel río de plata eran millones de estrellas.

Fue hasta el Siglo Dieciocho cuando el astrónomo Thomas Wright sugirió la hipótesis de que

vemos así a la Vía Láctea ¡porque estamos dentro de ella! La idea era que, así como

la Tierra viaja dentro del Sistema Solar, el sistema Solar navega alrededor de la Vía

Láctea. La idea la retomó y perfeccionó Immanuel Kant en su libro “Historia General

de la Naturaleza y Teoría del Cielo”. Un avance lo lograron los hermanos alemanes

Carolina y William Herschel, quienes hicieron el primer mapa de la vía láctea. Concluyeron

que seguramente era algo semejante a un disco, pero erróneamente pensaron que el sol estaba

en el centro. También en el Siglo Diecinueve Lord Rosse observó que algunas de las estrellas

del cielo no eran estrellas: eran nebulosas. Él y otros astrónomos notaron que algunas

de estas nebulosas tenían forma de espiral. Pero quedaba una duda: ¿estas nebulosas eran

pequeñas y estaban dentro de nuestra galaxia, o eran objetos lejanos y tan enormes como

la vía láctea? Esta duda persistió por mucho tiempo, y hasta los años 1920 la mayoría

de los astrónomos pensaban lo primero, y estaban convencidos de que la Vía Láctea

era todo el universo. ¡Pero no nos adelantemos!. Jacobus Kapteyn, en 1904, hizo un descubrimiento

genial: estudió el movimiento de miles de estrellas de la vía láctea y se dio cuenta

de que no era aleatorio: la mitad de las estrellas se mueven en una dirección, y la otra mitad

¡en la dirección contraria! ¿Por qué pasaba esto? Si lo vemos acelerado, la respuesta

se revela: la galaxia ¡está girando!. Es la primera evidencia de la rotación de la

vía láctea. Kapteyn usó el concepto de “Universo Isla” para referirse a la galaxia.

Pero ¿esta isla era la única? Pues había un encarnizado debate: por un lado Harlow

Shapley dice que las nebulosas son parte de la vía láctea, mientras que Heber curtis

dice que son otras galaxias. ¿Cómo resolverlo? Pues gracias a las observaciones de Henrietta

Swan Leavitt, quien, estudiando las pulsaciones de ciertas estrellas llamadas Cefeidas, le

dio elementos a Ejnar Hertzsprung para calcular con precisión la distancia de estas estrellas.

Ese método lo utilizó Edwin Hubble para medir la distancia de estrellas Cefeidas en

otras galaxias, como Andrómeda, demostrando de una vez por todas que estaban muuuy lejos

y no dentro de nuestra Galaxia. Y si, como se había observado, muchas otras galaxias

eran espirales ¿también lo sería la nuestra? Pues resulta que en los años 50 Wilbur Christiansen

y Jim Hindman usaron cierto tipo de radiación llamada “línea de hidrógeno”, capaz

de penetrar el polvo cósmico, para hacer el primer mapa de la galaxia: ¡mostrando

que sí, que tiene brazos! Y en 1973 Yvonne e Yvon Georgelin usaron la luiz de las estrellas

jóvenes y gordas, ricas en radiación azul y UV para rastrear la estructura espiral,

confirmando que son 4 los brazos de la Vía Láctea. Y en 2005 el telescopio infrarrojo

Spitzer nos permitió ver a través del polvo. Fue la prueba concluyente de la estructura

espiral de la galaxia. Ahora sabemos que la galaxia tiene esta estructura,

formada por un bulbo central, el disco, donde vivimos nosotros, y el halo formado principalmente

por polvo y gas, pero con algunas estrellas viejitas. El disco tiene 4 brazos: dos principales

Escudo-Centauro y Perseo y dos secundarios Sagitario y Norma. Por cierto: las estrellas

no están fijas en los brazos, sino que estos son ondas de densidad, como olas en las que

se mueven. Nuestra galaxia tiene entre 200 y 400 mil millones de estrellas y un diámetro

de 200 mil años luz. También al parecer, en nuestro centro galáctico, hay un agujero

negro con la masa de 2.6 millones de soles llamado Sagitario A.

Tan impresionante como la Vía Láctea es la historia de su descubrimiento con la colaboración

de generaciones de personas dedicadas a la astronomía y a la física, que pudieron,

valiéndose de la ciencia, hacer algo tan impresionante como que una hormiga haga un

mapa del inmenso bosque en el que vive ¡sin moverse de su hojita! ¡CuriosaMente!

Muchas gracias a quienes nos apoyan a través de Patreon o como miembros de nuestro canal

con el botón “Unirse” especialmente a 1832-MiguelJob, Adrian Ruiz Díaz, Alberto

Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández, Esaú Bojórquez Velázquez, Familia Rebollo

Sainz, Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier Navarro, Luis Malo, Marco Rivera, Noemi

Moreno, Pancho, Paulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl Noriega, Raúl Sánchez, Rodrigo Castro,

Tania Moreno y Telemilla 90


¿Cómo sabemos que nuestra GALAXIA tiene forma de ESPIRAL? Woher wissen wir, dass unsere GALAXY wie ein SPIRAL geformt ist? How do we know that our GALAXY is shaped like a SPIRAL? Comment savons-nous que notre GALAXIE a la forme d'une SPIRALE ? Skąd wiemy, że nasza GALAKTYKA ma kształt SPIRALI? Como é que sabemos que o nosso GALÁXIA tem a forma de uma ESPIRAL? Откуда мы знаем, что наша Галактика имеет форму СПИРАЛИ?

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al final. Si has estado una noche clara, en algún lugar

alejado de las luces urbanas, además de los miles de estrellas podrás encontrar en el

firmamento una formación alargada, una especie de nube que forma un arco gigantesco. Es la

vía láctea, la galaxia en la que vivimos todos, y en donde existen varios cientos de

miles de estrellas. ¡Pero fue hasta hace muy pocos años que nos dimos cuenta! Y es

que ¿cómo podríamos saber cuál es su forma y su tamaño? ¡Es como si a una hormiga,

parada en una hoja de un gran árbol, le pidiéramos que sepa la forma que tiene el descomunal стоя на листе большого дерева, мы попросили бы его узнать форму массивного дерева.

bosque en el que vive! Entonces... ¿Cómo sabemos que la vía láctea tiene

forma de espiral? Los españoles tradicionalmente la llamaban

“El camino de Santiago” y otras culturas también se refieren a ella como caminos.

Para los vikingos, ese sendero llevaba al Valhalla y los celtas creían que conducía

al castillo de la reina de las hadas. Pero para los mexicas era Mixcóatl, la serpiente

de nubes y dios de la cacería, mientras que los chinos lo veían como un río de plata

y para los egipcios representaba un charco de leche de vaca asociado con la fertilidad.

Quizá esta idea llegó a los griegos, que la llamaban “vía láctea”: el camino

de leche. Contaban que Heracles (Hércules para los romanos), el forzudo hijo de Zeus of milk. It was said that Heracles (Hercules to the Romans), the strong son of Zeus

y la humana Alcmena, fue llevado con Hera, la esposa de Zeus, y amamantado mientras ella and the human Alcmene, he was taken to Hera, the wife of Zeus, and nursed while she

dormía para que se convirtiera en un dios. Pero Heracles la mordió tan fuerte que la slept so that he would become a god. But Herakles bit her so hard that the

despertó, entonces Hera lo arrojó y se causó un reguero de leche que desde entonces cruza

el cielo nocturno. De hecho, la palabra Galaxia viene del griego “galactos” y significa

eso: “leche”. Pero incluso los griegos antiguos no estaban

convencidos de que fuera realmente leche. Ya Demócrito se imaginó que aquellas nubes

lechosas podían ser estrellas tan lejanas y abundantes que no se podían distinguir

individualmente, como lo pensaban los babilonios, Y en el renacimiento Galileo lo comprobó:

gracias a su telescopio pudo confirmar que aquel río de plata eran millones de estrellas.

Fue hasta el Siglo Dieciocho cuando el astrónomo Thomas Wright sugirió la hipótesis de que

vemos así a la Vía Láctea ¡porque estamos dentro de ella! La idea era que, así como

la Tierra viaja dentro del Sistema Solar, el sistema Solar navega alrededor de la Vía

Láctea. La idea la retomó y perfeccionó Immanuel Kant en su libro “Historia General

de la Naturaleza y Teoría del Cielo”. Un avance lo lograron los hermanos alemanes

Carolina y William Herschel, quienes hicieron el primer mapa de la vía láctea. Concluyeron

que seguramente era algo semejante a un disco, pero erróneamente pensaron que el sol estaba

en el centro. También en el Siglo Diecinueve Lord Rosse observó que algunas de las estrellas

del cielo no eran estrellas: eran nebulosas. Él y otros astrónomos notaron que algunas

de estas nebulosas tenían forma de espiral. Pero quedaba una duda: ¿estas nebulosas eran

pequeñas y estaban dentro de nuestra galaxia, o eran objetos lejanos y tan enormes como

la vía láctea? Esta duda persistió por mucho tiempo, y hasta los años 1920 la mayoría

de los astrónomos pensaban lo primero, y estaban convencidos de que la Vía Láctea

era todo el universo. ¡Pero no nos adelantemos!. Jacobus Kapteyn, en 1904, hizo un descubrimiento But let's not get ahead of ourselves! Jacobus Kapteyn, in 1904, made a discovery

genial: estudió el movimiento de miles de estrellas de la vía láctea y se dio cuenta

de que no era aleatorio: la mitad de las estrellas se mueven en una dirección, y la otra mitad

¡en la dirección contraria! ¿Por qué pasaba esto? Si lo vemos acelerado, la respuesta

se revela: la galaxia ¡está girando!. Es la primera evidencia de la rotación de la

vía láctea. Kapteyn usó el concepto de “Universo Isla” para referirse a la galaxia.

Pero ¿esta isla era la única? Pues había un encarnizado debate: por un lado Harlow

Shapley dice que las nebulosas son parte de la vía láctea, mientras que Heber curtis

dice que son otras galaxias. ¿Cómo resolverlo? Pues gracias a las observaciones de Henrietta

Swan Leavitt, quien, estudiando las pulsaciones de ciertas estrellas llamadas Cefeidas, le

dio elementos a Ejnar Hertzsprung para calcular con precisión la distancia de estas estrellas.

Ese método lo utilizó Edwin Hubble para medir la distancia de estrellas Cefeidas en

otras galaxias, como Andrómeda, demostrando de una vez por todas que estaban muuuy lejos

y no dentro de nuestra Galaxia. Y si, como se había observado, muchas otras galaxias

eran espirales ¿también lo sería la nuestra? Pues resulta que en los años 50 Wilbur Christiansen

y Jim Hindman usaron cierto tipo de radiación llamada “línea de hidrógeno”, capaz

de penetrar el polvo cósmico, para hacer el primer mapa de la galaxia: ¡mostrando

que sí, que tiene brazos! Y en 1973 Yvonne e Yvon Georgelin usaron la luiz de las estrellas

jóvenes y gordas, ricas en radiación azul y UV para rastrear la estructura espiral,

confirmando que son 4 los brazos de la Vía Láctea. Y en 2005 el telescopio infrarrojo

Spitzer nos permitió ver a través del polvo. Fue la prueba concluyente de la estructura Spitzer allowed us to see through the dust. It was conclusive proof of the structure

espiral de la galaxia. Ahora sabemos que la galaxia tiene esta estructura,

formada por un bulbo central, el disco, donde vivimos nosotros, y el halo formado principalmente

por polvo y gas, pero con algunas estrellas viejitas. El disco tiene 4 brazos: dos principales

Escudo-Centauro y Perseo y dos secundarios Sagitario y Norma. Por cierto: las estrellas

no están fijas en los brazos, sino que estos son ondas de densidad, como olas en las que are not fixed in the arms, but these are waves of density, like waves in which

se mueven. Nuestra galaxia tiene entre 200 y 400 mil millones de estrellas y un diámetro

de 200 mil años luz. También al parecer, en nuestro centro galáctico, hay un agujero

negro con la masa de 2.6 millones de soles llamado Sagitario A.

Tan impresionante como la Vía Láctea es la historia de su descubrimiento con la colaboración

de generaciones de personas dedicadas a la astronomía y a la física, que pudieron,

valiéndose de la ciencia, hacer algo tan impresionante como que una hormiga haga un

mapa del inmenso bosque en el que vive ¡sin moverse de su hojita! ¡CuriosaMente!

Muchas gracias a quienes nos apoyan a través de Patreon o como miembros de nuestro canal

con el botón “Unirse” especialmente a 1832-MiguelJob, Adrian Ruiz Díaz, Alberto

Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández, Esaú Bojórquez Velázquez, Familia Rebollo

Sainz, Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier Navarro, Luis Malo, Marco Rivera, Noemi

Moreno, Pancho, Paulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl Noriega, Raúl Sánchez, Rodrigo Castro,

Tania Moreno y Telemilla 90