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Esp - VisualPolitik, ¿Cómo el obsoleto EJÉRCITO de la INDIA quiere hacer FRENTE a CHINA? - VisualPolitik

¿Cómo el obsoleto EJÉRCITO de la INDIA quiere hacer FRENTE a CHINA? - VisualPolitik

Queridos amigos, amigas, cuando hablamos de grandes fuerzas armadas y ejércitos

normalmente nos solemos fijar en casos como los de Estados Unidos, China o Rusia.

Pocas veces se nos ocurren más casos, quizás a lo sumo los de Reino Unido o Francia,

y siempre y cuando no hablemos de la lucha por el poder y la hegemonía en el siglo XXI.

Ahora bien, ¿qué pasa con la India? Al fin y al cabo la India es el segundo

país más poblado del mundo y muy pronto - si es que no lo es ya - será el primero. Y

no solo se trata de la población, por superficie también está entre

los 10 países más grandes del mundo, concretamente en la séptima posición.

Además, de una u otra forma su economía está en auge - o al menos eso esperan muchos

inversores - y cada vez más empresas están estableciendo allí plantas de producción.

(Tesla establecerá una fábrica de coches eléctricos en el sur de la India - Reuters)

(Apple acelera el cambio de producción de iPhone y iPad a India y Vietnam - Nikkei Asia)

Y, ojo, porque lo solemos olvidar, pero cuando hablamos de la India,

estamos también hablando de una de las nueve potencias nucleares que hoy por hoy podemos

encontrar en todo el mundo. Concretamente se estima su arsenal, aunque no hay datos oficiales

confirmados, en unas 150 cabezas nucleares. Y sí, a pesar de que siempre se pasa por alto,

la India también tiene sus propios enfrentamientos y disputas geopolíticas,

incluyendo su propio choque con el gran gigante asiático: la República Popular China.

(A día de hoy los dos países con los que la India mantiene una relación más problemática

son Pakistán y China. El principal foco del conflicto se sitúa en la región de Cachemira

una región compartida entre Pakistán, e India, con un pedacito también en manos del gigante chino.

De esta forma, en este lugar la India mantiene dos flancos abiertos: por un lado contra Pakistán,

a quien Nueva Delhi acusa de enviar milicianos a través de la frontera de

facto para desestabilizar a la parte india de Cachemira, y por otro lado contra China,

con quien comparte una frontera en el valle de Galwa que, de vez en cuando,

se convierte en escenario de enfrentamientos armados y tensiones.

Asimismo, la India y China, como ya os hemos contando en VisualPolitik,

comparten una frontera montañosa poco amistosa en pleno Himalaya al tiempo que también mantienen

intereses enfrentados en el Océano índico. Un océano donde nos encontramos con una China cada

vez más expansionista que trata de tener el control construyendo bases navales en

la zona y la India que persigue reforzar su Armada para asegurar sus rutas comerciales.)

Sin embargo, a pesar de ser un gigante demográfico, una potencia en ciernes

y mantener sendos conflictos con dos potencias nucleares, la India,

la gran potencia mundial en burocracia lejos de haber desarrollado un poderoso y temible

ejército -tal y como podríamos pensar- tiene unas fuerzas armadas repletas de problemas.

Y ese no es el único problema. Además, en las zonas de conflicto con sus vecinos, el

país carece de buenas infraestructuras por tierra, como carreteras y ferrocarriles, lo cual dificulta

enormemente las cadenas de suministros y el posible despliegue de tropas en caso de conflicto.

Sin embargo.. Todo esto muy pronto podría cambiar.

Queridos amigos, amigas, ¿Qué papel juega realmente la India en el nuevo

juego de poderes que se está desarrollando en Asia-Pacífico? ¿Cómo espera Nueva Delhi

poder llegar a competir con su vecino del norte? ¿Estamos quizás asistiendo

a los prolegómenos de una nueva especie de guerra fría entre China y la India?

Atentos.

(CUANDO EL TAMAÑO NO IMPORTA)

A diferencia de China, Rusia y de otras grandes potencias militares emergentes,

la India nunca ha tenido una tradición militar demasiado arraigada.

Cuando el país dejó de ser una colonia británica en 1947, los británicos no dejaron tras de sí

ninguna cultura militar asentada ni estructuras sólidas de seguridad interna o inteligencia.

Y de hecho, la situación no cambió demasiado una vez alcanzada la independencia. Los

sucesivos gobiernos indios consideraron que la falta de desarrollo económico y

social era una amenaza mayor que la que provenía de sus vecinos.

Y claro, si hablamos de un país pobre y muy poblado, ya os podéis imaginar la configuración de

sus fuerzas armadas. Tradicionalmente el ejército indio siempre ha sido muy dependiente del número

de efectivos, dejando en un segundo o tercer lugar la cuestión de la modernización de los equipos.

De esta forma, aunque la India tiene el tercer mayor presupuesto militar del mundo,

tras China y Estados Unidos, sus capacidades operativas en la práctica son muy reducidas.

Por así decirlo, en cierto modo, la configuración del ejército indio recuerda más a los ejércitos

de la primera mitad del siglo XX que a los de las fuerzas armadas modernas.

(La India mantiene actualmente unas fuerzas armadas con 1.500.000 efectivos. Según los

analistas y estrategas militares necesitan deshacerse de entre 200.000 y 300.000 hombres

por lo menos y desviar los recursos sobrantes a la mejora de armamento

para el campo de batalla, invertir por ejemplo en artillería moderna,

helicópteros de ataque ligero o capacidades aéreas de cuarta y quinta generación.

Luego, además del exceso de personal y la escasez de equipos y armamento

está también el problema de las pensiones militares. Para que os hagáis una idea,

casi el 30% del presupuesto de defensa para 2021 se dirige a pagar las pensiones

militares. Esto supone casi 18.000 millones de un presupuesto total de unos 62.000)

Es decir, el ejército indio prácticamente gasta más en pensiones militares que en la adquisición

de nuevos equipos. De hecho, si restamos las pensiones militares del presupuesto,

entonces la posición de la India en el ranking de países por gasto militar cae de la tercera

plaza hasta la novena y se sitúa a la altura de países como Corea del Sur,

claro que con casi 1 millón y medio de soldados a los que pagar, entrenar, preparar y equipar.

Claro que este no es el único problema que tienen las fuerzas armadas indias.

El país también ha tenido serios problemas para intentar alcanzar el

objetivo de desarrollar una industria militar propia y fuerte. Y este es

precisamente uno de los retos que el actual gobierno se ha marcado.

Evidentemente tener una industria militar fuerte le permite a un país

ser mucho menos dependiente de la situación geopolítica internacional

a la hora de comprar equipos militares. Y eso también te hace menos vulnerable.

Si dependes exclusivamente de las compras en el mercado internacional y sobre todo

si dependes en exceso de un país y de repente se produce un conflicto,

no puedes poner la mano en el fuego sobre qué sucedería con los suministros militares.

Ahora bien, esta es la situación actual de la India. ¿Pero qué están

haciendo al respecto? ¿Cuáles son los planes de Nueva Delhi?

Pues bien, veámoslo.

(¿CONSTRUIR UNAS FUERZAS ARMADAS DESDE CERO?)

Desde hace algunos años atrás el gobierno indio está poniendo su

foco de atención en las debilidades que presentan sus fuerzas armadas.

Por así decirlo parecen haberse dado cuenta de que ni son eficientes, ni son

modernas ni desde luego podrían estar a la altura en el caso de

que se torcieran las cosas con China o incluso con Pakistán.

Por eso en 2012 se puso en marcha un programa de modernización y reestructuración a 15 años

vista, hasta el 2027: Hablamos del Plan de Perspectiva Integrada a Largo Plazo o LTIPP.

Un plan que preveía la compra de armamento moderno por valor

de 250.000 millones de dólares en ese periodo,

pero que sin embargo ha ido sufriendo recortes y constantes retrasos a lo largo de los años.

Aun así, a pesar de que no se han cumplidos todos los plazos ni las metas fijadas hasta el momento,

lo cierto es que sí se ha producido una cierta mejora en las capacidades

militares indias, por mar, por tierra y por aire.

Si os parece vamos a echar un vistazo a estas mejoras. Empecemos por la Armada.

(La India pretende tener operativa para el año 2050 una fuerza de 200 buques de guerra

y 500 aviones de combate que la convertirían en una de las Armadas más fuertes del mundo.

Sin embargo en la actualidad solo cuenta con unos 170 buques, 17 submarinos y algo

más de 200 aviones navales. Están por tanto todavía bastante lejos todavía de su objetivo.

Entre su actual equipamiento cuenta con un portaaviones, el INS Vikramaditya,

que es un portaaviones soviético comprado a Rusia en el 2004. Además está desarrollando

portaaviones autóctonos para incorporar dos más antes de la siguiente década

Como curiosidad, aproximadamente el 60% del equipamiento militar indio en la actualidad

tiene origen soviético o ruso, sobre todo los submarinos, aviones y blindados.

Pero volviendo a la armada, además del portaaviones esta cuenta también con 11

destructores, 13 fragatas, 23 corbetas, 7 buques de reconocimiento, 15 submarinos convencionales,

uno nuclear y un submarino de misiles balísticos, entre otros buques de menos calado.)

Bien, este es el inventario actual, la pregunta es, ¿qué es lo que está por venir?

Pues bien, los planes para la Armada pasan,

además de los dos nuevos portaaviones que ya hemos comentado, por 24 nuevos submarinos,

entre ellos seis nucleares y seis diésel-eléctricos con sistemas avanzados

de propulsión independiente del aire, lo que les permitirá estar bajo el agua más tiempo.

También adquirirán siete nuevas fragatas y cinco buques de apoyo,

entre otras adquisiciones menores. Pero quizás lo más sabroso llega al

hablar de lo que se espera que se sume al ejército de tierra y a la fuerza aérea.

Y es que veréis, la modernización del ejército indio pasa por la incorporación

de 464 tanques T-90 rusos, adicionales a los cerca de 2.000 con los que ya cuenta..

El objetivo es operar unos 3.000 tanques rusos de este tipo y sustituir con ellos

los tanques más viejos, como los T-72 soviéticos que aún están en servicio.

(Pero no solo de tanques va la cosa… Las mejoras también están llegando al campo de la artillería,

con el desarrollo de cañones de artillería de largo alcance y mayor movilidad que

le permitirán alcanzar objetivos en la frontera con Pakistán a mayor distancia.

Por ejemplo, en esta linea, se adquirirán hasta 145 obuses M777A2 a Estados Unidos,

un total de 100 obuses autopropulsados

K-9 surcoreanos y también se están desarrollado obuses autóctonos ATAGS.)

Luego, para proteger las bases militares y nucleares, y también las ciudades e

infraestructuras estratégicas, en 2016, la India firmó un acuerdo con Rusia para desplegar el

sistema de defensa antiaérea ruso S-400, uno de los mejores sistemas antiaéreos del mundo.

Y ojo porque esto es muy pero que muy importante, la adopción del S-400 puede otorgarle a la

India una ventaja decisiva sobre Pakistán, haciendo prácticamente imposible hoy por hoy

que ningún avión, drone, helicóptero o misil pakistaní llegue atacar el territorio indio.

Hablamos eso sí, de un despliegue que no ha sentado nada bien a los Estados Unidos,

un país aliado de India, que incluso amenazó con sanciones por una ley del

2017 que castiga la compra de este tipo de equipamiento ruso.

(Fricción entre India y Estados Unidos sobre el plan de compra de sistemas de

defensa rusos S-400. Nueva Delhi no tenía una exención de la ley estadounidense del

2017 destinada a disuadir a los países de comprar equipos militares rusos. CNBC)

Además, en 2017, India firmó con Israel un contrato de 2.000 millones de dólares para

equipar al ejército indio con un regimiento de 16 lanzadoras y 560 misiles Barak 8 israelíes.

Ah, y también añadirán 22 helicópteros de ataque Apache estadounidenses, que son considerados una

de las máquinas más letales de todo el mundo. Y tras repasar los cambios en la Armada y

en las fuerzas de tierra le toca ahora el turno a la fuerza aérea.

Amigos, aunque la India es la cuarta fuerza aérea más grande del mundo tras las de Estados Unidos,

Rusia y China, no es precisamente la más puntera.

Actualmente cuenta con 806 cazas, 82 aviones de misiones especiales,

7 aviones de reabastecimiento de combustible, 232 aviones de transporte,

652 helicópteros y 325 aviones de entrenamiento. Y si esto os parece mucho,

la IAF, la fuerza aérea india, pretende sumar más de 400 aviones adicionales.

(La IAF acaba de agregar 53 nuevos Sukhoi SU-30 a su flota,

de tal forma que ya vuela 272 aviones de este modelo ruso. Además ha firmado un contrato de

casi 9.000 millones de dólares con Francia para la compra de 36 cazas Dassault Rafale.

Estos dos modelos son capaces de llevar distintos tipos de misiles,

entre ellos misiles con capacidad nuclear como el BrahMos indo-ruso.)

Y junto a los cazas encontramos también nuevos sistemas de alerta temprana y

control aerotransportado, así como una nueva red de satélites que la India tiene

ya en funcionamiento. Hablamos de satélites como por ejemplo el RISAAT-II y una especie

de satélite mirón pensado especialmente para vigilar a Pakistán las 24h del día.

Y esta larga lista que os hemos mostrado responde solo a los programas más importantes. Pero creo

que la idea ha quedado clara. Parece que en la India se están poniendo manos a la

obra para llevar a cabo una profunda modernización de sus fuerzas armadas.

El país quiere dejar de ser un tigre de papel para convertirse en un temido y fiero tigre de fuego,

sin embargo para completar sus planes hará falta mucho pero que mucho dinero

Y de momento, lo cierto es que dinero, dinero,

tampoco es que India haya puesto tanto para sus programas de Defensa en los últimos años.

Y eso hace que muchos de estos planes se estén desarrollando más como retales

sueltos que como un programa integrado para mejorar las capacidades operativas.

(Entre los años 2000 y 2019, el gasto en defensa

de la India en relación a su PIB bajó del 2,45% al 1,49%.

Y aunque ahora ha remontado ligeramente hasta el 2,18%, si lo comparamos con el

aproximadamente 2% de China y tenemos en cuenta que el PIB de este último país es 5

veces mayor que el de la India, podemos ver la importante distancia que separa ambos países.)

Por su parte, son muchos los analistas del mundo de la defensa,

que afirman que al plan de 15 años de la India, que vence en 2027,

le falta sentido estratégico, es decir, algunas de las adquisiciones armamentísticas

podrían no estar bien orientadas a las necesidades reales en caso de guerra.

Claro que quizás para la India su gran fuerte, su gran apuesta sea la capacidad disuasoria de

sus 150 cabezas nucleares. Pero eso no quita para que sea cuestionable que con un gasto de

más de 60 mil millones de dólares anuales, el país apenas pueda aspirar a jugar ningún rol regional.

¿Logrará la India cambiar esta situación y ver colmadas sus incipientes deseos

de convertirse en toda una potencia? Lo veremos, de momento como veis los

planes de modernización siguen avanzando, aunque lentamente.

Luego la producción local tampoco está despegando. El gobierno ha firmado a

través del plan Make in India acuerdos de coproducción y codesarrollo con Estados Unidos,

Israel o Rusia, pero no parece que sea suficiente. Por no hablar del infierno

burocrático que es la India y cómo eso afecta a las cadenas de producción.

En cualquier caso solo el tiempo podrá revelarnos cuál será el panorama en

unos cuantos años. Los deseos están sobre la mesa, las carencias y dificultades también.

Y ahora si este vídeo os ha resultado interesante

no olvidéis darle al botón de like y suscribiros a VisualPolitik.

Un saludo y hasta la próxima.


¿Cómo el obsoleto EJÉRCITO de la INDIA quiere hacer FRENTE a CHINA? - VisualPolitik Wie will die veraltete INDIANISCHE ARMEE CHINA entgegentreten? - VisuellePolitik How does the obsolete INDIAN ARMY want to face CHINA? - VisualPolitik ¿Cómo el obsoleto EJÉRCITO de la INDIA quiere hacer FRENTE a CHINA? - VisualPolitik 時代遅れのインド軍は中国にどう立ち向かうか?- ビジュアルポリティーク Como é que o obsoleto INDIAN ARMY quer enfrentar a CHINA? - VisualPolitik

Queridos amigos, amigas, cuando hablamos  de grandes fuerzas armadas y ejércitos

normalmente nos solemos fijar en casos  como los de Estados Unidos, China o Rusia.

Pocas veces se nos ocurren más casos, quizás  a lo sumo los de Reino Unido o Francia,

y siempre y cuando no hablemos de la lucha  por el poder y la hegemonía en el siglo XXI.

Ahora bien, ¿qué pasa con la India? Al  fin y al cabo la India es el segundo

país más poblado del mundo y muy pronto -  si es que no lo es ya - será el primero. Y

no solo se trata de la población,  por superficie también está entre

los 10 países más grandes del mundo,  concretamente en la séptima posición.

Además, de una u otra forma su economía  está en auge - o al menos eso esperan muchos

inversores - y cada vez más empresas están  estableciendo allí plantas de producción.

(Tesla establecerá una fábrica de coches  eléctricos en el sur de la India - Reuters)

(Apple acelera el cambio de producción de  iPhone y iPad a India y Vietnam - Nikkei Asia)

Y, ojo, porque lo solemos olvidar,  pero cuando hablamos de la India,

estamos también hablando de una de las nueve  potencias nucleares que hoy por hoy podemos

encontrar en todo el mundo. Concretamente se  estima su arsenal, aunque no hay datos oficiales

confirmados, en unas 150 cabezas nucleares. Y sí, a pesar de que siempre se pasa por alto,

la India también tiene sus propios  enfrentamientos y disputas geopolíticas,

incluyendo su propio choque con el gran  gigante asiático: la República Popular China.

(A día de hoy los dos países con los que la  India mantiene una relación más problemática

son Pakistán y China. El principal foco del  conflicto se sitúa en la región de Cachemira

una región compartida entre Pakistán, e India, con  un pedacito también en manos del gigante chino.

De esta forma, en este lugar la India mantiene  dos flancos abiertos: por un lado contra Pakistán,

a quien Nueva Delhi acusa de enviar  milicianos a través de la frontera de

facto para desestabilizar a la parte india  de Cachemira, y por otro lado contra China,

con quien comparte una frontera en el  valle de Galwa que, de vez en cuando,

se convierte en escenario de  enfrentamientos armados y tensiones.

Asimismo, la India y China, como ya  os hemos contando en VisualPolitik,

comparten una frontera montañosa poco amistosa  en pleno Himalaya al tiempo que también mantienen

intereses enfrentados en el Océano índico. Un  océano donde nos encontramos con una China cada

vez más expansionista que trata de tener  el control construyendo bases navales en

la zona y la India que persigue reforzar su  Armada para asegurar sus rutas comerciales.)

Sin embargo, a pesar de ser un gigante  demográfico, una potencia en ciernes

y mantener sendos conflictos con  dos potencias nucleares, la India,

la gran potencia mundial en burocracia lejos  de haber desarrollado un poderoso y temible

ejército -tal y como podríamos pensar- tiene  unas fuerzas armadas repletas de problemas.

Y ese no es el único problema. Además, en  las zonas de conflicto con sus vecinos, el

país carece de buenas infraestructuras por tierra,  como carreteras y ferrocarriles, lo cual dificulta

enormemente las cadenas de suministros y el  posible despliegue de tropas en caso de conflicto.

Sin embargo.. Todo esto muy pronto podría cambiar.

Queridos amigos, amigas, ¿Qué papel  juega realmente la India en el nuevo

juego de poderes que se está desarrollando  en Asia-Pacífico? ¿Cómo espera Nueva Delhi

poder llegar a competir con su vecino  del norte? ¿Estamos quizás asistiendo

a los prolegómenos de una nueva especie  de guerra fría entre China y la India?

Atentos.

(CUANDO EL TAMAÑO NO IMPORTA)

A diferencia de China, Rusia y de otras  grandes potencias militares emergentes,

la India nunca ha tenido una  tradición militar demasiado arraigada.

Cuando el país dejó de ser una colonia británica  en 1947, los británicos no dejaron tras de sí

ninguna cultura militar asentada ni estructuras  sólidas de seguridad interna o inteligencia.

Y de hecho, la situación no cambió demasiado  una vez alcanzada la independencia. Los

sucesivos gobiernos indios consideraron  que la falta de desarrollo económico y

social era una amenaza mayor que  la que provenía de sus vecinos.

Y claro, si hablamos de un país pobre y muy  poblado, ya os podéis imaginar la configuración de

sus fuerzas armadas. Tradicionalmente el ejército  indio siempre ha sido muy dependiente del número

de efectivos, dejando en un segundo o tercer lugar  la cuestión de la modernización de los equipos.

De esta forma, aunque la India tiene el  tercer mayor presupuesto militar del mundo,

tras China y Estados Unidos, sus capacidades  operativas en la práctica son muy reducidas.

Por así decirlo, en cierto modo, la configuración  del ejército indio recuerda más a los ejércitos

de la primera mitad del siglo XX que  a los de las fuerzas armadas modernas.

(La India mantiene actualmente unas fuerzas  armadas con 1.500.000 efectivos. Según los

analistas y estrategas militares necesitan  deshacerse de entre 200.000 y 300.000 hombres

por lo menos y desviar los recursos  sobrantes a la mejora de armamento

para el campo de batalla, invertir  por ejemplo en artillería moderna,

helicópteros de ataque ligero o capacidades  aéreas de cuarta y quinta generación.

Luego, además del exceso de personal  y la escasez de equipos y armamento

está también el problema de las pensiones  militares. Para que os hagáis una idea,

casi el 30% del presupuesto de defensa  para 2021 se dirige a pagar las pensiones

militares. Esto supone casi 18.000 millones  de un presupuesto total de unos 62.000)

Es decir, el ejército indio prácticamente gasta  más en pensiones militares que en la adquisición

de nuevos equipos. De hecho, si restamos  las pensiones militares del presupuesto,

entonces la posición de la India en el ranking  de países por gasto militar cae de la tercera

plaza hasta la novena y se sitúa a la  altura de países como Corea del Sur,

claro que con casi 1 millón y medio de soldados  a los que pagar, entrenar, preparar y equipar.

Claro que este no es el único problema  que tienen las fuerzas armadas indias.

El país también ha tenido serios  problemas para intentar alcanzar el

objetivo de desarrollar una industria  militar propia y fuerte. Y este es

precisamente uno de los retos que  el actual gobierno se ha marcado.

Evidentemente tener una industria  militar fuerte le permite a un país

ser mucho menos dependiente de la  situación geopolítica internacional

a la hora de comprar equipos militares.  Y eso también te hace menos vulnerable.

Si dependes exclusivamente de las compras  en el mercado internacional y sobre todo

si dependes en exceso de un país y  de repente se produce un conflicto,

no puedes poner la mano en el fuego sobre  qué sucedería con los suministros militares.

Ahora bien, esta es la situación  actual de la India. ¿Pero qué están

haciendo al respecto? ¿Cuáles  son los planes de Nueva Delhi?

Pues bien, veámoslo.

(¿CONSTRUIR UNAS FUERZAS ARMADAS DESDE CERO?)

Desde hace algunos años atrás el  gobierno indio está poniendo su

foco de atención en las debilidades  que presentan sus fuerzas armadas.

Por así decirlo parecen haberse dado  cuenta de que ni son eficientes, ni son

modernas ni desde luego podrían  estar a la altura en el caso de

que se torcieran las cosas con  China o incluso con Pakistán.

Por eso en 2012 se puso en marcha un programa  de modernización y reestructuración a 15 años

vista, hasta el 2027: Hablamos del Plan de  Perspectiva Integrada a Largo Plazo o LTIPP.

Un plan que preveía la compra  de armamento moderno por valor

de 250.000 millones de dólares en ese periodo,

pero que sin embargo ha ido sufriendo recortes  y constantes retrasos a lo largo de los años.

Aun así, a pesar de que no se han cumplidos todos  los plazos ni las metas fijadas hasta el momento,

lo cierto es que sí se ha producido  una cierta mejora en las capacidades

militares indias, por mar, por tierra y por aire.

Si os parece vamos a echar un vistazo a  estas mejoras. Empecemos por la Armada.

(La India pretende tener operativa para el  año 2050 una fuerza de 200 buques de guerra

y 500 aviones de combate que la convertirían  en una de las Armadas más fuertes del mundo.

Sin embargo en la actualidad solo cuenta  con unos 170 buques, 17 submarinos y algo

más de 200 aviones navales. Están por tanto  todavía bastante lejos todavía de su objetivo.

Entre su actual equipamiento cuenta con  un portaaviones, el INS Vikramaditya,

que es un portaaviones soviético comprado a  Rusia en el 2004. Además está desarrollando

portaaviones autóctonos para incorporar  dos más antes de la siguiente década

Como curiosidad, aproximadamente el 60% del  equipamiento militar indio en la actualidad

tiene origen soviético o ruso, sobre  todo los submarinos, aviones y blindados.

Pero volviendo a la armada, además del  portaaviones esta cuenta también con 11

destructores, 13 fragatas, 23 corbetas, 7 buques  de reconocimiento, 15 submarinos convencionales,

uno nuclear y un submarino de misiles  balísticos, entre otros buques de menos calado.)

Bien, este es el inventario actual, la  pregunta es, ¿qué es lo que está por venir?

Pues bien, los planes para la Armada pasan,

además de los dos nuevos portaaviones que ya  hemos comentado, por 24 nuevos submarinos,

entre ellos seis nucleares y seis  diésel-eléctricos con sistemas avanzados

de propulsión independiente del aire, lo que  les permitirá estar bajo el agua más tiempo.

También adquirirán siete nuevas  fragatas y cinco buques de apoyo,

entre otras adquisiciones menores. Pero quizás lo más sabroso llega al

hablar de lo que se espera que se sume al  ejército de tierra y a la fuerza aérea.

Y es que veréis, la modernización del  ejército indio pasa por la incorporación

de 464 tanques T-90 rusos, adicionales a  los cerca de 2.000 con los que ya cuenta..

El objetivo es operar unos 3.000 tanques  rusos de este tipo y sustituir con ellos

los tanques más viejos, como los T-72  soviéticos que aún están en servicio.

(Pero no solo de tanques va la cosa… Las mejoras  también están llegando al campo de la artillería,

con el desarrollo de cañones de artillería  de largo alcance y mayor movilidad que

le permitirán alcanzar objetivos en la  frontera con Pakistán a mayor distancia.

Por ejemplo, en esta linea, se adquirirán  hasta 145 obuses M777A2 a Estados Unidos,

un total de 100 obuses autopropulsados

K-9 surcoreanos y también se están  desarrollado obuses autóctonos ATAGS.)

Luego, para proteger las bases militares  y nucleares, y también las ciudades e

infraestructuras estratégicas, en 2016, la India  firmó un acuerdo con Rusia para desplegar el

sistema de defensa antiaérea ruso S-400, uno  de los mejores sistemas antiaéreos del mundo.

Y ojo porque esto es muy pero que muy importante,  la adopción del S-400 puede otorgarle a la

India una ventaja decisiva sobre Pakistán,  haciendo prácticamente imposible hoy por hoy

que ningún avión, drone, helicóptero o misil  pakistaní llegue atacar el territorio indio.

Hablamos eso sí, de un despliegue que no  ha sentado nada bien a los Estados Unidos,

un país aliado de India, que incluso  amenazó con sanciones por una ley del

2017 que castiga la compra de  este tipo de equipamiento ruso.

(Fricción entre India y Estados Unidos  sobre el plan de compra de sistemas de

defensa rusos S-400. Nueva Delhi no tenía  una exención de la ley estadounidense del

2017 destinada a disuadir a los países  de comprar equipos militares rusos. CNBC)

Además, en 2017, India firmó con Israel un  contrato de 2.000 millones de dólares para

equipar al ejército indio con un regimiento de  16 lanzadoras y 560 misiles Barak 8 israelíes.

Ah, y también añadirán 22 helicópteros de ataque  Apache estadounidenses, que son considerados una

de las máquinas más letales de todo el mundo. Y tras repasar los cambios en la Armada y

en las fuerzas de tierra le toca  ahora el turno a la fuerza aérea.

Amigos, aunque la India es la cuarta fuerza aérea  más grande del mundo tras las de Estados Unidos,

Rusia y China, no es precisamente la más puntera.

Actualmente cuenta con 806 cazas,  82 aviones de misiones especiales,

7 aviones de reabastecimiento de  combustible, 232 aviones de transporte,

652 helicópteros y 325 aviones de  entrenamiento. Y si esto os parece mucho,

la IAF, la fuerza aérea india, pretende  sumar más de 400 aviones adicionales.

(La IAF acaba de agregar 53  nuevos Sukhoi SU-30 a su flota,

de tal forma que ya vuela 272 aviones de este  modelo ruso. Además ha firmado un contrato de

casi 9.000 millones de dólares con Francia  para la compra de 36 cazas Dassault Rafale.

Estos dos modelos son capaces de  llevar distintos tipos de misiles,

entre ellos misiles con capacidad  nuclear como el BrahMos indo-ruso.)

Y junto a los cazas encontramos también  nuevos sistemas de alerta temprana y

control aerotransportado, así como una  nueva red de satélites que la India tiene

ya en funcionamiento. Hablamos de satélites  como por ejemplo el RISAAT-II y una especie

de satélite mirón pensado especialmente  para vigilar a Pakistán las 24h del día.

Y esta larga lista que os hemos mostrado responde  solo a los programas más importantes. Pero creo

que la idea ha quedado clara. Parece que  en la India se están poniendo manos a la

obra para llevar a cabo una profunda  modernización de sus fuerzas armadas.

El país quiere dejar de ser un tigre de papel para  convertirse en un temido y fiero tigre de fuego,

sin embargo para completar sus planes  hará falta mucho pero que mucho dinero

Y de momento, lo cierto es que dinero, dinero,

tampoco es que India haya puesto tanto para  sus programas de Defensa en los últimos años.

Y eso hace que muchos de estos planes  se estén desarrollando más como retales

sueltos que como un programa integrado  para mejorar las capacidades operativas.

(Entre los años 2000 y 2019, el gasto en defensa

de la India en relación a su  PIB bajó del 2,45% al 1,49%.

Y aunque ahora ha remontado ligeramente  hasta el 2,18%, si lo comparamos con el

aproximadamente 2% de China y tenemos en  cuenta que el PIB de este último país es 5

veces mayor que el de la India, podemos ver la  importante distancia que separa ambos países.)

Por su parte, son muchos los  analistas del mundo de la defensa,

que afirman que al plan de 15 años  de la India, que vence en 2027,

le falta sentido estratégico, es decir,  algunas de las adquisiciones armamentísticas

podrían no estar bien orientadas a las  necesidades reales en caso de guerra.

Claro que quizás para la India su gran fuerte,  su gran apuesta sea la capacidad disuasoria de

sus 150 cabezas nucleares. Pero eso no quita  para que sea cuestionable que con un gasto de

más de 60 mil millones de dólares anuales, el país  apenas pueda aspirar a jugar ningún rol regional.

¿Logrará la India cambiar esta situación  y ver colmadas sus incipientes deseos

de convertirse en toda una potencia?  Lo veremos, de momento como veis los

planes de modernización siguen  avanzando, aunque lentamente.

Luego la producción local tampoco está  despegando. El gobierno ha firmado a

través del plan Make in India acuerdos de  coproducción y codesarrollo con Estados Unidos,

Israel o Rusia, pero no parece que sea  suficiente. Por no hablar del infierno

burocrático que es la India y cómo eso  afecta a las cadenas de producción.

En cualquier caso solo el tiempo podrá  revelarnos cuál será el panorama en

unos cuantos años. Los deseos están sobre la  mesa, las carencias y dificultades también.

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Un saludo y hasta la próxima.