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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 7 (2)

Capítulo 7 (2)

—Vamos Buendía —le dijo—. Nos llegó la hora.

—Así que era esto —replicó el coronel—. Estaba soñando que se me habían reventado los golondrinos.

Rebeca Buendía se levantaba a las tres de la madrugada desde que supo que Aureliano sería fusilado. Se quedaba en el dormitorio a oscuras, vigilando por la ventana entreabierta el muro del cementerio, mientras la cama en que estaba sentada se estremecía con los ronquidos de José Arcadio. Esperó toda la semana con la misma obstinación recóndita con que en otra época esperaba las cartas de Pietro Crespi. «No lo fusilarán aquí», le decía José Arcadio. «Lo fusilarán a medianoche en el cuartel para que nadie sepa quién formó el pelotón, y lo enterrarán allá mismo». Rebeca siguió esperando. «Son tan brutos que lo fusilarán aquí», decía. Tan segura estaba, que había previsto la forma en que abriría la puerta para decirle adiós con la mano. «No lo van a traer por la calle —insistía José Arcadio—, con solo seis soldados asustados, sabiendo que la gente está dispuesta a todo». Indiferente a la lógica de su marido, Rebeca continuaba en la ventana.

—Ya verás que son así de brutos —decía.

El martes a las cinco de la mañana José Arcadio había tomado el café y soltado los perros, cuando Rebeca cerró la ventana y se agarró de la cabecera de la cama para no caer. «Ahí lo traen», suspiró. «Qué hermoso está». José Arcadio se asomó a la ventana, y lo vio, trémulo en la claridad del alba, con unos pantalones que habían sido suyos en la juventud. Estaba ya de espaldas al muro y tenía las manos apoyadas en la cintura porque los nudos ardientes de las axilas le impedían bajar los brazos. «Tanto joderse uno», murmuraba el coronel Aureliano Buendía. «Tanto joderse para que lo maten a uno seis maricas sin poder hacer nada». Lo repetía con tanta rabia, que casi parecía fervor, y el capitán Roque Carnicero se conmovió porque creyó que estaba rezando. Cuando el pelotón lo apuntó, la rabia se había materializado en una sustancia viscosa y amarga que le adormeció la lengua y lo obligó a cerrar los ojos. Entonces desapareció el resplandor de aluminio del amanecer, y volvió a verse a sí mismo, muy niño, con pantalones cortos y un lazo en el cuello, y vio a su padre en una tarde espléndida conduciéndolo al interior de la carpa, y vio el hielo. Cuando oyó el grito, creyó que era la orden final al pelotón. Abrió los ojos con una curiosidad de escalofrío, esperando encontrarse con la trayectoria incandescente de los proyectiles, pero solo encontró al capitán Roque Carnicero con los brazos en alto, y a José Arcadio atravesando la calle con su escopeta pavorosa lista para disparar.

—No haga fuego —le dijo el capitán a José Arcadio—. Usted viene mandado por la Divina Providencia.

Allí empezó otra guerra. El capitán Roque Carnicero y sus seis hombres se fueron con el coronel Aureliano Buendía a liberar al general revolucionario Victorio Medina, condenado a muerte en Riohacha. Pensaron ganar tiempo atravesando la sierra por el camino que siguió José Arcadio Buendía para fundar a Macondo, pero antes de una semana se convencieron de que era una empresa imposible. De modo que tuvieron que hacer la peligrosa ruta de las estribaciones, sin más municiones que las del pelotón de fusilamiento. Acampaban cerca de los pueblos, y uno de ellos, con un pescadito de oro en la mano, entraba disfrazado a pleno día y hacía contacto con los liberales en reposo, que a la mañana siguiente salían a cazar y no regresaban nunca. Cuando avistaron a Riohacha desde un recodo de la sierra, el general Victorio Medina había sido fusilado. Los hombres del coronel Aureliano Buendía lo proclamaron jefe de las fuerzas revolucionarias del litoral del Caribe, con el grado de general. Él asumió el cargo, pero rechazó el ascenso, y se puso a sí mismo la condición de no aceptarlo mientras no derribaran el régimen conservador. Al cabo de tres meses habían logrado armar a más de mil hombres, pero fueron exterminados. Los sobrevivientes alcanzaron la frontera oriental. La próxima vez que se supo de ellos habían desembarcado en el Cabo de la Vela, procedentes del archipiélago de las Antillas, y un parte del gobierno divulgado por telégrafo y publicado en bandos jubilosos por todo el país, anunció la muerte del coronel Aureliano Buendía. Pero dos días después, un telegrama múltiple que casi le dio alcance al anterior, anunciaba otra rebelión en los llanos del sur. Así empezó la leyenda de la ubicuidad del coronel Aureliano Buendía. Informaciones simultáneas y contradictorias lo declaraban victorioso en Villanueva, derrotado en Guacamayal, devorado por los indios Motilones, muerto en una aldea de la ciénaga y otra vez sublevado en Urumita. Los dirigentes liberales que en aquel momento estaban negociando una participación en el parlamento, lo señalaron como un aventurero sin representación de partido. El gobierno nacional lo asimiló a la categoría de bandolero y puso a su cabeza un precio de cinco mil pesos. Al cabo de dieciséis derrotas, el coronel Aureliano Buendía salió de La Guajira con dos mil indígenas bien armados, y la guarnición sorprendida durante el sueño abandonó Riohacha. Allí estableció su cuartel general, y proclamó la guerra total contra el régimen. La primera notificación que recibió del gobierno fue la amenaza de fusilar al coronel Gerineldo Márquez en el término de cuarenta y ocho horas, si no se replegaba con sus fuerzas hasta la frontera oriental. El coronel Roque Carnicero, que entonces era jefe de su estado mayor, le entregó el telegrama con un gesto de consternación, pero él lo leyó con imprevisible alegría.

—¡Qué bueno! —exclamó—. Ya tenemos telégrafo en Macondo.

Su respuesta fue terminante. En tres meses esperaba establecer su cuartel general en Macondo. Si entonces no encontraba vivo al coronel Gerineldo Márquez, fusilaría sin fórmula de juicio a toda la oficialidad que tuviera prisionera en ese momento, empezando por los generales, e impartiría órdenes a sus subordinados para que procedieran en igual forma hasta el término de la guerra. Tres meses después, cuando entró victorioso a Macondo, el primer abrazo que recibió en el camino de la ciénaga fue el del coronel Gerineldo Márquez.

La casa estaba llena de niños. Úrsula había recogido a Santa Sofía de la Piedad, con la hija mayor y un par de gemelos que nacieron cinco meses después del fusilamiento de Arcadio. Contra la última voluntad del fusilado, bautizó a la niña con el nombre de Remedios. «Estoy segura que eso fue lo que Arcadio quiso decir», alegó. «No la pondremos Úrsula, porque se sufre mucho con ese nombre». A los gemelos les puso José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. Amaranta se hizo cargo de todos. Colocó asientitos de madera en la sala, y estableció un parvulario con otros niños de familias vecinas. Cuando regresó el coronel Aureliano Buendía, entre estampidos de cohetes y repiques de campanas, un coro infantil le dio la bienvenida en la casa. Aureliano José, largo como su abuelo, vestido de oficial revolucionario, le rindió honores militares.

No todas las noticias eran buenas. Un año después de la fuga del coronel Aureliano Buendía, José Arcadio y Rebeca se fueron a vivir en la casa construida por Arcadio. Nadie se enteró de su intervención para impedir el fusilamiento. En la casa nueva, situada en el mejor rincón de la plaza, a la sombra de un almendro privilegiado con tres nidos de petirrojos, con una puerta grande para las visitas y cuatro ventanas para la luz, establecieron un hogar hospitalario. Las antiguas amigas de Rebeca, entre ellas cuatro hermanas Moscote que continuaban solteras, reanudaron las sesiones de bordado interrumpidas años antes en el corredor de las begonias. José Arcadio siguió disfrutando de las tierras usurpadas, cuyos títulos fueron reconocidos por el gobierno conservador. Todas las tardes se le veía regresar a caballo, con sus perros montunos y su escopeta de dos cañones, y un sartal de conejos colgados en la montura. Una tarde de setiembre, ante la amenaza de una tormenta, regresó a casa más temprano que de costumbre. Saludó a Rebeca en el comedor, amarró los perros en el patio, colgó los conejos en la cocina para salarlos más tarde y fue al dormitorio a cambiarse de ropa. Rebeca declaró después que cuando su marido entró al dormitorio ella se encerró en el baño y no se dio cuenta de nada. Era una versión difícil de creer, pero no había otra más verosímil, y nadie pudo concebir un motivo para que Rebeca asesinara al hombre que la había hecho feliz. Ese fue tal vez el único misterio que nunca se esclareció en Macondo. Tan pronto como José Arcadio cerró la puerta del dormitorio, el estampido de un pistoletazo retumbó en la casa. Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta, atravesó la sala, salió a la calle, siguió en un curso directo por los andenes disparejos, descendió escalinatas y subió pretiles, pasó de largo por la Calle de los Turcos, dobló una esquina a la derecha y otra a la izquierda, volteó en ángulo recto frente a la casa de los Buendía, pasó por debajo de la puerta cerrada, atravesó la sala de visitas pegado a las paredes para no manchar los tapices, siguió por la otra sala, eludió en una curva amplia la mesa del comedor, avanzó por el corredor de las begonias y pasó sin ser visto por debajo de la silla de Amaranta que daba una lección de aritmética a Aureliano José, y se metió por el granero y apareció en la cocina donde Úrsula se disponía a partir treinta y seis huevos para el pan.

—¡Ave María Purísima! —gritó Úrsula.

Siguió el hilo de sangre en sentido contrario, y en busca de su origen atravesó el granero, pasó por el corredor de las begonias donde Aureliano José cantaba que tres y tres son seis y seis y tres son nueve, y atravesó el comedor y las salas y siguió en línea recta por la calle, y dobló luego a la derecha y después a la izquierda hasta la Calle de los Turcos, sin recordar que todavía llevaba puestos el delantal de hornear y las babuchas caseras, y salió a la plaza y se metió por la puerta de una casa donde no había estado nunca, y empujó la puerta del dormitorio y casi se ahogó con el olor a pólvora quemada, y encontró a José Arcadio tirado boca abajo en el suelo sobre las polainas que se acababa de quitar, y vio el cabo original del hilo de sangre que ya había dejado de fluir de su oído derecho. No encontraron ninguna herida en su cuerpo ni pudieron localizar el arma. Tampoco fue posible quitar el penetrante olor a pólvora del cadáver. Primero lo lavaron tres veces con jabón y estropajo, después lo frotaron con sal y vinagre, luego con ceniza y limón, y por último lo metieron en un tonel de lejía y lo dejaron reposar seis horas. Tanto lo restregaron que los arabescos del tatuaje empezaban a decolorarse. Cuando concibieron el recurso desesperado de sazonarlo con pimienta y comino y hojas de laurel y hervirlo un día entero a fuego lento, ya había empezado a descomponerse y tuvieron que enterrarlo a las volandas. Lo encerraron herméticamente en un ataúd especial de dos metros y treinta centímetros de largo y un metro y diez centímetros de ancho, reforzado por dentro con planchas de hierro y atornillado con pernos de acero, y aun así se percibía el olor en las calles por donde pasó el entierro. El padre Nicanor, con el hígado hinchado y tenso como un tambor, le echó la bendición desde la cama. Aunque en los meses siguientes reforzaron la tumba con muros superpuestos y echaron entre ellos ceniza apelmazada, aserrín y cal viva, el cementerio siguió oliendo a pólvora hasta muchos años después, cuando los ingenieros de la compañía bananera recubrieron la sepultura con una coraza de hormigón. Tan pronto como sacaron el cadáver, Rebeca cerró las puertas de su casa y se enterró en vida, cubierta con una gruesa costra de desdén que ninguna tentación terrenal consiguió romper. Salió a la calle en una ocasión, ya muy vieja, con unos zapatos color de plata antigua y un sombrero de flores minúsculas, por la época en que pasó por el pueblo el Judío Errante y provocó un calor tan intenso que los pájaros rompían las alambreras de las ventanas para morir en los dormitorios. La última vez que alguien la vio con vida fue cuando mató de un tiro certero a un ladrón que trató de forzar la puerta de su casa. Salvo Argénida, su criada y confidente, nadie volvió a tener contacto con ella desde entonces. En un tiempo se supo que escribía cartas al Obispo, a quien consideraba como su primo hermano, pero nunca se dijo que hubiera recibido respuesta. El pueblo la olvidó.

Capítulo 7 (2) Kapitel 7 (2) Chapter 7 (2) Chapitre 7 (2) 第7章 (2) Rozdział 7 (2) Capítulo 7 (2) Глава 7 (2) Bölüm 7 (2)

—Vamos Buendía —le dijo—. "Come on, Buendía," he said. Nos llegó la hora. The time has come for us.

—Así que era esto —replicó el coronel—. -Das war es also", antwortete der Oberst. "So this was it," the colonel replied. Estaba soñando que se me habían reventado los golondrinos. I was dreaming that my swallows had burst. Je rêvais que mes hirondelles avaient éclaté.

Rebeca Buendía se levantaba a las tres de la madrugada desde que supo que Aureliano sería fusilado. Rebeca Buendía war um drei Uhr morgens aufgestanden, seit sie erfahren hatte, dass Aureliano erschossen werden sollte. Rebeca Buendía got up at three in the morning since she learned that Aureliano would be shot. Se quedaba en el dormitorio a oscuras, vigilando por la ventana entreabierta el muro del cementerio, mientras la cama en que estaba sentada se estremecía con los ronquidos de José Arcadio. She stayed in the bedroom in the dark, watching the cemetery wall through the half-open window, while the bed she was sitting on shook with José Arcadio's snoring. Esperó toda la semana con la misma obstinación recóndita con que en otra época esperaba las cartas de Pietro Crespi. He waited all week with the same hidden obstinacy with which he had once waited for Pietro Crespi's letters. «No lo fusilarán aquí», le decía José Arcadio. "Hier werden sie ihn nicht erschießen", sagte José Arcadio zu ihm. "They won't shoot him here," José Arcadio told him. «Lo fusilarán a medianoche en el cuartel para que nadie sepa quién formó el pelotón, y lo enterrarán allá mismo». "Sie werden ihn um Mitternacht in der Kaserne erschießen, damit niemand weiß, wer den Zug gebildet hat, und sie werden ihn dort begraben". "They will shoot him at midnight in the barracks so that no one knows who formed the platoon, and they will bury him right there." Rebeca siguió esperando. Rebecca wartete weiter. Rebecca kept waiting. «Son tan brutos que lo fusilarán aquí», decía. "They are so stupid that they will shoot him here," he said. Tan segura estaba, que había previsto la forma en que abriría la puerta para decirle adiós con la mano. Sie war sich so sicher, dass sie vorausgesehen hatte, wie sie die Tür öffnen würde, um ihm zum Abschied zu winken. She was so sure that she had foreseen the way he would open the door to wave goodbye to her. «No lo van a traer por la calle —insistía José Arcadio—, con solo seis soldados asustados, sabiendo que la gente está dispuesta a todo». Sie werden ihn nicht über die Straße herbringen", betonte José Arcadio, "mit nur sechs verängstigten Soldaten, die wissen, dass das Volk zu allem bereit ist. "They're not going to bring him down the street," José Arcadio insisted, "with only six frightened soldiers, knowing that the people are ready for anything." Indiferente a la lógica de su marido, Rebeca continuaba en la ventana. Indifferent to her husband's logic, Rebeca continued at the window.

—Ya verás que son así de brutos —decía. "You'll see how brutal they are," he said.

El martes a las cinco de la mañana José Arcadio había tomado el café y soltado los perros, cuando Rebeca cerró la ventana y se agarró de la cabecera de la cama para no caer. Um fünf Uhr am Dienstagmorgen, José Arcadio hatte seinen Kaffee getrunken und die Hunde rausgelassen, schloss Rebeca das Fenster und hielt sich am Kopfende des Bettes fest, um nicht zu fallen. On Tuesday at five in the morning, José Arcadio had had his coffee and let the dogs out, when Rebeca closed the window and grabbed the headboard of the bed to keep from falling. «Ahí lo traen», suspiró. "Da bringen sie es", seufzte er. "There they bring it," he sighed. «Qué hermoso está». "Wie schön es ist. "How beautiful it is". José Arcadio se asomó a la ventana, y lo vio, trémulo en la claridad del alba, con unos pantalones que habían sido suyos en la juventud. José Arcadio schaute aus dem Fenster und sah ihn, zitternd im Licht der Morgendämmerung, in einer Hose, die ihm in seiner Jugend gehört hatte. José Arcadio looked out the window and saw him, trembling in the light of dawn, wearing pants that had been his in his youth. Estaba ya de espaldas al muro y tenía las manos apoyadas en la cintura porque los nudos ardientes de las axilas le impedían bajar los brazos. Er stand bereits mit dem Rücken zur Wand und hatte die Hände auf die Hüften gestützt, weil die brennenden Knoten in seinen Achselhöhlen ihn daran hinderten, die Arme zu senken. His back was to the wall and he had his hands on his waist because the burning knots in his armpits prevented him from lowering his arms. Il était dos au mur et il avait les mains sur la taille car les nœuds brûlants de ses aisselles l'empêchaient de baisser les bras. «Tanto joderse uno», murmuraba el coronel Aureliano Buendía. "So viel Scheiße", murmelte Oberst Aureliano Buendía. "You screw yourself up so much," Colonel Aureliano Buendía murmured. "Vous vous trompez tellement", a murmuré le colonel Aureliano Buendía. «Tanto joderse para que lo maten a uno seis maricas sin poder hacer nada». "Es ist ein Haufen Scheiße, und du wirst von sechs Schwuchteln umgebracht, und du kannst nichts dagegen tun". "So much screwing up to be killed by six queers without being able to do anything." "Tellement de merde d'être tué par six pédés sans pouvoir rien faire." Lo repetía con tanta rabia, que casi parecía fervor, y el capitán Roque Carnicero se conmovió porque creyó que estaba rezando. Er wiederholte es mit einer solchen Wut, dass es fast wie Inbrunst wirkte, und Kapitän Roque Carnicero war gerührt, weil er dachte, er würde beten. He repeated it with such anger that it almost seemed fervor, and Captain Roque Carnicero was moved because he thought he was praying. Cuando el pelotón lo apuntó, la rabia se había materializado en una sustancia viscosa y amarga que le adormeció la lengua y lo obligó a cerrar los ojos. By the time the platoon targeted him, the rage had materialized into a bitter goo that numbed his tongue and forced him to close his eyes. Au moment où le peloton l'a ciblé, la rage s'était matérialisée en une glu amère qui engourdissait sa langue et l'obligeait à fermer les yeux. Entonces desapareció el resplandor de aluminio del amanecer, y volvió a verse a sí mismo, muy niño, con pantalones cortos y un lazo en el cuello, y vio a su padre en una tarde espléndida conduciéndolo al interior de la carpa, y vio el hielo. Dann verschwand der Aluminiumglanz der Morgendämmerung, und er sah sich selbst wieder, ganz Kind, mit kurzen Hosen und einer Schleife um den Hals, und er sah seinen Vater, der ihn an einem herrlichen Nachmittag ins Zelt führte, und er sah das Eis. Then the aluminum glow of dawn disappeared, and he saw himself again, very young, in shorts and a bow around his neck, and he saw his father on a fine afternoon leading him into the tent, and he saw the ice . Cuando oyó el grito, creyó que era la orden final al pelotón. When he heard the shout, he thought it was the final order to the platoon. Abrió los ojos con una curiosidad de escalofrío, esperando encontrarse con la trayectoria incandescente de los proyectiles, pero solo encontró al capitán Roque Carnicero con los brazos en alto, y a José Arcadio atravesando la calle con su escopeta pavorosa lista para disparar. Mit zitternder Neugierde öffnete er die Augen, in der Erwartung, die glühende Flugbahn der Geschosse zu sehen, aber er sah nur Hauptmann Roque Carnicero mit erhobenen Armen und José Arcadio, der mit seiner gefürchteten Flinte schussbereit die Straße überquerte. He opened his eyes with a shivering curiosity, expecting to see the incandescent trajectory of the projectiles, but he only found Captain Roque Carnicero with his arms raised, and José Arcadio crossing the street with his terrifying shotgun ready to fire.

—No haga fuego —le dijo el capitán a José Arcadio—. -Schießen Sie nicht", sagte der Hauptmann zu José Arcadio. "Don't fire," the captain told José Arcadio. Usted viene mandado por la Divina Providencia. Sie sind von der göttlichen Vorsehung gesandt. You are sent by Divine Providence.

Allí empezó otra guerra. Dort begann ein weiterer Krieg. There another war began. El capitán Roque Carnicero y sus seis hombres se fueron con el coronel Aureliano Buendía a liberar al general revolucionario Victorio Medina, condenado a muerte en Riohacha. Hauptmann Roque Carnicero und seine sechs Männer zogen mit Oberst Aureliano Buendía los, um den in Riohacha zum Tode verurteilten Revolutionsgeneral Victorio Medina zu befreien. Captain Roque Carnicero and his six men went with Colonel Aureliano Buendía to free the revolutionary general Victorio Medina, sentenced to death in Riohacha. Pensaron ganar tiempo atravesando la sierra por el camino que siguió José Arcadio Buendía para fundar a Macondo, pero antes de una semana se convencieron de que era una empresa imposible. They thought to save time by crossing the mountains along the path that José Arcadio Buendía followed to found Macondo, but within a week they were convinced that it was an impossible undertaking. De modo que tuvieron que hacer la peligrosa ruta de las estribaciones, sin más municiones que las del pelotón de fusilamiento. Sie mussten also den gefährlichen Weg durch das Vorgebirge nehmen, ohne andere Munition als die des Erschießungskommandos. So they had to make the dangerous foothill route, with no ammunition other than that of the firing squad. Ils ont donc dû emprunter la route périlleuse des contreforts, sans munitions autres que celles du peloton d'exécution. Acampaban cerca de los pueblos, y uno de ellos, con un pescadito de oro en la mano, entraba disfrazado a pleno día y hacía contacto con los liberales en reposo, que a la mañana siguiente salían a cazar y no regresaban nunca. Sie lagerten in der Nähe der Dörfer, und einer von ihnen kam mit einem Goldfisch in der Hand am helllichten Tag verkleidet herein und nahm Kontakt mit den ruhenden Liberalen auf, die am nächsten Morgen zur Jagd aufbrachen und nie wieder zurückkehrten. They camped near the villages, and one of them, with a little gold fish in his hand, would enter in disguise in broad daylight and make contact with the liberals at rest, who would go hunting the next morning and never return. Cuando avistaron a Riohacha desde un recodo de la sierra, el general Victorio Medina había sido fusilado. Als sie Riohacha von einer Biegung der Gebirgskette aus sichteten, war General Victorio Medina erschossen worden. When they sighted Riohacha from a bend in the mountains, General Victorio Medina had been shot. Lorsqu'ils ont aperçu Riohacha depuis un virage dans les montagnes, le général Victorio Medina avait été abattu. Los hombres del coronel Aureliano Buendía lo proclamaron jefe de las fuerzas revolucionarias del litoral del Caribe, con el grado de general. Colonel Aureliano Buendía's men proclaimed him chief of the revolutionary forces of the Caribbean coast, with the rank of general. Él asumió el cargo, pero rechazó el ascenso, y se puso a sí mismo la condición de no aceptarlo mientras no derribaran el régimen conservador. Er trat das Amt an, lehnte aber die Beförderung ab und stellte die Bedingung, dass er sie erst nach dem Sturz des konservativen Regimes annehmen würde. He took office, but refused the promotion, and made a condition of not accepting it until the Conservative regime was overthrown. Il a pris ses fonctions, mais a refusé la promotion et a posé la condition de ne pas l'accepter jusqu'à ce que le régime conservateur soit renversé. Al cabo de tres meses habían logrado armar a más de mil hombres, pero fueron exterminados. Innerhalb von drei Monaten gelang es ihnen, mehr als tausend Mann zu bewaffnen, doch sie wurden vernichtet. After three months they had managed to arm more than a thousand men, but they were exterminated. Los sobrevivientes alcanzaron la frontera oriental. Die Überlebenden erreichten die Ostgrenze. The survivors reached the eastern border. La próxima vez que se supo de ellos habían desembarcado en el Cabo de la Vela, procedentes del archipiélago de las Antillas, y un parte del gobierno divulgado por telégrafo y publicado en bandos jubilosos por todo el país, anunció la muerte del coronel Aureliano Buendía. Als man das nächste Mal von ihnen hörte, waren sie, von den Antillen kommend, am Cabo de la Vela gelandet, und eine telegrafische Meldung der Regierung, die im ganzen Land in Jubelmeldungen veröffentlicht wurde, verkündete den Tod von Oberst Aureliano Buendía. The next time they were heard of, they had landed at Cabo de la Vela, coming from the Antilles archipelago, and a government report released by telegraph and published in jubilant proclamations throughout the country announced the death of Colonel Aureliano Buendía. La prochaine fois qu'ils ont été entendus, ils avaient débarqué à Cabo de la Vela, en provenance de l'archipel des Antilles, et un rapport gouvernemental diffusé par télégraphe et publié dans des proclamations jubilatoires dans tout le pays annonçait la mort du colonel Aureliano Buendía. Pero dos días después, un telegrama múltiple que casi le dio alcance al anterior, anunciaba otra rebelión en los llanos del sur. Doch zwei Tage später kündigte ein mehrfaches Telegramm, das das vorherige fast einholte, einen weiteren Aufstand in den südlichen Ebenen an. But two days later, a multiple telegram that almost overtook the previous one, announced another rebellion in the southern plains. Mais deux jours plus tard, un télégramme multiple qui a presque dépassé le précédent, a annoncé une autre rébellion dans les plaines du sud. Así empezó la leyenda de la ubicuidad del coronel Aureliano Buendía. Thus began the legend of the ubiquity of Colonel Aureliano Buendía. Ainsi commença la légende de l'ubiquité du colonel Aureliano Buendía. Informaciones simultáneas y contradictorias lo declaraban victorioso en Villanueva, derrotado en Guacamayal, devorado por los indios Motilones, muerto en una aldea de la ciénaga y otra vez sublevado en Urumita. Simultaneous and contradictory information declared him victorious in Villanueva, defeated in Guacamayal, devoured by the Motilones Indians, dead in a village in the swamp and again in revolt in Urumita. Los dirigentes liberales que en aquel momento estaban negociando una participación en el parlamento, lo señalaron como un aventurero sin representación de partido. Führende Vertreter der Liberalen, die zu dieser Zeit über einen Sitz im Parlament verhandelten, brandmarkten ihn als Abenteurer ohne Parteivertretung. The liberal leaders who at that time were negotiating a participation in parliament, pointed out him as an adventurer without party representation. El gobierno nacional lo asimiló a la categoría de bandolero y puso a su cabeza un precio de cinco mil pesos. The national government assimilated him to the category of bandit and put a price of five thousand pesos on his head. Le gouvernement national l'a assimilé à la catégorie des bandits et a mis sa tête à prix de cinq mille pesos. Al cabo de dieciséis derrotas, el coronel Aureliano Buendía salió de La Guajira con dos mil indígenas bien armados, y la guarnición sorprendida durante el sueño abandonó Riohacha. After sixteen defeats, Colonel Aureliano Buendía left La Guajira with two thousand well-armed Indians, and the garrison, caught asleep, abandoned Riohacha. Allí estableció su cuartel general, y proclamó la guerra total contra el régimen. Dort errichtete er sein Hauptquartier und rief den totalen Krieg gegen das Regime aus. There he established his headquarters, and proclaimed total war against the regime. La primera notificación que recibió del gobierno fue la amenaza de fusilar al coronel Gerineldo Márquez en el término de cuarenta y ocho horas, si no se replegaba con sus fuerzas hasta la frontera oriental. Die erste Mitteilung, die er von der Regierung erhielt, war die Drohung, Oberst Gerineldo Márquez innerhalb von achtundvierzig Stunden zu erschießen, wenn er seine Truppen nicht an die Ostgrenze zurückziehe. The first notification he received from the government was the threat to shoot Colonel Gerineldo Márquez within forty-eight hours if he did not withdraw with his forces to the eastern border. El coronel Roque Carnicero, que entonces era jefe de su estado mayor, le entregó el telegrama con un gesto de consternación, pero él lo leyó con imprevisible alegría. Oberst Roque Carnicero, sein damaliger Stabschef, überreichte ihm das Telegramm mit einer Geste des Entsetzens, aber er las es mit unvorhersehbarer Freude. Colonel Roque Carnicero, who was then his chief of staff, handed him the telegram with a gesture of consternation, but he read it with unpredictable joy.

—¡Qué bueno! -Das ist gut! -Excellent! —exclamó—. he exclaimed. Ya tenemos telégrafo en Macondo. Wir haben bereits einen Telegrafen in Macondo. We already have a telegraph in Macondo.

Su respuesta fue terminante. His answer was final. En tres meses esperaba establecer su cuartel general en Macondo. Within three months he hoped to establish his headquarters in Macondo. Si entonces no encontraba vivo al coronel Gerineldo Márquez, fusilaría sin fórmula de juicio a toda la oficialidad que tuviera prisionera en ese momento, empezando por los generales, e impartiría órdenes a sus subordinados para que procedieran en igual forma hasta el término de la guerra. Wenn er Oberst Gerineldo Márquez nicht lebend antreffe, werde er alle Offiziere, die er zu diesem Zeitpunkt gefangen halte, ohne Gerichtsverfahren erschießen, angefangen bei den Generälen, und er werde seinen Untergebenen den Befehl geben, bis zum Ende des Krieges so zu verfahren. If then he did not find Colonel Gerineldo Márquez alive, he would shoot without trial all the officers he had prisoner at that time, starting with the generals, and he would give orders to his subordinates to proceed in the same way until the end of the war. Tres meses después, cuando entró victorioso a Macondo, el primer abrazo que recibió en el camino de la ciénaga fue el del coronel Gerineldo Márquez. Three months later, when he entered Macondo victorious, the first hug he received on the road to the swamp was that of Colonel Gerineldo Márquez. Trois mois plus tard, lorsqu'il entre victorieux à Macondo, le premier câlin qu'il reçoit sur la route du marais est celui du colonel Gerineldo Márquez.

La casa estaba llena de niños. Das Haus war voll von Kindern. The house was full of children. Úrsula había recogido a Santa Sofía de la Piedad, con la hija mayor y un par de gemelos que nacieron cinco meses después del fusilamiento de Arcadio. Ursula hatte Santa Sofia de la Pietà mit der ältesten Tochter und einem Zwillingspaar, das fünf Monate nach Arcadios Hinrichtung geboren wurde, abgeholt. Úrsula had picked up Santa Sofía de la Piedad, with her eldest daughter and a pair of twins who were born five months after Arcadio's execution. Contra la última voluntad del fusilado, bautizó a la niña con el nombre de Remedios. Against the last will of the executed, he baptized the girl with the name of Remedios. «Estoy segura que eso fue lo que Arcadio quiso decir», alegó. "I'm sure that's what Arcadio meant," she alleged. «No la pondremos Úrsula, porque se sufre mucho con ese nombre». «We will not put it Úrsula, because one suffers a lot with that name». A los gemelos les puso José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. He named the twins José Arcadio Segundo and Aureliano Segundo. Amaranta se hizo cargo de todos. Amaranta hat sich um alle gekümmert. Amaranta took care of everyone. Colocó asientitos de madera en la sala, y estableció un parvulario con otros niños de familias vecinas. He placed little wooden seats in the living room, and established a kindergarten with other children from neighboring families. Il a placé de petits sièges en bois dans le salon et a créé un jardin d'enfants avec d'autres enfants de familles voisines. Cuando regresó el coronel Aureliano Buendía, entre estampidos de cohetes y repiques de campanas, un coro infantil le dio la bienvenida en la casa. When Colonel Aureliano Buendía returned, amid the blasts of rockets and the ringing of bells, a children's choir welcomed him into the house. Aureliano José, largo como su abuelo, vestido de oficial revolucionario, le rindió honores militares. Aureliano José, tall like his grandfather, dressed as a revolutionary officer, gave him military honors.

No todas las noticias eran buenas. Nicht alle Nachrichten waren gut. Not all the news was good. Un año después de la fuga del coronel Aureliano Buendía, José Arcadio y Rebeca se fueron a vivir en la casa construida por Arcadio. Ein Jahr nach der Flucht von Oberst Aureliano Buendía zogen José Arcadio und Rebeca in das von Arcadio gebaute Haus. A year after the escape of Colonel Aureliano Buendía, José Arcadio and Rebeca went to live in the house built by Arcadio. Nadie se enteró de su intervención para impedir el fusilamiento. Niemand hat von seinem Eingreifen gehört, um die Schießerei zu verhindern. No one found out about his intervention to prevent the execution. En la casa nueva, situada en el mejor rincón de la plaza, a la sombra de un almendro privilegiado con tres nidos de petirrojos, con una puerta grande para las visitas y cuatro ventanas para la luz, establecieron un hogar hospitalario. In the new house, located in the best corner of the square, in the shade of a privileged almond tree with three nests of robins, with a large door for visitors and four windows for light, they established a hospitable home. Las antiguas amigas de Rebeca, entre ellas cuatro hermanas Moscote que continuaban solteras, reanudaron las sesiones de bordado interrumpidas años antes en el corredor de las begonias. Die alten Freundinnen von Rebeca, darunter vier noch ledige Moscote-Schwestern, nahmen die Jahre zuvor unterbrochene Stickereiarbeit im Begoniengang wieder auf. Rebeca's old friends, among them four Moscote sisters who were still single, resumed the embroidery sessions they had interrupted years before in the corridor with the begonias. José Arcadio siguió disfrutando de las tierras usurpadas, cuyos títulos fueron reconocidos por el gobierno conservador. José Arcadio blieb im Besitz der usurpierten Ländereien, deren Titel von der konservativen Regierung anerkannt wurden. José Arcadio continued to enjoy the usurped lands, whose titles were recognized by the conservative government. Todas las tardes se le veía regresar a caballo, con sus perros montunos y su escopeta de dos cañones, y un sartal de conejos colgados en la montura. Jeden Nachmittag sah man ihn zu Pferd zurückkehren, mit seinen Berghunden und einer doppelläufigen Schrotflinte, an der eine Kette von Kaninchen hing. Every afternoon he would be seen returning on horseback, with his mountain dogs and his double-barreled shotgun, and a string of rabbits hanging from the saddle. Chaque après-midi, on le voyait revenir à cheval, avec ses chiens de montagne et son fusil de chasse à deux coups, et une ribambelle de lapins suspendus à la selle. Una tarde de setiembre, ante la amenaza de una tormenta, regresó a casa más temprano que de costumbre. One September afternoon, faced with the threat of a storm, he returned home earlier than usual. Saludó a Rebeca en el comedor, amarró los perros en el patio, colgó los conejos en la cocina para salarlos más tarde y fue al dormitorio a cambiarse de ropa. He greeted Rebeca in the dining room, tied up the dogs in the patio, hung the rabbits in the kitchen to salt them later, and went to the bedroom to change his clothes. Rebeca declaró después que cuando su marido entró al dormitorio ella se encerró en el baño y no se dio cuenta de nada. Rebecca gab später an, dass sie sich im Badezimmer eingeschlossen habe, als ihr Mann das Schlafzimmer betrat, und dass sie nichts bemerkt habe. Rebeca later testified that when her husband entered the bedroom she locked herself in the bathroom and did not notice anything. Era una versión difícil de creer, pero no había otra más verosímil, y nadie pudo concebir un motivo para que Rebeca asesinara al hombre que la había hecho feliz. It was a difficult version to believe, but there was no other more plausible, and no one could conceive of a reason for Rebeca to murder the man who had made her happy. Ese fue tal vez el único misterio que nunca se esclareció en Macondo. Das war vielleicht das einzige Rätsel, das in Macondo nie gelöst wurde. That was perhaps the only mystery that was never solved in Macondo. Tan pronto como José Arcadio cerró la puerta del dormitorio, el estampido de un pistoletazo retumbó en la casa. As soon as José Arcadio closed the bedroom door, the sound of a pistol shot echoed through the house. Dès que José Arcadio a fermé la porte de la chambre, le bruit d'un coup de pistolet a retenti dans la maison. Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta, atravesó la sala, salió a la calle, siguió en un curso directo por los andenes disparejos, descendió escalinatas y subió pretiles, pasó de largo por la Calle de los Turcos, dobló una esquina a la derecha y otra a la izquierda, volteó en ángulo recto frente a la casa de los Buendía, pasó por debajo de la puerta cerrada, atravesó la sala de visitas pegado a las paredes para no manchar los tapices, siguió por la otra sala, eludió en una curva amplia la mesa del comedor, avanzó por el corredor de las begonias y pasó sin ser visto por debajo de la silla de Amaranta que daba una lección de aritmética a Aureliano José, y se metió por el granero y apareció en la cocina donde Úrsula se disponía a partir treinta y seis huevos para el pan. Ein Rinnsal von Blut kam unter der Tür hervor, durchquerte das Wohnzimmer, ging auf die Straße hinaus, folgte einem direkten Weg entlang der unebenen Bahnsteige, stieg Stufen hinab und überquerte Brüstungen, ging die Calle de los Turcos entlang, bog um eine Ecke nach rechts und um eine andere nach links, bog im rechten Winkel vor dem Haus der Buendía ab, ging unter der geschlossenen Tür hindurch, ging durch das Besucherzimmer, wobei er sich an die Wände hielt, um die Wandteppiche nicht zu beschmutzen, ging weiter durch ein anderes Zimmer, ging in einem weiten Bogen um den Esszimmertisch herum, rückte entlang des Begonienkorridors vor und ging durch den Begonienkorridor, er durchquerte das Besucherzimmer, wobei er sich dicht an die Wände hielt, um die Wandteppiche nicht zu beschmutzen, ging weiter durch das andere Zimmer, umrundete den Esstisch in einem weiten Bogen, ging weiter durch den Begoniengang und kam ungesehen unter dem Stuhl von Amaranta hindurch, die Aureliano José Rechenunterricht erteilte, ging durch die Scheune und erschien in der Küche, wo Úrsula gerade dabei war, sechsunddreißig Eier für das Brot aufzuschlagen. A trickle of blood came out from under the door, crossed the room, went out into the street, continued in a direct course along the uneven platforms, descended steps and climbed parapets, passed by the Calle de los Turkes, turned a corner to one to the right and one to the left, he turned at a right angle in front of the Buendía house, passed under the closed door, crossed the visiting room close to the walls so as not to stain the tapestries, continued through the other room, avoided in a wide curve the dining room table, advanced through the corridor of the begonias and passed without being seen under the chair of Amaranta who was giving an arithmetic lesson to Aureliano José, and went through the barn and appeared in the kitchen where Úrsula was preparing to split thirty-six eggs for bread. Un filet de sang sortit de dessous la porte, traversa la pièce, sortit dans la rue, poursuivit sa course directe le long des plates-formes inégales, descendit des marches et escalada des parapets, passa par la calle de los Turkes, tourna un angle vers un à droite et une à gauche, il tourna à angle droit devant la maison Buendía, passa sous la porte fermée, traversa le parloir près des murs pour ne pas tacher les tapisseries, poursuivit dans l'autre pièce, contourna largement la table de la salle à manger, s'avança dans le couloir des bégonias et passa sans être vu sous la chaise d'Amaranta qui donnait une leçon d'arithmétique à Aureliano José, traversa la grange et apparut dans la cuisine où Úrsula se préparait à fendre trente-six œufs pour le pain.

—¡Ave María Purísima! -The Virgin Mary! —gritó Úrsula. Ursula yelled.

Siguió el hilo de sangre en sentido contrario, y en busca de su origen atravesó el granero, pasó por el corredor de las begonias donde Aureliano José cantaba que tres y tres son seis y seis y tres son nueve, y atravesó el comedor y las salas y siguió en línea recta por la calle, y dobló luego a la derecha y después a la izquierda hasta la Calle de los Turcos, sin recordar que todavía llevaba puestos el delantal de hornear y las babuchas caseras, y salió a la plaza y se metió por la puerta de una casa donde no había estado nunca, y empujó la puerta del dormitorio y casi se ahogó con el olor a pólvora quemada, y encontró a José Arcadio tirado boca abajo en el suelo sobre las polainas que se acababa de quitar, y vio el cabo original del hilo de sangre que ya había dejado de fluir de su oído derecho. Er folgte dem Blutfaden in die entgegengesetzte Richtung, und auf der Suche nach seiner Quelle ging er durch die Scheune, vorbei an dem Begoniengang, in dem Aureliano José sang, dass drei und drei sechs sind und sechs und drei neun sind, und durch das Esszimmer und die Wohnzimmer und geradeaus die Straße hinunter, und bog dann rechts und dann links in die Calle de los Turcos ein, ohne daran zu denken, dass er immer noch seine Backschürze und seine selbstgemachten Pantoffeln trug, und ging auf den Platz hinaus und ging durch die Tür eines Hauses, in dem er noch nie gewesen war, und stieß die Schlafzimmertür auf und erstickte fast an dem Geruch von brennendem Schießpulver und fand José Arcadio mit dem Gesicht nach unten auf dem Boden auf den Leggins liegen, die er gerade ausgezogen hatte, und sah das ursprüngliche Ende des Rinnsals von Blut, das bereits aufgehört hatte, aus seinem rechten Ohr zu fließen. He followed the thread of blood in the opposite direction, and in search of its origin he crossed the barn, passed through the corridor of the begonias where Aureliano José sang that three and three are six and six and three are nine, and crossed the dining room and the living rooms. and went straight along the street, and then turned right and then left to Calle de los Turcos, without remembering that he still had on his baking apron and homemade slippers, and he went out into the square and went into through the door of a house where he had never been, and pushed open the bedroom door and almost choked on the smell of burnt gunpowder, and found José Arcadio lying face down on the floor on the leggings he had just taken off, and he saw the original end of the trickle of blood that had already stopped flowing from his right ear. Il suivit le fil de sang en sens inverse, et à la recherche de son origine, il traversa la grange, traversa le couloir des bégonias où Aureliano José chantait que trois et trois font six et six et trois font neuf, et il traversa le la salle à manger et les salons, et il est allé tout droit dans la rue, puis il a tourné à droite puis à gauche dans la Calle de los Turcos, sans se souvenir qu'il avait encore sur son tablier de cuisine et des pantoufles faites maison, et il est sorti sur la place et est allé par la porte d'une maison où il n'était jamais allé, et il poussa la porte de la chambre et faillit s'étouffer avec l'odeur de poudre à canon brûlée, et trouva José Arcadio étendu face contre terre sur le legging qu'il venait d'enlever, et il vit l'origine du filet de sang qui avait déjà cessé de couler de son oreille droite. No encontraron ninguna herida en su cuerpo ni pudieron localizar el arma. They did not find any wounds on his body nor were they able to locate the weapon. Tampoco fue posible quitar el penetrante olor a pólvora del cadáver. Es war auch nicht möglich, den stechenden Geruch des Schießpulvers von der Leiche zu entfernen. Nor was it possible to remove the penetrating smell of gunpowder from the corpse. Primero lo lavaron tres veces con jabón y estropajo, después lo frotaron con sal y vinagre, luego con ceniza y limón, y por último lo metieron en un tonel de lejía y lo dejaron reposar seis horas. First they washed it three times with soap and a scourer, then they rubbed it with salt and vinegar, then with ash and lemon, and finally they put it in a barrel of bleach and left it to rest for six hours. Tanto lo restregaron que los arabescos del tatuaje empezaban a decolorarse. Sie rieben es so stark, dass sich die Arabesken der Tätowierung zu verfärben begannen. They rubbed it so hard that the arabesques on the tattoo were beginning to fade. Ils l'ont frotté si fort que les arabesques du tatouage commençaient à s'estomper. Cuando concibieron el recurso desesperado de sazonarlo con pimienta y comino y hojas de laurel y hervirlo un día entero a fuego lento, ya había empezado a descomponerse y tuvieron que enterrarlo a las volandas. Als sie zu dem verzweifelten Mittel griffen, es mit Pfeffer, Kümmel und Lorbeerblättern zu würzen und einen ganzen Tag lang zu kochen, hatte es bereits zu verwesen begonnen und musste im Boden vergraben werden. By the time they devised the desperate expedient of seasoning it with pepper and cumin and bay leaves and boiling it for a whole day over low heat, it had already begun to decompose and they had to bury it on the loose. Au moment où ils ont conçu l'expédient désespéré de l'assaisonner de poivre, de cumin et de feuilles de laurier et de le faire bouillir pendant une journée entière à feu doux, il avait déjà commencé à se décomposer et ils ont dû l'enterrer en vrac. Lo encerraron herméticamente en un ataúd especial de dos metros y treinta centímetros de largo y un metro y diez centímetros de ancho, reforzado por dentro con planchas de hierro y atornillado con pernos de acero, y aun así se percibía el olor en las calles por donde pasó el entierro. He was hermetically sealed in a special coffin eight feet long and five feet wide, reinforced on the inside with iron plates and bolted with steel bolts, and yet the smell was perceptible in the streets where he passed. the funeral happened. Il fut hermétiquement enfermé dans un cercueil spécial de huit pieds de long et de cinq pieds de large, renforcé à l'intérieur par des plaques de fer et boulonné avec des boulons d'acier, et pourtant l'odeur était perceptible dans les rues où il passa les funérailles. El padre Nicanor, con el hígado hinchado y tenso como un tambor, le echó la bendición desde la cama. Pater Nicanor, dessen Leber geschwollen und angespannt wie eine Trommel war, gab ihm vom Bett aus den Segen. Father Nicanor, his liver swollen and tight as a drum, blessed him from his bed. Le père Nicanor, le foie gonflé et serré comme un tambour, le bénit depuis son lit. Aunque en los meses siguientes reforzaron la tumba con muros superpuestos y echaron entre ellos ceniza apelmazada, aserrín y cal viva, el cementerio siguió oliendo a pólvora hasta muchos años después, cuando los ingenieros de la compañía bananera recubrieron la sepultura con una coraza de hormigón. Although in the following months they reinforced the grave with superimposed walls and threw caked ash, sawdust and quicklime between them, the cemetery continued to smell of gunpowder until many years later, when the engineers of the banana company covered the grave with a shell of concrete. Bien qu'au cours des mois suivants, ils aient renforcé la tombe avec des murs superposés et jeté entre eux de la cendre durcie, de la sciure de bois et de la chaux vive, le cimetière a continué à sentir la poudre à canon jusqu'à de nombreuses années plus tard, lorsque les ingénieurs de la société bananière ont recouvert la tombe d'une coquille de béton. . Tan pronto como sacaron el cadáver, Rebeca cerró las puertas de su casa y se enterró en vida, cubierta con una gruesa costra de desdén que ninguna tentación terrenal consiguió romper. Sobald die Leiche abtransportiert war, verschloss Rebecca die Türen ihres Hauses und vergrub sich lebendig unter einer dicken Kruste der Verachtung, die keine irdische Versuchung durchbrechen konnte. As soon as the body was removed, Rebeca closed the doors of her house and buried herself alive, covered with a thick crust of disdain that no earthly temptation could break. Dès que le corps a été enlevé, Rebeca a fermé les portes de sa maison et s'est enterrée vivante, couverte d'une épaisse croûte de dédain qu'aucune tentation terrestre ne pouvait briser. Salió a la calle en una ocasión, ya muy vieja, con unos zapatos color de plata antigua y un sombrero de flores minúsculas, por la época en que pasó por el pueblo el Judío Errante y provocó un calor tan intenso que los pájaros rompían las alambreras de las ventanas para morir en los dormitorios. Sie ging einmal auf die Straße, jetzt sehr alt, mit Schuhen, die die Farbe von altem Silber hatten, und einem Hut mit winzigen Blumen, etwa zu der Zeit, als der wandernde Jude durch das Dorf zog und eine so große Hitze verursachte, dass die Vögel durch die Fenstergitter brachen und in den Schlafräumen starben. She went out into the street on one occasion, when she was very old, with shoes the color of old silver and a hat with tiny flowers, around the time the Wandering Jew passed through the town and caused such intense heat that the birds broke the wire mesh of the windows to die in the bedrooms. Elle est sortie une fois dans la rue, déjà très âgée, avec des chaussures couleur argent antique et un chapeau à petites fleurs, à peu près au moment où le Juif Errant traversa la ville et provoqua une chaleur si intense que les oiseaux cassèrent le fil. maille des fenêtres à mourir dans les chambres. La última vez que alguien la vio con vida fue cuando mató de un tiro certero a un ladrón que trató de forzar la puerta de su casa. Das letzte Mal, dass man sie lebend sah, war, als sie einen Einbrecher erschoss, der versuchte, in ihr Haus einzubrechen. The last time anyone saw her alive was when she killed a thief who tried to force the door of her house with an accurate shot. La dernière fois que quelqu'un l'a vue vivante, c'est lorsqu'elle a tué un voleur qui tentait de forcer la porte de sa maison d'un tir précis. Salvo Argénida, su criada y confidente, nadie volvió a tener contacto con ella desde entonces. Außer Argenida, ihrer Haushälterin und Vertrauten, hat seitdem niemand mehr Kontakt zu ihr gehabt. Except for Argénida, her maid and confidant, no one had contact with her since then. En un tiempo se supo que escribía cartas al Obispo, a quien consideraba como su primo hermano, pero nunca se dijo que hubiera recibido respuesta. Es ist bekannt, dass er einmal Briefe an den Bischof schrieb, den er als seinen Cousin ersten Grades betrachtete, aber es heißt, dass er nie eine Antwort erhalten hat. At one time it was known that he wrote letters to the Bishop, whom he considered his first cousin, but it was never said that he had received a reply. À un moment donné, on savait qu'il écrivait des lettres à l'évêque, qu'il considérait comme son cousin germain, mais on n'a jamais dit qu'il avait reçu une réponse. El pueblo la olvidó. Die Menschen haben sie vergessen. The town forgot her.