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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 5 (2)

Capítulo 5 (2)

Un obstáculo mayor, tan insalvable como imprevisto, obligó a un nuevo e indefinido aplazamiento. Una semana antes de la fecha fijada para la boda, la pequeña Remedios despertó a medianoche empapada en un caldo caliente que explotó en sus entrañas con una especie de eructo desgarrador, y murió tres días después envenenada por su propia sangre con un par de gemelos atravesados en el vientre. Amaranta sufrió una crisis de conciencia. Había suplicado a Dios con tanto fervor que algo pavoroso ocurriera para no tener que envenenar a Rebeca, que se sintió culpable por la muerte de Remedios. No era ese el obstáculo por el que tanto había suplicado. Remedios había llevado a la casa un soplo de alegría. Se había instalado con su esposo en una alcoba cercana al taller, que decoró con las muñecas y juguetes de su infancia reciente, y su alegre vitalidad desbordaba las cuatro paredes de la alcoba y pasaba como un ventarrón de buena salud por el corredor de las begonias. Cantaba desde el amanecer. Fue ella la única persona que se atrevió a mediar en las disputas de Rebeca y Amaranta. Se echó encima la dispendiosa tarea de atender a José Arcadio Buendía. Le llevaba los alimentos, lo asistía en sus necesidades cotidianas, lo lavaba con jabón y estropajo, le mantenía limpios de piojos y liendres los cabellos y la barba, conservaba en buen estado el cobertizo de palma y lo reforzaba con lonas impermeables en tiempos de tormenta. En sus últimos meses había logrado comunicarse con él en frases de latín rudimentario. Cuando nació el hijo de Aureliano y Pilar Ternera y fue llevado a la casa y bautizado en ceremonia íntima con el nombre de Aureliano José, Remedios decidió que fuera considerado como su hijo mayor. Su instinto maternal sorprendió a Úrsula. Aureliano, por su parte, encontró en ella la justificación que le hacía falta para vivir. Trabajaba todo el día en el taller y Remedios le llevaba a media mañana un tazón de café sin azúcar. Ambos visitaban todas las noches a los Moscote. Aureliano jugaba con el suegro interminables partidas de dominó, mientras Remedios conversaba con sus hermanas o trataba con su madre asuntos de gente mayor. El vínculo con los Buendía consolidó en el pueblo la autoridad de don Apolinar Moscote. En frecuentes viajes a la capital de la provincia consiguió que el gobierno construyera una escuela para que la atendiera Arcadio, que había heredado el entusiasmo didáctico del abuelo. Logró por medio de la persuasión que la mayoría de las casas fueran pintadas de azul para la fiesta de la independencia nacional. A instancias del padre Nicanor dispuso el traslado de la tienda de Catarino a una calle apartada, y clausuró varios lugares de escándalo que prosperaban en el centro de la población. Una vez regresó con seis policías armados de fusiles a quienes encomendó el mantenimiento del orden, sin que nadie se acordara del compromiso original de no tener gente armada en el pueblo. Aureliano se complacía de la eficacia de su suegro. «Te vas a poner tan gordo como él», le decían sus amigos. Pero el sedentarismo que acentuó sus pómulos y concentró el fulgor de sus ojos no aumentó su peso ni alteró la parsimonia de su carácter, y por el contrario endureció en sus labios la línea recta de la meditación solitaria y la decisión implacable. Tan hondo era el cariño que él y su esposa habían logrado despertar en la familia de ambos, que cuando Remedios anunció que iba a tener un hijo, hasta Rebeca y Amaranta hicieron una tregua para tejer en lana azul, por si nacía varón, y en lana rosada, por si nacía mujer. Fue ella la última persona en que pensó Arcadio, pocos años después, frente al pelotón de fusilamiento.

Úrsula dispuso un duelo de puertas y ventanas cerradas, sin entrada ni salida para nadie como no fuera para asuntos indispensables; prohibió hablar en voz alta durante un año, y puso el daguerrotipo de Remedios en el lugar en que se veló el cadáver, con una cinta negra terciada y una lámpara de aceite encendida para siempre. Las generaciones futuras, que nunca dejaron extinguir la lámpara, habían de desconcertarse ante aquella niña de faldas rizadas, botitas blancas y lazo de organdí en la cabeza, que no lograban hacer coincidir con la imagen académica de una bisabuela. Amaranta se hizo cargo de Aureliano José. Lo adoptó como un hijo que había de compartir su soledad, y aliviarla del láudano involuntario que echaron sus súplicas desatinadas en el café de Remedios. Pietro Crespi entraba en puntillas al anochecer, con una cinta negra en el sombrero, y hacía una visita silenciosa a una Rebeca que parecía desangrarse dentro del vestido negro con mangas hasta los puños. Habría sido tan irreverente la sola idea de pensar en una nueva fecha para la boda, que el noviazgo se convirtió en una relación eterna, un amor de cansancio que nadie volvió a cuidar, como si los enamorados que en otros días descomponían las lámparas para besarse hubieran sido abandonados al albedrío de la muerte. Perdido el rumbo, completamente desmoralizada, Rebeca volvió a comer tierra.

De pronto —cuando el duelo llevaba tanto tiempo que ya se habían reanudado las sesiones de punto de cruz— alguien empujó la puerta de la calle a las dos de la tarde, en el silencio mortal del calor, y los horcones se estremecieron con tal fuerza en los cimientos, que Amaranta y sus amigas bordando en el corredor, Rebeca chupándose el dedo en el dormitorio, Úrsula en la cocina, Aureliano en el taller y hasta José Arcadio Buendía bajo el castaño solitario, tuvieron la impresión de que un temblor de tierra estaba desquiciando la casa. Llegaba un hombre descomunal. Sus espaldas cuadradas apenas si cabían por las puertas. Tenía una medallita de la Virgen de los Remedios colgada en el cuello de bisonte, los brazos y el pecho completamente bordados de tatuajes crípticos, y en la muñeca derecha la apretada esclava de cobre de los niños-en-cruz. Tenía el cuero curtido por la sal de la intemperie, el pelo corto y parado como las crines de un mulo, las mandíbulas férreas y la mirada triste. Tenía un cinturón dos veces más grueso que la cincha de un caballo, botas con polainas y espuelas y con los tacones herrados, y su presencia daba la impresión trepidatoria de un sacudimiento sísmico. Atravesó la sala de visitas y la sala de estar, llevando en la mano unas alforjas medio desbaratadas, y apareció como un trueno en el corredor de las begonias, donde Amaranta y sus amigas estaban paralizadas con las agujas en el aire. «Buenas», les dijo él con la voz cansada, y tiró las alforjas en la mesa de labor y pasó de largo hacia el fondo de la casa. «Buenas», le dijo a la asustada Rebeca que lo vio pasar por la puerta de su dormitorio. «Buenas», le dijo a Aureliano, que estaba con los cinco sentidos alertas en el mesón de orfebrería. No se entretuvo con nadie. Fue directamente a la cocina, y allí se paró por primera vez en el término de un viaje que había empezado al otro lado del mundo. «Buenas», dijo. Úrsula se quedó una fracción de segundo con la boca abierta, lo miró a los ojos, lanzó un grito y saltó a su cuello gritando y llorando de alegría. Era José Arcadio. Regresaba tan pobre como se fue, hasta el extremo de que Úrsula tuvo que darle dos pesos para pagar el alquiler del caballo. Hablaba el español cruzado con jerga de marineros. Le preguntaron dónde había estado, y contestó: «Por ahí». Colgó la hamaca en el cuarto que le asignaron y durmió tres días. Cuando despertó, y después de tomarse dieciséis huevos crudos, salió directamente hacia la tienda de Catarino, donde su corpulencia monumental provocó un pánico de curiosidad entre las mujeres. Ordenó música y aguardiente para todos por su cuenta. Hizo apuestas de pulso con cinco hombres al mismo tiempo. «Es imposible», decían, al convencerse de que no lograban moverle el brazo. «Tiene niños-en-cruz». Catarino, que no creía en artificios de fuerza, apostó doce pesos a que no movía el mostrador. José Arcadio lo arrancó de su sitio, lo levantó en vilo sobre la cabeza y lo puso en la calle. Se necesitaron once hombres para meterlo. En el calor de la fiesta exhibió sobre el mostrador su masculinidad inverosímil, enteramente tatuada con una maraña azul y roja de letreros en varios idiomas. A las mujeres que lo asediaron con su codicia les preguntó quién pagaba más. La que tenía más ofreció veinte pesos. Entonces él propuso rifarse entre todas a diez pesos el número. Era un precio desorbitado, porque la mujer más solicitada ganaba ocho pesos en una noche, pero todas aceptaron. Escribieron sus nombres en catorce papeletas que metieron en un sombrero, y cada mujer sacó una. Cuando solo faltaban por sacar dos papeletas, se estableció a quiénes correspondían.

—Cinco pesos más cada una —propuso José Arcadio— y me reparto entre ambas.

De eso vivía. Le había dado sesenta y cinco veces la vuelta al mundo, enrolado en una tripulación de marineros apátridas. Las mujeres que se acostaron con él aquella noche en la tienda de Catarino lo llevaron desnudo a la sala de baile para que vieran que no tenía un milímetro del cuerpo sin tatuar, por el frente y por la espalda, y desde el cuello hasta los dedos de los pies. No lograba incorporarse a la familia. Dormía todo el día y pasaba la noche en el barrio de tolerancia haciendo suertes de fuerza. En las escasas ocasiones en que Úrsula logró sentarlo a la mesa, dio muestras de una simpatía radiante, sobre todo cuando contaba sus aventuras en países remotos. Había naufragado y permanecido dos semanas a la deriva en el mar del Japón, alimentándose con el cuerpo de un compañero que sucumbió a la insolación, cuya carne salada y vuelta a salar y cocinada al sol tenía un sabor granuloso y dulce. En un mediodía radiante del Golfo de Bengala su barco había vencido un dragón de mar en cuyo vientre encontraron el casco, las hebillas y las armas de un cruzado. Había visto en el Caribe el fantasma de la nave corsaria de Víctor Hugues, con el velamen desgarrado por los vientos de la muerte, la arboladura carcomida por cucarachas de mar, y equivocado para siempre el rumbo de la Guadalupe. Úrsula lloraba en la mesa como si estuviera leyendo las cartas que nunca llegaron, en las cuales relataba José Arcadio sus hazañas y desventuras. «Y tanta casa aquí, hijo mío», sollozaba. «¡Y tanta comida tirada a los puercos!». Pero en el fondo no podía concebir que el muchacho que se llevaron los gitanos fuera el mismo atarván que se comía medio lechón en el almuerzo y cuyas ventosidades marchitaban las flores. Algo similar le ocurría al resto de la familia. Amaranta no podía disimular la repugnancia que le producían en la mesa sus eructos bestiales. Arcadio, que nunca conoció el secreto de su filiación, apenas si contestaba a las preguntas que él le hacía con el propósito evidente de conquistar sus afectos. Aureliano trató de revivir los tiempos en que dormían en el mismo cuarto, procuró restaurar la complicidad de la infancia, pero José Arcadio los había olvidado porque la vida del mar le saturó la memoria con demasiadas cosas que recordar. Solo Rebeca sucumbió al primer impacto. La tarde en que lo vio pasar frente a su dormitorio pensó que Pietro Crespi era un currutaco de alfeñique junto a aquel protomacho cuya respiración volcánica se percibía en toda la casa. Buscaba su proximidad con cualquier pretexto. En cierta ocasión José Arcadio la miró el cuerpo con una atención descarada, y le dijo: «Eres muy mujer, hermanita». Rebeca perdió el dominio de sí misma. Volvió a comer tierra y cal de las paredes con la avidez de otros días, y se chupó el dedo con tanta ansiedad que se le formó un callo en el pulgar. Vomitó un líquido verde con sanguijuelas muertas. Pasó noches en vela tiritando de fiebre, luchando contra el delirio, esperando, hasta que la casa trepidaba con el regreso de José Arcadio al amanecer. Una tarde, cuando todos dormían la siesta, no resistió más y fue a su dormitorio. Lo encontró en calzoncillos, despierto, tendido en la hamaca que había colgado de los horcones con cables de amarrar barcos. La impresionó tanto su enorme desnudez tarabiscoteada que sintió el impulso de retroceder. «Perdone», se excusó. «No sabía que estaba aquí». Pero apagó la voz para no despertar a nadie. «Ven acá», dijo él. Rebeca obedeció. Se detuvo junto a la hamaca, sudando hielo, sintiendo que se le formaban nudos en las tripas, mientras José Arcadio le acariciaba los tobillos con la yema de los dedos, y luego las pantorrillas y luego los muslos, murmurando: «Ay, hermanita; ay, hermanita». Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos, y la descuartizó como a un pajarito. Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia en el placer inconcebible de aquel dolor insoportable, chapaleando en el pantano humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre.

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Un obstáculo mayor, tan insalvable como imprevisto, obligó a un nuevo e indefinido aplazamiento. A major obstacle, as insurmountable as it was unforeseen, forced a new and indefinite postponement. Серьезное препятствие, столь же непреодолимое, сколь и непредвиденное, вынудило новую отсрочку на неопределенный срок. Una semana antes de la fecha fijada para la boda, la pequeña Remedios despertó a medianoche empapada en un caldo caliente que explotó en sus entrañas con una especie de eructo desgarrador, y murió tres días después envenenada por su propia sangre con un par de gemelos atravesados en el vientre. Eine Woche vor dem Hochzeitstermin wachte die kleine Remedios um Mitternacht in einer heißen Brühe auf, die in ihrem Bauch mit einer Art herzzerreißendem Rülpsen explodierte, und starb drei Tage später, vergiftet durch ihr eigenes Blut und mit einem Zwillingspaar, das ihren Bauch durchbohrt hatte. A week before the date set for the wedding, little Remedios woke up at midnight drenched in a hot broth that exploded in her entrails with a kind of heartbreaking belch, and died three days later poisoned by her own blood with a pair of twins crossed in the womb. Une semaine avant la date fixée pour le mariage, la petite Remedios se réveilla à minuit trempée dans un bouillon chaud qui explosa dans ses entrailles avec une sorte d'éructation déchirante, et mourut trois jours plus tard empoisonnée par son propre sang avec une paire de jumeaux croisés en l'utérus. За неделю до назначенной даты свадьбы маленькая Ремедиос проснулась в полночь, облитая горячим бульоном, который взорвался в ее внутренностях с какой-то душераздирающей отрыжкой, и умерла через три дня, отравленная собственной кровью с парой близнецов, скрещенных в матка. Amaranta sufrió una crisis de conciencia. Amaranta geriet in eine Gewissenskrise. Amaranta suffered a crisis of conscience. Амаранта страдала от угрызений совести. Había suplicado a Dios con tanto fervor que algo pavoroso ocurriera para no tener que envenenar a Rebeca, que se sintió culpable por la muerte de Remedios. He had begged God with such fervor that something terrible would happen so he wouldn't have to poison Rebeca, that he felt guilty for Remedios's death. Il avait supplié Dieu avec une telle ferveur que quelque chose de terrible se produise pour ne pas avoir à empoisonner Rebeca, qu'il se sentait coupable de la mort de Remedios. Он с таким пылом умолял Бога, чтобы случилось что-то ужасное, чтобы ему не пришлось отравлять Ребекку, что чувствовал себя виноватым в смерти Ремедиос. No era ese el obstáculo por el que tanto había suplicado. Dies war nicht das Hindernis, um das er gebettelt hatte. This was not the obstacle for which he had begged so much. Remedios había llevado a la casa un soplo de alegría. Remedios hatte einen Hauch von Freude ins Haus gebracht. Remedios had brought a breath of joy into the house. Se había instalado con su esposo en una alcoba cercana al taller, que decoró con las muñecas y juguetes de su infancia reciente, y su alegre vitalidad desbordaba las cuatro paredes de la alcoba y pasaba como un ventarrón de buena salud por el corredor de las begonias. She had settled down with her husband in a bedroom near the workshop, which she decorated with the dolls and toys of her recent childhood, and her cheerful vitality overflowed the four walls of the bedroom and passed like a gust of good health through the corridor of begonias. . Elle s'était installée avec son mari dans une chambre près de l'atelier, qu'elle avait décorée des poupées et des jouets de sa récente enfance, et sa gaie vitalité débordait des quatre murs de la chambre et passait comme une bouffée de bonne santé dans le couloir de bégonias. . Cantaba desde el amanecer. Er sang vom Morgengrauen an. He sang from dawn. Fue ella la única persona que se atrevió a mediar en las disputas de Rebeca y Amaranta. She was the only person who dared to mediate in Rebeca and Amaranta's disputes. Se echó encima la dispendiosa tarea de atender a José Arcadio Buendía. Er stürzte sich in die schwierige Aufgabe, sich um José Arcadio Buendía zu kümmern. He took on the costly task of caring for José Arcadio Buendía. Il a assumé la tâche coûteuse de s'occuper de José Arcadio Buendía. Le llevaba los alimentos, lo asistía en sus necesidades cotidianas, lo lavaba con jabón y estropajo, le mantenía limpios de piojos y liendres los cabellos y la barba, conservaba en buen estado el cobertizo de palma y lo reforzaba con lonas impermeables en tiempos de tormenta. She brought him food, assisted him with his daily needs, washed him with soap and a scourer, kept his hair and beard clean of lice and nits, kept the palm shed in good condition and reinforced it with waterproof tarpaulins in times of storm. . Elle lui apportait de la nourriture, l'assistait dans ses besoins quotidiens, le lavait avec du savon et une éponge à récurer, nettoyait ses cheveux et sa barbe des poux et des lentes, entretenait la palmeraie en bon état et la renforçait de bâches imperméables en temps d'orage. . En sus últimos meses había logrado comunicarse con él en frases de latín rudimentario. In her last months she had managed to communicate with him in rudimentary Latin phrases. Cuando nació el hijo de Aureliano y Pilar Ternera y fue llevado a la casa y bautizado en ceremonia íntima con el nombre de Aureliano José, Remedios decidió que fuera considerado como su hijo mayor. Als der Sohn von Aureliano und Pilar Ternera geboren wurde und in einer intimen Zeremonie auf den Namen Aureliano José getauft wurde, entschied Remedios, dass er als ihr ältester Sohn betrachtet werden sollte. When the son of Aureliano and Pilar Ternera was born and was brought to the house and baptized in an intimate ceremony with the name of Aureliano José, Remedios decided that he should be considered her eldest son. Su instinto maternal sorprendió a Úrsula. Her maternal instinct surprised Úrsula. Aureliano, por su parte, encontró en ella la justificación que le hacía falta para vivir. Aureliano seinerseits fand in ihr die Rechtfertigung, die er zum Leben brauchte. Aureliano, for his part, found in her the justification he needed to live. Trabajaba todo el día en el taller y Remedios le llevaba a media mañana un tazón de café sin azúcar. He worked all day in the workshop and Remedios brought him a cup of coffee without sugar at mid-morning. Ambos visitaban todas las noches a los Moscote. Beide besuchten jeden Abend die Familie Moscote. Both visited the Moscotes every night. Aureliano jugaba con el suegro interminables partidas de dominó, mientras Remedios conversaba con sus hermanas o trataba con su madre asuntos de gente mayor. Aureliano spielte mit seinem Schwiegervater endlos Domino, während Remedios sich mit ihren Schwestern unterhielt oder mit ihrer Mutter über die Angelegenheiten der alten Leute sprach. Aureliano played endless games of dominoes with his father-in-law, while Remedios talked with her sisters or dealt with elderly people with her mother. El vínculo con los Buendía consolidó en el pueblo la autoridad de don Apolinar Moscote. The link with the Buendías consolidated the authority of Don Apolinar Moscote in the town. En frecuentes viajes a la capital de la provincia consiguió que el gobierno construyera una escuela para que la atendiera Arcadio, que había heredado el entusiasmo didáctico del abuelo. Häufige Reisen in die Provinzhauptstadt veranlassten die Regierung, eine Schule zu bauen, die Arcadio, der die didaktische Begeisterung seines Großvaters geerbt hatte, besuchen konnte. On frequent trips to the provincial capital, she got the government to build a school for Arcadio, who had inherited his grandfather's didactic enthusiasm, to attend. Logró por medio de la persuasión que la mayoría de las casas fueran pintadas de azul para la fiesta de la independencia nacional. Through persuasion, he managed to get most of the houses painted blue for the national independence festival. A instancias del padre Nicanor dispuso el traslado de la tienda de Catarino a una calle apartada, y clausuró varios lugares de escándalo que prosperaban en el centro de la población. Auf Drängen von Pater Nicanor verlegte er den Laden von Catarino in eine abgelegene Straße und schloss mehrere Skandallokale, die im Stadtzentrum florierten. At the request of Father Nicanor, he ordered the transfer of Catarino's store to a secluded street, and he closed down several scandalous places that prospered in the center of town. À la demande du père Nicanor, il ordonna le transfert du magasin de Catarino dans une rue isolée et ferma plusieurs lieux scandaleux qui prospéraient dans le centre-ville. Una vez regresó con seis policías armados de fusiles a quienes encomendó el mantenimiento del orden, sin que nadie se acordara del compromiso original de no tener gente armada en el pueblo. Einmal kam er mit sechs mit Gewehren bewaffneten Polizisten zurück, die für die Aufrechterhaltung der Ordnung sorgen sollten, ohne dass sich jemand an die ursprüngliche Zusage erinnerte, keine bewaffneten Personen im Dorf zu haben. Once he returned with six police officers armed with rifles whom he entrusted with maintaining order, without anyone remembering the original commitment not to have armed people in the town. Aureliano se complacía de la eficacia de su suegro. Aureliano was pleased with his father-in-law's efficiency. «Te vas a poner tan gordo como él», le decían sus amigos. "Du wirst noch so dick wie er", sagten seine Freunde. "You're going to get as fat as him," his friends told him. Pero el sedentarismo que acentuó sus pómulos y concentró el fulgor de sus ojos no aumentó su peso ni alteró la parsimonia de su carácter, y por el contrario endureció en sus labios la línea recta de la meditación solitaria y la decisión implacable. Aber die sitzende Lebensweise, die seine Wangenknochen betonte und den Glanz seiner Augen konzentrierte, hat sein Gewicht nicht erhöht und die Sparsamkeit seines Charakters nicht verändert, sondern im Gegenteil die gerade Linie der einsamen Meditation und der unerbittlichen Entscheidung auf seinen Lippen verhärtet. But the sedentary lifestyle that accentuated his cheekbones and concentrated the brilliance of his eyes did not increase his weight or alter the parsimony of his character, and on the contrary hardened on his lips the straight line of solitary meditation and implacable decision. Mais la sédentarité qui accentuait ses pommettes et concentrait l'éclat de ses yeux n'alourdissait ni n'altérait la parcimonie de son caractère, et au contraire durcissait sur ses lèvres la ligne droite de la méditation solitaire et de la décision implacable. Tan hondo era el cariño que él y su esposa habían logrado despertar en la familia de ambos, que cuando Remedios anunció que iba a tener un hijo, hasta Rebeca y Amaranta hicieron una tregua para tejer en lana azul, por si nacía varón, y en lana rosada, por si nacía mujer. So deep was the affection that he and his wife had managed to arouse in their family that when Remedios announced that she was going to have a son, even Rebeca and Amaranta made a truce to weave in blue wool, in case a boy was born, and in pink wool, in case she was born a woman. L'affection que lui et sa femme avaient réussi à susciter dans leur famille était si profonde que lorsque Remedios a annoncé qu'elle allait avoir un fils, même Rebeca et Amaranta ont conclu une trêve pour tisser de la laine bleue, au cas où un garçon serait né. , et en laine rose, au cas où elle serait née femme. Fue ella la última persona en que pensó Arcadio, pocos años después, frente al pelotón de fusilamiento. Sie war die letzte Person, an die Arcadio ein paar Jahre später vor dem Erschießungskommando dachte. She was the last person Arcadio thought of, a few years later, in front of the firing squad.

Úrsula dispuso un duelo de puertas y ventanas cerradas, sin entrada ni salida para nadie como no fuera para asuntos indispensables; prohibió hablar en voz alta durante un año, y puso el daguerrotipo de Remedios en el lugar en que se veló el cadáver, con una cinta negra terciada y una lámpara de aceite encendida para siempre. Úrsula ordered a duel of closed doors and windows, with no entrance or exit for anyone except for essential matters; Forbidden to speak out loud for a year, and put Remedios's daguerreotype in the place where the body was laid, with a black ribbon and an oil lamp lit forever. Úrsula a ordonné un duel de portes et fenêtres fermées, sans entrée ni sortie pour personne sauf pour les questions essentielles; Interdit de parler à haute voix pendant un an, et mis le daguerréotype de Remedios à l'endroit où le corps a été déposé, avec un ruban noir et une lampe à huile allumée à jamais. Las generaciones futuras, que nunca dejaron extinguir la lámpara, habían de desconcertarse ante aquella niña de faldas rizadas, botitas blancas y lazo de organdí en la cabeza, que no lograban hacer coincidir con la imagen académica de una bisabuela. Künftige Generationen, die die Lampe nie erlöschen ließen, sollten sich über das kleine Mädchen mit den Lockenröcken, den weißen Stiefelchen und der Organdy-Schleife auf dem Kopf wundern, das dem akademischen Bild einer Urgroßmutter nicht entsprechen konnte. Future generations, who never let the lamp go out, were to be disconcerted by this girl with curly skirts, little white boots and an organdy bow on her head, which they failed to match with the academic image of a great-grandmother. Les générations futures, qui ne laissaient jamais s'éteindre la lampe, devaient être déconcertées par cette fille aux jupes bouclées, aux bottes blanches et au nœud en organdi sur la tête, qu'elles ne correspondaient pas à l'image académique d'arrière-grand-mère. Amaranta se hizo cargo de Aureliano José. Amaranta kümmerte sich um Aureliano José. Amaranta took charge of Aureliano José. Lo adoptó como un hijo que había de compartir su soledad, y aliviarla del láudano involuntario que echaron sus súplicas desatinadas en el café de Remedios. Sie adoptierte ihn als einen Sohn, der ihre Einsamkeit teilen und sie von dem unfreiwilligen Laudanum befreien sollte, das ihre unklugen Bitten in Remedios' Café ausgelöst hatten. She adopted him as a son who was to share her loneliness and relieve her of the involuntary laudanum that her foolish pleas spilled in Remedios's cafe. Elle l'a adopté comme un fils qui devait partager sa solitude et la soulager du laudanum involontaire que ses supplications insensées déversaient dans le café de Remedios. Pietro Crespi entraba en puntillas al anochecer, con una cinta negra en el sombrero, y hacía una visita silenciosa a una Rebeca que parecía desangrarse dentro del vestido negro con mangas hasta los puños. Pietro Crespi schlich sich in der Dämmerung mit einer schwarzen Schleife am Hut heran und stattete einer Rebeca einen stillen Besuch ab, die in ihrem schwarzen Kleid, dessen Ärmel bis zu den Manschetten reichten, zu verbluten drohte. Pietro Crespi would tiptoe in at dusk, wearing a black ribbon on his hat, and pay a silent visit to a Rebeca who seemed to be bleeding to death inside the black dress with sleeves down to the cuffs. Pietro Crespi arrivait sur la pointe des pieds au crépuscule, portant un ruban noir sur son chapeau, et rendait une visite silencieuse à une Rebeca qui semblait saigner à mort à l'intérieur de la robe noire avec des manches jusqu'aux poignets. Habría sido tan irreverente la sola idea de pensar en una nueva fecha para la boda, que el noviazgo se convirtió en una relación eterna, un amor de cansancio que nadie volvió a cuidar, como si los enamorados que en otros días descomponían las lámparas para besarse hubieran sido abandonados al albedrío de la muerte. Es wäre so pietätlos gewesen, auch nur an ein neues Hochzeitsdatum zu denken, dass die Verlobung zu einer ewigen Beziehung wurde, zu einer müden Liebe, für die sich niemand mehr interessierte, als ob die Liebenden, die einst die Lampen zerbrochen hatten, um sich zu küssen, dem Willen des Todes überlassen worden wären. The mere idea of thinking of a new date for the wedding would have been so irreverent, that the courtship became an eternal relationship, a tired love that no one took care of again, as if the lovers who in other days broke down the lamps to kiss each other they would have been abandoned to the will of death. La simple idée de penser à une nouvelle date pour le mariage aurait été si irrévérencieuse que la parade nuptiale est devenue une relation éternelle, un amour fatigué dont personne ne s'est plus occupé, comme si des amants qui, d'autres jours, cassaient des lampes pour les embrasser. aurait été abandonné à la volonté de mort. Perdido el rumbo, completamente desmoralizada, Rebeca volvió a comer tierra. Völlig demoralisiert und vom Weg abgekommen, begann Rebecca wieder, Dreck zu essen. Lost her way, completely demoralized, Rebeca went back to eating dirt.

De pronto —cuando el duelo llevaba tanto tiempo que ya se habían reanudado las sesiones de punto de cruz— alguien empujó la puerta de la calle a las dos de la tarde, en el silencio mortal del calor, y los horcones se estremecieron con tal fuerza en los cimientos, que Amaranta y sus amigas bordando en el corredor, Rebeca chupándose el dedo en el dormitorio, Úrsula en la cocina, Aureliano en el taller y hasta José Arcadio Buendía bajo el castaño solitario, tuvieron la impresión de que un temblor de tierra estaba desquiciando la casa. Plötzlich - als die Trauer schon so lange andauerte, dass die Kreuzstich-Sitzungen bereits wieder aufgenommen worden waren - stieß jemand um zwei Uhr nachmittags, in der tödlichen Stille der Hitze, an die Straßentür, und die Mistgabeln rüttelten mit solcher Wucht an den Fundamenten, dass Amaranta und ihre Freundinnen, die im Korridor stickten, Rebeca, die im Schlafzimmer am Daumen lutschte, Úrsula in der Küche, Aureliano in der Werkstatt und sogar José Arcadio Buendía unter dem einsamen Kastanienbaum den Eindruck hatten, dass ein Erdbeben das Haus erschütterte. Suddenly—when the mourning had been going on for so long that the cross-stitch sessions had resumed—someone pushed the front door at two in the afternoon, in the deadly silence of the heat, and the pitchforks shook with such force in the foundations, that Amaranta and her friends embroidering in the corridor, Rebeca sucking her thumb in the bedroom, Úrsula in the kitchen, Aureliano in the workshop and even José Arcadio Buendía under the solitary chestnut tree, they had the impression that an earth tremor he was messing up the house. Soudain - alors que le deuil durait depuis si longtemps que les séances de point de croix avaient repris - quelqu'un poussa la porte d'entrée à deux heures de l'après-midi, dans le silence mortel de la chaleur, et les fourches tremblèrent avec tant de force dans les fondations , qu'Amaranta et ses amis brodaient dans le couloir, Rebeca suçant son pouce dans la chambre, Úrsula dans la cuisine, Aureliano dans l'atelier et même José Arcadio Buendía sous le marronnier solitaire, ils avaient l'impression qu'un tremblement de terre qu'il gâchait jusqu'à la maison. Llegaba un hombre descomunal. Ein großer Mann kam an. A huge man arrived. Sus espaldas cuadradas apenas si cabían por las puertas. Ihre kantigen Rücken passen kaum durch die Türen. Their square shoulders barely fit through the doors. Tenía una medallita de la Virgen de los Remedios colgada en el cuello de bisonte, los brazos y el pecho completamente bordados de tatuajes crípticos, y en la muñeca derecha la apretada esclava de cobre de los niños-en-cruz. Er hatte eine kleine Medaille der Virgen de los Remedios um seinen Bisonhals gehängt, seine Arme und seine Brust waren vollständig mit kryptischen Tätowierungen bestickt, und an seinem rechten Handgelenk war der stramme Kupfersklave der Kinder am Kreuz. He had a small medal of the Virgen de los Remedios hung on his bison neck, his arms and chest completely embroidered with cryptic tattoos, and on his right wrist the tight copper slave of the children-on-cross. Il avait une petite médaille de la Virgen de los Remedios accrochée à son cou de bison, ses bras et sa poitrine entièrement brodés de tatouages cryptiques, et sur son poignet droit l'esclave en cuivre serré des enfants en croix. Tenía el cuero curtido por la sal de la intemperie, el pelo corto y parado como las crines de un mulo, las mandíbulas férreas y la mirada triste. Sein Leder war vom Salz des Wetters gegerbt, sein Haar war kurz und sträubte sich wie die Mähne eines Maultiers, seine Kiefer waren eisern und seine Augen traurig. His leather was tanned by the salt of the weather, his hair was short and stood up like the mane of a mule, his jaws were iron, and his eyes were sad. Son cuir était tanné par le sel du temps, ses cheveux étaient courts et dressés comme une crinière de mulet, ses mâchoires étaient de fer et ses yeux étaient tristes. Tenía un cinturón dos veces más grueso que la cincha de un caballo, botas con polainas y espuelas y con los tacones herrados, y su presencia daba la impresión trepidatoria de un sacudimiento sísmico. He had a belt twice as thick as a horse's girth, boots with leggings and spurs and shod heels, and his presence gave the trepidation impression of an earthquake. Il avait une ceinture deux fois plus épaisse que la sangle d'un cheval, des bottes avec des jambières et des éperons et des talons chaussés, et sa présence donnait l'inquiétude d'un tremblement de terre. Atravesó la sala de visitas y la sala de estar, llevando en la mano unas alforjas medio desbaratadas, y apareció como un trueno en el corredor de las begonias, donde Amaranta y sus amigas estaban paralizadas con las agujas en el aire. He went through the visiting room and the living room, carrying some half-destroyed saddlebags in his hand, and appeared like a thunderbolt in the corridor of begonias, where Amaranta and her friends were paralyzed with the needles in the air. Il traversa le parloir et le salon, portant à la main des sacoches à moitié détruites, et apparut comme un coup de foudre dans le couloir de bégonias, où Amaranta et ses amis étaient paralysés avec les aiguilles en l'air. «Buenas», les dijo él con la voz cansada, y tiró las alforjas en la mesa de labor y pasó de largo hacia el fondo de la casa. "Guten Abend", sagte er mit müder Stimme, warf die Satteltaschen auf die Werkbank und ging an ihnen vorbei in Richtung der Rückseite des Hauses. "Good morning," he said to them in a tired voice, and he threw the saddlebags on the work table and walked past him toward the back of the house. "Bonjour," leur dit-il d'une voix fatiguée, et il jeta les sacoches sur la table de travail et passa vers l'arrière de la maison. «Buenas», le dijo a la asustada Rebeca que lo vio pasar por la puerta de su dormitorio. "Good morning," he said to the frightened Rebeca who saw him go through the door of her bedroom. «Buenas», le dijo a Aureliano, que estaba con los cinco sentidos alertas en el mesón de orfebrería. "Good morning," he said to Aureliano, who was with all five senses alert in the goldsmith's counter. « Bonjour », dit-il à Aureliano, qui était en éveil avec ses cinq sens dans l'auberge de l'orfèvre. No se entretuvo con nadie. He didn't hang out with anyone. Fue directamente a la cocina, y allí se paró por primera vez en el término de un viaje que había empezado al otro lado del mundo. He went directly to the kitchen, and there he stopped for the first time at the end of a journey that had begun on the other side of the world. «Buenas», dijo. "Good," he said. Úrsula se quedó una fracción de segundo con la boca abierta, lo miró a los ojos, lanzó un grito y saltó a su cuello gritando y llorando de alegría. Ursula stand für den Bruchteil einer Sekunde mit offenem Mund da, sah ihm in die Augen, schrie und sprang ihm vor Freude schreiend und weinend um den Hals. Úrsula stood for a fraction of a second with her mouth open, looked him in the eyes, uttered a scream and jumped on his neck, screaming and crying with joy. Ursula resta une fraction de seconde la bouche ouverte, le regarda dans les yeux, poussa un cri et lui sauta au cou en criant et en pleurant de joie. Era José Arcadio. It was José Arcadio. Regresaba tan pobre como se fue, hasta el extremo de que Úrsula tuvo que darle dos pesos para pagar el alquiler del caballo. Er kehrte so arm zurück, wie er gegangen war, so sehr, dass Ursula ihm zwei Pesos geben musste, um die Miete für das Pferd zu bezahlen. He came back as poor as he left, to the point that Úrsula had to give him two pesos to pay the rent for the horse. Il revient aussi pauvre qu'il est parti, au point qu'Úrsula doit lui donner deux pesos pour payer la location du cheval. Hablaba el español cruzado con jerga de marineros. He spoke Spanish crossed with the jargon of sailors. Le preguntaron dónde había estado, y contestó: «Por ahí». Auf die Frage, wo er gewesen sei, antwortete er: "Da drüben". They asked him where he had been, and he replied, "That way." Colgó la hamaca en el cuarto que le asignaron y durmió tres días. He hung the hammock in the room assigned to him and slept for three days. Cuando despertó, y después de tomarse dieciséis huevos crudos, salió directamente hacia la tienda de Catarino, donde su corpulencia monumental provocó un pánico de curiosidad entre las mujeres. When he woke up, and after eating sixteen raw eggs, he went directly to Catarino's store, where his monumental corpulence caused a panic of curiosity among the women. A son réveil, et après avoir mangé seize œufs crus, il se rendit directement au magasin de Catarino, où sa corpulence monumentale provoqua une panique de curiosité parmi les femmes. Ordenó música y aguardiente para todos por su cuenta. Er bestellte auf eigene Faust Musik und Schnaps für alle. He ordered music and aguardiente for everyone on his own. Hizo apuestas de pulso con cinco hombres al mismo tiempo. Er schloss mit fünf Männern gleichzeitig Impulswetten ab. He made arm wrestling bets with five men at the same time. Il a fait des paris de bras de fer avec cinq hommes en même temps. «Es imposible», decían, al convencerse de que no lograban moverle el brazo. "Das ist unmöglich", sagten sie, überzeugt davon, dass sie seinen Arm nicht bewegen konnten. "It's impossible," they said, convinced that they couldn't move his arm. «Tiene niños-en-cruz». "Es hat Kinder in Kreuzen. "He has children-on-a-cross." "Il a des enfants-sur-une-croix." Catarino, que no creía en artificios de fuerza, apostó doce pesos a que no movía el mostrador. Catarino, der nicht an die List der Gewalt glaubte, wettete zwölf Pesos, dass er den Schalter nicht bewegen würde. Catarino, who did not believe in artifices of force, bet twelve pesos that the counter would not move. Catarino, qui ne croyait pas aux artifices de la force, paria douze pesos que le compteur ne bougerait pas. José Arcadio lo arrancó de su sitio, lo levantó en vilo sobre la cabeza y lo puso en la calle. José Arcadio riss ihn von seinem Platz, hob ihn auf den Kopf und setzte ihn auf die Straße. José Arcadio yanked it from its place, lifted it high on its head and put it on the street. José Arcadio l'a tiré de sa place, l'a soulevé au-dessus de sa tête et l'a mis dans la rue. Se necesitaron once hombres para meterlo. Es waren elf Männer nötig, um sie einzubauen. It took eleven men to get it in. Il a fallu onze hommes pour le faire entrer. En el calor de la fiesta exhibió sobre el mostrador su masculinidad inverosímil, enteramente tatuada con una maraña azul y roja de letreros en varios idiomas. In the heat of the party, he exhibited his incredible masculinity on the counter, entirely tattooed with a blue and red tangle of signs in various languages. Dans le feu de l'action, il a exhibé son incroyable masculinité sur le comptoir, entièrement tatoué d'un enchevêtrement bleu et rouge de signes en plusieurs langues. A las mujeres que lo asediaron con su codicia les preguntó quién pagaba más. Er fragte die Frauen, die ihn mit ihrer Gier belagerten, wer am meisten bezahlt. He asked the women who besieged him with their greed who paid more. Il demanda aux femmes qui l'assiégeaient avec leur cupidité qui payaient plus. La que tenía más ofreció veinte pesos. Derjenige, der am meisten bot, erhielt zwanzig Pesos. The one with the most offered twenty pesos. Entonces él propuso rifarse entre todas a diez pesos el número. Er schlug dann vor, sich gegenseitig für zehn Pesos pro Nummer zu verlosen. Then he proposed to raffle among all of them at ten pesos the number. Puis il proposa de tirer au sort parmi eux tous à dix pesos le nombre. Era un precio desorbitado, porque la mujer más solicitada ganaba ocho pesos en una noche, pero todas aceptaron. Es war ein exorbitanter Preis, denn die begehrteste Frau verdiente acht Pesos pro Nacht, aber sie akzeptierten alle. It was an exorbitant price, because the most requested woman earned eight pesos in one night, but they all accepted. Escribieron sus nombres en catorce papeletas que metieron en un sombrero, y cada mujer sacó una. They wrote their names on fourteen ballots that they put in a hat, and each woman took one out. Cuando solo faltaban por sacar dos papeletas, se estableció a quiénes correspondían. Als nur noch zwei Stimmzettel zu ziehen waren, stand fest, wem sie gehörten. When only two ballots remained to be drawn, it was established to whom they corresponded.

—Cinco pesos más cada una —propuso José Arcadio— y me reparto entre ambas. -Fünf Pesos mehr für jeden", schlug José Arcadio vor, "und ich werde sie beide teilen. "Five pesos more each," José Arcadio proposed, "and I'll split it between the two of them."

De eso vivía. Davon hat er gelebt. That's what he lived on. Le había dado sesenta y cinco veces la vuelta al mundo, enrolado en una tripulación de marineros apátridas. He had circumnavigated the world sixty-five times, enlisted in a crew of stateless sailors. Il avait fait le tour du monde soixante-cinq fois, enrôlé dans un équipage de marins apatrides. Las mujeres que se acostaron con él aquella noche en la tienda de Catarino lo llevaron desnudo a la sala de baile para que vieran que no tenía un milímetro del cuerpo sin tatuar, por el frente y por la espalda, y desde el cuello hasta los dedos de los pies. Die Frauen, die in dieser Nacht mit ihm in Catarinos Zelt schliefen, brachten ihn nackt in den Ballsaal, damit sie sehen konnten, dass kein Millimeter seines Körpers untätowiert war, von vorne und hinten und vom Hals bis zu den Zehen. The women who slept with him that night in Catarino's store took him naked to the dance room so they could see that he didn't have a millimeter of his body without tattoos, front and back, and from his neck to his fingers. from the feet. Les femmes qui ont couché avec lui cette nuit-là dans le magasin de Catarino l'ont emmené nu dans la salle de danse pour qu'elles puissent voir qu'il n'avait pas un millimètre de son corps sans tatouages, devant et derrière, et de son cou à ses doigts. pieds. No lograba incorporarse a la familia. Er war nicht in der Lage, sich der Familie anzuschließen. He couldn't join the family. Dormía todo el día y pasaba la noche en el barrio de tolerancia haciendo suertes de fuerza. Er schlief den ganzen Tag und verbrachte die Nacht in der toleranten Nachbarschaft mit Krafttraining. He slept all day and spent the night in the tolerance neighborhood doing strength tricks. Il dormit toute la journée et passa la nuit dans le quartier de la tolérance à force de chance. En las escasas ocasiones en que Úrsula logró sentarlo a la mesa, dio muestras de una simpatía radiante, sobre todo cuando contaba sus aventuras en países remotos. Bei den seltenen Gelegenheiten, bei denen es Ursula gelang, ihn an den Tisch zu bekommen, war er strahlend sympathisch, besonders wenn er von seinen Abenteuern in fernen Ländern erzählte. On the few occasions that Úrsula managed to seat him at the table, he showed signs of radiant friendliness, especially when he recounted his adventures in remote countries. Les rares fois où Ursula réussit à le faire asseoir à table, il montra des signes de sympathie rayonnante, surtout lorsqu'il raconta ses aventures dans les pays lointains. Había naufragado y permanecido dos semanas a la deriva en el mar del Japón, alimentándose con el cuerpo de un compañero que sucumbió a la insolación, cuya carne salada y vuelta a salar y cocinada al sol tenía un sabor granuloso y dulce. Er hatte Schiffbruch erlitten und trieb zwei Wochen lang im Japanischen Meer, wo er sich von der Leiche eines Schiffskameraden ernährte, der einem Sonnenstich erlegen war und dessen gesalzenes und wieder gesalzenes und in der Sonne gebackenes Fleisch körnig und süß schmeckte. He had been shipwrecked and had drifted for two weeks in the Sea of Japan, feeding on the body of a companion who had succumbed to heatstroke, whose salted and resalted and sun-cooked meat tasted grainy and sweet. Il avait fait naufrage et dérivé pendant deux semaines dans la mer du Japon, se nourrissant de la carcasse d'un compagnon qui avait succombé à une insolation, dont la viande salée puis resalée et cuite au soleil avait un goût granuleux et sucré. En un mediodía radiante del Golfo de Bengala su barco había vencido un dragón de mar en cuyo vientre encontraron el casco, las hebillas y las armas de un cruzado. In a radiant noon of the Bay of Bengal their ship had vanquished a sea dragon in whose belly they found the helmet, buckles and weapons of a crusader. Dans un midi radieux du golfe du Bengale, leur navire avait vaincu un dragon de mer dans le ventre duquel ils avaient trouvé le casque, les boucles et les armes d'un croisé. Había visto en el Caribe el fantasma de la nave corsaria de Víctor Hugues, con el velamen desgarrado por los vientos de la muerte, la arboladura carcomida por cucarachas de mar, y equivocado para siempre el rumbo de la Guadalupe. Er hatte in der Karibik das Gespenst des Korsarenschiffs von Victor Hughes gesehen, dessen Segel von den Winden des Todes zerrissen und dessen Takelage von Seekakerlaken zerfressen war und das den Kurs der Guadeloupe für immer verfehlte. In the Caribbean he had seen the ghost of Victor Hugues' corsair ship, its sails torn by the winds of death, its masts eaten away by sea cockroaches, and the Guadalupe's course wrong forever. Il avait vu dans les Caraïbes le fantôme du navire corsaire de Victor Hugues, ses voiles déchirées par les vents de la mort, ses mâts rongés par les cafards des mers, et la Guadalupe à jamais déviée. Úrsula lloraba en la mesa como si estuviera leyendo las cartas que nunca llegaron, en las cuales relataba José Arcadio sus hazañas y desventuras. Úrsula wept at the table as if she were reading the letters that never arrived, in which José Arcadio recounted his exploits and misadventures. «Y tanta casa aquí, hijo mío», sollozaba. "Und so viel Haus hier, mein Sohn", schluchzte sie. "And so many houses here, my son," he sobbed. "Et tant de maisons ici, mon fils," sanglota-t-il. «¡Y tanta comida tirada a los puercos!». "And so much food thrown to the pigs!" Pero en el fondo no podía concebir que el muchacho que se llevaron los gitanos fuera el mismo atarván que se comía medio lechón en el almuerzo y cuyas ventosidades marchitaban las flores. Aber tief in seinem Inneren konnte er nicht begreifen, dass der Junge, den die Zigeuner mitgenommen hatten, derselbe Atarvan war, der ein halbes Spanferkel zu Mittag gegessen hatte und dessen Saughusten die Blumen verwelken ließ. But deep down I couldn't conceive that the boy the gypsies took away was the same Atarván who ate half a suckling pig for lunch and whose winds withered the flowers. Mais au fond de moi, je ne pouvais concevoir que le garçon que les gitans aient emmené soit le même Atarván qui a mangé un demi-cochon de lait pour le déjeuner et dont les vents ont flétri les fleurs. Algo similar le ocurría al resto de la familia. Ähnlich erging es auch dem Rest der Familie. Something similar happened to the rest of the family. Amaranta no podía disimular la repugnancia que le producían en la mesa sus eructos bestiales. Amaranta konnte ihren Ekel über sein bestialisches Rülpsen bei Tisch nicht verbergen. Amaranta could not hide the disgust that his bestial belches produced in her at the table. Arcadio, que nunca conoció el secreto de su filiación, apenas si contestaba a las preguntas que él le hacía con el propósito evidente de conquistar sus afectos. Arcadio, der das Geheimnis ihrer Zugehörigkeit nicht kannte, antwortete kaum auf die Fragen, die er ihr mit dem offensichtlichen Ziel stellte, ihre Zuneigung zu gewinnen. Arcadio, who never knew the secret of his affiliation, barely answered the questions that he asked him with the evident purpose of conquering his affections. Arcadio, qui n'a jamais connu le secret de son affiliation, a à peine répondu aux questions qu'il lui a posées dans le but évident de conquérir ses affections. Aureliano trató de revivir los tiempos en que dormían en el mismo cuarto, procuró restaurar la complicidad de la infancia, pero José Arcadio los había olvidado porque la vida del mar le saturó la memoria con demasiadas cosas que recordar. Aureliano tried to relive the times when they slept in the same room, tried to restore the complicity of childhood, but José Arcadio had forgotten them because the life of the sea saturated his memory with too many things to remember. Solo Rebeca sucumbió al primer impacto. Only Rebeca succumbed to the first impact. Seule Rebeca a succombé au premier impact. La tarde en que lo vio pasar frente a su dormitorio pensó que Pietro Crespi era un currutaco de alfeñique junto a aquel protomacho cuya respiración volcánica se percibía en toda la casa. An dem Abend, als er ihn vor seinem Schlafzimmer vorbeigehen sah, dachte er, Pietro Crespi sei ein kleiner Blechtopf neben diesem Protomacho, dessen vulkanischer Atem im ganzen Haus zu spüren war. The afternoon she saw him pass in front of her bedroom, she thought that Pietro Crespi was a weakling next to that protomale whose volcanic breath could be perceived throughout the house. L'après-midi où elle le vit passer devant sa chambre, elle pensa que Pietro Crespi était un petit currutaco maigre à côté de ce protomacho dont on percevait le souffle volcanique dans toute la maison. Buscaba su proximidad con cualquier pretexto. Er suchte unter jedem Vorwand ihre Nähe. He sought his proximity under any pretext. En cierta ocasión José Arcadio la miró el cuerpo con una atención descarada, y le dijo: «Eres muy mujer, hermanita». Bei einer Gelegenheit betrachtete José Arcadio ihren Körper mit unverhohlener Aufmerksamkeit und sagte: "Du bist eine richtige Frau, kleine Schwester". On a certain occasion, José Arcadio looked at her body with shameless attention and told her: "You're a very woman, little sister." À une certaine occasion, José Arcadio a regardé son corps avec une attention éhontée et lui a dit : « Tu es une femme très féminine, petite sœur. Rebeca perdió el dominio de sí misma. Rebecca verlor ihre Selbstbeherrschung. Rebeca lost control of herself. Rebeca a perdu le contrôle d'elle-même. Volvió a comer tierra y cal de las paredes con la avidez de otros días, y se chupó el dedo con tanta ansiedad que se le formó un callo en el pulgar. He went back to eating dirt and lime from the walls with the avidity of other days, and he sucked his finger so eagerly that a callus formed on his thumb. Il mangea de nouveau la terre et la chaux des murs avec l'avidité des autres jours, et il suça son doigt si avidement qu'un callus se forma sur son pouce. Vomitó un líquido verde con sanguijuelas muertas. Er erbrach eine grüne Flüssigkeit mit toten Blutegeln. He vomited a green liquid with dead leeches. Pasó noches en vela tiritando de fiebre, luchando contra el delirio, esperando, hasta que la casa trepidaba con el regreso de José Arcadio al amanecer. Er verbrachte schlaflose Nächte, zitterte vor Fieber, kämpfte gegen das Delirium und wartete, bis das Haus bei der Rückkehr von José Arcadio im Morgengrauen bebte. She spent sleepless nights shivering with fever, fighting delirium, waiting, until the house shook with José Arcadio's return at dawn. Il passe des nuits blanches à frissonner de fièvre, à lutter contre le délire, à attendre, jusqu'à ce que la maison tremble au retour de José Arcadio à l'aube. Una tarde, cuando todos dormían la siesta, no resistió más y fue a su dormitorio. One afternoon, when everyone was taking a nap, he couldn't resist any longer and went to his bedroom. Un après-midi, alors que tout le monde faisait la sieste, il ne put résister plus longtemps et alla dans sa chambre. Lo encontró en calzoncillos, despierto, tendido en la hamaca que había colgado de los horcones con cables de amarrar barcos. She found him in his underpants, awake, lying in the hammock that he had hung from the posts with boat cables. Elle le trouva en slip, éveillé, allongé dans le hamac qu'il avait suspendu aux poteaux avec des câbles de bateau. La impresionó tanto su enorme desnudez tarabiscoteada que sintió el impulso de retroceder. Sie war so beeindruckt von seiner enormen Nacktheit mit Quasten, dass sie den Drang verspürte, sich zurückzuziehen. She was so impressed by his enormous tabriscoted nudity that she felt an urge to back away. Elle a été tellement impressionnée par son énorme nudité tabriscotée qu'elle a ressenti le besoin de reculer. «Perdone», se excusó. "Excuse me," he excused himself. «No sabía que estaba aquí». "I didn't know he was here." Pero apagó la voz para no despertar a nadie. Aber er stellte seine Stimme ab, um niemanden zu wecken. But he turned off his voice so as not to wake anyone. Mais il a éteint sa voix pour ne réveiller personne. «Ven acá», dijo él. "Komm her", sagte er. "Come here," he said. Rebeca obedeció. Rebecca obeyed. Se detuvo junto a la hamaca, sudando hielo, sintiendo que se le formaban nudos en las tripas, mientras José Arcadio le acariciaba los tobillos con la yema de los dedos, y luego las pantorrillas y luego los muslos, murmurando: «Ay, hermanita; ay, hermanita». Sie hielt in der Hängematte inne, schwitzte eiskalt und spürte, wie sich Knoten in ihren Eingeweiden bildeten, während José Arcadio mit den Fingerspitzen über ihre Knöchel, dann über ihre Waden und dann über ihre Oberschenkel strich und dabei murmelte: "Ay, hermanita; ay, hermanita". She stopped by the hammock, sweating ice, feeling knots forming in her gut, while José Arcadio caressed her ankles with the tips of his fingers, and then her calves and then her thighs, murmuring: “Oh, little sister; oh, little sister." Elle s'arrêta près du hamac, transpirant de la glace, sentant des nœuds se former dans son ventre, tandis que José Arcadio caressait ses chevilles du bout des doigts, puis ses mollets, puis ses cuisses en murmurant : « Oh, petite sœur ; ah petite soeur." Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos, y la descuartizó como a un pajarito. Sie musste sich übernatürlich anstrengen, um nicht zu sterben, als eine erstaunlich geregelte zyklonale Kraft sie an der Taille hochhob und sie in drei Stößen ihrer Intimität beraubte und sie wie einen kleinen Vogel zerstückelte. She had to make a supernatural effort not to die when an amazingly regulated cyclonic power lifted her by the waist and stripped her of her privacy with three claws, and tore her apart like a little bird. Elle dut faire un effort surnaturel pour ne pas mourir lorsqu'une puissance cyclonique étonnamment régulée la souleva par la taille et la dépouillée de son intimité avec trois griffes, et la déchira comme un petit oiseau. Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia en el placer inconcebible de aquel dolor insoportable, chapaleando en el pantano humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre. Er schaffte es, Gott dafür zu danken, dass er geboren worden war, bevor er in dem unvorstellbaren Genuss dieses unerträglichen Schmerzes das Bewusstsein verlor und in den dampfenden Sumpf der Hängematte platschte, der die Explosion seines Blutes wie Löschpapier aufsaugte. He managed to thank God for having been born, before losing consciousness in the inconceivable pleasure of that unbearable pain, splashing around in the steaming swamp of the hammock that absorbed the explosion of his blood like blotting paper. Il parvint à remercier Dieu d'être né, avant de s'évanouir dans le plaisir inconcevable de cette douleur insupportable, pataugeant dans le marécage fumant du hamac qui absorbait l'explosion de son sang comme du papier buvard.