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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 4 (3)

Capítulo 4 (3)

—Tengo un hermano menor —le dijo—. Va a venir a ayudarme en la tienda.

Amaranta se sintió humillada y le dijo a Pietro Crespi con un rencor virulento que estaba dispuesta a impedir la boda de su hermana aunque tuviera que atravesar en la puerta su propio cadáver. Se impresionó tanto el italiano con el dramatismo de la amenaza, que no resistió la tentación de comentarla con Rebeca. Fue así como el viaje de Amaranta, siempre aplazado por las ocupaciones de Úrsula, se arregló en menos de una semana. Amaranta no opuso resistencia, pero cuando le dio a Rebeca el beso de despedida, le susurró al oído:

—No te hagas ilusiones. Aunque me lleven al fin del mundo encontraré la manera de impedir que te cases, así tenga que matarte.

Con la ausencia de Úrsula, con la presencia invisible de Melquíades que continuaba su deambular sigiloso por los cuartos, la casa pareció enorme y vacía. Rebeca había quedado a cargo del orden doméstico, mientras la india se ocupaba de la panadería. Al anochecer, cuando llegaba Pietro Crespi precedido de un fresco hálito de espliego y llevando siempre un juguete de regalo, su novia le recibía la visita en la sala principal con puertas y ventanas abiertas para estar a salvo de toda suspicacia. Era una precaución innecesaria, porque el italiano había demostrado ser tan respetuoso que ni siquiera tocaba la mano de la mujer que sería su esposa antes de un año. Aquellas visitas fueron llenando la casa de juguetes prodigiosos. Las bailarinas de cuerda, las cajas de música, los monos acróbatas, los caballos trotadores, los payasos tamborileros, la rica y asombrosa fauna mecánica que llevaba Pietro Crespi, disiparon la aflicción de José Arcadio Buendía por la muerte de Melquíades, y lo transportaron de nuevo a sus antiguos tiempos de alquimista. Vivía entonces en un paraíso de animales destripados, de mecanismos deshechos, tratando de perfeccionarlos con un sistema de movimiento continuo fundado en los principios del péndulo. Aureliano, por su parte, había descuidado el taller para enseñar a leer y escribir a la pequeña Remedios. Al principio, la niña prefería sus muñecas al hombre que llegaba todas las tardes, y que era el culpable de que la separaran de sus juegos para bañarla y vestirla y sentarla en la sala a recibir la visita. Pero la paciencia y la devoción de Aureliano terminaron por seducirla, hasta el punto de que pasaba muchas horas con él estudiando el sentido de las letras y dibujando en un cuaderno con lápices de colores casitas con vacas en los corrales y soles redondos con rayos amarillos que se ocultaban detrás de las lomas.

Solo Rebeca era infeliz con la amenaza de Amaranta. Conocía el carácter de su hermana, la altivez de su espíritu, y la asustaba la virulencia de su rencor. Pasaba horas enteras chupándose el dedo en el baño, aferrándose a un agotador esfuerzo de voluntad para no comer tierra. En busca de un alivio a la zozobra llamó a Pilar Ternera para que le leyera el porvenir. Después de un sartal de imprecisiones convencionales, Pilar Ternera pronosticó:

—No serás feliz mientras tus padres permanezcan insepultos.

Rebeca se estremeció. Como en el recuerdo de un sueño se vio a sí misma entrando a la casa, muy niña, con el baúl y el mecedorcito de madera y un talego cuyo contenido no conoció jamás. Se acordó de un caballero calvo, vestido de lino y con el cuello de la camisa cerrado con un botón de oro, que nada tenía que ver con el rey de copas. Se acordó de una mujer muy joven y muy bella, de manos tibias y perfumadas, que nada tenían en común con las manos reumáticas de la sota de oros, y que le ponía flores en el cabello para sacarla a pasear en la tarde por un pueblo de calles verdes.

—No entiendo —dijo.

Pilar Ternera pareció desconcertada:

—Yo tampoco, pero eso es lo que dicen las cartas.

Rebeca quedó tan preocupada con el enigma, que se lo contó a José Arcadio Buendía y este la reprendió por dar crédito a pronósticos de barajas, pero se dio a la silenciosa tarea de registrar armarios y baúles, remover muebles y voltear camas y entablados, buscando el talego de huesos. Recordaba no haberlo visto desde los tiempos de la reconstrucción. Llamó en secreto a los albañiles y uno de ellos reveló que había emparedado el talego en algún dormitorio porque le estorbaba para trabajar. Después de varios días de auscultaciones, con la oreja pegada a las paredes, percibieron el cloc cloc profundo. Perforaron el muro y allí estaban los huesos en el talego intacto. Ese mismo día lo sepultaron en una tumba sin lápida, improvisada junto a la de Melquíades, y José Arcadio Buendía regresó a la casa liberado de una carga que por un momento pesó tanto en su conciencia como el recuerdo de Prudencio Aguilar. Al pasar por la cocina le dio un beso en la frente a Rebeca.

—Quítate las malas ideas de la cabeza —le dijo—. Serás feliz.

La amistad de Rebeca abrió a Pilar Ternera las puertas de la casa, cerradas por Úrsula desde el nacimiento de Arcadio. Llegaba a cualquier hora del día, como un tropel de cabras, y descargaba su energía febril en los oficios más pesados. A veces entraba al taller y ayudaba a Arcadio a sensibilizar las láminas del daguerrotipo con una eficacia y una ternura que terminaron por confundirlo. Lo aturdía esa mujer. La resolana de su piel, su olor a humo, el desorden de su risa en el cuarto oscuro, perturbaban su atención y lo hacían tropezar con las cosas.

En cierta ocasión Aureliano estaba allí, trabajando en orfebrería, y Pilar Ternera se apoyó en la mesa para admirar su paciente laboriosidad. De pronto ocurrió. Aureliano comprobó que Arcadio estaba en el cuarto oscuro, antes de levantar la vista y encontrarse con los ojos de Pilar Ternera, cuyo pensamiento era perfectamente visible, como expuesto a la luz del mediodía.

—Bueno —dijo Aureliano—. Dígame qué es.

Pilar Ternera se mordió los labios con una sonrisa triste.

—Que eres bueno para la guerra —dijo—. Donde pones el ojo pones el plomo.

Aureliano descansó con la comprobación del presagio. Volvió a concentrarse en su trabajo, como si nada hubiera pasado, y su voz adquirió una reposada firmeza.

—Lo reconozco —dijo—. Llevará mi nombre.

José Arcadio Buendía consiguió por fin lo que buscaba: conectó a una bailarina de cuerda el mecanismo del reloj, y el juguete bailó sin interrupción al compás de su propia música durante tres días. Aquel hallazgo lo excitó mucho más que cualquiera de sus empresas descabelladas. No volvió a comer. No volvió a dormir. Sin la vigilancia y los cuidados de Úrsula se dejó arrastrar por su imaginación hacia un estado de delirio perpetuo del cual no volvería a recuperarse. Pasaba las noches dando vueltas en el cuarto, pensando en voz alta, buscando la manera de aplicar los principios del péndulo a las carretas de bueyes, a las rejas del arado, a todo lo que fuera útil puesto en movimiento. Lo fatigó tanto la fiebre del insomnio, que una madrugada no pudo reconocer al anciano de cabeza blanca y ademanes inciertos que entró en su dormitorio. Era Prudencio Aguilar. Cuando por fin lo identificó, asombrado de que también envejecieran los muertos, José Arcadio Buendía se sintió sacudido por la nostalgia. «Prudencio —exclamó—, ¡cómo has venido a parar tan lejos!». Después de muchos años de muerte, era tan intensa la añoranza de los vivos, tan apremiante la necesidad de compañía, tan aterradora la proximidad de la otra muerte que existía dentro de la muerte, que Prudencio Aguilar había terminado por querer al peor de sus enemigos. Tenía mucho tiempo de estar buscándolo. Les preguntaba por él a los muertos de Riohacha, a los muertos que llegaban del Valle de Upar, a los que llegaban de la ciénaga, y nadie le daba razón, porque Macondo fue un pueblo desconocido para los muertos hasta que llegó Melquíades y lo señaló con un puntito negro en los abigarrados mapas de la muerte. José Arcadio Buendía conversó con Prudencio Aguilar hasta el amanecer. Pocas horas después, estragado por la vigilia, entró al taller de Aureliano y le preguntó: «¿Qué día es hoy?». Aureliano le contestó que era martes. «Eso mismo pensaba yo», dijo José Arcadio Buendía. «Pero de pronto me he dado cuenta de que sigue siendo lunes, como ayer. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias. También hoy es lunes». Acostumbrado a sus manías, Aureliano no le hizo caso. Al día siguiente, miércoles, José Arcadio Buendía volvió al taller. «Esto es un desastre —dijo—. Mira el aire, oye el zumbido del sol, igual que ayer y antier. También hoy es lunes». Esa noche, Pietro Crespi lo encontró en el corredor, llorando con el llantito sin gracia de los viejos, llorando por Prudencio Aguilar, por Melquíades, por los padres de Rebeca, por su papá y su mamá, por todos los que podía recordar y que entonces estaban solos en la muerte. Le regaló un oso de cuerda que caminaba en dos patas por un alambre, pero no consiguió distraerlo de su obsesión. Le preguntó qué había pasado con el proyecto que le expuso días antes, sobre la posibilidad de construir una máquina de péndulo que le sirviera al hombre para volar, y él contestó que era imposible porque el péndulo podía levantar cualquier cosa en el aire pero no podía levantarse a sí mismo. El jueves volvió a aparecer en el taller con un doloroso aspecto de tierra arrasada. «¡La máquina del tiempo se ha descompuesto —casi sollozó— y Úrsula y Amaranta tan lejos!». Aureliano lo reprendió como a un niño y él adoptó un aire sumiso. Pasó seis horas examinando las cosas, tratando de encontrar una diferencia con el aspecto que tuvieron el día anterior, pendiente de descubrir en ellas algún cambio que revelara el transcurso del tiempo. Estuvo toda la noche en la cama con los ojos abiertos, llamando a Prudencio Aguilar, a Melquíades, a todos los muertos, para que fueran a compartir su desazón. Pero nadie acudió. El viernes, antes de que se levantara nadie, volvió a vigilar la apariencia de la naturaleza, hasta que no tuvo la menor duda de que seguía siendo lunes. Entonces agarró la tranca de una puerta y con la violencia salvaje de su fuerza descomunal destrozó hasta convertirlos en polvo los aparatos de alquimia, el gabinete de daguerrotipia, el taller de orfebrería, gritando como un endemoniado en un idioma altisonante y fluido pero completamente incomprensible. Se disponía a terminar con el resto de la casa cuando Aureliano pidió ayuda a los vecinos. Se necesitaron diez hombres para tumbarlo, catorce para amarrarlo, veinte para arrastrarlo hasta el castaño del patio, donde lo dejaron atado, ladrando en lengua extraña y echando espumarajos verdes por la boca. Cuando llegaron Úrsula y Amaranta todavía estaba atado de pies y manos al tronco del castaño, empapado de lluvia y en un estado de inocencia total. Le hablaron, y él las miró sin reconocerlas y les dijo algo incomprensible. Úrsula le soltó las muñecas y los tobillos, ulcerados por la presión de las sogas, y lo dejó amarrado solamente por la cintura. Más tarde le construyeron un cobertizo de palma para protegerlo del sol y la lluvia.

Capítulo 4 (3) Kapitel 4 (3) Chapter 4 (3) Chapitre 4 (3) Capitolo 4 (3) Rozdział 4 (3) Capítulo 4 (3) Глава 4 (3) Kapitel 4 (3)

—Tengo un hermano menor —le dijo—. „Ich habe einen jüngeren Bruder“, sagte er ihr. "I have a younger brother," he told her. Va a venir a ayudarme en la tienda. He's coming to help me at the store.

Amaranta se sintió humillada y le dijo a Pietro Crespi con un rencor virulento que estaba dispuesta a impedir la boda de su hermana aunque tuviera que atravesar en la puerta su propio cadáver. Amaranta fühlte sich gedemütigt und erklärte Pietro Crespi mit heftigem Groll, dass sie bereit sei, die Hochzeit ihrer Schwester zu verhindern, selbst wenn sie dafür über ihre eigene Leiche gehen müsste. Amaranta felt humiliated and told Pietro Crespi with virulent rancor that she was willing to prevent her sister's wedding even if she had to walk through the door with her own corpse. Se impresionó tanto el italiano con el dramatismo de la amenaza, que no resistió la tentación de comentarla con Rebeca. The Italian was so impressed with the drama of the threat that he couldn't resist the temptation to discuss it with Rebeca. Fue así como el viaje de Amaranta, siempre aplazado por las ocupaciones de Úrsula, se arregló en menos de una semana. That was how Amaranta's trip, always postponed due to Úrsula's occupations, was arranged in less than a week. C'est ainsi que le voyage d'Amaranta, toujours ajourné en raison des occupations d'Ursula, fut arrangé en moins d'une semaine. Amaranta no opuso resistencia, pero cuando le dio a Rebeca el beso de despedida, le susurró al oído: Amaranta did not resist, but when she kissed Rebeca goodbye, she whispered in her ear:

—No te hagas ilusiones. -Do not flatter yourself. Aunque me lleven al fin del mundo encontraré la manera de impedir que te cases, así tenga que matarte. Selbst wenn sie mich bis ans Ende der Welt bringen, werde ich einen Weg finden, deine Hochzeit zu verhindern, selbst wenn ich dich dafür töten muss. Even if they take me to the end of the world, I'll find a way to stop you from getting married, even if I have to kill you. Même s'ils m'emmènent au bout du monde, je trouverai un moyen de t'empêcher de te marier, même si je dois te tuer.

Con la ausencia de Úrsula, con la presencia invisible de Melquíades que continuaba su deambular sigiloso por los cuartos, la casa pareció enorme y vacía. With Úrsula's absence, with the invisible presence of Melquíades who continued his stealthy wandering through the rooms, the house seemed huge and empty. Rebeca había quedado a cargo del orden doméstico, mientras la india se ocupaba de la panadería. Rebeca had been left in charge of housekeeping, while the Indian woman took care of the bakery. Rebeca avait été chargée du ménage, tandis que l'Indienne s'occupait de la boulangerie. Al anochecer, cuando llegaba Pietro Crespi precedido de un fresco hálito de espliego y llevando siempre un juguete de regalo, su novia le recibía la visita en la sala principal con puertas y ventanas abiertas para estar a salvo de toda suspicacia. At nightfall, when Pietro Crespi arrived preceded by a fresh breath of lavender and always carrying a gift toy, his girlfriend received the visit in the main room with doors and windows open to be safe from any suspicion. Le soir venu, lorsque Pietro Crespi arrivait précédé d'un souffle frais de lavande et toujours porteur d'un jouet cadeau, sa compagne recevait la visite dans la pièce principale avec portes et fenêtres ouvertes pour être à l'abri de tout soupçon. Era una precaución innecesaria, porque el italiano había demostrado ser tan respetuoso que ni siquiera tocaba la mano de la mujer que sería su esposa antes de un año. It was an unnecessary precaution, because the Italian had shown himself to be so respectful that he would not even touch the hand of the woman who would be his wife in a year. Aquellas visitas fueron llenando la casa de juguetes prodigiosos. Those visits were filling the house with wonderful toys. Las bailarinas de cuerda, las cajas de música, los monos acróbatas, los caballos trotadores, los payasos tamborileros, la rica y asombrosa fauna mecánica que llevaba Pietro Crespi, disiparon la aflicción de José Arcadio Buendía por la muerte de Melquíades, y lo transportaron de nuevo a sus antiguos tiempos de alquimista. The rope dancers, the music boxes, the acrobatic monkeys, the trotting horses, the drumming clowns, the rich and amazing mechanical fauna that Pietro Crespi carried, dissipated the affliction of José Arcadio Buendía for the death of Melquíades, and transported him from back to his old days as an alchemist. Les danseurs à cordes, les boîtes à musique, les singes acrobates, les chevaux au trot, les clowns tambourinaires, la riche et étonnante faune mécanique apportée par Pietro Crespi, ont apaisé le chagrin de José Arcadio Buendía face à la mort de Melquíades et l'ont transporté de retour à son ancien jours comme alchimiste. Vivía entonces en un paraíso de animales destripados, de mecanismos deshechos, tratando de perfeccionarlos con un sistema de movimiento continuo fundado en los principios del péndulo. He lived then in a paradise of disemboweled animals, of undone mechanisms, trying to perfect them with a system of continuous movement based on the principles of the pendulum. Il vécut alors dans un paradis d'animaux éventrés, aux mécanismes brisés, essayant de les perfectionner avec un système de mouvement continu basé sur les principes du pendule. Aureliano, por su parte, había descuidado el taller para enseñar a leer y escribir a la pequeña Remedios. Aureliano, for his part, had neglected the workshop to teach little Remedios to read and write. Aureliano, de son côté, avait négligé l'atelier pour apprendre à lire et à écrire au petit Remedios. Al principio, la niña prefería sus muñecas al hombre que llegaba todas las tardes, y que era el culpable de que la separaran de sus juegos para bañarla y vestirla y sentarla en la sala a recibir la visita. At first, the girl preferred her dolls to the man who came every afternoon, and who was responsible for separating her from her games to bathe and dress her and sit her in the living room to receive the visit. Au début, la jeune fille préférait ses poupées à l'homme qui venait tous les après-midi, et qui se chargeait de la séparer de ses jeux pour la baigner, l'habiller et l'asseoir dans le salon pour recevoir la visite. Pero la paciencia y la devoción de Aureliano terminaron por seducirla, hasta el punto de que pasaba muchas horas con él estudiando el sentido de las letras y dibujando en un cuaderno con lápices de colores casitas con vacas en los corrales y soles redondos con rayos amarillos que se ocultaban detrás de las lomas. But Aureliano's patience and devotion ended up seducing her, to the point that she would spend many hours with him studying the meaning of the letters and drawing in a notebook with colored pencils little houses with cows in the corrals and round suns with yellow rays that They hid behind the hills. Mais la patience et le dévouement d'Aureliano finirent par la séduire, au point qu'elle passerait de nombreuses heures avec lui à étudier le sens des lettres et à dessiner sur un cahier aux crayons de couleur des petites maisons avec des vaches dans les corrals et des soleils ronds aux rayons jaunes qu'ils caché derrière les collines.

Solo Rebeca era infeliz con la amenaza de Amaranta. Only Rebeca was unhappy with Amaranta's threat. Seule Rebeca était mécontente de la menace d'Amaranta. Conocía el carácter de su hermana, la altivez de su espíritu, y la asustaba la virulencia de su rencor. She knew her sister's character, her haughty spirit, and the virulence of her rancor frightened her. Elle connaissait le caractère de sa sœur, la hauteur de son esprit et la virulence de sa rancœur l'effrayaient. Pasaba horas enteras chupándose el dedo en el baño, aferrándose a un agotador esfuerzo de voluntad para no comer tierra. He would spend hours on end sucking on his thumb in the bathroom, clinging to an exhausting effort of will not to eat dirt. Il passait des heures à sucer son pouce dans la salle de bain, s'accrochant à un effort épuisant de volonté pour ne pas manger de terre. En busca de un alivio a la zozobra llamó a Pilar Ternera para que le leyera el porvenir. In search of relief from the anxiety, he called Pilar Ternera so that she could read him the future. À la recherche d'un soulagement de l'anxiété, il a appelé Pilar Ternera pour qu'elle puisse lui lire l'avenir. Después de un sartal de imprecisiones convencionales, Pilar Ternera pronosticó: After a string of conventional inaccuracies, Pilar Ternera predicted: Après une série d'inexactitudes conventionnelles, Pilar Ternera a prédit :

—No serás feliz mientras tus padres permanezcan insepultos. "You won't be happy while your parents remain unburied." "Tu ne seras pas heureux tant que tes parents ne seront pas enterrés."

Rebeca se estremeció. Rebecca shuddered. Rebecca frissonna. Como en el recuerdo de un sueño se vio a sí misma entrando a la casa, muy niña, con el baúl y el mecedorcito de madera y un talego cuyo contenido no conoció jamás. Wie in der Erinnerung eines Traums sah sie sich selbst, wie sie als Kind das Haus betrat, mit dem Stiefel und dem kleinen hölzernen Schaukelstuhl und einer Tasche, deren Inhalt sie nicht kannte. As in the memory of a dream, she saw herself entering the house, very young, with the trunk and the wooden rocking chair and a bag whose contents she never knew. Comme dans le souvenir d'un rêve, elle se revoyait entrer dans la maison, très jeune, avec la malle et la chaise berçante en bois et un sac dont elle n'a jamais su le contenu. Se acordó de un caballero calvo, vestido de lino y con el cuello de la camisa cerrado con un botón de oro, que nada tenía que ver con el rey de copas. Er erinnerte sich an einen glatzköpfigen Herrn, der in Leinen gekleidet war und dessen Hemdkragen mit einem Goldknopf verschlossen war, und der nichts mit dem König der Kelche zu tun hatte. He remembered a bald gentleman, dressed in linen and with his shirt collar closed with a gold button, who had nothing to do with the king of cups. Il se souvint d'un monsieur chauve, vêtu de lin et au col de chemise fermé par un bouton d'or, qui n'avait rien à voir avec le roi des coupes. Se acordó de una mujer muy joven y muy bella, de manos tibias y perfumadas, que nada tenían en común con las manos reumáticas de la sota de oros, y que le ponía flores en el cabello para sacarla a pasear en la tarde por un pueblo de calles verdes. He remembered a very young and very beautiful woman, with warm and perfumed hands, which had nothing in common with the rheumatic hands of the jack of coins, and who put flowers in her hair to take her out for an afternoon walk through a town. of green streets. Il se souvenait d'une très jeune et très belle femme, aux mains chaudes et parfumées, qui n'avaient rien de commun avec les mains rhumatismales du valet de monnaie, et qui se mettait des fleurs dans les cheveux pour l'emmener faire une après-midi une promenade dans une ville de rues vertes.

—No entiendo —dijo. "I don't understand," he said.

Pilar Ternera pareció desconcertada: Pilar Ternera seemed disconcerted:

—Yo tampoco, pero eso es lo que dicen las cartas. “Me neither, but that's what the cards say.

Rebeca quedó tan preocupada con el enigma, que se lo contó a José Arcadio Buendía y este la reprendió por dar crédito a pronósticos de barajas, pero se dio a la silenciosa tarea de registrar armarios y baúles, remover muebles y voltear camas y entablados, buscando el talego de huesos. Rebeca war so sehr mit dem Rätsel beschäftigt, dass sie José Arcadio Buendía davon erzählte, der sie dafür tadelte, dass sie den Vorhersagen eines Kartenspiels Glauben schenkte, aber sie machte sich an die stille Aufgabe, Schränke und Stiefel zu durchsuchen, Möbel zu entfernen und Betten und Bretter umzudrehen, um den Beutel mit Knochen zu finden. Rebeca was so concerned with the enigma that she told José Arcadio Buendía about it, and he reprimanded her for believing deck forecasts, but she began the silent task of searching cabinets and trunks, moving furniture and turning over beds and floorboards, looking for the bag of bones Rebeca était tellement préoccupée par l'énigme qu'elle en a parlé à José Arcadio Buendía, et il l'a réprimandée pour avoir cru aux prévisions du pont, mais elle a commencé la tâche silencieuse de fouiller les armoires et les malles, de déplacer les meubles et de retourner les lits et les planchers, à la recherche du sac. des os Recordaba no haberlo visto desde los tiempos de la reconstrucción. He remembered not having seen him since the reconstruction days. Llamó en secreto a los albañiles y uno de ellos reveló que había emparedado el talego en algún dormitorio porque le estorbaba para trabajar. Er rief heimlich die Maurer an, und einer von ihnen verriet, dass er den Ranzen in einem Zimmer eingemauert hatte, weil er ihn bei der Arbeit behinderte. He secretly called the bricklayers and one of them revealed that he had walled up the bag in a bedroom because it got in the way of his work. Il a secrètement appelé les maçons et l'un d'eux a révélé qu'il avait muré le sac dans une chambre car cela gênait son travail. Después de varios días de auscultaciones, con la oreja pegada a las paredes, percibieron el cloc cloc profundo. Nach mehrtägiger Auskultation, bei der die Ohren an die Wände gedrückt wurden, hörten sie das tiefe cloc cloc. After several days of auscultation, with their ears against the walls, they perceived the deep cloc-cloc. Après plusieurs jours d'auscultation, les oreilles collées aux parois, ils perçoivent le cloc cloc profond. Perforaron el muro y allí estaban los huesos en el talego intacto. They drilled through the wall and there were the bones in the bag intact. Ils ont percé le mur et il y avait les os dans le sac intact. Ese mismo día lo sepultaron en una tumba sin lápida, improvisada junto a la de Melquíades, y José Arcadio Buendía regresó a la casa liberado de una carga que por un momento pesó tanto en su conciencia como el recuerdo de Prudencio Aguilar. That same day they buried him in a makeshift grave without a headstone next to Melquíades', and José Arcadio Buendía returned home freed from a burden that for a moment weighed as heavily on his conscience as the memory of Prudencio Aguilar. Le même jour, ils l'ont enterré dans une tombe de fortune sans pierre tombale à côté de celle de Melquíades, et José Arcadio Buendía est rentré chez lui libéré d'un fardeau qui a un moment pesé autant sur sa conscience que la mémoire de Prudencio Aguilar. Al pasar por la cocina le dio un beso en la frente a Rebeca. Als er durch die Küche ging, küsste er Rebecca auf die Stirn. Passing through the kitchen, he kissed Rebeca on the forehead.

—Quítate las malas ideas de la cabeza —le dijo—. "Get the bad ideas out of your head," he told her. Serás feliz. Sie werden glücklich sein. You will be happy.

La amistad de Rebeca abrió a Pilar Ternera las puertas de la casa, cerradas por Úrsula desde el nacimiento de Arcadio. Die Freundschaft von Rebeca öffnete Pilar Ternera die Türen des Hauses, die Úrsula seit der Geburt von Arcadio verschlossen hatte. Rebeca's friendship opened the doors of the house to Pilar Ternera, closed by Úrsula since Arcadio's birth. L'amitié de Rebeca a ouvert les portes de la maison à Pilar Ternera, fermée par Úrsula depuis la naissance d'Arcadio. Llegaba a cualquier hora del día, como un tropel de cabras, y descargaba su energía febril en los oficios más pesados. Er kam zu jeder Tageszeit wie eine Herde Ziegen und entlud seine fieberhafte Energie auf die schwersten Geschäfte. He came at any hour of the day, like a herd of goats, and discharged his feverish energy on the heaviest jobs. Il venait à toute heure du jour, comme un troupeau de chèvres, et déchargeait son énergie fébrile sur les travaux les plus pénibles. A veces entraba al taller y ayudaba a Arcadio a sensibilizar las láminas del daguerrotipo con una eficacia y una ternura que terminaron por confundirlo. Manchmal kam er in die Werkstatt und half Arcadio beim Sensibilisieren der Daguerreotypieplatten mit einer Effizienz und Zärtlichkeit, die ihn schließlich verwirrte. Sometimes he went into the workshop and helped Arcadio sensitize the daguerreotype plates with an efficiency and tenderness that ended up confusing him. Parfois, il pénétrait dans l'atelier et aidait Arcadio à sensibiliser les plaques de daguerréotype avec une efficacité et une tendresse qui finissaient par le dérouter. Lo aturdía esa mujer. Er war verblüfft von dieser Frau. That woman stunned him. Cette femme l'a stupéfié. La resolana de su piel, su olor a humo, el desorden de su risa en el cuarto oscuro, perturbaban su atención y lo hacían tropezar con las cosas. Das Weiße ihrer Haut, ihr rauchiger Geruch, die Unordnung ihres Lachens in dem dunklen Raum störten seine Aufmerksamkeit und ließen ihn über Dinge stolpern. The brightness of his skin, his smell of smoke, the disorder of his laughter in the dark room, disturbed his attention and made him bump into things. L'éclat de sa peau, son odeur de fumée, le désordre de son rire dans la chambre noire, troublaient son attention et le faisaient se cogner.

En cierta ocasión Aureliano estaba allí, trabajando en orfebrería, y Pilar Ternera se apoyó en la mesa para admirar su paciente laboriosidad. Einmal war Aureliano dort und arbeitete als Goldschmied, und Pilar Ternera lehnte sich auf den Tisch, um seinen geduldigen Fleiß zu bewundern. On a certain occasion Aureliano was there, working in goldsmithing, and Pilar Ternera leaned on the table to admire his patient industry. À une certaine occasion, Aureliano était là, travaillant dans l'orfèvrerie, et Pilar Ternera s'appuya sur la table pour admirer son assiduité patiente. De pronto ocurrió. Plötzlich geschah es. Suddenly it happened. Aureliano comprobó que Arcadio estaba en el cuarto oscuro, antes de levantar la vista y encontrarse con los ojos de Pilar Ternera, cuyo pensamiento era perfectamente visible, como expuesto a la luz del mediodía. Aureliano vergewisserte sich, dass Arcadio in dem dunklen Raum war, bevor er aufblickte und Pilar Ternera in die Augen sah, deren Gedanken ganz klar zu erkennen waren, als wären sie dem Mittagslicht ausgesetzt. Aureliano verified that Arcadio was in the dark room, before looking up and meeting Pilar Ternera's eyes, whose thoughts were perfectly visible, as if exposed to the midday light. Aureliano vérifia qu'Arcadio se trouvait dans la pièce sombre, avant de lever les yeux et de croiser les yeux de Pilar Ternera, dont les pensées étaient parfaitement visibles, comme si elles étaient exposées à la lumière de midi.

—Bueno —dijo Aureliano—. "Well," Aureliano said. Dígame qué es. Sagen Sie mir, was es ist. Tell me what it is.

Pilar Ternera se mordió los labios con una sonrisa triste. Pilar Ternera biss sich mit einem traurigen Lächeln auf die Lippen. Pilar Ternera bit her lips with a sad smile.

—Que eres bueno para la guerra —dijo—. -Dass du gut im Krieg bist", sagte er. "That you're good for war," he said. Donde pones el ojo pones el plomo. Wo das Auge ist, da ist auch das Blei. Where you put the eye you put the lead. Là où vous mettez l'œil, vous mettez le plomb.

Aureliano descansó con la comprobación del presagio. Aureliano rested with the verification of the omen. Aureliano s'est reposé sur la vérification du présage. Volvió a concentrarse en su trabajo, como si nada hubiera pasado, y su voz adquirió una reposada firmeza. He returned to his work, as if nothing had happened, and his voice took on a calm firmness. Il retourna à son travail, comme si de rien n'était, et sa voix prit une calme fermeté.

—Lo reconozco —dijo—. -Ich erkenne es", sagte er. "I admit it," he said. "Je l'admets," dit-il. Llevará mi nombre. Sie wird meinen Namen tragen. It will bear my name. Il portera mon nom.

José Arcadio Buendía consiguió por fin lo que buscaba: conectó a una bailarina de cuerda el mecanismo del reloj, y el juguete bailó sin interrupción al compás de su propia música durante tres días. José Arcadio Buendía finally got what he was looking for: he connected the clock mechanism to a wind-up dancer, and the toy danced without interruption to the beat of its own music for three days. José Arcadio Buendía a finalement obtenu ce qu'il cherchait : il a relié le mécanisme de l'horloge à une ballerine à remontage, et le jouet a dansé sans interruption au rythme de sa propre musique pendant trois jours. Aquel hallazgo lo excitó mucho más que cualquiera de sus empresas descabelladas. That find excited him far more than any of his wild ventures. Cette découverte l'excitait bien plus que n'importe laquelle de ses aventures folles. No volvió a comer. He did not eat again. No volvió a dormir. He didn't go back to sleep. Sin la vigilancia y los cuidados de Úrsula se dejó arrastrar por su imaginación hacia un estado de delirio perpetuo del cual no volvería a recuperarse. Without Úrsula's vigilance and care, he allowed himself to be dragged by his imagination into a state of perpetual delirium from which he would never recover. Sans la vigilance et les soins d'Úrsula, il se laissa entraîner par son imagination dans un état de délire perpétuel dont il ne se remettrait jamais. Pasaba las noches dando vueltas en el cuarto, pensando en voz alta, buscando la manera de aplicar los principios del péndulo a las carretas de bueyes, a las rejas del arado, a todo lo que fuera útil puesto en movimiento. He spent his nights tossing and turning in his room, thinking out loud, looking for a way to apply the principles of the pendulum to ox carts, to plowshares, to anything that was useful when set in motion. Il passait ses nuits à s'agiter dans sa chambre, à réfléchir tout haut, à chercher comment appliquer les principes du pendule aux charrettes à bœufs, aux socs de charrue, à tout ce qui était mis en mouvement d'utile. Lo fatigó tanto la fiebre del insomnio, que una madrugada no pudo reconocer al anciano de cabeza blanca y ademanes inciertos que entró en su dormitorio. The fever of insomnia exhausted him so much that one morning he couldn't recognize the old man with the white head and uncertain mannerisms who entered his bedroom. La fièvre de l'insomnie l'épuisait tellement qu'un matin il ne put reconnaître le vieil homme à la tête blanche et aux gestes incertains qui entra dans sa chambre. Era Prudencio Aguilar. It was Prudencio Aguilar. Cuando por fin lo identificó, asombrado de que también envejecieran los muertos, José Arcadio Buendía se sintió sacudido por la nostalgia. When he finally identified him, astonished that the dead also grew old, José Arcadio Buendía felt shaken by nostalgia. Lorsqu'il l'identifia enfin, étonné que les morts vieillissent aussi, José Arcadio Buendía se sentit secoué par la nostalgie. «Prudencio —exclamó—, ¡cómo has venido a parar tan lejos!». "Prudencio," he exclaimed, "how did you end up so far away!" « Prudencio, s'écria-t-il, comment es-tu venu jusqu'ici ! Después de muchos años de muerte, era tan intensa la añoranza de los vivos, tan apremiante la necesidad de compañía, tan aterradora la proximidad de la otra muerte que existía dentro de la muerte, que Prudencio Aguilar había terminado por querer al peor de sus enemigos. Nach vielen Jahren des Todes war die Sehnsucht nach den Lebenden so stark, das Bedürfnis nach Gesellschaft so drängend, die Nähe des anderen Todes, der im Tod existierte, so erschreckend, dass Prudencio Aguilar schließlich die schlimmsten seiner Feinde liebte. After many years of death, the longing for the living was so intense, the need for company so pressing, the proximity of the other death that existed within death so terrifying, that Prudencio Aguilar had ended up loving the worst of his enemies. . Après de nombreuses années de mort, le désir des vivants était si intense, le besoin de compagnie si pressant, la proximité de l'autre mort qui existait dans la mort si terrifiante, que Prudencio Aguilar avait fini par aimer le pire de ses ennemis. . Tenía mucho tiempo de estar buscándolo. He had been looking for him for a long time. Les preguntaba por él a los muertos de Riohacha, a los muertos que llegaban del Valle de Upar, a los que llegaban de la ciénaga, y nadie le daba razón, porque Macondo fue un pueblo desconocido para los muertos hasta que llegó Melquíades y lo señaló con un puntito negro en los abigarrados mapas de la muerte. Er fragte die Toten von Riohacha danach, die Toten, die aus dem Upar-Tal kamen, die Toten, die aus dem Sumpf kamen, und niemand konnte ihm einen Grund nennen, denn Macondo war eine Stadt, die den Toten unbekannt war, bis Melquíades kam und sie mit einem kleinen schwarzen Punkt auf den bunten Karten des Todes markierte. He asked the dead from Riohacha about him, the dead who came from the Upar Valley, those who came from the swamp, and nobody gave him a reason, because Macondo was a town unknown to the dead until Melquíades arrived and pointed it out with a little black dot on the motley maps of death. Il a interrogé les morts de Riohacha à son sujet, les morts qui venaient de la vallée d'Upar, ceux qui venaient du marais, et personne ne lui a donné de raison, car Macondo était une ville inconnue des morts jusqu'à ce que Melquiades arrive et le signale d'un petit point noir sur les cartes hétéroclites de la mort. José Arcadio Buendía conversó con Prudencio Aguilar hasta el amanecer. José Arcadio Buendía talked with Prudencio Aguilar until dawn. Pocas horas después, estragado por la vigilia, entró al taller de Aureliano y le preguntó: «¿Qué día es hoy?». A few hours later, worn out by the vigil, he entered Aureliano's workshop and asked him: "What day is it today?" Quelques heures plus tard, épuisé par la veillée, il entre dans l'atelier d'Aureliano et lui demande : « Quel jour sommes-nous aujourd'hui ? Aureliano le contestó que era martes. Aureliano answered that it was Tuesday. «Eso mismo pensaba yo», dijo José Arcadio Buendía. "Das habe ich mir auch gedacht", sagte José Arcadio Buendía. "That's what I thought," said José Arcadio Buendía. "Je pensais la même chose", a déclaré José Arcadio Buendía. «Pero de pronto me he dado cuenta de que sigue siendo lunes, como ayer. "Aber plötzlich wurde mir klar, dass es immer noch Montag ist, wie gestern. «But suddenly I realized that it is still Monday, like yesterday. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias. Look at the sky, look at the walls, look at the begonias. También hoy es lunes». Also today is Monday. Acostumbrado a sus manías, Aureliano no le hizo caso. Accustomed to his hobbies, Aureliano paid no attention to him. Al día siguiente, miércoles, José Arcadio Buendía volvió al taller. The next day, Wednesday, José Arcadio Buendía returned to the workshop. «Esto es un desastre —dijo—. "This is a disaster," he said. Mira el aire, oye el zumbido del sol, igual que ayer y antier. Look at the air, hear the drone of the sun, just like yesterday and the day before yesterday. Regardez l'air, écoutez le bourdonnement du soleil, comme hier et avant-hier. También hoy es lunes». Also today is Monday. Esa noche, Pietro Crespi lo encontró en el corredor, llorando con el llantito sin gracia de los viejos, llorando por Prudencio Aguilar, por Melquíades, por los padres de Rebeca, por su papá y su mamá, por todos los que podía recordar y que entonces estaban solos en la muerte. That night, Pietro Crespi found him in the corridor, crying with the graceless little cry of old people, crying for Prudencio Aguilar, for Melquíades, for Rebeca's parents, for her father and mother, for everyone he could remember and who then they were alone in death. Cette nuit-là, Pietro Crespi le trouva dans le couloir, pleurant avec le petit cri sans grâce des personnes âgées, pleurant pour Prudencio Aguilar, pour Melquíades, pour les parents de Rebeca, pour son père et sa mère, pour tous ceux dont il se souvenait et qui alors ils étaient seuls dans la mort. Le regaló un oso de cuerda que caminaba en dos patas por un alambre, pero no consiguió distraerlo de su obsesión. He gave him a rope bear that walked on two legs along a wire, but it failed to distract him from his obsession. Il lui a donné un ours de corde qui marchait sur deux pattes le long d'un fil, mais cela n'a pas réussi à le distraire de son obsession. Le preguntó qué había pasado con el proyecto que le expuso días antes, sobre la posibilidad de construir una máquina de péndulo que le sirviera al hombre para volar, y él contestó que era imposible porque el péndulo podía levantar cualquier cosa en el aire pero no podía levantarse a sí mismo. He asked him what had happened to the project that he had presented to him days before, about the possibility of building a pendulum machine that would help man to fly, and he replied that it was impossible because the pendulum could lift anything in the air but it could not get up yourself. Il lui a demandé ce qu'il était advenu du projet qu'il lui avait présenté quelques jours auparavant, sur la possibilité de construire une machine à pendule qui aiderait l'homme à voler, et il a répondu que c'était impossible parce que le pendule pouvait soulever n'importe quoi dans l'air sauf il ne pouvait pas se lever vous-même. El jueves volvió a aparecer en el taller con un doloroso aspecto de tierra arrasada. Am Donnerstag tauchte er in der Werkstatt wieder auf und sah schmerzhaft nach verbrannter Erde aus. On Thursday he reappeared in the workshop with a painful look of scorched earth. Jeudi, il est réapparu dans l'atelier avec un regard douloureux de terre brûlée. «¡La máquina del tiempo se ha descompuesto —casi sollozó— y Úrsula y Amaranta tan lejos!». "The time machine has broken down," he almost sobbed, "and Úrsula and Amaranta are so far away!" « La machine à voyager dans le temps est en panne », sanglota-t-il presque, « et Ursula et Amaranta sont si loin ! Aureliano lo reprendió como a un niño y él adoptó un aire sumiso. Aureliano schimpfte mit ihm wie mit einem Kind, und er gab sich unterwürfig. Aureliano scolded him like a child and he adopted a submissive air. Aureliano le gronda comme un enfant et il prit un air soumis. Pasó seis horas examinando las cosas, tratando de encontrar una diferencia con el aspecto que tuvieron el día anterior, pendiente de descubrir en ellas algún cambio que revelara el transcurso del tiempo. He spent six hours examining things, trying to find a difference from the way they had looked the day before, waiting to discover some change in them that would reveal the passage of time. Il passa six heures à examiner les choses, essayant de trouver une différence par rapport à leur apparence de la veille, attendant de découvrir en elles un changement qui révélerait le passage du temps. Estuvo toda la noche en la cama con los ojos abiertos, llamando a Prudencio Aguilar, a Melquíades, a todos los muertos, para que fueran a compartir su desazón. He lay in bed all night with his eyes open, calling Prudencio Aguilar, Melquíades, all the dead, so that they would share his distress. Il resta au lit toute la nuit, les yeux ouverts, appelant Prudencio Aguilar, Melquiades, tous les morts, pour qu'ils partagent sa détresse. Pero nadie acudió. But no one came. Mais personne n'est venu. El viernes, antes de que se levantara nadie, volvió a vigilar la apariencia de la naturaleza, hasta que no tuvo la menor duda de que seguía siendo lunes. On Friday, before anyone else was up, he again watched the appearance of nature, until he had no doubt that it was still Monday. Le vendredi, avant que quiconque ne soit levé, il regarda à nouveau l'apparition de la nature, jusqu'à ce qu'il n'ait plus aucun doute que c'était encore lundi. Entonces agarró la tranca de una puerta y con la violencia salvaje de su fuerza descomunal destrozó hasta convertirlos en polvo los aparatos de alquimia, el gabinete de daguerrotipia, el taller de orfebrería, gritando como un endemoniado en un idioma altisonante y fluido pero completamente incomprensible. Then he grabbed the bar of a door and with the savage violence of his colossal strength smashed the alchemy apparatus, the daguerreotype cabinet, the goldsmith's workshop to dust, screaming like a devil in a high-sounding and fluent but completely incomprehensible language. Puis il saisit le barreau d'une porte et avec la violence sauvage de sa force colossale fracasse l'appareil d'alchimie, le cabinet de daguerréotype, l'atelier d'orfèvrerie en poussière, hurlant comme un diable dans une langue sonore et fluide mais complètement incompréhensible. Se disponía a terminar con el resto de la casa cuando Aureliano pidió ayuda a los vecinos. He was about to finish the rest of the house when Aureliano asked the neighbors for help. Se necesitaron diez hombres para tumbarlo, catorce para amarrarlo, veinte para arrastrarlo hasta el castaño del patio, donde lo dejaron atado, ladrando en lengua extraña y echando espumarajos verdes por la boca. It took ten men to knock him down, fourteen to tie him up, twenty to drag him to the chestnut tree in the patio, where they left him tied up, barking in a strange language and foaming green at the mouth. Il fallut dix hommes pour l'abattre, quatorze pour l'attacher, vingt pour le traîner jusqu'au marronnier du patio, où ils le laissèrent ligoté, aboyant dans une langue étrange et d'un vert mousseux à la bouche. Cuando llegaron Úrsula y Amaranta todavía estaba atado de pies y manos al tronco del castaño, empapado de lluvia y en un estado de inocencia total. When Úrsula and Amaranta arrived, he was still tied hand and foot to the trunk of the chestnut tree, soaked with rain and in a state of total innocence. Quand Úrsula et Amaranta arrivèrent, il était encore pieds et poings liés au tronc du marronnier, trempé de pluie et dans un état d'innocence totale. Le hablaron, y él las miró sin reconocerlas y les dijo algo incomprensible. They spoke to him, and he looked at them without recognizing them and said something incomprehensible. Úrsula le soltó las muñecas y los tobillos, ulcerados por la presión de las sogas, y lo dejó amarrado solamente por la cintura. Úrsula released his wrists and ankles, ulcerated by the pressure of the ropes, and left him tied only around the waist. Ursula a libéré ses poignets et ses chevilles, ulcérés par la pression des cordes, et l'a laissé attaché uniquement autour de la taille. Más tarde le construyeron un cobertizo de palma para protegerlo del sol y la lluvia. Later they built a palm shelter for him to protect him from the sun and rain. Plus tard, ils lui ont construit un abri en palmier pour le protéger du soleil et de la pluie.