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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 14 (1)

Capítulo 14 (1)

XIV

Las últimas vacaciones de Meme coincidieron con el luto por la muerte del coronel Aureliano Buendía. En la casa cerrada no había lugar para fiestas. Se hablaba en susurros, se comía en silencio, se rezaba el rosario tres veces al día, y hasta los ejercicios de clavicordio en el calor de la siesta tenían una resonancia fúnebre. A pesar de su secreta hostilidad contra el coronel, fue Fernanda quien impuso el rigor de aquel duelo, impresionada por la solemnidad con que el gobierno exaltó la memoria del enemigo muerto. Aureliano Segundo volvió como de costumbre a dormir en la casa mientras pasaban las vacaciones de su hija, y algo debió hacer Fernanda para recuperar sus privilegios de esposa legítima, porque el año siguiente encontró Meme una hermanita recién nacida, a quien bautizaron contra la voluntad de la madre con el nombre de Amaranta Úrsula.

Meme había terminado sus estudios. El diploma que la acreditaba como concertista de clavicordio fue ratificado por el virtuosismo con que ejecutó temas populares del siglo XVII en la fiesta organizada para celebrar la culminación de sus estudios, y con la cual se puso término al duelo. Los invitados admiraron, más que su arte, su rara dualidad. Su carácter frívolo y hasta un poco infantil no parecía adecuado para ninguna actividad seria, pero cuando se sentaba al clavicordio se transformaba en una muchacha diferente, cuya madurez imprevista le daba un aire de adulto. Así fue siempre. En verdad no tenía una vocación definida, pero había logrado las más altas calificaciones mediante una disciplina inflexible, para no contrariar a su madre. Habrían podido imponerle el aprendizaje de cualquier otro oficio y los resultados hubieran sido los mismos. Desde muy niña le molestaba el rigor de Fernanda, su costumbre de decidir por los demás, y habría sido capaz de un sacrificio mucho más duro que las lecciones de clavicordio, solo por no tropezar con su intransigencia. En el acto de clausura, tuvo la impresión de que el pergamino con letras góticas y mayúsculas historiadas la liberaba de un compromiso que había aceptado no tanto por obediencia como por comodidad, y creyó que a partir de entonces ni la porfiada Fernanda volvería a preocuparse por un instrumento que hasta las monjas consideraban como un fósil de museo. En los primeros años creyó que sus cálculos eran errados, porque después de haber dormido a media ciudad no solo en la sala de visitas, sino en cuantas veladas benéficas, sesiones escolares y conmemoraciones patrióticas se celebraban en Macondo, su madre siguió invitando a todo recién llegado que suponía capaz de apreciar las virtudes de la hija. Solo después de la muerte de Amaranta, cuando la familia volvió a encerrarse por un tiempo en el luto, pudo Meme clausurar el clavicordio y olvidar la llave en cualquier ropero, sin que Fernanda se molestara en averiguar en qué momento ni por culpa de quién se había extraviado. Meme resistió las exhibiciones con el mismo estoicismo con que se consagró al aprendizaje. Era el precio de su libertad. Fernanda estaba tan complacida con su docilidad y tan orgullosa de la admiración que despertaba su arte, que nunca se opuso a que tuviera la casa llena de amigas, y pasara la tarde en las plantaciones y fuera al cine con Aureliano Segundo o con señoras de confianza, siempre que la película hubiera sido autorizada en el púlpito por el padre Antonio Isabel. En aquellos ratos de esparcimiento se revelaban los verdaderos gustos de Meme. Su felicidad estaba en el otro extremo de la disciplina, en las fiestas ruidosas, en los comadreos de enamorados, en los prolongados encierros con sus amigas, donde aprendían a fumar y conversaban de asuntos de hombres, y donde una vez se les pasó la mano con tres botellas de ron de caña y terminaron desnudas midiéndose y comparando las partes de sus cuerpos. Meme no olvidaría jamás la noche en que entró en la casa masticando rizomas de regaliz, y sin que advirtieran su trastorno se sentó a la mesa en que Fernanda y Amaranta cenaban sin dirigirse la palabra. Había pasado dos horas tremendas en el dormitorio de una amiga, llorando de risa y de miedo, y en el otro lado de la crisis había encontrado el raro sentimiento de valentía que le hizo falta para fugarse del colegio y decirle a su madre con esas o con otras palabras que bien podía ponerse una lavativa de clavicordio. Sentada en la cabecera de la mesa, tomando un caldo de pollo que le caía en el estómago como un elixir de resurrección, Meme vio entonces a Fernanda y Amaranta envueltas en el halo acusador de la realidad. Tuvo que hacer un grande esfuerzo para no echarles en cara sus remilgos, su pobreza de espíritu, sus delirios de grandeza. Desde las segundas vacaciones se había enterado de que su padre solo vivía en la casa por guardar las apariencias, y conociendo a Fernanda como la conocía y habiéndoselas arreglado más tarde para conocer a Petra Cotes, le concedió la razón a su padre. También ella hubiera preferido ser la hija de la concubina. En el embotamiento del alcohol, Meme pensaba con deleite en el escándalo que se habría suscitado si en aquel momento hubiera expresado sus pensamientos, y fue tan intensa la íntima satisfacción de la picardía, que Fernanda la advirtió.

—¿Qué te pasa? —preguntó.

—Nada —contestó Meme—. Que apenas ahora descubro cuánto las quiero.

Amaranta se asustó con la evidente carga de odio que llevaba la declaración. Pero Fernanda se sintió tan conmovida que creyó volverse loca cuando Meme despertó a medianoche con la cabeza cuarteada por el dolor, y ahogándose en vómitos de hiel. Le dio un frasco de aceite de castor, le puso cataplasmas en el vientre y bolsas de hielo en la cabeza, y la obligó a cumplir la dieta y el encierro de cinco días ordenados por el nuevo y extravagante médico francés que, después de examinarla más de dos horas, llegó a la conclusión nebulosa de que tenía un trastorno propio de mujer. Abandonada por la valentía, en un miserable estado de desmoralización, a Meme no le quedó otro recurso que aguantar. Úrsula, ya completamente ciega, pero todavía activa y lúcida, fue la única que intuyó el diagnóstico exacto. «Para mí —pensó—, estas son las mismas cosas que les dan a los borrachos». Pero no solo rechazó la idea, sino que se reprochó la ligereza de pensamiento. Aureliano Segundo sintió un retortijón de conciencia cuando vio el estado de postración de Meme, y se prometió ocuparse más de ella en el futuro. Fue así como nació la relación de alegre camaradería entre el padre y la hija, que lo liberó a él por un tiempo de la amarga soledad de las parrandas, y la liberó a ella de la tutela de Fernanda sin tener que provocar la crisis doméstica que ya parecía inevitable. Aureliano Segundo aplazaba entonces cualquier compromiso para estar con Meme, por llevarla al cine o al circo, y le dedicaba la mayor parte de su ocio. En los últimos tiempos, el estorbo de la obesidad absurda que ya no le permitía amarrarse los cordones de los zapatos y la satisfacción abusiva de toda clase de apetitos habían empezado a agriarle el carácter. El descubrimiento de la hija le restituyó la antigua jovialidad, y el gusto de estar con ella lo iba apartando poco a poco de la disipación. Meme despuntaba en una edad frutal. No era bella, como nunca lo fue Amaranta, pero en cambio era simpática, descomplicada, y tenía la virtud de caer bien desde el primer momento. Tenía un espíritu moderno que lastimaba la anticuada sobriedad y el mal disimulado corazón cicatero de Fernanda, y que en cambio Aureliano Segundo se complacía en patrocinar. Fue él quien resolvió sacarla del dormitorio que ocupaba desde niña, y donde los pávidos ojos de los santos seguían alimentando sus terrores de adolescente, y le amuebló un cuarto con una cama tronal, un tocador amplio y cortinas de terciopelo, sin caer en la cuenta de que estaba haciendo una segunda versión del aposento de Petra Cotes. Era tan pródigo con Meme que ni siquiera sabía cuánto dinero le proporcionaba, porque ella misma se lo sacaba de los bolsillos, y la mantenía al tanto de cuanta novedad embellecedora llegaba a los comisariatos de la compañía bananera. El cuarto de Meme se llenó de almohadillas de piedra pómez para pulirse las uñas, rizadores de cabellos, brilladores de dientes, colirios para languidecer la mirada, y tantos y tan novedosos cosméticos y artefactos de belleza que cada vez que Fernanda entraba en el dormitorio se escandalizaba con la idea de que el tocador de la hija debía ser igual al de las matronas francesas. Sin embargo, Fernanda andaba en esa época con el tiempo dividido entre la pequeña Amaranta Úrsula, que era caprichosa y enfermiza, y una emocionante correspondencia con los médicos invisibles. De modo que cuando advirtió la complicidad del padre con la hija, la única promesa que le arrancó a Aureliano Segundo fue que nunca llevaría a Meme a casa de Petra Cotes. Era una advertencia sin sentido, porque la concubina estaba tan molesta con la camaradería de su amante con la hija que no quería saber nada de ella. La atormentaba un temor desconocido, como si el instinto le indicara que Meme, con solo desearlo, podría conseguir lo que no pudo conseguir Fernanda: privarla de un amor que ya consideraba asegurado hasta la muerte. Por primera vez tuvo que soportar Aureliano Segundo las caras duras y las virulentas cantaletas de la concubina, y hasta temió que sus traídos y llevados baúles hicieran el camino de regreso a casa de la esposa. Esto no ocurrió. Nadie conocía mejor a un hombre que Petra Cotes a su amante, y sabía que los baúles se quedarían donde los mandaran, porque si algo detestaba Aureliano Segundo era complicarse la vida con rectificaciones y mudanzas. De modo que los baúles se quedaron donde estaban, y Petra Cotes se empeñó en reconquistar al marido afilando las únicas armas con que no podía disputárselo la hija. Fue también un esfuerzo innecesario, porque Meme no tuvo nunca el propósito de intervenir en los asuntos de su padre, y seguramente si lo hubiera hecho habría sido en favor de la concubina. No le sobraba tiempo para molestar a nadie. Ella misma barría el dormitorio y arreglaba la cama, como le enseñaron las monjas. En la mañana se ocupaba de su ropa, bordando en el corredor o cosiendo en la vieja máquina de manivela de Amaranta. Mientras los otros hacían la siesta, practicaba dos horas el clavicordio, sabiendo que el sacrificio diario mantendría calmada a Fernanda. Por el mismo motivo seguía ofreciendo conciertos en bazares eclesiásticos y veladas escolares, aunque las solicitudes eran cada vez menos frecuentes. Al atardecer se arreglaba, se ponía sus trajes sencillos y sus duros borceguíes, y si no tenía algo que hacer con su padre iba a casas de amigas, donde permanecía hasta la hora de la cena. Era excepcional que Aureliano Segundo no fuera a buscarla entonces para llevarla al cine.

Entre las amigas de Meme había tres jóvenes norteamericanas que rompieron el cerco del gallinero electrificado y establecieron amistad con muchachas de Macondo. Una de ellas era Patricia Brown. Agradecido con la hospitalidad de Aureliano Segundo, el señor Brown le abrió a Meme las puertas de su casa y la invitó a los bailes de los sábados, que eran los únicos en que los gringos alternaban con los nativos. Cuando Fernanda lo supo, se olvidó por un momento de Amaranta Úrsula y los médicos invisibles, y armó todo un melodrama. «Imagínate —le dijo a Meme— lo que va a pensar el coronel en su tumba». Estaba buscando, por supuesto, el apoyo de Úrsula. Pero la anciana ciega, al contrario de lo que todos esperaban, consideró que no había nada reprochable en que Meme asistiera a los bailes y cultivara amistad con las norteamericanas de su edad, siempre que conservara su firmeza de criterio y no se dejara convertir a la religión protestante. Meme captó muy bien el pensamiento de la tatarabuela, y al día siguiente de los bailes se levantaba más temprano que de costumbre para ir a misa. La oposición de Fernanda resistió hasta el día en que Meme la desarmó con la noticia de que los norteamericanos querían oírla tocar el clavicordio. El instrumento fue sacado una vez más de la casa y llevado a la del señor Brown, donde en efecto la joven concertista recibió los aplausos más sinceros y las felicitaciones más entusiastas. Desde entonces no solo la invitaron a los bailes, sino también a los baños dominicales en la piscina, y a almorzar una vez por semana. Meme aprendió a nadar como una profesional, a jugar al tenis y a comer jamón de Virginia con rebanadas de piña. Entre bailes, piscina y tenis, se encontró de pronto desenredándose en inglés. Aureliano Segundo se entusiasmó tanto con los progresos de la hija que le compró a un vendedor viajero una enciclopedia inglesa en seis volúmenes y con numerosas láminas de colores, que Meme leía en sus horas libres. La lectura ocupó la atención que antes destinaba a los comadreos de enamorados o a los encierros experimentales con sus amigas, no porque se lo hubiera impuesto como disciplina, sino porque ya había perdido todo interés en comentar misterios que eran del dominio público. Recordaba la borrachera como una aventura infantil, y le parecía tan divertida que se la contó a Aureliano Segundo, y a este le pareció más divertida que a ella. «Si tu madre lo supiera», le dijo, ahogándose de risa, como le decía siempre que ella le hacía una confidencia. Él le había hecho prometer que con la misma confianza lo pondría al corriente de su primer noviazgo, y Meme le había contado que simpatizaba con un pelirrojo norteamericano que fue a pasar vacaciones con sus padres. «Qué barbaridad», rio Aureliano Segundo. «Si tu madre lo supiera». Pero Meme le contó también que el muchacho había regresado a su país y no había vuelto a dar señales de vida. Su madurez de criterio afianzó la paz doméstica. Aureliano Segundo dedicaba entonces más horas a Petra Cotes, y aunque ya el cuerpo y el alma no le daban para parrandas como las de antes, no perdía ocasión de promoverlas y de desenfundar el acordeón, que ya tenía algunas teclas amarradas con cordones de zapatos. En la casa, Amaranta bordaba su interminable mortaja, y Úrsula se dejaba arrastrar por la decrepitud hacia el fondo de las tinieblas, donde lo único que seguía siendo visible era el espectro de José Arcadio Buendía bajo el castaño. Fernanda consolidó su autoridad. Las cartas mensuales a su hijo José Arcadio no llevaban entonces una línea de mentira, y solamente le ocultaba su correspondencia con los médicos invisibles, que le habían diagnosticado un tumor benigno en el intestino grueso y estaban preparándola para practicarle una intervención telepática.

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XIV

Las últimas vacaciones de Meme coincidieron con el luto por la muerte del coronel Aureliano Buendía. En la casa cerrada no había lugar para fiestas. Se hablaba en susurros, se comía en silencio, se rezaba el rosario tres veces al día, y hasta los ejercicios de clavicordio en el calor de la siesta tenían una resonancia fúnebre. They spoke in whispers, ate in silence, said the rosary three times a day, and even the harpsichord exercises in the heat of siesta had a funereal resonance. A pesar de su secreta hostilidad contra el coronel, fue Fernanda quien impuso el rigor de aquel duelo, impresionada por la solemnidad con que el gobierno exaltó la memoria del enemigo muerto. Aureliano Segundo volvió como de costumbre a dormir en la casa mientras pasaban las vacaciones de su hija, y algo debió hacer Fernanda para recuperar sus privilegios de esposa legítima, porque el año siguiente encontró Meme una hermanita recién nacida, a quien bautizaron contra la voluntad de la madre con el nombre de Amaranta Úrsula.

Meme había terminado sus estudios. El diploma que la acreditaba como concertista de clavicordio fue ratificado por el virtuosismo con que ejecutó temas populares del siglo XVII en la fiesta organizada para celebrar la culminación de sus estudios, y con la cual se puso término al duelo. Le diplôme qui l'accrédite comme soliste de clavicorde est entériné par la virtuosité avec laquelle elle interprète des chants populaires du XVIIe siècle lors de la fête organisée pour célébrer l'aboutissement de ses études, et avec laquelle le duel est mis fin. Los invitados admiraron, más que su arte, su rara dualidad. The guests admired, more than his art, his rare duality. Su carácter frívolo y hasta un poco infantil no parecía adecuado para ninguna actividad seria, pero cuando se sentaba al clavicordio se transformaba en una muchacha diferente, cuya madurez imprevista le daba un aire de adulto. Así fue siempre. That's how it always was. En verdad no tenía una vocación definida, pero había logrado las más altas calificaciones mediante una disciplina inflexible, para no contrariar a su madre. He didn't really have a defined vocation, but he had achieved the highest grades through inflexible discipline, so as not to antagonize his mother. Habrían podido imponerle el aprendizaje de cualquier otro oficio y los resultados hubieran sido los mismos. Ils auraient pu le forcer à apprendre n'importe quel autre métier et les résultats auraient été les mêmes. Desde muy niña le molestaba el rigor de Fernanda, su costumbre de decidir por los demás, y habría sido capaz de un sacrificio mucho más duro que las lecciones de clavicordio, solo por no tropezar con su intransigencia. Ever since she was a little girl, Fernanda's rigor bothered her, her habit of deciding for others, and she would have been capable of a much harder sacrifice than the harpsichord lessons, just not to trip over her intransigence. Dès son plus jeune âge, elle avait été agacée par la rigueur de Fernanda, son habitude de décider pour les autres, et elle aurait été capable d'un sacrifice bien plus dur que les cours de clavicorde, histoire de ne pas trébucher sur son intransigeance. En el acto de clausura, tuvo la impresión de que el pergamino con letras góticas y mayúsculas historiadas la liberaba de un compromiso que había aceptado no tanto por obediencia como por comodidad, y creyó que a partir de entonces ni la porfiada Fernanda volvería a preocuparse por un instrumento que hasta las monjas consideraban como un fósil de museo. At the closing ceremony, she had the impression that the parchment with Gothic letters and historiated capitals freed her from a commitment she had accepted not so much out of obedience as for convenience, and she believed that from then on not even the stubborn Fernanda would ever again worry about an instrument that even the nuns considered a museum fossil. Lors de la cérémonie de clôture, elle eut l'impression que le parchemin aux lettres gothiques et aux majuscules ouvragées la libérait d'un engagement qu'elle avait accepté moins par obéissance que par confort, et elle crut que désormais même les têtus Fernanda s'inquiéterait à nouveau pour elle, un instrument que même les religieuses considéraient comme un fossile de musée. En los primeros años creyó que sus cálculos eran errados, porque después de haber dormido a media ciudad no solo en la sala de visitas, sino en cuantas veladas benéficas, sesiones escolares y conmemoraciones patrióticas se celebraban en Macondo, su madre siguió invitando a todo recién llegado que suponía capaz de apreciar las virtudes de la hija. Dans les premières années, elle croyait ses calculs erronés, car après avoir dormi la moitié de la ville non seulement au parloir, mais dans toutes les soirées caritatives, séances d'école et commémorations patriotiques qui se tenaient à Macondo, sa mère continuait d'inviter tous les jeunes mariés sont arrivés, supposés capables d'apprécier les vertus de la fille. Solo después de la muerte de Amaranta, cuando la familia volvió a encerrarse por un tiempo en el luto, pudo Meme clausurar el clavicordio y olvidar la llave en cualquier ropero, sin que Fernanda se molestara en averiguar en qué momento ni por culpa de quién se había extraviado. Only after Amaranta's death, when the family locked themselves up again for a time in mourning, was Meme able to close the harpsichord and forget the key in any wardrobe, without Fernanda bothering to find out when or because of whom. had missed. Ce n'est qu'après la mort d'Amaranta, alors que la famille s'est replongée dans le deuil pendant un certain temps, que Meme a pu fermer le clavecin et oublier la clé dans n'importe quel placard, sans que Fernanda se soucie de savoir quand ou par la faute de qui il avait perdu. Meme resistió las exhibiciones con el mismo estoicismo con que se consagró al aprendizaje. Meme resisted exhibitions with the same stoicism with which he devoted himself to learning. Meme a résisté aux expositions avec le même stoïcisme avec lequel elle s'est consacrée à l'apprentissage. Era el precio de su libertad. Fernanda estaba tan complacida con su docilidad y tan orgullosa de la admiración que despertaba su arte, que nunca se opuso a que tuviera la casa llena de amigas, y pasara la tarde en las plantaciones y fuera al cine con Aureliano Segundo o con señoras de confianza, siempre que la película hubiera sido autorizada en el púlpito por el padre Antonio Isabel. Fernanda was so pleased with his docility and so proud of the admiration his art aroused, that she never objected to him having a house full of friends, and spending the afternoon in the plantations and going to the movies with Aureliano Segundo or with trusted ladies. , provided that the film had been authorized in the pulpit by Father Antonio Isabel. En aquellos ratos de esparcimiento se revelaban los verdaderos gustos de Meme. Su felicidad estaba en el otro extremo de la disciplina, en las fiestas ruidosas, en los comadreos de enamorados, en los prolongados encierros con sus amigas, donde aprendían a fumar y conversaban de asuntos de hombres, y donde una vez se les pasó la mano con tres botellas de ron de caña y terminaron desnudas midiéndose y comparando las partes de sus cuerpos. Their happiness was at the other extreme of discipline, at noisy parties, in lovers' gossip, in prolonged confinement with their friends, where they learned to smoke and talked about men's affairs, and where once they got out of hand with three bottles of cane rum and ended up naked, measuring themselves and comparing their body parts. Leur bonheur était à l'autre bout de la discipline, dans les soirées bruyantes, dans les commérages des amants, dans les claustrations prolongées avec leurs amis, où ils apprenaient à fumer et parlaient des affaires des hommes, et où autrefois ils allaient trop loin avec trois bouteilles de rhum de canne et se sont retrouvés nus à mesurer et à comparer les parties de leur corps. Meme no olvidaría jamás la noche en que entró en la casa masticando rizomas de regaliz, y sin que advirtieran su trastorno se sentó a la mesa en que Fernanda y Amaranta cenaban sin dirigirse la palabra. Meme would never forget the night she entered the house chewing liquorice rhizomes, and without anyone noticing her upset she sat down at the table where Fernanda and Amaranta were having dinner without speaking to each other. Meme n'oublierait jamais la nuit où elle est entrée dans la maison en mâchant des rhizomes de réglisse, et sans qu'ils s'aperçoivent de son trouble, elle s'est assise à la table où Fernanda et Amaranta dînaient sans se parler. Había pasado dos horas tremendas en el dormitorio de una amiga, llorando de risa y de miedo, y en el otro lado de la crisis había encontrado el raro sentimiento de valentía que le hizo falta para fugarse del colegio y decirle a su madre con esas o con otras palabras que bien podía ponerse una lavativa de clavicordio. She had spent two tremendous hours in a friend's bedroom, crying with laughter and fear, and on the other side of the crisis she had found the rare feeling of courage it took to sneak out of school and tell her mother with those words. In other words, he could well put on a harpsichord enema. Elle avait passé deux heures formidables dans la chambre d'un ami, pleurant de rire et de peur, et de l'autre côté de la crise, elle avait trouvé le rare sentiment de courage qu'il fallait pour s'enfuir de l'école et dire à sa mère avec ces mots. mots, il pourrait bien faire un lavement de clavicorde. Sentada en la cabecera de la mesa, tomando un caldo de pollo que le caía en el estómago como un elixir de resurrección, Meme vio entonces a Fernanda y Amaranta envueltas en el halo acusador de la realidad. Sitting at the head of the table, drinking a chicken broth that fell on her stomach like a resurrection elixir, Meme then saw Fernanda and Amaranta wrapped in the accusing halo of reality. Assise au bout de la table, buvant un bouillon de poulet qui tombait dans son estomac comme un élixir de résurrection, Meme vit alors Fernanda et Amaranta enveloppées dans l'auréole accusatrice de la réalité. Tuvo que hacer un grande esfuerzo para no echarles en cara sus remilgos, su pobreza de espíritu, sus delirios de grandeza. He had to make a great effort not to blame their squeamishness, their poverty of spirit, their delusions of grandeur. Il dut faire un grand effort pour ne pas leur reprocher son agitation, sa pauvreté d'esprit, sa folie des grandeurs. Desde las segundas vacaciones se había enterado de que su padre solo vivía en la casa por guardar las apariencias, y conociendo a Fernanda como la conocía y habiéndoselas arreglado más tarde para conocer a Petra Cotes, le concedió la razón a su padre. Since the second vacation he had learned that his father only lived in the house to save appearances, and knowing Fernanda as he knew her and having later managed to meet Petra Cotes, he agreed with his father. Dès les deuxièmes vacances, il avait découvert que son père ne vivait dans la maison que pour sauver les apparences, et connaissant Fernanda comme il la connaissait et ayant ensuite réussi à rencontrer Petra Cotes, il était d'accord avec son père. También ella hubiera preferido ser la hija de la concubina. She too would have preferred to be the concubine's daughter. En el embotamiento del alcohol, Meme pensaba con deleite en el escándalo que se habría suscitado si en aquel momento hubiera expresado sus pensamientos, y fue tan intensa la íntima satisfacción de la picardía, que Fernanda la advirtió. In der Taubheit des Alkohols dachte Meme mit Vergnügen an den Skandal, der verursacht worden wäre, wenn sie ihre Gedanken in diesem Moment geäußert hätte, und die intime Befriedigung des Unfugs war so intensiv, dass Fernanda sie bemerkte. In the daze of alcohol, Meme thought with delight of the scandal that would have been caused if she had expressed her thoughts at that moment, and the intimate satisfaction of mischief was so intense that Fernanda noticed it. Dans l'engourdissement de l'alcool, Meme pensa avec délice au scandale qui aurait été causé si elle avait exprimé sa pensée à ce moment-là, et la satisfaction intime de la malice était si intense que Fernanda la remarqua.

—¿Qué te pasa? -What's wrong with you? —preguntó.

—Nada —contestó Meme—. Que apenas ahora descubro cuánto las quiero. That only now I discover how much I love them.

Amaranta se asustó con la evidente carga de odio que llevaba la declaración. Amaranta was startled by the obvious hatefulness of the statement. Amaranta a été effrayée par la charge évidente de haine que la déclaration portait. Pero Fernanda se sintió tan conmovida que creyó volverse loca cuando Meme despertó a medianoche con la cabeza cuarteada por el dolor, y ahogándose en vómitos de hiel. But Fernanda felt so moved that she thought she was going crazy when Meme woke up at midnight with her head cracked by pain and choking on vomit of gall. Mais Fernanda était tellement émue qu'elle pensait qu'elle devenait folle quand Meme s'est réveillée à minuit avec la tête fissurée par la douleur et s'étouffant en vomissant de la bile. Le dio un frasco de aceite de castor, le puso cataplasmas en el vientre y bolsas de hielo en la cabeza, y la obligó a cumplir la dieta y el encierro de cinco días ordenados por el nuevo y extravagante médico francés que, después de examinarla más de dos horas, llegó a la conclusión nebulosa de que tenía un trastorno propio de mujer. He gave her a vial of castor oil, put poultices on her belly and ice packs on her head, and forced her to comply with the five-day diet and confinement ordered by the new and extravagant French doctor who, after examining her more After two hours, he came to the hazy conclusion that she had a female disorder. Il lui a donné une fiole d'huile de ricin, lui a mis des cataplasmes sur le ventre et des compresses de glace sur sa tête, et l'a forcée à se conformer au régime et à l'enfermement de cinq jours ordonnés par le nouveau et extravagant médecin français qui, après un examen plus approfondi Après deux heures , elle est arrivée à la conclusion nébuleuse qu'elle avait un trouble féminin. Abandonada por la valentía, en un miserable estado de desmoralización, a Meme no le quedó otro recurso que aguantar. Abandoned by bravery, in a miserable state of demoralization, Meme was left with no recourse but to endure. Abandonné pour bravoure, dans un état de démoralisation misérable, Meme n'avait d'autre recours que d'endurer. Úrsula, ya completamente ciega, pero todavía activa y lúcida, fue la única que intuyó el diagnóstico exacto. Úrsula, now completely blind but still active and lucid, was the only one who guessed the exact diagnosis. Ursula, déjà complètement aveugle, mais toujours active et lucide, fut la seule à percevoir le diagnostic exact. «Para mí —pensó—, estas son las mismas cosas que les dan a los borrachos». "To me," he thought, "these are the same things they give to drunks. Pour moi, pensa-t-il, ce sont les mêmes choses qu'on donne aux ivrognes. Pero no solo rechazó la idea, sino que se reprochó la ligereza de pensamiento. But not only did he reject the idea, but he reproached himself for the lightness of thought. Mais il a non seulement rejeté l'idée, mais s'est également reproché la légèreté de la pensée. Aureliano Segundo sintió un retortijón de conciencia cuando vio el estado de postración de Meme, y se prometió ocuparse más de ella en el futuro. Aureliano Segundo a eu un pincement de conscience quand il a vu l'état de prostration de Meme, et il a promis de prendre plus soin d'elle à l'avenir. Fue así como nació la relación de alegre camaradería entre el padre y la hija, que lo liberó a él por un tiempo de la amarga soledad de las parrandas, y la liberó a ella de la tutela de Fernanda sin tener que provocar la crisis doméstica que ya parecía inevitable. This is how the relationship of happy camaraderie between father and daughter was born, which freed him for a time from the bitter loneliness of partying, and freed her from Fernanda's tutelage without having to provoke the domestic crisis that It already seemed inevitable. C'est ainsi qu'est née la relation de camaraderie heureuse entre père et fille, qui l'a libéré pour un temps de l'amère solitude de la fête, et l'a libérée de la tutelle de Fernanda sans avoir à provoquer la crise domestique qui semblait déjà inévitable. Aureliano Segundo aplazaba entonces cualquier compromiso para estar con Meme, por llevarla al cine o al circo, y le dedicaba la mayor parte de su ocio. Aureliano Segundo then put off any commitment to be with Meme, to take her to the movies or the circus, and devoted most of his free time to her. Aureliano Segundo reportait alors tout engagement d'être avec Meme, de l'emmener au cinéma ou au cirque, et il lui consacrait la majeure partie de son temps libre. En los últimos tiempos, el estorbo de la obesidad absurda que ya no le permitía amarrarse los cordones de los zapatos y la satisfacción abusiva de toda clase de apetitos habían empezado a agriarle el carácter. In recent times, the hindrance of absurd obesity that no longer allowed him to tie his shoelaces and the abusive satisfaction of all kinds of appetites had begun to sour his character. El descubrimiento de la hija le restituyó la antigua jovialidad, y el gusto de estar con ella lo iba apartando poco a poco de la disipación. The discovery of his daughter restored his old joviality, and the pleasure of being with her gradually took him away from dissipation. La découverte de sa fille lui rendit son ancienne jovialité, et le plaisir d'être avec elle le détournait peu à peu de la dissipation. Meme despuntaba en una edad frutal. Meme stood out in a fruitful age. Meme s'est démarqué à une époque fructueuse. No era bella, como nunca lo fue Amaranta, pero en cambio era simpática, descomplicada, y tenía la virtud de caer bien desde el primer momento. She was not beautiful, as Amaranta never was, but on the other hand she was nice, uncomplicated, and had the virtue of being liked from the first moment. Elle n'était pas belle comme Amaranta ne l'a jamais été, mais d'un autre côté elle était gentille, simple et avait le mérite d'être aimée dès le premier instant. Tenía un espíritu moderno que lastimaba la anticuada sobriedad y el mal disimulado corazón cicatero de Fernanda, y que en cambio Aureliano Segundo se complacía en patrocinar. He had a modern spirit that hurt Fernanda's old-fashioned sobriety and poorly concealed miserly heart, and that instead Aureliano Segundo was pleased to patronize. Elle avait un esprit moderne qui blessait la sobriété démodée et le cœur avare mal caché de Fernanda, et qu'Aureliano Segundo, en revanche, se plaisait à fréquenter. Fue él quien resolvió sacarla del dormitorio que ocupaba desde niña, y donde los pávidos ojos de los santos seguían alimentando sus terrores de adolescente, y le amuebló un cuarto con una cama tronal, un tocador amplio y cortinas de terciopelo, sin caer en la cuenta de que estaba haciendo una segunda versión del aposento de Petra Cotes. It was he who decided to get her out of the bedroom she had occupied since she was a child, and where the fearful eyes of the saints continued to feed her adolescent terrors, and he furnished her a room with a throne-size bed, a large dressing table and velvet curtains, without realizing it. that he was doing a second version of Petra Cotes' bedroom. C'est lui qui décida de la faire sortir de la chambre qu'elle occupait depuis son enfance, et où les yeux craintifs des saints continuaient à nourrir ses terreurs d'adolescente, et il lui aménagea une chambre avec un lit en forme de trône, une grande coiffeuse et rideaux de velours, sans s'en rendre compte, qu'il faisait une seconde version de la chambre de Petra Cotes. Era tan pródigo con Meme que ni siquiera sabía cuánto dinero le proporcionaba, porque ella misma se lo sacaba de los bolsillos, y la mantenía al tanto de cuanta novedad embellecedora llegaba a los comisariatos de la compañía bananera. He was so prodigal with Meme that he didn't even know how much money he gave her, because she herself took it out of her own pockets, and kept her up to date on every beautifying novelty that arrived at the banana company's commissaries. Il était si prodigue avec Meme qu'elle ne savait même pas combien d'argent il lui donnait, car elle le sortait elle-même de ses poches, et il la tenait au courant de toutes les nouvelles embellissantes qui arrivaient aux commissariats de la compagnie bananière. El cuarto de Meme se llenó de almohadillas de piedra pómez para pulirse las uñas, rizadores de cabellos, brilladores de dientes, colirios para languidecer la mirada, y tantos y tan novedosos cosméticos y artefactos de belleza que cada vez que Fernanda entraba en el dormitorio se escandalizaba con la idea de que el tocador de la hija debía ser igual al de las matronas francesas. Meme's room was filled with pumice stone pads to polish her nails, hair curlers, tooth shiners, eye drops to languish her eyes, and so many new cosmetics and beauty devices that every time Fernanda entered the bedroom she She was scandalized by the idea that the daughter's dressing table should be the same as that of French matrons. La chambre de Meme était remplie de tampons de pierre ponce pour polir ses ongles, de bigoudis, de polissoirs à dents, de gouttes pour les yeux pour languir ses yeux et de tant de nouveaux produits cosmétiques et appareils de beauté que chaque fois que Fernanda entrait dans la chambre, elle se scandalisait à l'idée que la fille boudoir doit être le même que celui des matrones françaises. Sin embargo, Fernanda andaba en esa época con el tiempo dividido entre la pequeña Amaranta Úrsula, que era caprichosa y enfermiza, y una emocionante correspondencia con los médicos invisibles. However, Fernanda was walking at that time with her time divided between little Amaranta Úrsula, who was capricious and sickly, and an exciting correspondence with the invisible doctors. Cependant, Fernanda se promenait à ce moment-là avec son temps partagé entre la petite Amaranta Úrsula, qui était capricieuse et maladive, et une correspondance passionnante avec les médecins invisibles. De modo que cuando advirtió la complicidad del padre con la hija, la única promesa que le arrancó a Aureliano Segundo fue que nunca llevaría a Meme a casa de Petra Cotes. Era una advertencia sin sentido, porque la concubina estaba tan molesta con la camaradería de su amante con la hija que no quería saber nada de ella. C'était un avertissement vide de sens, car la concubine était tellement ennuyée par la camaraderie de son amant avec sa fille qu'elle ne voulait rien avoir à faire avec elle. La atormentaba un temor desconocido, como si el instinto le indicara que Meme, con solo desearlo, podría conseguir lo que no pudo conseguir Fernanda: privarla de un amor que ya consideraba asegurado hasta la muerte. She was tormented by an unknown fear, as if instinct told her that Meme, just by wishing, could achieve what Fernanda could not: deprive her of a love that she already considered guaranteed until death. Elle était tourmentée par une peur inconnue, comme si l'instinct lui disait que Meme, rien qu'en le souhaitant, pouvait réaliser ce que Fernanda ne pouvait pas : la priver d'un amour qu'elle considérait déjà comme assuré jusqu'à la mort. Por primera vez tuvo que soportar Aureliano Segundo las caras duras y las virulentas cantaletas de la concubina, y hasta temió que sus traídos y llevados baúles hicieran el camino de regreso a casa de la esposa. For the first time Aureliano Segundo had to put up with the concubine's harsh faces and virulent chants, and he even feared that his much-carried trunks would make their way back to his wife's house. Pour la première fois, Aureliano Segundo dut supporter les visages durs et les refrains virulents de sa concubine, et il craignit même que ses malles ne reviennent chez sa femme. Esto no ocurrió. Nadie conocía mejor a un hombre que Petra Cotes a su amante, y sabía que los baúles se quedarían donde los mandaran, porque si algo detestaba Aureliano Segundo era complicarse la vida con rectificaciones y mudanzas. No one knew a man better than Petra Cotes her lover, and she knew that the trunks would stay where they were sent, because if there was one thing Aureliano Segundo hated, it was complicating his life with rectifications and changes. De modo que los baúles se quedaron donde estaban, y Petra Cotes se empeñó en reconquistar al marido afilando las únicas armas con que no podía disputárselo la hija. So the trunks stayed where they were, and Petra Cotes set out to win her husband back by sharpening the only weapons the daughter couldn't fight him with. Alors les malles restèrent là où elles étaient, et Petra Cotes insista pour reconquérir son mari en affûtant les seules armes avec lesquelles sa fille ne pouvait pas le contester. Fue también un esfuerzo innecesario, porque Meme no tuvo nunca el propósito de intervenir en los asuntos de su padre, y seguramente si lo hubiera hecho habría sido en favor de la concubina. C'était aussi un effort inutile, car Meme n'avait jamais eu l'intention d'intervenir dans les affaires de son père, et si elle l'avait fait, ce serait sûrement au nom de la concubine. No le sobraba tiempo para molestar a nadie. He had no time to bother anyone. Ella misma barría el dormitorio y arreglaba la cama, como le enseñaron las monjas. Elle-même a balayé la chambre et fait le lit, comme les religieuses le lui ont appris. En la mañana se ocupaba de su ropa, bordando en el corredor o cosiendo en la vieja máquina de manivela de Amaranta. Le matin, elle s'occupait de ses vêtements, brodant dans le couloir ou cousant sur la vieille machine à manivelle d'Amaranta. Mientras los otros hacían la siesta, practicaba dos horas el clavicordio, sabiendo que el sacrificio diario mantendría calmada a Fernanda. While the others took their siesta, he practiced the harpsichord for two hours, knowing that the daily sacrifice would keep Fernanda calm. Por el mismo motivo seguía ofreciendo conciertos en bazares eclesiásticos y veladas escolares, aunque las solicitudes eran cada vez menos frecuentes. Al atardecer se arreglaba, se ponía sus trajes sencillos y sus duros borceguíes, y si no tenía algo que hacer con su padre iba a casas de amigas, donde permanecía hasta la hora de la cena. Era excepcional que Aureliano Segundo no fuera a buscarla entonces para llevarla al cine. It was exceptional that Aureliano Segundo did not go looking for her then to take her to the movies.

Entre las amigas de Meme había tres jóvenes norteamericanas que rompieron el cerco del gallinero electrificado y establecieron amistad con muchachas de Macondo. Among Meme's friends were three young American women who broke through the fence of the electrified chicken coop and made friends with girls from Macondo. Parmi les amis de Meme se trouvaient trois jeunes femmes américaines qui ont franchi la clôture du poulailler électrifié et se sont liées d'amitié avec des filles de Macondo. Una de ellas era Patricia Brown. Agradecido con la hospitalidad de Aureliano Segundo, el señor Brown le abrió a Meme las puertas de su casa y la invitó a los bailes de los sábados, que eran los únicos en que los gringos alternaban con los nativos. Grateful for Aureliano Segundo's hospitality, Mr. Brown opened the doors of his house to Meme and invited her to dances on Saturdays, which were the only ones where the gringos mingled with the natives. Cuando Fernanda lo supo, se olvidó por un momento de Amaranta Úrsula y los médicos invisibles, y armó todo un melodrama. When Fernanda found out, she forgot about Amaranta Úrsula and the invisible doctors for a moment, and she put together a whole melodrama. «Imagínate —le dijo a Meme— lo que va a pensar el coronel en su tumba». Estaba buscando, por supuesto, el apoyo de Úrsula. Pero la anciana ciega, al contrario de lo que todos esperaban, consideró que no había nada reprochable en que Meme asistiera a los bailes y cultivara amistad con las norteamericanas de su edad, siempre que conservara su firmeza de criterio y no se dejara convertir a la religión protestante. Meme captó muy bien el pensamiento de la tatarabuela, y al día siguiente de los bailes se levantaba más temprano que de costumbre para ir a misa. La oposición de Fernanda resistió hasta el día en que Meme la desarmó con la noticia de que los norteamericanos querían oírla tocar el clavicordio. El instrumento fue sacado una vez más de la casa y llevado a la del señor Brown, donde en efecto la joven concertista recibió los aplausos más sinceros y las felicitaciones más entusiastas. Desde entonces no solo la invitaron a los bailes, sino también a los baños dominicales en la piscina, y a almorzar una vez por semana. Since then she was not only invited to dances, but also to Sunday baths in the pool, and to lunch once a week. Meme aprendió a nadar como una profesional, a jugar al tenis y a comer jamón de Virginia con rebanadas de piña. Entre bailes, piscina y tenis, se encontró de pronto desenredándose en inglés. Between dances, swimming pool and tennis, she suddenly found herself unraveling in English. Entre danse, piscine et tennis, elle s'est soudain retrouvée à se défouler en anglais. Aureliano Segundo se entusiasmó tanto con los progresos de la hija que le compró a un vendedor viajero una enciclopedia inglesa en seis volúmenes y con numerosas láminas de colores, que Meme leía en sus horas libres. Aureliano Segundo was so enthusiastic about his daughter's progress that he bought a six-volume English encyclopedia with numerous colored plates from a traveling salesman, which Meme read in his spare time. La lectura ocupó la atención que antes destinaba a los comadreos de enamorados o a los encierros experimentales con sus amigas, no porque se lo hubiera impuesto como disciplina, sino porque ya había perdido todo interés en comentar misterios que eran del dominio público. Reading took up the attention she had previously given to lovers' gossip or experimental confinement with her friends, not because she had imposed it on her as a discipline, but because she had already lost all interest in commenting on mysteries that were in the public domain. Recordaba la borrachera como una aventura infantil, y le parecía tan divertida que se la contó a Aureliano Segundo, y a este le pareció más divertida que a ella. She remembered the drunkenness as a childish adventure, and it seemed so amusing to her that she told Aureliano Segundo about it, and he thought it was more amusing than it was to her. «Si tu madre lo supiera», le dijo, ahogándose de risa, como le decía siempre que ella le hacía una confidencia. Él le había hecho prometer que con la misma confianza lo pondría al corriente de su primer noviazgo, y Meme le había contado que simpatizaba con un pelirrojo norteamericano que fue a pasar vacaciones con sus padres. He had made her promise that with the same confidence she would tell him about her first courtship, and Meme had told him that she liked a redheaded American who went to spend vacations with his parents. Il lui avait fait promettre qu'elle l'informerait de sa première cour avec la même confiance, et Meme lui avait dit qu'elle aimait un Américain roux qui allait passer des vacances avec ses parents. «Qué barbaridad», rio Aureliano Segundo. "Quel scandale", a ri Aureliano Segundo. «Si tu madre lo supiera». Pero Meme le contó también que el muchacho había regresado a su país y no había vuelto a dar señales de vida. Su madurez de criterio afianzó la paz doméstica. His maturity of criteria strengthened domestic peace. Sa maturité des critères a renforcé la paix intérieure. Aureliano Segundo dedicaba entonces más horas a Petra Cotes, y aunque ya el cuerpo y el alma no le daban para parrandas como las de antes, no perdía ocasión de promoverlas y de desenfundar el acordeón, que ya tenía algunas teclas amarradas con cordones de zapatos. Aureliano Segundo then dedicated more hours to Petra Cotes, and although his body and soul no longer gave him time for partying like before, he did not miss an opportunity to promote them and to unsheath the accordion, which already had some keys tied with shoelaces. Aureliano Segundo a consacré plus d'heures à Petra Cotes à cette époque, et bien que son corps et son âme ne lui laissent plus de place pour des fêtes comme celles qu'il avait l'habitude de faire, il ne manquait jamais une occasion de les promouvoir et de déballer l'accordéon, qui avait déjà quelques clés attaché avec des lacets. En la casa, Amaranta bordaba su interminable mortaja, y Úrsula se dejaba arrastrar por la decrepitud hacia el fondo de las tinieblas, donde lo único que seguía siendo visible era el espectro de José Arcadio Buendía bajo el castaño. In the house, Amaranta embroidered her endless shroud, and Úrsula allowed herself to be dragged by decrepitude towards the bottom of the darkness, where the only thing that was still visible was the ghost of José Arcadio Buendía under the chestnut tree. Fernanda consolidó su autoridad. Fernanda consolidated her authority. Las cartas mensuales a su hijo José Arcadio no llevaban entonces una línea de mentira, y solamente le ocultaba su correspondencia con los médicos invisibles, que le habían diagnosticado un tumor benigno en el intestino grueso y estaban preparándola para practicarle una intervención telepática. The monthly letters to her son José Arcadio did not contain a line of lies, and she only hid from him her correspondence with the invisible doctors, who had diagnosed a benign tumor in her large intestine and were preparing her for a telepathic intervention.