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La Ciudad de las Bestias, Capítulo 07 El jaguar negro (1)

Capítulo 07 El jaguar negro (1)

Capítulo 7

El jaguar negro

Antes de partir, los miembros de la expedición fueron invitados al campamento de Mauro Carías. La doctora Omayra Torres se disculpó, dijo que debía enviar a los jóvenes mormones de vuelta a Manaos en un helicóptero del Ejército, porque habían empeorado. El campamento se componía de varios remolques, transportados mediante helicópteros y colocados en círculo en un claro del bosque, a un par de kilómetros de Santa María de la Lluvia. Sus instalaciones eran lujosas comparadas con las casuchas de techos de cinc de la aldea. Contaba con un generador de electricidad, antena de radio y paneles de energía solar.

Carías tenía recintos similares en varios puntos estratégicos del Amazonas para controlar sus múltiples negocios, desde la explotación de madera hasta las minas de oro, pero vivía lejos de allí. Decían que en Caracas, Río de Janeiro y Miami poseía mansiones dignas de un príncipe y en cada una mantenía a una esposa. Se desplazaba en su jet y su avioneta, también usaba los vehículos del Ejército, que algunos generales amigos suyos ponían a su disposición. En Santa María de la Lluvia no había un aeropuerto donde pudiera aterrizar su jet, de manera que utilizaba su avioneta bimotor, que comparada con el avioncito de César Santos, un decrépito pájaro de latas oxidadas, resultaba impresionante. A Kate Cold le llamó la atención que el campamento estuviera rodeado de alambres electrificados y custodiado por guardias.

—¿Qué puede tener este hombre aquí que requiera tanta vigilancia? —le comentó a su nieto.

Mauro Carías era de los pocos aventureros que se habían hecho ricos en el Amazonas. Miles y miles de garimpeiros se internaban a pie o en canoa por la selva y los ríos buscando minas de oro o yacimientos de diamantes, abriéndose paso a machetazos en la vegetación, comidos de hormigas, sanguijuelas y mosquitos. Muchos morían de malaria, otros a balazos, otros de hambre y soledad; sus cuerpos se pudrían en tumbas anónimas o se los comían los animales.

Decían que Carías había comenzado su fortuna con gallinas: las soltaba en la selva y después les abría el buche de un cuchillazo para cosechar las pepitas de oro que las infelices tragaban. Pero ése, como tantos otros chismes sobre el pasado de ese hombre, debía ser exagerado, porque en realidad el oro no estaba sembrado como maíz en el suelo del Amazonas. En todo caso, Carías nunca tuvo que arriesgar la salud como los míseros garimpeiros, porque tenía buenas conexiones y ojo para los negocios, sabía mandar y hacerse respetar; lo que no obtenía por las buenas, lo obtenía por la fuerza. Muchos murmuraban a sus espaldas que era un criminal, pero nadie se atrevía a decirlo en su cara; no se podía probar que tuviera sangre en las manos. De apariencia nada tenía de amenazador o sospechoso, era hombre simpático, apuesto, bronceado, con las manos cuidadas y los dientes blanquísimos, vestido con fina ropa deportiva. Hablaba con una voz melodiosa y miraba directo a los ojos, como si quisiera probar su franqueza en cada frase.

El empresario recibió a los miembros de la expedición del International Geographic en uno de los remolques acondicionado como salón, con todas las comodidades que no existían en el pueblo. Lo acompañaban dos mujeres jóvenes y atractivas, quienes servían los tragos y encendían los cigarros, pero no decían ni media palabra. Alex pensó que no hablaban inglés. Las comparó con Morgana, la chica que le robó la mochila en Nueva York, porque tenían la misma actitud insolente. Se sonrojó al pensar en Morgana y volvió a preguntarse cómo pudo ser tan inocente y dejarse engañar de esa manera. Ellas eran las únicas mujeres a la vista en el campamento, el resto eran hombres armados hasta los dientes.

El anfitrión les ofreció un delicioso almuerzo de quesos, carnes frías, mariscos, frutas, helados y otros lujos traídos de Caracas. Por primera vez desde que salió de su país, el muchacho americano pudo comer a gusto.

—Parece que conoces muy bien esta región, Santos. ¿Cuánto hace que vives aquí? —preguntó Mauro Carías al guía.

—Toda la vida. No podría vivir en otra parte —replicó éste.

—Me han dicho que tu mujer se enfermó aquí. Lo lamento mucho... No me extraña, muy pocos extranjeros sobreviven en este aislamiento y este clima. ¿Y esta niña, no va a la escuela? —Y Carías estiró la mano para tocar a Nadia, pero Borobá le mostró los dientes.

—No tengo que ir a la escuela. Sé leer y escribir —dijo Nadia enfática.

—Con eso ya no necesitas más, bonita —sonrió Carías.

—Nadia también conoce la naturaleza, habla inglés, español, portugués y varias lenguas de los indios —añadió el padre.

—¿Qué es eso que llevas al cuello, bonita? —preguntó Carías con su entonación cariñosa.

—Soy Nadia —dijo ella.

—Muéstrame tu collar, Nadia —sonrió el empresario, luciendo su perfecta dentadura.

—Es mágico, no me lo puedo quitar.

—¿Quieres venderlo? Te lo compro —se burló Mauro Carías.

—¡No! —gritó ella apartándose.

César Santos interrumpió para disculpar los modales ariscos de su hija. Estaba extrañado de que ese hombre tan importante perdiera el tiempo embromando a una criatura. Antes nadie se fijaba en Nadia, pero en los últimos meses su hija empezaba a llamar la atención y eso no le gustaba nada. Mauro Carías comentó que si la chica había vivido siempre en el Amazonas, no estaba preparada para la sociedad. ¿Qué futuro la esperaba? Parecía muy lista y con una buena educación podría llegar lejos, dijo. Incluso se ofreció para llevársela con él a la ciudad, donde podría mandarla a la escuela y convertirla en una señorita, como era debido.

—No puedo separarme de mi hija, pero se lo agradezco de todos modos —replicó Santos.

—Piénsalo, hombre. Yo sería como su padrino... —agregó el empresario.

—También puedo hablar con los animales —lo interrumpió Nadia.

Una carcajada general recibió las palabras de Nadia. Los únicos que no se rieron fueron su padre, Alex y Kate Cold.

—Si puedes hablar con los animales, tal vez puedas servirme de intérprete con una de mis mascotas. Vengan conmigo —los invitó el empresario con su suave entonación. Siguieron a Mauro Carías hasta un patio formado por los remolques colocados en círculo, en cuyo centro había una improvisada jaula hecha con palos y alambrado de gallinero. Adentro se paseaba un gran felino con la actitud enloquecida de las fieras en cautiverio. Era un jaguar negro, uno de los más hermosos ejemplares que se había visto por esos lados, con la piel lustrosa y ojos hipnóticos color topacio. Ante su presencia, Borobá lanzó un chillido agudo, saltó del hombro de Nadia y escapó a toda velocidad, seguido por la niña, quien lo llamaba en vano. Alex se sorprendió, pues hasta entonces no había visto al mono separarse voluntariamente de su ama. Los fotógrafos de inmediato enfocaron sus lentes hacia la fiera y también Kate Cold sacó del bolso su pequeña cámara automática. El profesor Leblanc se mantuvo a prudente distancia.

—Los jaguares negros son los animales más temibles de Sudamérica. No retroceden ante nada, son valientes —dijo Carías.

—Si lo admira, ¿por qué no lo suelta? Este pobre gato estaría mejor muerto que prisionero —apuntó César Santos.

—¿Soltarlo? ¡De ninguna manera, hombre! Tengo un pequeño zoológico en mi casa de Río de Janeiro. Estoy esperando que llegue una jaula apropiada para enviarlo allá.

Alex se había aproximado como en trance, fascinado por la visión de ese enorme felino. Su abuela le gritó una advertencia que él no oyó y avanzó hasta tocar con ambas manos el alambrado que lo separaba del animal. El jaguar se detuvo, lanzó un formidable gruñido y luego fijó su mirada amarilla en Alex; estaba inmóvil, con los músculos tensos, la piel color azabache palpitante. El muchacho se quitó los lentes, que había usado desde los siete años, y los dejó caer al suelo. Se encontraban tan cerca, que pudo distinguir cada manchita dorada en las pupilas de la fiera, mientras los ojos de ambos se trababan en un silencioso diálogo. Todo desapareció: se encontró solo frente al animal en una vasta planicie de oro, rodeado de altísimas torres negras, bajo un cielo blanco donde flotaban seis lunas transparentes, como medusas. Vio que el felino abría las fauces, donde brillaban sus grandes dientes perlados, y con una voz humana, pero que parecía provenir del fondo de una caverna, pronunciaba su nombre: Alexander. Y él respondía con su propia voz, pero que también sonaba cavernosa: Jaguar. El animal y el muchacho repitieron tres veces esas palabras, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, y entonces la arena de la planicie se volvió fosforescente, el cielo se tomó negro y las seis lunas empezaron a girar en sus órbitas y desplazarse como lentos cometas.

Entretanto Mauro Carías había impartido una orden y uno de sus empleados trajo un mono arrastrándolo de una cuerda. Al ver al jaguar el mono tuvo una reacción similar a la de Borobá, empezó a chillar y dar saltos y manotazos, pero no pudo soltarse. Carías lo cogió por el cuello y antes que nadie alcanzara a adivinar sus intenciones, abrió la jaula con un solo movimiento preciso y lanzó el aterrorizado animalito adentro.

Los fotógrafos, cogidos de sorpresa, debieron hacer un esfuerzo para recordar que tenían una cámara en las manos. Leblanc seguía fascinado por cada movimiento del infeliz simio, que trepaba por el alambrado buscando una salida, y de la fiera, que lo seguía con los ojos, agazapado, preparándose para el salto. Sin pensar lo que hacia, Alex se lanzó a la carrera, pisando y haciendo añicos sus lentes, que estaban todavía en el suelo. Se abalanzó hacia la puerta de la jaula dispuesto a rescatar a ambos animales, el mono de una muerte segura y el jaguar de su prisión. Al ver a su nieto abriendo la cerradura, Kate corrió también, pero antes que ella lo alcanzara dos de los empleados de Carías ya habían cogido al muchacho por los brazos y forcejeaban con él. Todo sucedió simultáneamente y tan rápido, que después Alex no pudo recordar la secuencia de los hechos. De un zarpazo el jaguar tumbó al mono y con un mordisco de sus temibles mandíbulas lo destrozó. La sangre salpicó en todas direcciones. En el mismo momento César Santos sacó su pistola del cinto y le disparó a la fiera un tiro preciso en la frente. Alex sintió el impacto como si la bala le hubiera dado a él entre los ojos y habría caído de espaldas si los guardias de Carías no lo hubieran tenido por los brazos prácticamente en vilo.

—¡Qué hiciste, desgraciado! —gritó el empresario, desenfundando también su arma y volviéndose hacia César Santos.

Sus guardias soltaron a Alex, quien perdió el equilibrio y cayó al suelo, para enfrentar al guía, pero no se atrevieron a ponerle las manos encima porque éste aún empuñaba la pistola humeante.

—Lo puse en libertad —replicó César Santos con pasmosa tranquilidad.

Mauro Carías hizo un esfuerzo por controlarse. Comprendió que no podía batirse a tiros con él delante de los periodistas y de Leblanc.

—¡Calma! —ordenó Mauro Carías a los guardias.

—¡Lo mató! ¡Lo mató! —repetía Leblanc, rojo de excitación. La muerte del mono y luego la del felino lo habían puesto frenético, actuaba como ebrio.

—No se preocupe, profesor Leblanc, puedo obtener cuantos animales quiera. Disculpen, me temo que éste fue un espectáculo poco apropiado para corazones blandos —dijo Carías.

Kate Cold ayudó a su nieto a ponerse en pie, luego tomó a César Santos por un brazo y lo condujo a la salida, sin dar tiempo a que la situación se pusiera más violenta. El guía se dejó llevar por la escritora y salieron, seguidos por Alex. Fuera encontraron a Nadia con el espantado Borobá enrollado en su cintura. Alex intentó explicar a Nadia lo que había ocurrido entre el jaguar y él antes que Mauro Carías introdujera al mono en la jaula, pero todo se confundía en su mente. Había sido una experiencia tan real, que el muchacho podía jurar que por unos minutos estuvo en otro mundo, en un mundo de arenas radiantes y seis lunas girando en el firmamento, un mundo donde el jaguar y él se fundieron en una sola voz. Aunque le fallaban las palabras para contar a su amiga lo que había sentido, ella pareció comprenderlo sin necesidad de oír los detalles.

Capítulo 07 El jaguar negro (1) Kapitel 07 Der schwarze Jaguar (1) Chapter 07 The black jaguar (1) فصل 07 جگوار سیاه (1) Chapitre 07 Le jaguar noir (1) Capitolo 07 Il giaguaro nero (1) Capítulo 07 O Jaguar Preto (1)

Capítulo 7

El jaguar negro

Antes de partir, los miembros de la expedición fueron invitados al campamento de Mauro Carías. Vor der Abreise wurden die Expeditionsmitglieder in das Lager von Mauro Carías eingeladen. La doctora Omayra Torres se disculpó, dijo que debía enviar a los jóvenes mormones de vuelta a Manaos en un helicóptero del Ejército, porque habían empeorado. Dr. Omayra Torres entschuldigte sich und sagte, sie habe die mormonischen Jugendlichen mit einem Armeehubschrauber nach Manaus zurückschicken müssen, weil sie sich verschlechtert hätten. Doctor Omayra Torres apologized, saying that she should send the young Mormons back to Manaus in an Army helicopter, because they had gotten worse. El campamento se componía de varios remolques, transportados mediante helicópteros y colocados en círculo en un claro del bosque, a un par de kilómetros de Santa María de la Lluvia. Das Lager bestand aus mehreren Anhängern, die per Hubschrauber transportiert und kreisförmig auf einer Waldlichtung einige Kilometer von Santa Maria de la Lluvia entfernt aufgestellt wurden. The camp was made up of several trailers, transported by helicopter and placed in a circle in a clearing in the forest, a couple of kilometers from Santa María de la Lluvia. Le camp se composait de plusieurs remorques, transportées par hélicoptère et installées en cercle dans une clairière à quelques kilomètres de Santa Maria de la Lluvia. Sus instalaciones eran lujosas comparadas con las casuchas de techos de cinc de la aldea. Im Vergleich zu den zinkgedeckten Hütten des Dorfes waren ihre Einrichtungen luxuriös. Contaba con un generador de electricidad, antena de radio y paneles de energía solar. Es hatte einen Stromgenerator, eine Radioantenne und Solarzellen.

Carías tenía recintos similares en varios puntos estratégicos del Amazonas para controlar sus múltiples negocios, desde la explotación de madera hasta las minas de oro, pero vivía lejos de allí. Carías besaß ähnliche Anlagen an mehreren strategischen Punkten im Amazonasgebiet, um seine zahlreichen Geschäfte zu kontrollieren, von der Holzausbeutung bis zum Goldabbau, aber er lebte weit weg von dort. Carías had similar facilities at various strategic points in the Amazon to control his many businesses, from logging to gold mining, but he lived far from there. Carías possédait des complexes similaires en plusieurs points stratégiques de l'Amazonie pour contrôler ses multiples activités, de l'exploitation du bois à celle de l'or, mais il vivait loin de là. Decían que en Caracas, Río de Janeiro y Miami poseía mansiones dignas de un príncipe y en cada una mantenía a una esposa. Se desplazaba en su jet y su avioneta, también usaba los vehículos del Ejército, que algunos generales amigos suyos ponían a su disposición. He traveled in his jet and his plane, he also used Army vehicles, which some general friends of his made available to him. En Santa María de la Lluvia no había un aeropuerto donde pudiera aterrizar su jet, de manera que utilizaba su avioneta bimotor, que comparada con el avioncito de César Santos, un decrépito pájaro de latas oxidadas, resultaba impresionante. À Santa María de la Lluvia, il n'y a pas d'aéroport où il pourrait faire atterrir son jet. Il utilise donc son bimoteur, qui est impressionnant par rapport au petit avion de César Santos, un oiseau décrépit fait de boîtes de conserve rouillées. A Kate Cold le llamó la atención que el campamento estuviera rodeado de alambres electrificados y custodiado por guardias. Kate Cold was struck by the fact that the camp was surrounded by electrified wires and guarded by guards. Kate Cold a été frappée par le fait que le camp était entouré de fils électrifiés et surveillé par des gardes.

—¿Qué puede tener este hombre aquí que requiera tanta vigilancia? "What can this man have here that requires such vigilance?" —le comentó a su nieto.

Mauro Carías era de los pocos aventureros que se habían hecho ricos en el Amazonas. Mauro Carías was one of the few adventurers who had become rich in the Amazon. Miles y miles de garimpeiros se internaban a pie o en canoa por la selva y los ríos buscando minas de oro o yacimientos de diamantes, abriéndose paso a machetazos en la vegetación, comidos de hormigas, sanguijuelas y mosquitos. Des milliers et des milliers de garimpeiros ont parcouru la jungle et les rivières à la recherche de mines d'or ou de gisements de diamants, se frayant un chemin dans la végétation, dévorés par les fourmis, les sangsues et les moustiques. Muchos morían de malaria, otros a balazos, otros de hambre y soledad; sus cuerpos se pudrían en tumbas anónimas o se los comían los animales. Beaucoup sont morts de la malaria, d'autres des balles, d'autres encore de la faim et de la solitude ; leurs corps ont pourri dans des tombes anonymes ou ont été dévorés par les animaux.

Decían que Carías había comenzado su fortuna con gallinas: las soltaba en la selva y después les abría el buche de un cuchillazo para cosechar las pepitas de oro que las infelices tragaban. They said that Carías had started his fortune with chickens: he would release them in the jungle and then open their crop with a knife to harvest the gold nuggets that the unfortunate women swallowed. Ils racontent que Carías a commencé sa fortune avec des poulets : il les lâchait dans la jungle et ouvrait ensuite leur jabot pour récolter les pépites d'or que les malheureux poulets avalaient. Pero ése, como tantos otros chismes sobre el pasado de ese hombre, debía ser exagerado, porque en realidad el oro no estaba sembrado como maíz en el suelo del Amazonas. Mais cela, comme beaucoup de ragots sur le passé de cet homme, a dû être exagéré, car en réalité l'or n'a pas été planté comme le maïs dans le sol de l'Amazonie. En todo caso, Carías nunca tuvo que arriesgar la salud como los míseros garimpeiros, porque tenía buenas conexiones y ojo para los negocios, sabía mandar y hacerse respetar; lo que no obtenía por las buenas, lo obtenía por la fuerza. In any case, Carías never had to risk his health like the miserable gold-diggers, because he had good connections and an eye for business, he knew how to command and command respect; what he did not get by force, he got by force. En tout cas, Carías n'a jamais eu à risquer sa santé comme les misérables garimpeiros, car il avait de bonnes relations et le sens des affaires, il savait commander et se faire respecter ; ce qu'il n'obtenait pas par la force, il l'obtenait par la force. Muchos murmuraban a sus espaldas que era un criminal, pero nadie se atrevía a decirlo en su cara; no se podía probar que tuviera sangre en las manos. Many whispered behind his back that he was a criminal, but no one dared say it to his face; there was no proof that he had blood on his hands. De apariencia nada tenía de amenazador o sospechoso, era hombre simpático, apuesto, bronceado, con las manos cuidadas y los dientes blanquísimos, vestido con fina ropa deportiva. En apparence, il n'avait rien de menaçant ou de suspect, c'était un bel homme bronzé aux mains manucurées et aux dents très blanches, vêtu d'une belle tenue de sport. Hablaba con una voz melodiosa y miraba directo a los ojos, como si quisiera probar su franqueza en cada frase. He spoke with a melodious voice and looked straight into his eyes, as if he wanted to test his frankness in each sentence.

El empresario recibió a los miembros de la expedición del International Geographic en uno de los remolques acondicionado como salón, con todas las comodidades que no existían en el pueblo. The businessman received the members of the International Geographic expedition in one of the trailers set up as a living room, with all the comforts that did not exist in the village. L'homme d'affaires a reçu les membres de l'expédition International Geographic dans l'une des remorques aménagées en salon, avec tout le confort qui n'existait pas dans le village. Lo acompañaban dos mujeres jóvenes y atractivas, quienes servían los tragos y encendían los cigarros, pero no decían ni media palabra. He was accompanied by two attractive young women, who served the drinks and lit the cigars, but did not say a word. Il était accompagné de deux jolies jeunes femmes qui servaient les boissons et allumaient les cigares, mais ne disaient pas un mot. Alex pensó que no hablaban inglés. Las comparó con Morgana, la chica que le robó la mochila en Nueva York, porque tenían la misma actitud insolente. He compared them to Morgana, the girl who stole his backpack in New York, because they had the same insolent attitude. Se sonrojó al pensar en Morgana y volvió a preguntarse cómo pudo ser tan inocente y dejarse engañar de esa manera. He blushed at the thought of Morgana and wondered again how he could be so innocent and let himself be fooled like that. Ellas eran las únicas mujeres a la vista en el campamento, el resto eran hombres armados hasta los dientes.

El anfitrión les ofreció un delicioso almuerzo de quesos, carnes frías, mariscos, frutas, helados y otros lujos traídos de Caracas. L'hôte leur a offert un délicieux déjeuner composé de fromages, de charcuteries, de fruits de mer, de fruits, de glaces et d'autres produits de luxe apportés de Caracas. Por primera vez desde que salió de su país, el muchacho americano pudo comer a gusto.

—Parece que conoces muy bien esta región, Santos. ¿Cuánto hace que vives aquí? —preguntó Mauro Carías al guía.

—Toda la vida. No podría vivir en otra parte —replicó éste.

—Me han dicho que tu mujer se enfermó aquí. "I've been told your wife got sick here." Lo lamento mucho... No me extraña, muy pocos extranjeros sobreviven en este aislamiento y este clima. I'm very sorry... It doesn't surprise me, very few foreigners survive in this isolation and this climate. ¿Y esta niña, no va a la escuela? —Y Carías estiró la mano para tocar a Nadia, pero Borobá le mostró los dientes. —And Carías stretched out his hand to touch Nadia, but Borobá showed him his teeth.

—No tengo que ir a la escuela. "I don't have to go to school. Sé leer y escribir —dijo Nadia enfática. I know how to read and write,” Nadia said emphatically.

—Con eso ya no necesitas más, bonita —sonrió Carías. -C'est tout ce qu'il te faut, ma belle", sourit Carías.

—Nadia también conoce la naturaleza, habla inglés, español, portugués y varias lenguas de los indios —añadió el padre. "Nadia also knows nature, speaks English, Spanish, Portuguese, and various languages of the Indians," the father added.

—¿Qué es eso que llevas al cuello, bonita? "What's that you're wearing around your neck, pretty?" —preguntó Carías con su entonación cariñosa.

—Soy Nadia —dijo ella.

—Muéstrame tu collar, Nadia —sonrió el empresario, luciendo su perfecta dentadura.

—Es mágico, no me lo puedo quitar. It's magical, I can't take it off.

—¿Quieres venderlo? Te lo compro —se burló Mauro Carías. I'll buy it for you," Mauro Carías mocked.

—¡No! —gritó ella apartándose. she yelled, pulling away.

César Santos interrumpió para disculpar los modales ariscos de su hija. César Santos interrupted to apologize for his daughter's surly manners. César Santos s'interrompt pour s'excuser de l'attitude revêche de sa fille. Estaba extrañado de que ese hombre tan importante perdiera el tiempo embromando a una criatura. He was surprised that such an important man wasted his time teasing a child. Il s'étonne qu'un homme aussi important perde son temps à taquiner une créature. Antes nadie se fijaba en Nadia, pero en los últimos meses su hija empezaba a llamar la atención y eso no le gustaba nada. Before, no one noticed Nadia, but in recent months her daughter was beginning to attract attention and she did not like that at all. Avant, personne ne remarquait Nadia, mais ces derniers mois, sa fille a commencé à attirer l'attention, ce qui ne lui plaît pas du tout. Mauro Carías comentó que si la chica había vivido siempre en el Amazonas, no estaba preparada para la sociedad. ¿Qué futuro la esperaba? Parecía muy lista y con una buena educación podría llegar lejos, dijo. Incluso se ofreció para llevársela con él a la ciudad, donde podría mandarla a la escuela y convertirla en una señorita, como era debido. He even offered to take her with him to the city, where he could send her to school and make a proper lady out of her. Il lui a même proposé de l'emmener avec lui à la ville, où il pourrait l'envoyer à l'école et en faire une jeune fille digne de ce nom.

—No puedo separarme de mi hija, pero se lo agradezco de todos modos —replicó Santos.

—Piénsalo, hombre. “Think about it, man. Yo sería como su padrino... —agregó el empresario. I would be like his godfather... -added the businessman.

—También puedo hablar con los animales —lo interrumpió Nadia. "I can also talk to animals," Nadia interrupted.

Una carcajada general recibió las palabras de Nadia. A general laugh received Nadia's words. Los únicos que no se rieron fueron su padre, Alex y Kate Cold. The only ones who didn't laugh were her father, Alex, and Kate Cold.

—Si puedes hablar con los animales, tal vez puedas servirme de intérprete con una de mis mascotas. "If you can talk to animals, maybe you can interpret for me with one of my pets." Vengan conmigo —los invitó el empresario con su suave entonación. Come with me —invited the businessman with his soft intonation. Siguieron a Mauro Carías hasta un patio formado por los remolques colocados en círculo, en cuyo centro había una improvisada jaula hecha con palos y alambrado de gallinero. They followed Mauro Carías to a courtyard formed by the trailers arranged in a circle, in the center of which was an improvised cage made of sticks and chicken wire. Ils ont suivi Mauro Carías jusqu'à une cour formée par les caravanes disposées en cercle, au centre de laquelle se trouvait une cage de fortune faite de bâtons et de grillage à poulets. Adentro se paseaba un gran felino con la actitud enloquecida de las fieras en cautiverio. Inside, a big cat was walking with the crazy attitude of wild beasts in captivity. À l'intérieur, un gros chat se promenait avec l'attitude folle des bêtes sauvages en captivité. Era un jaguar negro, uno de los más hermosos ejemplares que se había visto por esos lados, con la piel lustrosa y ojos hipnóticos color topacio. It was a black jaguar, one of the most beautiful specimens that had been seen in those parts, with lustrous skin and hypnotic topaz-colored eyes. Ante su presencia, Borobá lanzó un chillido agudo, saltó del hombro de Nadia y escapó a toda velocidad, seguido por la niña, quien lo llamaba en vano. In his presence, Borobá let out a high-pitched squeal, jumped off Nadia's shoulder, and ran away at full speed, followed by the girl, who called to him in vain. Alex se sorprendió, pues hasta entonces no había visto al mono separarse voluntariamente de su ama. Alex was surprised, for until then he had not seen the monkey voluntarily separate from its mistress. Los fotógrafos de inmediato enfocaron sus lentes hacia la fiera y también Kate Cold sacó del bolso su pequeña cámara automática. The photographers immediately focused their lenses on the beast and Kate Cold also took her small automatic camera out of her bag. Les photographes ont immédiatement braqué leurs objectifs sur la bête et Kate Cold a également sorti son petit appareil photo automatique de son sac. El profesor Leblanc se mantuvo a prudente distancia.

—Los jaguares negros son los animales más temibles de Sudamérica. No retroceden ante nada, son valientes —dijo Carías.

—Si lo admira, ¿por qué no lo suelta? -Si vous l'admirez, pourquoi ne pas le laisser partir ? Este pobre gato estaría mejor muerto que prisionero —apuntó César Santos. This poor cat would be better off dead than prisoner,” César Santos pointed out.

—¿Soltarlo? ¡De ninguna manera, hombre! No way, man! Tengo un pequeño zoológico en mi casa de Río de Janeiro. Estoy esperando que llegue una jaula apropiada para enviarlo allá.

Alex se había aproximado como en trance, fascinado por la visión de ese enorme felino. Su abuela le gritó una advertencia que él no oyó y avanzó hasta tocar con ambas manos el alambrado que lo separaba del animal. Sa grand-mère lui lance un avertissement qu'il n'entend pas, et il avance jusqu'à toucher des deux mains le grillage qui le sépare de l'animal. El jaguar se detuvo, lanzó un formidable gruñido y luego fijó su mirada amarilla en Alex; estaba inmóvil, con los músculos tensos, la piel color azabache palpitante. The jaguar paused, let out a formidable growl and then fixed his yellow gaze on Alex; he was motionless, muscles tense, jet-colored skin throbbing. Le jaguar s'arrêta, poussa un formidable grognement et fixa son regard jaune sur Alex, qui resta immobile, les muscles tendus, la peau de jais palpitante. El muchacho se quitó los lentes, que había usado desde los siete años, y los dejó caer al suelo. The boy took off his glasses, which he had worn since he was seven years old, and dropped them on the floor. Se encontraban tan cerca, que pudo distinguir cada manchita dorada en las pupilas de la fiera, mientras los ojos de ambos se trababan en un silencioso diálogo. They were so close that he could distinguish each golden speck in the beast's pupils, while their eyes locked in a silent dialogue. Ils étaient si proches qu'il pouvait distinguer chaque grain d'or dans les pupilles de la bête, tandis que leurs yeux se verrouillaient dans un dialogue silencieux. Todo desapareció: se encontró solo frente al animal en una vasta planicie de oro, rodeado de altísimas torres negras, bajo un cielo blanco donde flotaban seis lunas transparentes, como medusas. Everything disappeared: he found himself alone facing the animal on a vast golden plain, surrounded by soaring black towers, under a white sky where six transparent moons floated, like jellyfish. Tout disparaît : il se retrouve seul face à l'animal sur une vaste plaine dorée, entourée d'imposantes tours noires, sous un ciel blanc où flottent, telles des méduses, six lunes transparentes. Vio que el felino abría las fauces, donde brillaban sus grandes dientes perlados, y con una voz humana, pero que parecía provenir del fondo de una caverna, pronunciaba su nombre: Alexander. He saw the feline open its jaws, where its great pearly teeth shone, and with a human voice, but which seemed to come from the depths of a cavern, pronounced his name: Alexander. Il vit le félin ouvrir ses mâchoires, où brillaient ses grandes dents nacrées, et d'une voix humaine, mais qui semblait venir du fond d'une caverne, prononcer son nom : Alexandre. Y él respondía con su propia voz, pero que también sonaba cavernosa: Jaguar. El animal y el muchacho repitieron tres veces esas palabras, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, y entonces la arena de la planicie se volvió fosforescente, el cielo se tomó negro y las seis lunas empezaron a girar en sus órbitas y desplazarse como lentos cometas. The animal and the boy repeated those words three times, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, Alexander, Jaguar, and then the sand on the plain turned phosphorescent, the sky turned black and the six moons began to turn in their orbits and move like slow comets.

Entretanto Mauro Carías había impartido una orden y uno de sus empleados trajo un mono arrastrándolo de una cuerda. Meanwhile Mauro Carías had given an order and one of his employees brought a monkey dragging it by a rope. Entre-temps, Mauro Carías avait donné un ordre et l'un de ses employés avait apporté un singe qu'il traînait au bout d'une corde. Al ver al jaguar el mono tuvo una reacción similar a la de Borobá, empezó a chillar y dar saltos y manotazos, pero no pudo soltarse. Upon seeing the jaguar, the monkey had a similar reaction to Borobá's, it began to scream and jump and slap its hands, but it could not let go. À la vue du jaguar, le singe a eu une réaction similaire à celle de Borobá, il s'est mis à crier, à sauter et à se taper les mains, mais il ne pouvait pas lâcher prise. Carías lo cogió por el cuello y antes que nadie alcanzara a adivinar sus intenciones, abrió la jaula con un solo movimiento preciso y lanzó el aterrorizado animalito adentro. Carías grabbed him by the neck and before anyone could guess his intentions, he opened the cage with a single precise movement and threw the terrified little animal inside.

Los fotógrafos, cogidos de sorpresa, debieron hacer un esfuerzo para recordar que tenían una cámara en las manos. The photographers, taken by surprise, had to make an effort to remember that they had a camera in their hands. Leblanc seguía fascinado por cada movimiento del infeliz simio, que trepaba por el alambrado buscando una salida, y de la fiera, que lo seguía con los ojos, agazapado, preparándose para el salto. Leblanc continued to be fascinated by every movement of the unfortunate ape, who was climbing the wire fence looking for a way out, and of the beast, which was following him with its eyes, crouching, preparing to jump. Leblanc reste fasciné par chaque mouvement du malheureux singe, qui escalade le grillage à la recherche d'une issue, et de la bête, qui le suit des yeux, accroupie, se préparant au saut. Sin pensar lo que hacia, Alex se lanzó a la carrera, pisando y haciendo añicos sus lentes, que estaban todavía en el suelo. Without thinking what he was doing, Alex ran forward, stepping on his glasses and smashing them, which were still on the ground. Sans réfléchir à ce qu'il faisait, Alex s'est précipité vers l'avant, marchant sur ses lunettes, qui sont restées par terre, et les brisant. Se abalanzó hacia la puerta de la jaula dispuesto a rescatar a ambos animales, el mono de una muerte segura y el jaguar de su prisión. He rushed to the cage door ready to rescue both animals, the monkey from certain death and the jaguar from its prison. Il se précipite vers la porte de la cage, prêt à sauver les deux animaux, le singe d'une mort certaine et le jaguar de sa prison. Al ver a su nieto abriendo la cerradura, Kate corrió también, pero antes que ella lo alcanzara dos de los empleados de Carías ya habían cogido al muchacho por los brazos y forcejeaban con él. Seeing her grandson opening the lock, Kate ran too, but before she reached him two of Carías's employees had already grabbed the boy by the arms and were struggling with him. Voyant son petit-fils crocheter la serrure, Kate a couru à son tour, mais avant qu'elle ne puisse l'atteindre, deux employés de Carías avaient déjà attrapé le garçon par les bras et se débattaient avec lui. Todo sucedió simultáneamente y tan rápido, que después Alex no pudo recordar la secuencia de los hechos. De un zarpazo el jaguar tumbó al mono y con un mordisco de sus temibles mandíbulas lo destrozó. With a claw blow, the jaguar knocked the monkey down and with a bite from its fearsome jaws it destroyed it. D'un coup de patte, le jaguar a renversé le singe et, d'un seul coup de ses redoutables mâchoires, il l'a déchiqueté. La sangre salpicó en todas direcciones. Blood splattered in all directions. En el mismo momento César Santos sacó su pistola del cinto y le disparó a la fiera un tiro preciso en la frente. At the same moment, César Santos took out his pistol from his belt and fired a precise shot at the beast in the forehead. Au même moment, César Santos sort son pistolet de sa ceinture et tire une balle dans le front de la bête. Alex sintió el impacto como si la bala le hubiera dado a él entre los ojos y habría caído de espaldas si los guardias de Carías no lo hubieran tenido por los brazos prácticamente en vilo. Alex felt the impact as if the bullet had hit him between the eyes and he would have fallen backwards if Carías's guards hadn't had his arms practically in suspense. Alex a senti l'impact comme si la balle l'avait frappé entre les deux yeux et il serait tombé à la renverse si les gardes de Charias ne l'avaient pas tenu par les bras, pratiquement la tête en bas.

—¡Qué hiciste, desgraciado! "What did you do, wretch?" —gritó el empresario, desenfundando también su arma y volviéndose hacia César Santos. the businessman shouted, also drawing his gun and turning to César Santos. -s'écrie l'homme d'affaires, qui sort lui aussi son arme et se tourne vers César Santos.

Sus guardias soltaron a Alex, quien perdió el equilibrio y cayó al suelo, para enfrentar al guía, pero no se atrevieron a ponerle las manos encima porque éste aún empuñaba la pistola humeante. His guards released Alex, who lost his balance and fell to the ground, to face the guide, but they didn't dare put their hands on him because he still had the smoking gun in his hand. Ses gardes libèrent Alex, qui perd l'équilibre et tombe au sol, pour affronter le guide, mais n'osent pas mettre la main sur lui parce qu'il tient toujours le pistolet fumant.

—Lo puse en libertad —replicó César Santos con pasmosa tranquilidad. "I set him free," replied César Santos with astonishing calm. -Je l'ai relâché", répond César Santos avec un calme étonnant.

Mauro Carías hizo un esfuerzo por controlarse. Mauro Carías made an effort to control himself. Comprendió que no podía batirse a tiros con él delante de los periodistas y de Leblanc. He understood that he could not shoot him in front of the journalists and Leblanc. Il se rend compte qu'il ne peut pas l'abattre devant les journalistes et Leblanc.

—¡Calma! —ordenó Mauro Carías a los guardias. Mauro Carías ordered the guards.

—¡Lo mató! -I kill him! ¡Lo mató! —repetía Leblanc, rojo de excitación. La muerte del mono y luego la del felino lo habían puesto frenético, actuaba como ebrio. The death of the monkey and then that of the cat had made him frantic, he was acting drunk.

—No se preocupe, profesor Leblanc, puedo obtener cuantos animales quiera. "Don't worry, Professor Leblanc, I can get as many animals as I want." Disculpen, me temo que éste fue un espectáculo poco apropiado para corazones blandos —dijo Carías. Excuse me, I'm afraid this was an inappropriate spectacle for soft hearts,” said Carías.

Kate Cold ayudó a su nieto a ponerse en pie, luego tomó a César Santos por un brazo y lo condujo a la salida, sin dar tiempo a que la situación se pusiera más violenta. Kate Cold helped her grandson to his feet, then took César Santos by the arm and led him to the exit, without giving time for the situation to become more violent. El guía se dejó llevar por la escritora y salieron, seguidos por Alex. The guide was carried away by the writer and they left, followed by Alex. Fuera encontraron a Nadia con el espantado Borobá enrollado en su cintura. Outside they found Nadia with the frightened Borobá wrapped around her waist. À l'extérieur, ils ont trouvé Nadia avec le Borobá effrayé enroulé autour de sa taille. Alex intentó explicar a Nadia lo que había ocurrido entre el jaguar y él antes que Mauro Carías introdujera al mono en la jaula, pero todo se confundía en su mente. Había sido una experiencia tan real, que el muchacho podía jurar que por unos minutos estuvo en otro mundo, en un mundo de arenas radiantes y seis lunas girando en el firmamento, un mundo donde el jaguar y él se fundieron en una sola voz. Aunque le fallaban las palabras para contar a su amiga lo que había sentido, ella pareció comprenderlo sin necesidad de oír los detalles. Bien que les mots lui manquent pour dire à son amie ce qu'elle a ressenti, celle-ci semble comprendre sans avoir besoin d'entendre les détails.