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La Ciudad de las Bestias, Capítulo 02 La excéntrica abuela (2)

Capítulo 02 La excéntrica abuela (2)

—Me muero por un pito —dijo.

Alex le señaló el aviso que prohibía fumar en el bus. Ella echó una mirada a su entorno. Nadie les prestaba atención; había varios asientos vacíos a su alrededor y los otros pasajeros leían o dormitaban. Al comprobar que nadie se fijaba en ellos, se metió la mano en la blusa y extrajo del pecho una bolsita mugrienta. Le dio un breve codazo sacudiendo la bolsa delante de sus narices.

—Hierba —murmuró.

Alexander Cold negó con la cabeza. No se consideraba un puritano, ni mucho menos, había probado marihuana y alcohol algunas veces, como casi todos sus compañeros en la secundaria, pero no lograba comprender su atractivo, excepto el hecho de que estaban prohibidos. No le gustaba perder el control. Escalando montañas le había tomado el gusto a la exaltación de tener el control del cuerpo y de la mente. Volvía de esas excursiones con su padre agotado, adolorido y hambriento, pero absolutamente feliz, lleno de energía, orgulloso de haber vencido una vez más sus temores y los obstáculos de la montaña. Se sentía electrizado, poderoso, casi invencible. En esas ocasiones su padre le daba una palmada amistosa en la espalda, a modo de premio por la proeza, pero nada decía para no alimentar su vanidad. John Cold no era amigo de lisonjas, costaba mucho ganarse una palabra de elogio de su parte, pero su hijo no esperaba oírla, le bastaba esa palmada viril.

Imitando a su padre, Alex había aprendido a cumplir con sus obligaciones lo mejor posible, sin presumir de nada, pero secretamente se jactaba de tres virtudes que consideraba suyas: valor para escalar montañas, talento para tocar la flauta y claridad para pensar. Era más difícil reconocer sus defectos, aunque se daba cuenta de que había por lo menos dos que debía tratar de mejorar, tal como le había hecho notar su madre en más de una ocasión: su escepticismo, que lo hacía dudar de casi todo, y su mal carácter, que lo hacía explotar en el momento menos pensado. Esto era algo nuevo, porque tan sólo unos meses antes era confiado y andaba siempre de buen humor. Su madre aseguraba que eran cosas de la edad y que se le pasarían, pero él no estaba tan seguro como ella. En todo caso, no le atraía el ofrecimiento de Morgana. En las oportunidades en que había probado drogas no había sentido que volaba al paraíso, como decían algunos de sus amigos, sino que se le llenaba la cabeza de humo y se le ponían las piernas como lana. Para él no había ningún estímulo mayor que balancearse de una cuerda en el aire a cien metros de altura, sabiendo exactamente cuál era el paso siguiente que debía dar. No, las drogas no eran para él. Tampoco el cigarrillo, porque necesitaba pulmones sanos para escalar y tocar la flauta. No pudo evitar una breve sonrisa al acordarse del método empleado por su abuela Kate para cortarle de raíz la tentación del tabaco. Entonces él tenía once años y, a pesar de que su padre le había dado el sermón sobre el cáncer al pulmón y otras consecuencias de la nicotina, solía fumar a escondidas con sus amigos detrás del gimnasio. Kate Cold llegó a pasar con ellos la Navidad y con su nariz de sabueso no tardó en descubrir el olor, a pesar de la goma de mascar y el agua de colonia con que él procuraba disimularlo.

—¿Fumando tan joven, Alexander? —le preguntó de muy buen humor. Él intentó negarlo, pero ella no le dio tiempo—. Acompáñame, vamos a dar un paseo —dijo.

El chico subió al coche, se colocó el cinturón de seguridad bien apretado y murmuró entre dientes un conjuro de buena suerte, porque su abuela era una terrorista del volante. Con la disculpa de que en Nueva York nadie tenía auto, manejaba como si la persiguieran. Lo condujo a trompicones y frenazos hasta el supermercado, donde adquirió cuatro grandes cigarros de tabaco negro; luego se lo llevó a una calle tranquila, estacionó lejos de miradas indiscretas y procedió a encender un puro para cada uno. Fumaron y fumaron con las puertas y ventanas cerradas hasta que el humo les impedía ver a través de las ventanillas. Alex sentía que la cabeza le daba vueltas y el estómago le subía y le bajaba. Pronto ya no pudo más, abrió la portezuela y se dejó caer como una bolsa en la calle, enfermo hasta el alma. Su abuela esperó sonriendo a que acabara de vaciar el estómago, sin ofrecerse para sostenerle la frente y consolarlo, como hubiera hecho su madre, y luego encendió otro cigarro y se lo pasó.

—Vamos, Alexander, pruébame que eres un hombre y fúmate otro —lo desafió, de lo más divertida.

Durante los dos días siguientes el muchacho debió quedarse en la cama, verde como una lagartija y convencido de que las náuseas y el dolor de cabeza iban a matarlo. Su padre creyó que era un virus y su madre sospechó al punto de su suegra, pero no se atrevió a acusarla directamente de envenenar al nieto. Desde entonces el hábito de fumar, que tanto éxito tenía entre algunos de sus amigos, a Alex le revolvía las tripas.

—Esta hierba es de la mejor —insistió Morgana señalando el contenido de su bolsita—. También tengo esto, si prefieres —agregó mostrándole dos pastillas blancas en la palma de la mano.

Alex volvió a fijar la vista en la ventanilla del bus, sin responder. Sabía por experiencia que era mejor callarse o cambiar el tema. Cualquier cosa que dijera iba a sonar estúpida y la chica iba a pensar que era un mocoso o que tenía ideas religiosas fundamentalistas. Morgana se encogió de hombros y guardó sus tesoros en espera de una ocasión más apropiada. Estaban llegando a la estación de buses, en pleno centro de la ciudad, y debían bajarse. A esa hora todavía no había disminuido el tráfico ni la gente en las calles y aunque las oficinas y comercios estaban cerrados, había bares, teatros, cafeterías y restaurantes abiertos. Alex se cruzaba con la gente sin distinguir sus rostros, sólo sus figuras encorvadas envueltas en abrigos oscuros, caminando deprisa. Vio unos bultos tirados por el suelo junto a unas rejillas en las aceras, por donde surgían columnas de vapor. Comprendió que eran vagabundos durmiendo acurrucados junto a los huecos de calefacción de los edificios, única fuente de calor en la noche invernal.

Las duras luces de neón y los focos de los vehículos daban a las calles mojadas y sucias un aspecto irreal. Por las esquinas había cerros de bolsas negras, algunas rotas y con la basura desparramada. Una mendiga envuelta en un harapiento abrigo escarbaba en las bolsas con un palo, mientras recitaba una letanía eterna en un idioma inventado. Alex debió saltar a un lado para esquivar a una rata con la cola mordida y sangrante, que estaba en el medio de la acera y no se movió cuando pasaron. Los bocinazos del tráfico, las sirenas de la policía y de vez en cuando el ulular de una ambulancia cortaban el aire. Un hombre joven, muy alto y desgarbado, pasó gritando que el mundo se iba a acabar y le puso en la mano una hoja de papel arrugada, en la cual aparecía una rubia de labios gruesos y medio desnuda ofreciendo masajes. Alguien en patines con audífonos en las orejas lo atropelló, lanzándolo contra la pared. «¡Mira por dónde vas, imbécil!», gritó el agresor.

Alexander sintió que la herida de la mano comenzaba a latir de nuevo. Pensó que se encontraba sumido en una pesadilla de ciencia ficción, en una pavorosa megápolis de cemento, acero, vidrio, polución y soledad. Lo invadió una oleada de nostalgia por el lugar junto al mar donde había pasado su vida. Ese pueblo tranquilo y aburrido, de donde tan a menudo había querido escapar, ahora le parecía maravilloso Morgana interrumpió sus lúgubres pensamientos

—Estoy muerta de hambre. ¿Podríamos comer algo? —sugirió.

—Ya es tarde, debo llegar donde mi abuela —se disculpó él.

—Tranquilo, hombre, te voy a llevar donde tu abuela. Estamos cerca, pero nos vendría bien echarnos algo a la panza —insistió ella.

Sin darle ocasión de negarse, lo arrastró de un brazo al interior de un ruidoso local que olía a cerveza, café rancio y fritanga. Detrás de un largo mesón de formica había un par de empleados asiáticos sirviendo unos platos grasientos Morgana se instaló en un taburete frente al mesón y procedió a estudiar el menú, escrito con tiza en una pizarra en la pared. Alex comprendió que le tocaría pagar la comida y se dirigió al baño para rescatar los billetes que llevaba escondidos en las botas.

Las paredes del servicio estaban cubiertas de palabrotas y dibujos obscenos, por el suelo había papeles arrugados y charcos de agua, que goteaba de las cañerías oxidadas. Entró en un cubículo, cerró la puerta con pestillo, dejó la mochila en el suelo y, a pesar del asco, tuvo que sentarse en el excusado para quitarse las botas, tarea nada fácil en ese espacio reducido y con una mano vendada. Pensó en los gérmenes y en las innumerables enfermedades que se pueden contraer en un baño público, como decía su padre. Debía cuidar su reducido capital.

Contó su dinero con un suspiro; él no comería y esperaba que Morgana se conformara con un plato barato, no parecía ser de las que comen mucho. Mientras no estuviera a salvo en el apartamento de Kate Cold, esos tres billetes doblados y vueltos a doblar eran todo lo que poseía en este mundo; ellos representaban la diferencia entre la salvación y morirse de hambre y frío tirado en la calle, como los mendigos que había visto momentos antes. Si no daba con la dirección de su abuela, siempre podía volver al aeropuerto a pasar la noche en algún rincón y volar de vuelta a su casa al día siguiente, para eso contaba con el pasaje de regreso. Se colocó nuevamente las botas, guardó el dinero en un compartimiento de su mochila y salió del cubículo. No había nadie más en el baño. Al pasar frente al lavatorio puso su mochila en el suelo, se acomodó el vendaje de la mano izquierda, se lavó meticulosamente la mano derecha con jabón, se echó bastante agua en la cara para despejar el cansancio y luego se secó con papel. Al inclinarse para recoger la mochila se dio cuenta, horrorizado, que había desaparecido. Salió disparado del baño, con el corazón al galope. El robo había ocurrido en menos de un minuto, el ladrón no podía estar lejos, si se apuraba podría alcanzarlo antes que se perdiera entre la multitud de la calle. En el local todo seguía igual, los mismos empleados sudorosos detrás del mostrador, los mismos parroquianos indiferentes, la misma comida grasienta el mismo ruido de platos y de música rock a todo volumen. Nadie notó su agitación, nadie se volvió a mirarlo cuando gritó que le habían robado. La única diferencia era que Morgana ya no estaba sentada ante al mesón, donde la había dejado. No había rastro de ella.

Alex adivinó en un instante quién lo había seguido discretamente quién había aguardado al otro lado de la puerta del baño calculando su oportunidad, quién se había llevado su mochila en un abrir y cerrar de ojos. Se dio una palmada en la frente. ¡Cómo podía haber sido tan inocente! Morgana lo había engañado como a una criatura despojándolo de todo salvo la ropa que llevaba puesta. Había perdido su dinero, el pasaje de regreso en avión y hasta su preciosa flauta. Lo único que le quedaba era su pasaporte, que por casualidad llevaba en el bolsillo de la chaqueta Tuvo que hacer un tremendo esfuerzo por combatir las ganas de echarse a llorar como un chiquillo.

Capítulo 02 La excéntrica abuela (2) Kapitel 02 Die exzentrische Großmutter (2) Chapter 02 The eccentric grandmother (2) Chapitre 02 La grand-mère excentrique (2) Capitolo 02 La nonna eccentrica (2) Chapter 02 エキセントリックなおばあちゃん (2) Capítulo 02 A avó excêntrica (2)

—Me muero por un pito —dijo. -I'm dying for a dick," he said. Je meurs d'envie d'avoir une bite", a-t-il déclaré. -Sto morendo per un cazzo", ha detto.

Alex le señaló el aviso que prohibía fumar en el bus. Ella echó una mirada a su entorno. She glanced around at her surroundings. Nadie les prestaba atención; había varios asientos vacíos a su alrededor y los otros pasajeros leían o dormitaban. Al comprobar que nadie se fijaba en ellos, se metió la mano en la blusa y extrajo del pecho una bolsita mugrienta. When she realized that no one was noticing them, she reached into her blouse and pulled out a grimy pouch from her chest. Voyant que personne ne les regardait, elle s'est glissée dans son chemisier et a sorti de sa poitrine une pochette crasseuse. Le dio un breve codazo sacudiendo la bolsa delante de sus narices. He gave her a brief nudge by shaking the bag in front of her nose. Il lui donna un petit coup de coude, secouant le sac sous son nez.

—Hierba —murmuró. -Herb," he muttered.

Alexander Cold negó con la cabeza. No se consideraba un puritano, ni mucho menos, había probado marihuana y alcohol algunas veces, como casi todos sus compañeros en la secundaria, pero no lograba comprender su atractivo, excepto el hecho de que estaban prohibidos. He didn't consider himself a puritan, far from it, he had tried marijuana and alcohol a few times, like almost all his classmates in high school, but he failed to understand their appeal, except for the fact that they were forbidden. No le gustaba perder el control. Escalando montañas le había tomado el gusto a la exaltación de tener el control del cuerpo y de la mente. Climbing mountains had given me a taste for the exhilaration of being in control of body and mind. Volvía de esas excursiones con su padre agotado, adolorido y hambriento, pero absolutamente feliz, lleno de energía, orgulloso de haber vencido una vez más sus temores y los obstáculos de la montaña. Il revenait de ces excursions avec son père épuisé, endolori et affamé, mais absolument heureux, plein d'énergie, fier d'avoir une fois de plus surmonté ses peurs et les obstacles de la montagne. Se sentía electrizado, poderoso, casi invencible. En esas ocasiones su padre le daba una palmada amistosa en la espalda, a modo de premio por la proeza, pero nada decía para no alimentar su vanidad. On those occasions his father would give him a friendly pat on the back, as a reward for the feat, but he would say nothing so as not to feed his vanity. Dans ces occasions, son père lui donne une tape amicale dans le dos, en récompense de son exploit, mais ne dit rien pour ne pas nourrir sa vanité. John Cold no era amigo de lisonjas, costaba mucho ganarse una palabra de elogio de su parte, pero su hijo no esperaba oírla, le bastaba esa palmada viril. John Cold was no friend of flattery, it cost a lot to earn a word of praise from him, but his son didn't expect to hear it, that manly pat was enough for him. John Cold n'aimait pas la flatterie, il était difficile de mériter un mot d'éloge de sa part, mais son fils ne s'attendait pas à l'entendre, cette tape virile lui suffisait.

Imitando a su padre, Alex había aprendido a cumplir con sus obligaciones lo mejor posible, sin presumir de nada, pero secretamente se jactaba de tres virtudes que consideraba suyas: valor para escalar montañas, talento para tocar la flauta y claridad para pensar. Imitating his father, Alex had learned to perform his duties to the best of his ability, without bragging about anything, but secretly boasted of three virtues he considered his own: courage to climb mountains, talent for playing the flute, and clarity of thought. Imitant son père, Alex avait appris à remplir ses fonctions du mieux qu'il pouvait, sans se vanter de quoi que ce soit, mais en se targuant secrètement de trois vertus qu'il considérait comme siennes : le courage de gravir des montagnes, le talent pour jouer de la flûte et la clarté d'esprit. Imitando il padre, Alex aveva imparato a svolgere i suoi compiti al meglio delle sue possibilità, senza vantarsi di nulla, ma vantando segretamente tre virtù che considerava sue: il coraggio di scalare le montagne, il talento nel suonare il flauto e la chiarezza di pensiero. Era más difícil reconocer sus defectos, aunque se daba cuenta de que había por lo menos dos que debía tratar de mejorar, tal como le había hecho notar su madre en más de una ocasión: su escepticismo, que lo hacía dudar de casi todo, y su mal carácter, que lo hacía explotar en el momento menos pensado. It was more difficult to recognize his faults, although he realized that there were at least two that he should try to improve, as his mother had pointed out to him on more than one occasion: his skepticism, which made him doubt almost everything, and his bad temper, which made him explode at the least expected moment. Esto era algo nuevo, porque tan sólo unos meses antes era confiado y andaba siempre de buen humor. This was something new, because only a few months before he was confident and always in a good mood. C'était nouveau, car quelques mois auparavant, il était confiant et toujours de bonne humeur. Su madre aseguraba que eran cosas de la edad y que se le pasarían, pero él no estaba tan seguro como ella. En todo caso, no le atraía el ofrecimiento de Morgana. En las oportunidades en que había probado drogas no había sentido que volaba al paraíso, como decían algunos de sus amigos, sino que se le llenaba la cabeza de humo y se le ponían las piernas como lana. On the occasions when he had tried drugs, he had not felt like he was flying to paradise, as some of his friends said, but rather that his head filled with smoke and his legs felt like wool. Nelle occasioni in cui aveva provato le droghe, non gli era sembrato di volare in paradiso, come dicevano alcuni amici, ma piuttosto di avere la testa piena di fumo e le gambe di lana. Para él no había ningún estímulo mayor que balancearse de una cuerda en el aire a cien metros de altura, sabiendo exactamente cuál era el paso siguiente que debía dar. For him, there was no greater stimulus than swinging from a rope in the air a hundred meters in the air, knowing exactly what the next step he had to take was. Pour lui, il n'y a pas de plus grand stimulant que de se balancer au bout d'une corde à une centaine de mètres dans les airs, en sachant exactement quel pas faire ensuite. Per lui non c'era stimolo più grande che dondolare da una corda in aria a cento metri di altezza, sapendo esattamente quale passo fare dopo. No, las drogas no eran para él. Tampoco el cigarrillo, porque necesitaba pulmones sanos para escalar y tocar la flauta. No pudo evitar una breve sonrisa al acordarse del método empleado por su abuela Kate para cortarle de raíz la tentación del tabaco. He couldn't help a brief smile as he remembered the method his grandmother Kate used to nip tobacco temptation in the bud. Entonces él tenía once años y, a pesar de que su padre le había dado el sermón sobre el cáncer al pulmón y otras consecuencias de la nicotina, solía fumar a escondidas con sus amigos detrás del gimnasio. Kate Cold llegó a pasar con ellos la Navidad y con su nariz de sabueso no tardó en descubrir el olor, a pesar de la goma de mascar y el agua de colonia con que él procuraba disimularlo. Kate Cold came to spend Christmas with them and with her bloodhound nose it didn't take her long to discover the smell, despite the gum and eau de cologne he tried to disguise it with. Kate Cold est venue passer Noël avec eux et, avec son flair de limier, elle a vite découvert l'odeur, malgré le chewing-gum et l'eau de Cologne qu'il essayait de masquer.

—¿Fumando tan joven, Alexander? —le preguntó de muy buen humor. -he asked in a very good mood. Él intentó negarlo, pero ella no le dio tiempo—. He tried to deny it, but she didn't give him time. Acompáñame, vamos a dar un paseo —dijo. Come with me, let's go for a walk," he said.

El chico subió al coche, se colocó el cinturón de seguridad bien apretado y murmuró entre dientes un conjuro de buena suerte, porque su abuela era una terrorista del volante. The boy climbed into the car, fastened his seat belt tightly and muttered a good luck spell between his teeth, because his grandmother was a driving terrorist. Con la disculpa de que en Nueva York nadie tenía auto, manejaba como si la persiguieran. With the apology that in New York no one had a car, she drove as if she was being chased. Sous prétexte que personne à New York n'a de voiture, elle conduit comme si elle était poursuivie. Con la scusa che nessuno a New York aveva un'auto, guidò come se fosse inseguita. Lo condujo a trompicones y frenazos hasta el supermercado, donde adquirió cuatro grandes cigarros de tabaco negro; luego se lo llevó a una calle tranquila, estacionó lejos de miradas indiscretas y procedió a encender un puro para cada uno. He drove it stumbling and braking to the supermarket, where he purchased four large cigars of dark tobacco; then took it to a quiet street, parked away from prying eyes and proceeded to light a cigar for each. Il a trébuché et l'a freiné jusqu'au supermarché, où il a acheté quatre gros cigares de tabac brun ; il les a ensuite emmenés dans une rue calme, s'est garé à l'abri des regards indiscrets et a commencé à allumer un cigare pour chacun d'entre eux. Fumaron y fumaron con las puertas y ventanas cerradas hasta que el humo les impedía ver a través de las ventanillas. They smoked and smoked with the doors and windows closed until the smoke prevented them from seeing through the windows. Alex sentía que la cabeza le daba vueltas y el estómago le subía y le bajaba. Alex felt his head spinning and his stomach rising and falling. Ad Alex girava la testa e lo stomaco si alzava e si abbassava. Pronto ya no pudo más, abrió la portezuela y se dejó caer como una bolsa en la calle, enfermo hasta el alma. Soon he couldn't take it anymore, he opened the door and dropped like a bag in the street, sick to his soul. Su abuela esperó sonriendo a que acabara de vaciar el estómago, sin ofrecerse para sostenerle la frente y consolarlo, como hubiera hecho su madre, y luego encendió otro cigarro y se lo pasó. His grandmother smilingly waited for him to finish emptying his stomach, without offering to hold his forehead and comfort him, as his mother would have done, and then she lit another cigarette and passed it to him. Sa grand-mère attend en souriant qu'il ait fini de se vider l'estomac, sans se proposer pour lui tenir le front et le réconforter, comme l'aurait fait sa mère, puis elle allume une autre cigarette et la lui passe.

—Vamos, Alexander, pruébame que eres un hombre y fúmate otro —lo desafió, de lo más divertida. -Come on, Alexander, prove to me that you're a man and smoke another one," she challenged him, most amused.

Durante los dos días siguientes el muchacho debió quedarse en la cama, verde como una lagartija y convencido de que las náuseas y el dolor de cabeza iban a matarlo. For the next two days the boy had to stay in bed, green as a lizard and convinced that the nausea and headache were going to kill him. Su padre creyó que era un virus y su madre sospechó al punto de su suegra, pero no se atrevió a acusarla directamente de envenenar al nieto. His father thought it was a virus and his mother was suspicious to the point of her mother-in-law, but did not dare to accuse her directly of poisoning the grandson. Il padre pensava che si trattasse di un virus e la madre sospettava fortemente della suocera, ma non osava accusarla direttamente di aver avvelenato il nipote. Desde entonces el hábito de fumar, que tanto éxito tenía entre algunos de sus amigos, a Alex le revolvía las tripas. Since then, Alex's smoking habit, which was so successful among some of his friends, has turned his guts inside out. Da allora, il vizio del fumo di Alex, che piaceva tanto ad alcuni suoi amici, gli aveva fatto venire il voltastomaco.

—Esta hierba es de la mejor —insistió Morgana señalando el contenido de su bolsita—. -This herb is the best," Morgana insisted, pointing to the contents of her pouch. También tengo esto, si prefieres —agregó mostrándole dos pastillas blancas en la palma de la mano. I also have this, if you prefer," he added, showing her two white pills in the palm of his hand.

Alex volvió a fijar la vista en la ventanilla del bus, sin responder. Sabía por experiencia que era mejor callarse o cambiar el tema. I knew from experience that it was better to keep quiet or change the subject. Cualquier cosa que dijera iba a sonar estúpida y la chica iba a pensar que era un mocoso o que tenía ideas religiosas fundamentalistas. Anything I said was going to sound stupid and the girl was going to think I was a brat or had fundamentalist religious ideas. Morgana se encogió de hombros y guardó sus tesoros en espera de una ocasión más apropiada. Morgana shrugged her shoulders and put her treasures away to await a more appropriate occasion. Estaban llegando a la estación de buses, en pleno centro de la ciudad, y debían bajarse. They were arriving at the bus station, in the center of the city, and had to get off. A esa hora todavía no había disminuido el tráfico ni la gente en las calles y aunque las oficinas y comercios estaban cerrados, había bares, teatros, cafeterías y restaurantes abiertos. At that hour there was still no traffic or people on the streets and although offices and stores were closed, bars, theaters, cafes and restaurants were open. Alex se cruzaba con la gente sin distinguir sus rostros, sólo sus figuras encorvadas envueltas en abrigos oscuros, caminando deprisa. Alex passed people without distinguishing their faces, only their hunched figures wrapped in dark coats, walking fast. Alex croise des gens sans distinguer leurs visages, seulement leurs silhouettes courbées dans des manteaux sombres, qui marchent vite. Alex passò accanto alle persone senza distinguere i loro volti, solo le loro figure ingobbite nei cappotti scuri, che camminavano velocemente. Vio unos bultos tirados por el suelo junto a unas rejillas en las aceras, por donde surgían columnas de vapor. He saw some lumps lying on the ground next to some grates on the sidewalks, from which plumes of steam were rising. Il a vu des amas gisant sur le sol à côté de grilles dans les trottoirs, d'où s'élevaient des panaches de vapeur. Vide dei grumi che giacevano a terra accanto alle grate dei marciapiedi, da cui si levavano pennacchi di vapore. Comprendió que eran vagabundos durmiendo acurrucados junto a los huecos de calefacción de los edificios, única fuente de calor en la noche invernal. He understood that they were vagrants sleeping huddled next to the heating holes of the buildings, the only source of warmth in the winter night.

Las duras luces de neón y los focos de los vehículos daban a las calles mojadas y sucias un aspecto irreal. The harsh neon lights and vehicle spotlights gave the wet and dirty streets an unreal appearance. Les lumières crues des néons et les phares des véhicules donnaient aux rues humides et sales un aspect irréel. Le luci al neon e i fari dei veicoli davano alle strade bagnate e sporche un aspetto irreale. Por las esquinas había cerros de bolsas negras, algunas rotas y con la basura desparramada. Around the corners there were piles of black bags, some broken and with garbage strewn about. Dans les coins, on trouve des grappes de sacs noirs, certains déchirés et jonchés de détritus. Agli angoli c'erano gruppi di sacchi neri, alcuni strappati e pieni di rifiuti. Una mendiga envuelta en un harapiento abrigo escarbaba en las bolsas con un palo, mientras recitaba una letanía eterna en un idioma inventado. A beggar woman wrapped in a ragged coat was digging in the bags with a stick, while reciting an eternal litany in an invented language. Une mendiante enveloppée dans un manteau en lambeaux fouillait les sacs avec un bâton, récitant une litanie intemporelle dans une langue inventée. Alex debió saltar a un lado para esquivar a una rata con la cola mordida y sangrante, que estaba en el medio de la acera y no se movió cuando pasaron. Alex must have jumped to the side to dodge a rat with a bitten and bleeding tail, which was in the middle of the sidewalk and did not move when they passed. Alex a dû sauter de côté pour éviter un rat à la queue mordue et saignante, qui se trouvait au milieu du trottoir et qui n'a pas bougé à leur passage. Alex dovette saltare di lato per evitare un topo con la coda morsa e sanguinante, che si trovava in mezzo al marciapiede e non si mosse al loro passaggio. Los bocinazos del tráfico, las sirenas de la policía y de vez en cuando el ulular de una ambulancia cortaban el aire. The honking of traffic horns, police sirens and the occasional wail of an ambulance cut through the air. Les klaxons, les sirènes de police et, de temps en temps, le gémissement d'une ambulance se font entendre. Un hombre joven, muy alto y desgarbado, pasó gritando que el mundo se iba a acabar y le puso en la mano una hoja de papel arrugada, en la cual aparecía una rubia de labios gruesos y medio desnuda ofreciendo masajes. A young man, very tall and gangly, passed by shouting that the world was going to end and thrust a crumpled sheet of paper into her hand, on which appeared a plump-lipped, half-naked blonde offering massages. Un jeune homme, très grand et dégingandé, passe en criant que c'est la fin du monde et lui fourre dans la main une feuille de papier froissée sur laquelle une femme blonde aux lèvres pleines et à moitié nue propose des massages. Un giovane uomo, molto alto e tarchiato, è passato gridando che il mondo stava per finire e gli ha infilato in mano un foglio di carta stropicciato, sul quale una donna bionda, mezza nuda e con le labbra piene, offriva massaggi. Alguien en patines con audífonos en las orejas lo atropelló, lanzándolo contra la pared. Someone on roller skates with headphones in his ears ran over him, throwing him against the wall. Une personne en patins à roulettes avec des écouteurs dans les oreilles lui a roulé dessus, le projetant contre le mur. Qualcuno sui pattini a rotelle con le cuffie nelle orecchie lo ha investito, scaraventandolo contro il muro. «¡Mira por dónde vas, imbécil!», gritó el agresor. "Watch where you're going, asshole!" the assailant shouted.

Alexander sintió que la herida de la mano comenzaba a latir de nuevo. Alexander felt the wound in his hand begin to throb again. Pensó que se encontraba sumido en una pesadilla de ciencia ficción, en una pavorosa megápolis de cemento, acero, vidrio, polución y soledad. He thought he was plunged into a science fiction nightmare, a dreadful megapolis of concrete, steel, glass, pollution and loneliness. Il se croyait dans un cauchemar de science-fiction, dans une effroyable mégapole de béton, d'acier, de verre, de pollution et de solitude. Pensava di trovarsi in un incubo fantascientifico, in una spaventosa megalopoli di cemento, acciaio, vetro, inquinamento e solitudine. Lo invadió una oleada de nostalgia por el lugar junto al mar donde había pasado su vida. He was overcome with a wave of nostalgia for the place by the sea where he had spent his life. Ese pueblo tranquilo y aburrido, de donde tan a menudo había querido escapar, ahora le parecía maravilloso Morgana interrumpió sus lúgubres pensamientos That quiet, dull town, from which he had so often wanted to escape, now seemed wonderful to him Morgana interrupted his gloomy thoughts. Quel villaggio tranquillo e noioso, da cui aveva desiderato così spesso fuggire, ora gli sembrava meraviglioso Morgana interruppe i suoi cupi pensieri.

—Estoy muerta de hambre. -I am starving. ¿Podríamos comer algo? —sugirió. -he suggested.

—Ya es tarde, debo llegar donde mi abuela —se disculpó él. -It's late, I have to get to my grandmother's," he apologized.

—Tranquilo, hombre, te voy a llevar donde tu abuela. -Relax, man, I'm going to take you to your grandmother. -Rilassati, amico, ti porto da tua nonna. Estamos cerca, pero nos vendría bien echarnos algo a la panza —insistió ella. We're close, but we could use something to put in our bellies," she insisted. Nous sommes proches du but, mais nous aurions besoin d'une bonne dose de nourriture", a-t-elle insisté. Siamo vicini, ma ci vorrebbe un po' di pancia", insistette.

Sin darle ocasión de negarse, lo arrastró de un brazo al interior de un ruidoso local que olía a cerveza, café rancio y fritanga. Without giving him a chance to refuse, she dragged him by the arm into a noisy place that smelled of beer, stale coffee and fritanga. Sans lui laisser le temps de refuser, elle l'entraîne par le bras dans une pièce bruyante qui sent la bière, le café éventé et la fritanga. Senza dargli la possibilità di rifiutare, lo trascinò per un braccio in una stanza rumorosa che puzzava di birra, caffè stantio e fritanga. Detrás de un largo mesón de formica había un par de empleados asiáticos sirviendo unos platos grasientos Morgana se instaló en un taburete frente al mesón y procedió a estudiar el menú, escrito con tiza en una pizarra en la pared. Behind a long Formica counter were a couple of Asian employees serving greasy dishes Morgana settled on a stool in front of the counter and proceeded to study the menu, written in chalk on a chalkboard on the wall. Derrière un long comptoir en formica, deux employés asiatiques servaient des plats gras. Morgane s'installa sur un tabouret devant le comptoir et étudia le menu, écrit à la craie sur un tableau noir accroché au mur. Alex comprendió que le tocaría pagar la comida y se dirigió al baño para rescatar los billetes que llevaba escondidos en las botas. Alex realized that it would be his turn to pay for the meal and went to the bathroom to retrieve the bills hidden in his boots.

Las paredes del servicio estaban cubiertas de palabrotas y dibujos obscenos, por el suelo había papeles arrugados y charcos de agua, que goteaba de las cañerías oxidadas. The walls of the toilet were covered with swear words and obscene drawings, crumpled papers and puddles of water on the floor, dripping from the rusty pipes. Les murs des toilettes sont couverts de jurons et de dessins obscènes, le sol est jonché de papiers froissés et de flaques d'eau qui s'écoulent de tuyaux rouillés. Entró en un cubículo, cerró la puerta con pestillo, dejó la mochila en el suelo y, a pesar del asco, tuvo que sentarse en el excusado para quitarse las botas, tarea nada fácil en ese espacio reducido y con una mano vendada. He went into a cubicle, bolted the door, put his backpack on the floor and, despite the disgust, had to sit on the toilet to take off his boots, not an easy task in that confined space and with a bandaged hand. Il est entré dans une cabine, a fermé la porte à clé, a posé son sac à dos sur le sol et, malgré son dégoût, a dû s'asseoir sur les toilettes pour enlever ses bottes, ce qui n'a pas été facile dans l'espace confiné et avec une main bandée. Entrò in un cubicolo, chiuse la porta a chiave, posò lo zaino sul pavimento e, nonostante il disgusto, dovette sedersi sul water per togliersi gli stivali, compito non facile in uno spazio ristretto e con una mano fasciata. Pensó en los gérmenes y en las innumerables enfermedades que se pueden contraer en un baño público, como decía su padre. He thought of the germs and the countless diseases that can be contracted in a public restroom, as his father used to say. Debía cuidar su reducido capital. He had to take care of his reduced capital.

Contó su dinero con un suspiro; él no comería y esperaba que Morgana se conformara con un plato barato, no parecía ser de las que comen mucho. He counted his money with a sigh; he wouldn't eat and hoped Morgana would settle for a cheap dish, she didn't seem to be the type to eat much. Mientras no estuviera a salvo en el apartamento de Kate Cold, esos tres billetes doblados y vueltos a doblar eran todo lo que poseía en este mundo; ellos representaban la diferencia entre la salvación y morirse de hambre y frío tirado en la calle, como los mendigos que había visto momentos antes. As long as he wasn't safe in Kate Cold's apartment, those three folded and refolded bills were all he possessed in this world; they represented the difference between salvation and starving and freezing to death lying on the street like the beggars he had seen moments before. Tant qu'il n'était pas en sécurité dans l'appartement de Kate Cold, ces trois billets pliés et repliés étaient tout ce qu'il possédait dans ce monde ; ils représentaient la différence entre le salut et mourir de faim et de froid dans la rue, comme les mendiants qu'il avait vus quelques instants auparavant. Finché non era al sicuro nell'appartamento di Kate Cold, quelle tre banconote piegate e ripiegate erano tutto ciò che possedeva al mondo; rappresentavano la differenza tra la salvezza e il morire di fame e di freddo per strada, come i mendicanti che aveva visto poco prima. Si no daba con la dirección de su abuela, siempre podía volver al aeropuerto a pasar la noche en algún rincón y volar de vuelta a su casa al día siguiente, para eso contaba con el pasaje de regreso. If he couldn't find his grandmother's address, he could always go back to the airport to spend the night somewhere and fly home the next day, for which he had a return ticket. Se non riusciva a trovare l'indirizzo della nonna, poteva sempre tornare all'aeroporto per passare la notte da qualche parte e tornare a casa il giorno dopo, con un biglietto di andata e ritorno. Se colocó nuevamente las botas, guardó el dinero en un compartimiento de su mochila y salió del cubículo. He put his boots back on, put the money in a compartment of his backpack and left the cubicle. Si rimise gli stivali, mise i soldi in uno scomparto dello zaino e uscì dal cubicolo. No había nadie más en el baño. There was no one else in the bathroom. Al pasar frente al lavatorio puso su mochila en el suelo, se acomodó el vendaje de la mano izquierda, se lavó meticulosamente la mano derecha con jabón, se echó bastante agua en la cara para despejar el cansancio y luego se secó con papel. As he passed in front of the washroom he put his backpack on the floor, adjusted the bandage on his left hand, meticulously washed his right hand with soap, splashed plenty of water on his face to clear his tiredness, and then dried himself with paper. Al inclinarse para recoger la mochila se dio cuenta, horrorizado, que había desaparecido. As he bent down to pick up the backpack he realized, horrified, that it was missing. Salió disparado del baño, con el corazón al galope. He bolted out of the bathroom, his heart racing. El robo había ocurrido en menos de un minuto, el ladrón no podía estar lejos, si se apuraba podría alcanzarlo antes que se perdiera entre la multitud de la calle. The robbery had happened in less than a minute, the thief could not be far away, if he hurried he could catch him before he was lost in the crowd in the street. En el local todo seguía igual, los mismos empleados sudorosos detrás del mostrador, los mismos parroquianos indiferentes, la misma comida grasienta el mismo ruido de platos y de música rock a todo volumen. Everything was the same in the restaurant, the same sweaty employees behind the counter, the same indifferent customers, the same greasy food, the same clatter of dishes and loud rock music. Dans le bar, tout était pareil, les mêmes employés en sueur derrière le comptoir, les mêmes clients indifférents, la même nourriture grasse, les mêmes assiettes qui s'entrechoquent, la même musique rock bruyante. Nel bar tutto era uguale, gli stessi impiegati sudati dietro il bancone, gli stessi avventori indifferenti, lo stesso cibo unto, gli stessi piatti sferraglianti, la stessa musica rock ad alto volume. Nadie notó su agitación, nadie se volvió a mirarlo cuando gritó que le habían robado. No one noticed his agitation, no one turned to look at him when he shouted that he had been robbed. La única diferencia era que Morgana ya no estaba sentada ante al mesón, donde la había dejado. The only difference was that Morgana was no longer sitting at the inn, where he had left her. L'unica differenza era che Morgana non era più seduta alla locanda, dove l'aveva lasciata. No había rastro de ella. There was no trace of her. Non c'era traccia di lei.

Alex adivinó en un instante quién lo había seguido discretamente quién había aguardado al otro lado de la puerta del baño calculando su oportunidad, quién se había llevado su mochila en un abrir y cerrar de ojos. Alex guessed in an instant who had followed him discreetly, who had waited on the other side of the bathroom door, calculating his opportunity, who had taken his backpack in the blink of an eye. Alex devina en un instant qui l'avait suivi discrètement, qui avait attendu de l'autre côté de la porte de la salle de bains, calculant son opportunité, qui avait pris son sac à dos en un clin d'œil. Alex intuì in un istante chi lo aveva seguito con discrezione, chi aveva aspettato dall'altra parte della porta del bagno, calcolando la sua opportunità, chi aveva preso il suo zaino in un batter d'occhio. Se dio una palmada en la frente. He slapped his forehead. ¡Cómo podía haber sido tan inocente! How could I have been so innocent! Morgana lo había engañado como a una criatura despojándolo de todo salvo la ropa que llevaba puesta. Morgana had tricked him like a creature by stripping him of everything but the clothes he was wearing. Morgane l'avait piégé comme une créature en le dépouillant de tous ses vêtements, à l'exception de ceux qu'il portait sur le dos. Morgana lo aveva ingannato come una creatura, spogliandolo di tutto tranne che dei vestiti che indossava. Había perdido su dinero, el pasaje de regreso en avión y hasta su preciosa flauta. He had lost his money, his return plane ticket and even his precious flute. Lo único que le quedaba era su pasaporte, que por casualidad llevaba en el bolsillo de la chaqueta Tuvo que hacer un tremendo esfuerzo por combatir las ganas de echarse a llorar como un chiquillo. The only thing he had left was his passport, which he happened to be carrying in his jacket pocket. He had to make a tremendous effort to fight the urge to burst into tears like a little boy. Il ne lui restait plus que son passeport, qu'il avait par hasard dans la poche de sa veste. Il dut faire un effort considérable pour lutter contre l'envie de fondre en larmes comme un petit garçon. L'unica cosa che gli rimaneva era il passaporto, che per caso teneva nella tasca della giacca. Dovette fare un enorme sforzo per combattere l'impulso di scoppiare a piangere come un bambino.