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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 8. Ofrenda a las tinieblas (3)

8. Ofrenda a las tinieblas (3)

–Vamos a llevar la carne a la playa. Yo voy a volver a la plataforma para invitarles al festín. Eso nos dará tiempo.

–Jefe… – dijo Roger. – ¿Qué…? – ¿Cómo vamos a encender el fuego? Jack, en cuclillas, se detuvo y frunció el ceño contemplando el animal.

–Les atacaremos por sorpresa y nos traeremos un poco de fuego. Para eso necesito a cuatro: Henry, tú, Bill y Maurice. Podemos pintarnos la cara. Nos acercaremos sin que se den cuenta, y luego, mientras yo les digo lo que quiero decirles, Roger les roba una rama.

Los demás lleváis esto a donde estábamos antes. Allí haremos la hoguera. Y después…

Dejó de hablar y se levantó, mirando a las sombras bajo los árboles. El tono de su voz era más bajo cuando habló de nuevo.

–Pero una parte de la presa se la dejaremos aquí a…

Se arrodilló de nuevo y volvió a la tarea con su cuchillo. Los muchachos se apiñaron a su alrededor. Le habló a Roger por encima del hombro.

–Afila un palo por los dos lados. Al poco rato se puso en pie, sosteniendo en las manos la cabeza chorreante del jabalí. – ¿Dónde está ese palo?

–Aquí.

–Clava una punta en el suelo. Caray… si es todo piedra. Métela en esa grieta. Allí.

Jack levantó la cabeza del animal y clavó la blanda garganta en la punta afilada del palo, que surgió por la boca del jabalí. Se apartó un poco y contempló la cabeza, allí clavada, con un hilo de sangre que se deslizaba por el palo.

Instintivamente se apartaron también los muchachos; el silencio del bosque era casi total. Escucharon con atención, pero el único sonido perceptible era el zumbido de las moscas sobre el montón de tripas. Jack habló en un murmullo:

–Levantad el cerdo.

Maurice y Robert ensartaron la res en una lanza, levantaron aquel peso muerto y, ya listos, aguardaron En aquel silencio, de pie sobre la sangre seca, cobraron un aspecto furtivo.

Jack les habló en voz muy alta.

–Esta cabeza es para la fiera. Es un regalo.

El silencio aceptó la ofrenda y ellos se sintieron sobrecogidos de temor y respeto. Allí quedó la cabeza, con una mirada sombría, una leve sonrisa, oscureciéndose la sangre entre los dientes. De improviso, todos a la vez, salieron corriendo a través del bosque, hacia la playa abierta.

Simón, como una pequeña imagen bronceada, oculto por las hojas, permaneció donde estaba. Incluso al cerrar los ojos se le aparecía la cabeza del jabalí como una reimpresión en su retina. Aquellos ojos entreabiertos estaban ensombrecidos por el infinito escepticismo del mundo de los adultos. Le aseguraban a Simón que todas las cosas acababan mal.

–Ya lo sé.

Simón se dio cuenta de que había hablado en voz alta. Abrió los ojos rápidamente a la extraña luz del día y volvió a ver la cabeza con su mueca de regocijo, ignorante de las moscas, del montón de tripas, e incluso de su propia situación indigna, clavada en un palo.

Se mojó los labios secos y miró hacia otro lado.

Un regalo, una ofrenda para la fiera. ¿No vendría la fiera a recogerla? La cabeza, pensó él, parecía estar de acuerdo. Sal corriendo, le dijo la cabeza en silencio, vuelve con los demás. Todo fue una broma… ¿por qué te vas a preocupar? Te equivocaste; no es más que eso. Un ligero dolor de cabeza, quizá te sentó mal algo que comiste. Vuélvete, hijo, decía en silencio la cabeza.

Simón alzó los ojos, sintiendo el peso de su melena empapada, y contempló el cielo.

Por una vez estaba cubierto de nubes, enormes torreones de tonos grises, marfileños y cobrizos que parecían brotar de la propia isla. Pesaban sobre la tierra, destilando, minuto tras minuto, aquel opresivo y angustioso calor. Hasta las mariposas abandonaron el espacio abierto donde se hallaba esa cosa sucia que esbozaba una mueca y goteaba.

Simón bajó la cabeza, con los ojos muy cerrados y cubiertos, luego, con una mano. No había sombra bajo los árboles; sólo una quietud de nácar que lo cubría todo y transformaba las cosas reales en ilusorias e indefinidas. El montón de tripas era un borbollón de moscas que zumbaban como una sierra. Al cabo de un rato, las moscas encontraron a Simón. Atiborradas, se posaron junto a los arroyuelos de sudor de su rostro y bebieron. Le hacían cosquillas en la nariz y jugaban a dar saltos sobre sus muslos. Eran de color negro y verde iridiscente, e infinitas. Frente a Simón, el Señor de las Moscas pendía de la estaca y sonreía en una mueca. Por fin se dio Simón por vencido y abrió los ojos; vio los blancos dientes y los ojos sombríos, la sangre… y su mirada quedó cautiva del antiguo e inevitable encuentro. El pulso de la sien derecha de Simón empezó a latirle.

Ralph y Piggy, tumbados en la arena, contemplaban el fuego y arrojaban perezosamente piedrecillas al centro de la hoguera, limpia de humo.

–Esa rama se ha consumido. – ¿Dónde están Samyeric?

–Debíamos traer más leña. No nos quedan ramas verdes.

Ralph suspiró y se levantó. No había sombras bajo las palmeras de la plataforma; tan sólo aquella extraña luz que parecía llegar de todas partes a la vez. En lo alto, entre las macizas nubes, los truenos se disparaban como cañonazos.

–Va a llover a cántaros. – ¿Qué vamos a hacer con la hoguera?

Ralph salió brincando hacia el bosque y regresó con una gran brazada de follaje, que arrojó al fuego. La rama crujió, las hojas se rizaron y el humo amarillento se extendió.

Piggy trazó un garabato en la arena con los dedos.

–Lo que pasa es que no tenemos bastante gente para mantener un fuego. A Samyeric hay que darles el mismo turno. Siempre lo hacen todo juntos… – ¡Claro!

–Sí, pero eso no es justo. ¿Es que no lo entiendes? Debían hacer dos turnos distintos.

Ralph reflexionó y lo entendió. Le molestaba comprobar que apenas reflexionaba como las personas mayores, y suspiró de nuevo. La isla cada vez estaba peor.

Piggy miró al fuego.

–Pronto vamos a necesitar otra rama verde. Ralph rodó al otro costado.

–Piggy, ¿qué vamos a hacer?

–Pues arreglárnoslas sin ellos.

–Pero… la hoguera.

Ceñudo, contempló el negro y blanco desorden en que yacían las puntas no calcinadas de las ramas. Intentó ser más preciso:

–Estoy asustado.

Vio que Piggy alzaba los ojos y continuó como pudo.

–Pero no de Ja fiera…, bueno también tengo miedo de eso. Pero es que nadie se da cuenta de lo del fuego. Si alguien te arroja una cuerda cuando te estás ahogando…, si un médico te dice que te tomes esto porque si no te mueres…, lo harías, ¿verdad?

–Pues claro que sí. – ¿Es que no lo entienden? ¿No se dan cuenta que sin una señal de humo nos moriremos aquí? ¡Mira eso!

Una ola de aire caliente tembló sobre la ceniza, pero sin despedir la más ligera huella de humo.

–No podemos mantener viva ni una sola hoguera. Y a ellos ni les importa. Y lo peor es que… – clavó los ojos en el rostro sudoroso de Piggy – lo peor es que a mí tampoco me importa a veces. Suponte que yo me vuelva como los otros, que no me importe. ¿Qué sería de nosotros?

Piggy, profundamente afligido, se quitó las gafas.

–No sé, Ralph, Hay que seguir, como sea. Eso es lo que harían los mayores.

Una vez emprendida la tarea de desahogarse, Ralph la llevó hasta su fin.

–Piggy, ¿qué es lo que pasa? Piggy le miró con asombro. – ¿Quieres decir por lo de la…?

–No… quiero decir… que, ¿por qué se ha estropeado todo?

Piggy se limpió las gafas despacio y pensativo. Al darse cuenta hasta qué punto le había aceptado Ralph, se sonrojó de orgullo.

–No sé, Ralph. Supongo que la culpa la tiene él. – ¿Jack?

–Jack.

Alrededor de esa palabra se iba tejiendo un nuevo tabú.

Ralph asintió con solemnidad.

–Sí – dijo -, supongo que es cierto.

Cerca de ellos, el bosque estalló en un alborozo. Surgieron unos seres demoníacos, con rostros blancos, rojos y verdes, que aullaban y gritaban. Los pequeños huyeron llorando. Ralph vio de reojo cómo Piggy echaba a correr. Dos de aquellos seres se abalanzaron hacia el fuego y Ralph se preparó para la defensa, pero tras apoderarse de unas cuantas ramas ardiendo escaparon a lo largo de la playa. Los otros tres se quedaron quietos, frente a Ralph; vio que el más alto de ellos, sin otra cosa sobre su cuerpo más que pintura y un cinturón, era Jack.

Ralph había recobrado el aliento y pudo hablar.

–Bueno, ¿qué quieres?

Jack no le hizo caso; alzó su lanza y empezó a gritar.

–Escuchadme todos. Yo y mis cazadores estamos viviendo en la playa, junto a la roca cuadrada. Cazamos, nos hinchamos a comer y nos divertimos. Si queréis uniros a mi tribu, venid a vernos. A lo mejor dejo que os quedéis. O a lo mejor no.

Se calló y miró en torno suyo. Tras la careta de pintura, se sentía libre de vergüenza o timidez y podía mirarles a todos de uno en uno. Ralph estaba arrodillado junto a los restos de la hoguera como un corredor en posición de salida, con la cara medio tapada por el pelo y el hollín. Samyeric se asomaban como un solo ser tras una palmera al borde del bosque. Uno de los peques, con la cara encarnada y contraída, lloraba a gritos junto a la poza; sobre la plataforma, aferrada en sus manos la caracola, se hallaba Piggy.

–Esta noche vamos a darnos un festín. Hemos matado un jabalí y tenemos carne. Si queréis, podéis venir a comer con nosotros.

En lo alto, los cañones de las nubes volvieron a disparar. Jack y los dos anónimos salvajes que le acompañaban se sobresaltaron, alzaron los ojos y luego recobraron la calma. El peque seguía llorando a gritos. Jack esperaba algo. Apremió, en voz baja, a los otros: – ¡Venga… ahora!

Los dos salvajes murmuraron. Jack les dijo con firmeza. – ¡Venga!

Los dos salvajes se miraron, levantaron sus lanzas y dijeron a la vez:

–El jefe ha hablado.

Después, los tres dieron media vuelta y se alejaron a paso ligero. Ralph se levantó entonces, con la vista fija en el lugar por donde habían desaparecido los salvajes. Al llegar Samyeric balbucearon en un murmullo de temor:

–Creí que era… -…y sentí… -…miedo.

Piggy estaba en la plataforma, en un plano más alto, sosteniendo aún la caracola.

–Eran Jack, Maurice y Robert – dijo Ralph -. Se están divirtiendo de lo lindo, ¿verdad?

–Yo creí que me iba a dar un ataque de asma.

–Al diablo con tu asma.

–En cuanto vi a Jack pensé que se tiraba a la caracola. No sé por qué.

El grupo de muchachos miró a la blanca caracola con cariñoso respeto. Piggy la puso en manos de Ralph y los pequeños, al ver aquel símbolo familiar, empezaron a regresar.

–Aquí no.

Sintiendo la necesidad de algo más ceremonioso se dirigió hacia la plataforma. Ralph iba en primer lugar, meciendo la caracola; le seguía Piggy, con gran solemnidad; detrás, los mellizos, los pequeños y todos los demás.

–Sentaos todos. Nos han atacado para llevarse el fuego. Se están divirtiendo mucho.

Pero la…

Ralph se sorprendió ante la cortina que nublaba su cerebro. Iba a decirles algo, cuando la cortinilla se cerró.

–Pero la…

Le observaban muy serios, sin sentir aún ninguna duda sobre su capacidad. Ralph se apartó de los ojos la molesta melena y miró a Piggy.

–Pero la… la… ¡la hoguera! ¡Pues claro, la hoguera!

Empezó a reírse; se contuvo y recobró la fluidez de palabra.

–La hoguera es lo más importante de todo. Sin ella no nos van a rescatar. A mí también me gustaría pintarme el cuerpo como los guerreros y ser un salvaje, pero tenemos que mantener esa hoguera encendida. Es la cosa más importante de la isla, porque, porque…

De nuevo tuvo que hacer una pausa; la duda y el asombro llenaron el silencio.

8. Ofrenda a las tinieblas (3) 8. Opfergabe an die Dunkelheit (3) 8\. Offering to darkness (3) 8. Offrande aux ténèbres (3) 8. Offerta alle tenebre (3) 8. Ofiara dla ciemności (3) 8. Oferta às trevas (3)

–Vamos a llevar la carne a la playa. Yo voy a volver a la plataforma para invitarles al festín. Eso nos dará tiempo. Das wird uns Zeit verschaffen.

–Jefe… – dijo Roger. – ¿Qué…? – ¿Cómo vamos a encender el fuego? – How are we going to light the fire? Jack, en cuclillas, se detuvo y frunció el ceño contemplando el animal. Jack, agachado, parou e franziu o sobrolho para o animal.

–Les atacaremos por sorpresa y nos traeremos un poco de fuego. "We'll attack them by surprise and bring us some fire." Atacamo-los de surpresa e levamos algum fogo connosco. Para eso necesito a cuatro: Henry, tú, Bill y Maurice. For that I need four: Henry, you, Bill and Maurice. Podemos pintarnos la cara. We can paint our faces. Podemos pintar as nossas caras. Nos acercaremos sin que se den cuenta, y luego, mientras yo les digo lo que quiero decirles, Roger les roba una rama. We'll get close without them noticing, and then, while I'm telling them what I want to tell them, Roger steals a branch from them. Aproximamo-nos sorrateiramente e, enquanto estou a dizer-lhes o que quero dizer, o Roger rouba um ramo.

Los demás lleváis esto a donde estábamos antes. The rest of you take this back to where we were before. Os restantes levam isto de volta para onde estávamos antes. Allí haremos la hoguera. Y después…

Dejó de hablar y se levantó, mirando a las sombras bajo los árboles. Ele parou de falar e levantou-se, olhando para as sombras debaixo das árvores. El tono de su voz era más bajo cuando habló de nuevo. The tone of his voice was lower when he spoke again. O tom da sua voz era mais baixo quando voltou a falar.

–Pero una parte de la presa se la dejaremos aquí a… -But a part of the dam will be left here to... -Mas uma parte da barragem será deixada aqui para...

Se arrodilló de nuevo y volvió a la tarea con su cuchillo. Ajoelhou-se de novo e voltou à tarefa com a sua faca. Los muchachos se apiñaron a su alrededor. The boys huddled around him. Os rapazes juntaram-se à volta dele. Le habló a Roger por encima del hombro. He spoke to Roger over his shoulder. Falou com Roger por cima do ombro.

–Afila un palo por los dos lados. –Sharpen a stick on both sides. -Afiar um pau de ambos os lados. Al poco rato se puso en pie, sosteniendo en las manos la cabeza chorreante del jabalí. Passado pouco tempo, levantou-se, segurando nas mãos a cabeça gotejante do javali. – ¿Dónde está ese palo?

–Aquí.

–Clava una punta en el suelo. -Sticks a spike into the ground. -Cravar um ponto no chão. Caray… si es todo piedra. Damn… if it's all stone. Rapaz... é tudo pedra. Métela en esa grieta. Put it in that crack. Ponham-no na fenda. Allí.

Jack levantó la cabeza del animal y clavó la blanda garganta en la punta afilada del palo, que surgió por la boca del jabalí. Jack levantou a cabeça do animal e enfiou a garganta macia na ponta afiada do pau, que saiu da boca do javali. Se apartó un poco y contempló la cabeza, allí clavada, con un hilo de sangre que se deslizaba por el palo. He stepped back a little and looked at the head, stuck there, a trickle of blood running down the stick. Afastou-se um pouco e olhou para a cabeça, presa ali, com um fio de sangue a escorrer pelo pau.

Instintivamente se apartaron también los muchachos; el silencio del bosque era casi total. Instintivamente, os rapazes também se afastaram; o silêncio da floresta era quase total. Escucharon con atención, pero el único sonido perceptible era el zumbido de las moscas sobre el montón de tripas. They listened carefully, but the only discernible sound was the buzzing of flies on the pile of guts. Jack habló en un murmullo: Jack falou num sussurro:

–Levantad el cerdo. -Pick up the pig. -Levantar o porco.

Maurice y Robert ensartaron la res en una lanza, levantaron aquel peso muerto y, ya listos, aguardaron En aquel silencio, de pie sobre la sangre seca, cobraron un aspecto furtivo. Maurice und Robert spießten den Kadaver auf eine Lanze auf, hoben das tote Gewicht hoch und warteten in der Stille, die in dem getrockneten Blut herrschte, mit einem verstohlenen Blick. Maurice and Robert skewered the carcass on a spear, lifted that dead weight and, ready, waited in that silence, standing on the dried blood, they took on a furtive aspect. Maurice e Robert espetaram a carcaça numa lança, levantaram o peso morto e, prontos, esperaram naquele silêncio, de pé no sangue seco, assumiram um olhar furtivo.

Jack les habló en voz muy alta.

–Esta cabeza es para la fiera. -Esta cabeça é para a besta. Es un regalo. É uma dádiva.

El silencio aceptó la ofrenda y ellos se sintieron sobrecogidos de temor y respeto. Silence accepted the offering and they were overcome with awe and respect. O Silêncio aceitou a oferenda e eles ficaram maravilhados e respeitosos. Allí quedó la cabeza, con una mirada sombría, una leve sonrisa, oscureciéndose la sangre entre los dientes. There the head remained, with a somber look, a slight smile, the blood darkening between the teeth. A sua cabeça permanecia ali, com um olhar sombrio, um sorriso ténue, o sangue a escurecer entre os dentes. De improviso, todos a la vez, salieron corriendo a través del bosque, hacia la playa abierta. Suddenly, all at once, they ran out through the woods, toward the open beach. De repente, todos ao mesmo tempo, atravessaram a floresta em direção à praia aberta.

Simón, como una pequeña imagen bronceada, oculto por las hojas, permaneció donde estaba. Simon, like a small tanned image, hidden by the leaves, remained where he was. Simão, como uma pequena imagem de bronze, escondida pelas folhas, ficou onde estava. Incluso al cerrar los ojos se le aparecía la cabeza del jabalí como una reimpresión en su retina. Even when he closed his eyes, the boar's head appeared as a reprint on his retina. Mesmo quando fechava os olhos, a cabeça do javali aparecia como uma reimpressão na sua retina. Aquellos ojos entreabiertos estaban ensombrecidos por el infinito escepticismo del mundo de los adultos. Diese halb geöffneten Augen waren von der unendlichen Skepsis der Erwachsenenwelt überschattet. Those half-open eyes were shadowed by the infinite skepticism of the adult world. Le aseguraban a Simón que todas las cosas acababan mal. They assured Simon that all things ended badly.

–Ya lo sé. -I know.

Simón se dio cuenta de que había hablado en voz alta. Abrió los ojos rápidamente a la extraña luz del día y volvió a ver la cabeza con su mueca de regocijo, ignorante de las moscas, del montón de tripas, e incluso de su propia situación indigna, clavada en un palo. Im seltsamen Tageslicht öffnete er schnell die Augen und blickte zurück auf den Kopf mit seiner Fratze der Freude, ohne die Fliegen, den Haufen Eingeweide und sogar seine eigene unwürdige Situation zu bemerken, in der er an einem Stock hing. He opened his eyes quickly in the strange daylight and looked back at the head with its grimace of glee, oblivious to the flies, the pile of guts, and even his own undignified situation, nailed to a stick.

Se mojó los labios secos y miró hacia otro lado.

Un regalo, una ofrenda para la fiera. ¿No vendría la fiera a recogerla? Wouldn't the beast come to pick her up? La cabeza, pensó él, parecía estar de acuerdo. The head, he thought, seemed to agree. Sal corriendo, le dijo la cabeza en silencio, vuelve con los demás. Run away, the head told him silently, go back to the others. Todo fue una broma… ¿por qué te vas a preocupar? It was all a joke... why should you worry? Te equivocaste; no es más que eso. You were wrong; it is nothing more than that. Un ligero dolor de cabeza, quizá te sentó mal algo que comiste. Leichte Kopfschmerzen, vielleicht haben Sie etwas gegessen, das Sie krank gemacht hat. A slight headache, maybe something you ate made you sick. Vuélvete, hijo, decía en silencio la cabeza. Turn around, son, the head said silently.

Simón alzó los ojos, sintiendo el peso de su melena empapada, y contempló el cielo. Simon looked up, feeling the weight of his sodden hair, and looked up at the sky.

Por una vez estaba cubierto de nubes, enormes torreones de tonos grises, marfileños y cobrizos que parecían brotar de la propia isla. For once it was covered in clouds, huge turrets of grey, ivory, and copper that seemed to spring from the island itself. Pesaban sobre la tierra, destilando, minuto tras minuto, aquel opresivo y angustioso calor. They weighed on the earth, distilling, minute after minute, that oppressive and distressing heat. Hasta las mariposas abandonaron el espacio abierto donde se hallaba esa cosa sucia que esbozaba una mueca y goteaba. Even the butterflies left the open space where the dirty, grimacing, dripping thing lay.

Simón bajó la cabeza, con los ojos muy cerrados y cubiertos, luego, con una mano. Simon lowered his head, eyes tightly closed, then covered with one hand. No había sombra bajo los árboles; sólo una quietud de nácar que lo cubría todo y transformaba las cosas reales en ilusorias e indefinidas. There was no shade under the trees; only a mother-of-pearl stillness that covered everything and transformed real things into illusory and indefinite ones. El montón de tripas era un borbollón de moscas que zumbaban como una sierra. The mound of guts was a riot of flies that buzzed like a saw. Al cabo de un rato, las moscas encontraron a Simón. After a while, the flies found Simon. Atiborradas, se posaron junto a los arroyuelos de sudor de su rostro y bebieron. Gulping, they perched by the rivulets of sweat on his face and drank. Le hacían cosquillas en la nariz y jugaban a dar saltos sobre sus muslos. They tickled her nose and played leaping jacks on her thighs. Eran de color negro y verde iridiscente, e infinitas. They were black and iridescent green, and endless. Frente a Simón, el Señor de las Moscas pendía de la estaca y sonreía en una mueca. Facing Simon, the Lord of the Flies dangled from the stake and grinned. Por fin se dio Simón por vencido y abrió los ojos; vio los blancos dientes y los ojos sombríos, la sangre… y su mirada quedó cautiva del antiguo e inevitable encuentro. Finally Simon gave up and opened his eyes; he saw the white teeth and the dark eyes, the blood... and his gaze was captive of the ancient and inevitable encounter. El pulso de la sien derecha de Simón empezó a latirle. The pulse in Simon's right temple began to beat.

Ralph y Piggy, tumbados en la arena, contemplaban el fuego y arrojaban perezosamente piedrecillas al centro de la hoguera, limpia de humo. Ralph and Piggy, lying on the sand, watched the fire and lazily threw pebbles into the center of the smoke-free fire.

–Esa rama se ha consumido. -That branch has been consumed. – ¿Dónde están Samyeric?

–Debíamos traer más leña. -We should have brought more firewood. No nos quedan ramas verdes. We have no green branches left.

Ralph suspiró y se levantó. Ralph sighed and got up. No había sombras bajo las palmeras de la plataforma; tan sólo aquella extraña luz que parecía llegar de todas partes a la vez. There were no shadows under the palm trees on the platform; only that strange light that seemed to come from everywhere at once. En lo alto, entre las macizas nubes, los truenos se disparaban como cañonazos.

–Va a llover a cántaros. -It's going to rain cats and dogs. – ¿Qué vamos a hacer con la hoguera?

Ralph salió brincando hacia el bosque y regresó con una gran brazada de follaje, que arrojó al fuego. La rama crujió, las hojas se rizaron y el humo amarillento se extendió. The branch crackled, the leaves curled, and yellowish smoke spread.

Piggy trazó un garabato en la arena con los dedos.

–Lo que pasa es que no tenemos bastante gente para mantener un fuego. -Wir haben einfach nicht genug Leute, um ein Feuer am Laufen zu halten. -What happens is that we don't have enough people to maintain a fire. A Samyeric hay que darles el mismo turno. Samyeric muss die gleiche Wendung erhalten. Samneric must be given the same turn. Siempre lo hacen todo juntos… – ¡Claro! Sie machen immer alles zusammen... - Natürlich!

–Sí, pero eso no es justo. -Yes, but that's not fair. ¿Es que no lo entiendes? Don't you understand? Debían hacer dos turnos distintos. They had to do two different shifts.

Ralph reflexionó y lo entendió. Ralph reflected and understood. Le molestaba comprobar que apenas reflexionaba como las personas mayores, y suspiró de nuevo. He was annoyed to find that he hardly reflected like the older people, and sighed again. La isla cada vez estaba peor. The island was getting worse.

Piggy miró al fuego.

–Pronto vamos a necesitar otra rama verde. Ralph rodó al otro costado. Ralph rolled to the other side.

–Piggy, ¿qué vamos a hacer?

–Pues arreglárnoslas sin ellos. "Well, we can manage without them."

–Pero… la hoguera.

Ceñudo, contempló el negro y blanco desorden en que yacían las puntas no calcinadas de las ramas. Scowling, he contemplated the black and white mess in which the unburned tips of the branches lay. Intentó ser más preciso: He tried to be more precise:

–Estoy asustado. -I am scared.

Vio que Piggy alzaba los ojos y continuó como pudo. He saw Piggy raise his eyes and continued as best he could.

–Pero no de Ja fiera…, bueno también tengo miedo de eso. –But not Ja fiera…, well, I'm also afraid of that. Pero es que nadie se da cuenta de lo del fuego. Aber niemand bemerkt das Feuer. But it is that nobody realizes about the fire. Si alguien te arroja una cuerda cuando te estás ahogando…, si un médico te dice que te tomes esto porque si no te mueres…, lo harías, ¿verdad? If someone throws you a rope when you're drowning…if a doctor tells you to take this because otherwise you'll die…you would, right?

–Pues claro que sí. -Of course I do. – ¿Es que no lo entienden? - Don't they understand? ¿No se dan cuenta que sin una señal de humo nos moriremos aquí? Don't they realize that without a smoke signal we will die here? ¡Mira eso! Look at that!

Una ola de aire caliente tembló sobre la ceniza, pero sin despedir la más ligera huella de humo. A wave of hot air trembled over the ash, but without the slightest trace of smoke.

–No podemos mantener viva ni una sola hoguera. “We can't keep a single bonfire alive. Y a ellos ni les importa. And they don't even care. Y lo peor es que… – clavó los ojos en el rostro sudoroso de Piggy – lo peor es que a mí tampoco me importa a veces. Und das Schlimmste ist, dass..." - sie blickte auf Piggys verschwitztes Gesicht - "das Schlimmste ist, dass es mir manchmal auch egal ist. And the worst thing is that... - he fixed his eyes on Piggy's sweaty face - the worst thing is that I don't care sometimes either. Suponte que yo me vuelva como los otros, que no me importe. Suppose I become like the others, that I don't care. ¿Qué sería de nosotros? What would become of us?

Piggy, profundamente afligido, se quitó las gafas. Piggy, deeply distressed, took off his glasses.

–No sé, Ralph, Hay que seguir, como sea. -Ich weiß nicht, Ralph, wir müssen weitermachen, koste es, was es wolle. –I don't know, Ralph, we have to continue, whatever. Eso es lo que harían los mayores. That's what adults would do.

Una vez emprendida la tarea de desahogarse, Ralph la llevó hasta su fin. Nachdem er sich an die Aufgabe gemacht hatte, sich zu entlasten, brachte Ralph sie zu ihrem Ende. With the task of venting underway, Ralph saw it through to completion.

–Piggy, ¿qué es lo que pasa? "Piggy, what's the matter?" Piggy le miró con asombro. – ¿Quieres decir por lo de la…? - Sie meinen wegen der...? – You mean because of the…?

–No… quiero decir… que, ¿por qué se ha estropeado todo? "No... I mean... why has everything gone wrong?"

Piggy se limpió las gafas despacio y pensativo. Piggy wiped his glasses slowly and thoughtfully. Al darse cuenta hasta qué punto le había aceptado Ralph, se sonrojó de orgullo. Realizing how much Ralph had accepted him, he flushed with pride.

–No sé, Ralph. Supongo que la culpa la tiene él. I guess it's his fault. – ¿Jack?

–Jack.

Alrededor de esa palabra se iba tejiendo un nuevo tabú. A new taboo was being woven around that word.

Ralph asintió con solemnidad. Ralph nodded solemnly.

–Sí – dijo -, supongo que es cierto. -Yes," he said, "I suppose that's true.

Cerca de ellos, el bosque estalló en un alborozo. Near them, the forest erupted in a jubilation. Surgieron unos seres demoníacos, con rostros blancos, rojos y verdes, que aullaban y gritaban. Demonic beings emerged, with white, red and green faces, howling and screaming. Los pequeños huyeron llorando. The little ones ran away crying. Ralph vio de reojo cómo Piggy echaba a correr. Dos de aquellos seres se abalanzaron hacia el fuego y Ralph se preparó para la defensa, pero tras apoderarse de unas cuantas ramas ardiendo escaparon a lo largo de la playa. Zwei der Kreaturen stürzten sich auf das Feuer und Ralph bereitete sich auf die Verteidigung vor, doch nachdem sie einige brennende Äste ergriffen hatten, flohen sie über den Strand. Two of the creatures rushed towards the fire and Ralph prepared to defend himself, but after seizing a few burning branches they escaped along the beach. Los otros tres se quedaron quietos, frente a Ralph; vio que el más alto de ellos, sin otra cosa sobre su cuerpo más que pintura y un cinturón, era Jack. Die anderen drei standen still und blickten Ralph an; er sah, dass der größte von ihnen, der nichts außer Farbe und einem Gürtel am Körper trug, Jack war. The other three stood still, facing Ralph; he saw that the tallest of them, with nothing on his body but paint and a belt, was Jack.

Ralph había recobrado el aliento y pudo hablar. Ralph had caught his breath and was able to speak.

–Bueno, ¿qué quieres? -Well, what do you want?

Jack no le hizo caso; alzó su lanza y empezó a gritar. Jack paid no attention to him; he raised his spear and began to shout.

–Escuchadme todos. Yo y mis cazadores estamos viviendo en la playa, junto a la roca cuadrada. Me and my hunters are living on the beach, next to the square rock. Cazamos, nos hinchamos a comer y nos divertimos. We hunt, we swell to eat and we have fun. Si queréis uniros a mi tribu, venid a vernos. A lo mejor dejo que os quedéis. Maybe I'll let you stay. O a lo mejor no.

Se calló y miró en torno suyo. He fell silent and looked around him. Tras la careta de pintura, se sentía libre de vergüenza o timidez y podía mirarles a todos de uno en uno. Behind the paint mask, he felt free of embarrassment or shyness and could look at them all one at a time. Ralph estaba arrodillado junto a los restos de la hoguera como un corredor en posición de salida, con la cara medio tapada por el pelo y el hollín. Samyeric se asomaban como un solo ser tras una palmera al borde del bosque. Samyeric loomed as a single being behind a palm tree at the edge of the forest. Uno de los peques, con la cara encarnada y contraída, lloraba a gritos junto a la poza; sobre la plataforma, aferrada en sus manos la caracola, se hallaba Piggy. Einer der Kleinen, dessen Gesicht errötet und zusammengezogen war, weinte laut am Becken; auf der Plattform stand Piggy, der die Muschel in seinen Händen hielt. One of the little ones, his face flushed and contracted, was crying loudly by the pool; on the platform, clutching the conch shell in his hands, was Piggy.

–Esta noche vamos a darnos un festín. -Tonight we are going to feast. Hemos matado un jabalí y tenemos carne. Si queréis, podéis venir a comer con nosotros.

En lo alto, los cañones de las nubes volvieron a disparar. Overhead, the cloud cannons fired again. Jack y los dos anónimos salvajes que le acompañaban se sobresaltaron, alzaron los ojos y luego recobraron la calma. El peque seguía llorando a gritos. The little one kept crying loudly. Jack esperaba algo. Jack hat auf etwas gewartet. Jack expected something. Apremió, en voz baja, a los otros: – ¡Venga… ahora! He urged, in a low voice, the others: - Come... now!

Los dos salvajes murmuraron. Jack les dijo con firmeza. Jack told them firmly. – ¡Venga!

Los dos salvajes se miraron, levantaron sus lanzas y dijeron a la vez: The two savages looked at each other, raised their spears, and said at the same time:

–El jefe ha hablado. -The boss has spoken.

Después, los tres dieron media vuelta y se alejaron a paso ligero. Ralph se levantó entonces, con la vista fija en el lugar por donde habían desaparecido los salvajes. Al llegar Samyeric balbucearon en un murmullo de temor:

–Creí que era… -…y sentí… -…miedo. -Ich dachte, es wäre... ...und ich hatte... ...Angst. -I thought it was... -...and I felt... -...afraid.

Piggy estaba en la plataforma, en un plano más alto, sosteniendo aún la caracola. Piggy was on the platform, on a higher plane, still holding the conch shell.

–Eran Jack, Maurice y Robert – dijo Ralph -. -It was Jack, Maurice and Robert," said Ralph. Se están divirtiendo de lo lindo, ¿verdad? Sie amüsieren sich prächtig, nicht wahr? They're having a blast, right?

–Yo creí que me iba a dar un ataque de asma. I thought I was going to have an asthma attack.

–Al diablo con tu asma.

–En cuanto vi a Jack pensé que se tiraba a la caracola. “As soon as I saw Jack I thought he was jumping into the conch. No sé por qué.

El grupo de muchachos miró a la blanca caracola con cariñoso respeto. Piggy la puso en manos de Ralph y los pequeños, al ver aquel símbolo familiar, empezaron a regresar. Piggy put it in Ralph's hands and the little ones, seeing that familiar symbol, began to return.

–Aquí no. -Not here.

Sintiendo la necesidad de algo más ceremonioso se dirigió hacia la plataforma. Feeling the need for something more ceremonious he headed for the platform. Ralph iba en primer lugar, meciendo la caracola; le seguía Piggy, con gran solemnidad; detrás, los mellizos, los pequeños y todos los demás. Ralph went first, rocking the conch shell; Piggy followed, with great solemnity; behind, the twins, the little ones and all the others.

–Sentaos todos. -Sit down, all of you. Nos han atacado para llevarse el fuego. They have attacked us to take away the fire. Se están divirtiendo mucho. They are having a lot of fun.

Pero la…

Ralph se sorprendió ante la cortina que nublaba su cerebro. Ralph was surprised at the curtain clouding his brain. Iba a decirles algo, cuando la cortinilla se cerró. I was about to say something to them, when the curtain closed.

–Pero la…

Le observaban muy serios, sin sentir aún ninguna duda sobre su capacidad. They watched him very seriously, still feeling no doubt about his ability. Ralph se apartó de los ojos la molesta melena y miró a Piggy. Ralph strich sich die lästige Mähne aus den Augen und sah Piggy an.

–Pero la… la… ¡la hoguera! ¡Pues claro, la hoguera! Of course, the bonfire!

Empezó a reírse; se contuvo y recobró la fluidez de palabra. He started laughing; he restrained himself and regained his fluency of speech.

–La hoguera es lo más importante de todo. Sin ella no nos van a rescatar. A mí también me gustaría pintarme el cuerpo como los guerreros y ser un salvaje, pero tenemos que mantener esa hoguera encendida. I too would like to paint my body like the warriors and be a savage, but we have to keep that bonfire burning. Es la cosa más importante de la isla, porque, porque…

De nuevo tuvo que hacer una pausa; la duda y el asombro llenaron el silencio. Again he had to pause; doubt and amazement filled the silence.