×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 8. Ofrenda a las tinieblas (1)

8. Ofrenda a las tinieblas (1)

Piggy, con evidente malestar, apartó los ojos de la playa, que empezaba a reflejar la luz pálida del alba, y los alzó hacia la sombría montaña. – ¿Estás seguro? ¿De verdad estás seguro?

–No sé cuántas veces te lo tengo que repetir – dijo Ralph -. La vimos. – ¿Crees que estamos a salvo aquí abajo? – ¿Cómo demonios lo voy a saber yo?

Ralph se apartó bruscamente y avanzó unos pasos por la playa. Jack, arrodillado, se entretenía en dibujar con el dedo índice círculos en la arena. La voz de Piggy les llegó en un susurro: – ¿Estás seguro? ¿De verdad?

–Sube tú a verla – dijo Jack desdeñosamente -, y hasta nunca.

–Más quisieras.

–La fiera tiene dientes – dijo Ralph – y unos ojos negros muy grandes.

Tembló violentamente. Piggy se quitó las gafas y limpió su única lente. – ¿Qué vamos a hacer?

Ralph se volvió hacia la plataforma. La caracola brillaba entre los árboles como un borujo blanco, en el lugar mismo por donde aparecería el sol.

Se echó hacia atrás las greñas.

–No lo sé.

Recordó la huida aterrorizada, ladera abajo.

–No creo que nos atrevamos jamás contra una cosa de ese tamaño; en serio, no nos atreveríamos. Hablamos mucho, pero tampoco pelearíamos contra un tigre. Saldríamos corriendo a escondernos. Hasta Jack se escondería.

Jack seguía contemplando la arena. – ¿Y mis cazadores, qué?

Simón salió furtivamente de las sombras que envolvían los refugios. Ralph no prestó atención a la pregunta de Jack. Señaló hacia la pincelada amarilla sobre la línea del mar.

–Somos muy valientes mientras es de día. ¿Pero después? Y ahora aquello está allí, agachado junto a la hoguera, como si quisiera impedir que nos rescaten…

Se retorcía las manos al hablar, sin darse cuenta. Elevó la voz:

–Ya no habrá ninguna hoguera de señal…, estamos perdidos.

Un punto de oro apareció sobre el mar, y en un instante se iluminó todo el cielo. – ¿Y mis cazadores, qué?

–Son niños armados con palos. Jack se puso en pie. Su rostro se enrojeció mientras se alejaba. Piggy se puso las gafas y miró a Ralph.

–Ahora sí que la has hecho. Le has ofendido con lo de sus cazadores.

–Anda, cállate.

Les interrumpió el sonido de la caracola, que alguien tocaba sin habilidad. Jack, como si ofreciese una serenata al sol naciente, siguió haciendo sonar la caracola, mientras en los refugios empezaban a agitarse las primeras señales de vida, los cazadores se deslizaban hacia la plataforma y los pequeños empezaban a lloriquear, como ahora hacían con tanta frecuencia. Ralph se levantó dócilmente. Piggy Y él se dirigieron a la plataforma.

–Palabras – dijo Ralph amargamente -, palabras y más palabras.

Quitó la caracola a Jack.

–Esta reunión… Jack le interrumpió:

–La he convocado yo.

–Lo mismo iba a hacer yo. Lo único que has hecho es soplar la caracola.

–Bueno, ¿y no es eso? – ¡Tómala, anda! ¡Sigue…, habla! Ralph arrojó la caracola a los brazos de Jack y se sentó en el tronco de palmera.

–He convocado esta asamblea por muchas razones – dijo Jack -. En primer lugar… ya sabéis que hemos visto a la fiera. Nos acercamos a gatas; estuvimos a unos cuantos metros de la fiera. Levantó la cabeza y nos miró. No sé qué hace allí. Ni siquiera sabemos lo que es…

–Esa fiera sale del mar…

–De la oscuridad…

–De los árboles… – ¡Silencio! – gritó Jack -. A ver si escucháis. La fiera está allí sentada, sea lo que sea…

–A lo mejor está esperando…

–O cazando…

–Eso es, cazando.

–Cazando – dijo Jack. Recordó los temblores que se apoderaban de él en el bosque -.

Sí, esa fiera sale a cazar. ¡Pero callaos de una vez! Otra cosa: fue imposible matarla. Y además, os diré lo que acaba de decirme Ralph de mis cazadores: que no sirven para nada. – ¡No he dicho nada de eso!

–Yo tengo la caracola. Ralph cree que sois unos cobardes, que el jabalí y la fiera los hacen salir corriendo. Y eso no es todo.

Se oyó en la plataforma algo como un suspiro, como si todos supiesen lo que iba a seguir. La voz de Jack continuó, trémula pero decidida, presionando contra el pasivo silencio.

–Es igual que Piggy; dice las mismas cosas que Piggy. No es un verdadero jefe. Jack apretó la caracola contra sí.

–Además, es un cobarde.

Hizo una breve pausa y después continuó:

–Allá en la cima, cuando Roger y yo seguimos adelante, él se quedó atrás. – ¡Yo también seguí!

–Pero después.

Los dos muchachos se miraron, a través de las pantallas de sus melenas, amenazantes.

–Yo también seguí – dijo Ralph -; eché a correr luego, pero tú hiciste lo mismo.

–Llámame cobarde si quieres. Jack se volvió a los cazadores:

–No sabe cazar. Nunca nos habría conseguido carne. No es ningún prefecto, y no sabemos nada de él. No hace más que dar órdenes y espera que se le obedezca porque sí. Venga a hablar… – ¡Venga a hablar! – gritó Ralph -. ¡Hablar y hablar! ¿Quién ha empezado? ¿Quién ha convocado esta reunión?

Jack se volvió con la cara enrojecida y la barbilla hundida en el pecho. Le atravesó con la mirada.

–Muy bien – dijo, y su tono indicaba una intención decidida, y una amenaza -, muy bien.

Con una mano apretó la caracola contra su pecho y con la otra cortó el aire. – ¿Quién cree que Ralph no debe ser el jefe?

Miró con esperanza a los muchachos agrupados en torno suyo, que habían quedado atónitos. Hubo un silencio absoluto bajo las palmeras.

–Que levanten las manos – dijo Jack con firmeza – los que no quieren que Ralph sea el jefe.

El silencio continuó, suspenso, grave y avergonzado.

El rostro de Jack fue perdiendo color poco a poco, para recobrarlo después en un brote doloroso. Se mordió los labios y volvió la cabeza a un lado, evitando a sus ojos el bochorno de unirse a la mirada de otro. – ¿Cuántos creen…?

Su voz cedió. Las manos que sostenían la caracola temblaron. Tosió y alzó la voz:

–Muy bien.

Con extremado cuidado dejó la caracola en la hierba, a sus pies. Lágrimas de humillación corrían de sus ojos.

–No voy a seguir más este juego. No con vosotros.

La mayoría de los muchachos habían bajado la vista, fijándola en la hierba o en sus pies. Jack volvió a toser.

–No voy a seguir en la pandilla de Ralph… Recorrió con la mirada los troncos a su derecha, contando los cazadores que una vez fueron coro.

–Me voy por mi cuenta. Que atrape él sus cerdos. Si alguien quiere cazar conmigo, puede venir también.

Con pasos torpes salió del triángulo, hacia el escalón que llevaba hasta la blanca arena. – ¡Jack!

Jack se volvió y miró a Ralph. Calló por un momento y luego lanzó un grito estridente y furioso: -… ¡No!

Saltó de la plataforma y corrió por la playa sin hacer caso de las copiosas lágrimas que iba derramando; Ralph le siguió con la mirada hasta que se adentró en el bosque.

Piggy estaba indignado.

–Yo venga a hablarte, Ralph, y tú ahí parado, como… Ralph miró a Piggy sin verle y se habló a sí mismo quedamente:

–Volverá. Cuando el sol se ponga, volverá. Vio la caracola en las manos de Piggy. – ¿Qué? – ¡Pues eso!

Piggy abandonó la intención de reprender a Ralph. Volvió a limpiar su lente hasta hacerla relucir y volvió a su tema.

–No necesitamos a Jack Merridew. No es el único en esta isla. Pero ahora que tenemos una fiera de verdad, aunque no puedo casi creerlo, vamos a tener que quedarnos cerca de la plataforma a todas horas; y ya no nos van a servir de mucho ni él ni su caza. Así que ahora podremos decidir de una vez lo que hay que hacer.

–Es inútil, Piggy. No podemos hacer nada.

Permanecieron sentados durante unos momentos en abatido silencio. Se levantó Simón de pronto y le quitó la caracola a Piggy, quien se vio tan sorprendido que no tuvo tiempo para reaccionar. Ralph alzó los ojos hacia Simón. – ¿Simón? ¿Qué quieres ahora? Un apagado rumor de risas recorrió el círculo entero y perturbó visiblemente a Simón.

–Creo que hay algo que podríamos hacer. Algo que nosotros…

Su voz se vio de nuevo sofocada por la opresión de la asamblea. En busca de ayuda y comprensión, se dirigió a Piggy. Con la caracola apretada contra su bronceado pecho, se volvió a medias hacia él.

–Creo que deberíamos subir a la montaña.

El círculo entero se estremeció. Simón se interrumpió y buscó con la mirada a Piggy, que le observaba con cara de burlona incomprensión. – ¿Y qué vamos a hacer allí arriba, si Ralph y los otros no pudieron con la fiera? Simón susurró su respuesta: – ¿Qué otra cosa podemos hacer?

Concluida su breve alocución, dejó que Piggy tomase de sus manos la caracola.

Después se retiró y fue a sentarse al lugar más apartado que encontró.

Piggy hablaba ahora con más aplomo y con algo en su voz que los demás, en circunstancias menos graves, habrían interpretado como placer.

–Ya os dije que cierta persona no nos hace ni pizca de falta. Y ahora os digo que tenemos que decidir lo que vamos a hacer. Y me parece que sé lo que Ralph os va a decir en seguida. La cosa más importante en esta isla es el humo y no se puede tener humo sin fuego. Ralph se movió inquieto.

–No hay nada que hacer, Piggy. No tenemos ninguna hoguera. Y esa cosa está allá arriba sentada…; tendremos que quedarnos aquí.

Piggy, como para dar con ello realce a sus palabras, alzó la caracola.

–No tenemos una hoguera en la montaña, pero podemos tenerla aquí. Se puede hacer en esas rocas. O en la arena; da igual. Así también tendríamos humo, – ¡Eso! – ¡Humo! – ¡Junto a la poza!

Todos hablaban al mismo tiempo. Pero Piggy era el único con suficiente audacia intelectual para sugerir que se trasladase a otro lugar el fuego de la montaña.

–Bueno, haremos la hoguera aquí abajo – dijo Ralph mirando a su alrededor -. La podemos hacer aquí mismo, entre la poza y la plataforma. Claro que…

Se interrumpió y, con el ceño fruncido, meditó el asunto, mordiéndose sin darse cuenta una uña ya casi desgastada.

–Claro que el humo no se verá tan bien; no se verá desde tan lejos. Pero así no tendremos que acercarnos, acercarnos a…

Los otros, que le comprendían perfectamente, asintieron. No habría necesidad de acercarse.

–Podemos hacerla ya.

Las ideas más brillantes son siempre las más sencillas. Ahora que tenían algo que hacer, trabajaron con entusiasmo. Piggy se sentía tan lleno de alegría y tan plenamente libre con la marcha de Jack, tan lleno de orgullo por su contribución al bienestar común, que ayudó a acarrear la leña. La que aportó estaba bien a mano: uno de los troncos caídos en la plataforma, que nadie usaba durante las asambleas. Pero para los demás la condición sagrada de la plataforma se extendía a todo cuanto en ella se hallaba, protegiendo incluso lo más inútil. Los mellizos comentaron que sería un alivio tener una hoguera junto a ellos durante la noche, y aquel descubrimiento hizo a unos cuantos peques bailar y batir palmas de alegría.

Aquella leña no estaba tan seca como la de la montaña. Casi toda ella se encontraba podrida por la humedad y llena de insectos huidizos. Tenían que levantar los troncos con cuidado, porque si no se deshacían en un polvo húmedo. Además, los muchachos, con tal de no penetrar mucho en el bosque, se conformaban con el primer leño que encontraban, por muy cubierto que estuviese de retoños verdes. Las faldas del monte y el desgarrón del bosque les eran familiares; estaban cerca de la caracola y los refugios, que ofrecían un aspecto bastante acogedor a la luz del sol. Nadie se molestaba en pensar qué aspecto cobrarían en la oscuridad. Trabajaron, pues, con gran animación y alegría, aunque a medida que pasaba el tiempo podían advertirse indicios de pánico en aquella animación y de histeria en la alegría. Levantaron una pirámide de hojas y palos, de ramas y troncos, sobre la desnuda arena contigua a la plataforma. Por vez primera en la isla, Piggy se quitó sus gafas sin pedírselo nadie, se arrodilló y enfocó el sol sobre la leña. Pronto tuvieron un techo de humo y un abanico de llamas amarillas.

8. Ofrenda a las tinieblas (1) 8. Opfergabe an die Dunkelheit (1) 8. Offering to the darkness (1) 8. Offrande aux ténèbres (1) 8. Oferta às trevas (1)

Piggy, con evidente malestar, apartó los ojos de la playa, que empezaba a reflejar la luz pálida del alba, y los alzó hacia la sombría montaña. Piggy, with obvious discomfort, took her eyes from the beach, which was just beginning to reflect the pale light of dawn, and up to the shadowy mountain. – ¿Estás seguro? - Are you sure? ¿De verdad estás seguro? Are you really sure?

–No sé cuántas veces te lo tengo que repetir – dijo Ralph -. "I don't know how many times I have to repeat it to you," Ralph said. La vimos. We saw her. – ¿Crees que estamos a salvo aquí abajo? – Do you think we are safe down here? – ¿Cómo demonios lo voy a saber yo? - Woher soll ich das denn wissen? "How the hell am I supposed to know?"

Ralph se apartó bruscamente y avanzó unos pasos por la playa. Ralph turned abruptly away and took a few steps down the beach. Jack, arrodillado, se entretenía en dibujar con el dedo índice círculos en la arena. Jack, kneeling, was busy drawing circles in the sand with his index finger. La voz de Piggy les llegó en un susurro: – ¿Estás seguro? Piggy's voice came to them in a whisper: - Are you sure? ¿De verdad?

–Sube tú a verla – dijo Jack desdeñosamente -, y hasta nunca. -You go up and see her," said Jack scornfully, "and good riddance.

–Más quisieras. -Sie wünschen. -You wish.

–La fiera tiene dientes – dijo Ralph – y unos ojos negros muy grandes.

Tembló violentamente. Piggy se quitó las gafas y limpió su única lente. – ¿Qué vamos a hacer?

Ralph se volvió hacia la plataforma. Ralph turned back to the platform. La caracola brillaba entre los árboles como un borujo blanco, en el lugar mismo por donde aparecería el sol. Die Muschel leuchtete durch die Bäume wie ein weißer Borujo, genau an der Stelle, an der die Sonne erscheinen würde. The conch shone among the trees like a white borujo, in the very place where the sun would appear.

Se echó hacia atrás las greñas. He tossed back his tresses.

–No lo sé. -I don't know.

Recordó la huida aterrorizada, ladera abajo. He remembered the terrified flight, down the slope.

–No creo que nos atrevamos jamás contra una cosa de ese tamaño; en serio, no nos atreveríamos. -I don't think we would ever dare against a thing of that size; seriously, we wouldn't dare. Hablamos mucho, pero tampoco pelearíamos contra un tigre. We talk a lot, but we wouldn't fight a tiger either. Saldríamos corriendo a escondernos. We would run for cover. Hasta Jack se escondería. Selbst Jack würde sich verstecken. Even Jack would hide.

Jack seguía contemplando la arena. Jack was still staring at the sand. – ¿Y mis cazadores, qué? – And what about my hunters?

Simón salió furtivamente de las sombras que envolvían los refugios. Simon sidled out of the shadows that enveloped the shelters. Ralph no prestó atención a la pregunta de Jack. Ralph paid no attention to Jack's question. Señaló hacia la pincelada amarilla sobre la línea del mar. He pointed toward the yellow brushstroke above the sea line.

–Somos muy valientes mientras es de día. –We are very brave while it is day. ¿Pero después? Y ahora aquello está allí, agachado junto a la hoguera, como si quisiera impedir que nos rescaten… And now it's there, crouched by the fire, as if trying to prevent us from being rescued...

Se retorcía las manos al hablar, sin darse cuenta. He wrung his hands when he spoke, without realizing it. Elevó la voz: He raised his voice:

–Ya no habrá ninguna hoguera de señal…, estamos perdidos. –There will no longer be any signal bonfire…, we are lost.

Un punto de oro apareció sobre el mar, y en un instante se iluminó todo el cielo. A golden dot appeared over the sea, and in an instant the whole sky was illuminated. – ¿Y mis cazadores, qué? - What about my hunters?

–Son niños armados con palos. Jack se puso en pie. Jack stood up. Su rostro se enrojeció mientras se alejaba. His face reddened as he walked away. Piggy se puso las gafas y miró a Ralph.

–Ahora sí que la has hecho. "Now you've done it." Le has ofendido con lo de sus cazadores. You have offended him with his hunters.

–Anda, cállate. -Come on, shut up.

Les interrumpió el sonido de la caracola, que alguien tocaba sin habilidad. They were interrupted by the sound of the conch, which someone played without skill. Jack, como si ofreciese una serenata al sol naciente, siguió haciendo sonar la caracola, mientras en los refugios empezaban a agitarse las primeras señales de vida, los cazadores se deslizaban hacia la plataforma y los pequeños empezaban a lloriquear, como ahora hacían con tanta frecuencia. Jack, as if serenading the rising sun, continued to blow the conch, while the shelters began to stir with the first signs of life, and the hunters scuttled onto the platform, and the little ones began to whimper, as they now so often did. . Ralph se levantó dócilmente. Ralph got up meekly. Piggy Y él se dirigieron a la plataforma. Piggy and he headed for the platform.

–Palabras – dijo Ralph amargamente -, palabras y más palabras. -Words," said Ralph bitterly, "words and more words.

Quitó la caracola a Jack. He took the conch from Jack.

–Esta reunión… Jack le interrumpió:

–La he convocado yo. I have summoned her.

–Lo mismo iba a hacer yo. "I was going to do the same thing." Lo único que has hecho es soplar la caracola. All you've done is blow the conch.

–Bueno, ¿y no es eso? -Well, isn't that it? – ¡Tómala, anda! – Take it, go! ¡Sigue…, habla! Go on..., speak! Ralph arrojó la caracola a los brazos de Jack y se sentó en el tronco de palmera. Ralph tossed the conch shell into Jack's arms and sat on the palm tree trunk.

–He convocado esta asamblea por muchas razones – dijo Jack -. "I have called this meeting for many reasons," said Jack. En primer lugar… ya sabéis que hemos visto a la fiera. In the first place… you already know that we have seen the beast. Nos acercamos a gatas; estuvimos a unos cuantos metros de la fiera. Levantó la cabeza y nos miró. He raised his head and looked at us. No sé qué hace allí. I don't know what he's doing there. Ni siquiera sabemos lo que es… We don't even know what it is...

–Esa fiera sale del mar… -That beast comes out of the sea...

–De la oscuridad… -From the darkness...

–De los árboles… – ¡Silencio! – gritó Jack -. - Jack shouted. A ver si escucháis. Let's see if you listen. La fiera está allí sentada, sea lo que sea… The beast is sitting there, whatever it is...

–A lo mejor está esperando… "Maybe he's waiting..."

–O cazando… Or hunting...

–Eso es, cazando. -That's right, hunting.

–Cazando – dijo Jack. Recordó los temblores que se apoderaban de él en el bosque -. He remembered the tremors that gripped him in the forest.

Sí, esa fiera sale a cazar. Yes, that beast goes hunting. ¡Pero callaos de una vez! But shut up at once! Otra cosa: fue imposible matarla. Y además, os diré lo que acaba de decirme Ralph de mis cazadores: que no sirven para nada. Und außerdem sage ich Ihnen, was Ralph mir gerade über meine Jäger gesagt hat: Sie sind nutzlos. And besides, I'll tell you what Ralph just told me about my hunters: that they are good for nothing. – ¡No he dicho nada de eso! – I didn't say anything like that!

–Yo tengo la caracola. Ralph cree que sois unos cobardes, que el jabalí y la fiera los hacen salir corriendo. Ralph thinks you are cowards, that the boar and the wild boar make them run away. Y eso no es todo.

Se oyó en la plataforma algo como un suspiro, como si todos supiesen lo que iba a seguir. There was something like a sigh on the platform, as if they all knew what was to come. La voz de Jack continuó, trémula pero decidida, presionando contra el pasivo silencio. Jack's voice continued, tremulous but determined, pressing against the passive silence.

–Es igual que Piggy; dice las mismas cosas que Piggy. -Er ist genau wie Piggy; er sagt die gleichen Dinge wie Piggy. -He's just like Piggy; he says the same things Piggy says. No es un verdadero jefe. He's not a real boss. Jack apretó la caracola contra sí. Jack held the conch close to him.

–Además, es un cobarde.

Hizo una breve pausa y después continuó:

–Allá en la cima, cuando Roger y yo seguimos adelante, él se quedó atrás. “Up there at the top, when Roger and I went ahead, he stayed behind. – ¡Yo también seguí! – I followed too!

–Pero después. -But then.

Los dos muchachos se miraron, a través de las pantallas de sus melenas, amenazantes. The two boys looked at each other, through the screens of their long hair, threatening.

–Yo también seguí – dijo Ralph -; eché a correr luego, pero tú hiciste lo mismo. "I followed too," said Ralph, "; I started to run then, but you did the same.

–Llámame cobarde si quieres. Jack se volvió a los cazadores:

–No sabe cazar. He doesn't know how to hunt. Nunca nos habría conseguido carne. No es ningún prefecto, y no sabemos nada de él. He's not a prefect, and we don't know anything about him. No hace más que dar órdenes y espera que se le obedezca porque sí. He does nothing but give orders and expects to be obeyed for no reason. Venga a hablar… – ¡Venga a hablar! Come talk… – Come talk! – gritó Ralph -. ¡Hablar y hablar! ¿Quién ha empezado? Who has started? ¿Quién ha convocado esta reunión? Who called this meeting?

Jack se volvió con la cara enrojecida y la barbilla hundida en el pecho. Jack turned around with his face flushed and his chin sunk into his chest. Le atravesó con la mirada. She pierced him with her gaze.

–Muy bien – dijo, y su tono indicaba una intención decidida, y una amenaza -, muy bien. -Very well," he said, and his tone indicated a determined intention, and a threat, "very well.

Con una mano apretó la caracola contra su pecho y con la otra cortó el aire. With one hand he pressed the conch to his chest and with the other he sliced through the air. – ¿Quién cree que Ralph no debe ser el jefe?

Miró con esperanza a los muchachos agrupados en torno suyo, que habían quedado atónitos. He looked hopefully at the stunned boys grouped around him. Hubo un silencio absoluto bajo las palmeras.

–Que levanten las manos – dijo Jack con firmeza – los que no quieren que Ralph sea el jefe. "Hands up," Jack said firmly, "those who don't want Ralph to be boss."

El silencio continuó, suspenso, grave y avergonzado. The silence continued, suspenseful, grave and embarrassed.

El rostro de Jack fue perdiendo color poco a poco, para recobrarlo después en un brote doloroso. Jack's face gradually lost color, only to regain it in a painful flare. Se mordió los labios y volvió la cabeza a un lado, evitando a sus ojos el bochorno de unirse a la mirada de otro. She bit her lips and turned her head to the side, sparing her eyes the embarrassment of meeting another's gaze. – ¿Cuántos creen…? - How many do you think...?

Su voz cedió. His voice gave way. Las manos que sostenían la caracola temblaron. Tosió y alzó la voz: He coughed and raised his voice:

–Muy bien.

Con extremado cuidado dejó la caracola en la hierba, a sus pies. With extreme care he placed the shell on the grass at his feet. Lágrimas de humillación corrían de sus ojos.

–No voy a seguir más este juego. I'm not going to play this game anymore. No con vosotros. Not with you.

La mayoría de los muchachos habían bajado la vista, fijándola en la hierba o en sus pies. Most of the boys had lowered their gaze, fixing it on the grass or their feet. Jack volvió a toser.

–No voy a seguir en la pandilla de Ralph… Recorrió con la mirada los troncos a su derecha, contando los cazadores que una vez fueron coro. "I'm not going to be in Ralph's gang anymore…" She glanced up the logs to her right, counting the hunters that had once been chorus.

–Me voy por mi cuenta. -I'm going on my own. Que atrape él sus cerdos. Let him catch his pigs. Si alguien quiere cazar conmigo, puede venir también.

Con pasos torpes salió del triángulo, hacia el escalón que llevaba hasta la blanca arena. With awkward steps he stepped out of the triangle, toward the step that led down to the white sand. – ¡Jack!

Jack se volvió y miró a Ralph. Calló por un momento y luego lanzó un grito estridente y furioso: -… ¡No! Er verstummte für einen Moment und stieß dann einen schrillen, wütenden Schrei aus: "Nein! He fell silent for a moment and then let out a shrill and furious cry: -... No!

Saltó de la plataforma y corrió por la playa sin hacer caso de las copiosas lágrimas que iba derramando; Ralph le siguió con la mirada hasta que se adentró en el bosque. Er sprang von der Plattform und rannte den Strand hinunter, ohne auf die vielen Tränen zu achten, die er vergoss; Ralph folgte ihm mit den Augen, bis er den Wald betrat. He jumped off the platform and ran down the beach, ignoring the copious tears he was shedding; Ralph followed him with his eyes until he entered the forest.

Piggy estaba indignado.

–Yo venga a hablarte, Ralph, y tú ahí parado, como… Ralph miró a Piggy sin verle y se habló a sí mismo quedamente: -I came to talk to you, Ralph, and you just stood there, like... Ralph looked at Piggy without seeing him and spoke quietly to himself:

–Volverá. -He will be back. Cuando el sol se ponga, volverá. Vio la caracola en las manos de Piggy. – ¿Qué? – ¡Pues eso! - That's right!

Piggy abandonó la intención de reprender a Ralph. Piggy abandoned the intention of reprimanding Ralph. Volvió a limpiar su lente hasta hacerla relucir y volvió a su tema. He wiped his lens back to a shine and returned to his subject.

–No necesitamos a Jack Merridew. No es el único en esta isla. He is not the only one on this island. Pero ahora que tenemos una fiera de verdad, aunque no puedo casi creerlo, vamos a tener que quedarnos cerca de la plataforma a todas horas; y ya no nos van a servir de mucho ni él ni su caza. But now that we have a real beast, although I can hardly believe it, we are going to have to stay near the platform at all times; and neither he nor his hunting are going to be of much use to us anymore. Así que ahora podremos decidir de una vez lo que hay que hacer. So now we can decide once and for all what needs to be done.

–Es inútil, Piggy. 'It's useless, Piggy. No podemos hacer nada.

Permanecieron sentados durante unos momentos en abatido silencio. They sat for a few moments in dejected silence. Se levantó Simón de pronto y le quitó la caracola a Piggy, quien se vio tan sorprendido que no tuvo tiempo para reaccionar. Simon suddenly stood up and took the conch shell from Piggy, who was so surprised that he had no time to react. Ralph alzó los ojos hacia Simón. – ¿Simón? ¿Qué quieres ahora? What do you want now? Un apagado rumor de risas recorrió el círculo entero y perturbó visiblemente a Simón. A muffled rumble of laughter went around the entire circle, visibly disturbing Simon.

–Creo que hay algo que podríamos hacer. -I think there is something we could do. Algo que nosotros…

Su voz se vio de nuevo sofocada por la opresión de la asamblea. His voice was again drowned out by the oppression of the assembly. En busca de ayuda y comprensión, se dirigió a Piggy. Looking for help and understanding, he turned to Piggy. Con la caracola apretada contra su bronceado pecho, se volvió a medias hacia él. Clutching the conch to her tanned chest, she half turned to face him.

–Creo que deberíamos subir a la montaña.

El círculo entero se estremeció. The entire circle shuddered. Simón se interrumpió y buscó con la mirada a Piggy, que le observaba con cara de burlona incomprensión. Simon interrupted himself and looked up at Piggy, who was looking at him with a face of mocking incomprehension. – ¿Y qué vamos a hacer allí arriba, si Ralph y los otros no pudieron con la fiera? – And what are we going to do up there, if Ralph and the others couldn't beat the beast? Simón susurró su respuesta: – ¿Qué otra cosa podemos hacer? Simon whispered his answer: - What else can we do?

Concluida su breve alocución, dejó que Piggy tomase de sus manos la caracola. His brief address over, he let Piggy take the conch from his hands.

Después se retiró y fue a sentarse al lugar más apartado que encontró.

Piggy hablaba ahora con más aplomo y con algo en su voz que los demás, en circunstancias menos graves, habrían interpretado como placer. Piggy spoke with more poise now, and with something in his voice that others, under less dire circumstances, would have interpreted as pleasure.

–Ya os dije que cierta persona no nos hace ni pizca de falta. –I already told you that we don't miss a certain person. Y ahora os digo que tenemos que decidir lo que vamos a hacer. Y me parece que sé lo que Ralph os va a decir en seguida. And I think I know what Ralph is going to tell you right away. La cosa más importante en esta isla es el humo y no se puede tener humo sin fuego. Ralph se movió inquieto. Ralph shifted uneasily.

–No hay nada que hacer, Piggy. -There's nothing to do, Piggy. No tenemos ninguna hoguera. Y esa cosa está allá arriba sentada…; tendremos que quedarnos aquí.

Piggy, como para dar con ello realce a sus palabras, alzó la caracola. Piggy, as if to enhance his words, raised the conch shell.

–No tenemos una hoguera en la montaña, pero podemos tenerla aquí. “We don't have a bonfire on the mountain, but we can have one here. Se puede hacer en esas rocas. It can be done on those rocks. O en la arena; da igual. Así también tendríamos humo, – ¡Eso! – ¡Humo! – ¡Junto a la poza! - Next to the pond!

Todos hablaban al mismo tiempo. Pero Piggy era el único con suficiente audacia intelectual para sugerir que se trasladase a otro lugar el fuego de la montaña. But Piggy was the only one with enough intellectual audacity to suggest moving the mountain fire elsewhere.

–Bueno, haremos la hoguera aquí abajo – dijo Ralph mirando a su alrededor -. La podemos hacer aquí mismo, entre la poza y la plataforma. We can do it right here, between the pool and the platform. Claro que… Of course...

Se interrumpió y, con el ceño fruncido, meditó el asunto, mordiéndose sin darse cuenta una uña ya casi desgastada. He interrupted himself and, frowning, mulled the matter over, inadvertently biting an already almost worn-out fingernail.

–Claro que el humo no se verá tan bien; no se verá desde tan lejos. “Of course the smoke won't look so good; It won't be seen from so far. Pero así no tendremos que acercarnos, acercarnos a… But that way we won't have to get close, get close to...

Los otros, que le comprendían perfectamente, asintieron. The others, who understood him perfectly, nodded. No habría necesidad de acercarse. There would be no need to approach.

–Podemos hacerla ya. -We can do it now.

Las ideas más brillantes son siempre las más sencillas. Ahora que tenían algo que hacer, trabajaron con entusiasmo. Piggy se sentía tan lleno de alegría y tan plenamente libre con la marcha de Jack, tan lleno de orgullo por su contribución al bienestar común, que ayudó a acarrear la leña. Piggy felt so full of joy and so fully free with Jack's departure, so full of pride in his contribution to the common welfare, that he helped haul the firewood. La que aportó estaba bien a mano: uno de los troncos caídos en la plataforma, que nadie usaba durante las asambleas. The one he brought was close at hand: one of the fallen logs on the platform, which no one used during assemblies. Pero para los demás la condición sagrada de la plataforma se extendía a todo cuanto en ella se hallaba, protegiendo incluso lo más inútil. Für die anderen jedoch erstreckte sich die Heiligkeit der Plattform auf alles, was sich auf ihr befand, und schützte selbst die nutzlosesten Dinge. But for the others, the sacredness of the platform extended to everything on it, protecting even the most useless. Los mellizos comentaron que sería un alivio tener una hoguera junto a ellos durante la noche, y aquel descubrimiento hizo a unos cuantos peques bailar y batir palmas de alegría. The twins commented that it would be a relief to have a bonfire next to them at night, and that discovery made a few of the little ones dance and clap their hands with joy.

Aquella leña no estaba tan seca como la de la montaña. That firewood was not as dry as that of the mountain. Casi toda ella se encontraba podrida por la humedad y llena de insectos huidizos. Tenían que levantar los troncos con cuidado, porque si no se deshacían en un polvo húmedo. They had to lift the logs carefully, otherwise they would crumble into wet dust. Además, los muchachos, con tal de no penetrar mucho en el bosque, se conformaban con el primer leño que encontraban, por muy cubierto que estuviese de retoños verdes. Besides, the boys, as long as they did not penetrate too far into the forest, would settle for the first wood they found, no matter how covered with green shoots it might be. Las faldas del monte y el desgarrón del bosque les eran familiares; estaban cerca de la caracola y los refugios, que ofrecían un aspecto bastante acogedor a la luz del sol. The slopes of the mountain and the rift in the forest were familiar to them; they were near the shell and the shelters, which looked rather cozy in the sunlight. Nadie se molestaba en pensar qué aspecto cobrarían en la oscuridad. No one bothered to think what they would look like in the dark. Trabajaron, pues, con gran animación y alegría, aunque a medida que pasaba el tiempo podían advertirse indicios de pánico en aquella animación y de histeria en la alegría. So they worked with great animation and joy, although as time passed hints of panic could be detected in that animation and of hysteria in their joy. Levantaron una pirámide de hojas y palos, de ramas y troncos, sobre la desnuda arena contigua a la plataforma. Por vez primera en la isla, Piggy se quitó sus gafas sin pedírselo nadie, se arrodilló y enfocó el sol sobre la leña. For the first time on the island, Piggy took off his glasses without being asked, knelt down and focused the sun on the firewood. Pronto tuvieron un techo de humo y un abanico de llamas amarillas.