12- ¡Como si yo fuera rico! (Imperfecto del Subjuntivo)
¡Hola, hola, hola! Bienvenido, bienvenida a un nuevo podcast
de la Academia de Español Online.
En el podcast de hoy, vamos a hablar un poco sobre gramática.
¿Por qué? Pues porque en el podcast de hoy,
vamos a hablar sobre el imperfecto del subjuntivo,
y este podcast forma parte del curso del Pretérito Imperfecto
del Subjuntivo, que ya está disponible en la Academia
de Español Online, donde puedes hacer cursos, actividades,
y descargarte también todas las transcripciones
de los podcasts.
Bueno, pues para este podcast, te voy a explicar...
Bueno, más que explicar, te voy a contar una pequeña anécdota,
una pequeña curiosidad, una pequeña historia,
relacionada con los reyes. Dentro de poco, son los reyes,
en España, lo que se conoce como los reyes magos,
donde 3 reyes de Oriente traen regalo a todos los niños,
y niñas, y adultos, también, que han sido buenos.
Entonces, yo te voy a contar una historia, una pequeña anécdota,
más que una historia, es una anécdota, donde vamos a poner
en práctica el imperfecto del subjuntivo, algunas expresiones,
y algunos usos. Todo lo que vas a escuchar, lo hemos aprendido
a lo largo de este curso del imperfecto del subjuntivo,
que está disponible en la Academia de Español.
Y... ¡Bueno! Pues vamos a empezar con esta anécdota.
¡Vamos allá!
Bueno, bueno, bueno... Pues os voy a contar una anécdota
que me pasó el otro día, y quiero poner en práctica
este pretérito imperfecto del subjuntivo.
Os voy a contar la anécdota. Aquí en España,
el día 6 de enero, normalmente, los reyes magos,
estos 3 reyes de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar,
traen regalo a los niños y niñas que se han portado buenos,
a los adultos, también. Bueno, tengo que decir que
no son los reyes, somos nosotros, los adultos,
los que compramos los regalos. Siento decirte que
no es verdad, no hay 3 reyes, somos los adultos,
pero bueno, si estás escuchando esto, estoy seguro
de que eres un adulto, y ya lo sabrás.
Bueno, pues entonces, yo el otro día, quería preparar
un regalo para mi novia, pero claro, no tengo mucho tiempo,
y no sabía qué preparar. Ojalá tuviera más tiempo.
Ojalá tuviera más tiempo en mi vida, pero no tenía
el tiempo necesario para preparar un regalo yo solo,
entonces decidí que tenía que comprarlo.
Entonces, si yo quisiera comprar un regalo bueno,
para mi novia, tendría que ser un regalo caro.
Pero yo tuve una idea, y dije...
¿Y si le preguntara qué regalo quiere?
Porque claro, no tengo ni mucho dinero, ni mucho tiempo.
Entonces, tenía que saber cuál era la mejor opción
para mí. Y bueno, pues le pregunté...
¿Qué te gustaría que te regalara para Reyes?
Digo... Cariño, ¿qué te gustaría que te regalara para Reyes?
Y ella me dijo... Bueno, pues a mí me gustaría
que tú me regalaras... Bueno, que tú... que los Reyes.
Me gustaría que los Reyes me trajeran...
Porque aquí utilizamos el verbo traer.
¿Qué te han traído los Reyes?
Los Reyes me han traído un iPhone, me han traído ropa,
me han traído dinero. Entonces, ella me dijo...
A mí me gustaría que me trajeran ropa.
Y yo dije... Bien... También ella dijo... También dijo...
A mí me gustaría que me trajeran un libro.
Y yo dije... Bien, vale, me parece bien.
Y ella dijo también... Me gustaría que me trajeran
un nuevo móvil. Y yo dije... Bueno, vale, ojalá tuviera
más dinero, ojalá tuviera más dinero, pero bueno,
era una opción bastante factible. Puede ser.
Y ella también dijo... A mí me gustaría que me trajeran
un ordenador portátil. Y en ese momento, en ese momento,
yo dije... ¡Ja! ¡Como si yo fuera rico!
¡Como si yo fuera rico! Me estaba pidiendo un portátil,
un móvil, un libro, ropa... ¡Ni que yo tuviera
un millón de euros! ¡Ni que yo tuviera un millón de euros!
¡Pero si es que no los tengo! ¡No tengo tantos euros!
¡No tengo tanto dinero! Pero claro, ella empezó a pedir
cosas, a pedir cosas, y a pedir cosas... ¡Como si yo fuera rico!
¡Como si yo tuviera 100.000 euros en el banco! ¡Hombre!
Y le dije... A ver... Cariño, me gustaría que fueras
un poco más humilde con los reyes. Los reyes soy yo.
¿Vale? Me gustaría que fueras un poco más humilde
con los reyes. Y entonces ya ella fue un poco más coherente
con el presupuesto de los reyes, que soy yo. ¿Vale?
Y ella dijo, pues, me gustaría que me trajeran un libro.
¡Bien, perfecto! Me gustaría que me trajeran una chaqueta
que me gusta mucho. ¡Bien, perfecto! Y por último,
me gustaría que me trajeran unas planchas para el pelo.
Son como unas planchas que se usan para alisar el pelo.
Creo que es una marca francesa... No sé, unas pinzas
que se llaman GHD, para planchar el pelo, no lo sé.
Pero son unas pinzas que se calientan mucho, y te planchan
el pelo perfectamente, te lo dejan súper liso.
Te lo dejan liso completamente. Y dije, bueno, ¡vale!
Me parece un regalo coherente. Y le dije, ¡vale!
¡Bien! Me parecen unos regalos bastante coherentes.
Un libro, una chaqueta y unas planchas para el pelo.
¿Quién tuviera pelo? ¿Quién tuviera pelo? ¿No?
Es mi forma de desear que ojalá yo tuviera pelo.
Digo, ¿Quién tuviera pelo? Muy bien, pues, claro.
Pues yo no tengo pelo, soy calvo. Ojalá tuviera pelo.
Pero no, soy calvo y soy feliz con ello.
Pero bueno, pues entonces, ella pidió muchas cosas,
pidió un ordenador portátil, pidió un móvil, pidió ropa,
pidió dinero, y claro, en ese momento, mi reacción fue decir,
¡Ja! ¡Como si yo fuera rico! ¡Como si yo fuera rico,
y pudiera regalarte todas esas cosas!
¡No! Yo no soy rico, y tampoco puedo comprar un ordenador,
un teléfono, ropa y libros. ¡No! A ver, somos el día de reyes,
los españoles solemos ser muy generosos, pero adaptados
un poco a nuestro presupuesto. Un ordenador y un móvil
son muy caros. ¿Quién pudiera comprar todas esas cosas?
Pero yo no. ¿Quién pudiera? Ojalá pudiera comprar todo eso.
Pero si somos realistas, pues, hay que adaptarse a un presupuesto.
Bueno, ¿has visto cómo he pedido... cómo ella, ella,
pedía los regalos. Me gustaría que me trajeran.
Dice trajeran, porque ella se refiere a los reyes magos,
pero habla conmigo, porque sabe que soy yo el que lo va a comprar.
No existen esos reyes magos, no son reales, son ficticios.
Entonces, ella dice, me gustaría que me trajeran,
me gustaría que me regalaran, me gustaría que...
Y utiliza el imperfecto del subjuntivo para expresar futuro.
Me gustaría que vosotros le dierais a Me gusta a este vídeo.
O me gustaría que dejaras un comentario en e-books.
Me gustaría que escucharas más podcasts, etcétera.
Y después, cuando ella me estaba pidiendo todas esas cosas,
yo dije ¡Ja! ¡Como si fuera rico! ¡Como si yo fuera rico!
Ni que yo tuviera un millón de euros.
Al decir como si yo fuera rico, lo que estoy expresando
es un poco una ironía. Con esa frase, como...
Como si, junto con el imperfecto del subjuntivo,
como si fuera rico, lo que estoy expresando es una ironía.
Básicamente, lo que estoy diciendo es todo lo contrario.
Yo no soy rico.
Lo mismo que cuando he utilizado la frase Ni que...
Ni que... Ni que yo tuviera un millón de euros.
Ni que yo tuviera un millón de euros.
Ese ni que, junto con el imperfecto del subjuntivo,
lo que está haciendo es resaltar una información
que no es normal. Resaltar una información anormal.
Ni que yo tuviera un millón de euros.
Estoy resaltando esa información porque no lo tengo.
No tengo un millón de euros.
Si yo tuviera un millón de euros, estaría grabando
este podcast desde una isla paradisíaca.
Desde una isla paradisíaca.
Pero como no tengo un millón de euros, estoy grabando
este podcast desde mi despacho, desde mi pequeña oficina.
Bueno, pues esa ha sido la pequeña anécdota
que yo quería contarte.
Bueno, pues hasta aquí ha sido la anécdota de hoy.
Quiero que veas... Bueno, más que que veas, que escuches,
por qué he utilizado el imperfecto del subjuntivo
en esta anécdota. En primer lugar, mi pareja decía
Me gustaría... A mí me gustaría que tú me regalaras.
Al utilizar el imperfecto del subjuntivo, lo que ella
estaba expresando es... A mí me gustaría que tú
me regalaras en el futuro, un móvil, por ejemplo.
Porque al utilizar el imperfecto del subjuntivo,
hace cierta referencia al futuro.
Y después, cuando he utilizado las estructuras
Como si, ni que... Como si, más el imperfecto del subjuntivo,
ni que, más el imperfecto del subjuntivo, estaba expresando
situaciones anormales. Con el como si, estaba expresando
un poco de ironía. Como si yo fuera rico.
Como si yo tuviera pelo. ¿No? No tengo. Pero bueno, claro,
es como si yo pidiera unas planchas para el pelo,
yo tendría que decir, como si yo tuviera pelo.
¿No? Pero bueno, da igual. Vamos a dejar eso aparte.
Vamos a olvidar el pelo. Bueno, pues eso es.
Y cuando he dicho ni que... Ni que tuviera un millón de euros,
ni que fuera rico, lo que estoy expresando es que
esa situación es anormal, desde mi punto de vista.
Es anormal. Porque no es normal tener un millón de euros.
No es normal. ¿Vale?
Bueno, pues eso ha sido todo en el podcast de hoy.
Más o menos, todo esto que yo he estado contando,
y muchas más cosas, son las que están divididas en cada una
de las lecciones de este curso del imperfecto del subjuntivo,
que está disponible en la Academia de Español.
Y bueno, pues eso ha sido todo. Si eres estudiante
de la Academia, te puedes descargar esta transcripción
en la página web www.spanishwithvicente.com
barra podcast. Buscas este podcast, que es el podcast
número 12, y debajo del podcast, tienes la transcripción,
te la descargas, y no hay problema.
Y si te quieres suscribir a la Academia de Español,
pues www.spanishwithvicente.com
Allí podrás aprender español, tenemos cursos, actividades,
podcast con transcripciones, y también tenemos un grupo,
donde están todos los estudiantes de la Academia,
y hablamos, y decidimos cuáles son los próximos cursos
que vamos a hacer.
Y bueno, pues eso ha sido todo en el podcast de hoy,
nos vemos en el próximo podcast.
¡HASTA LUEGO!