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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 10. La caracola y las gafas (2)

10. La caracola y las gafas (2)

–O un avión… -… o un barco…

Ralph sondeó en sus ya borrosos recuerdos del mundo.

–A lo mejor caemos prisioneros de los rojos. Eric se echó la melena hacia atrás.

–Serían mejores que…

Pero no quería dar nombres y Sam terminó la frase señalando con la cabeza en dirección a la playa.

Ralph recordó la torpe figura pendiente del paracaídas.

–Dijo algo acerca de un muerto… – afligido por aquella confesión de complicidad en la danza, se sonrojó. Con expresivos movimientos de su cuerpo se dirigió al humo:

–No te pares… ¡sigue hacia arriba!

–Ese humo se acaba.

–Necesitamos más leña, aunque esté mojada.

–Mi asma…

La respuesta fue automática: – ¡Al diablo con tu asma!

–Es que me da un ataque si arrastro leños. Ojalá no me pasase, Ralph, pero qué quieres que le haga yo.

Los tres muchachos se adentraron en el bosque y regresaron con brazadas de leña podrida. De nuevo se alzó el humo, espeso y amarillo.

–Vamos a buscar algo de comer.

Fueron juntos a los frutales: llevaban sus lanzas; hablaron poco, comieron apresuradamente. Cuando regresaron del bosque el sol estaba a punto ya de ponerse y en la hoguera sólo brillaban rescoldos, sin humo alguno.

–No puedo traer más leña – dijo Eric -. Estoy rendido.

Ralph tosió:

–Allá arriba logramos mantener la hoguera.

–Pero era muy pequeña. Esta tiene que ser grande. Ralph arrojó un leño al fuego y observó el humo que se alejaba hacia el crepúsculo.

–Tenemos que mantenerla encendida. Eric se tiró al suelo.

–Estoy demasiado cansado. Y además, ¿de qué nos va a servir? – ¡Eric! – gritó Ralph con voz escandalizada -. ¡No hables así!

Sam se arrodilló al lado de Eric.

–Bueno, ya me dirás para qué sirve.

Ralph, indignado, trató de recordarlo él mismo. La hoguera tenía su importancia, era tremendamente importante…

–Ya te lo ha dicho Ralph mil veces – dijo Piggy contrariado -. ¿Cómo nos van a rescatar si no? – ¡Pues claro! Si no hacemos fuego…

Se agachó al lado de ellos, en la creciente oscuridad. – ¿Es que no lo entendéis? ¿Para qué sirve pensar en radios y barcos?

Extendió el brazo y apretó el puño.

–Sólo podemos hacer una cosa para salir de este lío.

Cualquiera puede jugar a la caza, cualquiera puede traernos carne…

Pasó la vista de un rostro a otro. Pero en el momento de mayor ardor y convicción la cortinilla volvió a cubrir su mente y olvidó lo que había intentado expresar. Se arrodilló, con los puños cerrados y dirigió una mirada solemne primero a un muchacho, después al otro. Por fin, se levantó la cortinilla:

–Eso es. Tenemos que tener humo; y más humo… – ¡Pero si no podemos! ¡Tú mira eso! La hoguera moría ante ellos.

–Dos se ocuparán de la hoguera – dijo Ralph, más para sí que para los otros -…eso supone doce horas al día.

–No podemos traer más leña, Ralph… -… de noche, no… -… en la oscuridad, no…

–Podemos encenderla todas las mañanas – dijo Piggy -. Nadie va a ver humo en la oscuridad. Sam asintió enérgicamente.

–Era distinto cuando el fuego estaba… -… allá arriba.

Ralph se levantó con una curiosa sensación de falta de defensa ante la creciente oscuridad.

–De acuerdo, dejaremos que se apague la hoguera esta noche.

Se encaminó, con los demás detrás, hacia el primer refugio, que aún se mantenía en pie, aunque bastante dañado. Dentro se hallaban los lechos de hojas, secas y ruidosas al tacto. En el refugio vecino, uno de los pequeños hablaba en sueños. Los cuatro mayores se deslizaron dentro del refugio y se acurrucaron bajo las hojas. Los mellizos se acomodaron uno junto al otro y Ralph y Piggy se tumbaron en el otro extremo. Durante algún tiempo se oyó el continuo crujir y susurrar de hojas mientras los muchachos buscaban la postura más cómoda.

–Piggy – ¿Qué? – ¿Estás bien?

–Supongo.

Por fin reinó el silencio en el refugio, salvo algún ocasional susurro. Frente a ellos colgaba un cuadro de oscuridad realzado con brillantes lentejuelas; del arrecife llegaba el bronco sonido de las olas. Ralph se entregó a su juego nocturno de suposiciones:

«Si nos llevasen a casa en jet, aterrizaríamos en el enorme aeropuerto de Wiltshire antes de amanecer. Iríamos en auto, no, para que todo sea perfecto, iríamos en tren, hasta Devon y alquilaríamos aquella casa otra vez. Allí, al fondo del jardín, vendrían los potros salvajes a asomarse por la valla…»

Ralph se movía inquieto entre las hojas. Dartmoor era un lugar solitario, con potros salvajes. Pero el atractivo de lo salvaje se había disipado.

Su imaginación giró hacia otro pensamiento, el de una ciudad civilizada, donde lo salvaje no podría existir. ¿Qué lugar ofrecía tanta seguridad como la central de autobuses con sus luces y ruedas?

Sin saber cómo, se encontró bailando alrededor de un farol. Un autobús se deslizaba abandonando la estación, un autobús extraño… – ¡Ralph! ¡Ralph! – ¿Qué pasa?

–No hagas ese ruido…

–Lo siento.

De la oscuridad del otro extremo del refugio llegó un lamento de terror, y en su pánico hicieron crujir las hojas. Samyeric, enlazados en un abrazo, luchaban uno contra el otro. – ¡Sam! ¡Sam! – ¡Eh… Eric!

Renació el silencio.

Piggy dijo en voz baja a Ralph:

–Tenemos que salir de esto. – ¿Qué quieres decir?

–Que tienen que rescatarnos.

Por primera vez aquel día, y a pesar del acecho de la oscuridad, Ralph pudo reír.

–En serio – murmuró Piggy -. Si no volvemos pronto a casa nos vamos a volver chiflados.

–Como chivas.

–Chalados.

–Tarumbas.

Ralph se apartó de los ojos los rizos húmedos. – ¿Por qué no escribes una carta a tu tía? Piggy lo pensó seriamente.

–No sé dónde estará ahora. Y no tengo sobre ni sello. Y no hay ningún buzón. Ni cartero.

El resultado de su broma excitó a Ralph. Le dominó la risa; su cuerpo se estremecía y saltaba.

Piggy amonestó en tono solemne:

–No es para tanto…

Ralph siguió riendo, aunque ya!,,· dolía el pecho. Su risa le agotó; quedó rendido y con la respiración entrecortada, en espera de un nuevo espasmo. Durante uno de aquellos intervalos, el sueño le sorprendió. -… ¡Ralph! Ya estás haciendo ese ruido otra vez. Por favor, Ralph, cállate… porque…

Ralph se removió entre las hojas. Tenía razones para agradecer la interrupción de su pesadilla, pues el autobús se aproximaba más y más y se le veía ya muy cerca. – ¿Por qué has dicho «porque»…?

–Calla… y escucha.

Ralph se echó con cuidado, provocando un largo susurro de las hojas. Eric gimoteó algo y se quedó quieto. La oscuridad era espesa como un manto, salvo por el inútil cuadro que contenía las estrellas.

–No oigo nada.

–Algo se mueve ahí afuera.

Ralph sintió un cosquilleo en su cabeza; el ruido de su sangre ahogaba todo otro sonido; después se apaciguó.

–Sigo sin oír nada.

–Tú escucha. Escucha un rato.

A poco más de un metro, a espaldas del refugio, se oyó el claro e indudable chasquido de un palo al quebrarse. La sangre volvió a palpitar en los oídos de Ralph; confusas imágenes se perseguían una a otra en su mente. Y algo que participaba de todas aquellas imágenes les acechaba desde el exterior. Sintió la cabeza de Piggy contra su hombro y el crispado apretón de su mano. – ¡Ralph! ¡Ralph!

–Calla y escucha.

Con desesperación, rezó Ralph para que la fiera escogiese a alguno de los pequeños.

Se oyó afuera una voz aterradora que murmuraba:

–Piggy… Piggy. – ¡Ya está aquí! – dijo Piggy sin aliento – ¡Era verdad!

Se asió a Ralph e intentó recobrar el aliento.

–Piggy, sal afuera. Te busco a ti, Piggy. Ralph apretó la boca junto al oído de Piggy:

–No digas nada.

–Piggy…, ¿dónde estás, Piggy?

Algo rozó contra la pared del refugio. Piggy se mantuvo inmóvil durante unos instantes, después vino el ataque de asma. Dobló la espalda y pataleó las hojas. Ralph rodó para apartarse.

En la entrada del refugio se oyó un gruñido salvaje y siguió la invasión de una masa viva y móvil. Alguien cayó sobre el rincón de Ralph y Piggy, que se convirtió en un caos de gruñidos, golpes y patadas. Ralph pegó y al hacerlo se vio entrelazado con lo que parecía una docena de cuerpos que rodaban por el suelo con él, cambiando golpes, mordiscos y arañazos. Sacudido y lleno de rasguños, encontró unos dedos junto a su boca y mordió con todas sus fuerzas. Un puño retrocedió y volvió como un pistón sobre Ralph, que sintió explotar el refugio en un estallido de luz. Ralph se desvió hacia un lado y cayó sobre un cuerpo que se retorció bajo él; sintió junto a sus mejillas un aliento ardiente.

Golpeó aquella boca como si su puño fuese un martillo; sus golpes eran más coléricos, más histéricos a medida que aquel rostro se volvía más resbaladizo. Cayó hacia un lado cuando una rodilla se clavó entre sus piernas; el dolor le sobrecogió y le obligó a abandonar la pelea, que continuó en torno suyo. En aquel momento el refugio se derrumbó con aprensiva resolución y las anónimas figuras se apresuraron a buscar una salida. Oscuros personajes fueron levantándose entre las ruinas y huyeron; por fin, pudieron oírse de nuevo los gritos de los pequeños y los ahogos de Piggy. Con voz trémula ordenó Ralph:

–Vosotros, los peques, volved a acostaros. Ha sido una pelea con los otros. Ahora iros a dormir. Samyeric se acercaron a ver a Ralph. – ¿Estáis los dos bien?

–Supongo… -… a mí me dieron una buena paliza.

–Y a mí. ¿Qué tal está Piggy?

Sacaron a Piggy de las ruinas y le apoyaron contra un árbol. La noche había refrescado y se hallaba libre de nuevos terrores. La respiración de Piggy era algo más pausada. – ¿Te hicieron daño, Piggy?

–No mucho.

–Eran Jack y sus cazadores – dijo Ralph con amargura -. ¿Por qué no nos dejarán en paz?

–Les dimos un buen escarmiento – dijo Sam. La sinceridad le obligó a añadir:

–Por lo menos tú sí que se lo diste. Yo me hice un lío con mi propia sombra en un rincón.

–A uno de ellos le hice ver las estrellas – dijo Ralph -. Le hice pedazos. No tendrá ganas de volver a pelear con nosotros en mucho tiempo.

–Yo también – dijo Eric -. Cuando me desperté, uno me estaba dando patadas en la cara. Creo que estoy sangrando por toda la cara, Ralph. Pero al final salí ganando yo. – ¿Qué le hiciste?

–Levanté la rodilla – dijo Eric con sencillo orgullo – y le di en las pelotas. ¡Si le oís gritar!

Ese tampoco va a volver en un buen rato. Así que no lo hicimos mal del todo.

Ralph hizo un brusco movimiento en la oscuridad; pero oyó a Eric hacer ruido con la boca. – ¿Qué te pasa?

–Es sólo un diente que se me ha soltado. Piggy dobló las piernas. – ¿Estás bien, Piggy?

–Creí que venían por la caracola.

Ralph bajó corriendo por la pálida playa y saltó a la plataforma. La caracola seguía brillando junto al asiento del jefe. Se quedó observándola unos instantes y después volvió al lado de Piggy.

–Sigue ahí.

–Ya lo sé. No vinieron por la caracola. Vinieron por otra cosa. Ralph… ¿qué voy a hacer?

Lejos ya, siguiendo la línea arqueada de la playa, corrían tres figuras en dirección al Peñón del Castillo. Se mantenían junto al agua, tan alejados del bosque como podían. De vez en cuando cantaban a media voz; y otras veces se paraban a dar volteretas junto a la móvil línea fosforescente del agua. Iba delante el jefe, que corría con pasos ligeros y firmes, exultante por su triunfo. Ahora sí era verdaderamente un jefe, y con su lanza apuñaló el aire una y otra vez. En su mano izquierda bailaban las gafas rotas de Piggy.

10. La caracola y las gafas (2) 10. Die Muschel und die Gläser (2) 10. The snail and the glasses (2) 10. La conque et les verres (2) 10. O búzio e os copos (2) 10. Deniz kabuğu ve gözlük (2)

–O un avión… -… o un barco…

Ralph sondeó en sus ya borrosos recuerdos del mundo. Ralph probed into his already fuzzy memories of the world.

–A lo mejor caemos prisioneros de los rojos. "Maybe we'll be taken prisoner by the Reds." Eric se echó la melena hacia atrás. Eric tossed back his hair.

–Serían mejores que…

Pero no quería dar nombres y Sam terminó la frase señalando con la cabeza en dirección a la playa. But he didn't want to name names, and Sam finished the sentence by nodding in the direction of the beach.

Ralph recordó la torpe figura pendiente del paracaídas. Ralph remembered the clumsy figure hanging from the parachute.

–Dijo algo acerca de un muerto… – afligido por aquella confesión de complicidad en la danza, se sonrojó. -Er sagte etwas über einen toten Mann..." Bestürzt über dieses Geständnis der Mitschuld an dem Tanz, errötete er. -He said something about a dead man..." distressed by that confession of complicity in the dance, he blushed. Con expresivos movimientos de su cuerpo se dirigió al humo: With expressive movements of his body he addressed the smoke:

–No te pares… ¡sigue hacia arriba! –Don't stop… keep going up!

–Ese humo se acaba. That smoke is over.

–Necesitamos más leña, aunque esté mojada. –We need more firewood, even if it is wet.

–Mi asma…

La respuesta fue automática: – ¡Al diablo con tu asma!

–Es que me da un ataque si arrastro leños. Ojalá no me pasase, Ralph, pero qué quieres que le haga yo. I wish it wouldn't happen to me, Ralph, but what do you want me to do to him?

Los tres muchachos se adentraron en el bosque y regresaron con brazadas de leña podrida. De nuevo se alzó el humo, espeso y amarillo.

–Vamos a buscar algo de comer. -Let's go get something to eat.

Fueron juntos a los frutales: llevaban sus lanzas; hablaron poco, comieron apresuradamente. Cuando regresaron del bosque el sol estaba a punto ya de ponerse y en la hoguera sólo brillaban rescoldos, sin humo alguno. When they returned from the forest the sun was about to set and the fire glowed only embers, without any smoke.

–No puedo traer más leña – dijo Eric -. Estoy rendido.

Ralph tosió: Ralph coughed:

–Allá arriba logramos mantener la hoguera. “Up there we managed to keep the fire going.

–Pero era muy pequeña. Esta tiene que ser grande. Ralph arrojó un leño al fuego y observó el humo que se alejaba hacia el crepúsculo.

–Tenemos que mantenerla encendida. We have to keep it on. Eric se tiró al suelo. Eric dropped to the ground.

–Estoy demasiado cansado. Y además, ¿de qué nos va a servir? And besides, what good is it going to do us? – ¡Eric! – gritó Ralph con voz escandalizada -. ¡No hables así! Do not talk like that!

Sam se arrodilló al lado de Eric.

–Bueno, ya me dirás para qué sirve. -Well, you'll tell me what it's for.

Ralph, indignado, trató de recordarlo él mismo. Ralph, indignant, tried to remember it himself. La hoguera tenía su importancia, era tremendamente importante…

–Ya te lo ha dicho Ralph mil veces – dijo Piggy contrariado -. -Ralph has already told you a thousand times," said Piggy in displeasure. ¿Cómo nos van a rescatar si no? – ¡Pues claro! - Of course! Si no hacemos fuego…

Se agachó al lado de ellos, en la creciente oscuridad. – ¿Es que no lo entendéis? – Don't you understand? ¿Para qué sirve pensar en radios y barcos? What is the use of thinking about radios and ships?

Extendió el brazo y apretó el puño. He extended his arm and clenched his fist.

–Sólo podemos hacer una cosa para salir de este lío. -There is only one thing we can do to get out of this mess.

Cualquiera puede jugar a la caza, cualquiera puede traernos carne… Anyone can play at hunting, anyone can bring us meat....

Pasó la vista de un rostro a otro. He looked from one face to another. Pero en el momento de mayor ardor y convicción la cortinilla volvió a cubrir su mente y olvidó lo que había intentado expresar. But at the moment of greatest ardor and conviction, the blind covered his mind again and he forgot what he had tried to express. Se arrodilló, con los puños cerrados y dirigió una mirada solemne primero a un muchacho, después al otro. Por fin, se levantó la cortinilla:

–Eso es. -That's right. Tenemos que tener humo; y más humo… – ¡Pero si no podemos! We have to have smoke; and more smoke… – But if we can't! ¡Tú mira eso! You look at that! La hoguera moría ante ellos.

–Dos se ocuparán de la hoguera – dijo Ralph, más para sí que para los otros -…eso supone doce horas al día. "Two will tend the fire," Ralph said, more to himself than to the others, "…that's twelve hours a day."

–No podemos traer más leña, Ralph… -… de noche, no… -… en la oscuridad, no…

–Podemos encenderla todas las mañanas – dijo Piggy -. -We can light it every morning," said Piggy. Nadie va a ver humo en la oscuridad. Sam asintió enérgicamente. Sam nodded vigorously.

–Era distinto cuando el fuego estaba… -… allá arriba. –It was different when the fire was… -… up there.

Ralph se levantó con una curiosa sensación de falta de defensa ante la creciente oscuridad. Ralph got up with a curious sense of helplessness in the gathering darkness.

–De acuerdo, dejaremos que se apague la hoguera esta noche. “Okay, we'll let the fire go out tonight.

Se encaminó, con los demás detrás, hacia el primer refugio, que aún se mantenía en pie, aunque bastante dañado. He headed, with the others behind, toward the first shelter, which was still standing, though badly damaged. Dentro se hallaban los lechos de hojas, secas y ruidosas al tacto. Inside were beds of leaves, dry and noisy to the touch. En el refugio vecino, uno de los pequeños hablaba en sueños. In the neighboring shelter, one of the little ones talked in his sleep. Los cuatro mayores se deslizaron dentro del refugio y se acurrucaron bajo las hojas. Los mellizos se acomodaron uno junto al otro y Ralph y Piggy se tumbaron en el otro extremo. The twins settled in next to each other and Ralph and Piggy stretched out at the other end. Durante algún tiempo se oyó el continuo crujir y susurrar de hojas mientras los muchachos buscaban la postura más cómoda.

–Piggy – ¿Qué? – ¿Estás bien? - You are well?

–Supongo.

Por fin reinó el silencio en el refugio, salvo algún ocasional susurro. Frente a ellos colgaba un cuadro de oscuridad realzado con brillantes lentejuelas; del arrecife llegaba el bronco sonido de las olas. In front of them hung a painting of darkness enhanced with glittering sequins; from the reef came the harsh sound of the waves. Ralph se entregó a su juego nocturno de suposiciones: Ralph indulged in his nightly guessing game:

«Si nos llevasen a casa en jet, aterrizaríamos en el enorme aeropuerto de Wiltshire antes de amanecer. “If we were taken home by jet, we would be landing at the huge Wiltshire airport before dawn. Iríamos en auto, no, para que todo sea perfecto, iríamos en tren, hasta Devon y alquilaríamos aquella casa otra vez. We would go by car, no, to make everything perfect, we would go by train, all the way to Devon and rent that house again. Allí, al fondo del jardín, vendrían los potros salvajes a asomarse por la valla…» There, at the bottom of the garden, would come the wild foals to peek over the fence..."

Ralph se movía inquieto entre las hojas. Dartmoor era un lugar solitario, con potros salvajes. Dartmoor was a lonely place, with wild ponies. Pero el atractivo de lo salvaje se había disipado. But the lure of the wild had faded.

Su imaginación giró hacia otro pensamiento, el de una ciudad civilizada, donde lo salvaje no podría existir. His imagination turned to another thought, that of a civilized city, where the wild could not exist. ¿Qué lugar ofrecía tanta seguridad como la central de autobuses con sus luces y ruedas? What place offered as much security as the bus depot with its lights and wheels?

Sin saber cómo, se encontró bailando alrededor de un farol. Somehow, she found herself dancing around a lantern. Un autobús se deslizaba abandonando la estación, un autobús extraño… – ¡Ralph! A bus was sliding out of the station, a strange bus... - Ralph! ¡Ralph! – ¿Qué pasa?

–No hagas ese ruido… Don't make that noise...

–Lo siento. -I'm sorry.

De la oscuridad del otro extremo del refugio llegó un lamento de terror, y en su pánico hicieron crujir las hojas. From the darkness at the other end of the shelter came a wail of terror, and in their panic they rustled the leaves. Samyeric, enlazados en un abrazo, luchaban uno contra el otro. Samneric, locked in an embrace, fought against each other. – ¡Sam! ¡Sam! – ¡Eh… Eric!

Renació el silencio. Silence was reborn.

Piggy dijo en voz baja a Ralph:

–Tenemos que salir de esto. -We have to get out of this. – ¿Qué quieres decir? - What do you mean?

–Que tienen que rescatarnos. -That they have to rescue us.

Por primera vez aquel día, y a pesar del acecho de la oscuridad, Ralph pudo reír. For the first time that day, despite the stalking darkness, Ralph could laugh.

–En serio – murmuró Piggy -. -Seriously," Piggy muttered. Si no volvemos pronto a casa nos vamos a volver chiflados. If we don't get home soon we're going to go nuts.

–Como chivas.

–Chalados.

–Tarumbas. -Tombs.

Ralph se apartó de los ojos los rizos húmedos. – ¿Por qué no escribes una carta a tu tía? - Why don't you write a letter to your aunt? Piggy lo pensó seriamente. Piggy gave it some serious thought.

–No sé dónde estará ahora. -I don't know where he is now. Y no tengo sobre ni sello. And I have no envelope or stamp. Y no hay ningún buzón. Ni cartero.

El resultado de su broma excitó a Ralph. Le dominó la risa; su cuerpo se estremecía y saltaba. He was overcome with laughter; his body was shaking and jumping.

Piggy amonestó en tono solemne:

–No es para tanto… -It's not that bad...

Ralph siguió riendo, aunque ya!,,· dolía el pecho. Ralph kept laughing, even though his chest was hurting. Su risa le agotó; quedó rendido y con la respiración entrecortada, en espera de un nuevo espasmo. Durante uno de aquellos intervalos, el sueño le sorprendió. During one of those intervals, sleep overtook him. -… ¡Ralph! Ya estás haciendo ese ruido otra vez. There you go making that noise again. Por favor, Ralph, cállate… porque…

Ralph se removió entre las hojas. Tenía razones para agradecer la interrupción de su pesadilla, pues el autobús se aproximaba más y más y se le veía ya muy cerca. He had reason to be grateful for the interruption of his nightmare, for the bus was getting closer and closer and he was already very close. – ¿Por qué has dicho «porque»…? – Why did you say “because”…?

–Calla… y escucha.

Ralph se echó con cuidado, provocando un largo susurro de las hojas. Ralph carefully lay down, eliciting a long rustle from the leaves. Eric gimoteó algo y se quedó quieto. Eric whimpered something and stood still. La oscuridad era espesa como un manto, salvo por el inútil cuadro que contenía las estrellas.

–No oigo nada.

–Algo se mueve ahí afuera. -Something is moving out there.

Ralph sintió un cosquilleo en su cabeza; el ruido de su sangre ahogaba todo otro sonido; después se apaciguó. Ralph felt a tickle in his head; the noise of his blood drowned out all other sounds; then it subsided.

–Sigo sin oír nada. -I still don't hear anything.

–Tú escucha. Escucha un rato.

A poco más de un metro, a espaldas del refugio, se oyó el claro e indudable chasquido de un palo al quebrarse. La sangre volvió a palpitar en los oídos de Ralph; confusas imágenes se perseguían una a otra en su mente. The blood pounded in Ralph's ears again; confusing images chased each other in his mind. Y algo que participaba de todas aquellas imágenes les acechaba desde el exterior. And something that participated in all those images stalked them from the outside. Sintió la cabeza de Piggy contra su hombro y el crispado apretón de su mano. – ¡Ralph! ¡Ralph!

–Calla y escucha.

Con desesperación, rezó Ralph para que la fiera escogiese a alguno de los pequeños.

Se oyó afuera una voz aterradora que murmuraba: A terrifying voice was heard outside, murmuring:

–Piggy… Piggy. – ¡Ya está aquí! - It's here! – dijo Piggy sin aliento – ¡Era verdad! – Piggy said breathlessly – It was true!

Se asió a Ralph e intentó recobrar el aliento.

–Piggy, sal afuera. -Schweinchen, komm raus. “Piggy, come outside. Te busco a ti, Piggy. Ich bin auf der Suche nach dir, Piggy. I'm looking for you, Piggy. Ralph apretó la boca junto al oído de Piggy: Ralph presste seinen Mund an Piggys Ohr: Ralph pressed his mouth close to Piggy's ear.

–No digas nada. -Sagen Sie nichts.

–Piggy…, ¿dónde estás, Piggy?

Algo rozó contra la pared del refugio. Piggy se mantuvo inmóvil durante unos instantes, después vino el ataque de asma. Piggy stood motionless for a few moments, then came the asthma attack. Dobló la espalda y pataleó las hojas. He bent his back and kicked at the leaves. Ralph rodó para apartarse. Ralph rollte aus dem Weg. Ralph rolled out of the way.

En la entrada del refugio se oyó un gruñido salvaje y siguió la invasión de una masa viva y móvil. Ein wildes Knurren war am Eingang des Bunkers zu hören, gefolgt vom Eindringen einer lebendigen, sich bewegenden Masse. A savage growl was heard at the entrance to the shelter, and the invasion of a living, mobile mass followed. Alguien cayó sobre el rincón de Ralph y Piggy, que se convirtió en un caos de gruñidos, golpes y patadas. Someone fell on Ralph and Piggy's corner, which turned into a chaos of grunting, punching and kicking. Ralph pegó y al hacerlo se vio entrelazado con lo que parecía una docena de cuerpos que rodaban por el suelo con él, cambiando golpes, mordiscos y arañazos. Ralph punched and in doing so found himself entwined with what seemed like a dozen bodies rolling across the floor with him, trading blows, bites and scratches. Sacudido y lleno de rasguños, encontró unos dedos junto a su boca y mordió con todas sus fuerzas. Shaken and full of scratches, he found some fingers next to his mouth and bit down with all his might. Un puño retrocedió y volvió como un pistón sobre Ralph, que sintió explotar el refugio en un estallido de luz. A fist recoiled and came back like a piston at Ralph, who felt the shelter explode in a burst of light. Ralph se desvió hacia un lado y cayó sobre un cuerpo que se retorció bajo él; sintió junto a sus mejillas un aliento ardiente. Ralph swerved to the side and fell over a body that writhed beneath him; he felt a burning breath next to his cheeks.

Golpeó aquella boca como si su puño fuese un martillo; sus golpes eran más coléricos, más histéricos a medida que aquel rostro se volvía más resbaladizo. He struck that mouth as if his fist were a hammer; his blows were angrier, more hysterical as that face became more slippery. Cayó hacia un lado cuando una rodilla se clavó entre sus piernas; el dolor le sobrecogió y le obligó a abandonar la pelea, que continuó en torno suyo. Er fiel zur Seite, als ein Knie zwischen seine Beine geriet; der Schmerz überwältigte ihn und zwang ihn, den Kampf aufzugeben, der um ihn herum weiterging. He fell to the side as a knee plunged between his legs; pain seized him and forced him to give up the fight, which continued around him. En aquel momento el refugio se derrumbó con aprensiva resolución y las anónimas figuras se apresuraron a buscar una salida. At that moment the shelter collapsed with apprehensive resolve and the anonymous figures hurried to find a way out. Oscuros personajes fueron levantándose entre las ruinas y huyeron; por fin, pudieron oírse de nuevo los gritos de los pequeños y los ahogos de Piggy. Dark figures were rising from the ruins and fled; at last, the screams of the little ones and the choking of Piggy could be heard again. Con voz trémula ordenó Ralph:

–Vosotros, los peques, volved a acostaros. -You little ones, go back to bed. Ha sido una pelea con los otros. Es war ein Kampf mit den anderen. It's been a fight with the others. Ahora iros a dormir. Now go to sleep. Samyeric se acercaron a ver a Ralph. Samyeric approached Ralph. – ¿Estáis los dos bien? - Geht es Ihnen beiden gut? – Are you both okay?

–Supongo… -… a mí me dieron una buena paliza. -Ich schätze... ich wurde ziemlich verprügelt. -I guess... -... I got a good beating.

–Y a mí. -And me. ¿Qué tal está Piggy? Wie geht es Piggy? How is Piggy doing?

Sacaron a Piggy de las ruinas y le apoyaron contra un árbol. They carried Piggy out of the ruins and propped him up against a tree. La noche había refrescado y se hallaba libre de nuevos terrores. The night had cooled, and he was free of new terrors. La respiración de Piggy era algo más pausada. Piggys Atmung wurde etwas langsamer. – ¿Te hicieron daño, Piggy? 'Did they hurt you, Piggy?'

–No mucho.

–Eran Jack y sus cazadores – dijo Ralph con amargura -. ¿Por qué no nos dejarán en paz?

–Les dimos un buen escarmiento – dijo Sam. -Wir haben sie gut versteckt", sagte Sam. "We gave them a good lesson," Sam said. La sinceridad le obligó a añadir: Sincerity compelled him to add:

–Por lo menos tú sí que se lo diste. -Wenigstens hast du es ihm gegeben. –At least you did give it to him. Yo me hice un lío con mi propia sombra en un rincón. Ich habe meinen eigenen Schatten in einer Ecke verunstaltet. I made a mess with my own shadow in a corner.

–A uno de ellos le hice ver las estrellas – dijo Ralph -. -Ich habe einen von ihnen Sterne sehen lassen", sagte Ralph. "I made one of them see the stars," Ralph said. Le hice pedazos. Ich habe ihn in Stücke gerissen. I tore him to pieces. No tendrá ganas de volver a pelear con nosotros en mucho tiempo. Er wird lange Zeit keine Lust mehr haben, gegen uns zu kämpfen. He won't feel like fighting us again for a long time.

–Yo también – dijo Eric -. Cuando me desperté, uno me estaba dando patadas en la cara. When I woke up, one was kicking me in the face. Creo que estoy sangrando por toda la cara, Ralph. I think I'm bleeding all over my face, Ralph. Pero al final salí ganando yo. Aber am Ende war es eine Win-Win-Situation für mich. But in the end I came out winning. – ¿Qué le hiciste? - Was haben Sie mit ihm gemacht? - What did you do to him?

–Levanté la rodilla – dijo Eric con sencillo orgullo – y le di en las pelotas. "I raised my knee," Eric said with simple pride, "and hit him in the balls. ¡Si le oís gritar! Wenn du ihn schreien hörst! If you hear him scream!

Ese tampoco va a volver en un buen rato. Der wird auch eine Weile nicht mehr zurückkommen. That one won't be back for a while either. Así que no lo hicimos mal del todo. Wir haben also gar nicht so schlecht abgeschnitten. So we didn't do badly at all.

Ralph hizo un brusco movimiento en la oscuridad; pero oyó a Eric hacer ruido con la boca. Ralph machte eine plötzliche Bewegung in der Dunkelheit, aber er hörte, wie Eric ein Geräusch mit seinem Mund machte. Ralph made a sudden movement in the darkness; but he heard Eric make a noise with his mouth. – ¿Qué te pasa? - Was ist los mit dir? - What's wrong with you?

–Es sólo un diente que se me ha soltado. -Es ist nur ein Zahn, der sich gelöst hat. -It's just a tooth that came loose. Piggy dobló las piernas. Piggy bent her legs. – ¿Estás bien, Piggy?

–Creí que venían por la caracola. -Ich dachte, sie kommen wegen der Muschelschale. -I thought they were coming for the conch.

Ralph bajó corriendo por la pálida playa y saltó a la plataforma. Ralph rannte den hellen Strand entlang und sprang auf die Plattform. La caracola seguía brillando junto al asiento del jefe. Se quedó observándola unos instantes y después volvió al lado de Piggy.

–Sigue ahí. -Sie ist noch da. -Still there.

–Ya lo sé. -I already know it. No vinieron por la caracola. Sie sind nicht wegen des Muschelhorns gekommen. Vinieron por otra cosa. Ralph… ¿qué voy a hacer? Ralph... was soll ich tun? Ralph... what am I going to do?

Lejos ya, siguiendo la línea arqueada de la playa, corrían tres figuras en dirección al Peñón del Castillo. Se mantenían junto al agua, tan alejados del bosque como podían. De vez en cuando cantaban a media voz; y otras veces se paraban a dar volteretas junto a la móvil línea fosforescente del agua. Iba delante el jefe, que corría con pasos ligeros y firmes, exultante por su triunfo. In front was the chief, who ran with light, firm steps, exulting in his triumph. Ahora sí era verdaderamente un jefe, y con su lanza apuñaló el aire una y otra vez. Now he was truly a chief, and with his spear he stabbed the air again and again. En su mano izquierda bailaban las gafas rotas de Piggy. In his left hand danced Piggy's broken glasses.