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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 10. La caracola y las gafas (1)

10. La caracola y las gafas (1)

Piggy observó atentamente la figura que se aproximaba. Había descubierto que a veces veía mejor si se quitaba las gafas y aplicaba su única lente al otro ojo. Pero después de lo que había sucedido, incluso al mirar con su ojo bueno, Ralph seguía siendo inconfundiblemente Ralph. Salía del área de los cocoteros cojeando, sucio, con hojas secas prendidas de los mechones rubios; uno de sus ojos era una rendija abierta en la hinchada mejilla; en su rodilla derecha se había formado una gran costra. Ralph se detuvo un momento y miró a la figura que se encontraba en la plataforma. – ¿Piggy? ¿Estás solo?

–Están algunos de los peques,

–Esos no cuentan. ¿No está ninguno de los mayores?

–Bueno… Samyeric. Están cogiendo leña. – ¿No hay nadie más?

–Que yo sepa, no.

Ralph se subió con cuidado a la plataforma. La hierba estaba aún agostada allí donde solía reunirse la asamblea; la frágil caracola blanca brillaba junto al pulido asiento. Ralph se sentó en la hierba, frente al sitio del jefe y la caracola. A su izquierda se arrodilló Piggy y durante algún tiempo los dos permanecieron en silencio. Por fin Ralph carraspeó y murmuró algo. – ¿Qué has dicho? – murmuró Piggy a su vez. Ralph alzó la voz:

–Simón.

Piggy no dijo nada, pero sacudió la cabeza con seriedad. Siguieron allí sentados, contemplando con su mermada visión el asiento del jefe y la resplandeciente laguna. La luz verde y las brillantes manchas del sol jugueteaban sobre sus cuerpos sucios.

Al cabo de un rato Ralph se levantó y se acercó a la caracola. La cogió, en una caricia, con ambas manos y se arrodilló reclinado contra un tronco.

–Piggy – ¿Eh? – ¿Qué vamos a hacer?

Piggy señaló la caracola con un movimiento de cabeza.

–Podías… – ¿Convocar una asamblea?

Ralph lanzó una carcajada al pronunciar aquella palabra y Piggy frunció el ceño.

–Sigues siendo el Jefe. Ralph volvió a reír.

–Lo eres. De todos nosotros.

–Tengo la caracola. – ¡Ralph! Deja de reír así. ¡Venga, Ralph, no hagas eso! ¿Qué van a pensar los otros?

Por fin se detuvo Ralph. Estaba temblando.

–Piggy – ¿Eh?

–Era Simon.

–Eso ya lo has dicho.

–Piggy – ¿Eh?

–Fue un asesinato. – ¿Te quieres callar? – dijo Piggy con un chillido -. ¿Qué vas a sacar con decir esas cosas?

De un salto se puso en pie y se acercó a Ralph.

–Estaba todo oscuro. Y luego ese… ese maldito baile. Y los relámpagos y truenos, además, y la lluvia. ¡Estábamos asustados!

–Yo no estaba asustado – dijo Ralph despacio -. Estaba… no sé cómo estaba. – ¡Estábamos asustados! – dijo Piggy excitado – ·. Podía haber pasado cualquier cosa.

No fue… eso que tú has dicho.

Gesticulaba, en busca de una fórmula. – ¡Por favor, Piggy!

Los gestos de Piggy cesaron ante la voz ahogada y dolorida de Ralph. Se agachó y esperó. Ralph se balanceaba de un lado a otro meciendo la caracola. – ¿Es que no lo entiendes, Piggy? Las cosas que hicimos…

–A lo mejor todavía está…

–No.

–A lo mejor sólo fingía…

La voz de Piggy se apagó al ver el rostro de Ralph.

–Tú estabas fuera. Estabas fuera del círculo. Nunca llegaste a entrar. ¿Pero no viste lo que nosotros… lo que hicieron?

Había horror en su voz y a la vez una especie de febril excitación. – ¿No lo viste, Piggy?

–No muy bien, Ralph. Ahora sólo tengo un ojo; lo debías saber ya, Ralph.

Ralph siguió balanceándose de un lado a otro.

–Fue un accidente – dijo Piggy bruscamente -; eso es lo que fue, un accidente. Su voz volvió a elevarse.

–Saliendo así de la oscuridad…, ¿a quién se le ocurre salir arrastrándose así de la oscuridad? Estaba chiflado. El mismo se lo buscó.

Volvió a hacer grandes gestos.

–Fue un accidente.

–Tú no viste lo que hicieron…

–Mira, Ralph, hay que olvidar eso. No nos va a servir de nada pensar en esas cosas, ¿entiendes?

–Estoy aterrado. De nosotros. Quiero irme a casa. ¡Quiero irme a mi casa!

–Fue un accidente – dijo Piggy con obstinación -, y nada más.

Tocó el hombro desnudo de Ralph y Ralph tembló ante aquel contacto humano.

–Y escucha, Ralph – Piggy lanzó una rápida mirada en torno suyo y después se le acercó -…no les digas que estábamos también en esa danza. No se lo digas a Samyeric. – ¡Pero estábamos allí! ¡Estábamos todos! Piggy movió la cabeza.

–Nosotros no nos quedamos hasta el final. Y como estaba todo oscuro, nadie se fijaría.

Además, tú mismo has dicho que yo estaba fuera…

–Y yo también – murmuró Ralph -. Yo también estaba fuera.

Piggy asintió con ansiedad.

–Eso. Estábamos fuera. No hemos hecho nada; no hemos visto nada.

Calló un momento y después continuó:

–Nos iremos a vivir por nuestra cuenta, nosotros cuatro…

–Nosotros cuatro. No vamos a ser bastantes para tener encendida la hoguera.

–Lo podemos intentar. ¿Ves? La encendí yo.

Llegaron del bosque Samyeric arrastrando un gran tronco. Lo tiraron junto al fuego y se dirigieron a la poza. Ralph se puso en pie de un salto. – ¡Eh, vosotros dos!

Los mellizos se detuvieron unos instantes y después siguieron adelante.

–Se van a bañar, Ralph.

–Será mejor acabar con ello de una vez. Los mellizos se sorprendieron al ver a Ralph.

Se sonrojaron, sin atreverse a mirarle.

–Ah, ¿eres tú, Ralph? Hola.

–Hemos estado en el bosque… -…cogiendo leña para la hoguera… -…anoche nos perdimos. Ralph se miró a los pies:

–Os perdisteis después de… Piggy limpió su lente.

–Después de la fiesta – dijo Sam con voz apagada. Eric asintió:

–Sí, después de la fiesta.

–Nosotros nos fuimos muy pronto – se apresuró a decir Piggy -, porque estábamos cansados.

–Nosotros también… -…muy pronto… -…estábamos muy cansados.

Sam se llevó la mano a un rasguño en la frente y la retiró en seguida. Eric se tocó el labio cortado.

–Sí, estábamos muy cansados – volvió a decir Sam -, así que nos fuimos pronto. ¿Estuvo bien la…?

El aire estaba cargado de cosas inconfesables que nadie se atrevía a admitir. Sam giró el cuerpo y lanzó la repugnante palabra: – ¿… danza?

El recuerdo de aquella danza, a la que ninguno de ellos había asistido sacudió a los cuatro muchachos como una convulsión.

–Nos fuimos pronto.

Cuando Roger llegó al istmo que unía el Peñón del Castillo a la tierra firme no se sorprendió al oír la voz de alto. Durante la espantosa noche había ya imaginado que encontraría a algunos de la tribu protegiéndose en el lugar más seguro contra los horrores de la isla. La firme voz sonó desde lo alto, donde se balanceaba la pirámide de riscos. – ¡Alto! ¿Quién va?

–Roger.

–Puedes avanzar, amigo. Roger avanzó.

–Sabías muy bien que era yo.

–El jefe nos ha dicho que tenemos que dar el alto a todos.

Roger alzó los ojos.

–Ya me dirás cómo ibas a impedir que pasara.

–Sube y verás.

Roger trepó por el acantilado, con sus salientes a guisa de escalones – Tú mira esto.

Habían empotrado un tronco bajo la roca más alta y otro bajo aquel haciendo palanca.

Robert se apoyó ligeramente en la palanca y la roca rechinó. Un esfuerzo mayor la hubiese lanzado tronando sobre el istmo. Roger se quedó asombrado.

–Menudo Jefe tenemos, ¿verdad? Robert asintió.

–Nos va a llevar de caza.

Indicó con la barbilla en dirección a los lejanos refugios, de donde salía un hilo de humo blanco que trepaba hacia el cielo. Roger, sentado en el borde mismo del acantilado, se volvió para contemplar con aire sombrío la isla, mientras se hurgaba en un diente suelto.

Su mirada se posó sobre la cima de la lejana montaña y Robert se apresuró a desviar el silenciado tema.

–Le va a dar una paliza a Wilfred. – ¿Por qué?

Robert movió la cabeza en señal de ignorancia.

–No sé. No ha dicho nada. Se enfadó y nos obligó a atar a Wilfred. Lleva… – lanzó una risita excitada – lleva horas ahí atado, esperando… – ¿Y el Jefe no ha dicho por qué?

–Yo no le he oído nada.

Roger, sentado en las gigantescas rocas, bajo un sol abrasador, recibió aquellas noticias como una revelación. Dejó de tirarse del diente y se quedó quieto, reflexionando sobre las posibilidades de una autoridad irresponsable. Después, sin más palabras, descendió por detrás de las rocas y se dirigió a la caverna para reunirse con el resto de la tribu.

Allí, sentado, estaba el jefe, desnudo hasta la cintura y con la cara pintada de rojo y blanco. Ante él, sentados en semicírculo, estaban los miembros de la tribu. Wilfred, recién azotado y libre de ataduras, gemía ruidosamente al fondo. Roger se sentó con los demás.

–Mañana – continuó el Jefe – iremos otra vez a cazar.

Señaló con la lanza a unos cuantos salvajes.

–Algunos os tenéis que quedar aquí para arreglar bien la cueva y defender la entrada.

Yo me iré con unos cuantos cazadores para traer carne. Los centinelas tienen que cuidar que los otros no se metan aquí a escondidas…

Uno de los salvajes levantó la mano y el Jefe volvió hacia él un rostro rígido y pintado. – ¿Por qué iban a querer entrar a escondidas, Jefe? El Jefe habló con seriedad, pero sin precisar:

–Porque sí. Intentarán estropear todo lo que hagamos. Así que los centinelas tienen que andar con cuidado. Y otra cosa…

El Jefe se detuvo. La lengua asomó a sus labios como una lagartija rosada y desapareció bruscamente. -…y otra cosa; puede que la fiera intente entrar. Ya os acordáis cómo vino arrastrándose…

El semicírculo de muchachos asintió con estremecimientos y murmullos.

–Vino… disfrazado. Y a lo mejor vuelve otra vez, aunque le dejemos la cabeza de nuestra caza para su comida. Así que hay que estar atentos y tener cuidado.

Stanley levantó el brazo que tenía apoyado contra la roca y alzó un dedo inquisitivo. – ¿Sí? – ¿Pero es que no la…, no la…? Se turbó y miró al suelo. – ¡No!

En el silencio que sucedió, cada uno de los salvajes intentó huir de sus propios recuerdos. – ¡No! ¿Cómo íbamos a poder… matarla… nosotros? Con alivio por lo que aquello implicaba, pero asustados por los terrores que les guardaba el futuro, los salvajes murmuraron de nuevo entre sí.

–Así que no os acerquéis a la montaña – dijo el Jefe en tono serio -, y dejadle la cabeza de la presa siempre que cacéis algo.

Sidney volvió a levantar un dedo.

–Yo creo que la fiera se disfrazó.

–Quizá – dijo el Jefe. Se enfrentaban con una especulación teológica -. De todos modos, lo mejor será estar a buenas con ella. Puede ser capaz de cualquier cosa.

La tribu meditó aquellas palabras y todos se agitaron como si les hubiese azotado una ráfaga de viento. El Jefe, al darse cuenta del efecto que habían causado sus palabras, se levantó bruscamente.

–Pero mañana iremos de caza y cuando tengamos carne habrá un banquete… Bill levantó la mano.

–Jefe. – ¿Sí? – ¿Con qué vamos a encender el fuego?

La arcilla blanca y roja escondió el sonrojo del jefe. Ante su vacilante silencio, la tribu dejó escapar un nuevo murmullo. El Jefe alzó la mano.

–Les quitaremos fuego a los otros. Escuchad. Mañana iremos de caza y traeremos carne. Pero esta noche yo iré con dos cazadores… ¿Quién viene conmigo?

Maurice y Roger levantaron los brazos.

–Maurice… – ¿Sí, Jefe? – ¿Dónde tenían la hoguera?

–Donde antes, junto a la roca. El Jefe asintió con la cabeza.

–Los demás os podéis ir a dormir en cuanto se ponga el sol. Pero nosotros tres, Maurice, Roger y yo, tenemos trabajo que hacer. Saldremos justo antes de que anochezca…

Maurice alzó un brazo.

–Pero ¿y si nos encontramos con…?

El Jefe rechazó la objeción con un giro de su brazo.

–Iremos por la arena. Y si viene, empezaremos otra vez… con nuestra… – ¿Los tres solos?

Se oyó el zumbido de un murmullo que pronto se desvaneció.

Piggy entregó las gafas a Ralph y esperó hasta recobrar la vista. La leña estaba húmeda; era el tercer intento de encender la hoguera. Ralph se apartó y dijo para sí:

–A ver si no tenemos que pasar otra noche sin hoguera.

Miró con cara de culpa a los tres muchachos junto a él. Era la primera vez que admitía la doble función de la hoguera. Lo primero, indudablemente, era enviar al espacio una columna de humo mensajero; pero también servía de hogar en momentos como aquellos y de alivio hasta que el sueño les acogiese. Eric sopló tenazmente hasta lograr que la leña brillase y de ella se desprendiese una pequeña llama. Una onda blanca y amarilla humeó hacia lo alto. Piggy recuperó sus gafas y contempló con agrado el humo. – ¡Si pudiésemos construir un aparato de radio!

10. La caracola y las gafas (1) 10. Die Muschel und die Gläser (1) 10. The snail and the glasses (1) 10. La conque et les verres (1) 10. O búzio e os copos (1)

Piggy observó atentamente la figura que se aproximaba. Piggy watched the approaching figure closely. Había descubierto que a veces veía mejor si se quitaba las gafas y aplicaba su única lente al otro ojo. He had discovered that sometimes he could see better if he took off his glasses and applied his single lens to the other eye. Pero después de lo que había sucedido, incluso al mirar con su ojo bueno, Ralph seguía siendo inconfundiblemente Ralph. But after what had happened, even looking with his good eye, Ralph was still unmistakably Ralph. Salía del área de los cocoteros cojeando, sucio, con hojas secas prendidas de los mechones rubios; uno de sus ojos era una rendija abierta en la hinchada mejilla; en su rodilla derecha se había formado una gran costra. He would leave the area of the coconut palms limping, dirty, with dry leaves attached to his blond locks; one of his eyes was a slit in his swollen cheek; A large scab had formed on his right knee. Ralph se detuvo un momento y miró a la figura que se encontraba en la plataforma. Ralph paused for a moment and looked at the figure standing on the platform. – ¿Piggy? ¿Estás solo? You are alone?

–Están algunos de los peques, -There are some of the little ones,

–Esos no cuentan. Those don't count. ¿No está ninguno de los mayores? Aren't any of the older ones here?

–Bueno… Samyeric. -Well... Samyeric. Están cogiendo leña. They are collecting firewood. – ¿No hay nadie más?

–Que yo sepa, no. -Not that I know of.

Ralph se subió con cuidado a la plataforma. Ralph stepped carefully onto the platform. La hierba estaba aún agostada allí donde solía reunirse la asamblea; la frágil caracola blanca brillaba junto al pulido asiento. The grass was still withered where the assembly used to gather; the fragile white conch shone next to the polished seat. Ralph se sentó en la hierba, frente al sitio del jefe y la caracola. A su izquierda se arrodilló Piggy y durante algún tiempo los dos permanecieron en silencio. Por fin Ralph carraspeó y murmuró algo. – ¿Qué has dicho? - What have you said? – murmuró Piggy a su vez. - Piggy muttered in return. Ralph alzó la voz:

–Simón.

Piggy no dijo nada, pero sacudió la cabeza con seriedad. Piggy said nothing, but shook his head gravely. Siguieron allí sentados, contemplando con su mermada visión el asiento del jefe y la resplandeciente laguna. They sat there, gazing with their diminished vision at the chief's seat and the shimmering lagoon. La luz verde y las brillantes manchas del sol jugueteaban sobre sus cuerpos sucios.

Al cabo de un rato Ralph se levantó y se acercó a la caracola. After a while Ralph got up and went over to the conch. La cogió, en una caricia, con ambas manos y se arrodilló reclinado contra un tronco. He took her, in a caress, with both hands and knelt reclining against a log.

–Piggy – ¿Eh? – ¿Qué vamos a hacer?

Piggy señaló la caracola con un movimiento de cabeza. Piggy nodded at the conch.

–Podías… – ¿Convocar una asamblea? -Could you... -Call an assembly?

Ralph lanzó una carcajada al pronunciar aquella palabra y Piggy frunció el ceño. Ralph burst out laughing at the word and Piggy frowned.

–Sigues siendo el Jefe. "You're still the boss. Ralph volvió a reír. Ralph laughed again.

–Lo eres. -You are. De todos nosotros.

–Tengo la caracola. – ¡Ralph! Deja de reír así. Stop laughing like that. ¡Venga, Ralph, no hagas eso! Come on, Ralph, don't do that! ¿Qué van a pensar los otros? What will the others think?

Por fin se detuvo Ralph. At last Ralph stopped. Estaba temblando.

–Piggy – ¿Eh?

–Era Simon.

–Eso ya lo has dicho. -You've already said that.

–Piggy – ¿Eh?

–Fue un asesinato. – ¿Te quieres callar? - Shut up? – dijo Piggy con un chillido -. ¿Qué vas a sacar con decir esas cosas? What are you going to get out of saying those things?

De un salto se puso en pie y se acercó a Ralph. He jumped to his feet and walked over to Ralph.

–Estaba todo oscuro. Y luego ese… ese maldito baile. And then that... that damn dance. Y los relámpagos y truenos, además, y la lluvia. And lightning and thunder, moreover, and rain. ¡Estábamos asustados! We were scared!

–Yo no estaba asustado – dijo Ralph despacio -. Estaba… no sé cómo estaba. I was... I don't know how I was. – ¡Estábamos asustados! - We were scared! – dijo Piggy excitado – ·. Podía haber pasado cualquier cosa. Anything could have happened.

No fue… eso que tú has dicho. It was not... what you said.

Gesticulaba, en busca de una fórmula. He was gesticulating, searching for a formula. – ¡Por favor, Piggy!

Los gestos de Piggy cesaron ante la voz ahogada y dolorida de Ralph. Piggy's grimacing ceased at Ralph's choked, pained voice. Se agachó y esperó. He crouched down and waited. Ralph se balanceaba de un lado a otro meciendo la caracola. Ralph rocked back and forth rocking the conch. – ¿Es que no lo entiendes, Piggy? Las cosas que hicimos…

–A lo mejor todavía está…

–No.

–A lo mejor sólo fingía… "Maybe he was just pretending..."

La voz de Piggy se apagó al ver el rostro de Ralph. Piggy's voice trailed off as she saw Ralph's face.

–Tú estabas fuera. -You were out. Estabas fuera del círculo. You were outside the circle. Nunca llegaste a entrar. You never made it in. ¿Pero no viste lo que nosotros… lo que hicieron? But didn't you see what we... what they did?

Había horror en su voz y a la vez una especie de febril excitación. – ¿No lo viste, Piggy? 'Didn't you see it, Piggy?'

–No muy bien, Ralph. Ahora sólo tengo un ojo; lo debías saber ya, Ralph. Now I only have one eye; You should know that by now, Ralph.

Ralph siguió balanceándose de un lado a otro. Ralph continued to rock back and forth.

–Fue un accidente – dijo Piggy bruscamente -; eso es lo que fue, un accidente. Su voz volvió a elevarse. His voice rose again.

–Saliendo así de la oscuridad…, ¿a quién se le ocurre salir arrastrándose así de la oscuridad? "Coming out of the dark like that... who would think of crawling out of the dark like that?" Estaba chiflado. He was nuts. El mismo se lo buscó. He asked for it himself.

Volvió a hacer grandes gestos. He again made grand gestures.

–Fue un accidente.

–Tú no viste lo que hicieron…

–Mira, Ralph, hay que olvidar eso. “Look, Ralph, forget about that. No nos va a servir de nada pensar en esas cosas, ¿entiendes?

–Estoy aterrado. De nosotros. From us. Quiero irme a casa. ¡Quiero irme a mi casa!

–Fue un accidente – dijo Piggy con obstinación -, y nada más.

Tocó el hombro desnudo de Ralph y Ralph tembló ante aquel contacto humano. He touched Ralph's bare shoulder and Ralph shivered at the human touch.

–Y escucha, Ralph – Piggy lanzó una rápida mirada en torno suyo y después se le acercó -…no les digas que estábamos también en esa danza. 'And listen, Ralph,' Piggy glanced around quickly, then approached him, '…don't tell them we were in on that dance, too. No se lo digas a Samyeric. Don't tell Samneric. – ¡Pero estábamos allí! – But we were there! ¡Estábamos todos! We were all there! Piggy movió la cabeza.

–Nosotros no nos quedamos hasta el final. -We do not stay until the end. Y como estaba todo oscuro, nadie se fijaría. And since it was all dark, no one would notice.

Además, tú mismo has dicho que yo estaba fuera… Besides, you said yourself that I was out....

–Y yo también – murmuró Ralph -. -And so do I," Ralph muttered. Yo también estaba fuera. I was out, too.

Piggy asintió con ansiedad.

–Eso. Estábamos fuera. We were outside. No hemos hecho nada; no hemos visto nada. We have done nothing; we have seen nothing.

Calló un momento y después continuó: He was silent for a moment and then continued:

–Nos iremos a vivir por nuestra cuenta, nosotros cuatro… –We will go live on our own, the four of us…

–Nosotros cuatro. No vamos a ser bastantes para tener encendida la hoguera. We are not going to be enough to keep the bonfire lit.

–Lo podemos intentar. -We can try. ¿Ves? See? La encendí yo. I turned it on.

Llegaron del bosque Samyeric arrastrando un gran tronco. Lo tiraron junto al fuego y se dirigieron a la poza. They threw it by the fire and headed for the pool. Ralph se puso en pie de un salto. Ralph jumped to his feet. – ¡Eh, vosotros dos!

Los mellizos se detuvieron unos instantes y después siguieron adelante. The twins paused for a few moments and then moved on.

–Se van a bañar, Ralph. “They're going to bathe, Ralph.

–Será mejor acabar con ello de una vez. "It'd be better to get it over with." Los mellizos se sorprendieron al ver a Ralph. The twins were surprised to see Ralph.

Se sonrojaron, sin atreverse a mirarle. They blushed, not daring to look at him.

–Ah, ¿eres tú, Ralph? Hola.

–Hemos estado en el bosque… -…cogiendo leña para la hoguera… -…anoche nos perdimos. –We have been in the forest… -…gathering wood for the bonfire… -…last night we got lost. Ralph se miró a los pies:

–Os perdisteis después de… Piggy limpió su lente. “You guys got lost after…” Piggy wiped his lens.

–Después de la fiesta – dijo Sam con voz apagada. -After the party - Sam said in a muffled voice. Eric asintió: Eric agreed:

–Sí, después de la fiesta.

–Nosotros nos fuimos muy pronto – se apresuró a decir Piggy -, porque estábamos cansados. 'We left too early,' Piggy hastened to say, 'because we were tired.

–Nosotros también… -…muy pronto… -…estábamos muy cansados.

Sam se llevó la mano a un rasguño en la frente y la retiró en seguida. Sam's hand went to a scratch on his forehead and he withdrew it quickly. Eric se tocó el labio cortado. Eric touched his cut lip.

–Sí, estábamos muy cansados – volvió a decir Sam -, así que nos fuimos pronto. “Yes, we were very tired,” Sam said again, “so we left early. ¿Estuvo bien la…? Was the... okay?

El aire estaba cargado de cosas inconfesables que nadie se atrevía a admitir. The air was thick with unspeakable things that no one dared to admit. Sam giró el cuerpo y lanzó la repugnante palabra: – ¿… danza? Sam turned his body and launched the disgusting word: - ... dance?

El recuerdo de aquella danza, a la que ninguno de ellos había asistido sacudió a los cuatro muchachos como una convulsión. The memory of that dance, which none of them had attended, shook the four boys like a convulsion.

–Nos fuimos pronto. We left early.

Cuando Roger llegó al istmo que unía el Peñón del Castillo a la tierra firme no se sorprendió al oír la voz de alto. When Roger reached the isthmus that linked the Peñón del Castillo to the mainland, he was not surprised to hear the call to stop. Durante la espantosa noche había ya imaginado que encontraría a algunos de la tribu protegiéndose en el lugar más seguro contra los horrores de la isla. During the dreadful night he had already imagined that he would find some of the tribe sheltering in the safest place against the horrors of the island. La firme voz sonó desde lo alto, donde se balanceaba la pirámide de riscos. The firm voice sounded from above, where the pyramid of cliffs swayed. – ¡Alto! - High or tall! ¿Quién va? Who's going?

–Roger.

–Puedes avanzar, amigo. You can move on, friend. Roger avanzó.

–Sabías muy bien que era yo. You knew very well that it was me.

–El jefe nos ha dicho que tenemos que dar el alto a todos. –The boss has told us that we have to stop everyone.

Roger alzó los ojos.

–Ya me dirás cómo ibas a impedir que pasara. "You'll tell me how you were going to stop it from happening."

–Sube y verás. -Go up and you'll see.

Roger trepó por el acantilado, con sus salientes a guisa de escalones – Tú mira esto. Roger climbed the cliff, with its ledges serving as steps – You look at this.

Habían empotrado un tronco bajo la roca más alta y otro bajo aquel haciendo palanca. They had embedded a log under the tallest rock and another under that using leverage.

Robert se apoyó ligeramente en la palanca y la roca rechinó. Robert leaned lightly on the lever and the rock creaked. Un esfuerzo mayor la hubiese lanzado tronando sobre el istmo. A greater effort would have sent it thundering over the isthmus. Roger se quedó asombrado. Roger was amazed.

–Menudo Jefe tenemos, ¿verdad? – What a Boss we have, right? Robert asintió.

–Nos va a llevar de caza. -He is going to take us hunting.

Indicó con la barbilla en dirección a los lejanos refugios, de donde salía un hilo de humo blanco que trepaba hacia el cielo. He jerked his chin in the direction of the distant shelters, where white smoke billowed up into the sky. Roger, sentado en el borde mismo del acantilado, se volvió para contemplar con aire sombrío la isla, mientras se hurgaba en un diente suelto. Roger, der ganz am Rande der Klippe saß, drehte sich um und blickte düster auf die Insel, während er an einem losen Zahn zupfte. Roger, sitting on the very edge of the cliff, turned to gaze gloomily at the island, while picking at a loose tooth.

Su mirada se posó sobre la cima de la lejana montaña y Robert se apresuró a desviar el silenciado tema. His gaze fell on the distant mountaintop and Robert hastened to divert the unspoken subject.

–Le va a dar una paliza a Wilfred. -He's going to beat Wilfred up. – ¿Por qué? - Warum?

Robert movió la cabeza en señal de ignorancia. Robert shook his head in ignorance.

–No sé. No ha dicho nada. Se enfadó y nos obligó a atar a Wilfred. Lleva… – lanzó una risita excitada – lleva horas ahí atado, esperando… – ¿Y el Jefe no ha dicho por qué? He's been… – he chuckled excitedly – he's been tied up there for hours, waiting… – And the Chief hasn't said why?

–Yo no le he oído nada. I haven't heard anything from him.

Roger, sentado en las gigantescas rocas, bajo un sol abrasador, recibió aquellas noticias como una revelación. Roger, sitting on the gigantic rocks under a scorching sun, received this news as a revelation. Dejó de tirarse del diente y se quedó quieto, reflexionando sobre las posibilidades de una autoridad irresponsable. He stopped pulling at his tooth and stood still, pondering the possibilities of irresponsible authority. Después, sin más palabras, descendió por detrás de las rocas y se dirigió a la caverna para reunirse con el resto de la tribu. Then, without further words, he descended from behind the rocks and headed for the cavern to join the rest of the tribe.

Allí, sentado, estaba el jefe, desnudo hasta la cintura y con la cara pintada de rojo y blanco. There, sitting, was the chief, stripped to the waist and with his face painted red and white. Ante él, sentados en semicírculo, estaban los miembros de la tribu. Wilfred, recién azotado y libre de ataduras, gemía ruidosamente al fondo. Wilfred, freshly whipped and unbound, moaned noisily in the background. Roger se sentó con los demás.

–Mañana – continuó el Jefe – iremos otra vez a cazar.

Señaló con la lanza a unos cuantos salvajes. He pointed his spear at a few savages.

–Algunos os tenéis que quedar aquí para arreglar bien la cueva y defender la entrada. -Einige von euch müssen hier bleiben, um die Höhle zu reparieren und den Eingang zu verteidigen. -Some of you have to stay here to fix the cave and defend the entrance.

Yo me iré con unos cuantos cazadores para traer carne. Ich werde mit ein paar Jägern gehen und Fleisch mitbringen. I will go with a few hunters to bring back meat. Los centinelas tienen que cuidar que los otros no se metan aquí a escondidas…

Uno de los salvajes levantó la mano y el Jefe volvió hacia él un rostro rígido y pintado. One of the savages raised his hand, and the Chief turned a rigid, painted face toward him. – ¿Por qué iban a querer entrar a escondidas, Jefe? - Warum sollten sie sich einschleichen wollen, Chef? – Why would they want to sneak in, Chief? El Jefe habló con seriedad, pero sin precisar: The Chief spoke seriously, but without specifying:

–Porque sí. -Denn ja. Intentarán estropear todo lo que hagamos. Sie werden versuchen, alles zu verderben, was wir tun. Así que los centinelas tienen que andar con cuidado. So the sentinels have to tread carefully. Y otra cosa…

El Jefe se detuvo. La lengua asomó a sus labios como una lagartija rosada y desapareció bruscamente. The tongue appeared at her lips like a pink lizard and abruptly disappeared. -…y otra cosa; puede que la fiera intente entrar. -...und noch etwas: Die Bestie könnte versuchen, hereinzukommen. -…and another thing; the beast may try to enter. Ya os acordáis cómo vino arrastrándose… Do you remember how he came crawling...

El semicírculo de muchachos asintió con estremecimientos y murmullos.

–Vino… disfrazado. -He came... in disguise. Y a lo mejor vuelve otra vez, aunque le dejemos la cabeza de nuestra caza para su comida. And maybe he'll come back again, even if we leave him the head of our hunt for his food. Así que hay que estar atentos y tener cuidado. So you have to be vigilant and be careful.

Stanley levantó el brazo que tenía apoyado contra la roca y alzó un dedo inquisitivo. Stanley lifted the arm that was resting against the rock and held up a questioning finger. – ¿Sí? – ¿Pero es que no la…, no la…? - But don't you..., don't you...? Se turbó y miró al suelo. – ¡No!

En el silencio que sucedió, cada uno de los salvajes intentó huir de sus propios recuerdos. In the silence that followed, each of the savages tried to flee from their own memories. – ¡No! ¿Cómo íbamos a poder… matarla… nosotros? How could we…kill her…us? Con alivio por lo que aquello implicaba, pero asustados por los terrores que les guardaba el futuro, los salvajes murmuraron de nuevo entre sí. Relieved by what this implied, but frightened by the terrors that the future held, the savages muttered to each other again.

–Así que no os acerquéis a la montaña – dijo el Jefe en tono serio -, y dejadle la cabeza de la presa siempre que cacéis algo. "So stay away from the mountain," said the Chief in a serious tone, "and leave him the head of the prey whenever you hunt something."

Sidney volvió a levantar un dedo.

–Yo creo que la fiera se disfrazó. -I think the beast disguised itself.

–Quizá – dijo el Jefe. Se enfrentaban con una especulación teológica -. They were faced with a theological speculation. De todos modos, lo mejor será estar a buenas con ella. Anyway, it's best to be on good terms with her. Puede ser capaz de cualquier cosa. It can be capable of anything.

La tribu meditó aquellas palabras y todos se agitaron como si les hubiese azotado una ráfaga de viento. The tribe pondered those words and all shook as if they had been hit by a gust of wind. El Jefe, al darse cuenta del efecto que habían causado sus palabras, se levantó bruscamente.

–Pero mañana iremos de caza y cuando tengamos carne habrá un banquete… Bill levantó la mano.

–Jefe. – ¿Sí? – ¿Con qué vamos a encender el fuego?

La arcilla blanca y roja escondió el sonrojo del jefe. Ante su vacilante silencio, la tribu dejó escapar un nuevo murmullo. At his hesitant silence, the tribe let out a new murmur. El Jefe alzó la mano. The Chief raised his hand.

–Les quitaremos fuego a los otros. –We will take fire from the others. Escuchad. Mañana iremos de caza y traeremos carne. Pero esta noche yo iré con dos cazadores… ¿Quién viene conmigo?

Maurice y Roger levantaron los brazos.

–Maurice… – ¿Sí, Jefe? – ¿Dónde tenían la hoguera? - Where did they have the bonfire?

–Donde antes, junto a la roca. -Where before, by the rock. El Jefe asintió con la cabeza. The Chief nodded.

–Los demás os podéis ir a dormir en cuanto se ponga el sol. "The rest of you can go to sleep as soon as the sun goes down." Pero nosotros tres, Maurice, Roger y yo, tenemos trabajo que hacer. Saldremos justo antes de que anochezca…

Maurice alzó un brazo.

–Pero ¿y si nos encontramos con…? -But what if we run into...?

El Jefe rechazó la objeción con un giro de su brazo.

–Iremos por la arena. -We will go through the sand. Y si viene, empezaremos otra vez… con nuestra… – ¿Los tres solos? And if he comes, we'll start again… with our… – The three of us alone?

Se oyó el zumbido de un murmullo que pronto se desvaneció. There was a hum of a murmur that soon faded away.

Piggy entregó las gafas a Ralph y esperó hasta recobrar la vista. Piggy handed Ralph the glasses and waited until he could see. La leña estaba húmeda; era el tercer intento de encender la hoguera. Ralph se apartó y dijo para sí: Ralph stepped away and said to himself:

–A ver si no tenemos que pasar otra noche sin hoguera. -Mal sehen, ob wir nicht wieder eine Nacht ohne Lagerfeuer verbringen müssen. "Let's see if we don't have to spend another night without a fire."

Miró con cara de culpa a los tres muchachos junto a él. He looked guiltily at the three boys next to him. Era la primera vez que admitía la doble función de la hoguera. It was the first time he admitted the dual function of the bonfire. Lo primero, indudablemente, era enviar al espacio una columna de humo mensajero; pero también servía de hogar en momentos como aquellos y de alivio hasta que el sueño les acogiese. The first thing, undoubtedly, was to send a column of messenger smoke into space; but it also served as a home at times like those and as a relief until sleep overcame them. Eric sopló tenazmente hasta lograr que la leña brillase y de ella se desprendiese una pequeña llama. Eric blew hard until the wood glowed and a small flame sprang from it. Una onda blanca y amarilla humeó hacia lo alto. A white and yellow wave smoked upward. Piggy recuperó sus gafas y contempló con agrado el humo. – ¡Si pudiésemos construir un aparato de radio! – If we could build a radio set!