249 - Ratonlandia
Ratonlandia
NARRADORA Esta es la historia de un lugar llamado Ratonlandia.
NARRADORA Ratonlandia es el lugar de todos los ratoncitos y ratoncitas...
RATÓN Aquí nacemos y aquí morimos.
RATONA Aquí vivimos y aquí jugamos.
NARRADORA Ratonlandia se parece mucho a nuestros países. Incluso los ratoncitos y ratoncitas tienen un congreso...
RATÓN ... ¡un parlamento!
NARRADORA Y cada cuatro años...
RATÓN ... ¡tenemos elecciones!
NARRADORA Cada cuatro años caminan rumbo a las urnas...
RATONA ... ¡y votamos!
NARRADORA Cada cuatro años, todos los ratoncitos y ratoncitas eligen un gobierno.
NARRADORA Un gobierno formado por enormes y gordos gatos negros.
NARRADORA Ahora bien, si les resulta extraño la elección de gatos siendo ellos ratones, sólo hace falta mirar la historia de nuestros países en este último siglo. Entonces se darán cuenta que ellos, los ratones, no son más estúpidos que nosotros.
GATO ¿Se puede saber qué tienen en contra de nosotros?
NARRADORA No, no estoy diciendo nada en contra de los gatos. Los gatos son buenos... entre ellos.
NARRADORA Son buenos compañeros... entre ellos. Conducen el gobierno dignamente, elaboran buenas leyes... es decir, leyes buenas para los gatos. Y estas leyes buenas para los gatos, no son muy favorables para los ratones. Una de las leyes decía:
GATO La entrada a la ratonera debe ser tan grande como para que un gato pueda meter su pata en ella.
NARRADORA Otra ley decía...
GATO Los ratones sólo podrán moverse a baja velocidad para que los gatos puedan conseguir desayuno sin realizar mucho esfuerzo físico.
NARRADORA Todas estas leyes eran buenas para los gatos, aunque para los ratones resultaban bastante duras.
RATÓN ¡Ya no aguantamos más!
RATONA ¡Hagamos algo para cambiar!
NARRADORA Y sucedió que otros gatos, los gatos blancos, lanzaron una gran campaña electoral. Dijeron:
GATO ¡Todo lo que necesita Ratonlandia es una visión de futuro!... ¡Voten por nosotros!
NARRADORA Entonces, ratoncitos y ratoncitas fueron en masa a las urnas, votaron contra los gatos negros y eligieron... a los gatos blancos.
NARRADORA Los gatos blancos explicaron el cambio prometido.
GATO 2 Como pueden comprobar, el problema de Ratonlandia, son las entradas redondas de las ratoneras. Hemos decidido hacerlas cuadradas.
NARRADORA Y así lo hicieron. Las entradas cuadradas eran el doble de las redondas. Ahora los gatos podían meter las dos patas y la vida para los ratones se volvió más complicada.
RATÓN ¡Ya no aguantamos más!
RATONA ¡Cambiemos, cambiemos!
NARRADORA Entonces, los ratoncitos y ratoncitas votaron contra los gatos blancos... y pusieron a los negros de nuevo.
NARRADORA Y luego, regresaron a los blancos y de ahí a los negros otra vez. Incluso trataron con gatos mitad negros, mitad blancos. Y a esto llamaron “coalición” o “pacto de gobernabilidad” o “bipartidismo”.
NARRADORA En su desesperación, ratoncitos y ratoncitas intentaron dar el gobierno a gatos con manchitas. Eran gatos que intentaban sonar como ratones...
NARRADORA ... pero comían como gatos.
NARRADORA Como ustedes bien comprenden, el problema no estaba en el color de los gatos. El problema estaba en que eran gatos. Y como gatos, naturalmente miraban por sus intereses gatunos.
NARRADORA Cuentan que desde un país vecino llegó un humilde ratoncito con una idea sencilla:
RATÓN 2 Compañeros, compañeras. ¿Por qué seguimos eligiendo un gobierno de gatos aquí, en Ratonlandia? ¿No sería mejor elegir... un gobierno de ratones?
NARRADORA Y colorín colorís, ¿pasa lo mismo en tu país?
LOCUTOR Adaptación radiofónica de la fábula difundida por el político canadiense Tommy Douglas.