El rebrote español (2)
Cuando tú decides reabrir después de una cuarentena en la que te has dedicado con mucho esfuerzo a suprimir el virus y crees que lo ha suprimido, tú dependes de tus indicadores. Tú dependes de tus datos por un lado. Y por otro lado, dependes de que tu criterio no tenga ningún tipo de interferencia política, que se base exclusivamente en los criterios sanitarios.
Eliezer: España no es ajena a la polarización política que ha afectado la respuesta a la pandemia en muchos de nuestros países: las disputas entre partidos y territorios, han entorpecido la posibilidad de tener una imagen clara de la situación y una respuesta unificada.
Jorge: Cuando tus datos no son perfectos y además hay interferencia política, lo que pasa es que vas a reabrir sin saber o sin tener en cuenta el estado real del virus. Basta con que tengas una cierta cantidad de virus circulando y estés reabriendo espacios, como locales de ocio, en los cuales el contagio es más probable, para que te vuelva a explotar el rebrote. Hay un debate en España ahora sobre si hay segunda ola o no hay segunda ola.
Eliezer: Para explicarlo, Jorge utilizó la metáfora de un incendio.
Jorge: En España lo que tenemos ahora mismo son demasiados focos de un mismo incendio. Entonces, aunque sean pequeños, si no los estás viendo bien y si no tienen suficientes bomberos como para apagar el fuego, basta con que te venga una fuerte racha de viento para que esos pequeños incendios se conviertan en un fuego totalmente destructivo.
Eliezer: O sea, para que estos brotes se conviertan en una segunda ola.
Te hago una pregunta de algo que escapa de alguna manera a lo medible, ¿no? Pero también puede existir una cuota de mala suerte en la posibilidad de los rebrotes.
Jorge: Claro. Siempre hay una cierta dimensión de riesgo que escapa tu control, la mala suerte siempre está ahí. El problema para mí es que tú, como Estado, tienes que estar preparado, y como sociedad tienes que estar, tienes que estar preparada para enfrentarte y confrontar la mala suerte. Tienes que esperar lo mejor pero prepararte para lo peor.
Eliezer: ¿Hay lecciones que podemos aprender en América Latina de lo que está pasando en España?
Jorge: Sin duda. El lío es el siguiente: América Latina ha renunciado a suprimir el virus. El principal debate sobre qué hacer con el virus siempre ha sido si tratar de suprimirlo en un país, tratar de hacer desaparecer casi por completo, o por completo el contagio, o simplemente mitigarlo y bajarlo por unos niveles que sean manejables por la población, por la economía y, por supuesto, por el sistema sanitario. En Latinoamérica este debate estaba desde el principio. Algunos países como México, desde un principio aceptaron que el virus no se iba a poder suprimir. Lo que ha acabado pasando es que al final todos los países o casi todos los países en Latinoamérica han acabado en una lógica de mitigación. Algunos resignándose a ella, por ejemplo Colombia, y otros porque se han ido moviendo en un abanico en el que nunca estuvo del todo claro, por ejemplo, Chile.
Eliezer: Para Jorge, aunque América Latina esté en una lógica de mitigación, o precisamente por eso, una de las mayores lecciones que la región puede extraer de España es la necesidad de información precisa y efectiva para poder tomar decisiones
Jorge: Sin unos datos lo suficientemente completos y confiables uno no puede decidir qué partes de la vida cotidiana se pueden abrir y cómo reabrirlas para que eso no genere un brote inmediato. Y además, ¿qué zonas del país? ¿Qué ciudades, qué barrios están viendo un rebrote o no lo están viendo? O hasta qué punto es preocupante en cada sitio. Para poder decidir confinamientos parciales, acciones puntuales, en zonas determinadas. Nunca un dato fue tan importante para dirigir las decisiones de tanta gente y el bienestar de tanta gente. Un dato preciso, un dato abierto, accesible, contrastable y cuestionable. Eso yo creo que es el mayor aprendizaje para América Latina.
Eliezer: Ya volvemos.
Daniel Alarcón: Hola, soy Daniel Alarcón, director editorial de El hilo.
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Silvia: Estamos de vuelta en El hilo. En el segmento anterior escuchamos sobre algunas razones que explican los rebrotes en España luego de la reapertura. Una que mencionaba Jorge Galindo es la falta de preparación epidemiológica… En concreto, esto en parte se traduce en una escasez de rastreadores.
Silvia: María, ¿nos puedes explicar qué es un rastreador?
María: Sí, claro. Mira, un rastreador es una persona, fundamentalmente una persona sanitaria. Normalmente somos enfermeras.
Silvia: Ella es María Egea, una enfermera especializada en enfermería familiar y comunitaria. Y esto es importante porque, como me explicó María, en esta especialidad, una parte de la formación se dedica a vigilancia epidemiológica. En junio empezó a trabajar como rastreadora de casos de coronavirus.
María: Bueno, lo que nos dedicamos es desde que sale un caso positivo, desde que detectamos un caso positivo de coronavirus, lo que hacemos es investigar todos los contactos que ha tenido esa persona para averiguar, bueno, quién ha podido contagiarse también, para intentar frenar un poco esta, esta enfermedad.
Silvia: Maria trabaja en un centro de salud público en Zaragoza, la capital de la comunidad autónoma de Aragón.
Audio de archivo, noticiero: Ante la aparición de nuevos brotes y los casos de transmisión comunitaria que se están observando en las últimas semanas, el gobierno de Aragón anunció este lunes medidas restrictivas para toda la comunidad autónoma.
María: La situación de Aragón es una de las más complicadas a nivel de toda España. Somos una de las zonas que más casos está teniendo, aunque, bueno, también bajo mi punto de vista es porque también estamos haciendo un trabajo bastante importante de, de rastreo y se están realizando muchísimas pruebas.
Silvia: Los números de casos en Aragón se empezaron a disparar a mediados de julio. En los primeros cinco días de agosto, Aragón ha sumado 2,700 contagios… Es la región con más casos por 100,000 habitantes y se ha convertido en el epicentro de los rebrotes en España.
María empezó a trabajar como rastreadora a partir de una convocatoria de mayo: el gobierno de Aragón buscaba enfermeras con su especialidad.
María: En principio la convocatoria es de un año, y bueno, supongo que será en función de cómo evoluciona todo, como es tan incierto… la verdad es que veremos a ver si… si se alarga o, o no. Espero que no por este tema.
Silvia: Le pedí a Maria que me explicara cómo funciona el rastreo que ella hace, paso a paso. Y lo que me llamó la atención es que este trabajo se hace principalmente por teléfono.
María: Cada vez que una persona da positivo, lo que nos encargamos es de llamar a esa persona, primero de informarle, por supuesto, de que, de que tiene el virus, porque bueno, algunas personas verdad que también son asintomáticas, ¿no? Entonces cada vez que hay una persona positiva lo que nos encargamos es de buscar los contactos estrechos que ha tenido. Estos contactos los tenemos que buscar desde 48 horas antes de que la prueba haya sido positiva o de que la persona haya empezado con sintomatología.
Silvia: María se encarga de buscar a las personas con las que ese caso positivo ha tenido contacto por más de 15 minutos, sin mascarilla y sin mantener distancia.
María: Esto sería un poco la definición de contacto estrecho, ¿no? Porque es verdad que también crea mucha confusión y cuando una persona da positivo pues te hacen una lista muy larga de todas las personas con las que se han cruzado o han estado con mascarilla y en realidad no, simplemente hay que buscar, bueno, estos contactos que son más de riesgo, ¿no? A raíz de ahí, a través de ese listado nos ponemos en contacto con todas esas personas y se les realiza la prueba PCR y se les indica que tienen que estar en aislamiento 14 días.
Silvia: Y es importante que el aislamiento dure esos 14 días…
María: Sí que es verdad que el periodo de incubación normalmente son 5 o 6 días, pero puede llegar hasta 14. Entonces, por mucho que la prueba les salga negativo cuando se la haces al quinto día o al sexto de de contacto, pues bueno, hay que esperar un poquito más de ese tiempo.
Silvia: Claro. ¿Y cómo reaccionan las personas cuando las llamas?
María: Bueno, hay de todo. La verdad es que las reacciones son, son muy variadas. Hay gente muy responsable que lo entiende súper bien y bueno, al revés, ¿no? Te agradece el trabajo que haces y lo valora y se queda en casa y realmente cumple con las recomendaciones, y hay gente que no. Hay gente que no se lo toman nada bien, que no quiere estar en casa, que lo único que quiere es que le hagas la prueba ya. Bueno, a veces sí que es complicado y más ahora que es verano, que quieren salir, que quieren irse de vacaciones. A veces hay gente que le pilla de… fuera de su casa, ¿no? de su domicilio, o se ha ido a la playa, a la montaña, con los amigos.
Silvia: ¿Y qué tipo de preguntas les haces? Tienes como una lista que tienes que repasar con ellos, o…
María: Sí, al final, bueno, casi te lo sabes de memoria, ¿no?, pero… pero sí, les pregunto sobre todo cómo ha sido el contacto, ¿no? con esa persona, porque claro, eso delimita mucho una actuación u otra. Y luego a preguntar sobre todo si tienen síntomas también, porque entonces sí que hay que adelantar un poquito la prueba y también si viven con gente que es de riesgo, ¿no? que tiene… con personas mayores, personas con enfermedades crónicas.
Silvia: También les pregunta si tienen acceso a alguien que pueda ir a hacer la compra por ellos.
María: Hay mucho problema social asociado a todo esto, ¿no? Hay gente pues mayor, o gente que tiene que estar todos en casa aislados, porque una persona, un conviviente, ha dado positivo y se tiene que quedar toda la familia en casa. Entonces, claro, también tienes que investigar un poco ahí para para evitar que esas personas salgan a comprar o salgan a hacer cosas de su vida diaria, ¿no? Y bueno, por ahí tienes que buscar también ayudas sociales para evitar esto y solucionar ese problema que al final está ahí.
Silvia: ¿Hay alguna forma de controlar que la gente cumpla con el confinamiento después de esto?
María: Realmente no. Bueno, yo les apelo siempre a la responsabilidad social, ¿no? Pero bueno, me ha pasado de llamar y escuchar el ruido del coche, escuchar el ruido de la calle. Bueno, yo siempre intento ser muy correcta y explicarles. pues bueno, ¿no? que yo lo entiendo, que es verano, pero que es una situación muy complicada otra vez, que tenemos que tener muchísima responsabilidad, que la gente que está en el hospital ingresada o incluso en UCI, o en sitios peores, bueno, que a ellos les hubiese gustado que todos hubiésemos hecho este pequeño esfuerzo, ¿no?
Silvia: María también ha visto casos de personas que, por diferentes razones, les es muy difícil quedarse confinados en casa.
María: Pues claro, al final también implica no poder ir a trabajar. Gente que quizás no tenía contrato laboral. Gente… A veces inmigrantes, ¿no? Y luego también, hace poquito pues 16 personas también que vivían confinadas en una casa, en una vivienda social, uno dio positivo. Y lo mismo, ¿no?, te decían que claro que no podían dejar de ir a trabajar, que lo necesitaban y que claro, ellos no entendían por si se encontraban bien, porque por qué tenían que quedarse en casa, ¿no? y no continuar con su vida normal.
Silvia: Con los rebrotes, el trabajo de María como rastreadora se ha vuelto más complicado.
María: Yo empecé con el rastreo en junio, que bueno, que justo fue un mes bastante tranquilo, a nivel de España y a nivel de Aragón había muy, muy poquitos casos y claro, el rastreo se podía hacer muy bien, ¿no? podías hacer un seguimiento casi diario de los contactos porque te daba tiempo a llamarlos, a preguntarles. Ahora el rastreo pues se está viviendo de forma diferente, ¿no? Apenas les llamas la primera vez para decirles que han tenido contacto con un positivo. Eh, la siguiente llamada es para darles el resultado de la PCR y casi la siguiente llamada que les puedes hacer ya están terminando el confinamiento de 14 días. Pero claro, tienes que seguir toda esa gente, más cada día, que te llegan más nuevos casos, que te llegan nuevos contactos.
Silvia: Claro. ¿A cuántas personas estás llamando por día o por semana más o menos?
María: Bueno pues por día unas 40, 50, 60 incluso, sí, depende de los días, claro. Ahora mismo, pues quizás estoy, en el momento actual, tengo unos 60 contactos en cuarentena, por así decirlo, que les tengo que ir preguntando como está, si tienen síntomas, si no. Y cada día pueden entrar de nuevos contactos, pues 30, 40. Muchísimos. Entonces, claro, la situación es bastante… es bastante complicada.
Silvia: María me contó que hay días en que está trabajando 12 horas.
María: Aparte del rastreo, pues me he estado dedicando pues a cubrir consultas de pediatría, a cubrir consultas de adultos, realizar pruebas PCR, hacer analíticas un poco para todo. Esto no debería ser así porque claro, deberíamos de centrarnos muy bien, ¿no? en nuestro trabajo, que es muy importante realizarlo bien para, para frenar esto. Pero bueno, la situación actual es verdad que es complicada, que… que no hay gente para trabajar y esto nos hace, bueno, pues dedicar también parte de nuestro tiempo a… a otras cosas que también se tienen que seguir haciendo en los centros de salud.
Silvia: En su centro de salud, María es la única rastreadora. En todo Aragón, hay 260… pero según expertos, la comunidad autónoma necesita 400.
María: Es insuficiente. Ya te digo, estas dos semanas atrás pues bueno, he estado doblando turnos de 8 a 8 y aún así te vas a casa con trabajo por hacer, ¿no? Es una sensación pues, pues mala, ¿no?, un poco frustrante de decir madre mía, estoy aquí echando muchísimas horas y aún así no llego, ¿no? Y bueno, y esto cada vez, cada día de momento estas dos últimas semanas por lo menos, está yendo a más. Entonces bueno, a veces es complicado, ¿no? te vas a casa con una sensación un poco… un poco mala, ¿no? A pesar de haber hecho todos los esfuerzos posibles, pues de no llegar, ¿no? de querer hacerlo mejor o de poder hacerles un seguimiento más, más personalizado, pero… pero no, no se puede.
Silvia: En Aragón han contratado a trabajadores sociales como rastreadores, pero María me explicó que es una labor más sanitaria.
María: Parece un trabajo fácil a simple vista, ¿no? que solamente hay que preguntar los contactos y ya está. Pero claro, luego hay muchos casos particulares, ¿no? No todo es blanco o negro, hay muchas muchas escalas de grises. Hay muchos signos de alarma o cosas que tienes que advertirles que bueno, que la gente que no es sanitaria quizá si le puede pasar por alto.
Silvia: Porque recordemos que su trabajo no termina cuando averigua con quién ha estado la persona contagiada.
María: Hay que hacer un seguimiento muy estrecho, ¿no?, sobre todo de los casos, también de los contactos, pero sobre todo de los casos, ¿no? de, de cómo están, cómo se sienten, cuáles son los… bueno, es un poco eso, los síntomas que hay que estar un poquito más alerta para que la cosa no se complique, porque bueno, ya sabéis que muchas veces se termina, hay muchos pacientes que terminan con neumonía bilateral, ¿no? que esto ya es una situación pues más grave.
Silvia: ¿Tú tuviste experiencia con casos de coronavirus antes de empezar a rastrear?
María: Sí, la verdad es que yo lo he vivido en primera línea, ¿no? Aparte, ahora estoy viviendo de una manera más, bueno, más telefónica, ¿no? más, más burocrática quizás. Pero también viví esas urgencias, las noches de que no parasen de, de llegar personas, ¿no? familias, gente sola.
Silvia: ¿Y eso crees que afecta ahora cómo haces tu trabajo como rastreadora?
María: Sí, quizás sí, sobre todo también con las familias, ¿no? me pongo mucho en su lugar, ¿no?, cuando me dicen que tienen miedo, que su madre, pues que de momento está bien, pero que no sabe cómo va a evolucionar. Y te cuentan que claro, que solamente hablan con el médico o con el personal sanitario una vez al día, les dicen qué tal está, pero no pueden ir a verlos. Y la verdad es que es duro, es… Lo he vivido. El que una paciente ingrese solo, subiese a planta solo. Y claro, tú tampoco podías estar con él, en la habitación dándole apoyo, ¿no? Al final es verdad que, que esa parte ha sido, ha sido muy dura y psicológicamente también para las familias.
Tenemos que concienciarnos otra vez de que esto no ha terminado, de que esto es, bueno, un poco una batalla a largo plazo, ¿no? de que no estamos ni de lejos de un final de la pandemia, sino que esto, pues, va para largo. Y claro, hay que ser responsables. Yo entiendo que a nadie nos gustara ahora quedarnos en casa 14 días, ¿no? Pero bueno, es la responsabilidad que tenemos que tener y es lo que nos toca y no se nos tiene que olvidar todo lo que hemos vivido estos meses atrás.
Silvia: Bueno, muy bien, muchas gracias, María.
María: A vosotros, muchas gracias.
Eliezer: En El hilo somos Daniel Alarcón, Álvaro Céspedes, Mariana Zúñiga, Elías González, Inés Rénique, Laura Rojas Aponte, Jorge Caraballo, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Desirée Yépez hizo el fact checking de este episodio. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki.
Un agradecimiento especial a Álvaro García.
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Yo soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas, gracias por escuchar.