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Un país de por vida, Chequia condena la violencia en Bielorrusia y apoya las sanciones de la UE

La Cámara Baja checa condenó las intervenciones brutales del régimen de Alexandr Lukashenko contra los manifestantes en Bielorrusia. Chequia respaldó a la vez el que la UE no reconociera las recientes elecciones presidenciales bielorrusas.

Los diputados checos debatieron este miércoles la turbulenta situación en Bielorrusia después de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, calificadas por la oposición como un fraude. Aprobaron una resolución de condena a las intervenciones violentas de las fuerzas de seguridad bielorrusas contra los manifestantes que se oponen a los resultados de los comicios. El documento fue presentado en la Cámara Baja por el diputado František Kopřiva.

”La Cámara Baja condena las intervenciones policiales violentas y brutales contra los ciudadanos bielorrusos que protestan contra los resultados de los comicios presidenciales en los que fue reelecto Alexandr Lukashenko. Los manifestantes insisten en que su transcurso no fue democrático y que en su país se produjo un fraude electoral”.

En la resolución se exhorta al gobierno bielorruso a que ponga en libertad a los presos políticos y se expresa solidaridad con las familias de los muertos y heridos durante las protestas. Los legisladores checos expresaron asimismo su respaldo a los anhelos del pueblo de Bielorrusia por la libertad y la democracia.

La situación en Bielorrusia fue debatida este miércoles también en una videocumbre del Consejo Europeo en la que tomó parte el primer ministro checo, Andrej Babiš. La institución comunitaria no reconoció los resultados de las presidenciales bielorrusas y demandó la celebración de nuevos comicios. La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostuvo que Bruselas está a favor de un diálogo entre el gobierno bielorruso y la oposición.

Como indicó el primer ministro checo, Andrej Babiš, la Unión Europea apoya las reivindicaciones de los manifestantes en Bielorrusia, pero sobre el futuro de ese país debe decidir su pueblo.

”Los bielorrusos deben decidir sobre su destino por medio de elecciones realmente libres. La Unión Europea no quiere ni puede decirles a los bielorrusos lo que deben decir y hacer, qué rumbo de desarrollo deben adoptar. Esa decisión depende únicamente de ellos”.

El jefe del Gobierno checo valoró positivamente la convocatoria de esta cumbre comunitaria y apreció el hecho de que se decidiera que Bruselas adoptará lo antes posible sanciones contra los dirigentes políticos bielorrusos, como destacó.

”El Consejo Europeo confirmó la adopción de sanciones contra los políticos y otras personas que tomaron parte activa en la persecución de los opositores, así como en la violencia e intervenciones brutales durante las manifestaciones en Bielorrusia”.

Babiš informó que Chequia quiere brindar apoyo al pueblo bielorruso y crear condiciones para un diálogo político entre el gobierno y la oposición también en el marco del Grupo de Visegrado, integrado por Chequia, Eslovaquia, Polonia y Hungría. El llamado V4 tiene previsto reunirse a finales de agosto para tratar sobre el tema.

A su vez, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, criticó y rechazó rotundamente lo acordado en la cumbre comunitaria. Destacó que los países occidentales deberían ocuparse de sus propios problemas. Se prevé que la inauguración del reelecto presidente Lukashenko se efectuará en el curso de los próximos dos meses.


La Cámara Baja checa condenó las intervenciones brutales del régimen de Alexandr Lukashenko contra los manifestantes en Bielorrusia. Chequia respaldó a la vez el que la UE no reconociera las recientes elecciones presidenciales bielorrusas.

Los diputados checos debatieron este miércoles la turbulenta situación en Bielorrusia después de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, calificadas por la oposición como un fraude. Aprobaron una resolución de condena a las intervenciones violentas de las fuerzas de seguridad bielorrusas contra los manifestantes que se oponen a los resultados de los comicios. El documento fue presentado en la Cámara Baja por el diputado František Kopřiva.

”La Cámara Baja condena las intervenciones policiales violentas y brutales contra los ciudadanos bielorrusos que protestan contra los resultados de los comicios presidenciales en los que fue reelecto Alexandr Lukashenko. Los manifestantes insisten en que su transcurso no fue democrático y que en su país se produjo un fraude electoral”.

En la resolución se exhorta al gobierno bielorruso a que ponga en libertad a los presos políticos y se expresa solidaridad con las familias de los muertos y heridos durante las protestas. Los legisladores checos expresaron asimismo su respaldo a los anhelos del pueblo de Bielorrusia por la libertad y la democracia.

La situación en Bielorrusia fue debatida este miércoles también en una videocumbre del Consejo Europeo en la que tomó parte el primer ministro checo, Andrej Babiš. La institución comunitaria no reconoció los resultados de las presidenciales bielorrusas y demandó la celebración de nuevos comicios. La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostuvo que Bruselas está a favor de un diálogo entre el gobierno bielorruso y la oposición.

Como indicó el primer ministro checo, Andrej Babiš, la Unión Europea apoya las reivindicaciones de los manifestantes en Bielorrusia, pero sobre el futuro de ese país debe decidir su pueblo.

”Los bielorrusos deben decidir sobre su destino por medio de elecciones realmente libres. La Unión Europea no quiere ni puede decirles a los bielorrusos lo que deben decir y hacer, qué rumbo de desarrollo deben adoptar. Esa decisión depende únicamente de ellos”.

El jefe del Gobierno checo valoró positivamente la convocatoria de esta cumbre comunitaria y apreció el hecho de que se decidiera que Bruselas adoptará lo antes posible sanciones contra los dirigentes políticos bielorrusos, como destacó.

”El Consejo Europeo confirmó la adopción de sanciones contra los políticos y otras personas que tomaron parte activa en la persecución de los opositores, así como en la violencia e intervenciones brutales durante las manifestaciones en Bielorrusia”.

Babiš informó que Chequia quiere brindar apoyo al pueblo bielorruso y crear condiciones para un diálogo político entre el gobierno y la oposición también en el marco del Grupo de Visegrado, integrado por Chequia, Eslovaquia, Polonia y Hungría. El llamado V4 tiene previsto reunirse a finales de agosto para tratar sobre el tema.

A su vez, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, criticó y rechazó rotundamente lo acordado en la cumbre comunitaria. Destacó que los países occidentales deberían ocuparse de sus propios problemas. Se prevé que la inauguración del reelecto presidente Lukashenko se efectuará en el curso de los próximos dos meses.