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El Principito - Antoine de Saint-Exupery, El principito (5)

El principito (5)

Se cuentan allí ciento once reyes (sin olvidar, sin duda, los reyes negros), siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de ebrios, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos mil millones de personas grandes.

Para daros una idea de las dimensiones de la Tierra os diré que antes de la invención de la electricidad se debía mantener, en el conjunto de seis continentes, un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once faroleros.

Vistos desde lejos hacían un efecto espléndido. Los movimientos de este ejército estaban organizados como los de un ballet de ópera. Primero era el turno de los faroleros de Nueva Zelanda y de Australia. Una vez alumbradas sus lamparillas, se iban a dormir. Entonces entraban en el turno de la danza los faroleros de China y de Siberia. Luego, también se escabullían entre los bastidores. Entonces era el turno de los faroleros de Rusia y de las Indias. Luego los de África y Europa. Luego los de América del Sur. Luego los de América del Norte. Y nunca se equivocaban en el orden de entrada en escena. Era grandioso.

Solamente el farolero del único farol del Polo Norte y su colega del único farol del Polo Sur llevaban una vida ociosa e indiferente: trabajaban dos veces al año.

XVII

Cuando se quiere ser ingenioso ocurre que se miente un poco. No he sido muy honesto cuando hablé de los faroleros. Corro el riesgo de dar una falsa idea de nuestro planeta a quienes no lo conocen. Los hombres ocupan muy poco lugar en la Tierra. Si los dos mil millones de habitantes que pueblan la Tierra se tuviesen de pie y un poco apretados, como en un mitin, podrían alojarse fácilmente en una plaza pública de veinte millas de largo por veinte millas de ancho. Podría amontonarse a la humanidad sobre la más mínima islita del Pacífico.

Las personas grandes, sin duda, no os creerán. Se imaginan que ocupan mucho lugar. Se sienten importantes, como los baobabs. Les aconsejaréis, pues, que hagan el cálculo. Les agradará porque adoran las cifras. Pero no perdáis el tiempo en esta penitencia. Es inútil. Tened confianza en mí.

Una vez en tierra, el principito, quedó muy sorprendido al no ver a nadie. Temía ya haberse equivocado de planeta, cuando un anillo de color de luna se revolvió en la arena.

—Buenas noches —dijo al azar el principito.

—Buenas noches —dijo la serpiente.

—¿En qué planeta he caído? —preguntó el principito.

—En la Tierra, en África —respondió la serpiente.

—¡Ah!… ¿No hay, pues, nadie en la Tierra?

—Esto es el desierto. En los desiertos no hay nadie. La Tierra es grande —dijo la serpiente.

El principito se sentó sobre una piedra y levantó los ojos hacia el cielo:

—Me pregunto —dijo— si las estrellas están encendidas a fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día. Mira mi planeta. Está justo sobre nosotros… Pero, ¡qué lejos está!

—¡Qué hermoso es! —dijo la serpiente—. ¿Qué vienes a hacer aquí?

—Estoy disgustado con una flor —dijo el principito.

—¡Ah! —dijo la serpiente.

Y quedaron en silencio.

—¿Dónde están los hombres? —prosiguió al fin el principito—. Se está un poco solo en el desierto.

—Con los hombres también se está solo —dijo la serpiente.

El principito la miró largo tiempo:

Eres un animal raro —le dijo al fin—. Delgado como un dedo…

—Eres un animal raro —le dijo al fin—. Delgado como un dedo…

—Pero soy más poderoso que el dedo de un rey —dijo la serpiente.

El principito sonrió:

—No eres muy poderoso…, ni siquiera tienes patas…, ni siquiera puedes viajar…

—Puedo llevarte más lejos que un navío —dijo la serpiente.

Se enroscó alrededor del tobillo del principito como un brazalete de oro:

—A quien toco, lo vuelvo a la tierra de donde salió —dijo aún—. Pero tú eres puro y vienes de una estrella…

El principito no respondió nada.

—Me das lástima, tú, tan débil, sobre esta Tierra de granito. Puedo ayudarte si algún día extrañas demasiado tu planeta. Puedo…

—¡Oh! Te he comprendido muy bien—dijo el principito—, pero ¿por qué hablas siempre con enigmas?

—Yo los resuelvo todos —dijo la serpiente.

Y quedaron en silencio.

XVIII

El principito atravesó el desierto y no encontró más que una flor. Una flor de tres pétalos, una flor de nada…

—Buenos días —dijo el principito.

—Buenos días —dijo la flor.

—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

Un día la flor había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? Creo que existen seis o siete. Los he visto hace años. Pero no se sabe nunca dónde encontrarlos. El viento los lleva. No tienen raíces. Les molesta mucho no tenerlas.

—Adiós —dijo el principito.

—Adiós —dijo la flor.

XIX

El principito subió a una alta montaña. Las únicas montañas que había conocido eran los tres volcanes que le llegaban a la rodilla. Usaba el volcán apagado como taburete. «Desde una montaña alta como ésta —se dijo—, veré de un golpe todo el planeta y todos los hombres…» Pero sólo vio agujas de rocas bien afiladas.

Este planeta es seco, puntiagudo y salado.

—Buenos días —dijo al azar.

—Buenos días… Buenos días… Buenos días… —respondió el eco.

—¿Quién eres? —dijo el principito.

—Quién eres…, quién eres… —respondió el eco.

—Sed amigos míos, estoy solo —dijo el principito.

—Estoy solo…, estoy solo…, estoy solo —respondió el eco.

«¡Qué planeta tan raro! —pensó entonces—. Es seco, puntiagudo y salado. Y los hombres no tienen imaginación. Repiten lo que se les dice… En mi casa tenía una flor: era siempre la primera en hablar…»

XX

Pero sucedió que el principito, habiendo caminado largo tiempo a través de arenas, de rocas y de nieves, descubrió al fin una ruta. Y todas las rutas van hacia la morada de los hombres.

—Buenos días —dijo.

Era un jardín florido de rosas.

—Buenos días —dijeron las rosas.

El principito las miró. Todas se parecían a su flor.

—¿Quiénes sois? —les preguntó, estupefacto.

—Somos rosas —dijeron las rosas.

—¡Ah! —dijo el principito.

Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín.

«Se sentiría bien vejada si viera esto —se dijo—; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que aparentar cuidarla, pues, si no, para humillarme a mí también, se dejaría verdaderamente morir…»

Luego, se dijo aún: «Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá está apagado para siempre. Realmente no soy un gran príncipe…». Y, tendido sobre la hierba, lloró.

XXI

Entonces apareció el zorro:

—Buenos días —dijo el zorro.

—Buenos días —respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta, pero no vio nada.

—Estoy aquí —dijo la voz—, bajo el manzano…

—¿Quién eres? —dijo el principito—. Eres muy lindo…

—Soy un zorro —dijo el zorro.

—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—. ¡Estoy tan triste!…

—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—. No estoy domesticado.

—¡Ah! Perdón —dijo el principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

—¿Qué significa «domesticar»?

—No eres de aquí —dijo el zorro—. ¿Qué buscas?

—Busco a los hombres —dijo el principito—. ¿Qué significa «domesticar»?

—Los hombres —dijo el zorro— tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?

—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?

—Es una cosa demasiado olvidada —dijo el zorro—. Significa «crear lazos».

—¿Crear lazos?

—Sí —dijo el zorro—. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo…

—Empiezo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor… Creo que me ha domesticado.

—Es posible —dijo el zorro—. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas…!

—¡Oh! No es en la Tierra —dijo el principito.

El zorro pareció muy intrigado.

—¿En otro planeta?

—Sí.

—¿Hay cazadores en ese planeta?

—No.

—¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?

—No.

—No hay nada perfecto —suspiró el zorro.

Pero el zorro volvió a su idea:

—Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo…

El zorro calló y miró largo tiempo al principito.

—¡Por favor…, domestícame! —dijo.

—Me gustaría —respondió el principito—, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

—Sólo se conocen las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

—¿Qué hay que hacer? —dijo el principito.

—Hay que ser paciente —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca…

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.

Al día siguiente volvió el principito.

—Hubiese sido mejor venir a la misma hora —dijo el zorro—. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.

Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.

—¿Qué es un rito? —dijo el principito.

—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:

—¡Ah!… —dijo el zorro—. Voy a llorar.

—Tuya es la culpa —dijo el principito—. No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara…

—Sí —dijo el zorro.

—¡Pero vas a llorar! —dijo el principito.

—Sí —dijo el zorro.

—Entonces, no ganas nada.

—Gano —dijo el zorro—, por el color del trigo.

Luego, agregó:

—Ve y mira nuevamente las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver nuevamente las rosas:

—No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún —les dijo—. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Y las rosas se sintieron molestas.

—Sois bellas, pero estáis vacías —continuó—. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa que he regado.


El principito (5) Der kleine Prinz (5) The Little Prince (5) Le Petit Prince (5) 어린 왕자 (5) Mały Książę (5) O Principezinho (5) Маленький принц (5) 小王子(5)

Se cuentan allí ciento once reyes (sin olvidar, sin duda, los reyes negros), siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de ebrios, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos mil millones de personas grandes. Einhundertelf Könige werden dort gezählt (ohne Zweifel die schwarzen Könige zu vergessen), siebentausend Geographen, neunhunderttausend Geschäftsleute, siebeneinhalb Millionen Trinker, dreihundertelf Millionen Eitle, das heißt ungefähr zwei Milliarden große Menschen. There are one hundred and eleven kings there (without forgetting, without a doubt, the black kings), seven thousand geographers, nine hundred thousand businessmen, seven and a half million drunkards, three hundred and eleven million vain, that is, about two billion of big people.

Para daros una idea de las dimensiones de la Tierra os diré que antes de la invención de la electricidad se debía mantener, en el conjunto de seis continentes, un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once faroleros. To give you an idea of the dimensions of the Earth, I will tell you that before the invention of electricity, a true army of four hundred and sixty-two thousand five hundred and eleven lamplighters had to be maintained on all six continents.

Vistos desde lejos hacían un efecto espléndido. Seen from afar they made a splendid effect. Los movimientos de este ejército estaban organizados como los de un ballet de ópera. The movements of this army were organized like those of an opera ballet. Primero era el turno de los faroleros de Nueva Zelanda y de Australia. First it was the turn of the New Zealand and Australian bluffers. Una vez alumbradas sus lamparillas, se iban a dormir. Once their lamps were lit, they went to sleep. Entonces entraban en el turno de la danza los faroleros de China y de Siberia. Then the lamplighters from China and Siberia entered the turn of the dance. Luego, también se escabullían entre los bastidores. Then they would sneak backstage too. Ensuite, ils se faufilaient également dans les coulisses. Entonces era el turno de los faroleros de Rusia y de las Indias. Then it was the turn of the lamplighters of Russia and the Indies. Puis ce fut le tour des allumeurs de réverbères de Russie et des Indes. Luego los de África y Europa. Then those of Africa and Europe. Luego los de América del Sur. Then those from South America. Luego los de América del Norte. Then those from North America. Y nunca se equivocaban en el orden de entrada en escena. And they were never wrong in the order of entry on the scene. Era grandioso. It was great.

Solamente el farolero del único farol del Polo Norte y su colega del único farol del Polo Sur llevaban una vida ociosa e indiferente: trabajaban dos veces al año. Only the lamplighter of the only North Pole lantern and his colleague of the only South Pole lantern led an idle and indifferent life: they worked twice a year.

XVII XVII

Cuando se quiere ser ingenioso ocurre que se miente un poco. When you want to be ingenious, it happens that you lie a little. Quand on veut être malin, il arrive que l'on mente un peu. No he sido muy honesto cuando hablé de los faroleros. I have not been very honest when I spoke of bluffers. Corro el riesgo de dar una falsa idea de nuestro planeta a quienes no lo conocen. I run the risk of giving a false idea of our planet to those who do not know it. Los hombres ocupan muy poco lugar en la Tierra. Men occupy very little place on Earth. Si los dos mil millones de habitantes que pueblan la Tierra se tuviesen de pie y un poco apretados, como en un mitin, podrían alojarse fácilmente en una plaza pública de veinte millas de largo por veinte millas de ancho. If the two billion inhabitants that populate the Earth were kept on their feet and a little crowded, like at a rally, they could easily lodge in a public square twenty miles long by twenty miles wide. Podría amontonarse a la humanidad sobre la más mínima islita del Pacífico. Mankind could be heaped on the smallest island in the Pacific.

Las personas grandes, sin duda, no os creerán. Big people will certainly not believe you. Se imaginan que ocupan mucho lugar. They imagine that they take up a lot of space. Se sienten importantes, como los baobabs. They feel important, like baobabs. Les aconsejaréis, pues, que hagan el cálculo. You will therefore advise them to do the calculation. Les agradará porque adoran las cifras. They will like it because they love numbers. Ils l'aimeront parce qu'ils aiment les chiffres. Pero no perdáis el tiempo en esta penitencia. But don't waste your time in this penance. Es inútil. It's useless. Tened confianza en mí. Have confidence in me.

Una vez en tierra, el principito, quedó muy sorprendido al no ver a nadie. Once on land, the little prince was very surprised to see no one. Temía ya haberse equivocado de planeta, cuando un anillo de color de luna se revolvió en la arena. He was already afraid he was on the wrong planet when a moon-colored ring turned in the sand. Il avait déjà peur de s'être trompé de planète, lorsqu'un anneau de la couleur de la lune s'est agité dans le sable.

—Buenas noches —dijo al azar el principito. "Good evening," said the little prince at random.

—Buenas noches —dijo la serpiente. "Good evening," said the snake.

—¿En qué planeta he caído? "What planet have I fallen on?" —preguntó el principito. Asked the little prince.

—En la Tierra, en África —respondió la serpiente. "On Earth, in Africa," replied the snake.

—¡Ah!… ¿No hay, pues, nadie en la Tierra? "Ah! ... So there is no one on Earth?"

—Esto es el desierto. "This is the desert." En los desiertos no hay nadie. In deserts there's nobody. La Tierra es grande —dijo la serpiente. The Earth is big, ”said the serpent.

El principito se sentó sobre una piedra y levantó los ojos hacia el cielo: The little prince sat on a stone and raised his eyes to heaven:

—Me pregunto —dijo— si las estrellas están encendidas a fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día. "I wonder," he said, "if the stars are lit so that each one can find his own one day." Mira mi planeta. Look at my planet. Está justo sobre nosotros… Pero, ¡qué lejos está! It is right above us… But how far it is!

—¡Qué hermoso es! "How beautiful it is!" —dijo la serpiente—. said the snake. ¿Qué vienes a hacer aquí? What are you coming to do here?

—Estoy disgustado con una flor —dijo el principito. "I am disgusted with a flower," said the little prince.

—¡Ah! -Ah! —dijo la serpiente.

Y quedaron en silencio. And they were silent.

—¿Dónde están los hombres? -Where is the men? —prosiguió al fin el principito—. The little prince continued at last. Se está un poco solo en el desierto. It's a little lonely in the desert.

—Con los hombres también se está solo —dijo la serpiente. "With men you are also alone," said the snake.

El principito la miró largo tiempo: The little prince looked at her for a long time:

Eres un animal raro —le dijo al fin—. You're a rare animal, ”he finally told her. Delgado como un dedo… Thin as a finger ...

—Eres un animal raro —le dijo al fin—. "You are a strange animal," he finally told her. Delgado como un dedo… Thin as a finger ...

—Pero soy más poderoso que el dedo de un rey —dijo la serpiente. "But I am more powerful than a king's finger," said the serpent.

El principito sonrió: The little prince smiled:

—No eres muy poderoso…, ni siquiera tienes patas…, ni siquiera puedes viajar… "You're not very powerful ... you don't even have legs ... you can't even travel ..."

—Puedo llevarte más lejos que un navío —dijo la serpiente. "I can take you farther than a ship," said the serpent.

Se enroscó alrededor del tobillo del principito como un brazalete de oro: It was wrapped around the ankle of the little prince like a gold bracelet:

—A quien toco, lo vuelvo a la tierra de donde salió —dijo aún—. "Who I touch, I return to the land from which it came," he still said. Pero tú eres puro y vienes de una estrella… But you are pure and you come from a star ...

El principito no respondió nada. The little prince did not answer anything.

—Me das lástima, tú, tan débil, sobre esta Tierra de granito. "I pity you, you, so weak, on this Granite Land." Puedo ayudarte si algún día extrañas demasiado tu planeta. I can help you if you ever miss your planet too much. Puedo… May l…

—¡Oh! -Oh! Te he comprendido muy bien—dijo el principito—, pero ¿por qué hablas siempre con enigmas? I have understood you very well, "said the little prince," but why do you always speak with enigmas?

—Yo los resuelvo todos —dijo la serpiente. "I solve them all," said the snake.

Y quedaron en silencio. And they were silent.

XVIII

El principito atravesó el desierto y no encontró más que una flor. The little prince crossed the desert and found only one flower. Una flor de tres pétalos, una flor de nada… A flower with three petals, a flower of nothing ...

—Buenos días —dijo el principito. -Good morning," said the little prince.

—Buenos días —dijo la flor. -Good morning," said the flower.

—¿Dónde están los hombres? -Where is the men? —preguntó cortésmente el principito. Asked the little prince politely.

Un día la flor había visto pasar una caravana. One day the flower had seen a caravan go by.

—¿Los hombres? -The men? Creo que existen seis o siete. I think there are six or seven. Los he visto hace años. I've seen them for years. Pero no se sabe nunca dónde encontrarlos. But you never know where to find them. El viento los lleva. The wind carries them. No tienen raíces. They have no roots. Les molesta mucho no tenerlas. It bothers them a lot not to have them.

—Adiós —dijo el principito.

—Adiós —dijo la flor.

XIX

El principito subió a una alta montaña. The little prince climbed a high mountain. Las únicas montañas que había conocido eran los tres volcanes que le llegaban a la rodilla. The only mountains he had ever known were the three knee-high volcanoes. Usaba el volcán apagado como taburete. He used the extinguished volcano as a stool. «Desde una montaña alta como ésta —se dijo—, veré de un golpe todo el planeta y todos los hombres…» Pero sólo vio agujas de rocas bien afiladas. From a high mountain like this, he told himself, I will see the whole planet and all the men at once. But he saw only sharp rock needles.

Este planeta es seco, puntiagudo y salado. This planet is dry, spiky, and salty.

—Buenos días —dijo al azar. "Good morning," he said randomly.

—Buenos días… Buenos días… Buenos días… —respondió el eco. "Good morning ... Good morning ... Good morning ..." replied the echo.

—¿Quién eres? -Who you are? —dijo el principito.

—Quién eres…, quién eres… —respondió el eco.

—Sed amigos míos, estoy solo —dijo el principito. "Be my friends, I am alone," said the little prince.

—Estoy solo…, estoy solo…, estoy solo —respondió el eco. "I am alone… I am alone… I am alone," replied the echo.

«¡Qué planeta tan raro! What a strange planet! —pensó entonces—. He thought then. Es seco, puntiagudo y salado. It is dry, sharp and salty. Y los hombres no tienen imaginación. And men have no imagination. Repiten lo que se les dice… En mi casa tenía una flor: era siempre la primera en hablar…» They repeat what they are told ... In my house I had a flower: I was always the first to speak ... »

XX

Pero sucedió que el principito, habiendo caminado largo tiempo a través de arenas, de rocas y de nieves, descubrió al fin una ruta. But it so happened that the little prince, having walked for a long time through sands, rocks and snow, finally discovered a route. Y todas las rutas van hacia la morada de los hombres. And all routes go to the abode of men.

—Buenos días —dijo. "Good morning," he said.

Era un jardín florido de rosas. It was a garden full of roses.

—Buenos días —dijeron las rosas. "Good morning," said the roses.

El principito las miró. The little prince looked at them. Todas se parecían a su flor. They all looked like her flower.

—¿Quiénes sois? -Who are you? —les preguntó, estupefacto. He asked, dumbfounded.

—Somos rosas —dijeron las rosas. "We are roses," said the roses.

—¡Ah! —dijo el principito.

Y se sintió muy desdichado. And he was very unhappy. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Her flower had told her that she was the only one of her kind in the universe. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín. And behold, there were five thousand, all alike, in a single garden.

«Se sentiría bien vejada si viera esto —se dijo—; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo. She would feel very vexed if she saw this, she told herself; he would cough enormously and pretend to die to escape ridicule. Y yo tendría que aparentar cuidarla, pues, si no, para humillarme a mí también, se dejaría verdaderamente morir…» And I would have to pretend to take care of her, otherwise, to humiliate me too, she would truly let herself die ... »

Luego, se dijo aún: «Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria. Then he still said to himself: «I thought I was rich with a single flower and I have nothing but an ordinary rose. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá está apagado para siempre. The rose and my three knee-high volcanoes, one of which may be off forever. Realmente no soy un gran príncipe…». I'm really not a great prince… ». Y, tendido sobre la hierba, lloró. And, lying on the grass, he wept.

XXI

Entonces apareció el zorro: Then the fox appeared:

—Buenos días —dijo el zorro.

—Buenos días —respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta, pero no vio nada. "Good morning," replied the little prince politely, who turned around, but saw nothing.

—Estoy aquí —dijo la voz—, bajo el manzano… "I'm here," said the voice, "under the apple tree ...

—¿Quién eres? -Who you are? —dijo el principito—. -said the little prince. Eres muy lindo… You are very cute…

—Soy un zorro —dijo el zorro. "I am a fox," said the fox.

—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—. "Come and play with me," the little prince suggested. ¡Estoy tan triste!… I'm so sad!…

—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—. "I can't play with you," said the fox. No estoy domesticado. I am not domesticated.

—¡Ah! Perdón —dijo el principito. Sorry, said the little prince.

Pero, después de reflexionar, agregó: But, after reflection, he added:

—¿Qué significa «domesticar»? "What does 'tame' mean?

—No eres de aquí —dijo el zorro—. "You're not from here," said the fox. ¿Qué buscas? What are you looking for?

—Busco a los hombres —dijo el principito—. "I am looking for men," said the little prince. ¿Qué significa «domesticar»? What does "domesticate" mean?

—Los hombres —dijo el zorro— tienen fusiles y cazan. "Men," said the fox, "have rifles and hunt." Es muy molesto. Is very annoying. También crían gallinas. They also raise chickens. Es su único interés. It is your only interest. ¿Buscas gallinas? Looking for chickens?

—No —dijo el principito—. Busco amigos. Seeking friends. ¿Qué significa «domesticar»? What does "tame" mean?

—Es una cosa demasiado olvidada —dijo el zorro—. "It is too forgotten a thing," said the fox. Significa «crear lazos». It means "bonding."

—¿Crear lazos? "Create ties?" "Créer des liens?"

—Sí —dijo el zorro—. -Yes," said the fox. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. To me you are still no more than a little boy like a hundred thousand boys. Y no te necesito. And I don't need you. Y tú tampoco me necesitas. And you don't need me either. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. I am nothing to you but a fox like a hundred thousand foxes. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. But, if you tame me, we will need each other. Serás para mí único en el mundo. You will be for me unique in the world. Seré para ti único en el mundo… I shall be unique to you in the world…

—Empiezo a comprender —dijo el principito—. "I am beginning to understand," said the little prince. Hay una flor… Creo que me ha domesticado. There is a flower… I think it has tamed me.

—Es posible —dijo el zorro—. "It's possible," said the fox. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas…! You see all kinds of things on Earth ...!

—¡Oh! No es en la Tierra —dijo el principito. It is not on Earth, ”said the little prince.

El zorro pareció muy intrigado. The fox seemed very intrigued.

—¿En otro planeta? "On another planet?"

—Sí.

—¿Hay cazadores en ese planeta? "Are there hunters on that planet?"

—No. -No.

—¡Es interesante eso! "That is interesting!" ¿Y gallinas? And chickens?

—No.

—No hay nada perfecto —suspiró el zorro. "There is nothing perfect," sighed the fox.

Pero el zorro volvió a su idea: But the fox returned to his idea:

—Mi vida es monótona. "My life is monotonous." Cazo gallinas, los hombres me cazan. I hunt chickens, men hunt me. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. All chickens look alike and all men look alike. Me aburro, pues, un poco. I get bored, then, a little. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. But, if you tame me, my life will be filled with sunshine. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. I will meet a footstep noise that will be different from all the others. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. The other steps make me hide under the ground. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Yours will call me out of the burrow, like music. Y además, ¡mira! And also, look! ¿Ves, allá, los campos de trigo? You see, there, the wheat fields? Yo no como pan. I do not eat bread. Para mí el trigo es inútil. For me wheat is useless. Los campos de trigo no me recuerdan nada. The wheat fields don't remind me of anything. ¡Es bien triste! It is very sad! Pero tú tienes cabellos color de oro. But you have hair the color of gold. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! When you have tamed me, it will be wonderful! El trigo dorado será un recuerdo de ti. The golden wheat will be a memory of you. Y amaré el ruido del viento en el trigo… And I love the sound of the wind in the wheat…

El zorro calló y miró largo tiempo al principito. The fox fell silent and looked at the little prince for a long time.

—¡Por favor…, domestícame! "Please ... tame me!" —dijo. -He said.

—Me gustaría —respondió el principito—, pero no tengo mucho tiempo. "I would like," replied the little prince, "but I don't have much time." Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas. I have to find friends and know many things.

—Sólo se conocen las cosas que se domestican —dijo el zorro—. "Only things that are domesticated are known," said the fox. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Men no longer have time to know anything. Compran cosas hechas a los mercaderes. They buy things made from merchants. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. But since there are no merchants of friends, men no longer have friends. Si quieres un amigo, ¡domestícame! If you want a friend, tame me!

—¿Qué hay que hacer? -What is there to do? —dijo el principito.

—Hay que ser paciente —respondió el zorro—. "You have to be patient," replied the fox. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. You will sit at first a little far from me, like this, on the grass. Te miraré de reojo y no dirás nada. I will look at her and say nothing. La palabra es fuente de malentendidos. The word is a source of misunderstandings. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca… But, every day, you can sit a little closer ...

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. If you come, for example, at four in the afternoon, I will start to be happy from three o'clock.

Al día siguiente volvió el principito. The next day the little prince returned.

—Hubiese sido mejor venir a la misma hora —dijo el zorro—. "It would have been better to come at the same time," said the fox. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. If you come, for example, at four in the afternoon, I will start to be happy from three o'clock.

Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. The later the hour, the happier I will feel. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! At four I will feel agitated and restless; I will discover the price of happiness! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Los ritos son necesarios. But if you come at any time, I will never know what time to prepare my heart ... Rites are necessary.

—¿Qué es un rito? "What is a rite?" —dijo el principito. Said the little prince.

—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. "It is also something too forgotten," said the fox. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas. It is what makes one day different from the other days; one hour, of the other hours. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Among the hunters, for example, there is a ritual. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. On Thursday they dance with the village girls. El jueves es, pues, un día maravilloso. Thursday is, therefore, a wonderful day. Voy a pasearme hasta la viña. I'll take a walk until the vineyard. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones. If the hunters did not dance on a fixed day, every day would be alike and I would not have a vacation.

Así el principito domesticó al zorro. So the little prince tamed the fox. Y cuando se acercó la hora de la partida: And when the time of departure approached:

—¡Ah!… —dijo el zorro—. Voy a llorar. I'm going to cry.

—Tuya es la culpa —dijo el principito—. "It's your fault," said the little prince. No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara… I didn't want to hurt you, but you wanted me to tame you ...

—Sí —dijo el zorro. -Yes," said the fox.

—¡Pero vas a llorar! "But you're going to cry!" —dijo el principito.

—Sí —dijo el zorro.

—Entonces, no ganas nada. "Then you don't win anything."

—Gano —dijo el zorro—, por el color del trigo. "I win," said the fox, "because of the color of the wheat."

Luego, agregó: Then he added:

—Ve y mira nuevamente las rosas. "Go look at the roses again." Comprenderás que la tuya es única en el mundo. You will understand that yours is unique in the world. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto. You'll come to say goodbye and I'll give you a secret.

El principito se fue a ver nuevamente las rosas: The little prince went to see the roses again:

—No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún —les dijo—. "You are not at all similar to my rose; You are nothing yet, ”he told them. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. No one has tamed you and you have not tamed anyone. Sois como mi zorro. You are like my fox. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. It was nothing more than a fox like a hundred thousand others. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo. But I made him my friend and now he is unique in the world.

Y las rosas se sintieron molestas. And the roses were upset.

—Sois bellas, pero estáis vacías —continuó—. "You are beautiful, but you are empty," he continued. No se puede morir por vosotras. You cannot die for you. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. No doubt a common passerby will believe that my rose resembles you. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa que he regado. But she alone is more important than all of you, since she is the rose that I have watered.