El Presente es Relativo
La Relatividad Especial de Einstein rompe completamente con todas nuestras intuiciones
sobre la naturaleza del tiempo y como lo percibimos.
Prestad atención a lo siguiente, porque hará estallar vuestras ideas, así que subamos
al primer tren que pase, y empecemos nuestro experimento.
Dentro de un vagón en movimiento, el señor A pone en marcha un disparador de dos caras.
El disparador lanza pequeñas pelotas a ambos extremos del vagón a la vez.
Una vez que una pelota golpea una de las paredes, una luz se ilumina.
Como imagináis, el señor A observa que, al dispararse las pelotas a la vez, las dos
llegan a la pared al mismo tiempo.
¿Pero que observa el señor B, que está parado al lado de la vía?
Para él, las velocidades de las pelotas no son las mismas que las que mide el señor
A, si no que se le añade la velocidad del propio vagón.
Vamos, que como las pelotas se mueven con el vagón, el resultado es el mismo, las dos
pelotas llegan a las paredes a la vez.
Nada sorprendente: Si para el señor A algo pasa a la vez, ¡para el señor B también
tiene que pasar a la vez!... ¿no?
La diversión empieza cuando el lanzador, en vez de disparar pelotas, dispara rayos
de luz.
Para el señor A nada ha cambiado, los dos rayos se emiten a la vez, recorren el vagón,
y alcanzan simultáneamente las paredes.
Sería intuitivo pensar que el señor B observa algo parecido: que ambos rayos, moviéndose
con el tren, llegan a la vez a la pared… ¡pero esto no es posible!
En el video anterior vimos que la velocidad de luz en el vacío es la misma para todos
los observadores, así que no es posible que los rayos vayan acompañando al tren, pues
eso supondría que un rayo mas rápido que c, y el otro más lento.
Para que la velocidad de la luz sea la correcta, lo que debe ocurrir es que los rayos de luz
deben viajar como si el movimiento del tren no les afectara.
En consecuencia, el señor B observaría que uno de los rayos llega antes a la pared que
el otro.
Recapitulando: según el señor A los dos rayos llegan a la vez a la pared: son eventos
que ocurren simultáneamente.
Pero para el señor B, primero llega un rayo y después el otro.
¿No es eso sumamente raro?
¡Lo que para uno ocurre a la vez, para el otro no lo hace!
¡Es una conclusión rompedora!
Todos estamos acostumbrados a decir cosas como “Marte ha explotado ahora” y pensar
que todos los demás observadores también lo perciben al mismo tiempo… Pero ¡no es
así!
En el “ahora” del Señor A dos rayos han impactado a la vez.
¿Qué significa ese “ahora” para el Señor B?
Para él no tiene sentido: primero impactó un rayo y luego el otro, ¿el “ahora”
del Señor A equivale a dos “ahoras” diferentes para él?
Es absurdo.
Lo que ocurre es que cada uno tiene su propio “ahora”.
Al igual que cada observador mide la velocidades de forma distinta, cada observador tiene su
manera de percibir el tiempo.
Vamos, que ¡“Ahora” es Relativo!
¡No esperes que nadie en movimiento comparta tu “ahora”!
En el próximo video veremos como esta nueva forma de percibir el tiempo afecta también
al espacio.
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